The Corporation

“150 years ago, the business corporation was a relatively insignificant institution.
Today, it is all-pervasive.
Like the Church, the Monarchy and the Communist Party in other times and places, the corporation is today's dominant institution”

En esta Era de Privatizaciones, Globalizaciones y del Reino del Mercado Libre, la corporación es la institución más significativa.
Una corporación, es una compañía o un grupo de personas autorizadas para operar como una sola entidad, persona jurídica, y reconocida como tal ante la ley.
Existen muchos tipos de corporaciones, pero usualmente se dividen en 2 tipos dependiendo si pueden o no expedir acciones, o si son con fines de lucro o no.
La XIV Enmienda de La Constitución estadounidense, modelo junto a La Revolución Francesa de las libertades institucionalizadas de las democracias modernas, garantiza el derecho de las empresas, a ser tratadas como personas.
Las sociedades mercantiles o empresas, denominadas erróneamente como “corporaciones” en la versión es español, se crearon durante el siglo XIX, como forma de propiedad de una actividad económica.
Gracias a esta fórmula, un grupo de personas podían organizarse para obtener beneficios a través de instituciones jurídicamente independientes de quienes las controlan, y de quienes trabajan en ellas.
Este sencillo tecnicismo, encierra una de las innovaciones legales que más radicalmente han transformado no sólo la economía humana, sino también las relaciones sociales y nuestro sistema de valores.
La clave para comprender las repercusiones de esta innovación, es el concepto de responsabilidad limitada, en virtud del cual, los propietarios de las empresas son capaces de eludir las responsabilidades de su actividades económicas, al quedar ésta limitada a la empresa y, en el mejor de los casos, a sus administradores.
Esta característica, permite a las empresas, generar riqueza para sus propietarios de forma mucho más eficaz, ya que cualquier cosa que se haga mal, será responsabilidad de la empresa, que es un ente incorpóreo e inmortal, accionado por personas reemplazables.
A pesar de no ser seres humanos, frente a la ley son personas jurídicas, y tienen muchos de los mismos derechos y responsabilidades que las personas físicas.
Las corporaciones pueden denunciar violación de derechos humanos ante personas físicas o el estado, y también pueden ser responsables de estos delitos.
Las corporaciones, se pueden disolver por operación legal, orden de la corte, o por acción voluntaria de los accionistas.
La insolvencia, puede resultar en un fracaso corporativo, cuando los acreedores fuerzan la liquidación y disolución de una corporación por orden de la corte.
Las corporaciones pueden incluso ser condenadas por ofensas criminales como fraude o maltrato.
Sin embargo, las corporaciones no se consideran entidades vivas, como lo son las personas físicas.
Y ahí, en cuestiones legales, está el punto de cuidado.
“Again and again we have the problem that whether you obey the law or not is a matter of whether it's cost effective.
If the chance of getting caught and the penalties are less than it costs to comply, people think of it as just a business decision”
The Corporation es un documental del año 2003, dirigido por Mark Achbar, Jennifer Abbott & Joel Bakan.
Protagonizado por Noam Chomsky, Naomi Klein, Milton Friedman, Howard Zinn, Vandana Shiva, Michael Moore, Jane Akre, Ray Anderson, Maude Barlow, Chris Barrett, Carlton Brown, Smedley Darlington Butler, Víctor Hugo Daza, Peter Drucker, Samuel Epstein, Kathie Lee Gifford, Susan E. Linn, Luke McCabe, Mikela J. Mikael, Robert Monks, Jonathan Ressler, Franklin Delano Roosevelt, Steve Wilson, entre otros.
El guión es de Joel Bakan, Harold Crooks y Mark Achbar; basados en el libro “The Corporation: The Pathological Pursuit of Profit and Power” (2004) de Joel Bakan; y examina sin cortapisas, la cínica búsqueda de ganancias de estos grupos corporativos mercantiles, y observa las innumerables consecuencias de tales objetivos.
El documental, se enfoca sobre la creciente preocupación mundial acerca del poder corporativo, y comprende perspectivas de gente que está dentro y fuera de la corporación, tanto radicales como conservadores; y es una investigación crítica y actual, que invita a jugadores, figuras y peones a un reto gráfico que engancha, para revelar el funcionamiento interno de las corporaciones, historia curiosa, impactos controvertidos, y posibles futuros.
La producción tardó 3 años y medio en reunir el dinero para hacer la película, 3 años para rodar, y 1 año y medio para hacer la postproducción; contando de inicio con 70 entrevistas, que se realizaron frente a una pantalla azul, de las cuales, sólo 40 quedaron en el corte final.
Entre los entrevistados se encuentran gerentes, ejecutivos de alto nivel de industrias como del crudo, farmacéuticas, ordenadores, neumáticos, relaciones públicas, promoción de marcas y patentes, publicidad y marketing latente y subliminal como siniestro; adicionalmente participan un premio Nobel de Economía, el gurú #1 de gerencia de empresas, un espía corporativo, así como un amplio repertorio de académicos, críticos, historiadores y pensadores.
Con estudios analíticos, anécdotas y confesiones reales, que dejan al descubierto las tensiones e influencias detrás de la escena de varios dramas corporativos y anti corporativos.
Cada uno, ilumina un aspecto del complejo carácter de la corporación.
El tiempo real del metraje, constó de 450 horas, y 100 horas de entrevistas; y el primer corte tuvo 33 horas, llegando a un total final de casi 3 horas.
El análisis trata temas bien distintos, pero interrelacionados en 3 secciones de aproximadamente 1 hora cada uno:
1. Patología del Comercio/El origen de las corporaciones:
Sobre el interés propio patológico de la corporación moderna.
2. Planet Inc./El impacto de las corporaciones en la sociedad:
Sobre el alcance del comercio y el sofisticado, incluso encubierto, técnicas de marketing utilizadas para llevar sus marcas a los hogares.
3. Ajuste de Cuentas/Cómo resistirse a las corporaciones:
Acerca de cómo las corporaciones logran acuerdos de cualquier estilo con cualquier gobierno, desde la Alemania nazi hasta los estados despóticos de hoy, que permiten o incluso alientan a las fábricas, siempre y cuando las ventas suban.
Mikela J. Mikael es el narrador de este documental revelador en 3 entregas, que describe a la corporación multinacional moderna que hace 150 años no poseía poder.
Demuestra que somos víctimas de unas pocas personas, a las que solo les interesan los beneficios, aprovechándose de las miserias y las tragedias humanas, que no les importa la salud humana, ni del planeta, con tal de lograr sus objetivos.
Así como abordar con hondura, complots del mundo corporativo contra algunos gobiernos estadounidenses; la relación entre las grandes empresas estadounidenses y europeas con el advenimiento del fascismo, los desmanes del Tercer Reich y La Solución Final, el exterminio de millones de seres humanos pudo ser calculado de modo milimétrico, gracias al uso de máquinas de cálculo, predecesoras de los actuales ordenadores, vendidas por IBM al gobierno nazi; y también de la creación de Fanta por Coca-Cola, para intentar copar el gusto de la Alemania nazi, otra gran perla olvidada por los libros de historia.
Ford y Opel, perteneciente, entonces y ahora, a la estadounidense General Motors, prosiguieron con su actividad industrial durante toda la guerra en Alemania, algo que no debería sorprender, dada la personal amistad entre, por ejemplo, Henry Ford y Adolf Hitler.
También se explica el uso de hormonas del crecimiento sobre las vacas estadounidenses, pese al daño sobre la salud humana y de los animales, que llevó a Canadá y a la UE a prohibir este producto de Monsanto, que sin embargo, ha podido seguir comercializándolo en Estados Unidos y América Latina.
Un grupo de periodistas de la cadena televisiva Fox, controlada por el magnate australiano, nacionalizado estadounidense, Rupert Murdoch, simpatizante de las doctrinas neoconservadoras, fue presionado por Monsanto y los equipos publicitarios de Fox, para que no emitieran un serio trabajo periodístico sobre los daños producidos por el uso de esta hormona sobre las vacas.
The Corporation, tiene tiempo para hablar sobre la explotación de trabajadores en países pobres, con legislaciones laborales débiles, inexistentes o corruptas, así como de los beneficiosos que la denuncia pública de determinadas actividades tiene sobre la actitud de las corporaciones.
Finalmente, se aborda la llamada responsabilidad social corporativa, y los riesgos que tiene de convertirse en una operación de maquillaje beneficiosa para las grandes empresas, de no existir legislaciones que protejan a los consumidores y los trabajadores de todo el mundo, el derecho de los animales y el medio ambiente.
En The Corporation, se refleja la tradición documentalista seria y sin cortapisas de Canadá, en este brillante trabajo por su profundidad, y por ser una invitación a tomar consciencia sobre la naturaleza reptilica de la corporación, que afecta nuestra vida cotidiana, y la vida política y social del mundo.
Pareciera ciencia ficción de una película apocalíptica, pero es una realidad horrorosa, que por ignorancia es desconocida y silenciada.
Es un film para concienciar, para despertar de la “filosofía de la inutilidad”, es decir, esa multitud que vive dedicándose a ser fundamentalmente gente consumidora y compradora de cosas intrascendentes.
Nos instruye, nos educa en la solidaridad, en la disidencia, en las simples estrategias para obstaculizar o no dejarnos devorar por esos terroríficos tiburones que son las corporaciones; y nos da a conocer muchas cosas que desconocemos, importantísimas, de la sociedad globalizada en la que nos desenvolvemos.
El dato más interesante de todo, es que las corporaciones están tan arraigadas en nuestro modo de vida, que nos es difícil identificarlas, por lo que es importante el conocimiento, la divulgación y el activismo para aminorar el campo de acción a quienes se aprovechan de nuestro trabajo, nuestra salud, nuestro medio ambiente, de nuestra vida completa.
The Corporation inicia con la pregunta:
¿Instituciones o psicópatas?
Y en el transcurso de la historia, nos daremos cuenta que han adquirido tantos derechos como las personas físicas, a tal punto que se han adueñado de los recursos, los seres vivientes y si no los vigilamos, de usted y de mí.
The Corporation debería convertirse en sesión audiovisual para los estudiantes de secundaria de los países ricos.
También para los diputados, gobernantes y funcionarios de los mismos países.
La verdad es que ha llegado un momento, en el desarrollo económico, en el que las grandes empresas son en realidad quienes marcan, a través de la presión indirecta o directa que realizan sobre quienes gobiernan, el rumbo por el que discurren nuestras vidas.
Y teniendo en cuenta que su objetivo, más o menos maquillado, es ganar el máximo dinero posible... nos encontramos con que nadie va a proteger nuestros intereses en la medida en que no coincidan con los suyos.
Este poderoso documental, nos hará replantearnos el resto del día, para el resto de nuestras vidas; y deja de parte del espectador, pronosticar nuestro futuro con estas empresas y su función en la sociedad, un panorama nada halagüeño para quien esté bien informado.
¿Qué queremos mañana, si hubiese “un mañana”?
¡Actúa!
“Having acquired the legal rights and protections of a person, the question arises, what kind of person is the corporation?”
The Corporation documenta el paso en las sociedades modernas del derecho a la propiedad privada, a la creación de la empresa privada, las entidades con más poder en el mundo, y la importancia de un detalle jurídico que las protege:
El haber sido reconocidos como personas jurídicas, y poder actuar como cualquier otra persona a efectos legales, lo que permitió a los propietarios de las grandes empresas, gozar de inmunidad jurídica ante los problemas causados por las corporaciones.
The Corporation es un trabajo tan crítico como buen documentado, sobre el advenimiento de las corporaciones como la institución dominante en el mundo tras La Segunda Guerra Mundial, y su evolución como entidades jurídicas con un común denominador a lo largo de su historia:
La búsqueda de beneficios a corto plazo, para contentar a los auténticos propietarios de las firmas, los grandes accionistas, y su regular demanda de dividendos bursátiles.
A partir de la constatación de que las empresas modernas, amparadas por el estatus de personas jurídicas, han ido adquiriendo derechos propios de los seres humanos, personas físicas, por lo que el documental analiza la conducta social de las empresas, a través de diversos ejemplos, y utilizando los criterios psiquiátricos con los que un psiquiatra evaluaría la conducta y la salud mental de un individuo cualquiera.
La evaluación de la “personalidad” de la persona jurídica, que es la corporación, a partir de los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de Los Trastornos Mentales (DSM-IV), establece un paralelismo entre la conducta de la corporación moderna, con ánimo de lucro; y el comportamiento de un psicópata clínicamente diagnosticado.
Las prácticas corporativas examinadas, encajan con los síntomas que el DSM-IV considera definitorios de la psicopatía, atestiguado por el doctor Robert D. Hare, especialista de renombre en el campo de la psicología criminal.
Por ejemplo:
Desprecio por los sentimientos de otras personas, la incapacidad de mantener las relaciones duraderas, temerario desprecio por la seguridad de los demás, mentir por lucro, la incapacidad de experimentar culpa y la falta de conformidad a las normas sociales, y el respeto de la ley.
Un fiel reflejo de este diagnóstico, es el testimonio de Charleton Brown, intermediario financiero que, con toda crudeza, expone las verdades incómodas del fundamentalismo de mercado:
Las catástrofes traen oportunidades de negocio… los atentados del 9/11 permitieron que muchos se enriquecieran en el mercado del oro; La Guerra del Golfo disparó la rentabilidad del petróleo, y en general, los conflictos armados mejoran los beneficios en el comercio de materias primas.
Como dicen en el documental:
“Cada vez que se tala un árbol, hay un vertido de crudo, o se diagnostica un cáncer, sube el PIB”
El problema radica en que, desde la óptica de la empresa, toda decisión se evalúa exclusivamente desde una perspectiva económica, y con el objetivo de maximizar el beneficio a corto plazo.
Si el beneficio potencial compensa el riesgo que se corre, incumplir las leyes, vulnerar los derechos humanos o tomar cualquier otro tipo de decisión moralmente reprobable, es opción estratégica; y mientras no se le atribuya un valor económico igual o superior a la propia actividad económica que se desarrolla, las empresas seguirán sin considerarán las implicaciones morales, sociales o medioambientales de sus acciones.
Incluso, si los propios trabajadores rechazan las prácticas de su empresa, se ven en la tesitura de cumplirlas para conservar sus empleos.
The Corporation se divide en secciones explicativas, y critica las prácticas empresariales de negocios.
Entre los tópicos tratados, se incluyen el Business Plot, o complot de negocios, en el que en 1933, El General Smedley Butler, expuso un presunto complot corporativo contra el por aquel entonces Presidente de los EEUU, Franklin Roosevelt; “la tragedia de los comunes”; la advertencia de Dwight D. Eisenhower al pueblo, sobre la amenaza representada para la democracia por el naciente complejo militar e industrial; las externalidades; la supresión de una investigación periodística acerca de la Somatotropina bovina, u hormona del crecimiento; en la programación de una estación de televisión afiliada a Fox News; la creación de la gaseosa Fanta por The Coca-Cola Company, debido al embargo comercial en Alemania Nazi; el supuesto papel de IBM en El Holocausto; La Guerra del Agua de 2000, desencadenada por la privatización del abastecimiento de agua municipal de la ciudad de Cochabamba, Bolivia, en favor de la Bechtel Corporation; y temas generales de la responsabilidad social corporativa, la noción de la responsabilidad limitada, la corporación como un psicópata, y la corporación como una persona.
Parte 1 – Análisis de Personalidad:
La patología del mercado – Persona jurídica con derechos:
Después de la varias definiciones de lo que es o debería ser una corporación o empresa, se hace una descripción histórica, en la cual se muestra como al principio, una corporación no podía tener propiedades privadas, y tenía una misión, capital y tiempo de vida bien determinado.
Después de La Guerra Civil y La Revolución Industrial, las corporaciones se hicieron más poderosas, y exigieron estar resguardadas bajo XIV Enmienda de La Constitución de EEUU, que garantizaba la vida, libertad y propiedad, con el argumento que son una persona jurídica.
La persona “legal” - ¿Qué tipo de persona es una corporación?:
Una corporación, no actúa de mala fe o malignamente, simplemente cumple con su objetivo primordial:
Beneficios económicos, de la mejor forma, incluso afectando a otras personas tanto físicas como jurídicas.
Al igual que cualquier persona, basado en experiencias pasadas, podemos determinar el tipo de organización que es.
1. Cruel indiferencia por los sentimientos de los demás – Bajos salarios:
Muchos países pobres, cuyas personas no tienen más que ofrecer que mano de obra barata, sienten a las empresas como una bendición, ya que con los bajos salarios que pagan, logran comprar la comida necesaria para sobrevivir.
A cambio de la supervivencia, las personas son explotadas pagándoles un % ínfimo del costo del objeto en producción, en el caso de Nike 0,3%.
2. Incapacidad de mantener relaciones duraderas - Empresas móviles:
Una vez que las personas dejan de estar desesperadas por su supervivencia, aumentan los salarios, es entonces cuando las empresas se trasladan a otro país pobre, para mantener sus costos de producción bajos.
Los gobiernos, para atraer las inversiones extranjeras, implementan incentivos fiscales, como zonas francas de libre comercio; y como hay muchos países en la misma situación, cada país se ve obligado a incrementar tales incentivos, hasta que los salarios apenas cubren las 3 comidas diarias, haciendo poco para mejorar la economía local como se esperaba.
3. Temerario desprecio por la seguridad de los demás – Petroquímica:
Gracias a La Era Petroquímica de 1940, las corporaciones podían producir sustancias químicas, nunca antes vistas a un coste reducido.
A lo largo de la historia, se pudo acumular suficiente evidencia para determinar que algunos productos químicos producen cáncer, malformaciones, y otros efectos tóxicos.
4. Incapacidad de sentirse culpable – Contaminación:
En La Guerra de Vietnam, un agente químico producido por Monsanto para deforestar, fue rociado sobre miles de civiles vietnamitas y soldados estadounidenses.
Los soldados estadounidenses demandaron, recibiendo compensaciones por las enfermedades; pero no se realizó ninguna compensación a los ciudadanos vietnamitas.
5. Incapacidad para ajustarse a las normas sociales relacionadas con el cumplimiento de las leyes – Beneficios económicos, incluso violando la ley:
Además de crear en algunos casos, agentes tóxicos dañinos, las empresas generan desechos tóxicos que son emitidos al medio ambiente y contaminándolo.
Aunque las personas que trabajan para la empresa, o sus accionistas, pueden ser buenas personas, el perseguir los beneficios económicos se superpone a los daños que se podrían generar.
Incluso si se violan las leyes, y se pagan multas millonarias, si éstas lograron un mayor beneficio económico las corporaciones, no suelen sentirse culpables.
Diagnóstico – Psicópata:
Luego de analizar todos los síntomas, y ajustándolos éstos a las corporaciones, no hay duda de que muchas de ellas serían catalogadas como psicópatas.
Obligaciones monstruosas – Moralidad:
Mientras los seres humanos somos seres con algún tipo de moralidad, las corporaciones que son invenciones legales, no pueden tenerlas.
Quienes tienen tales responsabilidades morales, son las personas que son parte de las corporaciones, más no las corporaciones en sí mismas.
Pero como el objetivo de las corporaciones, es el obtener beneficios económicos, las personas muchas veces dejan a un lado su moralidad, y actúan en el beneficio de los dueños del negocio.
Incluso si se tiene algún tipo de poder en la corporación, éste tenía un límite, cuya frontera eran los beneficios económicos.
Parte 2 – Influencia en El Entorno:
Las catástrofes traen oportunidades:
Los atentados del 9/11, provocó la subida del oro, los inversionistas que tenían oro, lo vendieron hasta en un 200% de ganancia, cuando se reabrieron las bolsas de valores, de igual manera cuando EEUU atacó Irak en 1991, el precio del crudo aumentó de 13 euros a 40 euros el barril.
En conclusión, las guerras y catástrofes, son buenas para los mercados de materias primas.
Los problemas con los límites - Privatización:
Al inicio de la civilización, todo era comunitario, no existía propiedad privada, hasta que los señores feudales comenzaron a dividir la tierra y transformarla en propiedad privada.
El proceso de privatización, avanzó hasta el privatizar tierra, mar y cielo; pero se detuvo en algunos servicios esenciales, como el de los bomberos, una vez que se evidenció la poca ganancia que se podría obtener por eficiencia, y los problemas sociales que su privatización conllevaría.
Sin embargo, se sigue en el proceso de privatización en servicios públicos, como la salud y la educación, muchas veces en manos del estado, y hay quien piensa que la solución de los problemas, sería cuando todo tenga un dueño y unos intereses que proteger.
El afán de expansión de las empresas, les lleva a invadir todos los ámbitos de la vida, y a querer apropiarse de todo lo que existe, llegando incluso a invadir aspectos de la vida que tradicionalmente se han mantenido fuera de la dinámica del mercado.
Bajo la premisa de que “la riqueza sólo se crea cuando se posee de forma privada”, empresas y gobiernos, se afanan en la parcelación de los bienes comunes, amparándose en el discurso de las supuestas bondades de las privatizaciones, desregulaciones y libre comercio.
Sin embargo, esta forma de actuar, no crea riqueza, sino que la usurpa poniéndole una valla, y declarando propiedad privada algo que es de todos, como pasa con la apropiación del conocimiento, mediante el uso de patentes.
La corporación en crecimiento – Los niños son consumidores:
Canciones como “Cumpleaños Feliz”, no podrían ser cantadas, no gratuitamente, si se aplican los derechos de autor de las mismas, por ello, el documental solo pone las imágenes de niños cantándola en una fiesta de cumpleaños.
Se muestra cómo empresas hacen estudios significativos para determinar la cantidad de veces que los niños motivan a sus padres a comprar productos para ellos.
De esta forma, desde niños, son trabajados para que se sientan felices con satisfacer necesidades creadas, para ello se inculca al consumidor determinados valores, llegando al punto de convertirlos en devotos de su marca, mediante patrocinios.
En las sombras de la corporación – La competencia:
Sin importar el cómo se logre, las corporaciones tienen que vencer a su competencia.
Para cumplir el objetivo, a veces se acude a prácticas de espionaje corporativo.
La gestión de las percepciones – Las corporaciones como individuos que apoyan las comunidades:
Por medio de donaciones y colaboraciones, las empresas cooperan con las autoridades, para mejorar el entorno de las personas, y haciendo que éstas tengan una visión positiva de ellas.
La celebración – Las corporaciones no producen productos, sino marcas:
Las marcas representan una imagen de la empresa, y éstas deben ser publicitadas, incluso tomando lugares públicos.
Para esto, la extensión de las empresas no son sus productos, sino sus instalaciones, que llegan incluso a ser ciudades como “Celebration” en Florida.
El triunfo del rollo publicitario – Marketing encubierto:
Así como en las películas, se promocionan productos de forma encubierta, ésta se está tomando nuestras vidas, alrededor nuestro hay varios mensajes que nos atraen a comprar posteriormente un producto.
El objetivo final, es convertir a la población en consumidores mecánicos de productos que no necesitan, que se encuentren disociados unos de otros, y llenen sus vidas satisfaciendo necesidades creadas por las empresas, desempeñando la función social que nos han asignado, y viviendo según los valores que nos han inculcado, como que “el transporte público es para quien no tenga más remedio”
Si lo que hacen es ético o no, no les interesa:
Los publicistas, como todos, se limitan a hacer su trabajo.
El avance del frente – Patentes biológicas:
En un caso anecdótico, General Electric pudo patentar una bacteria que consumía residuos químicos, esto dio paso para que cualquier ser vivo, menos un ser humano, pueda ser patentable, si sus genes han sido modificados.
Estas patentes, aunque no aplican al ser humano, si lo hacen a sus genes, es por ello que hay una carrera para identificar y aislar los genes útiles del genoma humano.
Un anexo de verdades - Posilac:
Una hormona de crecimiento bovino, fue desarrollada por Monsanto, para que las vacas den más leche, de nombre Posilac, y usada en EEUU.
Luego en Canadá, se determina mediante estudios científicos, que dicha leche no puede ser consumida por seres humanos, debido a riesgos para la salud, pero dicha conclusión fue eliminada del informe publicado oficialmente, y se permitió su venta.
Ésta historia, fue investigada por un grupo de periodistas de Fox News, e iba a ser transmitida.
Bajo amenazas de Monsanto a Fox News se solicitó a los periodistas que modificaran la historia con información falsa, lo que rechazaron por motivos éticos, luego se les ofreció el salario de todo el resto del año, si aceptaban un acuerdo de confidencialidad, y no se publicaba la investigación, lo que no firmaron.
Para finalizar, se les ofreció modificar la historia nuevamente, no con mentiras, minimizando las críticas, realizando hasta 83 versiones…
Viendo que no tenía caso, los despidieron sin ningún motivo.
Fueron a los tribunales, y ganaron los periodistas, sentenciando recibir una compensación de más de medio millón de dólares.
Posteriormente, Fox News apeló con el respaldo de otras compañías, y se anuló la sentencia inicial.
Parte 3 – Indiferencia hacia La Democracia y Activismo:
Valoración – Tolerancia con gobiernos opresivos:
Toda el agua de Cochabamba, en Bolivia, estuvo en control de una corporación por órdenes del Banco Mundial, que le ordenó privatizarla con el objetivo de poder refinanciar su deuda.
El pueblo se levantó en la denominada Guerra del Agua, y el gobierno que había firmado acuerdos, usó a la policía para precautelar el orden, y los intereses de las transnacionales.
De ésta manera, las corporaciones han tenido una relación de tolerancia con aquellos regímenes que, con el uso de la fuerza, precautelaban sus intereses económicos, invirtiendo en países como Alemania e Italia en la época del fascismo.
De hecho, sin máquinas fabricadas por IBM, no hubiera sido tan exitosa la exterminación judía.
Dominación hostil - Despotismo:
Para las corporaciones, muchos regímenes con despotismo, ayudan a sus intereses.
Es así que El Departamento del Tesoro de EEUU, han identificado a varias corporaciones que mantienen relaciones con personajes considerados enemigos, como terroristas y dictaduras fascistas.
Para ello, contrataron a un general de la marina, el más condecorado, Butler, para asegurar territorios extranjeros, y poder llevar sus operaciones hacia ellos.
El General, cansado de ser un “gánster” del capitalismo, reveló el complot que se tramaba para llevarlo a EEUU, y presionar al Presidente populista de EEUU de los años 30, Roosevelt, quien para superar la depresión, pensaba crear empresas públicas, e imponer mayores controles a las corporaciones.
Entre las empresas conspiradoras estuvo:
GoodYear.
Pero no se requiere instaurar tales regímenes, porque las corporaciones han traspasado las fronteras, y trabajan junto a los gobiernos y no bajo su control.
Democracia S.A. – Responsabilidad Social:
La medida de responsabilidad social de las corporaciones existe, pero para sus inversionistas, accionistas y la imagen pública que proyectan.
Muchas veces, las corporaciones escuchan a los manifestantes para convertirse en la corporación favorita, como una ventaja competitiva.
Se critica que los presidentes de las empresas tomen decisiones que puedan afectar a la comunidad, y se pone como alternativa, que existan gobiernos que respondan a la población, y decidan esta clase de asuntos.
Fisuras – Las corporaciones no son invencibles:
Si la gente se organiza, puede generar cambios en las corporaciones, cambios importantes, más no su desaparición.
Si se cambia el objetivo de las empresas del generar riquezas hacia el hacer productos sostenibles, sería una forma de atacar el problema.
Es de sobra conocida, la estrecha cooperación entre la industria y los gobiernos, así como la capacidad que tienen las empresas para presionar a estos últimos de muy diferentes maneras.
Independientemente de la forma de gobierno que adopte un Estado, en todos ellos, la línea que separa a los responsables del sector público y del sector privado, es muchas veces difusa, o directamente no existe; lo que ha llevado, en no pocas ocasiones, a que los gobiernos sean instrumentos en manos de los grandes empresarios locales y/o extranjeros.
Como ya se ha visto, la empresa crea mucha riqueza para sus propietarios, pero lo hace apropiándose de los recursos naturales del planeta, y explotando a los más débiles, como mano de obra barata para transformar dichos recursos naturales de una forma derrochadora.
Así tenemos al daño ambiental irreparable, condiciones laborales deplorables, manipulación publicitaria, etc.
Podría hacer un dossier de prácticas corporativas despreciables, pero que nos son indiferentes, porque ya estamos acostumbrados a convivir con ellas.
Esa validación por indolencia, nos ha jugado en contra, y nos ha llevado al punto en el que estamos.
Ciertamente, un cambio es posible, debe haber por ahí alguna fórmula que permita revertir este proceso que nos lleva a un inevitable y trágico final.
¿Pero cuál es, cómo hacerlo?
Las quejas no contribuyen, eso está claro, entonces:
¿Qué podemos hacer para no terminar vendiendo un riñón para pagar nuestras deudas?
Tenemos necesidades creadas por esta sociedad, a las que debemos adecuarnos porque no todos podemos vivir como El Divino Anticristo.
Tampoco podemos esperar el triste y apocalíptico final, encerrados en la burbuja, porque eso resulta imposible y, al menos la conciencia no nos dejaría tranquilos.
Ya no creo que el cambio pase por un trueque de actitud, o de asumir una postura radical.
Mucho menos en las multitudes chillantes que se dejan seducir por un discurso que pinta un futuro mejor si se va a tal o cual marcha, o si se vota por tal o cual candidato, o si se cambia el McDonald’s por la “slow food”
La gente tiene necesidades, sobre todo las masas oprimidas, las que lamentablemente para la ultra izquierda, jamás se levantarán, porque sus necesidades se mantendrán crecientes, y su satisfacción se convertirá en la prioridad, más que en pensar en la solidaridad de clases.
Nuestra cultura, nos ha transformado en una clase egoísta, ambiciosa e indolente.
Las características del “lumpenproletariat” que describía Marx, en el 18 de Brumario, indolencia, ambición desmedida, egoísmo y falta de conciencia por los demás, se han hecho extensivas a todos los miembros de la sociedad que no tienen un holgado pasar por esta vida, y nos ha transformado en seres disociados, listos para ser devorados por estas monstruosas corporaciones.
Y es probable que algún día logremos unirnos por un objetivo común, del cual depende nuestro futuro, pero si no lo hemos logrado en más de 2000 años:
¿Lo podremos hacer ahora, cómo se puede seguir comprando estas marcas después de lo que se nos muestra en el documental?
¿Es que nos da igual?
Para poner freno y reconducir los efectos perniciosos del dominio de las grandes conglomerados empresariales, el documental plantea como solución, la democratización de la economía, es decir, someter a las empresas y a la economía, al control democrático de los ciudadanos, de modo que estos puedan opinar sobre lo que pasa en los mercados, y tengan la capacidad de modular las actividades empresariales y financieras que les afectan, directa o indirectamente.
Entre las medidas propuestas, destacan “despojar” a las empresas de su “derechos” como “personas” jurídicas; la disolución de aquellas que incumplan reiteradamente la ley, ofreciendo a los trabajadores, la posibilidad de reconvertirlas en cooperativas; o permitir que trabajadores y consumidores, puedan participar en igualdad de condiciones, en los consejos de administración, donde se toman las decisiones que les afectan.
Como dice Milton Friedman en el vídeo, “es necesario crear estructuras en el mercado, que incentiven a las corporaciones a hacer lo correcto”
En definitiva, se trata de poner a la empresa al servicio a la comunidad, para satisfacer las necesidades de todos, en vez de permitir que sean las empresas las que utilicen a la sociedad, para alcanzar el máximo lucro posible; algo que sólo será posible con gobiernos verdaderamente democráticos, al servicio de los ciudadanos, y sometidos a su control, que sean capaces de impulsar cambios legislativos ambiciosos, que permitan alcanzar estos objetivos.
Es por esto que resulta fundamental, recuperar el control sobre los gobiernos para hacer prevalecer, desde ellos, la lógica de la democracia sobre la lógica del mercado.
Todo llegará… si nos esforzamos por que ocurra.
También, me parece importante destacar una idea:
Las corporaciones, no son solo sus directivos, sino toda la gente que trabaja en ellas, y por tanto, al ingresar a una empresa, automáticamente se adquiere responsabilidad por sus acciones, por eso debemos ser congruentes y saber elegir con que responsabilidades queremos cargar a cuestas.
Se agradece la participación en el documental, de personas de gran talla intelectual, que abordan los principales aspectos polémicos de las grandes corporaciones:
La dificultad de poner cota a su poder, la falta de control ante algunas actividades empresariales que causan efectos directos sobre la salud humana y el medio ambiente, o los peligros que supone dejar a las empresas que se regulen a sí mismas, en lugar de abordar los principales problemas que éstas causan mediante una legislación actualizada, y crítica con la situación actual en el mundo.
Entre las aportaciones al documental, destacan:
Jeremy Rifkin, profesor de la escuela de negocios Wharton, asesor de varios gobiernos, y autor de libros tan influyentes como “El Fin del Trabajo” o “La Economía del Hidrógeno”
Noam Chomsky, profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y a su vez, influyente autor y teórico de campos como la filosofía, la semiótica y el lenguaje.
Naomi Klein, periodista y autora del libro sobre el poder de las marcas “No Logo”
El recientemente desaparecido Nobel de Economía, Milton Friedman; o Michael Moore, no hace falta presentarlo, gracias a su gusto por la promoción y a su entrada en la cultura popular con sus documentales.
Sam Gibara, El Presidente de GoodYear, que muy curiosamente sólo aceptó ser entrevistado en el Waldorf Astoria.
Como los cineastas estaban muy interesados en tenerlo en el documental, alquilaron una habitación en el Waldorf.
Desafortunadamente, el Waldorf alquila solamente sus cuartos para la noche, así que 3 miembros de equipo, tomaron la oportunidad de pasar la noche en uno de los hoteles más famosos del mundo.
Al final de la película, después de que el nombre de los directores fuese enumerado, salió el nombre de Bart Simpson, sin relación con Homero y Marge, que ha sido acreditado como uno de los escritores del documental.
Entre las cosas que me sorprendieron del documental, tenemos:
La ciudad de Bolivia que, por que le “ahoguen” sus deudas, ha privatizado el agua.
En especial, me sorprendió que, incluso el agua de la lluvia no les pertenezca, sino a una empresa...
Todo está en venta, todo.
Relacionado con el anterior, también me pareció muy curiosa toda la historia alrededor de las patentes.
Hace ya unos cuantos años, una empresa fue a patentar un cierto microbio alterado, que poseía ventajas en su interacción con el crudo…
Pues bien, ese fue el primer ser vivo que pudo patentarse.
A partir de ahí, se han patentado infinidad de seres vivos, en plan:
Ratones alterados genéticamente más susceptibles al cáncer, y “frankesteinadas” de ese tipo.
Más aún, con el descubrimiento de la cadena del genoma humano, se han disparado las patentes a cada pequeño descubrimiento de cada gen.
Así, una empresa tiene patentado el gen del ser humano que controla la diabetes, otro el gen que controla la producción de X vitamina...
En definitiva, llegará un día en el que un puñado de empresas tengan en su poder, toda nuestra cadena genética.
Otra vez, no hay nada que no esté en venta por un puñado de dinero.
El bróker negro, contando con entusiasmo, cómo lo primero que pensaron todos los brókeres instantáneamente, cuando se derrumbaron Las Torres Gemelas fue:
“¿Cuánto estará subiendo el oro?
¡Voy a ganar mucho dinero!”
Por otra parte, también lo de que el dinero es la única bandera de las corporaciones sin moralidad alguna.
Muy interesante la historia de IBM, y su colaboración con Alemania en producción de computadoras durante La Segunda Guerra Mundial y, no menos interesante, la relación de cientos y cientos de empresas que fabrican para terroristas, para países en guerra, alentando la misma, etc.
¿Quieres poner la canción de “Happy Birthday”, en una película?
Bien, pues paga 10,000 euros.
Los derechos pertenecen a AOL Warner...
Toda la historia de manipulación de Fox News, sobre un documental de noticias, era francamente sorprendente, y demuestra una vez más, que lo importante es el dinero, los socios, y no la verdad en la información.
Por último, el desconocimiento que se tiene de los productos y las empresas de las que son imagen, como el caso de Kathy Lee Gifford, que tras conocerse que la compre con su imagen de un producto textil, iba a fines caritativos en la protección de la niñez; sus productos era fabricados por niños con salarios pobres… por lo que presentadora abogó en contra de la corporación.
“They have no soul to save, and they have no body to incarcerate”
Sin duda alguna, el rumbo que ha tomado la humanidad, por lo menos en las civilizaciones occidentales que amenazan con homogeneizar en breve el mundo, no es sustentable, y nos conduce necesariamente a la autodestrucción.
La democracia, es un valor que las corporaciones no comprenden.
De hecho, las corporaciones han participado y participan activamente en la destrucción de democracias, si estas resultan ser obstáculos en su carrera unilateral y descerebrada por mayores beneficios.
Desde el intento de Golpe de Estado para posicionar un presidente militar corporativo en La Casa Blanca en 1934, que evitó El General de Marine, Smedley Darlington Butler, hasta el día de hoy, dónde los bufetes de abogados de las corporaciones, se encargan de producir las leyes estatales, las corporaciones siempre han comprado poder militar, músculo político, y la opinión pública.
Las corporaciones, no dudan en tomar ventaja de la ausencia de democracia tampoco.
Una de las historias más espeluznantes del siglo XX, es sin duda la estrategia de IBM, y su horrenda alianza con Adolf Hitler.
Edwin Black cuenta en este documental, cómo desde 1933, a comienzos de la dictadura de Hitler en la Alemania nazi, IBM empezó a tratar con el régimen hasta muy adentrada La Segunda Guerra Mundial.
La película, no sólo ofrece una visión que se expande desde el núcleo de decisiones y planes de la corporación, sino que también muestra a una ciudadanía cada vez más involucrada en combatir la maquinaria corporativista.
El funcionamiento de la información distribuida por la red, la investigación periodística cibernética, y un cada vez mayor número de publicaciones digitales que enfocan a la corporación, como enemigo real de la humanidad y del planeta.
Pero también somos ciegos, y nos dejamos manipular.
Hoy, Donald Trump, es Presidente de EEUU, siendo primero un empresario corporativo, que político.
A eso hemos llegado.

“I believe the mistake that a lot of people make when they think about corporations, is they think you know, corporations are like us.
They think they have feelings, they have politics, they have belief systems, they really only have one thing, the bottom line, how to make as much money as they can in any given quarter.
That's it”



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