Romolo e Remo

“Il conflitto leggendario dei mortali più imponente d'umanità!”

El cine ha tributado a la historia de Roma, el curioso homenaje de glosar buena parte de su inmenso anecdotario.
El cine ha contado mil leyendas romanas de Eneas a Constantino, ha reflexionado en clave romana sobre la ética y el poder, ha instruido y adoctrinado al público, ha impresionado y hecho reír, muchas veces voluntariamente.
Claro es que el filólogo clásico, no aprenderá nada sobre Roma o Grecia en el cine, pero sí puede llegar a introducirse en un saber popular.
Es bien conocido el sentido pragmático de la vida de un pueblo que construyó el primer gran imperio occidental que sigue inspirando ríos de tinta.
La fundación de Roma, es referida por varias leyendas, las cuales fueron unificadas principalmente por la “Eneida” de Virgilio, reuniendo en una historia coherente, distintas versiones de algunos ritos de iniciación de aquel tiempo.
Los romanos tenían una rica panoplia de leyendas sobre la fundación y primera expansión de su propia ciudad.
La leyenda sobre la fundación romana, tiende a relacionar al naciente pueblo con las entidades más eminentes de su época, para poder “demostrar” que su gran éxito depende también de su origen especial, o para completar su reputación con referencias de primera clase.
Sin embargo, esta historia es una historia completa, y la tradición romana entera está basada en ella.
Además de estas tradiciones de origen mayoritariamente local, a este surtido se añadió material procedente de las leyendas heroicas griegas, en una época temprana, por ejemplo Rómulo y Remo.
Según la tradición romana, los hermanos gemelos, Rómulo (771-717 a.C.) y Remo (771-753 a.C.), fueron los encargados de fundar Roma.
Finalmente sería solo Rómulo quien la fundaría, convirtiéndose en su primer rey.
Parte sustancial de la investigación, sigue siendo escéptica frente a esta tradición, fijando el origen de la ciudad, a finales del siglo VII a.C.
Las posibles bases históricas para la narración mitológica en su conjunto, permanecen confusas y debatibles.
Las principales fuentes usadas, son los historiadores antiguos:
Los griegos Mestrio Plutarco (c.46/50-c.120), Dionisio de Halicarnaso (c.60-7 a.C.), y Estrabón (c.64/63 a.C.-c.19/24 d.C.); y los romanos:
Tito Livio (59-17 a.C.), Flavio Eutropio (siglo IV), Lucio Aneo Floro (c.70/75-c.145), Marco Terencio Varrón (116-27 a.C.), y Ambrosio Teodosio Macrobio (c.390-c.430)
Estos son complementados por la opinión de varios expertos contemporáneos y sus investigaciones.
Cuenta la leyenda antiquísima de los helenos, que Eneas, Príncipe de Dardania, escapó de la destrucción de Troya, cargando a su padre, Anquises, sobre sus hombros; y a su hijo Ascanio, aunque perdió en la fuga a su esposa, Creúsa, hija del Rey Príamo.
Esto sucedió en torno a 1184 a.C., según el erudito antiguo, Eratóstenes (276-194 a.C.), tras 10 años de conflicto.
Y 3 décadas después de periplos, Ascanio fundó la urbe de Alba Longa, de la que fue su primer Rey.
Fue 4 siglos después, que vendría el tiempo del Rey Numitor; que fue destituido por su hermano Amulio, que acabó con todos los hijos varones de éste, y convirtió a su única hija, Rea Silvia, en una virgen vestal, para que así, al tener un voto de castidad, no tuviera descendientes, pero el dios de la guerra, Marte, se enamoró de la bella muchacha, y la sedujo.
De su unión se engendraron los gemelos, Rómulo y Remo.
Varrón, llegó incluso a calcular las fechas exactas de cuándo fueron concebidos:
24 de junio de 772 a.C.; y de su nacimiento, 24 de marzo de 771 a.C.
Amulio, temeroso de tener en el futuro 2 posibles rivales, ordenó su asesinato, pero el hombre encargado del infanticidio, no pudo, y los abandonó a su suerte en el río Tíber.
La corriente llevó la cesta donde estaban a un pantano llamado Velabrum, en un lugar entre las colinas Palatino y Capitolio, llamado Cermalus.
Ahí fueron cuidados y alimentados por una loba llamada Luperca, y un pájaro carpintero, los animales sagrados de Marte.
Poco después, los encontró el pastor Fáustulo, que era porquerizo de Amulio, y decidió criar en secreto a los niños con su esposa, Acca Larentia.
Sólo una vez que crecieron, se les reveló su verdadera identidad, y éstos decidieron tomar justicia.
Mataron a Amulio, y liberaron de su encierro a su abuelo, que fue repuesto en su trono.
Rómulo y Remo, partieron de Alba Longa, pues querían gobernar, pero no derrocar a su abuelo; y se propusieron edificar una nueva ciudad en el mismo lugar en el que fueron encontrados por la loba.
Decidieron que uno construiría el pueblo, mientras que el otro ayudaría.
Así que empezaron a preguntar a los dioses, para informarse de quién iría a dirigirla.
Rómulo quería llamarla “Roma”, y edificarla en el Palatino; mientras que Remo deseaba llamarla “Remora”, y fundarla sobre el Aventino.
Este conflicto pudo cimentar que Rómulo matase a su hermano Remo, y fundar su nueva ciudad, Roma.
Rómulo fue a la cima del monte Palatino, y tiró su lanza en el monte para encontrar el lugar.
La lanza se convirtió en el Corniolus, el árbol sagrado de Roma.
Así, Rómulo se fue a la cima del monte Palatino; Remo a la cima del Aventino.
Además, la ley de la primogenitura, no podía aplicarse en este caso, por lo que los nuevos habitantes debían elegir al Rey de otra manera.
Se decidió que el que viera más buitres ganaría el mando.
Remo vio seis, pero Rómulo el doble, y triunfó.
Para la fundación, siguieron los ritos tradicionales de su época para fundar ciudades.
Con la ayuda de una vaca y un toro blanco, Rómulo usó un arado para trazar la cerca de la ciudad.
Pero Remo saltó sobre el surco, violando la muralla, lo cual era una especie de sacrilegio, que fue la primera pena capital del homo sacer, que era el castigo por pasar, pues la muralla se trazaba desde el primer momento para ser inviolable.
Previo a que Rómulo había trazado los límites de la ciudad, y ordenado que nadie los traspasara durante las ceremonias, pero Remo le desafió, y los traspasó, por lo que tuvieron una discusión que rápidamente degeneró en pelea, siendo éste herido, y muriendo poco después a causa de las heridas.
De acuerdo con la tradición, Rómulo lo mató a espada, para que los dioses no permitieran que en el futuro, la muralla fuese violada de nuevo.
Rómulo enterró a su hermano en el lugar donde quería fundar Remora; y se convirtió en el primer Rey romano, reinando hasta que desapareció durante una tormenta, llevado por su padre Marte.
Roma fue fundada oficialmente entonces, el 21 de abril de 753 a.C.
El nombre del pueblo, se considera generalmente que se refiere a Rómulo, pero hay otras hipótesis…
Los elementos de la leyenda sobre los orígenes de Roma, son complejos:
Con un culto totémico del lobo, propio de las civilizaciones pastoriles; presencia de temas mitológicos greco-etruscos, como la cierva de Télefo, loba de Bolonia; dualidad étnica, entre latinos y sabinos; o política entre patricios y plebeyos, a través de 2 etimologías:
Una griega, Rhomos; y otra latina, Rómulus; para el epónimo fundador de la ciudad, ambientado todo ello, en una escenografía local:
La gruta del monte Palatino/Lupercal, higuera sagrada Ruminal.
Mientras que el cuerpo principal de la leyenda, ha permanecido más o menos el mismo desde su creación, algunos detalles han cambiado, principalmente para juntar las versiones ligeramente divergentes, y corregir varios puntos en cuanto a tiempo y geografía.
También, las antiguas leyendas locales, poco a poco fueron elaboradas para alcanzar armonía con la historia principal.
El efecto de estas intervenciones sobre la leyenda, son considerablemente evidentes.
“Romulus è vigliacco.
Bruciarlo vivo e lui non avrebbe parlato”
Romolo e Remo es una película italiana de aventuras, del año 1961, dirigida por Sergio Corbucci.
Protagonizada por Steve Reeves, Gordon Scott, Virna Lisi, Ornella Vanoni, Jacques Sernas, Massimo Girotti, Franco Volpi, Andrea Bosic, entre otros.
El guión es de Sergio Corbucci y Adriano Bolzoni, sobre la historia de Rómulo y Remo, los supuestos fundadores y hermanos gemelos de la leyenda romana que estableció “La Ciudad Eterna” en el folklore, Roma.
Destacar que Sergio Leone participó en el guión de ésta película, escribiendo los diálogos.
En Estados Unidos, la mayoría de las películas de espadas y sandalias o películas mitológicas producidas por Italia, fueron reservadas por los expositores, a sus teatros de serie B, generalmente como parte de una doble función; pero con el equipo de Steve Reeves y Gordon Scott, Paramount fue capaz de conseguir este reservado en muchos teatros de clase A.
Para su lanzamiento de los EEUU, Paramount cambió el título a un sonido más dinámico “Duel Of The Titans”; también, había la preocupación de que la mayoría de los estadounidenses no sabían quiénes eran Rómulo y Remo; y al menos, para asegurar que el público estadounidense supiera quiénes eran las 2 estrellas, el material promocional publicado por Paramount, los catalogó como:
“Steve “Hércules” Reeves y Gordon “Tarzan” Scott”, con doblaje al inglés, pues el original está en italiano.
Así, Romolo e Remo narra el origen criminal de la ciudad de Roma, “la urbe que no necesitaba apellidos”
Romolo (Steve Reeves) y Remo (Gordon Scott), que desconocen su origen, son pastores, y viven en las tierras de Amulio (Franco Volpi), Rey de Alba Longa.
Romolo es el noble y estoico, destinado a ser el primer Rey de Roma; mientras Remo es salvaje, errático, envidioso, propenso a la violencia, desconfiado de cualquiera que no siga ciegamente su liderazgo, y en última instancia, defectuoso lo suficiente, como para llegar a ser el hijo de un dios romano.
Cuando el pastor que los ha criado, está a punto de morir, les confiesa que su nacimiento está envuelto en el misterio…
Entonces el ánimo de Remo se inflama de ambición y soberbia.
Al frente de un grupo de hombres belicosos, los gemelos asaltan e incendian Alba Longa, y Romolo rapta a Julia (Virna Lisi), la hija de Amulio, Rey de los sabinos, cayendo en el amor, entonces su padre, Tazio, Rey de Sabinos (Massimo Girotti) los persigue.
Romolo y Remo llegan al valle de las colinas del Palatino, que se convertirá en el campo de batalla para hermanos rivales, enfrentándose entre sí.
A medida que la película se desarrolla, Romolo se convierte más en un héroe, y Remo más en un villano, como parte de un carrera por llegar al lugar indicado para fundar la ciudad, y escapar de la tropa de soldados romanos que están tratando de recuperar a la hija del Rey.
Llegado al sitio, Romolo hará un surco, como señal de la fundación romaní; y al final, habrá un gran duelo entre hermanos, muriendo Remo, dejando a su hermano con lágrimas, y proclamando la fundación de “La Ciudad Eterna”, Roma.
Así, Romolo se convirtió en Rey, uniendo las diversas laderas; siendo sucedido por Numa Pompilio (Enzo Cerusico)
El director Sergio Corbucci, puebla el núcleo primitivo de la urbe de hombres musculosos y mujeres guapísimas, en un género que combina la idealización de una Roma pagana, llena de vicios, con el sexo y la corporeidad de sus protagonistas, concepto que expresa una idea múltiple, plural, compleja y diversa del hombre.
Sigue la tradición de ver orgías y desviaciones en unos paganos, religiosamente eclécticos, que adoraban a multitud de dioses, frente a la visión monoteísta de los cristianos.
Pero el resto de lo narrado, es pura imaginación cinematográfica.
Sin embargo, Romolo e Remo no es una fantasía de músculo, con hazañas sobrehumanas de fuerza, sino una seria recapitulación del mito fundacional de Roma; con varios elementos de la historia de Rómulo y Remo, que son libre pero inteligentemente reinterpretados, así como el detalle de los decorados y los trajes, tienen un aspecto convincente de La Edad de Hierro, y los personajes más grandes que la vida de los legendarios gemelos, son fuertemente retratados por unos guapérrimos Gordon Scott y Steve Reeves.
“Prendete questo ladro di cavalli e lo tagliato a pezzi!”
Uno tiene que preguntarse:
¿Qué poseían a los italianos, hacer todas estas épicas de arena y sandalia, en los primeros años de los 60?
Supongo que fue en homenaje a todos los filmes de Hollywood de arena y sandalia épicos, que sirvieron como el esfuerzo de EEUU para mantener a las masas bajo la influencia de sus televisores de nueva generación en la década de 1950.
Y es que desde los años 60, hasta los años 80, los productores de películas italianas, ganaron dinero con filmes de terror, comedias, spaghetti western, giallo, “poliziotteschi”, y otros géneros.
Pero había otro subgénero único antes:
Arena y Sandalias.
Muchos de los más conocidos directores, como Mario Bava, Sergio Leone, Enzo Barboni, Duccio Tessari y muchos más, trabajaron y aprendieron en este subgénero.
En particular, Sergio Corbucci era uno de ellos, que más tarde se convertiría en famoso, por dirigir spaghetti westerns.
Romolo e Remo fue uno de sus primeros trabajos como director, y lo hizo muy bien.
La gente fue al cine, principalmente para ver el choque de 2 héroes de acción de la época:
Steve Reeves contra Gordon Scott, es decir, Hércules v. Tarzan.
Con un equipo técnico consolidado y un agradable guión de 2 maestros del spaghetti western como Sergio Leone y Duccio Tessari; y la fotografía colorida de Enzo Barboni, hicieron de Romolo e Remo una buena adaptación cinematográfica de la legendaria historia de los fundadores romaníes, que se unieron a los 2 grandes héroes de Péplum.
La acción inicia con 2 bebés en el interior de un canasto, cuando son depositados en un río por su madre, que parece estar huyendo de alguien...
La corriente se los lleva a tiempo, antes de que los perseguidores alcancen a la mujer.
El canasto con los niños, navega a la deriva por el río, hasta llegar a una orilla, donde una loba recoge a los pequeños.
Ésta se hace cargo de ellos, como si fueran cachorros suyos...
Pero un día, un pastor mata a la loba, y encuentra a los 2 hermanos, llevándoselos con él, y criándolos como sus hijos.
Los niños crecerán, hasta convertirse en los legendarios Romolo y Remo.
Ellos viven como pastores en la comarca itálica de Alba Longa, regida por el despótico Rey Amulio.
Las arbitrariedades de ese monarca, se hacen cada vez más insoportables para el pueblo humilde; por lo que los 2 hermanos comienzan a gestar una rebelión para deponer al tirano.
Mientras en Alba Longa se celebran por aquellos días, las fiestas en honor del dios Pan; a esos eventos ha sido invitada Julia, la hija del Rey de Los Sabinos, quien está por casarse con Curzio, el designado sucesor de Amulio; Romolo y Remo acuden a presenciar los festejos.
El apuesto Romolo se fija de inmediato en la bella Julia, y decide que la hermosa Princesa, deberá ser suya...
Los hermanos planean robar los caballos del tirano Amulio durante unas carreras que están por tener lugar en el marco de las festividades del dios Pan; Romolo participa en esas carreras para distraer a los soldados, mientras que Remo y los demás, se hacen con los equinos.
En medio del caos que estalla después, Romolo toma a Julia, y se la lleva consigo.
La Princesa sabina, hace como que se resiste, pero en realidad también ella se siente atraída por el forzudo pastor.
Sin embargo, a Remo no le parece bien que su hermano haya raptado a La Princesa, pues eso puede poner contra ellos, también al vecino reino de los sabinos.
Curzio y sus hombres, buscan a Julia, y localizan la choza donde la joven se encuentra junto a Romolo.
Éste es reducido por los soldados, y Curzio se dispone a ensartarlo con su espada, pero Julia le ruega que la vida le sea perdonada, y que sea El Rey Amulio quien decida su suerte.
Así, Romolo es llevado preso a Alba Longa, donde será torturado en una mazmorra; mientras Amulio tratará sin éxito de hacerle hablar, para que revele el paradero de sus caballos, y el lugar donde se ocultan sus cómplices.
La vestal Rea Silvia, la madre de los gemelos, observa a través de una ventana, cómo martirizan al fornido joven.
Amargas lágrimas brotan de sus ojos; pues ella ha reconocido a Romolo como uno de sus hijos, uno de los 2 bebés que depositó hace años en el río.
Al estar Rea Silvia consagrada como sacerdotisa a la diosa Vesta, le estaba vetado conocer varón, y tener descendencia; pero el padre de Romolo y Remo, aquel que engendró en el vientre de la vestal la simiente de la vida, no era un mortal, sino un dios.
En su juventud, Rea Silvia fue pretendida por el tirano Amulio, pero ella prefirió consagrarse a Vesta, para evitar casarse con él.
Durante la huida con los caballos robados, el pastor que recogió a los hermanos de la madriguera de los lobos, y al que Romolo y Remo consideran su padre, es herido por una flecha envenenada.
Agonizante, el hombre expone a Remo la verdad, haciéndole saber antes de expirar, que él no es su auténtico progenitor.
En ausencia de su hermano, el iracundo Remo toma la determinación de convertirse en el líder de la tribu; pues considera su derecho indiscutible comandar la rebelión contra el despótico régimen de Amulio.
Es el suyo, un auténtico espíritu de caudillo guerrero.
Remo y los suyos, se disponen a liberar a Romolo, y parten rumbo a Alba Longa.
Allí va a tener lugar la ejecución pública del reo, para conmoción y congoja de su madre Rea Silvia, y La Princesa Julia.
El malherido Romolo, es dejado en la arena junto a un hambriento oso, para regocijo del público ansioso de presenciar un sangriento espectáculo.
Pero ante la estupefacción de todos, Romolo vence a la bestia; por lo que Rea Silvia aprovecha para interceder por la vida de su hijo, pero en un ataque de furia, el tirano Amulio la apuñala sin contemplaciones.
En ese momento hacen su aparición Remo y los demás, que liquidan al déspota, e inician una feroz batalla contra sus tropas.
Alba Longa arde... y Julia decide por voluntad propia, irse con Romolo, pues no ama a Curzio, El General con el que su padre la había prometido.
Mientras Rea Silvia, que ha sido herida por el tirano, muere en brazos de sus 2 hijos, no sin antes explicarles que descienden del troyano Eneas, y que son de linaje divino; la vestal les revela la profecía según la cual, ellos están destinados a fundar “entre siete colinas”, y “más allá de La Montaña de Fuego” una gran ciudad que extenderá sus dominios por el orbe, una ciudad eterna…
Tras enterarse de la defenestración de Amulio, y el “secuestro” de su hija, El Rey sabino comienza a perseguir encarnizadamente a los rebeldes, asesorado por Curzio.
Al mismo tiempo, comienza una rivalidad fratricida entre Romolo y Remo, que podría tornarse contraproducente para la causa común de establecer un reino de justicia en la península itálica.
El impulsivo y vehemente Remo, quiere ser a toda costa el único líder de la tribu.
Pero los auspicios de los dioses, han decidido que el jefe sea Romolo, de carácter más tranquilo y pacífico.
Para evitar nuevas peleas y confrontaciones, la tribu decide separarse en 2 bandos, comprometidos a apoyarse y colaborar mutuamente; cada uno de esos grupos, será dirigido por uno de los 2 hermanos.
Entretanto, El Rey sabino, padre de Julia, acompañado por Curzio, el designado sucesor de Amulio, ambos a la cabeza de un vasto ejército, va pisándoles los talones a los rebeldes liderados por Romolo y Remo…
Llegado el momento, los destinos de los hermanos se encontraran para edificar la causa común, sin embargo, Remo morirá a manos de Romolo, al violar la ley de la cuidad recién fundada.
Esta es una mito-ópera agradable, con luchas, amor y odio, torturas, e incluyendo escenas de batalla meticulosamente orquestadas, que nos transportan a un escenario espectacular.
Del reparto Steve Reeves y Gordon Scott están perfectos como los héroes míticos que encuentran situaciones muy arriesgadas, mientras tratan de encontrar un lugar para fundar una ciudad.
Los productores, originalmente querían que Steve Reeves interpretara a Romolo y Remo, pero éste se negó a hacer papeles dobles, y recomendó al ex Tarzan, Gordon Scott, que sería esta su primera interpretación en el Péplum, tras abandonar el taparrabos de Tarzan.
Como dato, Reeves y Scott, que interpretan a los hermanos gemelos, no comparten el mismo cumpleaños, pero sí nacieron el mismo año, 1926.
Ambos actores, estaban en la cima de su considerable carisma cinematográfico; y junto a ellos hay 2 mujeres atractivas:
Virna Lisi como la Princesa rubia de la tribu Sabina; y Laura Solari como Tarpeia, una guerrera del Amazonas.
Y como antagonista principal, Jacques Sernas como el intransigente Curzio, todos ellos aportan una amplitud a la producción, que hace que muchos otros ejemplos del género, parezcan ridículos en comparación.
Por su parte, Steve Reeves consiguió un gran éxito en el Péplum, protagonizando varias películas, pero nadie lo coronó en popularidad.
Gordon Scott fue el segundo mayor héroe, que hizo también varias películas; pero ambos fueron condenados al ostracismo por Hollywood, tanto que residieron durante años en Italia, participando habitualmente en la industria cinematográfica del país transalpino.
Con Romolo e Remo, está el Péplum de un hombre que piensa, evitando los combates de gladiadores tradicionales, y las exhibiciones de fuerza física, para una historia estrechamente tejida con un tono convincentemente realista.
Si bien son leyendas históricas, mantiene un tono serio en todas sus partes, y se puede decir con Romolo e Remo, que los cineastas italianos fueron dotados con un sentido del orgullo, en contar su propia prehistoria; incluso con todo el aceite en el pecho, hay un tono de dignidad en la película, que es atípico en el género de Péplum.
Si podemos achacarle algo, sería en lo que respecta a la bárbara carrera de caballos a través del fuego, que los productores consideraron conveniente incluir.
No parece que sea muy seguro ni el hombre ni para las bestias, y sólo puedo imaginar que algunos caballos tuvieron que ser sacrificados posteriormente, pues aquí, evidentemente no hay CGI; además que en la historia hay algunos defectos, no son tan terribles como en otros filmes del género, con el cartón/piedra, por ejemplo.
La acción y las peleas, están bien rodadas; y sin mucha sangre.
Por increíble que parezca, durante el visionado, se intuye la sensación de ver un spaghetti western con un montón de equitación y espadas, en lugar de armas; donde la mayoría de las escenas, son típicamente para este género:
Una pelea en un escenario de gladiadores, una escena pagana, una escena de tortura, y muchos más.
Romolo e Remo, es en definitiva, un buen ejemplo entretenido con una banda sonora robusta de Piero Piccioni, que es bastante épica en la naturaleza.
“Mi chiamo Romolo.
Qual è il tuo?”
A finales de los 60, el resto de leyendas del cine italiano de la época, eran copias de sus propias películas.
Si nada más, estos trabajos no presupuestados, sin cerebro, mantuvieron a gente como Reeves y Scott, trabajando más tiempo de lo que podrían tener.
Scott incluso pasó a protagonizar un par de spaghetti western previo a la llegada de Clint Eastwood…
Fue hasta mediados de los años 60, que los filmes de este género dejaron de producirse en Italia; pues el público quería ver algo nuevo.
Así, Gordon Scott y Steve Reeves, desaparecieron de la pantalla.
Los “musclemen” ya no eran populares... hasta que en los años 80, un nuevo “muscleman” conquistó Hollywood:
Arnold Schwarzenegger.
Pero esa es otra historia.

"Il sacro fuoco sta bruciando basso"



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