The Nightmare Before Christmas

“’Twas a long time ago, longer now than it seems, in a place that perhaps you've seen in your dreams; for the story that you are about to be told took place in the holiday worlds of old.
Now you've probably wondered where holidays come from.
If you haven't, I'd say it's time you begun”

La Navidad es una época del año muy especial.
Para los niños son días mágicos y para los adultos son momentos de recuerdo y de recuperar ese espíritu infantil que está escondido el resto del año.
Lo cuentos, historias y leyendas de Navidad son incontables.
Las hay para todos los gustos.
Pero que sucede si existiese un cuento sobre navidad oscuro de tintes góticos y tras de eso, no es para niños…
Todo empezó con Charles Dickens (1812-1870), el popular y genial escritor británico, autor de clásicos como Grandes esperanzas, Oliver Twist y tantos otros, tuvo la singular idea de resucitar un género literario que había desaparecido mucho tiempo atrás: el de las canciones o los himnos navideños.
De hecho, el título original de su famosa historia navideña es A Christmas Carol in Prose, Being a Ghost Story of Christmas.
La palabra “carol”, que se traduce al castellano a veces como “cuento” y otras como “canción”, es un término medieval inglés que identificaba cierto tipo de canción o himno propio de la Navidad.
Dickens se propuso rescatarlo, al tiempo que recuperaba también la celebración de las propias fiestas navideñas, caída casi en desuso en su época.
En efecto, las Navidades anglicanas de la primera mitad del siglo XIX tenían poco o nada que ver con las de hoy.
La recatada fe protestante apenas daba relieve a festejos y expresiones de alegría, prefiriendo mantener la Navidad puertas adentro, en el seno familiar, celebrándola con sobrias oraciones.
A partir de la publicación y el éxito de A Christmas Carol todo esto cambiaría definitivamente y las fiestas adquirirían el carácter popular, alegre y generalizado que las caracteriza hoy.
Por su parte, el cine de animación nos ha traído verdaderas maravillas... y sería en 1993 cuando el género alcanzaría su punto culminante, con una obra maestra que no es sino “un cuento de terror” para todo espectador, ideado por uno de los mayores genios de nuestro tiempo: Tim Burton.
“A ghoulish tale with wicked humour & stunning animation”
The Nightmare Before Christmas es una película de 1993 dirigida por Henry Selick y realizada con la técnica stop motion.
El guion fue adaptado por Michael McDowell y guionizado por Caroline Thompson.
The Nightmare Before Christmas cuenta con las voces de Chris Sarandon, Danny Elfman, Catherine O'Hara, William Hickey, Glenn Shadix, Paul Reubens, Ken Page, Ed Ivory, Susan McBride, Debi Durst, Greg Proops, Kerry Katz, Randy Crenshaw y Sherwood Ball.
La mente de Tim Burton debe ser un lugar fascinante, poblado de personajes y situaciones grotescas, pero a la vez de una inocencia casi infantil.
The Nightmare Before Christmas utiliza la técnica de animación llamada stop motion y supuso la primera de una serie de películas de Tim Burton con este estilo. The Nightmare Before Christmas es, ante todo, una compleja y sobresaliente labor de artesanía cinematográfica.
Un trabajo agotador, costoso y tradicional, sin trucos ni engaños, todo sustentado en la voluntad de cientos de miles amantes del cine que abandonaron durante años sus vidas privadas para volcarse de lleno en una historia con marionetas.
Por eso muy poco personal artístico se dedica actualmente a rodar con esta técnica.
Catalogada como película animada o película animada musical, The Nightmare Before Christmas está basada en dibujos y un poema de Tim Burton, quien fungió como coproductor, y aunque no la dirigió como suele creerse, estuvo muy involucrado en ella.
Para la producción, Tim Burton reunió a un grupo de animadores, artistas y elenco y fundó una compañía de producción llamada Skellington Studios para la realización del guion y la creación de nuevos personajes, como el artista que es, Burton fue bastante específico en el ambiente y apariencia de The Nightmare Before Christmas: incluso limitó a naranja, negro y blanco los colores principales de Halloween Town.
Uno se sumerge en un mundo surrealista de fantasía, leyenda, y por qué no onírico.
Donde los sueños se convierten en realidad en un abrir y cerrar de ojos.
Se necesitó a razón de una semana de trabajo para lograr un minuto de cinta.
The Nightmare Before Christmas dura 73 minutos, eso sin contar con la pre y post producción.
La filmación fue bastante lenta y tediosa: tardaron cerca de 3 años en terminarla.
Los animadores trabajaron en varias etapas al mismo tiempo para ganar tiempo, pero al unir el trabajo al final de la semana seguían siendo solo unos minutos del total de la película.
El equipo tenía que ser muy cuidadoso en el manejo de los escenarios y de las marionetas, pues un simple golpe podría arruinar la toma y habría que comenzar nuevamente de cero.
En una entrevista Burton también describe The Nightmare Before Christmas como:
“Una historia opuesta a la del Grinch: mientras en la segunda el protagonista intenta destruir la Navidad, Jack verdaderamente quiere celebrarla, pero accidentalmente termina casi destruyéndola”
Pocas películas de animación llegan a tener toques oscuros y hasta una trama oscura, ya que la gran mayoría de películas animadas buscan el entretenimiento y una moraleja, además de ser un tono infantil.
Esta no es esa película.
El intríngulis de su particular fórmula es mezclar lo macabro con lo tierno, lo gótico con lo clásico, el terror con el humor, la violencia (nunca excesiva) con el amor.
El contraste entre lo oscuro y lo espléndido, la muerte y la vida (Halloween y Navidad) es una constante en sus fábulas, y toda la trama se reduce a ello: la tentativa de intrusión de los monstruos y fantasmas en la luminosa realidad y la concluyente imposibilidad de ello.
Adornando toda esta atmósfera de hedor a muerte con canciones simpáticas y pegadizas y utilizando la magia de la animación se consigue el más fantástico efecto: un cuento terrorífico para toda la familia.
Con el extraño mundo de Jack nos llenamos de fantasías, de mitos y por qué no, nos hacemos un poco más pequeños y ablandamos nuestro corazón para dar lugar a historias que nos marcaron cuando éramos niños.
Jack busca su identidad pues está cansado de hacer siempre lo mismo y su vida se está volviendo monótona y aburrida.
Entonces descubre la navidad, una fiesta muy diferente a la suya y que le hace sentirse feliz.
El problema es que no la entiende y cuando la trae a su mundo sus amigos todavía la entienden menos.
Yo me siento un poco triste por Jack, pues a pesar de su esfuerzo por entender la navidad y hacerla realidad en su mundo, al final fracasa.
Aunque encuentra la felicidad gracias al amor.
Los personajes:
Jack Skellington:
Es el Rey Calabaza y la mayor celebridad de Ciudad Halloween.
Es un esqueleto vestido con un esmoquin a rayas y una pajarita en forma de murciélago.
Es el protagonista de The Nightmare Before Christmas.
Sally:
Es una muñeca de trapo hecha de varios cuerpos de distintas mujeres creada por el Dr. Flinkenstein.
Está enamorada en secreto de Jack y no se lo revela hasta el final de la película.
Es pelirroja, vestida con harapos y puede coserse y descoserse sus miembros a su antojo.
Doctor Flinkenstein:
Es el científico creador de Sally.
Es excéntrico y obsesivo con ella y no la deja salir a la calle.
Va en silla de ruedas y puede abrir su cráneo (que tiene una bisagra), para rascarse el cerebro mientras piensa.
Oogie Boogie:
Es el villano de The Nightmare Before Christmas.
Es perverso y ludópata, parece obsesionado con el juego de azar.
En realidad solo es un saco lleno de insectos.
Burton en su idea original, idea que después fue desechada, quería que Oogie Boogie fuese el doctor Flinklenstein que quería vengarse de Jack por "robarle" a Sally.
Lock, Shock y Barrel:
Son los tres niños secuaces de Oogie Boogie y mis personajes favoritos…
Curiosamente, los niños traviesos del pueblo se llaman curiosamente similar al título de la película británica “Lock, Stock and Two Smoking Barrels” de Guy Ritchie
Alcalde:
Es el alcalde de Ciudad de Halloween y tiene 2 caras (muy actual).
Zero:
Es el perro fantasma de Jack.
Santa Claus, Santa Atroz ó Santa Clavos:
Santa Claus, es el ciudadano ilustre de Ciudad de la Navidad.
Vecindario:
En él, tenemos vampiros, payasos, monstruos, calaveras, Srs. Hyde, el árbol del ahorcado, las brujas, duendes de ciudad de la navidad, el hombre Lobo, etc.
Cabe decir que en The Nightmare Before Christmas hay varios Mickey Mouse escondidos, así como un Pato Donald.
Por otra parte, The Nightmare Before Christmas nos presenta también los diversos Mundos de las Fiestas sin Fin:
Tierras remotas:
Es la zona donde se encuentran los portales a los distintos mundos de las fiestas. En total son 7 puertas, cada una accede a un mundo diferente.
Ciudades Festivas:
Son los mundos que se encuentran detrás de las puertas en Tierras remotas que se pueden ver al principio de The Nightmare Before Christmas y cuando Jack llega al bosque.
Ciudad de Halloween:
Mundo donde se desarrolla la historia.
Ciudad de Navidad:
Es el mundo más importante de la película después de Ciudad de Halloween.
Los únicos habitantes conocidos son los ayudantes de Santa Claus, los renos, y por supuesto el mismo Santa Claus.
Ciudad de San Valentín:
Basado en la festividad del 14 de febrero.
Su rey es conocido como Cupido.
Ciudad de San Patricio:
Basado en la festividad del 17 de marzo.
Su rey es conocido como San Patricio.
Tanto el mundo como el rey son totalmente desconocidos.
Ciudad de Pascua:
Basado en la festividad de la semana de Marzo o Abril.
Su rey es conocido como el Conejo de Pascua, visto en The Nightmare Before Christmas cuando Lock, Shock y Barrel lo confunden con Santa Claus.
Ciudad del Día de Acción de Gracias:
Basado en la festividad del cuarto jueves de noviembre.
Su rey es conocido como Pavo Peregrino.
Ciudad del Día de la Independencia:
Basado en la festividad del 4 de julio (en Estados Unidos)
Su rey es conocido como Patriota Americano.
Tanto el mundo como el rey son totalmente desconocidos.
The Nightmare Before Christmas fue nominada en Mejor banda sonora original en los Globos de Oro de 1994, y obtuvo una nominación al Oscar por Efectos visuales, pero perdió en ambas nominaciones.
Cuando The Nightmare Before Christmas fue publicada en vídeo, fue ganándose poco a poco un público de culto, especialmente entre la subcultura gótica.
Para el inicio del 2000 la mercancía relacionada con The Nightmare Before Christmas se estaba convirtiendo en un boom, y se hizo bastante popular entre los jóvenes hasta convertirse en un clásico.
Controversia…
¿A nadie le llama la atención la imagen tremendamente superficial de la Navidad que se desprende del cine norteamericano?
Veamos por ejemplo, y bien remotamente, si un extraterrestre llegase a la Tierra y viera esas películas, jamás creería que lo que se conmemora en dichas fiestas es el nacimiento de un líder religioso que pregonaba el valor de lo espiritual por encima de lo material.
Probablemente pensaría que se trata de una celebración de la utilidad práctica de la hipocresía, las cadenas cerradas de favores, el consumismo y los códigos sociales y familiares.
¿Se equivocaría?
Conste que soy cristiano, es solo un detalle que me llama la atención.
The Nightmare Before Christmas es un triunfo de la animación, pero la verdadera estrella de esta película es la música.
Danny Elfman, colaborador eterno de Burton, logra con su música dotar a este universo de una vitalidad sin igual.
Con letras llenas de un humor deliciosamente macabro, los personajes igual cantan sobre el proceso de crear la Navidad o de secuestrar a Santa Claus.
Como dato, además de componer la música y letras de todas las canciones, Elfman también es la voz de Jack.
La influencia de The Nightmare Before Christmas quince años después ha aumentado gracias a la ola gótico-adolescente que barre absolutamente con todo su merchandising; he visto el rostro cadavérico de Jack en más bolsos que DVD y este síntoma me entristece, porque muchos de los que orgullosamente lo exponen en sus camisetas ni siquiera han visto la película, o al menos no entera.
Aun así, me parece una obra de obligado visionado para pasar un buen rato, disfrutar con un musical atípico, me encanta cómo Burton se carga la Navidad y joroba a Papá Noel, quintaesencia de la falsa moral americana, sin necesidad de querer convertirse en emo porque mola mucho y así van mis amigos.
Y atención al final: de los más hermosos que he visto en mi vida.
Para mí The Nightmare Before Christmas tiene varios mensajes:
La meta a la que nos puede llevar un egocentrismo: el desastre, porque nos ciega y nos deja allí, solos, con nuestro orgullo.
Aquí entramos en un problema mayor, cuando un hombre extraordinario se encuentra en un entorno más o menos mediocre y tal ser se niega a ser parte de sus circunstancias aferrándose con desesperación a su yo.
Esto es lo que le ocurre a Jack, sin cumplir con su yo y con sus circunstancias se produce un desbarajuste tremendo que a punto está de terminar con él, con lo que es él y lo que representa o proyecta a la gente que le rodea.
Precisamente toma conciencia de ello en esa excelente secuencia en la que aparece cantando en el cementerio tras ser derribado por la artillería antiaérea.
Jack lleva a cabo un proceso de catarsis a lo largo de toda The Nightmare Before Christmas, un proceso que, de un modo u otro, todos hemos vivido y volveremos a vivir una y otra vez: el que nace del hastío por la vida que parece presentársenos en una suerte de eterno retorno sin fin.
Le resulta insoportable y decide caminar sin rumbo: quizás la historia es lo menos explotado de toda The Nightmare Before Christmas, quizás, sólo que creo que Burton tiene la fantástica idea de dejar la interpretación al gusto del consumidor, lo cual no es reflejo de no saber qué hacer, sino que es un voto de confianza al espectador, lo cual es de agradecer.
The Nightmare Before Christmas contiene una dura crítica hacia aquel que trata de abarcarlo todo, se pronuncia contra el egoísmo y trata de hacernos ver que todos necesitamos del resto para estar a bien con nosotros mismos.
A veces la respuesta más sencilla está ante nuestros ojos pero somos incapaces de verla.
Creo que es una historia verdaderamente deliciosa y lo que hace que nos guste tanto es que lo que vemos sea tan bueno y nos deje con ganas de más.
Eso la convierte en un clásico imperecedero, inmortal.

“Just because I cannot see it doesn't mean I can't believe it!”


Comentarios

Entradas populares