The Prince Of Tides
“I don't know when my parents began their war against each other, but I do know the only prisoners they took were their children”
De vez en cuando, cuando mi alma se encuentra serena vuelven a mi mente recuerdos del pasado y de momentos mágicos vividos que creía olvidado, pero el cerebro que es una máquina perfecta no se olvida de nada, solo va almacenando todas esas pequeñas cosas en las esquinas mas angostas de nuestra memoria esperando el momento justo para traer a nuestra conciencia todas esas vivencias.
The Prince Of Tides es una película de 1991 dirigida por Barbra Streisand con un guion de Becky Johnson y Pat Conroy, protagonizada por un ENORME Nick Nolte, Barbra Streisand, Blythe Danner, Kate Nelligan, Jeroen Krabbé, Jason Gould, Melinda Dillon, Brad Sullivan y George Carlin.
The Prince Of Tides obtuvo 7 nominaciones al Oscar: mejor película, mejor actor (Nolte), mejor actriz de reparto (Kate Nelligan), guion adaptado, banda sonora, fotografía y dirección artística.
Para su segunda película como directora, la Streisand recurrió a una novela de Pat Conroy que le ofrecía la oportunidad de reservarse un papel a medida, el de la Dra. Susan Lowenstein y dar a conocer al gran público como actor a su único hijo Jason Gould.
La historia The Prince Of Tides, contada con un buen equilibrio entre el drama y romance, sabe utilizar inteligentemente los flashbacks y demuestra la buena mano de Barbra detrás de la cámara.
Streisand se basa en esta relación, bomba para diseccionar los efectos del paso del tiempo, de las diferencias sociales y económicas de la sociedad, de las relaciones fracasadas, la madurez y la felicidad, de manera adulta y emotiva tratando con un material literario de primera, una historia que puede conocer muy bien y un reparto de altura, empezando por ella misma, por un perfecto y ENORME Nolte, en una inmensa y probablemente su mejor interpretación, y grandes secundarios, entre los que destacan dos retratos muy diferentes de mujer en dos actrices secundarias de inmenso talento: Blythe Danner y Kate Nelligan.
En The Prince Of Tides, Nolte es un sureño desilusionado ya que ha tenido que revivir sus torturas y miedos de la niñez para ayudar a su hermana que está dispuesta a suicidarse.
Streisand es una psiquiatra determinada a buscar la verdad de los resentimientos que obligan a la chica a intentar suicidarse.
La liberación del pasado, le permite a Nolte, encontrar el poder del amor.
The Prince Of Tides presenta el paradigma de personajes e interacciones descrito por el psicoanálisis de Freud.
Conceptos como el inconsciente, el complejo de Edipo o los traumas de la infancia son claves para entender The Prince Of Tides.
Además, trata el tema de la lucha de clases y el del amor en sus distintas vertientes.
Sigmund Freud decía que de 0-5/6 años se forma nuestra personalidad, la vida de Tom y sus hermanos se forma en un ambiente de desamor y represión de un padre hostil y una madre condescendiente....
The Prince Of Tides nos muestra la crueldad de padres despreparados y una vida proyectada en el medio, sin un continente afectivo, sin perspectivas de ser auténticos.
The Prince Of Tides muestra cómo una infancia traumática, con secretos familiares que han permanecido ocultos incluso en la mente de quienes los vivieron, son capaces de hacer fracasar las vidas de adultos de sus protagonistas, es especial la de una mujer, cuya dificultad para recordar y culpabilidad conduce repetidas veces al intento de suicidio.
Se rescata el coraje de sacar adelante un tema realmente "intocable" en el cine norteamericano: el de las violaciones de niños y su difícil recuperación.
Son tantos los temas que se pueden ver en The Prince Of Tides que es difícil saber que comentar primero.
Hay una familia en donde el maltrato físico existe y provoca dramas familiares hasta el punto de coaccionar a un joven a asumir una responsabilidad de la defensa de los otros miembros que le lleva a la ruina emocional y tiempo después a la confusión que le lleva a la muerte, la del hermano de Tom en la película.
Otro tema importante es la codicia, de la madre, por una vida mejor, renunciando o sacrificando todo lo que sea necesario incluso sus propios hijos, su felicidad y su educación emocional.
Tenemos además una familia rota por la inmadurez de un padre, Tom, que ocultó durante años un problema que acabó por comerle su propia identidad y crear una protección en la que no tenía cabida ninguna persona.
Podemos ver, en la doctora, la renuncia a la felicidad por miedo a no encontrar otra cosa, o sencillamente por no sacrificar la vida normal y feliz de un hijo.
Una niña, la hermana, que al hacerse mayor no consigue superar los dramas que arrastra consigo desde siempre y que solo se puede superar con la propia aceptación de la realidad.
La comprensión del dolor por medio de la familia, mediante escenas de Tom con su hermana, o la escena de Tom con el padre al que parece perdonar por no saber canalizar sus sentimientos más que de una manera muy ruda.
Hay algunos temas más, que me encantaría expresar que he visto y que me parece increíble que estén todos dentro de una misma película y no se pierda la cohesión de la narración.
“…in families, there are no crimes beyond forgiveness”
Cuando algo te llega al corazón, sobran las palabras.
Dura y melancólica, pero también con un toque de comedia, The Prince Of Tides logra una fábula sobre la catarsis y el renacimiento personal de gran belleza, gracias también a la música que la acompaña y a pequeños detalles que hacen que rebose sensibilidad por cada ángulo.
The Prince Of Tides cuenta con una profundidad humana y bucea hasta los sentimientos más profundos del ser humano, a través del hilo conductor de una historia de amor y de relación paciente-psiquiatra de una sensibilidad tremenda.
A través del hilo conductor The Prince Of Tides nos va trazando unas enseñanzas enriquecedoras de la vida, habla sobre los sentimientos, la soledad, el dolor, la pareja, el tiempo, etc.
Nunca antes ni después he visto una película que tras haber terminado me hubiera dejado en un estado de reflexión tan profundo.
Todavía recuerdo el momento en que la doctora, triste y dolorida por ver que se le escapaba su amor le reprochaba a Nick Nolte que le reconociera que quería más a su mujer, y este con tan solo cuatro palabras es capaz de describirle que nuestra capacidad de amar es ilimitada y en este caso su decisión era solo una cuestión de tiempo y no de amor:
“Solo desde hace más tiempo”
Y tras esto consigue que se dibuje una dulce sonrisa en el rostro de Streisand….
Y no me digáis que no es cálido ese momento en el que se abrazan y bailan a un ritmo lento, demostrándonos que los buenos momentos hay que disfrutarlos lentamente y saboreando cada nanosegundo aun a sabiendas de que todo acabará.
Siempre hay momentos en los que a lo largo de nuestra vida perdemos el norte de nuestro destino y… ¡zas! de repente surge el milagro y gracias a una persona o a unas circunstancias despertamos y nos damos cuenta de que tenemos mucho que devolver a mucha de la gente que nos rodean, y por supuesto es fantástico la forma en la que realzan el papel de la familia, diciendo Nick Nolte que cuando se encuentra junto a sus princesas toma conciencia de su vida y su destino, donde lo verdaderamente importante es sentirse querido.
Y no se podía olvidar de unos de los ingredientes que nos hacen más grandes y bondadosos, el perdón, un perdón que en el seno de las familias no debe de tener límites ya que en sus palabras “no hay delitos que sobrepases el perdón”
Y para terminar se centra, en el aspecto central de nuestras vidas:
El Tiempo.
La vida no es un problema de salud, dinero, simpatía, amor, etc.
Todos estos son ingredientes importantes de la misma pero no fundamentales lo verdaderamente importante es el tiempo, el verdadero secreto de la vida es el tiempo, por ello finalmente no entiende y se pregunta con cierto dolor por qué a los hombres y a las mujeres no se les regalan al menos dos vidas.
Para todos aquellos que en la infancia han sufrido un hecho traumático The Prince Of Tides corta como un cuchillo en la mantequilla pues efectivamente los sucesos infantiles marcan las pautas de las relaciones sociales y la manera de afrontar la vida de forma irónica y socarrona como Tom, quitando trascendencia a los momentos solemnes y colocándose una armadura perpetua para no sentir dolor.
The Prince Of Tides clava con pasión ese encuentro con la persona amada, esa necesidad de estar cerca de él, sentir su presencia física, aunque los convencionalismos sociales no te permitan hacer lo que realmente estás necesitado de hacer.
Me encanta esa sensación de querer y no deber, de buscarse con la mirada, de sentarse al lado el uno del otro, de mirarse a los ojos, de apretar muy fuerte las manos, de tocar deliberadamente la pierna y no separarla hasta que te da calambres.
Me tortura el no poder expresar con palabras el pensamiento único que me atormenta y me delata, un sentimiento mágico que surge de las entrañas más profundas a borbotones y no soy capaz de desnudar.
The Prince Of Tides muestra como el silencio hace más daño que el mismo evento, por eso es tan importante tener amigos o alguien a quien poderle contar estos eventos, que se nos enseña que no se deben hablar.
Lo importante es enseñarle a los hijos o gente que nos rodea a expresar lo que nos sucede sin críticas, sin juzgarlas, sin enjuiciarlas y así viviremos más tranquilos y quizá no felices pero con más aceptación de nuestra realidad.
La oportunidad para liberarse y crecer a pesar de todos los traumas nunca tiene tiempo, siempre es posible.
Basta con querer.
“Lowenstein, Lowenstein, Lowenstein”
Para el final, no podría ser de otra manera de dejarles la letra de la canción “For All We Know”, desgarradora pieza musical sacada del soundtrack The Prince Of Tides, que la disfruten:
“For all we know, we may never meet again
Before you go, make this moment sweet again
We won't say "goodnight" until the last minute
I'll hold out my hand and my heart, my heart will be in it
For all we know, this may only be a dream
We come and go like a ripple on a stream
So love me tonight, tomorrow was made for some
Tomorrow may never come,
For all we know
So love me, love me tonight, tomorrow was made for some
Tomorrow may never come,
For all we know”
De vez en cuando, cuando mi alma se encuentra serena vuelven a mi mente recuerdos del pasado y de momentos mágicos vividos que creía olvidado, pero el cerebro que es una máquina perfecta no se olvida de nada, solo va almacenando todas esas pequeñas cosas en las esquinas mas angostas de nuestra memoria esperando el momento justo para traer a nuestra conciencia todas esas vivencias.
The Prince Of Tides es una película de 1991 dirigida por Barbra Streisand con un guion de Becky Johnson y Pat Conroy, protagonizada por un ENORME Nick Nolte, Barbra Streisand, Blythe Danner, Kate Nelligan, Jeroen Krabbé, Jason Gould, Melinda Dillon, Brad Sullivan y George Carlin.
The Prince Of Tides obtuvo 7 nominaciones al Oscar: mejor película, mejor actor (Nolte), mejor actriz de reparto (Kate Nelligan), guion adaptado, banda sonora, fotografía y dirección artística.
Para su segunda película como directora, la Streisand recurrió a una novela de Pat Conroy que le ofrecía la oportunidad de reservarse un papel a medida, el de la Dra. Susan Lowenstein y dar a conocer al gran público como actor a su único hijo Jason Gould.
La historia The Prince Of Tides, contada con un buen equilibrio entre el drama y romance, sabe utilizar inteligentemente los flashbacks y demuestra la buena mano de Barbra detrás de la cámara.
Streisand se basa en esta relación, bomba para diseccionar los efectos del paso del tiempo, de las diferencias sociales y económicas de la sociedad, de las relaciones fracasadas, la madurez y la felicidad, de manera adulta y emotiva tratando con un material literario de primera, una historia que puede conocer muy bien y un reparto de altura, empezando por ella misma, por un perfecto y ENORME Nolte, en una inmensa y probablemente su mejor interpretación, y grandes secundarios, entre los que destacan dos retratos muy diferentes de mujer en dos actrices secundarias de inmenso talento: Blythe Danner y Kate Nelligan.
En The Prince Of Tides, Nolte es un sureño desilusionado ya que ha tenido que revivir sus torturas y miedos de la niñez para ayudar a su hermana que está dispuesta a suicidarse.
Streisand es una psiquiatra determinada a buscar la verdad de los resentimientos que obligan a la chica a intentar suicidarse.
La liberación del pasado, le permite a Nolte, encontrar el poder del amor.
The Prince Of Tides presenta el paradigma de personajes e interacciones descrito por el psicoanálisis de Freud.
Conceptos como el inconsciente, el complejo de Edipo o los traumas de la infancia son claves para entender The Prince Of Tides.
Además, trata el tema de la lucha de clases y el del amor en sus distintas vertientes.
Sigmund Freud decía que de 0-5/6 años se forma nuestra personalidad, la vida de Tom y sus hermanos se forma en un ambiente de desamor y represión de un padre hostil y una madre condescendiente....
The Prince Of Tides nos muestra la crueldad de padres despreparados y una vida proyectada en el medio, sin un continente afectivo, sin perspectivas de ser auténticos.
The Prince Of Tides muestra cómo una infancia traumática, con secretos familiares que han permanecido ocultos incluso en la mente de quienes los vivieron, son capaces de hacer fracasar las vidas de adultos de sus protagonistas, es especial la de una mujer, cuya dificultad para recordar y culpabilidad conduce repetidas veces al intento de suicidio.
Se rescata el coraje de sacar adelante un tema realmente "intocable" en el cine norteamericano: el de las violaciones de niños y su difícil recuperación.
Son tantos los temas que se pueden ver en The Prince Of Tides que es difícil saber que comentar primero.
Hay una familia en donde el maltrato físico existe y provoca dramas familiares hasta el punto de coaccionar a un joven a asumir una responsabilidad de la defensa de los otros miembros que le lleva a la ruina emocional y tiempo después a la confusión que le lleva a la muerte, la del hermano de Tom en la película.
Otro tema importante es la codicia, de la madre, por una vida mejor, renunciando o sacrificando todo lo que sea necesario incluso sus propios hijos, su felicidad y su educación emocional.
Tenemos además una familia rota por la inmadurez de un padre, Tom, que ocultó durante años un problema que acabó por comerle su propia identidad y crear una protección en la que no tenía cabida ninguna persona.
Podemos ver, en la doctora, la renuncia a la felicidad por miedo a no encontrar otra cosa, o sencillamente por no sacrificar la vida normal y feliz de un hijo.
Una niña, la hermana, que al hacerse mayor no consigue superar los dramas que arrastra consigo desde siempre y que solo se puede superar con la propia aceptación de la realidad.
La comprensión del dolor por medio de la familia, mediante escenas de Tom con su hermana, o la escena de Tom con el padre al que parece perdonar por no saber canalizar sus sentimientos más que de una manera muy ruda.
Hay algunos temas más, que me encantaría expresar que he visto y que me parece increíble que estén todos dentro de una misma película y no se pierda la cohesión de la narración.
“…in families, there are no crimes beyond forgiveness”
Cuando algo te llega al corazón, sobran las palabras.
Dura y melancólica, pero también con un toque de comedia, The Prince Of Tides logra una fábula sobre la catarsis y el renacimiento personal de gran belleza, gracias también a la música que la acompaña y a pequeños detalles que hacen que rebose sensibilidad por cada ángulo.
The Prince Of Tides cuenta con una profundidad humana y bucea hasta los sentimientos más profundos del ser humano, a través del hilo conductor de una historia de amor y de relación paciente-psiquiatra de una sensibilidad tremenda.
A través del hilo conductor The Prince Of Tides nos va trazando unas enseñanzas enriquecedoras de la vida, habla sobre los sentimientos, la soledad, el dolor, la pareja, el tiempo, etc.
Nunca antes ni después he visto una película que tras haber terminado me hubiera dejado en un estado de reflexión tan profundo.
Todavía recuerdo el momento en que la doctora, triste y dolorida por ver que se le escapaba su amor le reprochaba a Nick Nolte que le reconociera que quería más a su mujer, y este con tan solo cuatro palabras es capaz de describirle que nuestra capacidad de amar es ilimitada y en este caso su decisión era solo una cuestión de tiempo y no de amor:
“Solo desde hace más tiempo”
Y tras esto consigue que se dibuje una dulce sonrisa en el rostro de Streisand….
Y no me digáis que no es cálido ese momento en el que se abrazan y bailan a un ritmo lento, demostrándonos que los buenos momentos hay que disfrutarlos lentamente y saboreando cada nanosegundo aun a sabiendas de que todo acabará.
Siempre hay momentos en los que a lo largo de nuestra vida perdemos el norte de nuestro destino y… ¡zas! de repente surge el milagro y gracias a una persona o a unas circunstancias despertamos y nos damos cuenta de que tenemos mucho que devolver a mucha de la gente que nos rodean, y por supuesto es fantástico la forma en la que realzan el papel de la familia, diciendo Nick Nolte que cuando se encuentra junto a sus princesas toma conciencia de su vida y su destino, donde lo verdaderamente importante es sentirse querido.
Y no se podía olvidar de unos de los ingredientes que nos hacen más grandes y bondadosos, el perdón, un perdón que en el seno de las familias no debe de tener límites ya que en sus palabras “no hay delitos que sobrepases el perdón”
Y para terminar se centra, en el aspecto central de nuestras vidas:
El Tiempo.
La vida no es un problema de salud, dinero, simpatía, amor, etc.
Todos estos son ingredientes importantes de la misma pero no fundamentales lo verdaderamente importante es el tiempo, el verdadero secreto de la vida es el tiempo, por ello finalmente no entiende y se pregunta con cierto dolor por qué a los hombres y a las mujeres no se les regalan al menos dos vidas.
Para todos aquellos que en la infancia han sufrido un hecho traumático The Prince Of Tides corta como un cuchillo en la mantequilla pues efectivamente los sucesos infantiles marcan las pautas de las relaciones sociales y la manera de afrontar la vida de forma irónica y socarrona como Tom, quitando trascendencia a los momentos solemnes y colocándose una armadura perpetua para no sentir dolor.
The Prince Of Tides clava con pasión ese encuentro con la persona amada, esa necesidad de estar cerca de él, sentir su presencia física, aunque los convencionalismos sociales no te permitan hacer lo que realmente estás necesitado de hacer.
Me encanta esa sensación de querer y no deber, de buscarse con la mirada, de sentarse al lado el uno del otro, de mirarse a los ojos, de apretar muy fuerte las manos, de tocar deliberadamente la pierna y no separarla hasta que te da calambres.
Me tortura el no poder expresar con palabras el pensamiento único que me atormenta y me delata, un sentimiento mágico que surge de las entrañas más profundas a borbotones y no soy capaz de desnudar.
The Prince Of Tides muestra como el silencio hace más daño que el mismo evento, por eso es tan importante tener amigos o alguien a quien poderle contar estos eventos, que se nos enseña que no se deben hablar.
Lo importante es enseñarle a los hijos o gente que nos rodea a expresar lo que nos sucede sin críticas, sin juzgarlas, sin enjuiciarlas y así viviremos más tranquilos y quizá no felices pero con más aceptación de nuestra realidad.
La oportunidad para liberarse y crecer a pesar de todos los traumas nunca tiene tiempo, siempre es posible.
Basta con querer.
“Lowenstein, Lowenstein, Lowenstein”
Para el final, no podría ser de otra manera de dejarles la letra de la canción “For All We Know”, desgarradora pieza musical sacada del soundtrack The Prince Of Tides, que la disfruten:
“For all we know, we may never meet again
Before you go, make this moment sweet again
We won't say "goodnight" until the last minute
I'll hold out my hand and my heart, my heart will be in it
For all we know, this may only be a dream
We come and go like a ripple on a stream
So love me tonight, tomorrow was made for some
Tomorrow may never come,
For all we know
So love me, love me tonight, tomorrow was made for some
Tomorrow may never come,
For all we know”
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