Kung Fu Panda

“Prepare For Awesomeness.
Pandamonium Begins”

No importa que se trate de un ogro luchando por recuperar lo que le pertenece de pleno derecho, o de un grupo de animales que han salido del zoológico, e intentan volver a casa, el público de cualquier edad, siempre apoya al más débil.
Cualquiera que haya librado una batalla que tenía perdida de antemano, simpatizará siempre, con los entrañables héroes de estos cuentos.
¿Y qué les parece un panda, que sueña con ser un maestro de kung fu?
El cine de artes marciales, es un subgénero cinematográfico, cuya trama contiene escenas de lucha acrobática, llamada “arte marcial”; y abarcan gran cantidad de estilos distintos.
Este tipo de malabarismos, ha despertado gran aceptación entre los espectadores de todo el mundo, originando una creciente cantidad de títulos, que pese a lo limitado de los presupuestos de producción, resultan rentables.
Generalmente, los filmes poseen un argumento simple, siendo más llamativas, las complejas coreografías realizadas.
Aun así, están caracterizadas por poseer en su argumentación, el tema del viaje iniciático, en el que el personaje principal, realiza un viaje físico o psicológico, de crecimiento espiritual, para lograr algún objetivo.
“I Love Kung Fuuuuuuuuuuuuu!!!”
Kung Fu Panda es una película de animación de los estudios Dreamworks, dirigida por Mark Osborne, y John Stevenson, en el año 2008.
Protagonizada por Jack Black, Angelina Jolie, Dustin Hoffman, Ian McShane, Seth Rogen, Lucy Liu, David Cross, Randall Duk Kim, James Hong, Dan Fogler, Michael Clarke Duncan y Jackie Chan.
El guión es de Jonathan Aibel, y Glenn Berger.
Kung Fu Panda estuvo nominada al Oscar como mejor filme de animación; y cabe señalar, que tuvo un presupuesto $130 millones, y generó por venta de taquilla, la cantidad de $635,3 millones, más $127 millones por la venta del DVD.
Presentada en Cannes, donde recogió disparidad de opiniones, Kung Fu Panda es la apuesta de Dreamworks, para intentar hacer sombra al gigante Pixar.
Kung Fu Panda es una producción animada de las compañías Dreamworks y Pacific Data Image, que mezcla las artes marciales, con el humor físico, y el relato de aprendizaje; y se inspiraba en la comedia de acción de de artes marciales de Stephen Chow, estrenada en 2004, “Kung Fu Hustle”, pues los directores deseaban, que hubiese verdaderos elementos de cultura china, y de kung fu.
El diseñador de producción, Raymond Zibach, y el director de arte, Tang Heng, pasaron años investigando sobre pintura china, escultura, arquitectura, y películas de kung fu, para ayudar a crear la apariencia de Kung Fu Panda.
Zibach afirmó, que las mayores influencias, fueron las ingeniosas películas de artes marciales.
Uno de los objetivos de Kung Fu Panda, era tener un sabor “épico”, a diferencia de otros trabajos animados de Dreamworks, que recurren a canciones pop y referencias a celebridades; y acá, se mezcla a manera de tributo, las coreografías de películas de Hong Kong, y a los anime japoneses... y los valores manejados son honrosos:
Esfuerzo, unidad contra el peligro común, autoconfianza... pero el guión es demasiado formulista, y orientado fundamentalmente, al público más infantil.
Aunque la historia transcurre en la China antigua, el mensaje que comunica, no se limita a ese periodo.
Toda la magia que desprende la cultura china, desde los melocotoneros, los pétalos de flor, el agua, la danza, la acupuntura, el kung fu, se muestra por medio de animaciones cercanas, y vivos colores.
Y es que las mejores historias, son atemporales, como lo es el viaje del héroe clásico.
Todos tenemos nuestros sueños, y el bueno de Po (Jack Black) un oso panda, no iba a ser menos:
Quiere ser un maestro de las artes marciales, y poder compartir batallas y gloria, con aquellos a los que admira, por encima de cualquiera, en The Valley Of Peace en el que vive.
Durante la ceremonia de elección del “Dragon Warrior”, aquel que deberá librar al territorio de toda amenaza, se produce un lamentable, en principio, error que deriva en que este oso panda, patoso, y bonachón, sea designado como el que habrá de hacer frente al vil Tai Lung (Ian McShane), un Leopardo de Las Nieves, Onza o Irbis (Panthera uncia)
Cuando en aras de cumplir una profecía, el maestro de maestros, Master Oogway (Randall Duk Kim) una Tortuga de Las Galápagos, o Tortuga Gigante de Floreana (Chelonoidis nigra) hace un llamado para escoger el próximo súper guerrero, Po no puede perderse la oportunidad de ver a los legendarios
“The Furious Five”:
1. Tigress (Angelina Jolie) una Tigre del Sur de China, Tigre de Amoy, o Tigre de Xiamen (Panthera tigris amoyensis)
2. Monkey (Jackie Chan) un Langur Dorado (Trachypithecus geei)
3. Mantis (Seth Rogen) una Mantodea.
4. Viper (Lucy Liu) una Trimeresurus stejnegeri
5. Crane (David Cross), una Grulla de Manchuria (Grus japonensis)
Todos ellos entrenados y comandados por el venerable, Master Shifu (Dustin Hoffman) un Panda Rojo Albino, o Panda Menor (Ailurus fulgens)
A partir de ese momento, Po tendrá que someterse a un duro entrenamiento para derrotar a tan temible enemigo… si consigue dejar de engullir todo lo que se pone a su alcance.
Desde los primeros instantes, la trama nos presenta un anti héroe, con el que podemos sentirnos identificados en sus ansias de superación personal, y de conseguir llegar un poco más lejos en la vida, todo ello, filtrado por un humor constante, que preña un argumento pensado para que los más pequeños no cesen de reír, gracias a un catálogo descacharrante de trompicones, golpes, porrazos, y desvaríos visuales, varios propios de un delicioso “cartoon” clásico.
Kung Fu Panda se desarrolla entonces, parodiando clichés de las películas de artes marciales, como:
La leyenda del guerrero, el sabio filósofo, el maestro kung-fu, los duros entrenamientos, y las coreografías de artes marciales exageradas.
Todo ello, se enmarca en el humor irónico de Po, un personaje con el que los niños se rinden a sus encantos, y los adultos sonríen ante sus ocurrencias.
Ahora bien, sobre este sencillo hilo narrativo, cimentado sobre el arquetípico argumento “Bien versus Mal”, el equipo despliega una genialidad técnica que resulta, por lo meticuloso, casi experimental.
Así, el montaje ofrece imágenes aceleradas, “slow motion”, e incluso, secuencias rodadas al estilo “bullet time”, cada vez más habitual en el género de acción más hiperbólica; se juega muchísimo con el viento, con elementos delicados que se mecen por su efecto, como hojas o copos de nieve; abundan los reflejos en el agua, las llamas, y las sombras temblorosas, proyectadas por doquier, los contrastes de luces y colores… en definitiva, singulares elementos que, en conjunto, marcan un nuevo paso adelante, uno más por increíble que parezca, en el desarrollo de las producciones CGI, un catálogo que se devora a sí mismo, con una celeridad realmente sorprendente.
Tal minuciosidad, se dispone subordinada a una narración veloz, dinámica, y visualmente despampanante, sin más complicaciones, que las necesarias a la hora de preparar y presentar un producto correcto, en el que lo mejor es, dejarse llevar por un mundo recreado al detalle, y abundante en ironías, no por obvias menos efectivas a la hora de dibujar sonrisas cómplices, en una audiencia más madura.
Una vez más, animales digitales nos enseñan las lecciones de la vida, de manera afable, liviana, y simpática; y una vez más, nos lo hacen pasar de maravilla.
Como suele ser habitual en las películas de animación, las enseñanzas morales de Kung Fu Panda son claras, y abogan por la superación personal, la importancia de enfrentarse a los retos, el crecimiento interior, y lo engañoso de los prejuicios; en donde la filosofía oriental se mezcla con la filosofía Dreamworks, en perfecta simbiosis.
“I'm not a big, fat panda.
I'm THE big, fat panda!”
La productora Melissa Cobb, dijo que en un principio, Po era bastante más tonto y torpe, pero que el personaje cambió, con base en los aportes de Jack Black.
Según Black, trabajó aislado la mayor parte del tiempo, aunque pasó un día con Dustin Hoffman, lo cual según Cobb, ayudó a la escena en que se enfrentan sus personajes.
Lucy Liu, también afirmó que Kung Fu Panda, había cambiado bastante debido a que había atravesado un largo proceso.
Liu dijo que, cuando se le presentó el proyecto, ya se contaba con representaciones de su personaje, así como un corto en el que se veía como se tenía previsto que se moviese.
La secuencia animada a mano, del principio de Kung Fu Panda, se inspiró en las sombras chinescas.
Las sombras chinescas, son un juego popular, y un arte basado en un efecto teatral.
Efecto que se consigue, al interponer las manos entre una fuente de luz, y una superficie clara, pantalla o pared, de manera que la posición y el movimiento de las manos, proyecta sobre el improvisado escenario, sombras que representan figuras estáticas, o en movimiento.
El aspecto técnico es, como de costumbre, de un alto nivel.
Los dibujos y las animaciones, al igual que los escenarios, son extraordinarios, utilizando una paleta de colores muy rica y variada, para dar más relieve a la escenografía oriental.
La apertura, dirigida por Jennifer Yuh Nelson, y producida por James Baxter, fue celebrada por el crítico del New York Times, Manohla Dargis, como “impactante” y “visualmente diferente de la mayoría de las obras de animación estadounidenses para el público general”
Otros críticos, han comparado ese fragmento, con el estilo evocativo de “Samurai Jack” de Genndy Tartakovsky, y emitida por Cartoon Network entre los años 2001 y 2004.
El resto de Kung Fu Panda, se realizó mediante animación computarizada moderna, con colores brillantes, y de contraste, para representar el paisaje de China.
De hecho, la animación por computador empleada en Kung Fu Panda, es más compleja, que cualquiera de las realizadas anteriormente por Dreamworks.
Como dato, sus codirectores tenían muy claro, que no estaban haciendo historia, sino un producto taquillero, que tiene bien acotada su función:
Saquear las taquillas de medio mundo, en un momento en el que China, gracias a sus Juegos Olímpicos, estaban de moda; en la línea globalizadora, que hace que Asia tenga un papel preponderante en la narrativa occidental, pero no por ello, menos meritoria.
Al fin y al cabo, el cine es imagen, y superados los tiempos de los espadachines, en estos momentos en que Occidente se preocupa más por sus orígenes, que por otras fases esplendorosas de su historia:
¿Qué puede dar más juego en una pantalla, que las interminables, acrobáticas, y divertidas luchas de las artes marciales?
Los responsables de Kung Fu Panda, lo tuvieron muy claro, y cada nuevo movimiento, introduce otro gag, que a menudo, tiene espíritu motriz.
Esa es la fuerza de Kung Fu Panda, mucho más que el humor de situación, o verbal, aunque estos no estén ausentes.
Si como decíamos, productos así sólo pueden ser fruto de la globalización, hay que entender, que ésta no sólo consiste en occidentalizar al resto del planeta, sino que también, incluye que nuestro mundo se vea influido, y no en poca medida, por culturas lejanas.
Así, en Kung Fu Panda tenemos, la perfecta amalgama de estética china, filosofía oriental, e ideología, puramente liberal occidental.
La estética china, no consiste sólo en qipaos y pagodas, sino también, en el elemento mágico que, especialmente en Europa, brilla por su ausencia desde La Ilustración, y que vuelve ahora, con renovadas fuerzas desde el Este.
El núcleo occidental, es la verdadera enseñanza de Kung Fu Panda, y refuerza la idea del individuo, que ha hecho de nuestro “bloque” lo que es hoy en día:
“Persigue tus sueños particulares, y recuerda que tu compromiso es tan sólo contigo mismo”
Aunque a bocajarro pueda sonar egoísta, parece ser que no hay auténtica libertad, emancipación, y crecimiento, si uno olvida esta máxima.
Así de egoísta resultará ser Po, el panda protagonista, que persiguiendo su sueño, triunfa, y trae la paz a su pueblo, y a todos los habitantes del mismo.
Por aquí, vuelve a aparecer esa idea “smithiana” del egoísmo particular, como motor del progreso.
Aparte de ello, y más colateralmente, pero presente, aparecen en Kung Fu Panda, la idea de “la profecía auto-cumplida”, el conflicto paterno-filial, en el que el padre destruye el futuro del hijo, intentando asegurar ese mismo futuro, y la famosa enseñanza oriental que propugna, que incluso para huir del destino, uno da siempre, los pasos necesarios que le lleven a él.
Y eso, contra lo que podría parecer en un principio, si se observa desde un estúpido prejuicio que olvida que el cine es, en el fondo, arte más industria, aunque algunos cambien el orden de los sumandos, es perfectamente legítimo… cuando el producto se sirve sin trampa ni cartón, como es este caso, y sin convertir la concepción del entretenimiento, en burla y desconfianza hacia el público.
Cierto que Kung Fu Panda peca de un acusado infantilismo, y que de ninguna manera, sus planteamientos podrían calificarse de arriesgados, pero al menos, se nos cuenta una historia, por muy sencilla que ésta sea, y no se busca introducir una serie de gags, de manera poco sutil y forzada.
De hecho, algunos de sus personajes, enseguida consiguen la aprobación del espectador, gracias a su incuestionable carisma, caso de Shifu, Oogway, o incluso, el villano de la historia, mientras que Po, es objeto de nuestras simpatías, no sólo por sus habituales meteduras de pata, sino principalmente, por el hecho de que nos identificamos con él, con la típica persecución de un sueño.
Curiosamente, la presencia de The Furious Five, no es tan determinante como uno pudiera esperar en un principio, algo en parte lógico, ya que hubiera sido muy aburrido, el tener que ir presentándonos la vida de cada uno de ellos; ya se ocuparán de hacerlo en un posible “spin-off”, y de eso, no cabe la menor duda.
Haciendo segundas lecturas en Kung Fu Panda, analicemos algunos de los animales:
El Panda, o Panda Gigante (Ailuropoda melanoleuca) es una especie de mamífero del orden de los carnívoros, y aunque hay una gran controversia al respecto, los últimos estudios de su ADN, lo engloban entre los miembros de la familia de los osos (Ursidae), siendo El Oso de Anteojos, su pariente más cercano, si bien, este pertenece a la subfamilia de los tremarctinos.
El principal alimento del panda, es el bambú, en torno al 99% de su dieta, aunque también se alimenta de:
Frutos, pequeños mamíferos, peces, e insectos.
Este Panda es un buen trepador, aunque rara vez se le ve en los árboles.
Se adapta a la cautividad, y gracias a su pelaje, soporta fácilmente las condiciones invernales de su hábitat.
El sexto “pulgar” del panda avivó, a través del libro “Of Pandas and People”, las creencias de los religiosos defensores del neocreacionismo, que creen que un “diseño inteligente” rige la evolución de las especies, en contra del evolucionismo, que es la norma científica.
Se denomina “creacionismo” al conjunto de creencias, inspiradas en doctrinas religiosas, según las cuales, La Tierra y cada ser vivo que existe actualmente, proviene de un acto de creación, por uno o varios seres divinos, cuyo acto de creación, fue llevado a cabo de acuerdo con un propósito divino.
Los neocreacionistas plantean, que Dios, llamado según esta teoría “Agente Inteligente”, está detrás del proceso evolutivo.
La comunidad científica afirma, que este planteamiento constituye una pseudociencia.
Como dato a resaltar, en Kung Fu Panda, jamás este animal cambia su aspecto y métodos, siendo voraz y torpe, es aceptado tal cual por la comunidad.
A manera de curiosidad, El Leopardo de Las Nieves, el antagonista, posee por nombre oficial:
“Conquistador de Los Picos Más Altos de La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas” y fue un premio soviético de montañismo, que se concedía a los montañistas que ascendían las cimas más altas de La Unión Soviética:
Pico Lenin, Khan Tengri, Pico Korzhenevskaya, y Pico Ismail Samani, o Monte Comunismo.
Nada raro que sea un homenaje a La Guerra Fría; aunque no es más que anecdótico, debido a que la trama de Kung Fu Panda se ubica en China.
Y vemos algo de machismo…
Dentro de la historia, hay 2 personajes femeninos:
Tigress y Viper.
La primera es un ejemplo de la mujer fuerte, combatiente, y lista para enfrentar cualquier problema.
La segunda es Viper, entrenada en el arte del Kung Fu; muy ágil.
El problema recae, en que la Tigress llega a precipitarse en su misión, arriesga la vida de sus compañeros, solo por demostrar sus capacidades, y no le hace caso al maestro.
El mensaje es claro:
Las mujeres con poder, son fácilmente volátiles, y se precipitan, en muchos casos, con resultados desastrosos.
Piensen en el amor, en el trabajo, en los hijos, y muchos otros elementos que hacen, que la mujer sea vista, como inferior dentro de la sociedad machista.
Viper por su parte, no tiene mucho aporte en pantalla, pero se representa con una culebra; animal rastrero, de conocimiento prohibido, engañoso, vengativo, rencoroso, y manipulador.
Lo interesante del caso, es que estos atributos otorgados a la culebra, son de occidente, porque en oriente, las culebras son vistas como guardianes, e iniciadoras de la vida.
¿Qué significado tiene la representación de una culebra en una película animada de occidente?
Estos son ejemplos, de cómo los personajes dan tintes de realidad, y un claro mensaje de las elites, en su mayoría, dominadas por hombres.
Son mensajes para algunos absurdos, pero quedan grabados en la mente de los niños, por las imágenes que tienen frente a ellos, sentando y continuando con las bases sociales impuestas.
Como dato, The Furious Five, parece ser un homenaje al film de Quentin Tarantino “Kill Bill, Vol. 1 y 2” (2003 - 2004); además de los homenajes a Akira Kurosawa y al western de Sergio Leone.
¿Qué será lo próximo?
¿Un koala astronauta?
Si este tipo de películas, de alguna manera funcionan en taquilla, no duden que harán más.
Los mejores pasajes de Kung Fu Panda, los hallamos en las escenas de acción, vertiginosas, y muy cuidadas, puesto que por lo general, se han confeccionado, añadiéndoles una estupenda comicidad, algo que se percibe de forma especial, en determinadas coreografías, como:
El entrenamiento de Po, o la lucha final.
Momentos como el de los pétalos de la flor de almendro, protagonizados por el Gran Maestro Oogway, dejan ver no sólo la belleza visual de estos hallazgos, sino como lo mágico y maravilloso, puede dotar de un significado totalmente diferente, a hechos de difícil encaje.
El personaje del Maestro Shifu, que pese a ser el típico Maestro Miyagi/Yoda, resulta muy simpático en su personalidad y diseño.
La tortuga, bastante entrañable.
La escena de los palillos, y la manera en que se descubre, que Po tiene cualidades, cuando intenta coger comida de la cocina.
El gag en el que el ganso, parece que va a confesar a Po, que no es en realidad su padre…
Que incluso, después de que Po haya vencido al malo, siga resultándole agotador, subir las escaleras…
Por otro lado, la filosofía oriental mostrada en Kung Fu Panda, nos vende en primera instancia, la falta de deseo de control, ese gran clásico, como un modo contundente y seguro, de alcanzar la paz terrenal, pero soterradamente, también recuerda todos esos filósofos chinos, no nos olvidemos de Sun Tzu, que ha ido modelando nuestro mundo.
Por ejemplo, “los yuppies” nunca hubieran llegado a existir, si no fuera por el milenario tratado:
“El Arte de La Guerra”
“Buddy, I am The Dragon Warrior!”
No deja de sorprender, la insistencia que se pone, en el agotamiento creativo de Hollywood.
Es verdad que, en determinados géneros, se repiten compulsivamente, pero aunque sólo sea por la explosión de los filmes animados, ayudados por las innovadoras técnicas infográficas, es innegable que han entrado en una nueva era.
Dreamworks y Pixar se pisan los pies, y compiten duramente, por liderar un mercado, que no logra encontrar “Rey”, vista la progresión, casi increíble de sus productos.
La manipulación de la imagen, está dando lugar, a un nuevo cine en el que tras décadas pasadas de estancamiento, lo visual vuelve a ser “El Rey”
En películas convencionales, comprobamos como estas nuevas técnicas, multiplican los significados de cada plano, y hacen de cada filme, una sinfonía de información que se transmite a través de la palabra, el color, la profundidad, la geometría, el movimiento, y la coreografía.
Si esto es así en cintas de corte realista, qué no se podrá hacer, en aquellas que respetan más levemente, la veracidad en su trama.
Para nuestro contento, además, es en la industria de la animación infantil, donde más se cuidan los guiones, y donde se puede encontrar, una perfecta sinergia entre continente y contenido.

“There is no secret ingredient.
It's just you”



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