Vantage Point

“Is everything going to plan?”

El punto de vista, es un elemento clave a la hora de contar una historia.
Desde la primera persona, hasta el narrador omnisciente, el punto de vista determina, cómo recibe el espectador la información:
Cómo, cuánta, cuándo, cual, y a manos de quién.
El narrador puede ser testigo y parte, puede ser ajeno a los hechos, o puede ser múltiple, construyendo la historia desde varios puntos de vista.
“El Efecto Rashomon” es el efecto producido por la subjetividad y la percepción personal, a la hora de contar la misma historia o situación, por el que los individuos que cuentan éstas, lo hacen de forma diferente, pero de manera que cualquiera de las versiones es plausible, sin tener que ser por ello, ninguna de estas versiones falsa; simplemente, están influidas por la propia variabilidad y percepción individual.
Esta denominación alude al filme “Rashōmon” (羅生門) dirigido por Akira Kurosawa en 1950, y basado en 2 cuentos de Ryūnosuke Akutagawa.
“Rashōmon” (羅生門) narra la muerte de un samurái, y la violación de su esposa, en el Japón del siglo XII, yuxtaponiendo los diferentes relatos de los implicados mediante el flashback.
Cada uno de esos relatos, se presenta como una “historia dentro de la historia”, lo que acentúa su aparente realismo, sin presentar al final; ninguna de ellas como verdadera.
Por el contrario, “Rashōmon” (羅生門) nos muestra que todas ellas, desde un particular ángulo, son verdaderas, pero esa verdad es contingente, y se explica en función del contexto, antecedentes, y condicionantes de cada sujeto.
En las ciencias sociales, se ha utilizado “El Efecto Rashomon” para referirse a situaciones en las que, la importancia de un acontecimiento, un objetivo, o un valor definido en términos abstractos, no es objeto de disputa, pero hay distintas visiones o valoraciones respecto al:
Por qué, cómo, quién y para qué de ello.
Aunque “El Efecto Rashomon” tiene importantes implicaciones epistemológicas, también puede ser un recurso heurístico, para aproximarse al análisis de las narrativas, y de las teleologías por las que se construye, se estructura, y se representa la realidad social.
Como estamos acostumbrados a pensar en términos de “blanco o negro”, es normal que nos cuestionemos la veracidad de cada espectador, pero si pensamos en la realidad, como un continuum que vemos a través de un prisma individual, entonces no es extraño comprender, que un mismo suceso, puede ser narrado y vivido de maneras diversas.
Las vivencias son la clave para entender este fenómeno.
En la práctica, la vivencia es una unidad entre lo que vivimos como los estímulos del medio ambiente; y cómo percibimos y analizamos estos estímulos, como una percepción y un análisis, que a su vez, estará determinado por nuestras experiencias anteriores, y nuestra configuración psicológica.
Para ponerlo en palabras sencillas, es como si cada persona viese la misma realidad, pero a través de un cristal único en el mundo.
Por ende, su percepción ante la situación, será diversa.
Como se puede presuponer, no se puede hacer referencia, a que una percepción sea más adecuada que la otra, simplemente son diferentes.
Obviamente, desde el punto de vista científico, mientras menos emociones y expectativas estén en juego, más nítidamente podremos percibir la realidad.
Superado ya, “definitivamente” el 9/11, Hollywood vuelve a verse capaz de tratar, de manera abierta, los recientes tabúes generados en torno a la paranoia terrorista, que durante estos últimos años, se ha adueñado de los Estados Unidos.
“The President of the United States has been shot”
Vantage Point es una película estadounidense de acción y suspense, estrenada en 2008, y dirigida por Pete Travis.
Protagonizada por Dennis Quaid, Matthew Fox, William Hurt, Forest Whitaker, Sigourney Weaver, Eduardo Noriega, Saïd Taghmaoui, Edgar Ramirez, Zoe Saldana, Richard T. Jones, Rocío Verdejo, Dolores Heredia, Guillermo Iván, Lisa Owen, Ayelet Zurer, entre otros.
El guión es de Barry Levy; el cual añade que los numerosos puntos de vista, conducen al caos, y únicamente, mediante la comprensión mutua, puede hallarse la verdad.
“La gente sabe únicamente, lo que tiene ante sus ojos, lo que puede entender, y eso limita la comprensión de cada persona, sobre lo que está sucediendo”, afirma.
“Sólo cuando el público ve el cuadro conjunto, las historias, las piezas del rompecabezas, entenderá qué ha sucedido.
En último término, la historia es una historia única, el viaje de un héroe, pero contada desde 8 puntos de vista distintos”, concluye.
El título nos dice que, “El Punto de Vista” o “Vantage Point”, es el posicionamiento de una persona, frente a determinada circunstancia, situación, o discusión.
No todos los puntos de vista son iguales.
No sólo es importante, sino crucial, la elección de nuestra ubicación, respecto a la situación.
La percepción del punto de vista, se fundamenta en el grado de conocimiento, factores de formación cultural, prejuicios, complejos, actitudes, perspectivas, etc., y no necesariamente, es lo que todo el mundo está viendo.
Representa la situación del espectador, con respecto al modelo, la vista que el usuario tiene del modelo.
El punto de vista de cada persona, constituye una perspectiva única, acerca de una realidad más amplia.
Si yo puedo mirar a través de tu perspectiva, y tú de la mía, veremos algo que no habríamos visto a solas.
De ahí que se hable del “punto de vista correcto” es decir, depende del lugar “desde donde” se mira y “con quien” se mira.
Vantage Point se desarrolla, básicamente, en La Plaza Mayor de Salamanca, España, donde la trama se muestra, uniendo los distintos puntos de vista de todos los implicados.
A pesar de centrarse la acción en La Plaza Mayor de Salamanca, se construyó un duplicado exacto en México, para evitar dañar la estructura de la original, al usar explosivos; por tanto, Vantage Point se filmó en La Ciudad de México, así como también en El Centro Histórico de La Ciudad de Puebla, y en Cuernavaca.
Hay que reconocer, de que las películas relacionadas con El Servicio Secreto, siempre tienen un “no sé qué” bien atractivo, debe ser quizás, por toda la intriga que rodea a este equipo especializado, que se preocupa por la protección del Presidente de una de las naciones más poderosas del mundo, sumando a eso, el poder que poseen, que muestran sus integrantes, en cada historia donde pareciera que, además de ser inmortales, pueden hacer lo que quieran, donde quieran, y como quieran.
Así las cosas, detrás de un intento de asesinato en contra del Presidente de los Estados Unidos; Thomas Barnes (Dennis Quaid) y Kent Taylor (Matthew Fox) son 2 agentes del Servicio Secreto, asignados a proteger al Presidente Ashton (William Hurt), en un acontecimiento memorable, sobre La Guerra Mundial en Contra del Terrorismo.
Pero cuando disparan al Presidente Ashton, momentos después de su llegada a España, sobreviene un gran caos, y vidas totalmente distintas, coinciden en la búsqueda del asesino.
Entre la multitud, se encuentra Howard Lewis (Forest Whitaker), un turista norteamericano, que cree haber captado al tirador en su cámara de video, mientras grababa el evento para mostrárselo a sus hijos en casa.
También ahí, relatando el suceso histórico a millones de televidentes en todo el mundo, está la productora estadounidense de noticias para la televisión Rex Brooks (Sigourney Weaver)
Conforme ellos y otros revelan sus historias, las piezas del rompecabezas, empiezan a encajar, y será aparente, que hay estremecedoras motivaciones justo debajo de la superficie.
La historia, está contada a través de los ojos de 8 de las personas que estaban allí en ese momento.
Son 8 puntos de vista, cada uno, con un relato distinto, sobre una única verdad.
¿Qué ocurrió realmente?
A lo largo de su desarrollo, Vantage Point explora, el periodo que precede al intento de asesinato, así como lo que se suscita, inmediatamente después del evento, y todo ello, desde las muy particulares perspectivas de 8 participantes “clave”:
Desde el Presidente mismo, hasta los agentes del Servicio Secreto designados para protegerlo, pasando por un turista que llega a la plaza azarosamente, y otros más.
Vantage Point es un thriller de acción, que para el director Pete Travis, fue la oportunidad de explorar la idea de “la verdad”, y el hecho de que, ésta, está en el ojo de quien la contempla.
Pero, cuando la acción deja de emplear el “flashback” con redundantes representaciones que no aportan nada especial, y se centra temporalmente, en la persecución motorizada, la maquinación terrorista, y los conflictos personales, remacha su simpleza, en cuanto a tratamientos de trama, personajes, y diálogos, intentando disfrazar sus carencias, con bagatelas emocionales, y artimañas ruidosas y estrepitosas.
“Why the fuck did you do this?”
La historia, es contada una y otra vez, desde diferentes perspectivas, de 8 personas claves, es decir, el espectador se ve obligado a ver los mismos acontecimientos varias veces, sólo que con diferentes protagonistas, lo que aportan nuevos datos a esta historia, para ir uniendo, y develando dicho complot.
Esta forma narrativa de contar la historia, se hace un poco tediosa cuando es repetida más de 3 veces.
Lo bueno de Vantage Point, es que hay un giro de tuerca a la mitad del metraje, donde el suspense pasa a la acción.
Dennis Quaid, interpreta al guardaespaldas del Presidente de los Estados Unidos, Thomas Barnes, el mejor de sus guardaespaldas, quien ya ha recibido un balazo, salvándolo a él, por esa razón, los demás guardaespaldas creen, que no está preparado para seguir con su trabajo, ya que piensan que quedó traumado, o demasiado paranoico, pero él sigue siendo el mejor, y el presidente lo sabe muy bien.
Forest Whitaker, interpreta a Howard Lewis, un turista que está filmando el evento para mostrarles a sus hijos, y comienza a filmar datos cruciales, como la ventana de donde surge el disparo, y trata de seguir filmando todo lo importante para ayudar.
Matthew Fox, es otro de los guardaespaldas del presidente, Kent Taylor, y es casi el único, que cree en que Barnes, no está mal por el incidente pasado, y sabe que es el mejor; y por eso, se mantiene a su lado todo el tiempo...
William Hurt, interpreta al Presidente Ashton, quien está viendo el evento por televisión, ya que al que le disparan es a un “doble” pero está preocupado de que su mejor guardaespaldas esté con su doble, y no con él, y tendrá razón al preocuparse.
Sigourney Weaver, trabaja para los medios de televisión, como Rex Brooks, y es la que tiene, un muy buen punto de vista de la situación, al ser la que tiene acceso a todas las cámaras, desde todos los ángulos.
Saïd Taghmaoui, interpreta a Sam/Suarez, el hombre al mando del grupo de terroristas, que planean y llevan a cabo todo el incidente, sería el villano pero realmente forma parte de un grupo, así que no es el único antagonista.
Eduardo Noriega, hace el papel de Enrique, un hombre que se encuentra en medio de la situación por razones equivocadas, y sin saberlo, forma parte del atentado, engañado por su novia, donde enseguida lo descubren, y se da a la fuga, dando comienzo a una persecución emocionante, que te mantendrá atrapado hasta el final.
Ayelet Zurer, es Veronica, la novia de Enrique, la cual pertenece al grupo de terroristas, ella actúa muy bien su papel de una mujer fría pero sensible, decidida pero con dudas.
A estas alturas, cabe preguntarse:
¿Era necesaria, semejante parafernalia, para contarnos esta historia?
Obviamente, no, pero como en los últimos años se ha puesto de moda, la utilización de esquemas no lineales, en no pocas producciones, sobre todo de carácter independiente, el guionista Barry L. Levy, puede que haya pensado, que si empleaba dicho recurso, quizás conseguiría engañarnos, y hacernos creer, que nos encontrábamos ante una obra importante, y de cierta solvencia…
Pero hay que reconocer, que quizá bajo la influencia de “24”, la serie televisiva, cuya huella en la narración cinematográfica de las cintas de acción, algún día será objeto, si no lo ha sido ya, de más de un sesudo estudio universitario, al menos se ha intentado ofrecer, una perspectiva nueva, de la historia mil veces contada.
No obstante, el guión cuenta con varios errores de estructura dramática, y de diseño de personajes, que son importantes en la resolución de la historia, un error grande por ejemplo:
Es una escena, donde los terroristas deciden no atropellar una niña, y volcarse en el pavimento, cuando ya han detonado bombas en una plaza pública, y han asesinado a muchísimas personas a tiro limpio, simplemente, no es creíble.
¿De dónde viene a que Enrique sea policía?
¿Por qué Kent Taylor es terrorista?
¿Cuáles son las motivaciones del grupo terrorista, ya que en ningún momento se hacen presentes?
¿Por qué Felipe (Guillermo Iván) se inmola en el hotel?
¿De cuándo acá, el Presidente de los Estados Unidos tiene doble idéntico?
Vantage Point es una gringada de las más grandes, donde lo preocupante es la salud, por supuesto, del Presidente de EEUU; ya que si mueren cientos de mexicanos, que no son españoles, y salta la vista, no importa...
Y hay más:
¿Qué hace la madre de la niña, buscándola tan lejos, cómo supo?
El agente Thomas Barnes es un hombre tan duro, que a su edad, no le sucede ni un rasguño.
¿Cómo es que 2 coches, a toda velocidad por el centro de una ciudad, no se paran ni un momento, y no atropellan a nadie?
Se nota mucho el trillo…
¿Cómo es que Howard Lewis llega hasta Enrique, cuando los policías no pueden seguirle?
¿Por qué matan al hermano del asesino?
¿Por qué Sam posee artilugios de alta tecnología?
¿Por qué nadie dispara a las ruedas?
Pero lo mejor:
¿Cómo llega la niña al mismo sitio, y tan rápido, donde están todos los demás?
Por otra lado, la persecución automotriz es eso sí, poco o nada creíble; Barnes aguanta todo tipo de golpes, impactos, saltos… y su coche no se destartala, ni se desarma en ningún momento…
Por cierto, vale preguntar:
¿Dónde están los airbags de ese coche?
No saltan en ninguno de los múltiples impactos que sufre...
¿Y cuánto habrá pagado Adam Opel AG, porque uno de sus autos corriera raudo por las calles, con close-up del logo y todo?
El final, resulta decepcionante, porque es un absoluto “Deus Ex Machina”:
Es decir, todo lo que ha luchado Thomas Barnes para detener la acción terrorista, da igual, porque es una niña, que cruza sin mirar, la que desbarata la operación.
Si él no hubiese estado ahí, se habría resuelto de la misma manera.
Y la casualidad de que pase justo por delante de la ambulancia, es exagerada.
Lo malo de esto, es que no es una de esas soluciones, que no había más remedio que tomar, porque no se podía terminar la película de otra manera, en cuyo caso, excusaríamos a los autores.
Perfectamente, podrían haber hecho que Enrique, en su último aliento, le dijese que van en la ambulancia, porque ha visto a la mujer a través del parabrisas, y que Barnes los detuviese, gracias a ese soplo...
Quizás fueron las ganas de hacer que se cruzasen las historias al final, no sé...
El caso es, que queda fatal.
Respecto al Servicio Secreto estadounidense:
El tamaño del convoy del Presidente, resulta gracioso de ver, por el despliegue de seguridad con que lo trasladan:
De 8 a 9 vehículos, incluyendo la famosa Limusina, con las banderitas de las barras y las estrellas al frente.
Y es que desde el 9/11, el mandatario tiene un convoy que mide, prácticamente un kilómetro de largo, incluyendo todo tipo de vehículos blindados, y con francotiradores externos en algunos de ellos.
Sobre las salidas del vehículo:
Al Presidente de EEUU, no le permiten descender de su vehículo, en lugares abiertos, siempre lo hace en lugares con toldos y lonas cubiertas por todos lados, de tal manera que nadie puede verlo, desde ningún ángulo, para evitar ese “Vantage Point”
La escolta que lo acompaña, al bajarse del vehículo, solamente 4 o 5 escoltas del Servicio Secreto son los que le acompañan, en medio de una multitud de miles de personas, detenidas por unas vallas, que apenas detienen a la gente, y no se ven más agentes al mismo nivel que él.
Claro, en tomas posteriores, se ve que hay vigilantes en los techos del edificio; por cierto, los agentes no llevan sus famosos “Ray Ban” oscuros.
Sobre el discurso en medio de La Plaza Mayor de Salamanca, desde hace muchos años, un Jefe de Estado de EEUU, no da un discurso al aire libre, y sin protección.
Desde la óptica de la seguridad del mandatario, ese sería un matadero.
El Servicio Secreto, jamás permitiría una situación así.
Sobre el hotel en el que se hospeda el Presidente:
De acuerdo a Vantage Point, una parte del atentado, tiene lugar en el hotel en el que se está quedando el Presidente, y el terrorista puede infiltrarse, debido al movimiento en el hotel.
Bueno, simplemente diría, que es práctica del Servicio Secreto estadounidense, rentar el hotel completo en donde se quedará el mandatario, jamás permiten a externos en el mismo.
Y la seguridad y el tráfico en las inmediaciones de La Plaza Mayor, en este tipo de eventos, en los que se reúnen mandatarios de distintos países, la seguridad en las inmediaciones de las sedes, es rigurosísima, así como el acceso a las mismas.
El ver coches, personas, motocicletas, y todo tipo de vehículos, incluyendo camiones de carga, desplazándose afuera del lugar después del atentado, es inverosímil.
Claro, si no fuese así, la trama sería muy aburrida y no habría película.
Por último, es curiosa la mirada estadounidense sobre España/México/Hispanoamérica:
Como los policías de España/México/Hispanoamérica, siempre aparecen como unos ineptos, pero serán “Los Hombres del Presidente de EEUU” los que se pongan manos a la obra, para encontrar al malo malísimo.
“This war will never end”
En Hollywood, los italianos son mafiosos, los mexicanos trafican drogas, los argentinos bailan tango, y los árabes planean atentados.
Pasado el 9/11, las cosas ya no serán seguras, nunca más.
En los pacíficos años 90s, parecía que el futuro iba a ser bucólico y pastoril.
Estaban por supuesto, esos peregrinos problemas medioambientales, pero ya se resolverían...
Pero después de una década, echaron abajo Las Torres Gemelas, y los yanquis descubrieron, para su estupor, que parece ser, que en el resto del mundo hay gente que los odia.
Y es que los yanquis, desde siempre, han tenido más que un pequeño problema en el sutil arte de la perspectiva múltiple, basta preguntarse:
¿Quién mató a John Fitzgerald Kennedy?
¿Qué pasa por las febriles mentes de varios cineastas, que imaginan el asesinato de presidentes estadounidenses?
¿Se trata de una especie de venganza cinematográfica, por los crímenes cometidos por los Bush recientemente, o por varios de sus predecesores?
Lo cierto es que, el pueblo estadounidense, ya ha sufrido el crimen de varios de sus mandatarios; y bueno, siempre les place ver cuando el asesinado es de la oposición…
Pero fue durante los siguientes años, que Estados Unidos se embarcó, en una heroica cruzada en contra de los malvados enemigos de la libertad y de la democracia, le reforzó el voto de confianza a un Presidente que mintió criminalmente desde su trono, al menos, en los 70s tuvieron la decencia de sacar a patadas a otro insigne mentiroso, Richard Nixon, por un crimen harto más venial que desatar un Armagedón internacional, en una nación que nada tiene que ver con los terroristas... para llegar ahora, hasta un punto en el cual, nadie sabe muy bien, dónde están parados.
Se necesitan nuevas construcciones, nuevos referentes, nuevas maneras de entender la política internacional, nuevas maneras de comprender, lo que significa ser un yanqui de pro en estos tiempos en que nadie los quiere...
¿Lavado de imagen “moral”?
Cuando Vantage Point, más o menos viene diciendo, que la reacción, a posteriori, es lo que esperan los terroristas para pretender justificar sus acciones, y cierto tono de impotencia, cuando más claramente se asegura, que esta guerra no tendrá jamás final.
Y pueden que tengan razón.
Quizás esta guerra de guerrillas planetaria, es la auténtica llegada del final de la historia que anunció Francis Fukuyama, en el controvertido libro “El Fin de La Historia y El Último Hombre” de 1992, aunque en sentido totalmente inverso.

“The beauty of American arrogance is that they can't imagine a world where they're not a step ahead”



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