Killshot

“Real life?
What the fuck is real life?”

Muchos recuerdan, el inolvidable diálogo entre Frankie “Five Angels” Pentangeli y Tom Hagen, en “The Godfather: Part II” (1974)
Este último lo visita en una base militar, donde es custodiado por militares y agentes federales, que adelantan una enorme investigación contra la Familia Corleone.
Ante la imposibilidad de eliminarlo, Hagen le recuerda, que a los generales romanos traidores, les quedaban 2 opciones:
El destierro y perder todas sus posesiones, o el suicidio y sus herederos conservaban en patrimonio.
Pentangeli se suicidó como todos sabemos, pero:
¿Por qué la todopoderosa Familia Corleone, no podía simplemente, eliminarlo?
Frankie había colaborado con el FBI, y formaba parte del United States Federal Witness Protection Program.
Este mecanismo de custodia, creado por el gobierno estadounidense, se estableció en El Título V, del Acta para El Control del Crimen Organizado de 1970.
Para 2005, se calculaba que más de 17.000 personas, habían recibido nuevas identidades, y estuvieron bajo custodia de este mecanismo de resguardo.
Unos 7.500 testigos, y 9.600 miembros del crimen organizado, fueron relocalizados desde los 70’s.
Esta estrategia es considerada, como el arma más eficaz contra el crimen organizado, y consiste en ofrecer una completa protección a los testigos antes, durante, y después de los juicios.
Hay un énfasis especial en la custodia en los entornos de alto riesgo, como las conferencias previas al juicio, los testimonios de prueba, y otras apariciones de la corte.
Hay 3 organizaciones que intervienen en este programa:
El Servicio de Alguaciles Federales, El Departamento de Justicia, y El Buró Federal de Prisiones.
La oficina del Fiscal General estadounidense, tiene la última palabra en todos los casos de protección de testigos.
Para ser susceptible de acogerse al programa, debe estar involucrado en procesos judiciales referidos a:
Cualquier delito tipificado en El Título 18, Código de Estados Unidos, Sección 1961 (1), dedicado al crimen organizado.
Cualquier delito de tráfico de drogas, descrito en El Título 21 del Código de Estados Unidos.
Cualquier otro delito grave, federal, del cual, el testigo pueda ofrecer testimonio, y corra el riesgo de represalia por violencia, o amenazas de violencia.
Cualquier delito estatal que sea de naturaleza similar, a los antes expuestos.
Ciertos procedimientos civiles y administrativos, en los que el testimonio prestado por un testigo, pueda poner su seguridad en peligro.
En el proceso de ser considerado como posible testigo, la oficina de Fiscal General, evaluará el expediente personal, atendiendo las siguientes condiciones:
Antecedentes criminales.
Alternativas distintas al programa de protección de testigos.
Testimonios de otros testigos potenciales.
Ser aceptado en este programa, sólo es el primer paso, es un proceso complejo que intentaremos sintetizar a continuación.
Este mecanismo está diseñado para proveer de total anonimato a los testigos, y ayudarlos a integrarse en la vida cotidiana, de una nueva ciudad, donde ellos no serán reconocidos.
Al instante de entrar en el mismo, el testigo y sus familiares, son relocalizados en casas seguras.
Estados Unidos tiene más de 300 millones de habitantes, y centenares de ciudades donde pueden esconderse los testigos.
Una vez dentro del programa, El Servicio de Alguaciles procede a crear una nueva identidad, y busca nuevas ciudades para el testigo; su familia, y cualquier asociado que corra peligro.
Aunque los testigos ganen la oportunidad de comenzar una nueva vida, sus delitos pasados, no son ignorados por completo.
Los alguaciles de la nueva ciudad de residencia, serán notificados de su presencia y expediente criminal, por lo que podrán programar en cualquier momento, “tests” de consumo de alcohol o estupefacientes, o cualquier otra condición para finalizar con éxito el programa.
Ser aceptado en el mismo, no es el equivalente a ganarse la lotería.
No se condonan los créditos, deudas, hipotecas, ni otras obligaciones financieras.
Antes de ser aceptados, los aspirantes deberán honrar cualquier tipo de compromisos civiles o criminales, y deberán presentar los documentos legales de custodia infantil, en caso de tener hijos, para demostrar su paternidad.
A cambio de todo lo anterior, El Servicio de Alguaciles Federales, se compromete con el testigo a:
Conseguirle una oportunidad razonable de trabajo, conforme a su educación, o formación.
Proporcionarle asistencia en la búsqueda de vivienda.
Proveerles pagos de subsistencia, equivalentes a $60.000 anuales.
Conseguir documentos de identidad de los testigos y familiares, cuyos nombres serán cambiados por razones de seguridad.
Buscar la consulta de psicólogos, psiquiatras, o trabajadores sociales, siempre y cuando se haya comprobado su necesidad.
Muchos testigos, provienen del mundo criminal, por lo que se les dificulta insertarse en la sociedad.
Libros como “Witsec”, escrito por Gerald Shur, uno de los fundadores del programa, aseveran que sólo el 60% de los informantes, consiguen mantenerse alejados de los problemas.
Si un testigo es arrestado por un delito, mientras está en custodia, los alguaciles deberán acudir a las autoridades estatales, para solicitar cooperación en la protección.
Si no es posible conseguir garantías, el testigo será juzgado como un reo “normal” y purgará su pena en la cárcel, donde la custodia pasará a ser responsabilidad del Buró Federal de Prisiones.
El drama de las graves consecuencias que tiene burlar las leyes, cuando se está en el programa, fue detallado en “The New Face of Witness Protection”, reportaje de Newsweek Magazine, en 2005, que culmina con esta confesión de un alguacil:
“Nos criticamos constantemente.
Pero no importa cuánto la agencia se reforme a sí misma, jamás seremos capaces de proteger a testigos que se rehúsan a protegerse a sí mismos”
“Well, my name's Richie Nix, in case you've ever heard of me.
That's N-i-x; it's not the way Stevie Nicks spells hers”
Killshot es una película de acción y suspenso, del año 2008, dirigida por John Madden.
Protagonizada por Diane Lane, Mickey Rourke, Thomas Jane, Rosario Dawson, Joseph Gordon-Levitt, Lois Smith, Don McManus, Hal Holbrook, entre otros.
El guión es de Steve Barancik, y Hossein Amini, sobre una adaptación de la novela homónima de Elmore John Leonard, Jr.
Killshot, es un “tiro mortal”, la manera óptima de eliminar una presa humana, de un solo tiro.
Las primeras novelas de Elmore John Leonard, Jr. fueron publicadas en los años 50, fueron novelas del oeste, pero después, se especializó en novela policiaca, y desde entonces, ha escrito numerosos libros, muchos de los cuales, han sido adaptados al cine, convirtiéndose en exitosas películas de cineastas tan dispares como:
John Sturges, Quentin Tarantino, o Steven Soderbergh, entre muchos otros.
En algunos casos, el proceso ha sido a la inversa, escribiendo novelas a partir de guiones originales, o tratamientos para guiones cinematográficos.
Elmore Leonard, falleció el 20 de agosto de 2013, en su casa de Detroit, a los 87 años de edad.
Killshot es una muy buena película, es toda una sorpresa, ya que por sus complicados antecedentes de producción, se podía esperar lo peor.
El proyecto empezó como una idea de Tarantino; en un momento fue pensado para directores como Tony Scott y Sidney Pollack, a quienes está dedicada la obra; luego la dirigió John Madden, que fue remontada y filmada varias veces, por exigencias de los productores, los hermanos Weinstein, que luego postergaron el estreno 2 veces, y la 2ª vez, esperando que Mickey Rourke ganara el Oscar por “The Wrestler” (2008); pero como eso no sucedió, tuvo un lanzamiento limitado en los cines estadounidenses, donde prácticamente, sólo se conoció en DVD.
Leonard cuenta el desmoronamiento de la tranquila vida de una pareja de Michigan.
Ella es ama de casa, él trabaja en una empresa de fundición de metales.
Se vean involucrados, sin querer, en un plan de extorsión, llevado a cabo por 2 criminales con un largo historial delictivo.
Para salvar sus vidas, serán admitidos en el programa del gobierno americano de protección de testigos.
Se les dará una nueva identidad y un nuevo hogar en otro estado.
Sin embargo, sus perseguidores sabrán, cómo y dónde encontrarles.
Estamos ante un interesante thriller, que nos narra el enfrentamiento entre 2 matones:
Armand “The Blackbird” Degas (Mickey Rourke), un duro indio asesino a sueldo, que ha conocido días mejores, y tiene puesto precio a su cabeza.
Y Richie Nix (Joseph Gordon-Levitt), un descerebrado, y violento joven fanfarrón.
Y por otra parte, un pacifico pero correoso matrimonio de lugareños, que se encuentran en proceso de separación:
Carmen (Diane Lane) y Wayne Colson (Thomas Jane), que comienza cuando al ir a cobrar una extorsión a una inmobiliaria, confunden al Sr. Colson, que se encontraba allí, accidentalmente con el sujeto a extorsionar, y recibir una soberana paliza del mismo, al defenderse violentamente con un bate de beisbol, cuando ante la inesperada aparición de su mujer, ve peligrar la integridad física de la misma.
A partir de aquí, arranca el eje central de Killshot, la obsesiva persecución, y acoso de los Colson por parte de los vengativos matones, que el duro Blackbird acomete buscando solo la muerte del matrimonio, según su código, habían visto su cara, y por tanto, era prioritario quitarlos de en medio, para que nunca pudieran identificarle, sin pararse en medias tintas para conseguirlo, usando a Richie y su pareja Donna (Rosario Dawson), como instrumento para lograr su propósito, y la reacción del matrimonio, que ante la ineficacia del programa de protección de testigos con el que el FBI pretende ponerlos a salvo, para que testifiquen cuando logren detenerlos, ya que el astuto y cruel Blackbird, ha logrado localizarlos, se ven obligados a luchar por su vida.
Toda la historia está contada desde 2 puntos de vista, tanto desde el de los asesinos, como el de los perseguidos por ellos, por lo cual, cuesta lograr identificación con los personajes y, por ende, conseguir suspense
Hay toda una subtrama del matrimonio maduro, entre Lane y Jane desaprovechada, solo por prestarle atención a una serie de aspectos olvidables...
En estos términos, la trama parece formar parte de un policial, escrito según las reglas más básicas, pero los personajes de Elmore Leonard, tanto las víctimas como los delincuentes, no se comportan necesariamente según esas reglas, y la trama tampoco se desarrolla de manera previsible, dado que todo el relato está construido para que el azar intervenga, y descarrile más las cosas.
El montaje final de Killshot, no puede esconder sus fuertes cortes y ediciones.
Hay líneas argumentales que empiezan y desaparecen, sin aparente motivo, como por ejemplo:
La persecución que sufre el protagonista, por parte de la mafia.
El final es precipitado, además de previsible, y con su corta duración, han suprimido cualquier evolución en los personajes.
Pero con lo que sí cuenta Killshot, es con un grupo de buenos actores como:
Diane Lane, Thomas Jane, Joseph Gordon-Levitt, y Rosario Dawson, pero especialmente, con una notable actuación de Mickey Rourke como protagonista, quien consigue mantener el tono y la tensión, gracias a su presencia e interpretación.
Casting más que acertado, en el que desde el trío que lleva el peso de la función:
Rourke-Lane-Jane, hasta la extraña pareja que componen Rosario Dawson y Joseph Gordon-Levitt, brilla a gran altura, lo que acompañado de una correcta dirección, un corto metraje de 86 minutos, y un guion por su camino, nos da un entretenido thriller de acción, que lamentablemente, no llega a ser la gran película que podía haber sido, de haberse tomado su tiempo en desarrollar más los personajes como:
El policía del FBI, el personaje de Rosario Dawson, los antecedentes de Wayne Colson, el policía del nuevo destino, y la relación de Blackbird con los mafiosos, no sé si por incapacidad de los responsables, o por imperativos comerciales, se despachan de 2 plumazos.
Madden dice:
“Mickey es simplemente un gran actor, sin mencionar que tiene una gran voz, y es un regalo para este personaje, porque se necesitaba a alguien con presencia salvaje, que es a la vez tangiblemente peligroso, y también ser capaz de expresar una sensibilidad inesperada, y quien extrañamente dada su ocupación, posea un cierto código moral.
Mickey es capaz de trasmitir la sensación de peligro, sin siquiera esforzarse.
Pero también, tiene una dulzura muy especial.
“Blackbird” fundamentalmente, es un personaje dramático”
 A pesar de que la historia original se ha simplificado en exceso, y hay varios clichés en su desarrollo, los actores consiguen hacer una película, mejor de lo que el guión inicialmente permitía.
“Am I making my point?
Do you got the cash or you're going to be a dead fucking real estate man”
Killshot es una película triste en su factura y en su tono.
No hay chistes, algo raro en el cine “mainstream” actual, y todo parece teñido de una curiosa solemnidad.
Los paisajes nevados, le otorgan un correlato visual un poco automático de aflicción, y soledad.
Las tramas de Leonard, son simples, lo que se complejiza son las reacciones de estos personajes, en momentos límites, y en momentos en que nada pasa.
Es increíble el momento donde Richie le da un masaje a la anciana, madre de Carmen, cuando la ataca un dolor en la cintura.
En toda novela de Leonard, siempre están esos jóvenes totalmente libres, libres de actuar, y de hablar, solo apresados por la ignorancia, y la eterna estupidez, que eligen siempre lo incorrecto, que caminan como si nadie antes lo hubiera hecho, donde se visibiliza todo un pasado de desbordes, toda la escoria del sistema, y también, lo humano con sus facetas en extremo, donde no dejan de simpatizar al mostrar esa frescura.
Porque si algo pone el sello de este escritor, es la construcción de personajes a partir de expresiones y reacciones tan leves, tan de entrecasa, pero en personajes marginales, donde los momentos siempre son los últimos, donde cocinar, bañarse y relacionarse sexualmente, son operaciones que se ejecutan como hilvanados por un mago, como cuando la novia de Richie invita a su cama a Armand, previo contorneo frente a espejos, y donde lo sexual, siempre es la alternativa inexorable.
Mickey Rourke está estupendo en el papel de “Blackbird”, un asesino a sueldo al que la mafia ha puesto precio a su cabeza.
Rourke como siempre, brilla cuando se trata de interpretar roles de marginados, de antisociales en conflicto contra todo, y contra todos, de perdedores que ya no tienen nada más que perder, pero se aferran con todas sus fuerzas, a su última esperanza y a su dignidad.
La trama se enriquece con la historia del matrimonio en crisis, los Colson, conformado por Thomas Jane y Diane Lane, que serán victima de la persecución, y el deseo de venganza de “Blackbird” y el sicópata y fanfarrón matón de mala muerte, Richie Nix, interpretado muy bien, por el sobresaliente, y homoerótico Joseph Gordon-Levitt.
Diana Lane, a quien ya se le notan los años, no deja de seguir siendo una bella y carismática actriz, repleta de talento, y que se da el lujo de aparecer aún sexy y hermosa.
Killshot posee inteligentes diálogos, buenas escenas de acción, un ritmo ameno, apenas 85 minutos de metraje, 2 personajes totalmente amorales, pero repletos de carisma que no le dejarán indiferente, los geniales “Blackbird” y Nix, lamentando solamente que una actriz de la talla de Rosario Dawson, objeto de deseo de los 2 compinches, no tuviera más protagonismo.
“Look, honey, just hear me out.
I drove 400 miles.
And 15 years to think about this.
And a lot about what you've said lately.
You're right, five's not a good number.
It's terrible.
So let's try six.
And if we can make it to six, then we can try for seven”
Killshot nos plantea, las terribles consecuencias de estar en el lugar equivocado, la hora equivocada, y en el día equivocado.
Así como muchas películas son una escuela para los delincuentes, también lo son para la policía.
No basta tener cadáveres que coincida el ADN, para estar seguro que el que murió, es el que se buscaba.
A lo largo de los años, hemos visto muchas películas en las que un héroe, por lo general, un policía rebelde, rudo, y estadounidense, debe proteger al testigo de algún crimen.
Alrededor de esta situación, se tejieron innumerables historias sobre los programas de protección de testigos, que contribuyeron a la creación de un imaginario que, en muchas maneras, escapa a la realidad.
Repasaremos entonces, algunos mitos sobre este tipo de programa, para poder separar lo que ocurre en la vida real, de la ficción:
En primer término, no todos los países cuentan con un programa oficial de esta índole.
En determinados casos, es la policía local la que, por su cuenta, brinda protección a los testigos que lo necesiten.
Quienes califican para ingresar al sistema de protección, suelen ser personas que dan su testimonio en juicios contra el crimen organizado, o crímenes de guerra, corriendo el riesgo de ser intimidados por los demandados.
Teniendo en cuenta este puntapié inicial, pasemos a recorrer algunos mitos híper difundidos:
Mito 1:
Los testigos deben fingir su muerte para comenzar una nueva vida.
Esto es absolutamente falso.
Una vez que el informante termina de declarar, suele recibir una nueva identidad, mudarse al lugar asignado por la policía, y dejar de comunicarse con sus viejos amigos, y parientes lejanos.
Mito 2:
Los testigos deben cambiar su apariencia.
Otra idea equivocada, pero muy eficaz para la imaginación.
Ni pelucas, ni cirugías, ni cambios de estilos.
El recibir una nueva identificación, certificada mediante documentación verdadera, basta.
Cualquier otra mutación, corre por cuenta del testigo, y su dramatismo.
Mito 3:
Los testigos protegidos viven de vacaciones.
¡Quién pudiera!
Aunque suene muy bien, esto no es así.
Por ejemplo, a los testigos amparados por el programa federal de Estados Unidos , si bien se les provee de una nueva vivienda, asistencia médica, y se cubren sus gastos básicos, también se les da la posibilidad de obtener un empleo, y ser autosuficientes, al menos en lo económico.
Mito 4.
Policías heroicos cuidan de los testigos.
Lamentablemente, la realidad no concuerda al 100% con esta creencia cinematográfica.
Si bien existen muchos policías que hacen bien su trabajo, también los hay corruptos, como fue el caso de un detective del Departamento de policía de Los Angeles, acusado de robarse fondos destinados al programa en cuestión.
Mito 5:
Los testigos protegidos, viven alejados del crimen.
No siempre.
Muchos de ellos son delincuentes que, por medio de su testimonio, ayudan a atrapar a muchos de sus colegas.
El problema se da, cuando no logran despegarse del todo de sus viejas conductas.
Así es que, cuando queramos disfrutar de una buena, y fantasiosa historia que involucre a testigos en peligro, lo mejor será, recurrir a las películas.

“It's your big day, honey, it's a double feature.
Get your cash laid out on the counter, and get some gum”



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