Crime and Punishment

“The time of our story is any time, the place any place where human hearts respond to love and hate, pity and terror”

La obra, “Преступле́ние и наказа́ние” (Crime and Punishment), es una novela de carácter psicológico, escrita por el autor ruso, Fyodor Dostoevsky, uno de los principales escritores de La Rusia Zarista, cuya literatura explora la psicología humana en el complejo contexto político, social y espiritual de la sociedad rusa del siglo XIX; siendo considerado uno de los más grandes escritores de Occidente, y de la literatura universal.
Dostoevsky, tomó como materia prima de sus obras, las preocupaciones que tenía con respecto al futuro de la humanidad, y las injusticias sociales de su época.
La mayoría de sus novelas, se centra en la condición humana, y trata temas como la pobreza las penumbras fantásticas; las relaciones amorosas; o el amor, el egoísmo y la auto purificación por medio del sufrimiento.
El escritor, recurre al realismo psicológico, y abarca áreas de la psicología, la filosofía, y la ética.
Esta obra fue publicada por primera vez en la revista “Ру́сский ве́стник” (El Mensajero Ruso), en 1866, en 12 partes, y publicada después como novela.
Junto con “Война и мир” (Guerra y Paz - 1869) de Leo Tolstoy, se considera una de las más influyentes e internacionales de la literatura rusa.
Asimismo, los diálogos mantenidos entre el protagonista, Raskolnikov, y El Inspector de Policía, son considerados por algunos autores, una de las cimas de la literatura universal.
La novela está dividida en 6 partes más el epílogo.
Mucho se ha comentado de la noción de dualismo en la obra, sugiriéndose la existencia de cierto grado de simetría en ella; además, está escrita en tercera persona, a través de un narrador omnisciente.
La perspectiva principal es la de Rodion Raskolnikov, cambiando en ocasiones a otros personajes.
La historia narra la vida de Rodion Romanovich Raskolnikov, un estudiante en la capital de La Rusia Imperial, San Petersburgo.
Este joven, se ve obligado a suspender sus estudios, por la miseria en la cual se ve envuelto, a pesar de los esfuerzos realizados por su madre, Pulkeria, y su hermana Dunia, para enviarle dinero.
Necesitado de financiación para pagar sus gastos, había recurrido a una anciana prestamista, vil y egoísta, en cuya casa empeña algunos objetos de valor.
Su hermana, Dunia, con la intención de ayudarlo, acepta la propuesta de matrimonio de un rico abogado, hecho que hace enfadar a su hermano, cuando conoce que se ha aceptado la propuesta, sin haber sido consultado.
Pero aunque no quiera aceptar esta ayuda, Rodion tiene aires de grandeza, y en sus delirios, cree ser merecedor de un gran futuro, llegándose a comparar con Napoleón.
Así que tiene la idea de matar y robar a Aliona Ivanovna, la vieja usurera.
Esa idea le atormenta durante días, y crece en su interior como una semilla.
Trata constantemente de desafiar los límites de lo que puede, y no puede hacer, para darse cuenta de si es o no el hombre extraordinario que describe en su propia teoría, o un perdedor más, a lo largo de toda la novela, mide su propio miedo, tratando de razonar consigo mismo para superarlo.
Constantemente trata de racionalizar su irracionalidad y paranoia, como afirmaciones de trascendencia de su propia conciencia, y como rechazo a la razón y la racionalidad.
De los personajes principales, tenemos a:
Rodion Romanovich Raskolnikov, también llamado Rodia, o simplemente Raskolnikov, es el protagonista de la novela; la historia es contada principalmente desde su perspectiva; sumido en la pobreza, deja la universidad.
Vive en un pequeño y mísero piso, en los suburbios de San Petersburgo.
El título de la novela, se refiere más bien al crimen que comete Raskolnikov, y a su castigo interno y personal, un castigo psicológico, que nace de su lucha interna.
Comete el asesinato, creyendo que posee suficiente fuerza, tanto intelectual como individual para soportarlo; considera que es una especie de Napoleón, pero la paranoia y la culpa, pronto comienzan a devorarlo.
Sólo en el epílogo, su castigo es formal, cuando decide confesar el crimen, y acabar con su alienación.
Su nombre, que en ruso deriva de “escisión”, es una alusión a la separación de Raskolnikov de la sociedad rusa, impuesta por él mismo, así como su separación íntima de la personalidad y de las emociones.
Dostoevsky, de hecho emplea juegos de palabras en la novela, jugando especialmente con la polisemia.
En el texto original en ruso, el lector puede apreciar el doble sentido en los nombres de los personajes principales, que no pueden apreciarse en las traducciones, por ejemplo:
Rodion Romanovich Raskolnikov, o rodina Romanovyj raskololas, es “la patria de los Romanov que ha quebrado”; Piotr Petrovich Luzhin, o luzha, es “charco”; Dmitri Prokofich Razumijin, o razum, es “razón”, “inteligencia”; Aleksandr Grigorievich Zametov, o zametit, es “darse cuenta”; Semion Zajarovich Marmeladov, o marmelad, es “mermelada”; Arkadi Ivanovich Svidrigailov, o Svidrigailo, es “Príncipe lituano”, etc.
Sonia Semionovna Marmeladova, conocida por sus diminutivos Sofia o Sonechka; es una prostituta de 18 años, hija de Marmeladov, capaz de infinitos sacrificios.
Es vergonzosa, el personaje de Sonia, será probablemente el más castigado por las injusticias y la mala suerte, y sin embargo, es la que más entera y noble se mantiene.
Su personalidad es tan fuerte, que ni todos los peores sucesos la hacen variar en su línea de persona servicial y generosa.
Sigue pensando en mantener a su familia.
Este comportamiento, interpretan algunos lectores, quizás obedezca a cierto complejo de culpabilidad, por el cual se vea obligada a responder con actos de ayuda y comprensión.
Por otro lado, Dostoevsky emplea al personaje de Sonia, para mostrar que solamente la fe puede curar la depravación del hombre, que es donde se diferencia de otros existencialistas.
Aunque esta filosofía es particular de Dostoevsky, por el mencionado énfasis en El Cristianismo, y también en El Existencialismo, aunque si es o no existencialista sigue siendo debatido, temas similares pueden encontrase en escritores como Jean Paul Sartre, Albert Camus, Herman Hesse o Kafka.
La novela, realiza alusiones a La Biblia o a historias del Nuevo Testamento, entre ellas, la historia de Lázaro, cuya muerte y resurrección pueden verse como paralelas a la muerte y resurrección espiritual de Raskolnikov.
También, hace referencia al Libro de Las Revelaciones, en el sueño que Raskolnikov tiene una vez, ya encarcelado en Siberia, respecto de la desolación terrenal, y de ciertas plagas que afectan al hombre, y que lo trasforman violenta y desordenadamente en un ser nihilista.
Y en el final, el castigo de 8 años que debe cumplir por su crimen, es también el tiempo que debe pagar para poder estar finalmente con Sonia, en una clara alusión a la historia bíblica del israelita Jacob, y los 7 años que tuvo que trabajar para poder emparejarse con Raquel.
Otros personajes son:
Pulkeria Aleksandrovna Raskolnikova, es la sacrificada madre de Rodion.
Como todas las mujeres de esta obra, es humilde, paciente, y como madre, lo da toda para que sus hijos puedan ser felices.
Es viuda, y tiene 43 años.
Avdotia Romanovna Raskolnikova, también conocida por su diminutivo, Dunia, es la hermana de Raskolnikov, es una chica modesta, educada, sencilla, con principios; y al igual que Sonia, es capaz de sacrificarse por su familia.
Como el resto de los personajes femeninos, es capaz de infinitos sacrificios, y para eso existe; está dispuesta a inmolarse en un matrimonio absurdo.
Es una feminidad abnegada.
Está en la veintena, y físicamente muy parecida a Rodion, pero su rostro se caracteriza por tener el labio inferior más prominente, lo que le da un aspecto serio y seguro.
Dmitri Prokofich Razumijin, también llamado Dmitri, o Razumijin, antiguo compañero de universidad de Raskolnikov, se trata de una persona servicial, aplicada, competente, llena de buenas intenciones, y protectora.
A pesar de esto, es impulsivo e irritable.
Es un gran comunicador, posee un carácter despreocupado y servicial, lleno de fuerza y vigor; en conclusión, es una persona de carácter activo, feliz, servicial y satisfecho; fue quizás, el único amigo de Raskolnikov en toda la obra.
Al final, termina casándose con Dunia, hermana de Raskolnikov.
Piotr Petrovich Luzhin se muestra como un neocapitalista.
Se ve casi como el salvador de la familia de su novia, aunque se empiezan a adivinar sus aires de grandeza dictatorial, sus visiones de poderoso empresario.
Pretende casarse con la hermana de Raskolnikov, Dunia.
Aliona Ivanovna, es una mujer fea y vieja, explotadora, capaz de sacarle dinero hasta a su propia hermana.
Su comportamiento es parasitario, aprovechándose del más débil, en especial de estudiantes.
Es la usurera, la persona a la que asesinó Raskolnikov.
Arcadio Ivanovich Svidrigailov, quizás es el personaje antagonista de la obra.
Refleja una profunda maldad y pervertimiento moral.
Sin embargo, en un instante de la obra, cuando el amor de su vida, Dunia, le apunta con un arma, él parece intentar cambiar moralmente, con tal de que Dunia lo acepte a su lado.
Es un personaje complejo, como todos los de Dostoevsky, ya que en sólo un análisis superficial, se puede ver en él pura maldad.
Su pasado resulta ser sumamente oscuro, ya que se lo acusa de haber violado y asesinado a una niña, ciega y sorda; torturado y maltratado a un siervo hasta llevarlo al suicidio, y matado a su esposa envenenándola.
Sin embargo, al final de la obra, antes de cometer un espectacular suicidio, realiza obras de caridad con algunos niños desprotegidos, en una inquietante y subjetiva especie de redención personal.
En general, las novelas de Dostoevsky se caracterizan por una perspectiva social, política y moderna de la sociedad, que destapan el cinismo y el desprecio al progresismo en la sociedad, construyendo así, un movimiento “Dostoevskyano”
Asimismo, sus escritos presentan una profunda reflexión psicológica.
En las obras cinematográficas basadas en la novela, están:
“Prestuplenie i nakazanie” (1909) realizada durante El Imperio Ruso por de Vasili Goncharov, que se encuentra extraviada.
“Prestuplenie i nakazanie” (1913), también realizada en ese periodo, del Imperio Ruso, por de Ivan Petrovich Vronsky, con Pavel Orlenev e Ivan Petrovich Vronsky.
“Crime and Punishment” (1917) es la primera producción en EEUU, de Lawrence B. McGill, con Derwent Hall Caine, Marguerite Courtot y Cherrie Coleman,
“They know I'm in love with a murderer!
But a woman like me might still save a man's soul!”
Crime and Punishment es una película de suspense, del año 1935, dirigido por Josef von Sternberg.
Protagonizado por Peter Lorre, Edward Arnold, Marian Marsh, Elisabeth Risdon, Robert Allen, Mrs. Patrick Campbell, entre otros.
El guión es de Joseph Anthony y S.K. Lauren, basados en la novela homónima de Fyodor Dostoevsky; un relato criminal psicológico, que ahonda en el sentimiento de culpa que atormenta a un prometedor estudiante, tras cometer un crimen.
El relato presenta con claridad, celeridad y sencillez, la situación de cada uno de los personajes, exponiendo de esta forma, los motivos que empujan al protagonista a cometer el crimen, dando paso a una incesante batalla emocional e intelectual, que le permitan salir airoso de las posibles pruebas que puedan incriminarle.
Inteligente y magnético relato de suspense, donde hay espacio para el amor, la familia, el honor y el peso de la culpabilidad, introduciéndose en los pensamientos y sentimientos del personaje principal.
Traslada a la cinta, el ambiente angustioso y opresivo de la novela, y de La Rusia Zarista en la que la novela, no el film, enmarca la acción; por lo que la película se apoya en las bases que presenta la novela de Dostoevsky, ofreciendo un apasionante y magnético juego del gato y el ratón, en el que el protagonista deberá sortear con ingenio y astucia, cualquier prueba que pueda incriminarle, y hacerlo desde ambos lados de la ley, participando en la búsqueda del criminal, y anticipándose a los movimientos de la policía.
El génesis de la producción, lo tiene Peter Lorre, contratado por Columbia, sugirió al duro productor Harry Cohn, realizar una versión de la novela del mítico escritor ruso, en la que él haría el papel de Raskolnikov.
Cohn aceptó, a cambio de un intercambio con la MGM, para que Lorre interpretase una película.
Por tanto, Crime and Punishment, fue el resultado de un intercambio de cromos entre estudios; y encargaron la dirección al austriaco Josef von Sternberg, entonces famoso por sus técnicas visuales bien suntuosas, quien no estaba muy contento con la idea que Hollywood tenía de la novela del escritor ruso.
Sin embargo, el resultado final es una elegante versión, más simplificada, de esta novela psicológica de carácter detectivesco, con métodos que requieren más de paciencia y espera para solucionar la investigación, que de métodos detectivescos.
Así, Sternberg se muestra crítico con Columbia Pictures, porque no se le permitió introducir en el guión, los cambios y retoques que consideraba convenientes, y porque no pudo intervenir en la selección de actores y actrices.
No trabajó con la comodidad a la que estaba acostumbrado en Paramount, y el resultado no le satisfizo en la misma medida que el de producciones anteriores.
Las razones aducidas por Columbia, hacían referencia al ahorro de costes, al cumplimiento del presupuesto previsto, y a la forma habitual de trabajar de la casa, especializada en la producción de obras de serie B.
Así, von Sternberg estaba obligado contractualmente a hacer la película, y eso le disgustó, y más tarde escribió que “no estaba más relacionado con el verdadero texto de la novela, que la esquina de Sunset Boulevard y Gower, está relacionado con el medio ambiente ruso”
Crime and Punishment se rueda íntegramente, tanto escenas de interior y de exterior, en Columbia Pictures Studios, en Hollywood.
La acción dramática tiene lugar en un lugar indeterminado, aparentemente San Petersburgo, Rusia, en 1933 y 1934.
Dedicado a los estudios de criminología, Roderick Raskolnikov (Peter Lorre), vive pobremente y con apuros.
Escribe interesantes artículos de su especialidad, por los que no percibe ninguna retribución, mientras espera que le llegue una racha de buena suerte.
Vive solo, y se relaciona solamente con Dmitri (Robert Allen), un antiguo compañero de estudios en la Universidad, que se desenvuelve con más habilidad que él, y obtiene unos ingresos profesionales, relativamente holgados.
Su familia, se limita a su madre:
Pulkeria (Elizabeth Risdon), viuda de 43 años; y su hermana Antonya (Tala Birell), soltera, de 20 y tantos años.
Roderick conoce y siente interés por Sonya (Marian Marsh), de 18 años, castigada por la mala suerte, pero noble y sincera como pocas.
Él, de unos 25 años, es introvertido, solitario, aficionado a los estudios y a la lectura, agnóstico, inteligente, y con cierta tendencia a la bipolaridad:
Orgullo/humildad, racionalidad/irracionalidad… tanto que la situación lo lleva a cuestionarse, y al cometer un crimen, se ve en el apuro de probarse a sí mismo, y tratar de salir impune.
Crime and Punishment suma drama, drama psicológico, crimen, investigación policiaca y romance.
Explora el mundo interior del protagonista, sus tendencias megalómanas, pues admira a Napoleón y Beethoven; sus ideas sobre el superhombre de Nietzsche, su consideración de sí mismo como “un superhombre destinado a realizar grandes cosas”, con facultades para actuar al margen de la moral hecha para las personas inferiores, y con sus convicciones sobre la legitimidad que le corresponde para eliminar a individuos inconvenientes para la buena marcha de las personas y la sociedad.
Pese a sus convicciones y sentimientos de superioridad, el crimen se convierte para él, en una pesada carga que le rompe los nervios, le atormenta la conciencia, le aturde la mente, y le perjudica la salud.
Aunque la policía, en el personaje del Inspector Porfiry (Edward Arnold) no tiene pruebas contra él, su presencia de ánimo se desmorona, y su presunta superioridad, se demuestra carente de fundamento.
Crime and Punishment, posee una combinación tan equilibrada de racionalidad y emotividad, de fría agudeza, y de honda espiritualidad, de dominio intelectual, y de poder moral que, al final, se convierte en una majestuosa exultación de la grandeza humana.
“Waves spread out in all directions and touch shores you couldn't see before”
Uno de los grandes emisarios que la literatura ha traído al mundo para favorecer el entendimiento humano, se llama Fyodor Dostoevsky.
Habiendo conocido, por experiencia propia y desde su nacimiento, la miseria y la violencia intrafamiliar, apenas menguada por una madre amorosa, y habiendo padecido el martirio de la cárcel, el abismo al que conduce el juego, y otros tantos fosos en los que suele caer el hombre en sus desafueros, el autor de grandes obras como “Crime and Punishment”, consigue una combinación perfecta de entendimiento racional, y de poderosa emotividad, que llevan a sus novelas hasta las más altas cimas literarias.
Sus personajes, se mueven en un medio social que él recrea con conocimiento de causa, y de primera mano, y entre ellos, una pesadumbre y una gran fortaleza moral, luchan desesperadas para permitir que pueda entrar la luz.
El director, Josef von Sternberg, consigue una versión muy personal de la obra de Dostoevsky, equilibradamente contenida en su expresión dramática, y con brillantes actuaciones, entre las que Peter Lorre destaca por la fuerza de su caracterización.
Como Roderick Raskolnikov, es el brillante graduado que, exasperado con la inequidad de la sociedad que padece, decide ejercer lo que él considera es justicia.
Curiosamente, y al observar luego de cometido su crimen, el comportamiento y el sentir de algunas sencillas mujeres, consigue sacar a flote un valor que no poseía, y enterrando así sus miedos, se enfrenta con la mayor legitimidad de que puede hacer acopio, a un inspector que se la juega para poder apresarlo.
Sonia, una dulce y hermosa chica que, aferrada a su fe, decide ejercer la prostitución para salvar del hambre a sus hermanitos, se convierte en el mayor peso moral para la maltrecha conciencia de Raskolnikov, y también su madre y su buena hermana, asediada ésta por ampulosos hombres adinerados, que ansían casarse con ella, sin ofrecerle más atractivo que sucios billetes; hacen que el experto en criminalística, y admirado por un artículo publicado en el Current Review, sienta sacudirse hasta lo más hondo su propio ser.
El protagonista, más allá de su drama interior, y de sus ideas extravagantes, es una persona comprensiva y de buen corazón, como demuestra enfrentándose al proyecto de matrimonio de ominosa conveniencia de su hermana, su ayuda a los hermanos de Sonya, sus sentimientos compasivos por ella y sus condiciones de vida personales, familiares y laborales; su actitud coherente y honesta en relación con el pintor que se confiesa ante la policía, autor de un crimen que no ha cometido, etc.
Técnicamente, con elementos expresionistas, se puede percibir también un lado kafkiano del personaje criminal, pues tiene arranques de soberbia, a pesar de su humildad y confusión culpable.
Por otra parte, Dostoevsky ilustra, con fineza, el sentir moral de aquellos que tienen en sus manos el ejercicio de la justicia social.
“¿Usted mandaría a un hombre inocente a la horca?”, pregunta Raskolnikov al Inspector Porfiry.
“¿Por qué no?”, responde éste.
“Lo haría aunque sólo fuera para conservar mi prestigio”
Este es el ambiguo dilema que nos propone Crime and Punishment, y su realizador trata que acompañemos del oscuro camino que toma su protagonista hasta su honrosa redención.
Si hay algo elogiable, es que no trata de proporcionarnos un “thriller”, aunque tenga ciertos toques; pues su trama destila una carga dramática enorme, a la vez que original y poco vista en la pantalla, que nos presenta a una persona brillante, pero que a pesar de su enorme talento, las enormes dificultades que puede depararle la vida, puede obligarle a cometer los actos más impuros y horribles, y ese es el de quitarle la vida a otro ser humano.
Aquí, poco importa quién sea la víctima, sí era buena o mala persona, aquí lo que verdaderamente importa, es la intención que conlleva a realizar tan vil acto, y de sus fatales consecuencias para toda persona que, a pesar de sus oscuras y horribles acciones, aún posea algo de integridad o de moralidad.
Las malas acciones, pesan nuestra conciencia, y el dilema que nos cuestiona, es sí uno puede convivir con tan pesada carga.
¿Puede vivir uno de forma normal después de lo que ha hecho?
¿Realmente puede olvidar el pasado?
Es ahí donde destaca Crime and Punishment, su planteamiento no es únicamente inusual, sino que está llevado de forma sobresaliente, y a pesar de sus años, sigue siendo un film de referencia, que no ha perdido calidad ni mensaje con el paso del tiempo, ha sobrevivido bien, pues su mensaje es aún muy contemporáneo.
No solo nos plantea el sufrimiento del responsable del crimen, sino también de aquellas personas que le rodean, y que le quieren, como sus familiares y amigos, que ven como la persona se va marchitando, y caen finalmente en la cuenta, que todo se hizo por ellos, en una época injusta por la gran depresión.
Y lo más brillante de todo, es que el crimen es cometido por una persona culta, con estudios, y con un futuro prometedor, pero empañado por la época que le ha tocado vivir.
Lo bueno es que Josef von Sternberg, no se conforma con ello, y también se nos plantea la idea de un asesinato perfecto, a través del personaje del policía que investiga el crimen, y que es a la vez un admirador de la mentalidad del protagonista.
Esa curiosa relación, abre las puertas a un juego de culpas y de engaños, sobre los métodos más interesantes para desenmascarar a un criminal, y no por las pruebas del crimen, sino por su mentalidad y forma de actuar posteriormente.
Es un juego interesante, a la vez que un tanto macabro, de ahí su notoria morbosidad e irreprochable atractivo.
Crime and Punishment, quizás no sea una obra maestra, pero su temática y planteamientos, nunca han sido tocados desde la vertiente que utiliza Sternberg.
Lo que hace que estemos ante un film tan excepcional como único.
Donde lo brillante y lo bizarro, se mezclan asombrosamente, a modo de un brillante viaje de redención.
La fotografía de Lucien Ballard, en B/N, presenta juegos de luces, encuadres y movimientos de cámara propios de la estética expresionista.
Hace uso de decorados austeros, de factura intensamente expresionista, y de composiciones en las que las variaciones de la luz constituyen el elemento más relevante, como esos alumnos de la promoción, escaleras de la casa de la prestamista, calles de la ciudad...
Hay proyecciones de sombras, tránsitos de sombra a luz, reflejos de imágenes, como las aguas del puerto; y distorsiones visuales, como el engrandecimiento de la figura menuda de Lorre.
También ofrece una excelente visualidad:
La escena inicial del film, cuando Roderick es llamado por el rector para entregarle el premio de mejor estudiante, y sobresale de entre la fila de chicos, su rostro de entre las sombras, es perfecto, dando inicio a la obra, y dando a entender que la historia puede sucederle a cualquiera.
Y ese plano final, de un Raskolnikov casi iluminado, circular en comparación al inicio; tras abrir la puerta del despacho del Inspector Porfiry, quien siempre lo ha estado esperando, acompañado de la entrañable, humilde y espiritual Sonya, la mujer que ha insuflado una cierta ilusión en su atormentada existencia, y que en todo momento revela que su fe es su único apoyo para seguir viviendo, ya que procede de una familia pobre y desestructurada; siendo encuadrada la figura del protagonista, y proyectándose sobre su cuerpo, la imagen de una cruz tras La Pasión interior vivida, a modo de resurrección.
Atención a los diferentes encuadres, donde son sobrepuestas sombras de cruces en los personajes.
Un momento memorable, pero al mismo tiempo apasionante por su propia definición.
Crime and Punishment, también presenta varias características del Cine Negro en su relato, ya que las fronteras morales se disuelven, el héroe se humaniza, mostrando sus debilidades y temores, como así también se lo ve envuelto en una sociedad corrupta y violenta.
La iluminación, cumple un importantísimo papel, con una iluminación expresionista, que implementa los fuertes contrastes entre zonas claras y obscuras, técnica también conocida como “chiaroscuro”, construye un ambiente angustiante, sórdido, miserable, que oculta más de lo que muestra, que pinta con sombras.
A esta estética, lo acompaña la escenografía, la cual dista de parecer real, encontrando similitud con los decorados teatrales.
Si bien, el relato original se sitúa en Rusia, el film, desde lo visual, tiene mayor similitud con las calles de New York, atravesada por La Gran Depresión.
Respecto a la trama literaria, nos han hurtado varios personajes, sin ir más lejos, el asesinato central de la historia, son 2 y no 1.
Pero la película destaca por lo contenido de su planteamiento.
En ella se desarrollan, de un modo muy cinematográfico, 2 de los múltiples elementos de la novela:
Por un lado, la historia principal que desarrolla de modo brillante como una película de puro Cine Negro.
Por el otro, la culpabilidad y la conciencia como motores de los actos humanos, dibujados superficialmente, si la comparamos con la obra de Dostoevsky, le dan el justo calado para dejar de ser solamente un producto de entretenimiento.
Por supuesto, todo este desarrollo está apoyado sobre las siempre impresionantes capacidades interpretativas de Peter Lorre, que lo dotan de credibilidad.
Las interpretaciones de Lorre, en su debut en Hollywood; así como Marian Marsh, Edward Arnold y otros, son brillantes y convincentes.
Pero el mítico Peter Lorre, cuyo rostro apesadumbrado encaja, a la perfección, con el papel de un personaje atormentado por la culpa, se lleva todas las palmas, pues transmite la atormentada personalidad de su rol, domina la mirada, los gestos, un portento que traspasa la pantalla; destacando las secuencias compartidas y protagonizadas por Peter Lorre y Edward Arnold, donde se ofrece una excepcional batalla psicológica, con toques de humor e ingenio.
El relato, ofrece diversas lecturas de interés relacionadas con la posibilidad de la existencia del crimen perfecto, la idea de una especie superior, el peso del sentimiento de culpa en la conciencia, y la redención.
En definitiva, una adaptación fiel y resumida, de menos de 90 minutos, de la obra de Dostoevsky.
La banda sonora de Louis Silver y R.H. Basset, aporta una partitura dramática, puesta al servicio de la acción.
“I wonder how many poor devils have found an answer to their questions down there.
If only the dead could ever come back”
Fyodor Dostoevsky, es considerado uno de los precursores del existencialismo, y probablemente el mayor representante de la literatura existencialista.
Novelas como “Crime and Punishment”, tienen un carácter existencialista en su temática, que enfatizan el libre albedrío del hombre como esencia, particularmente expresado por el renacimiento espiritual, a través del sufrimiento, la idea del suicidio, el orgullo herido, la destrucción de los valores familiares, y el falaz determinismo que el racionalismo occidental impone al hombre, subyugando su voluntad a las leyes de la naturaleza.
Otra idea que Dostoevsky manejó, es que la idea de la naturaleza humana que surge, es imprevisible, perversa y autodestructiva; sólo el amor cristiano puede salvar a la humanidad de sí misma, pero ese amor no puede ser entendido desde la sensibilidad filosófica.

“I forgot that there was still some kindness in the world.
Thank you”



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