The Great Escape

“Put a fence in front of these men... and they'll climb it”

El Stalag Luft III (abreviatura de Stammlager der Luftwaffe) fue un campo de prisioneros de guerra de la Luftwaffe construido en mayo de 1942 en un bosque junto a la ciudad de Sagan (en la actualidad Żagań, Polonia) a 160 km al sudeste de Berlín.
Era uno de los seis campos de prisioneros de guerra alemanes construidos especialmente para el creciente número de prisioneros de la Luftwaffe.
Aunque al principio albergaba principalmente a prisioneros americanos y británicos, más tarde se recluyó en él a pilotos de otras naciones.
En junio de 1944 estaban presos en el campo 10.494 oficiales y suboficiales de otras fuerzas aéreas.
Resulta que bajo la dirección del mayor Roger Bushell se excavaron tres túneles con los nombres de «Tom», «Dick» y «Harry»
«Tom» debía ser el túnel de huida principal, y se trabajó en él intensivamente.
«Harry» fue el túnel de reserva y «Dick» resultó sacrificado.
Estaba destinado a ser descubierto en caso de que se sospechase que se estaba cavando un túnel en el campo, y así desviar la atención de los alemanes.
«Tom» fue descubierto por casualidad tras cinco meses de excavaciones.
Sobre la historia de «Dick» se sabe poco, fuentes estadounidenses dicen que «Dick» no fue descubierto hasta la liberación del campo.
Es probable que se emplease para almacenar herramientas tras el descubrimiento de «Tom»
A partir de entonces todos los trabajadores se concentraron en «Harry»
A las 22:30 de la noche del 24 al 25 de marzo de 1944 empezó la huida a través del túnel «Harry»
«Harry» medía 102 m de largo, 0,70 m x 0,70 m, tenía tres estaciones intermedias y transcurría a unos 8,5 m bajo la superficie.
Sin embargo, el principio real de la fuga, es decir, la salida del campo, se retrasó porque el suelo en esa época del año estaba helado y se tardó cuatro horas más de lo planeado en perforar la superficie.
El túnel resultó unos 10 m demasiado corto, así que la salida no se encontraba en el bosque, sino algo antes.
Esto conllevó que se tuviese que sincronizar la salida del túnel con las patrullas de vigilancia.
Esto alteró el desarrollo planeado de la huida y pronto resultó evidente que no huirían 220 prisioneros como se había planeado, sino unos 100.
La fuga fue detectada a las 4:55 horas.
En ese momento habían cruzado el túnel 87 personas, de las que 11 se entregaron en el bosque adyacente, y no contaron por tanto como huidos.
Esto deja un cómputo de 76 fugados.
De ellos sólo 3 evitaron ser capturados:
Per Bergsland, piloto noruego No. 332 Squadron RAF, Jens Müller, piloto noruego No. 331 Squadron RAF y Bram van der Stok, piloto holandés No. 41 Squadron RAF.
Stalag III fue conocido sobre todo por algunas fugas sonadas.
En la mayor escapada más de 80 soldados alcanzaron, al menos temporalmente, la libertad.
Por decisión de Adolf Hitler se mató a los 50 prisioneros que habían tratado de huir.
El 2 de septiembre de 1947 un tribunal militar británico falló en el caso contra los 18 participantes en los fusilamientos.
Cuatro fueron condenados a largas penas, catorce fueron condenados a pena de muerte.
De ellos, trece fueron ejecutados en Hamelín.
En un segundo proceso que tuvo lugar poco después se condenó a otros tres participantes.
“This is a true story.
Although the characters are composites of real men, and time and place have been compressed, every detail of the escape is the way it really happened”
The Great Escape es una película de 1963 dirigida por John Sturges y protagonizada, entre otros, por Steve McQueen, James Garner, Charles Bronson, Richard Attenborough, James Coburn, James Donald, Donald Pleasence, David McCallum y Gordon Jackson.
The Great Escape tiene un guion de James Clavell & W.R. Burnett, basada en los hechos sucedidos en el campo de prisioneros de guerra de Stalag Luft III, es una versión de la novela de Paul Brickhill y fue rodada en Füssen, Alemania.
El escritor Paul Brickhill, fue uno de los internados en ese campo, participo activamente en la excavación del túnel, pero no quiso huir por problemas de claustrofobia.
Hollywood no premió esta magnífica cinta, precursora del género de evasiones, de cuyas fuentes han bebido, sin excepción cantidad de películas que han hecho de este tipo todo un género cinematográfico, el “de escapes”
La historia de The Great Escape ocurre en la Segunda Guerra Mundial donde los protagonistas son prisioneros de guerra expertos en fugas que son llevados a un campo de concentración nazi más sofisticado en cuanto a medidas de seguridad.
La mayoría de estos prisioneros son oficiales británicos pertenecientes casi todos a lo que era "La Organización X", que con la llegada del jefe de escuadrón Squadron Leader Roger Bartlett "Big X" (Richard Attenborough), creador de aquella organización, empezarán a poner en marcha otro plan.
Este oficial de aviación pretende hacer tres túneles planeando una fuga de doscientos cincuenta prisioneros para ridiculizar al Tercer Reich o a los "monos", como ellos los llaman.
Cada uno será el encargado de hacer su trabajo en cuestión:
Como el responsable de los túneles Flight Lt. Danny Velinski "The Tunnel King" (Charles Bronson), el de carpintería o mecánica Flying Officer Louis Sedgwick "The Manufacturer" (James Coburn), el proveedor Flight Lt. Hendley "The Scrounger" (James Garner), el de servicio de información Flight Lt. Sandy MacDonald "Intelligence" (Gordon Jackson) o el falsificador Flight Lt. Colin Blythe "The Forger" (Donald Pleasence), etc.
El Capt. Hilts "The Cooler King" (Steve McQueen) será la estrella de todo este grupo, aunque al inicio vaya un poco por su cuenta, siendo uno de los tres norteamericanos que hay en el campo (el personaje de James Garner también lo es)
Al poco de empezar The Great Escape, su personaje ya es enviado a la "nevera", un tipo de calabozo donde está totalmente incomunicado.
Allí le enviarán otra vez a causa de un intento de fuga con otro compañero, al que más adelante tirotearán cuando salte desesperadamente la alambrada al ver que los alemanes descubren uno de los túneles.
Al siguiente intento, esta vez en solitario, el personaje de McQueen conseguirá escapar pero se dejará coger para volver con la información necesaria para los demás, con la manera de llegar hasta la estación de ferrocarriles.
Por cierto, como anécdota, no sale ni una sola mujer en todo The Great Escape.
Varios miembros del reparto, fueron auténticos prisioneros de guerra durante la Segunda Guerra Mundial:
Donald Pleasance (Blythe, el falsificador) fue internado en un campo alemán de prisioneros.
Hannes Messemer (Von Luger, el comandante del campo) estuvo detenido en un campo de prisioneros ruso.
Hans Reiser (agente de la gestapo Kuhn) y Til Kiwe (Frick) fueron prisioneros de guerra de los americanos.
Por otro lado, el guionista de The Great Escape, James Clavell, había sufrido cautiverio en un campo de prisioneros japonés, lo que le sirvió para escribir una de sus novelas "Rey De Las Ratas"
Dentro del sub-género de películas de escape, la protagonizada por Steve McQueen representa una de las mejores de la historia.
Si bien dura casi 3 horas, Sturges dedica la gran parte del film a narrar como llevan a cabo el túnel y a bordear los personajes principales, dejando para los 40 minutos finales la aventura y la fuga con un interesante (y obvio también) cambio frenético de ritmo con persecuciones y momentos altamente tensos.
Los escenarios exteriores elegidos para la filmación de las escenas de la evasión, fueron filmados en Rhiney y áreas cercanas al mar del Norte.
La mítica huida de McQueen a bordo de una motocicleta, fue rodada en Füssen (en la frontera austríaca) y en los Alpes.
McQueen no necesitó dobles, simplemente él mismo hizo tales escenas, debido a que McQueen era un apasionado del motor.
Durante esa persecución en moto, el director de The Great Escape, John Sturges, permitió a McQueen, conducir (disfrazado) como si fuera uno de los soldados alemanes que le perseguían, de modo que en la secuencia final, gracias a la magia del montaje, en realidad, se encuentra persiguiéndose a sí mismo.
La totalidad de los exteriores, fueron rodados en los estudios Bavaria, en Münich.
Indudablemente, al estar rodada en Alemania, la producción se aseguraba disponer equipo militar auténtico de la época.
Numerosos vehículos fueron sacados de depósitos de chatarra y restaurados.
Para las secuencias en el tren, una línea férrea fue alquilada, y dos vagones fueron comprados y restaurados para almacenar el equipo de cámaras.
Las escenas fueron rodadas entre Münich y Hamburgo, estando siempre presente el encargado ferroviario para avisar cuando el equipo debía retirarse y así evitar un accidente con los demás trenes que cubrían esa ruta.
Muchas otras películas de escape basan su fortaleza solamente en desarrollar una de estas partes, pero en The Great Escape, Sturges muestra con gran pasión y dedicación tanto el desarrollo de los personajes y como la posterior fuga generando que sea imposible desconectarse de la película en algún momento.
“Hours ago...
Minutes ago...
These men were behind barbed wire”
The Great Escape es un film de entretenimiento hecho y derecho, puro y conciso, pero del bueno.
The Great Escape nos lo muestra en un tono benevolente, es cierto, pero no miente en cuanto al grado de libertad dentro de dichos campos.
Por supuesto eso dependía mucho de las condiciones del campo, de su dirección y del momento bélico, pero se solían respetar las convenciones internacionales vigiladas por la Cruz Roja.
Creo que se refleja bien la diferente consideración de los intentos de fuga a medida que avanzaba el conflicto.
Al principio se respetaba el derecho (en cierto modo la obligación) a intentar evadirse que se supone a los prisioneros de guerra según las convenciones, castigándose de forma meramente disciplinaria por tiempo no superior a un mes; eso se corresponde con los encierros del personaje de Steve McQueen.
En el año 1944 ya se empezaron a cometer excesos fusilando en muchas ocasiones a los que intentaban fugarse.
Después de todo se trata de militares custodiando a militares, y uno tiende a ser más comprensivo con aquellos con los que te identificas y en cuyo lugar puedes estar al día siguiente.
Nada que ver con otro tipo de campos donde no existía tal empatía por estar demasiado acostumbrados a considerar infrahumanos a los prisioneros.
Me resultó poco convincente el trato de los alemanes para con los prisioneros, el cual me resultó muy permisivo para mi gusto y máxime tratándose de un relato verídico.
Estoy de acuerdo en que no es creíble.
Para empezar, que los alemanes tengan la genial idea de meter a todos los expertos en fugas en el mismo campo de concentración es un planteamiento absurdo.
Que puedan reunirse sin apenas vigilancia, que planten patatas, que salgan como si nada del calabozo, que se logren proveer de todo tipo de instrumentos con facilidad, que los oficiales nazis les saluden amistosamente...
También es cierto que no llegamos a conocer a los personajes a fondo, a lo sumo se nos presentan sus rasgos más llamativos.
No hay una exploración meticulosa de sus motivaciones y en general el tono es muy ligero, sin analizar al detalle su condición, sus decisiones.
Vamos, que al final de The Great Escape no se nos ha proporcionado un mensaje de gran calado sobre el que reflexionar.
Sí, todo eso es cierto.
Pero entretiene.
Y lo hace todo el tiempo, no te deja ni un segundo fuera de lo que está ocurriendo.
Hay quien dice que el entretenimiento, entendido como pasatiempo o forma de evasión, es un objetivo menor, que el verdadero cine nos tiene que tocar muy profundamente y contarnos historias que requieran horas de reflexión, que para que algo se califique de maestro tiene que generarte una sensación de plenitud emocional e intelectual.
También es para cuestionar el tema del idioma, en The Great Escape los alemanes que no hablen su lengua es ya un punto bastante chocante al querer recrear un hecho que aconteció en realidad.
Claro que hay que reconocer otras virtudes y en ella se pueden enumerar la pegadiza y optimista banda sonora de Elmer Bernstein.

“This picture is dedicated to the fifty"


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