Jack Reacher

“The law has limits.
He does not”

Lee Child, es el seudónimo de Jim Grant, un escritor británico de “thrillers”, cuyo protagonista de sus novelas, es Jack Reacher, un exoficial de la policía militar de EEUU que, después de dejar el ejército, decide comenzar una vida de vagabundo, a lo largo de Estados Unidos.
Según Grant, eligió el nombre “Reacher” o “alcanzador” en español, para el protagonista de sus novelas, un día que hacía la compra con su mujer Jane en un supermercado.
Jane le dijo que, como Grant era muy alto, “si no tenía éxito como escritor, siempre podría trabajar en un supermercado, alcanzando a la gente los artículos que estaban más arriba”
Algunos libros de la saga “Jack Reacher”, están escritos en primera persona, mientras que otros, son en tercera persona.
Child, caracterizó los libros como “historias de venganza”, inspirado por el sentimiento de rabia que sintió al ser despedido…
¿Qué se sabe de Jack Reacher?
Policía Militar (PM) durante 13 años, llegó al grado de Comandante; nació en Berlín en 1960.
Su padre fue marine de carrera, y la familia viajó por bases militares de todo el mundo:
Manila, Guam y Seúl.
Su madre era francesa; y tiene un hermano 2 años mayor, Joe, que trabajó en Inteligencia Militar.
Ingresó en West Point con 18 años, y en La Policía Militar con 24.
Ha estado destinado en Corea, Filipinas, Panamá, y le encontramos en Carolina del Norte, en 1990.
Es PM, porque siempre quiso ser policía, pero estaba destinado por tradición familiar, a ser militar.
Le gustaba ser policía, para poner las cosas en su sitio, por que detesta a los que se creen con derecho a hacer lo que les viene en gana.
Es un buen profesional, no muy interesado en ascender, reconoce los méritos de sus subordinados, y busca ayuda cuando la necesita.
Es un solitario, no tiene amigos, sólo conocidos.
Carece de habilidades sociales, que le permitan desenvolverse en el mundo civil, pues desde pequeño, siempre se ha movido en el militar.
Ni siquiera tiene ropa de civil; y cunado tiene relaciones con mujeres, no le duran mucho.
En 1991, participó en “La Operación Escudo del Desierto”; y en 1997, abandonó el ejército con honores.
Formó parte del sistema, pero el sistema le escupió, y ahora es “adicto a la libertad”, como una especie de vagabundo que no pasa mucho tiempo en la misma ciudad.
Vive con lo mínimo, le basta con un pantalón, una camisa, y unos zapatos.
No lleva ni cinturón, llaves, teléfono, o reloj, aunque tiene uno mental que nunca falla, no tiene dinero, ni propiedades, utiliza nombres falsos para registrarse en los hoteles.
Come y duerme cuando puede, pues nunca sabe cuándo va a volver a hacerlo.
Algunos le apodan “Sherlock Homeless”
Es de pelo rubio corto, ojos azules, mide casi 2 metros, y pesa 100kg, pero no tiene grasa corporal; es de manos tan grandes.
Si bien no es deportista, domina el boxeo y la lucha, y le gusta nadar y el béisbol.
Sabe interpretar a las personas, a través de sus gestos, sus miradas... cuando mienten, cuando tienen miedo; y tiene un ligero sentido del humor.
Conoce perfectamente todos los tipos de armas, y las utiliza sin ningún remordimiento cuando tiene que hacerlo.
Es adicto al café, desde los 4 años.
Jack Reacher, es un solitario que se busca a sí mismo.
Con abrumadora decencia, siempre entra en acción; siempre va después de lo que es bueno y justo.
Como la mayoría de los combatientes del crimen de ficción se adhieren a su propio entorno, Reacher viaja sin cesar.
Y prefiere estar tras mujeres y hombres malvados donde quiera que vaya.
Es un personaje violento, vengativo, de pocas palabras, y con un sentido del honor y de la justicia que raya en lo “naif”
Tiene un sistema de valores que determina pronto, quién debe morir, y quién debe ser perdonado.
Y eso engancha en las novelas.
La novela “One Shot” (2005), es la 8ª de una serie de 20, del personaje Jack Reacher, que cronológicamente, junto con las historias cortas, viene siendo la entrega #15.
El título del libro, está basado en el lema de los francotiradores militares:
“Un disparo, un muerto”
Y la acción se desarrolla en 2005, en una ciudad innombrada del estado de Indiana.
A las 05:00pm de un viernes, nadie se fija en nada que no sea el camino que le lleva a casa…
Así que no es difícil para un hombre pasar desapercibido detrás de sus gafas de sol y sus guantes.
Aunque lleve consigo un rifle.
Sin embargo, esa persona en la que nadie se había fijado, no tarda en darse a conocer, descargando su arma contra la multitud.
Con 6 disparos extraordinariamente efectivos, dejan el trágico resultado de 5 muertos; y el asesino, deja un rastro fácil de seguir.
Así que la policía no tarda en atraparlo.
Su nombre es James Barr.
Un caso muy desagradable, pero de fácil resolución...
O quizá realmente lo sería, si el acusado no insistiera en que él no es realmente el hombre al que buscan, ni conociera a Jack Reacher, ni solicitara su presencia.
Reacher, tipo duro que vive al margen de las normas establecidas, que por mucho que busque relajarse, no puede estar inactivo durante mucho tiempo.
Así que, con apenas ayudas externas, Jack comienza su investigación particular, que pronto le lleva a nuevas y sorprendentes conclusiones.
Puestos en claro, Jack Reacher es un “caballero andante medieval”, así lo define el autor de los libros, Lee Child, y no le falta razón.
En los libros, Reacher pega muy fuerte, piensa y deduce muy fuerte, y, en general, rompe corazones, muy fuerte.
Es por eso que Child lo describe como rubio y gigante, de una intensidad de proporciones vikingas, donde no caben dudas.
“I am not a hero.
I'm a drifter with nothing to lose”
Jack Reacher es una película de acción del año 2012, dirigida por Christopher McQuarrie.
Protagonizada por Tom Cruise, Rosamund Pike, Richard Jenkins, Robert Duvall, Werner Herzog, David Oyelowo, Jai Courtney, Josh Helman, Joseph Sikora, Nicole Forester, Alexia Fast, Julia Yorks, entre otros.
El guión es de Christopher McQuarrie y Josh Olson, y es una adaptación de la novela “One Shot” (2005) escrita por Lee Child; quien dijo que “sería imposible encontrar un actor adecuado para desempeñar el papel del gigante Reacher, y recrear la sensación del libro en pantalla”
Sin embargo dijo que Cruise tenía el talento para hacer un Reacher eficaz:
“El tamaño de Reacher en los libros, es una metáfora de una fuerza imparable, que Cruise interpreta a su manera”
Jack Reacher fue filmada en su totalidad en Pittsburgh, Pensilvania, EEUU.
¿Quién es ese tal Reacher?
No es una pregunta fácil de responder, de hecho es difícil incluso probar que exista.
Jack Reacher (Tom Cruise), es un antiguo policía militar, que vive como un vagabundo, y que trabaja por su cuenta, que entra en acción cuando decide investigar el caso de James Barr (Joseph Sikora), un francotirador que ha sido acusado de matar a 5 personas en un tiroteo.
Al ser interrogado, el francotirador exige la presencia de Jack Reacher...
Así comienza una extraordinaria búsqueda de la verdad, que enfrentará a Jack Reacher contra un enemigo inesperado, sumamente violento, y que guarda un secreto.
¿Qué podría asociar al policía ex militar con el psicópata?
¿Por qué Barr quiere ver a Reacher?
Hay buenas razones para pensar, que es la última persona que Barr quisiera ver, pero la llegada del investigador lo cambia todo... y el caso perfecto explota.
Un asesino que desaprovecha un disparo, permite que Reacher apunte hacia la verdad.
“There's this guy.
He's a kind of cop, at least he used to be.
He doesn't care about proof, he doesn't care about the law, he only cares about what's right.
He knows what I did.
You can't protect me.
No one can”
Jack Reacher es sin lugar a dudas, una posible nueva franquicia, para lucimiento exclusivo de su productor, Tom Cruise, como protagonista.
Jack Reacher, es el personaje creado por Lee Child, protagonista de sus novelas, “thrillers” modernos, violentos y trepidantes, y muy varoniles.
En este caso, se adapta su novela “One Shot” (2005), y el resultado es bastante satisfactorio; claramente influencio por los filmes de acción de los años 60/70, y “El Cine Noir” de La Época Dorada, y en muchas ocasiones, estos “thrillers” no se caracterizaban por ser complejos, sino más bien, todo lo contrario:
Sabían dilatar la sencillez para esgrimirla como arma, filmes directos, secos, y contundentes.
Jack Reacher arranca con los primeros 8 minutos sin uso de dialogo, no hace falta decir más, robusto “thriller” de acción, filmado a la vieja usanza que, para los neófitos, quiere decir, presentado de forma simple, pragmática, sincera, y realista, sin grandes trucos, aspavientos, artificios, o recursos; y con una edición estupenda, tensa, y con un ritmo perfecto.
Dicha introducción, nos deja bastante claro, que la intención del director y guionista, Christopher McQuarrie, es cuidar hasta el más mínimo detalle de las imágenes que desfilarán ante nuestros ojos:
Una palanca inicia el juego, una palanca que en realidad es de una máquina para hacer balas...
La segmentación y los planos de espalda, tienen mucha presencia en los personajes, creando intriga y misterio.
Pies, armas, pasos… de un asesino.
La primera escena es magnífica, de una frialdad exasperante, con un francotirador recreándose en su suerte, una escena en un solo plano, desde la mira del rifle, alargada, silenciosa, con el seco sonido de los disparos que produce escalofríos, donde transeúntes van cayendo uno a uno; en las que el francotirador que se toma su tiempo, asesinatos en apariencia gratuitos…
Acto seguido, la investigación, competente, una moneda en el parquímetro, un casquillo perdido… todo lleva a una pronta detención.
No hay trampas, veremos el rostro de Charlie (Jai Courtney), pero el detenido es Barr.
Y no veremos el rostro del detenido, hasta que escriba el nombre de nuestro protagonista, tras un “travelling” circular.
Es un inocente, el pobre hasta resultará agredido por el resto de reclusos.
Jack Reacher tiene un comienzo arrebatador, que recuerda a los crímenes cometidos por un francotirador, que se dedicaba a matar personas aleatoriamente, sin criterio y sin concesiones, logrando captar la atención del espectador desde un primer momento, a partir del cual, desarrolla de una forma astuta, toda una trama repleta de misterio, en el que emerge de las sombras un personaje, contundente, implacable e inteligente, que no atiende a leyes ni normas establecidas, interpretado por el deslumbrante Tom Cruise.
“El mundo está más seguro con héroes como Jack Reacher”, sería el “slogan”
Este hombre puede con todo, y con todos, pero su mayor virtud, aparte de la física, es su inteligencia.
Su capacidad deductiva, será crucial para resolver el caso del asesinato de 5 civiles, y la inculpación a un antiguo compañero, y sin embargo enemigo, de armas.
El clásico antihéroe solitario, nómada, entre lo cínico y enigmático, de métodos heterodoxos en situaciones criminales, al estilo de las intrigas criminales justicieras de Clint Eastwood o Charles Bronson; y se nos muestra al Jack Reacher del título, como un tipo extremadamente individualista:
Antiguo investigador militar, vaga de una parte a otra de Estados Unidos, sin fijar su residencia en ningún lugar.
Su cometido es, hacer justicia en todos aquellos casos donde la ley se ha quedado corta.
Reacher, es el clásico duro del cine, el investigador de toda la vida, pero sublimando el “hardboiled”, violento y brillante, tanto física como intelectualmente.
Un gran punto a favor, son sus interesantes deducciones detectivescas, que van más allá de la amenaza violenta para recopilar información.
Nuestro protagonista, irá descifrando, vía observación, sutiles detalles que provocarán varios giros de guión, e incluso le rectificarán a él mismo.
Esas interpretaciones, que se van corrigiendo sobre la marcha, esa capacidad para equivocarse y rectificar del detective, son un auténtico gusto muy bien desarrollado; y se nos describirán todas las facetas de la narración con calma y detalle, sorprende que una película de este tipo, se entretenga en algunas de las cosas que vemos…
El pasado del detenido Barr, sus antecedentes, y la explicación de por qué Reacher acudió a la policía, comenzarán la investigación.
Descubre que hay una organización mafiosa rusa, dirigida por un superviviente de los campos de exterminio soviéticos, llamado Zec Chelovek (Werner Herzog), que anda haciendo negocios ilegales por todo el mundo, y que ahora está por EEUU.
Y hay 3 personajes más, que son importantes en la trama:
Primero, 2 investigadores:
El Jefe de Policía, Emerson (David Oyelowo), y El Fiscal del Distrito, Alex Rodin (Richard Jenkins), que es padre de la abogada de Barr, que a la postre, será principal colaboradora de Reacher.
El pacto entre Reacher y la abogada Helen Rodin (Rosamund Pike), quedará sellado con una mirada objetiva, tanto a víctimas como a presunto verdugo, una mirada que cambiará la visión de ambos.
Reacher descubrirá, que Barr es inocente, y la abogada verá derrumbada su fría distancia de letrado con la cruda realidad.
La escena donde la abogada habla con el padre de una de las víctimas, con la chica que vimos con una niña a la que cuidaba, era su canguro, es tensa y dura.
Por su parte, Reacher investigará la zona del asesinato, recopilando datos que no encajan…
Además, dará rienda suelta a otra de sus grandes características:
Sus sarcásticos, irónicos, y fanfarrones comentarios.
También hay algo de misógino en el personaje.
Reacher irá mostrado su inteligencia durante toda la narración, aquí, además de eso, nos mostrará sus habilidades físicas, acabando sin despeinarse con los 5… bueno sólo con 3, el resto huirá, como predijo nuestro contundente protagonista.
Donde lamentablemente se desperdicia el personaje de Jep Oliver (Josh Helman), del que no volveremos a saber más…
Y tiene momentos violentos de acción, filmados con talento, como peleas para lucir la destreza en las artes marciales de Reacher, persecución urbana de coches… asuntos tópicos de corrupción/conspiración, rasgos de humor, y chácharas triviales sobre investigación, impulso y aplicación de la ley, que provoca enfrentamientos entre un padre y su hija.
También, resulta muy interesante la tensión sexual no resuelta entre Helen y Reacher, un punto a su favor, y quizá un cebo para posteriores entregas.
Ni siquiera hay un beso entre ellos, pero la carga sexual se masca, y se ve con ironía y humor.
La acción, está muy dosificada, y todo el envoltorio es sofisticado, y bastante elegante.
La escena de la brillante persecución de coches, comienza con un sutil juego de miradas ente Reacher y el agente Emerson.
En dicha persecución, Cruise se lo pasa bien, y no se escatimarán planos de Cruise conduciendo, que realmente hizo en la producción y rodaje; y concluirá de forma muy simpática, con un encubrimiento social, en una parada de autobús; pero, en la vida real, Jack podría ser cualquier violador o ratero, y no se hace creíble que la ciudadanía ayude a encubrir a un hombre al que lo persigue la ley hasta con helicópteros.
Las persecuciones con coches, también están muy bien rodadas con un sonido abrumador de los motores revolucionados.
Los tiroteos, también resultan muy realistas, ya que los efectos de sonido están muy bien logrados, secos y contundentes.
Hay una escena corta, de una pelea en un baño, muy bien rodada, que muestra realmente que no es fácil pelear entre varios, en espacios reducidos, ya que lo normal es molestarse unos a otros...
Puede que se vea disparatada, e inverosímil, pero ayuda a dar a comprender la imbecilidad de los malos, al actuar “en caliente”
Muchos agradecemos, que Jack Reacher sea tan detectivesco, y que sepa mantener una gran intriga sobre el complot, con sugerencia y congruencia, y agradecemos que las rutinarias y accesorias escenas de acción, si bien inevitables, no sean el tronco principal de la trama, y sean menos de las esperadas.
Ese es el gran enganche de Jack Reacher:
Un interrogante bien expuesto y resuelto en la narración, que hará estar de enhorabuena a cualquier espectador que se pirre por los misterios criminales, y sus resoluciones detectivescas y policiales.
Del reparto, he aquí que el villano al que interpreta Werner Herzog, resulta inquietante, realmente terrorífico, pero está muy poco aprovechado, con poco tiempo en pantalla para desarrollar mejor el personaje.
Mientras que Robert Duvall es lo opuesto, y se muestra pletórico haciendo un papelón de U.S. Marine Corps Gunnery Sergeant, Martin Cash, un auténtico francotirador que dispara de oído; y que justifica su leyenda como actor, con una actuación certera, esperpéntica, y sumamente divertida.
Richard Jenkins y Rosamund Pike, ambos de poca expresividad, despiertan el dualismo en una sola familia, y llena de dudas e intriga, pues no se sabe si son buenos o malos, al igual que Oyelowo.
Mientras que Jai Courtney parece estar haciéndose un hueco en el cine de acción, se muestra muy físico y de muy buen ver, pero que necesitó más desarrollo.
Como dato, Lee Child tuvo un cameo, apareciendo como sargento en un mostrador de La Comisaría de Policía, cuando Reacher va a ser liberado después de una noche en la celda.
Y el mismo Tom Cruise como protagonista, en un filme exclusivamente hecho para su lucimiento, en vistas a una nueva saga de películas, pero que no cambia de expresión, y se nota cada vez más cansado.
“La acción para mí, es algo muy divertido, en especial disparar.
El reto en la mayoría de las persecuciones de coches, es que estás tratando de ocultar el hecho de que no es el actor quien conduce”, dijo McQuarrie.
“El reto aquí, era todo lo contrario.
Estábamos tratando de encontrar una manera de mostrar, que siempre era Tom quien conducía.
Él conduce literalmente en cada secuencia de acción”, agrega el director; y es que Tom realizó todas las escenas de persecución, en una de ellas, el coche se le caló, y no conseguía arrancarlo, y el director pensó, que era un momento con mucha tensión, y decidió dejarlo en la película.
¿Qué hace, sin embargo, que Jack Reacher no pueda calificarse como una película notable?
Ante todo, la excesiva simplicidad de su trama, puesto que no sólo la investigación resulta demasiado elemental, sino que uno tampoco termina de creerse el complot que ha urdido Zec; e luso parece no querer abandonar la senda del tópico automático del desarrollo.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del cineasta por ocultarlo, no consigue huir del tono casi “fascistoide” que tenían los filmes de la saga “Dirty Harry”, y muchos de los trabajos más conocidos de Charles Bronson.
Al fin y al cabo, el protagonista es un hombre que ejerce de juez y ejecutor, sin dar explicaciones a nadie.
El problema llega, cuando la trama se centra solo en Jack Reacher, y todo gira en su derredor.
Es cierto que eso suele pasar mucho en las películas de Tom Cruise, y que incluso aquí trabaja bien, tomando un cariz de hombre duro, y a veces violento...
Sin embargo, su afán de protagonismo lo pierde por momentos, como en el duelo final a puñetazos, entre el personaje de Courtney y él.
Por otro lado, quedan cabos sueltos sin explicar, como el del policía negro...
Donde vemos que los malos son muy muy malos, pero por lo torpes y estúpidos.
Con un justiciero absolutamente infalible y omnipotente, que siempre tiene la respuesta perfecta.
Tópica por momentos, y previsible, aunque se le agradece un intento de cine de antaño, alejado de toda la parafernalia visual actual.
Lo que la salva, además de la hermosa fotografía, la elegante dosificación de las escenas de acción, y la aparición de figuras como Duvall o Herzog, es el humor de los diálogos.
El director construye el enigma, con un personaje que no pretende salvar al mundo, ni a la ciudad, nos muestra una historia, y la cuenta dosificada, lenta pero jugosa en detalles, como la cocción de un buen bistec; y también decide incluir algunos elementos de crítica social:
El espectador, descubrirá pronto, que detrás de los asesinatos, se encuentra un caso de corrupción.
A la vez, el realizador dibuja a su protagonista, como un particular ejemplo de libertad que no tiene que dar cuentas a nadie, ni ajustarse a un horario como el resto de los mortales.
Dejando el mensaje:
Jack Reacher pasa de la justicia.
Eso es para funcionarios y comodines.
El mensaje viene a ser, que los hombres de verdad, aplican la justicia por sí mismo, en bruto, y sin intermediarios.
Vamos, justificación del uso de la violencia, a título personal para impartir justicia, al más puro estilo “Dirty Harry”...
Juzguen ustedes mismos.
“You have to look at the victims objectively”
Jack Reacher nos da una reflexión interesante, la cual radica en la esencia de la naturaleza del personaje principal, su radical determinación, y forma de ver y hacer las cosas, que pone al descubierto la cobardía, falta de principios, moral y valores reinantes.
Es el caldo de cultivo para la corrupción, la maldad en suma, la inacción de la gente.
Por ejemplo, la abogada recurrirá a la limitación de su labor, se escudará en lo que es su trabajo y dedicación, para no enfrentarse a la injusticia, con el diálogo:
“Ese no es mi trabajo”
La limitación como excusa, la comodidad como coraza.
Mientras Reacher es lo contrario, es incapaz de mantenerse quieto ante la injusticia, aunque sea con métodos cuestionables en ocasiones.
La única forma de luchar.
El único que se atreve a hacer algo.
El único que estimula a otros…
La libertad, la justicia, la honestidad… son valores que se reivindican, pero por los que no todos están dispuestos a luchar, o a mancharse las manos a la hora de la verdad.
Y es que hay en Reacher, una rebeldía contra el sistema que todos quisiéramos practicar.
En un mundo que se dirige derecho hacia el caos, y que cada vez destapa más sus vergüenzas en las altas esferas, donde parecen reírse a carcajadas del hombre llano, del trabajador de a pie, el cual les importa un carajo, por decirlo suavemente, pensar que un utópico personaje como Jack Reacher, es hasta placentero:
Sin teléfono móvil, sin e-mail, ni redes sociales, sin cuentas bancarias, casi como un fantasma…
Reacher no se detiene ante nada por su sentido de la justicia, y su bien entendida chulería, que no es más que una aplastante seguridad en sí mismo, apoyada en la experiencia, le hace ganar enteros.
Todos queremos ser como Jack Reacher, o todos queremos ayudarle, porque el sistema le persigue, y quiere aborregarle como al resto.
Es ese instante de libertad absoluta, en el que el hombre llano burla a los que poseen el poder, en el que la pluma de McQuarrie se muestra punzante, y nos provoca una sonrisa maliciosa.

“Imagine you spent your whole life in other parts of the world, being told everyday that you're defending freedom.
Then you finally decide you've had enough.
Time to see what you've given up your whole life for, everything.
Get some of that “freedom” for yourself”



Comentarios

Entradas populares