Pretty Woman

“She walked off the street, into his life and stole his heart”

Personalmente, el género de las comedias románticas me suele gustar mucho, sobre todo cuando se trata de películas sin grandes pretensiones, que dan lo que prometen: diversión, entretenimiento y romanticismo, y que incluyan momentos que me hagan pasar buenos ratos, para malos ratos ya hay otra clase de películas que también veo y, por supuesto, también está la vida real, y de eso tenemos de sobra.
A menudo me apetecen generosas dosis de optimismo, sueños, amor ficticio y sonrisas.
Admito que me gusta que una película me proporcione esos ingredientes porque hacen que me sienta de maravilla.
A veces me gusta dejarme llevar por ese bonito engaño que no pretende otra cosa.
Recuerdan aquello de:
“Había una vez… una joven muy bella que no tenía padres, sino madrastra, una viuda impertinente con dos hijas a cual más fea.
Era ella quien hacía los trabajos más duros de la casa y como sus vestidos estaban siempre tan manchados de ceniza, todos la llamaban Cenicienta.
Un día el Rey de aquel país anunció que iba a dar una gran fiesta a la que invitaba a todas las jóvenes casaderas del reino…"
Todos conocemos el cuento, que también inspiró por cierto otra película taquillera y emblemática, que sigue estrenándose en todo el mundo como comedia musical:
“My Fair Lady”
Es una historia universal y eterna que encandila a mayores y pequeños y que arrebata al público femenino.
Y las mujeres, recuérdenlo bien, ellas mandan.
¿Es que hay algo malo en los cuentos de hadas?
“Welcome to Hollywood!
What's your dream?
Everybody comes here; this is Hollywood, land of dreams.
Some dreams come true, some don't; but keep on dreamin' - this is Hollywood.
Always time to dream, so keep on dreamin'”
Pretty Woman es una comedia-romántica protagonizada por una ENORME Julia Roberts, Richard Gere, Hector Elizondo, Jason Alexander, Ralph Bellamy, Laura San Giacomo y Hank Azaria.
Dirigida por Garry Marshall y con guión de J. F. Lawton.
Pretty Woman se estrenó en 1990 obteniendo una nominación al Oscar a la Mejor Actriz Protagonista para Julia Roberts en la ceremonia de ese año por su papelazo como Vivian.
Pretty Woman resucitó el mito de la nueva cenicienta noventera, tuvo una cogida soberbia entre los críticos e hizo que Richard Gere se ganara más respeto entre el colectivo de cineastas que no le consideraba un buen actor.
El argumento recordaba el estilo del Hollywood de los dorados años treinta y años cuarenta.
Cuando los dramas desenfadados de Frank Capra y las comedias románticas de Billy Wilder eran pan de cada día.
El primer borrador de Pretty Woman, trataba sobre una prostituta que era atormentada física y mentalmente por un millonario, pero al final decidieron que sería más una película romántica.
Cambiaron el guión y salió esta pequeña joya.
El final de Pretty Woman inicialmente también era otro:
Richard Gere se marchaba al aeropuerto y Julia Roberts se iba a su pueblo.
Menos mal que le dejó el final "romántico" ya que de lo contrario el mensaje que se está dando es que un millonario no puede acabar con una prostituta, mirando más a la posición social que al interior de las personas.
Pretty Woman es también la típica comedia romántica que trata de ser profunda al mostrar el nacimiento del amor en dos personajes muy disímiles en educación y linaje y su cambio interior al mejor estilo de viaje de iniciación.
Tenemos una prostituta y un alto ejecutivo, personas que no confían en el amor, que viven sus vidas frívolamente y por esas casualidades se entrecruzan.
De esa convivencia, Garry Marshall intentará presentar en Pretty Woman, un guión que nos sensibilice con la discriminación a la que son sometidas las mujeres de la calle, al resentimiento de las mismas para con el resto de la sociedad que ve en ellas sólo objetos de placer sin sentimientos.
En la interacción entre ambos personajes, cada uno aprenderá del otro en una especie de mutualismo romántico, donde el empresario aprenderá a ser más cálido y afectuoso; y ella a ser más refinada en sus modales de vida.
Pues sin dudas que Pretty Woman es melosa, poco verosímil y comercial al máximo.
Pero estamos ante uno de los mayores éxitos del género, quizás amparado más por el beneplácito del público femenino, quien probablemente se derrita con esta "tierna" historia de amor.
“Fifty bucks, Grandpa.
For seventy-five, the wife can watch”
Pretty Woman mira con superficialidad el mundo de la prostitución.
Mira con superficialidad y complacencia el mundo de los negocios especulativos.
Se refiere a ambos sólo en la estricta medida necesaria para enmarcar a los dos protagonistas, conferir una áurea de triunfador a Edward y un halo de muchacha merecedora de mejor suerte a Vivian.
Ambos encarnan figuras contrapuestas en muchos aspectos, que coinciden en un punto: ambos necesitan afecto y amor.
Pretty Woman sitúa la acción en un ambiente de lujo y confort, en el que no faltan apuntes eróticos.
Critica la vanidad, la presunción y el clasismo, de acuerdo con los gustos del gran público.
Elogia el aire natural, espontáneo, sincero y moderno de Vivian, con la que el público no tarda en identificarse.
Su talante, gracia y simpatía la hacen merecedora de conseguir un sueño que le cambie la vida.
El guión puntea el metraje de un humor franco, que el público agradece.
Curiosamente, Pretty Woman supone una reacción contra el cine de héroes de exaltada masculinidad de los años 80.
Pretty Woman aporta un interesante testimonio sobre los gustos y preferencias de una época más pragmática, pero no menos romántica, que las que le precedieron.
La subtrama de la negociación (mcguffin) no resulta demasiado interesante y el miramiento superficial sobre el mundo de la prostitución y la vida en general, con casi una loa al predominio social del capital, no es óbice para menoscabar el encanto escapista de esta historia con influencia capriana sobre la consecución de quimeras vitales.
La música corrió a cargo del compositor James Newton Howard, quien ofrece un brillante repertorio de composiciones originales de autores diversos.
Se oyen canciones de Roxette, Go West, Natalie Cole, etc.
Se añade un fragmento de "La Traviata", de Verdi como alusión a la trama de Vivian.
La canción principal de la banda sonora de la película fue Pretty Woman, escrita y publicada por el rockabilly de gafas de sol Roy Orbison en 1964.
Dicha canción es hoy día sinónimo de belleza de la mujer por excelencia propia.
Como dato curioso, por cierto, cuando Richard Gere está en el bar del hotel tocando el piano, no es ningún doble el que lo toca, es el mismo, al igual que la música, que fue compuesta por él; y la escena famosa en la que Gere le presta el súper collar de diamantes y le cierra la tapa, no estaba planeada de esa forma.
Fue el propio Gere el que cerró la tapa, cuando Julia acercó la mano para tocarlo.
Y esa reacción tan divertida y espontánea es la que dejaron en Pretty Woman.
“I don't know.
When I was a little girl, my mama used to lock me in the attic when I was bad, which was pretty often.
And I would…
I would pretend I was a princess, trapped in the tower by a wicked queen.
And then suddenly, this knight, on a white horse, with these colors flying, would come charging up and draw his sword… and I would wave, and he would climb up the tower, and rescue me.
But never in all the time… that I had this dream… did the knight say to me:
Come on, baby, I'll put you up in a great condo”
¿Por qué funciona siempre Pretty Woman?
Un título muy apreciable dentro del género que reconvertía con éxito el cuento clásico de "La Cenicienta" de Charles Perrault y la obra "Pygmalion" de George Bernard Shaw.
En primer lugar, porque es una historia romántica, nacida en la noche de los tiempos como el cuento de “La Cenicienta”
Por otro lado, la dulcificación que se hace de la prostitución no le deja de molestar a muchos, aunque esto es lo que es: un cuento, y al ser un cuento todo es un cuento, valga la redundancia.
Aquí ya se sabe a los pocos minutos como va a terminar todo, hay cierto maniqueísmo en el tratamientos de los personajes: el hombre de negocios triunfador que no vive la vida plenamente y que planifica todo, carente de sentimientos lo suficientemente humanos como para que lo hagan sentirse valorado y querido, alguien que sólo vive para ganar dinero, aunque sea a costa de arruinar el trabajo de gente que dedicó toda su vida a un proyecto de vida que lo incluía a él y a su familia.
Y la mujer, por otro lado, que vive el momento y a la que le importan por encima de todo los sentimientos, sobre todo el amor, un amor romántico protector y apasionado, como el de los príncipes de los cuentos.
Oh mentes podridas, podríamos darle un premio a Vivian por convertir a un gay…
Hay muchas lecturas mal intencionadas, sobre todo respecto al sexo: feminista, machista o gay…
No importa cuánto tiempo pase, Pretty Woman nunca se pasará de moda.
Generación tras generación todas las chicas pensarán en un determinado momento en ese príncipe azul que sale de donde menos te lo esperas y les cambie la vida por completo.
Ese hombre puede ser cualquiera, nadie es inalcanzable.
El amor no entiende de razas, edades o posiciones sociales.
De esto va Pretty Woman, no se queden con superficialidades.
Quédense con el mensaje de la película…
Vivian pasa de soñar su vida a vivir su sueño.
¿Quién no anhela eso?
Ambos se salvan mutuamente.
Ninguno conocía el amor... hasta que se encuentran.
¿Qué molesta tanto?
¿Que no sea fiel a la realidad cotidiana de la prostitución?
Pretty Woman es una película de entretenimiento no un documental.
¿Qué hay de malo en que pinten a una prostituta que es buena chica pero que ha tenido mala suerte en la vida?
¿Es que todas tienen que ser drogadictas, maleducadas y sucias?
No sé dónde hay más tópicos, si en esta película o en la cabeza de muchos que la han criticado sin piedad por esto.
Pues a mí me encanta Pretty Woman.
Y no porque sea un paradigma de la sociedad moderna, ni por su corte de crónica social, no por su fuerte carga ideológica…
¿Acaso alguno de vosotros pensaba encontrar algo así cuando se puso a verla?
Simplemente me gusta porque es un cuento de hadas renovado.
Invita a soñar, a evadirse de la realidad y a pensar durante dos horas que hasta una puta puede ser princesa.
Pretty Woman es una película de diseño.
Un producto fabricado para lograr éxito y taquilla.
Y la verdad es que ha conseguido las dos cosas.
Lo cierto es que Pretty Woman tiene un algo que engancha:
Simple en su argumento, magnética en su ejecución.
La pareja Gere/Roberts es ya historia pura y dura del cine, y el resto, pues lo pone la leyenda…

“I want the fairy tale”


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