Callas & Onassis

“If women didn't exist, all the money in the world would have no meaning”

Pocos son los seres humanos que se precian de amar hasta la muerte, implique esto el agobiante papel que el matrimonio juega en ello... pero aquellos pocos que han muerto por amor, son los pocos que bien dotados son de no ver más que la profunda mirada del otro ser y tratar de alcanzar la eternidad juntos...
Aristóteles Sócrates Onassis (Αριστοτέλης Σωκράτης Ωνάσης) nació en Smyrna en 1906, fundador de la Olympic Airways ahora Olympic Airlines, fue el magnate griego más famoso de la industria naviera del siglo XX y el hombre más rico del mundo en su época, tanto así, que se decía que:
“De vender todos sus activos, Wall Street temblaría”
Onassis, nació en Smyrna, en el imperio otomano, actualmente Izmir, Turquía en un territorio anexionado por Grecia, donde su familia disponía de una vida bastante cómoda económicamente hablando, pero tras que Turquía recuperase sus territorios, los Onassis, al ser de procedencia griega, fueron expulsados del país y sus propiedades confiscadas.
Cuando regresaron a Grecia, los ahorros familiares habían mermado en gran medida.
Ya en Grecia, el padre de Aristóteles, Socrates Onassis trató de recuperar la fortuna familiar, con el comercio, algo en lo que tuvo cierto éxito.
Por su cuenta, Aristóteles se fue a Argentina, donde con su innata capacidad para la persuasión y el uso de información, consiguió mover los contactos necesarios para alcanzar gran éxito en el negocio del tabaco, tras lo cual buscó introducirse en el mundo del transporte marítimo, lo cual hizo mediante dos movimientos, una fuerte serie de inversiones y un muy conveniente matrimonio con la hija y heredera de una de las familias más importantes en el negocio, Athina Mary Livanos.
Onassis conquistó y se casó el 28 de diciembre de 1946 con Athina Mary Livanos, hija del magnate naviero Stavros Livanos.
Para muchos fue un matrimonio muy conveniente para Onassis, ya que aprendió el negocio naviero a costa de Livanos.
Con ella tuvo dos hijos, Alexander (1948–1973) y Christina (1950–1988), ambos nacidos en Nueva York.
A pesar de que ambos estaban oficialmente casados, Onassis mantuvo un sonado romance con la diva de la ópera también griega, María Callas.
De acuerdo con “Greek Fire: The Story Of Maria Callas And Aristotle Onassis”, de Nicholas Gage, como fruto de esa relación, Callas dio a luz a un niño el 30 de marzo de 1960, que vivió pocas horas.
Pese a que siempre se ha dicho que Maria se sometió a un aborto, instigada por Onassis, en 1966, el biógrafo Gage revela que la soprano quedó embarazada en 1959, al principio de su relación con el armador.
La pareja hizo incluso planes para la llegada del niño y empezó a buscar casa en Suiza, donde ella pudiera vivir con el bebé.
Entre ellos, hablaban del ''Proyecto Suizo''
Maria dio a luz, el 30 de marzo de 1960, a un varón que falleció dos horas después.
Fue un parto por cesárea.
En el documento que incluye Gage en el libro se dice que el niño:
''Nació vivo y murió antes de ser notificado su nacimiento''
Está enterrado en el cementerio de Milán.
Mientras, Aristo se hallaba nuevamente de crucero con los Churchill pero, según Bruna Lupoli, la criada de toda la vida de la Callas:
''Estaba muy afligido cuando telefoneó a la clínica y se enteró de que el niño estaba muerto''
La muerte del bebé atormentó a Maria Callas hasta el final de sus días.
La diva se entregó en cuerpo y alma al naviero.
Se cortó el pelo porque él se lo pidió, se quitó las gafas porque él lo quiso...
Callas intentó repetidamente que el magnate contrajera matrimonio con ella, a lo que él se negó bajo variados pretextos.
La vida bastante disipada de Aristóteles Onassis hasta antes de la llegada de Jacqueline Kennedy, transcurría entre cruceros con invitados del mundo del espectáculo y la nobleza europea, en su yate de lujo, Christina O por el Mediterráneo, el mar Egeo y la Costa Azul, la isla privada de Skorpios y sus negocios que dirigía a distancia.
La relación terminó abruptamente cuando un Onassis deslumbrado dejó sin mayores miramientos a María Callas para casarse con Jacqueline Kennedy, viuda del ex-presidente de EEUU John F. Kennedy, el 20 de octubre de 1968.
Jacqueline insistió en casarse para no escandalizar a sus hijos de corta edad.
A lo que el magnate accedió encantado, dejando de paso a Callas devastada sentimentalmente.
Pronto Onassis se sintió defraudado con su cada vez más esquiva y costosa esposa y volvió sus ojos a María Callas.
Callas fue el amor más grande de su vida, hecho evidenciado por lo poco que duró la felicidad en su matrimonio con Jacqueline, unión que intentó disolver de manera temprana.
Jackie le era esquiva maritalmente y además detestaba el hedor a tabaco que envolvía a Onassis.
La Callas nunca le perdonó a Onassis el desaire.
Mientras estuvo casado con Kennedy fueron muchas las veces que trató de encontrarse con Callas; de hecho, voló a París para verla después de la muerte de su hijo Alexander, en el accidente de avión.
Durante este encuentro, Callas le dijo:
«Ojalá nuestro hijo hubiera vivido»
Callas lo rechazó dignamente y nunca más se volvieron a encontrar físicamente.
Onassis se sumió en la soledad y la depresión.
Al igual que María Callas que no pudo superar el abandono del magnate y nunca se lo perdonó, Onassis nunca se recuperó de la muerte de su hijo.
Onassis sumido en una depresión y además de ser excesivo fumador de puros, murió en 1975, en Neuilly-sur-Seine, Francia, a causa de una neumonía a la edad de 69 años.
Sus restos yacen en la isla de Skorpios.
Por otra parte, Ana María Cecilia Sofía Kalogeropoúlou (Άννα Μαρία Καικιλία Σοφία Καλογεροπούλου) nació en Nueva York, en 1923, conocida como Maria Callas, fue una soprano estadounidense de origen griego, considerada la cantante de ópera más eminente del siglo XX.
Capaz de revivir el bel canto en su corta pero importante carrera, fue llamada, como antes la célebre Claudia Muzio, «La Divina»
Su nombre está asociado en la memoria colectiva a Aristóteles Onassis, el gran amor de su vida.
Durante una gira en 1957, primero a Colonia y luego al Festival de Edimburgo, ante el éxito de las representaciones de La Sonnambula, se agrega una quinta función a las cuatro programadas.
Maria, con toda razón, aduce no estar contratada y deja Edimburgo por Venecia, donde la espera una fiesta de su amiga Elsa Maxwell donde, según Maxwell, la columnista le presentó al magnate Aristóteles Onassis.
Maria Callas y Aristóteles Onassis se conocieron el 3 de septiembre de ese año durante un baile de máscaras celebrado en el hotel Danieli de Venecia.
Él tenía 53 años y ella, 33.
Fue un encuentro muy discreto, aunque ambos se dieron cuenta de que tenían las mismas raíces.
Los dos podían jurar con la creatividad e imaginación de un marinero griego.
El 3 de noviembre de 1959, Maria Callas dejó a su marido Giovanni Meneghini por el magnate naviero griego Aristóteles Onassis, un idilio que la prensa de la época difundió exhaustivamente.
Esta tortuosa relación sentimental se convertiría en una «tragedia griega»
La soprano se retiró durante un breve tiempo mientras duraba su relación con Onassis, y a su regreso, por falta de práctica y excesiva vida social, a nadie se le escapó que su voz había perdido fuerza y evidenciaba los signos de decadencia que ya se habían advertido años antes.
Desafortunadamente parte su fama no obedeció sólo a razones artísticas.
Su vida privada y su relación con Aristóteles Onassis hicieron que ocupara portadas de la prensa rosa cuando su carrera estaba prácticamente terminada.
En realidad, después de iniciar su relación con Onassis entró en declive.
Más allá de anécdotas sin interés, se olvida todo lo que había aportado al género lírico en una época en la que el público empezaba a alejarse de los espectáculos convencionales y rutinarios.
De hecho, los grandes éxitos de su carrera, que le garantizan uno de los lugares más importantes en la historia de la ópera, tuvieron lugar antes de su relación con Onassis.
En 1966, Callas renuncia a la ciudadanía estadounidense y toma la nacionalidad griega.
De esta manera técnicamente anula su matrimonio con Meneghini.
Tenía la esperanza de que Onassis, a quien en verdad amaba, le propusiese matrimonio, pero Onassis dilataba la relación y nunca la complació bajo diversos pretextos.
Callas se había instalado definitivamente en París en la más completa soledad hasta su muerte a los 53 años en su apartamento de la Avenue Georges Mandel 36 y Rue des Sablons, cerca del Arco de Triunfo, hoy esa sección lleva el nombre Allée Maria Callas.
Grecia.
La Tragedia.
La Ópera.
El amor.
Los juegos de poder.
Los engaños.
Las infidelidades.
El sometimiento de Callas.
El perverso juego de poder de Onassis.
Sus ex parejas, y los ex de sus ex.
Los enfrentamientos con los Kennedy, hasta la llegada de Jackeline a su vida.
Callas y Onassis: Un cuento de hadas que terminó aniquilando de tristeza a una de las máximas voces de la lírica mundial.
"I have no friends and no enemies, only competitors"
El cineasta italiano Giorgio Capitani dirige Callas & Onassis, en el año 2005.
Capitani muestra en esta producción televisiva la pasión y polémica que siempre acompañó al tomentoso romance entre el naviero y la diva del bel canto.
Co-producción entre Italia, Francia y España, rodada en escenarios naturales, Callas & Onassis está protagonizada por una ENORME Luisa Ranieri, un correcto Gérard Darmon, Anna Mouglalis, ENORME Serena Autieri, Roberto Álvarez, Augusto Zucchi, Roberto Álvarez, entre otros.
Debo decir que me encantó la personificación de La Callas, la energía que le transmite a quien la mira, es simplemente escalofriante porque sientes como María percibía la vida, el amor y la tragedia.
Luisa Ranieri hizo el mejor papel de su vida al igual que Gérard Darmon y LA ENORME Serena Autieri.
Románticos paseos por la cubierta del Christina O, largas conversaciones nocturnas y exquisitas cenas regadas con champagne en el verano de 1959.
Ése fue el contexto en el que nació la historia de amor entre el millonario griego Aristóteles Onassis y la soprano italiana María Callas.
Callas & Onassis fue una tormentosa historia de amor...
Fue en el verano de 1959 durante un crucero por el Mediterráneo y el Jónico.
Una noche de escala en Estambul la diva del bel canto y Aristo hicieron el amor por primera vez, y María confesó a sus íntimos que había sido la primera vez que había tenido un orgasmo.
Todo era perfecto, salvo que los enamorados viajaban acompañados de sus cónyuges, Tina Livanos y Giovanni Battista Meneghini.
Callas & Onassis se centra en la relación entre ambos, iniciada en 1959, María Callas (Luisa Ranieri), la diva del bel canto, acude a una fiesta en Venecia en la que conoce al armador griego Aristóteles Onassis (Gérard Darmon)
A pesar de que el magnate estaba casado con Tina Livanos (Serena Autieri) y era padre de dos hijos -Alexander y Christina- y la soprano italiana estaba comprometida con Giovanni Battista Meneghini, surgió entre ellos una profunda atracción que se afianzó durante un crucero por el Mediterráneo a bordo del yate Christina O.
La relación sentimental entre María y Aristóteles es tan notoria que la esposa de él le pide el divorcio poco después, iniciativa que también lleva a cabo el marido de la prima donna.
La pareja vive una época de felicidad en el plano afectivo, periodo que coincide con una relativa retirada de la Callas de los escenarios operísticos, motivada en parte por sus crecientes problemas de voz.
Otros dirán que La Callas dejó de cantar para dedicarse a su amor, pero el cuento de hadas duró tanto como quiso Onassis.
Aunque María Callas siempre consideró a Aristóteles el amor de su vida, su tormentoso romance concluye cuando el millonario la abandona para contraer matrimonio con Jacqueline Kennedy (Anna Valle)
María Callas cae en una profunda depresión; relatan que estuvo tres días llorando, hasta que recibió una llamada de Onassis, pidiéndole que le perdonara, ya que le amaba de verdad.
María, rota de dolor, dijo que no.
Y aún así, siguieron viéndose casi hasta la muerte del armador, ocurrida en 1975.
Entonces, María Callas se encerró en el apartamento de París que le había comprado su amante, hasta que dos años después murió, dicen, de tristeza. Profunda tristeza.
Callas & Onassis narra este tormentoso romance que fue interrumpido con la aparición de la Kennedy.
A John Kennedy no le gustaba Onassis, considerado en Estados Unidos un estafador con muchos problemas con la hacienda griega y pidió a su mujer que no invitara al magnate griego por lo menos hasta después de la reelección.
Pero el presidente Kennedy fue asesinado, y su viuda fue a Grecia a buscar consuelo en el armador.
“First I lost my voice, then I lost my figure and then I lost Onassis”
Callas & Onassis es la típica relación de amor y de odio.
Relación que se afloja y que se fortalece a base de abrazos y de peleas, de mentiras y de verdades que se dicen a destiempo.
Felicidad que no se puede retener porque se basa en personalidades demasiado fuertes y sensibles.
Atracciones que se matan, entre escenarios de bel canto, mar y olas, lagrimas y champagne, lujo, despilfarro de un exceso de representaciones como en una tragedia griega... pero en el siglo XXI con prensa y medios que no hicieron más que repercutir negativamente en todo este desdichado proceso si sabemos cómo terminaron estos dos locos enamorados…
Solos.
Como anécdota, hay que decir que no fue la Callas la única mujer que sucumbió a los encantos del naviero a bordo de su embarcación.
Damas famosas y poderosas pasaron por la suite Onassis, el camarote estrella del yate.
Dicen que Marilyn Monroe amó y durmió bajo las sábanas de finas telas venecianas de la gran cama del naviero.
Algo tenía esa habitación y algo especial tenía ese hombre culto, educado, generoso, pero bajito y feo.
Por sus brazos, y su yate, pasaron Verónica Lake y Gloria Swanson, entre otras así como Tina, Maria y Jackie O.

“The more you own, the more you know you don't own”


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