20th Century Women

“How do you be a good man?
What does that even mean nowadays?”

Los años 70, fueron una época de cambio, de evolución, de transformación en múltiples sentidos, y diversos estratos sociales.
La mujer, otrora propiedad del varón, terminó su letargo para despertar y reivindicarse como sujeto, no como objeto.
Es en esos años, cuando ya la vemos más liberal, autónoma, independiente, moderna, pero sin dejar de lado a la mujer amante del hogar.
En otros datos, el derecho a la educación, al voto, a igualarse con los hombres ante la ley, a poder utilizar métodos anticonceptivos, o elegir la maternidad en el momento en que se desea tener un hijo…
Se deja de ver a la mujer, como receptora pasiva de ayuda, y toma un rol de socia, protagónico no solo en su propio bienestar y desarrollo, sino también como un sujeto necesario para el desarrollo en sí mismo, sin el cual no sería posible.
Se inserta en la agenda mundial el tema de “Género y Desarrollo” jugando un papel activo como agente de paz.
Es decir, actúa y provoca cambios, y cuyos logros pueden juzgarse en función de sus propios valores y objetivos, independientemente que los evaluemos o no también en función de algunos criterios externos.
Todo ello, trajo consigo el término “feminismo” que es un conjunto heterogéneo de movimientos políticos, culturales, económicos y sociales, que tienen como objetivo, la liberación de las mujeres, y la reivindicación de sus derechos, así como cuestionar la dominación y la violencia de los varones sobre las mujeres, y la asignación de roles sociales según el género; pues la influencia del feminismo, ha conseguido cambios en diversos ámbitos de acción.
¿Cómo sería criar a un niño bajo la visión feminista?
“When you were born I told you life was very big and unknown.
There were animals and cities and music, you’d fall in love, have passions, have meaning, but now it’s 1979 and nothing means anything, and I know you less everyday”
20th Century Women es un drama del año 2016, escrito y dirigido por Mike Mills.
Protagonizado por Annette Bening, Elle Fanning, Greta Gerwig, Billy Crudup, John Billingsley, Matty Cardarople, Thea Gill, Lucas Jade Zumann, Waleed Zuaiter, Cameron Protzman, Randy Ryan, Finn Roberts, Kirk Bovill, Victoria Bruno, Curran Walters, entre otros.
La historia se basa en parte en la infancia del director Mike Mills; el cual se inspiró en su madre y hermana para crear a los personajes de Dorethea y Abbie, diciendo:
“Siento que fui criado por mi mama y mis hermanas, así que siempre me he sentido atraído a las mujeres de la escena del punk.
Siempre me he apoyado en ellas, para entender mi vida como hombre heterosexual.
Quise hacer una película sobre eso”
Mientras que el personaje de Jamie, refleja sus propias experiencias.
Mills escribió el personaje de Julie, por las experiencias de uno de sus amigos; y también describe la película como una “carta de amor” a las mujeres que lo criaron.
Aunque es autobiográfica, Mills también observa que es ficcional, explicando que:
“Con todo estos personajes, lo que me guía es la persona real.
Por supuesto, estoy filmando a gente real, y nunca se pueden mostrar todas sus dimensiones, pero eso es cercano a como era mi madre y mi entorno”
Rodada en el sur de California, durante 35 días, tuvo lugar principalmente en Los Ángeles, mientras que los exteriores fueron filmados en Santa Bárbara.
Nominada al Premio Oscar como mejor guión original, se centra en la familia de vida de un muchacho de 15 años:
Jamie Fields (Lucas Jade Zumann) y su madre divorciada de 55 años, Dorothea Fields (Annette Bening)
Ella intenta enseñar a su hijo adolescente sobre el amor y la libertad, junto con otras 2 mujeres que usará para que la ayuden en la crianza psicológica:
Julie Hamlin (Elle Fanning) es la provocativa vecina y amiga de Jamie; y la arrendadora de un cuarto, Abigail “Abbie” Porter (Greta Gerwig), una joven fotógrafa, sofisticada y artista de punk, de espíritu libre.
También lo hará el ayudante de la casa, William (Billy Crudup)
Todo ello en una época de rebelión y pleno cambio cultural, resulta ser una impresionante historia que te va metiendo poco a poco es sus vidas, reflejándose de alguna manera en la nuestra; es decir, 20th Century Women se vuelve una ventana hacia un mundo en el que puedes ver a tu propia madre, tu propia hermana, tu propio hermano, o cualquier otro pariente, e incluso a ti mismo.
Un relato poderoso sobre las diversas generaciones, de cómo ven el mundo, los cambios, las mismas relaciones y comportamientos humanos, entre otros detalles, enmarcado en una época de grandes cambios, como lo fue el año de 1979.
Así tenemos todos los puntos de vista:
Social, económico, político, ideológico… y llega a sacarte tanto sonrisas como reflexiones, por lo que un solo visionado no es suficiente para exprimir todo su mensaje.
“Seriously?
Look, wondering if you’re happy it’s a great shortcut to just being depressed”
Varias figuras de Hollywood, se vienen quejando en los últimos años de la falta de oportunidades a las actrices de mediana edad, ya que las grandes producciones, suelen centrarse en personajes masculinos, o en mujeres muy jóvenes.
Aunque no vaya a superar el marco independiente, el cineasta Mike Mills, pretende revertir esta visión machista con 20th Century Women, pues desde su propio título, reivindica con generalidad y genialidad el protagonismo femenino; entre las que en concreto pueblan su historia, una tragicomedia y alegato sobre la familia, el amor y la libertad en la California de finales de los 70.
Ambientada en Santa Bárbara, cuenta la historia de 3 mujeres, de diferentes épocas, que intentan educar a un chico de 15 años, para que se convierta en un “buen hombre”
Con ello nos acercan a las complicaciones emocionales que vienen unidas a la condición de ser mujer, vistas desde la perspectiva de Jamie.
Y es que a su madre le preocupa convertir a su hijo en lo que ella considera “un buen hombre”, en un momento en el que las estructuras y roles masculinos evolucionan rápidamente.
Por su parte, él es muy típico en general, un poco rebelde, algo lujurioso, y un poco sin sentido, propio de su edad.
Mientras Dorothea es una fumadora empedernida de 55 años, que usa sandalias Birkenstock, también es un poco rebelde, algo hippie, libre de espíritu, y algo dispersa.
Es su trabajo, un compañero le confiesa que muchos pensaban que era lesbiana...
Por su parte, Dorothea se consuela en los cigarrillos durante la mayoría de los momentos de estrés o por placer.
Cuando se le pregunta acerca de su adicción malsana, Dorothea dice que “cuando ella comenzó, fumar era simplemente elegante, no malo para uno”; y se nos dice que su fumado, finalmente contribuyó a su cáncer terminal.
De hecho, Julie es también una fumadora bastante frecuente, que inclusive enseña a Jamie, cómo hacerlo correctamente.
No hay duda de que Dorothea ama a Jamie; el problema es que ella es de mentalidad bohemia, y realmente no tiene ni idea de cómo educarlo, así como que también ella está sola emocionalmente y su hijo es varón, pues supongo que hubiera sido diferente, si el hijo fuera una niña...
Dicho esto, ella sinceramente quiere que Jamie se convierta en un “buen hombre”
Por tanto, ella recluta a las otras mujeres en su mundo, para ayudarla con ese deseo bien intencionado, y para ello cuenta con la visión de otras 2 mujeres, cada una de ellas de una generación diferente, y producto de su propia época, con ideas muy diferentes de lo que significa ser “un buen hombre”, y ser una mujer empoderada.
Porque para Dorothea, un hombre bueno es aquel que “está ahí” para una mujer.
La segunda mujer reclutada es Abbie, una fotógrafa de 24 años, con una noción más radical del feminismo, perteneciente a La Segunda Ola Feminista, y al movimiento punk, con cabello fucsia, es una sobreviviente del cáncer cervical, que naturalmente, también vive allí con ellos.
Abbie le da a Jamie literatura, libros para leer sobre sexualidad femenina y orgasmos; por tanto, es de esperar que él hable frecuentemente de esos temas, y de la anatomía femenina, y le crea problemas con sus semejantes cuando abandone la visión machista del sexo.
De hecho, en un momento, Dorothea encuentra una revista porno en la habitación de Jamie, vemos en una mirada, a una pareja desnuda teniendo relaciones sexuales, por lo que parece indicar que es un jovencito heterosexual.
¿Hubiera sido diferente, si tuviera inclinaciones homosexuales?
En cierto momento, Dorothea comienza a preguntarse, si toda la conversación sexual, es saludable para él; pero Abbie le asegura que si lo ve todo desde una perspectiva feminista, lo convertirá en un individuo integral.
Abbie, también inicia una conversación en la cena de una noche sobre la menstruación, lo que lleva a Jamie y a varios hombres presentes en algunos ejercicios verbales de “normalización de la menstruación”
Abbie, inclusive le da instrucciones a Jamie, sobre cómo lidiar con los tipos y su charla fanfarrona de sexo.
Ella también lo entrena con éxito, en seducir a una mujer de 25 años en un club local, que termina abrazándolo y besándolo...
Nos enteramos, de que la madre de Abbie tomó un medicamento llamado DES, durante su embarazo; y más tarde se identificó como la causa de su cáncer cervical.
Así como también, ella había tenía abortos, antes de engendrar a Abbie.
Luego está Julie, una niña de 17 años, con una actitud “tomboy” y de liberación sexual, que entra por la ventana del cuarto de Jamie, y habla con él sobre el sexo que está teniendo con otros chicos.
De hecho, ella duerme en la casa con suficiente frecuencia, como para ser considerada otra residente de la casa, también.
Julie es la persona más activa sexualmente de la película:
La vemos en “brassier” y calzones un par de veces; también la vemos tener relaciones sexuales con varios tipos diferentes, con áreas vitales cubiertas o fuera de pantalla.
Ella habla en términos vulgares sobre algunos de sus encuentros físicos, dejando claro que muchas de sus elecciones sexuales, son perpetradas como una especie de castigo desafiante, dirigido a sus padres divorciados.
La relación con Jamie es muy cercana, tanto que él, preocupado, le compra una prueba de embarazo después de uno de los encuentros desprotegidos de Julie, y la vemos sentada en el inodoro para usarla, obviamente solo se ven piernas desnudas expuestas.
Sorprendentemente, Julie se niega a tener sexo con Jamie… pues él se siente atraído.
Aunque el profesa su amor y deseo, ella deja claro que “los amigos no pueden tener relaciones sexuales y seguir siendo amigos”
Con esta mezcla de 2 mundos, el pequeño Jamie cuenta con una coalición de mujeres que consideran la masculinidad de la época, tóxica, y tratan de educarle en la multiculturalidad de los años 70.
Otro dato, es que todo el mundo que conocemos, termina bebiendo, incluyendo a Jamie, que se emborracha un poco con las cervezas que Abbie le ofrece en el club.
Tanto que Jamie y Julie, sobornan a un adolescente mayor, para que les compre algunos vinos en una tienda de licores.
Finalmente, tenemos a William, un cuarentón que siempre está renovando gradualmente el lugar que se desmorona, mientras aparentemente se oculta del mundo.
Cuando conocemos a William por primera vez, habla de su conexión casi espiritual con la suciedad, el suelo y La Madre Tierra.
Abbie y William, se conectan físicamente también:
Se besan y participan en un juego sexual en su ropa interior.
Oímos sonidos sexuales a través de una pared... y en un “flashback”, vemos a un número de mujeres con las que William ha estado, algunas casi desvestidas, o completamente desnudas.
William, también besa a Dorothea en un punto…
Ella lo detiene, sabiendo que está durmiendo con Abbie.
Él le dice:
“No es nada serio”
“Entonces, ¿por qué hacerlo?”, pregunta ella.
Con esas diferencias, todos viven, aprenden, hablan, luchan, ayudan, tienen relaciones sexuales con todos, o no las tienen, en un lugar y en una época llena de cambios sociales, culturales, políticos y musicales; que es el caldo de cultivo para la formación del joven Jamie.
Desde lo técnico, la dirección es muy buena, con el uso de una narrativa poco convencional en la presentación del “background” de los personajes, con algunas imágenes de archivo para reforzar, y unos novedosos solarizados para reafirmar el marco histórico.
En general, las películas del director, se relacionan más allá de la elección de su temática, pues suelen ser comedias dramáticas, que giran en torno a temas como el amor y la muerte.
Del reparto, todos los actores están soberbios:
Annette Bening nunca defrauda; Elle Fanning se pule como la gran actriz dramática que es; Greta Gerwig siempre es refrescante; Billy Crudup con un papel menor pero importante; y Lucas Jade Zumann, como la gran apuesta del Hollywood más prometedor.
Atención a la metáfora de la casa en construcción… que al final nunca la vemos terminada porque es el aprendizaje mismo, nunca dejamos de aprender.
En definitiva, 20th Century Women es un homenaje a la madre del director, y a otras figuras femeninas influyentes, que lo empujaron hacia la edad adulta en una Era de Feminismo floreciente, junto al atolondrado rock punk; aun así, está llena de reflexiones sobre la autorrealización, adolescentes rebeldes, la frustración de los padres, preguntas sin respuesta, y muchas conversaciones sobre la sexualidad femenina.
En muchos sentidos, 20th Century Women, capta con precisión el espíritu feminista de la época de finales de los años 70:
Idolatra la liberación sexual, y celebra el rechazo de las tradiciones culturales tradicionales como opciones valientes, iluminadas, progresistas... que no conducen al final, a que estos personajes encuentren la felicidad que están buscando.
El mensaje es trascendental:
Adaptarse o morir, y si morimos, que es inevitable, al menos hagamos algo bueno con el tiempo que tengamos, como por ejemplo:
¡Acerquémonos a las demás personas!
Por último, Roger Neill compuso la banda sonora que se adecúa muy bien a las imágenes.
“You get to see him out in the world as a person.
I never will”
Creo que avanzamos, y lo hacemos muy rápido como sociedad.
Hace tiempo, las mujeres tenían que pedir permiso a su marido para trabajar o abrir una cuenta corriente en un banco, y si eran solteras, no podían abandonar la casa sin el consentimiento paterno…
Parece que hace mil años de esto, pero en realidad fue así hasta 1981.
Y es que da vértigo pensar en cómo ha cambiado la sociedad, pero también da vértigo todo lo que queda por hacer.
Y hasta que no nos demos cuenta de todo lo que sucede a diario, continuamente, no estaremos de verdad en el camino para solucionarlo.
Por eso, no sólo hay que ser feminista, es decir, “creer en la igualdad de derechos”, sino pelear cada día porque la sociedad sea más justa; pues el objetivo es ser feminista de acción, y no sólo de ideas.
Es por ello que 20th Century Women, ha sido señalada por la crítica, como “el antídoto a la retórica misógina de las elecciones en EEUU”
El periodista de cine, Scott Feinberg, dijo que era “una refutación a la visión unidimensional que Donald Trump tiene de la mujer”, y es verdad.
Y no yéndose muy lejos, al otro lado de la frontera norte, en noviembre de 2015, El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, nombró un gabinete de Ministros con igual número de hombres y mujeres.
Cuando la prensa le preguntó, sobre los motivos de su decisión, respondió con un inteligente y concreto:
“Porque es 2015”
Meses después, en marzo de 2016, se anotó un gol mediático, al decir que “todos los hombres deben ser feministas”, y que no dejaría de decirlo, hasta el que el feminismo perdiera su novedad, es decir, que fuera asumido por todos, y se convirtiera en la norma.
No obstante, irónicamente su buena racha se afectó un poco por el rechazo que generó la queja de su esposa, Sophie Grégoire Trudeau, ante un medio franco-canadiense:
Ella señaló, que el tiempo no le alcanzaba para cumplir con las expectativas de su cargo, ni con sus labores humanitarias, pues con apenas un ayudante en la casa, debía dividirse entre atender a sus 3 hijos y a su esposo, y atender los requerimientos ya asignados.
Y ahí desató la ira de uno que otro furioso.
Miembros de la oposición, la criticaron al decir que la muy privilegiada esposa del Primer Ministro, estaba ignorando la realidad de la mayoría de las mujeres canadienses, que no cuentan con ayuda doméstica.
Otros, volvieron tendencia el hashtag irónico #PrayForSophie, lo que unos han hecho con Melania Trump y el respectivo #FreeMelania
Lo cierto es que Grégoire se animó a decir lo que muchas mujeres prefieren callar:
“No pueden tenerlo todo, y que conciliar familia y trabajo, es un reto en el que usualmente algo resulta sacrificado”
De hecho, el feminismo moderno va en contra del mito de las mujeres súper poderosas, esas que pueden hacerlo todo a la vez, porque ya está comprobado que es imposible.
En ese sentido, ella simplemente estaba siendo coherente con su popular y feminista esposo.
Así las cosas, los hombres se ganan con el feminismo, porque éste busca la igualdad, persigue dejar atrás responsabilidades atadas a los géneros y formas binarias y dictatoriales de ver el mundo, según las cuales, “los hombres son fuertes, y las mujeres débiles”
El feminismo, en última instancia, promueve la igualdad entre hombres y mujeres, y rechaza la opresión.
Está llamado a hacernos felices a hombres y a mujeres; por tanto, no permitas que el género defina quién eres, pues las personas no nacen, se hacen.
En ese sentido, los hombres feministas se plantean que el futuro de la sociedad, será fruto de una revolución no violenta, que ninguna revolución social triunfará sino es feminista; para la que se necesita la unión de hombres y mujeres que trabajen en la misma dirección.
Y eso pasa por un cuestionamiento personal que nos despoje de todas las adherencias machistas recibidas desde que nacemos.
El compromiso de cambio, comienza siendo personal, y luego se hace social.
Es por eso que 20th Century Women nos recuerda, que hay diferentes formas de entender la feminidad, y que es, en nuestras diferencias, donde encontramos la fuerza.
¿Quién eres?

“We are at a turning point in our history.
As you know, there is a growing disrespect for government.
It is a crisis of confidence.
We can see this crisis in the growing doubt about the meaning of our own lives and in the loss of a unity of purpose for our Nation.
We always believed that we were part of a great movement of humanity itself, involved in the search for freedom.
We’ve always had a faith that the days of our children would be better than our own.
But we’ve discovered that owning things and consuming things does not satisfy our longing for meaning”



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