Hustler White

“Let Me Turn You Out”

El sexo casual entre hombres, las drogas, y la prostitución, se ha convertido en la actualidad, en la tupida vegetación de los parques de Los Angeles, en Estados Unidos.
Una “plaga social” que se esconde entre los árboles, y que hoy ofrece otro tipo de recreación, informa la agencia Associated Perss.
Según agentes del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD), indican que los parques, se han convertido en refugios de decenas de hombres, que salen al encuentro de sexo casual con personas de su mismo sexo.
Además, señalaron que los parques están cubiertos de preservativos, lubricantes sexuales, jeringas, y revistas pornográficas.
Agregan además, que a plena hora del día, fueron arrestadas 90 parejas de hombres, sosteniendo relaciones sexuales en los parques de la ciudad.
Sergio Díaz, Jefe de Unidad del LAPD, explicó que los protagonistas de estos hechos, no son jóvenes dedicados a la prostitución masculina, sino hombres adultos.
En su mayoría casados y, muchos de ellos, padres de familia, señalando además, que se encuentran frente a un serio problema de salud.
Reportes oficiales sitúan a los parques Elysian y al de Los Angeles, como el epicentro del delito de “comportamiento lascivo”, una actividad que el año pasado, puso tras las rejas a 27 parejas masculinas, y en lo que va del 2010, a otras 90.
Según estudios, en Los Angeles residen más de 20.000 personas infectadas con el virus del VIH, y 76 de cada 100 son hombres.
Y esto no solo se remite a los parques, hay otras áreas dedicadas como calles y avenidas.
La situación podría empeorar, puesto que se prevé reducir las horas y el personal del Departamento de Parques de la ciudad y el condado de Los Angeles.
En una investigación realizada en los Estados Unidos entre los prostitutos o “trabajadores masculinos sexuales” se encontró la presencia de muchachos de clase media, que escogían esta profesión por voluntad, más que por necesidad.
La prostitución masculina y su colectivo, son desconocidos para la gran mayoría, no solo por la sociedad, sino también por la comunidad científica.
Los trabajadores sexuales masculinos o prostitutos, chaperos, prepagos, michés, hustlers, chulos, gigolós, taxiboys, gatos, putos, chanceros, o como se les quiera llamar, forman un grupo complejo, heterogéneo, y poco visible, ya que no existe un arquetipo conocido, o bien definido.
Las informaciones, reseñas, o datos existentes sobre esta comunidad en el ámbito sanitario, muestran una prevalencia del VIH muy elevada, que oscila entre el 19 al 21%, en comparación con otros colectivo como las mujeres, que ejerce prostitución que van al 1% en países desarrollados como España, Gran Bretaña, y Estados Unidos, no me quiero imaginar el caso de América Latina y de otras zonas del Tercer Mundo, donde las estadísticas sanitarias, son casi nulas o inventadas, y donde los controles de salud pública, son casi inexistentes.
“Tainted Love”
Hustler White es una comedia erótica negra, escrita y dirigida en 1996, por Bruce La Bruce y Rick Castro.
Protagonizada por Tony Ward, Bruce La Bruce, Kevin Kramer, Alex Austin, Ivar Johnson, Rick Castro, Glen Meadmore, Ron Athey, Vaginal Davis, Glen Meadmore, Graham David Smith, entre otros.
Hustler White entra en el género de la comedia, el drama, y el romance, no es fácil de digerirla, sin embargo, es un buen ejercicio verla; ya que posee, desde mi perspectiva, rasgos de documental, al mostrar la vida en las calles de Los Angeles, además, se filmó sin guión, y con la gente que se fueron hallando en la calle, así que, desde cierto punto de vista antropológico, tienen estos elementos.
Hustler White fue definida como “una comedia sexual satírica” acerca de chaperos homosexuales en Santa Mónica, California, y es también, un homenaje al cine clásico de Hollywood.
Hustler White está protagonizada principalmente por Tony Ward y Bruce LaBruce, un pornógrafo reluctante, de culto dentro del “underground” y provocador nato dentro del género del cine gay independiente; esto se observa en el estilo cinematográfico, combinando un ambiente realista con pensamientos “en off”, y otras declaraciones en el estilo más característico de una entrevista. Hustler White es un melodrama sobre los chaperos de Los Angeles, destinado a romper tabús, y que provocó que durante su proyección en Sundance, en 1996, abandonaran la sala una veintena de espectadores, espantados tras ver algunas de las escenas de sexo más duras proyectadas jamás, en salas convencionales.
Como dato, para Hustler White, LaBruce contó con la presencia, no remunerada, del modelo, actor, y ex novio de Madonna, Tony Ward.
Pero no con la financiación de la señora Ciccone, que tras leer el guión, le dijo a Ward que le parecía “una película francamente divertida, pero con la que no quiero que me relacionen”
Según Bruce, “por aquella época, Madonna ya se había convertido en la matrona aburrida que es hoy”
Hustler White sigue a Montgomery Ward (Tony Ward), un chapero de Los Angeles, que aparece flotando en un jacuzzi.
Su “voz en off” inicia el relato de las circunstancias que le han conducido a la muerte.
Todo comienza con un escritor alemán, llamado Jürgen Anger (Bruce LaBruce) que llega a California, con la intención de escribir un libro sobre prostitución masculina.
Cuando conoce a Monty, se prende de él, y lo contrata por $1000, para que le relate la historia de su vida, y los pormenores de su trabajo.
Todo inicia cuando Jürgen que justamente cruza por el lugar en su auto, se enamora perdidamente de él, y durante los próximos meses, intentara conquistar al objeto de sus deseos, lo cual no le será fácil, puesto que Monti cree que él es un policía que lo quiere arrestar...
Hustler White está ambientada en una época setentera, y hace clara alusión a los filmes porno de antaño, esos en los que no usaban condón, y los tipos eran barbudos, y de pelos crespos, en fin, tiene escenas bastante crudas, como una “Gang-Bang”, sexo con los miembros amputados, sadomasoquismo, cortes corporales, auto asfixia, etc.
La historia, intenta mostrarnos, como un estudio del mundo sexual, en este caso, lleva a la obsesión de aquel que realiza dicho estudio.
Pero dicha trama, rechaza el interés del espectador, cuando se muestra a través de la provocación desagradable, intentando impresionar con escenas de sucesos que sabemos tienen lugar, y que solo es necesario sugerir.
Hustler White, que al igual que todo el trabajo de LaBruce, es sexualmente explícita, incluida la muy famosa escena de sexo amputado, que resultó ser muy controversial por lo gráfica que es, así como los cortes con navaja para lograr el orgasmo.
Hustler White tiene diálogos con “playback” sobre todo en las escenas de la calle, quizá el recurso era para no grabar el ruido exterior…
Como dato, algunos de los actores que interpretan prostitutos, eran actores porno realmente.
La trama, fue comparada por sus creadores, a la de “Sunset Boulevard” (1950), y transporta la acción de los platos exteriores de las antiguas películas de pantallas cinematográficas, a la industria contemporánea de la prostitución, y la pornografía masculina.
También, hay cierto guiño cinematográfico a “What Ever Happened to Baby Jane?” (1962) hacia el final de la historia.
“Don't Fear the Reaper”
Hustler White a pesar de lo ligero de su texto, crudeza de imágenes, y un guión que uno poco entiende a que quiere llegar, podría resultar aburrido, y hasta desagradable para las mentes un poco cerradas, a mi me pareció interesante, incluso, creo que para poder llegar a entender la filmografía de Bruce LaBruce, hay que ver el resto de filmes que ha hecho…
Por su parte, Tony Ward, modelo, diseñador, artista, y tal vez, puede ser considerado como el más icónico de los modelos masculinos actuales, a sus 50 años, el denominado “anti-modelo” ha tenido una de las trayectorias más largas dentro de su ámbito profesional, que cualquier otro modelo masculino.
Ward, que comenzó en 1981, saltaría a la fama en 1990, cuando protagonizó el famoso vídeo “Justify My Love” junto a la que entonces era su compañera sentimental, la incombustible Madonna.
El video en aquel momento, fue considerado altamente escabroso, lo cual llevaría a que la MTV, prohibiera su emisión.
Ward, ha mantenido a lo largo de su carrera, una presencia continúa en publicaciones de carácter homoerótico, y en el ámbito cinematográfico, no podemos olvidar de su participación en la no menos afamada película Hustler White que Bruce LaBruce dirigió en 1996.
Hechos que han llevado a Tony Ward, casado con Shinobu Satom con quien tiene 3 hijos, a convertirse en uno de los grandes iconos gay.
Y es que para 1996, ya habían pasado los tiempos de los “filmakers”, del “underground” y del “off-off”, por tanto, no veo ninguna necesidad de realizar una película de estas características, a no ser “con las ganas de hacer, lo que a uno le dé la gana para sus amigos”
La pena es, que este director, se supo rodear de una aureola de trasgresor del sistema, y a fe que consiguió un cierto éxito.
Pero si ustedes ven Hustler White, y alguna más de este mismo director, y han visto alguna vez cine porno, verán que no aporta nada nuevo que el cine porno no hubiera dado ya, y con mucha más valentía.
¿Es suficiente, con que una película sea deliberadamente feista, transgresora, y cutre, para considerarla una obra anti sistema?
Hustler White es en mi opinión, una película que intenta erigirse en portaestandarte de la contracultura homosexual, a base de dejar al espectador permanentemente epatado.
Es indudable, que existen muchas perversiones sexuales que Hustler White se dedica a mostrar con un afán provocador, totalmente vacuo, lo que la convierten más en un epatante documental sobre anormalidades sexuales, que en la deseada película audaz que se pretende.
Porque prescindiendo de su malísima calidad cinematográfica, y de connotaciones morales, el mayor problema de Hustler White es que solo intenta dejar al espectador boquiabierto, con el efímero sabor de fondo, no lo tomen a mal, de la nada más absoluta.
Su explotación del morbo y la perversión, ni tiene mordiente, ni tiene gracia, y lo que es peor, es de un aburrimiento mortal, lo que al final viene a ser la peor losa, una de tantas, de esta obra, que ni escandaliza, ni agrede, ni emociona, y deja a muchos protagonistas en el suspenso de que pasó con sus vidas, donde solo fueron presentados a modo de viñetas que no amarran nada.
El mensaje, es tan claro como no ser capaz de no saber cómo llamar la atención, o como transmitir un mensaje cinematográfico.
Provocar el malestar, no es necesario de una forma tan gráfica, y este estilo es meramente pretencioso.
Cuando indagué en todas las curiosidades de Hustler White, ninguna de las explicaciones pertinentes para defender la trama, lograron convencerme en absoluto.
Sin embargo, partes de Hustler White aparecieron en el video musical de la banda de rock alternativo canadiense Rusty, titulado “Misogyny”, el cual apareció en la década de 1990.
“Anger... any relation to Kenneth?”
Hay que tener un ego a prueba de bombas para, a riesgo de chocar con alguna otra cabeza coronada, referirse a uno mismo como “príncipe de los homosexuales”
Así es como se presentó al mundo, en una prematura autobiografía escrita con 33 años, Justin Stewart, el director de cine, fotógrafo, y escritor más conocido como Bruce LaBruce, “Blab” para abreviar.
O lo que es lo mismo, el miembro más influyente y controvertido del homocore.
Una expresión artística homosexual “estilo guerrilla” que es heredera directa de Paul Morrisey y Derek Jarman.
Paradigmas del cine experimental que, como LaBruce, dedicaron su carrera a desmitificar, retar, e invertir la manera de entender “La Cultura Queer”
Por otro lado, si el sexo heterosexual tuvo su desbordamiento en los 70, en los términos que nos ocupan, tuvimos que esperar a los 90, para que el cine recurriese a su explicitud.
La accidentada y problemática representación del homosexual en la historia del cine viene pareja, aunque no lo parezca a primera vista, a la dificultosa plasmación del sexo en pantalla.
El cine actual, que viene a ser un reflejo de las conquistas de los años 70, en cuanto a transgresión de los límites impuestos por una moral unívoca y heterónoma, que dejaba poco espacio a la heterogeneidad, da constancia del gay, como ser sexual, aunque en muchas ocasiones, ello suponga escorarse en la periferia.
La impronta que dejó el SIDA, ha condicionado que la vuelta, o casi mejor decir, la asistencia, ahora sí, del coito homosexual, lleve armonizada en su seno, una sombra amenazante, totalmente ausente en los 70.
Y es que Eros y Tánatos, se dan la mano de forma tan estrecha, que hacen parecer ingenuos e inconscientes, a sus pretéritos ejemplos.
De ahí su distancia con el cine pornográfico, por más que se recurra a una visibilización cercana, ya que el vacío existencial, contamina experiencias al límite, en los que el sexo, ya no es per se, materia de deseo, sino que se encuentra afín a la violencia, y a la muerte, sus más inmediatos contrarios.
En todo caso, es un deseo envenenado, lleno de suturas, enfermo, y enturbiado.

“The difference between art and pornography is lighting”


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