マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY)
“それは神か悪魔になることができる”
(Puede ser un dios o un demonio)
Muchas cosas marcaron nuestra infancia, entre ellas, la increíble cantidad de programación enfocada para el público infantil y juvenil que se vio beneficiada de maravillosas historias gracias a la animación japonesa; entre ellas destacó el increíble y fascinante universo que componía Mazinger Z.
マジンガーZ (Mazinger Z) es una serie de manga y anime, creada por el dibujante y guionista japonés, 永井 豪 (Gō Nagai), un “mangaka” o historietista, especializado en temas de ciencia ficción, terror, fantasía y erotismo, siendo reconocido como un gran innovador del género japonés de manga, cuyas obras han sido adaptadas a numerosos otros formatos, incluyendo televisión, cine, radionovelas, literatura y videojuegos.
Nagai creó la serie de Mazinger Z, que después continuaría con las secuelas Great Mazinger y UFO Robo Grendizer, en las que desarrolló el concepto de robot/mecha gigante, pilotado desde una cabina; cuya historia en la serie, trata sobre un grupo de científicos que disponen de un robot gigante en su lucha contra las fuerzas malignas de ドクター・ヘル (Dr. Hell)
En la ficción, Mazinger Z fue el primer robot gigante tripulado por un protagonista, del que se dice que puede “ser un dios o un demonio”, dependiendo de lo que trate, porque tiene un poder demasiado poderoso.
Tras el éxito de esta franquicia, tomaría fuerza el género conocido como “mecha”, en el que un vehículo de gran tamaño, es controlado por uno o más pilotos, que posee partes móviles tales como brazos o piernas, y varían en su uso dependiendo de la obra de ficción a la que pertenecen.
También puede usarse el término “mecha” para referirse a subgénero de la ciencia ficción; pero la diferencia entre un “mecha” y un robot consiste en que el “mecha” es controlado por un piloto y/o que necesita de un piloto humano, para su activación, y que cuenta con una serie de características distintivas, como armas y/o poderes especiales, e incluso la fusionabilidad, incrementando así sus capacidades; mientras que un robot se mueve por cuenta propia.
Inspirado por “Astroboy” (1951) de Osamu Tezuka, y “Gigantor” (1956) de Mitsuteru Yokoyama, Gō Nagai deseó hacer su propia serie animada de robots.
Su primer manga en esa dirección, fue Getter Robot; sin embargo sentía que su proyecto no le satisfacía, pues tomaba prestado mucho de las series de sus mentores.
Cierto día, estando Nagai atrapado en un atasco de tráfico, pensó que sería fantástico que a su coche le salieran piernas, y así poder sortear el resto de automóviles parados por encima.
De esta idea nació su inspiración:
Un robot gigante, que podría ser controlado desde su interior, como si fuera un automóvil.
Además, poco más tarde tendría la idea de un primer robot transformable, el Getter Robot y Groizer X, aún antes de concebirse series como Voltron, Macross y Transformers.
En sus conceptos originales, el título para la serie era Energer Z, que era controlado por una motocicleta que accedía por la parte posterior de su cabeza.
Sin embargo, debido a la repentina popularidad de su serie Kamen Rider, en la que se usaba una motocicleta, Nagai sustituyó el sistema de acceso del robot por un Planeador/Pilder, reciclando después esta idea para el robot Diana A.
Más tarde, jugando con la dualidad de los conceptos del bien y del mal, rebautizó a su robot:
Tomó la raíz japonesa “魔”o “Ma” que significa “Demonio”, y la raíz “神”o “Jin” que significa “Dios”, y las unió conservando la sílaba final del nombre Energer original, resultando el nombre de “Mazinger Z”, el sonido al pronunciarlo en japonés es “Máchinga”, con la “r” silente.
Con este nombre le confiere al robot una doble faceta:
Mazinger Z puede ser un benefactor o un destructor, un Dios o un Demonio, según el uso que se le dé.
Así mismo, el diseño de la base de acoplamiento del Planeador que se asienta sobre la cabeza de Mazinger Z, es el mismo que el de su serie de manga “Demon Lord Dante”, en la cual, el demonio gigante tiene en la frente insertada la cabeza humana de Ryo Utsugi, el hombre joven que se combina con él.
Un dato curioso, es conocer que el nombre del piloto, 兜 甲児 (Kōji Kabuto), toma su apellido de la palabra japonesa que significa “casco”, coincidiendo con el hecho de que para que el robot funcione, necesita ponerse a Kōji en la cabeza.
Tanto el manga como los diferentes animes, ubican el origen de la historia en La Isla de Bardos, que curiosamente está deshabitada y con gran cantidad de restos arqueológicos en pie.
Así, la historia comienza en el transcurso de una excavación arqueológica encabezada por el mundialmente famoso Dr. Hell, y son hallados los restos de unos gigantescos autómatas milenarios, enterrados bajo las ruinas de lo que parece haber sido el enclave de una civilización milenaria.
Dicha civilización, muestra semejanzas con la micénica del Mar Egeo, y se ha traducido por “Mikene” y también por “mikenese”
El descubrimiento es sensacional para la historia de la humanidad; sin embargo, el Dr. Hell advierte que es mejor no difundir la noticia, hasta no conocer mejor los detalles del descubrimiento, y pide que se le deje investigar en privado.
Acabada su investigación, El Dr. Hell reúne a todos los científicos y les presenta a los ciclópeos robots restaurados.
Con ellos, anuncia su intención de postrar al mundo a sus pies, y pide la lealtad de todos los presentes.
Los científicos se niegan, y El Dr. Hell, con un bastón de mando, despierta a los robots que, gracias a un ingenio electrónico que les ha colocado, siguen ahora sus órdenes, y se desata un infierno.
Tan solo el profesor兜十蔵博士 (Jūzō Kabuto) consiguió escapar de la masacre, refugiándose luego en Japón, donde comenzó a desarrollar el robot construido con los últimos avances de energía y tecnología.
Usando la energía fotónica del reactor de Japanium y la Súper Aleación Z de su invención, creada con este mismo material, y única capaz de soportar la energía fotónica, Jūzō esperaba poder impedir los ambiciosos planes del Dr. Hell, dando vida al Mazinger Z.
El robot Mazinger Z, según estimaciones realizadas en 2008, el presupuesto real para su construcción alcanzó los $725 millones.
Sabiendo de la genialidad del Dr. Hell en la construcción de robots, El Dr. Jūzō dotó al Mazinger Z con la tecnología más avanzada energética y siderúrgica.
Para su construcción, utilizó una aleación que contiene un mineral de Japanium; un mineral que tan solo se encuentra en el Japón, y cuyo yacimiento se mantiene en secreto, aunque se conoce que está cercano al Monte Fuji, pues este mineral es esencial para el procesamiento de la energía foto atómica.
La aleación con la que está construido el Mazinger, se conoce como Súper Aleación Z, y no solo tiene una resistencia mayor que la del acero convencional y una temperatura de fusión por encima de los 6.000º C, sino que además permite al Mazinger Z, usar energía fotónica para alimentarse, lo que le confiere al robot y a su armamento, un gran poder.
Mientras El Dr. Hell no cuenta con material de similar resistencia, y busca apoderarse de él para perfeccionar sus monstruos mecánicos.
Puesto que el robot Mazinger tiene una altura de 18 metros, El Dr. Jūzō Kabuto construyó una nave voladora, que, planeando impulsada por unas hélices colocadas horizontalmente, ascendiera hasta la cabeza del robot, para alojarse allí.
Una vez acoplada la nave en la cabeza del robot, este queda activado, y el piloto puede maniobrarlo; mientras los robots del Dr. Hell son controlados por un bastón de mando que los activaba, y entonces como si estuvieran en trance, los robots, comprendían las órdenes de su amo, las obedecían y acataban.
Por su parte, Mazinger Z termina por alcanzar una potencia de 65.000 CV, pudiendo levantar alrededor de 150 toneladas.
Sus armas básicas son:
De la cabeza salen:
“Rayo Fotónico/Rayos Ópticos/Rayos Láser”, que enfocados hacia el enemigo lo suelen hacer saltar en pedazos.
“Huracán Corrosivo/Vientos Huracanados” que salen de la reja que cubre el mentón, un viento impulsado por unas potentes turbinas, que puede deteriorar en cuestión de segundos a un robot de acero.
“Rayo Congelante” ubicado sobre las antenas del radar de los costados de su cabeza; es un concentrado de hidrógeno líquido.
Del pecho:
“Fuego de Pecho/Calor Nuclear/Rayos Fotónicos” que sale de las aletas de color rojo que luce sobre sus pectorales, puede emitir un haz de energía fotónica de alta concentración que alcanza temperaturas superiores a los 30.000 ℃.
Este haz, es su arma más poderosa, y se nutre del propio reactor de energía fotónica del robot, siendo capaz de derretir los metales más resistentes.
“Bomba de Pecho/Misil ventral” es un par de misiles alojados en su vientre, inspirados en los misiles de la caja torácica de Afrodita A.
De las Extremidades:
“Puños Fuera/Puños Atómicos” que Mazinger puede lanzar, tanto sus puños y antebrazos que, tras golpear al enemigo regresan, para colocarse de nuevo en sus brazos.
“Misiles Perforantes/Proyectiles de Taladro”, es una provisión de misiles que podía lanzar; una vez retiraba el conjunto de puño y antebrazo basculándolos hacia arriba, gracias a unas bisagras, desde los vanos de sus brazos.
Estos misiles salen disparados a la vez que giran sobre sí mismos, clavándose en su adversario y explotando.
“Tallantes/Cortadores de Hierro”, colocados a ambos lados de los antebrazos de los puños arrojables, cuenta con unas cuchillas retráctiles, que lanzadas, pueden partir en 2 a un robot.
“Cohetes Digitales”, probados experimentalmente, se le colocaron en las falanges de los dedos unos misiles, pero su utilidad fue mínima.
“Molino con los brazos”, pueden rotar completamente sobre su eje, adquiriendo una gran velocidad en el giro, y lanzando después sus puños.
“Guantelete de Hierro”, habiéndoselas visto con un enemigo difícil, los profesores le proporcionaron al Mazinger un puño especial de gran densidad.
Otra característica que adopta el tándem robot-piloto en Mazinger, es que al ir el robot tripulado, los golpes, zarandeos, electroshocks, y otros males que el robot soporta, son compartidos por el piloto.
Aunque técnicamente los daños sufridos en el robot se reflejaban en la cabina por las vibraciones en su estructura, provocados por golpes, choques térmicos, eléctricos, etc., de sus contrincantes.
El Pilder, llamado en algunas traducciones “Planeador”, es parte del robot, pero también puede ser maniobrado de forma autónoma.
En la época en la que Mazinger Z era incapaz de volar, El Pilder era la única opción que tenía Kōji para plantar cara al enemigo en combates aéreos.
Por ello, El Pilder también está dotado de sistemas de defensa y de ataque; cuenta con una metralleta, que sería sustituida por un lanza-rayos, misiles, cortina de humo y la pericia de Kōji.
Más tarde, el Hover Pilder, El Pilder original de Mazinger, sería reemplazado por el Jet Pilder, que en lugar de llevar hélices para impulsarse, éstas fueron sustituidas por cohetes a reacción direccionales.
El nuevo Jet Pilder, resultaría mucho más veloz y manejable, y estaba mucho mejor armado.
El Pilder tenía por lugar de descanso habitual, el porche inferior de la vivienda de Kōji Kabuto, junto a la moto del adolescente y la bicicleta de su hermano.
A él accedía Kōji a través de la cúpula hemisférica que abierta daba acceso a su interior.
Esta acción la realizaba Kōji, por lo general, de un prodigioso salto desde el piso superior, puesto que siempre era llamado con urgencia para enfrentarse a un nuevo peligro.
Al principio, Mazinger Z tan solo podía moverse por tierra, alcanzando a la carrera una velocidad de 360 kilómetros por hora.
Debido a los ataques desde todos los elementos, los científicos del Instituto de Investigaciones Foto Atómicas, se percataron que el Mazinger Z necesitaba conquistar el cielo y los mares.
Los mares los conquistó con facilidad colocándole unos propulsores en los pies, se le tuvo que revestir y sellar uniones, puesto que se le filtraba el agua a sus mecanismos interiores, y podía alcanzar una velocidad de 20 nudos.
Sin embargo, para la conquista de los cielos, al no poder por su diseño, le insertaron alas a su estructura que lo haría incluso menos maniobrable.
Al contrario que otros elementos, para las alas y el motor cohete, se requirió de la tecnología estadounidense, de donde el Dr. Yumi trae el diseño inicial.
Las alas externas eran acoplables, y estaban propulsadas por 2 cohetes, conociéndose a todo el ingenio como Jet Scrander.
Como serie de fantasía que es, muestra unas capacidades asombrosas para el Jet Scrander, caso de sus prestaciones, o la enorme precisión para el acoplamiento, puede hacerlo sobre un objeto de 18 metros de largo y en movimiento, en caso de fallar automáticamente, gira y lo intenta de nuevo.
Estas alas, que se ciñen a su cintura mediante una pinza, el Mazinger Z podía volar a una velocidad de Mach 3, con capacidad de mantenerla sin derretirse por la fricción, ni romper las aristas de la cabeza por el rozamiento.
Sin embargo, la serie no renuncia a ciertos argumentos científicos, y así El Dr. Nossori advierte a Kōji, de que el borde del ala, como ala supersónica que es, presenta un filo cortante, y no redondo como las alas subsónicas.
Debido a una serie de atentados, el Jet Scrander acabó por ser trasladado del Instituto de Investigaciones Foto Atómicas, e instalado en una rampa de lanzamiento secreta, en una falda de una montaña lejana, por lo que Kōji Kabuto tuvo que mudarse al Instituto.
El Jet Scrander se convirtió en sí mismo en un arma, pues sus afiladas alas podían partir por la mitad a un robot.
Aun así, el Jet Scrander se le instaló un sistema de disparo de Shurikens, llamadas también “Espuelas de Plata” o “Cuchillas de La Cruz del Sur”
El Mazinger Z, ha de ser recargado con energía Fotónica; y es por ello que ha sido colocado en un hangar especial en El Centro de Investigaciones Fotónicas.
El robot descansa secretamente bajo una piscina de agua, que deja pasar la luz del Sol, pues la energía fotónica, es la que se crea de la unión de un reactor de Japanium y la energía lumínica.
Cuando desean que el Mazinger Z se recargue con rapidez, concentran energía foto atómica, y lo bañan directamente con ella.
No lleva enchufes.
En el momento que Kōji necesita de su robot, la piscina del hangar se retira, abriéndose por la mitad, y se alza la plataforma sobre la que descansa el erguido robot; y una vez ha acabado de alzarse la plataforma, capaz de levantar las 20 toneladas que pesa el Mazinger; Kōji hace descender el Planeador sobre la cabeza de su compañero.
Es entonces cuando se activa el robot, y esta alza los brazos como desperezándose, y refulgiendo a la luz del Sol.
El Mazinger Z ha despertado, y despliega todo su poder.
Pese a no formar parte del robot, la barrera de energía juega un papel de gran importancia para defender al Mazinger Z, y a todo el Instituto.
Esta barrera, se despliega a través de una serie de proyectores, que están dispuestos regularmente alrededor del Instituto, y que concentran su haz sobre una antena que esta sobre el pináculo superior del edificio central e instalaciones aledañas.
Los proyectores dispersan unos haces de fuerza que forman una barrera impenetrable.
Aún con esto, El Dr. Hell ha creado diversas bestias que han conseguido atravesar dicho escudo, haciendo necesario modificarlo en numerosas ocasiones reforzándolo.
Así la barrera ha cambiado su fisonomía, adoptando desde una forma hemisférica, a una forma cristalina.
Regresando a la historia, El Barón Ashura, aliado del Dr. Hell, asesina al Dr. Kabuto, pero antes de fallecer, consigue contar a su nieto Kōji Kabuto, los malvados planes del Dr. Hell, y le da a conocer al Mazinger Z.
Es en este momento, cuando Jūzō Kabuto le cede la responsabilidad de manejar al robot, pero Kōji jamás había manejado máquina parecida.
Cabe señalar que, habiendo muerto los padres de Kōji, Kenzo y Nishikiori Kabuto en un experimento de laboratorio, Jūzō era la única familia con la que Kōji y (兜 シロ) Shirō contaban.
En lo sucesivo, El Dr. Hell acechará constantemente con sus creaciones a la humanidad, pero ahí estará siempre Mazinger Z, para enfrentarse a sus planes.
A pesar de que El Dr. Hell fue un científico destacado, los conocimientos que poseía, no se igualaban a los de su colega japonés.
Nuevos robots y nuevas armas, salen de las fábricas ocultas y secretas del Dr. Hell, lo que supone un reto de actualización continua en tecnología para El Dr. 弓 弦之介 (Profesor Gennosuke Yumi), asistente del Dr. Kabuto, que atiende y supervisa la ingeniería de Mazinger Z, auxiliándose varias veces de ingenieros en robótica de los Estados Unidos.
El Dr. Yumi, también construyó un robot de nombre Afrodita A, que era pilotado por su hija, 弓 さやか (Sayaka Yumi)
Aunque no fue destinado en principio como arma de combate, posteriormente fue adaptado técnicamente como arma de defensa.
Afrodita, al igual que Mazinger Z, es un robot tripulado al que se accede mediante una nave planeadora, protegida por una cúpula hemisférica, que va impulsada por 2 microcohetes direccionales, y que se sustenta sobre 4 patas retráctiles, que están calzadas por unas pequeñas ruedas.
La nave también es usada como medio de transporte en muchas ocasiones.
Yumi acaba por reforzarlo con Súper Aleación Z, y le instala los famosos misiles pectorales, atención que las palabras “¡Pechos fuera!” nunca fueron pronunciadas en la serie.
Aunque Afrodita A nunca tendrá la potencia del Mazinger Z, y tras muchas reparaciones, acaba siendo destruida; por lo que retirada del combate, Sayaka recibió la Diana A:
Un robot mejorado, que puede lanzar un rayo fotónico denominado “Escarlata”
El planeador de Sayaka fue sustituido por una motocicleta, que ascendía hacia la cabeza de la Diana A, a través de una rampa creada por un rayo de luz multicolor llamado “Rayo Aurora”, que lanzaba el propio robot, mientras Sayaka exclama “Rayo Aurora, ven por mí”, cuando se proponía acceder a su uso.
Y como drama, a la par de la secuencia de la serie, surge un amor ambiguo entre Kōji Kabuto y Sayaka Yumi, siendo desgarrado continuamente por las fechorías del Dr. Hell, y la ira de venganza que Kōji Kabuto siente por dentro, así como las personalidades de ambos.
Kōji, es orgulloso y machista, un adolescente un tanto de mal genio y desconfiado, más aún después de los acontecimientos acaecidos en su vida.
Responsable y buen estudiante, cursa secundaria en el instituto, y se destaca en las artes marciales, practicando Karate y Kendo.
Aunque no le gustan los problemas, en cuanto se le presentan, no los rehúsa, y no para hasta solucionarlos.
Este es el caso de la lucha que sostiene contra El Dr. Hell y sus monstruos.
Kōji no descansa hasta derrotarlos.
Después, tan solo desea estar tranquilo.
Sin embargo, siempre hay quien viene a molestarle, si no son los brutos mecánicos, o son Boss y su pandilla, o la mandona de Sayaka.
Y no lo piensa por su hermano, al que ama profundamente.
Su traje es aislante de color rojo, sin especificar si es cuero o “kevlar”, con refuerzos de color amarillo en rodillas, hombros y codos, que se complementaba con guantes amarillos acolchados que le protegían el antebrazo, y botas de caña alta amarillas.
Su casco blanco tiene visera retráctil protectora para los ojos; anclajes en el asiento, pero sin dotarle nunca de un cinturón de seguridad... arma de cinto energética, sin munición… reloj radioteléfono transmisor, para avisarle en caso de emergencia.
Mientras Sayaka es celosa y de carácter fuerte, con lo que parece que ese amor nunca se concretará… ella es la hija adolescente del profesor Genosuke Yumi.
La madre de Sayaka, una mujer de origen Chino, murió en el parto, por lo que su hija Sayaka se crio solo con su padre.
Como hija del director del Centro de Investigaciones Fotónicas, hasta la llegada de Kōji al Instituto, Sayaka había sido el centro de atención del laboratorio, y todos estaban atentos a sus caprichos.
“Hija del Jefe” y piloto de Afrodita A, nunca había imaginado que vería el día en el que llegaría un Robot y un piloto que la relegarían a un segundo plano.
Y lo peor de todo, no son los celos, si no que admira a Kōji y a su robot.
Kōji es valiente y guapo, a pesar de ser tosco y a su parecer maleducado con ella, a veces por accidente, debido a sus conocimientos de Judo; deporte en el que ha alcanzado el cinturón negro; le han hecho subir los humos a la cabeza.
Ella es el interés amoroso de Kōji, coprotagonista y piloto del robot femenino Afrodita A, y después de Diana A.
Mientras Shirō Kabuto es el hermano menor de Kōji.
Es un muchacho que mira al mundo con ojos curiosos, y se interesa por todo, tanto es así que muchas veces resulta de gran ayuda a Kōji en sus luchas contra los monstruos mecánicos del Dr. Hell, proporcionándole ideas que jamás se le hubieran ocurrido.
Shirō siempre va detrás de su hermano, pidiendo que le preste atención, sobre todo porque no tiene a nadie más.
El Profesor Gennosuke Yumi, es un hombre capaz de mantenerse sereno en las ocasiones más desesperantes, sin embargo, en una ocasión pensó en suicidarse…
Posee un alto sentido de la responsabilidad y del sacrificio; y en más de una ocasión, será capaz de anteponer su vida, por salvar a la humanidad.
Por otro lado, una vez pasado el peligro, se relaja y disfruta de la alegría de los jóvenes.
Los 3 profesores del Laboratorio son:
せわし博士 (Profesor Sewashi) es un hombre menudo, peludo y barbudo, patizambo, afable aunque un tanto gruñón e inquieto.
のっそり博士 (Profesor Nossori) es un afable anciano, alto, delgado, calvo y con lentes; es la paciencia y la voz de la experiencia del grupo, y gracias a él, muchas veces han evitado no precipitarse y cometer un grave error.
もりもり博士 (Profesor Morimori) es hombre brillante, que siempre encuentra soluciones donde los demás no las ven; de hecho, conoce a Kōji desde pequeño y le tiene un gran cariño; es uno de los desarrolladores del Jet Scrander, y creador de los Iron Cutters, o Puños Cortantes.
Pero Morimori muere víctima de un atentado perpetrado porブロツケン伯爵 (El Conde Brocken) en la recta final de la serie.
Los 3, están siempre preocupados por solucionar aquellos problemas que tenga el Mazinger Z, suelen vestir con bata blanca, camisa, corbata, pantalón de pinza, y zapato de cordón.
Además de reparar y mejorar el Mazinger Z, trabajan en la reparación de la Afrodita A, la Diana A, intentaron ayudar en la mejora de la Minerva X, y si pueden, le echan una mano a Boss con su robot.
ボス (Boss) es el jefe de la banda de motociclistas del Instituto donde estudia Kōji.
Es un matón, de los que ladran más de lo que actúan.
Sus secuaces son:
ムチャ (Mucha) y ヌケ (Nuke), 2 alfeñiques que ponen la tilde cómica a la serie.
Debido a que Kōji también lleva una buena motocicleta, Boss está enojado con él; pero aumenta su encono contra Kōji, cuando descubre que tiene tratos con Sayaka, pues Boss adora a la muchacha.
Sin embargo, Kōji no tan solo es más hábil que Boss luchando y le vence, sino que Boss debe reconocer que Kōji, manejando el Mazinger Z, es todo un héroe, y más de una vez le ha salvado la vida.
Así que finalmente se hacen amigos.
Más adelante en la serie, Boss pilota un robot construido de chatarra llamado como él, Robot Boss.
Pues harto de que Sayaka no le haga caso, y de que Kōji se lleve todos los triunfos, Boss decidió tomar cartas en el asunto, y enmascarado, secuestra a los científicos del Instituto de Investigaciones Foto Atómicas para que le construyeran un robot con chatarra.
Al principio, los científicos se negaron a participar con los desconocidos secuestradores, pero al ver a Boss, se avinieron, y con retazos de estufas y neveras le construyeron un robot.
Ahora hace de comparsa de sus hermanos mayores, y aunque suele romperse por todos los sitios, y en ocasiones no encuentra ni su propia cabeza... hay veces en las que puede presumir de que ha sido de gran ayuda para ambos.
E incluso sin él, en alguna ocasión el Mazinger y la Afrodita, podrían haberse visto perdidos.
Como antagonistas principales:
El Doctor Hell es un brillante científico alemán resentido con la humanidad, puesto que fue abusado durante su niñez y adolescencia por sus compañeros de escuela por ser un debilucho, jurando vengarse de todos, está ansioso por postrar el mundo a sus pies.
Para ello cuenta con un arsenal de robots gigantescos, que envía por medio de su lacayos, el primero de los cuales fue アシュラ男爵 (El Barón Ashura o Ashler según la versión); después contó con El Conde Brocken y con El Vizconde Pigman.
Más tarde se descubre que El Dr. Hell no es sino un peón de un tablero de ajedrez mucho más grande…
Muere junto al Conde Brocken en el penúltimo capítulo de la serie.
En la historia manga, El Dr. Hell perdería la vida tripulando su último robot en un combate mano a mano contra su mortal enemigo, Mazinger Z, finalizando la serie.
El Barón Ashura es un personaje con un rostro mitad de hombre y mitad de mujer; que resultó de la unión de 2 momias de un hombre y una mujer sacerdotes Mikenes, que fueron partidas a la mitad.
Es posible contemplar, cuando es enfocado desde el lado derecho como quien conversa, es el lado femenino del personaje; y si es enfocado el lado izquierdo, es el masculino quien está hablando.
Igualmente, los razonamientos son diferentes según se oiga una voz o la otra.
El Barón Ashura viste chilaba de color morado, con la capucha echada sobre la cabeza; y hace las veces de lugarteniente del Dr. Hell, que le ha dotado de un ejército bautizado como Las Máscaras de Hierro, y 2 fortalezas submarinas, primero la Salude, luego la Bood.
Las Máscaras de Hierro son sicarios del Barón Ashura y esclavos del Dr. Hell, no queda claro si son humanos o algún tipo de ciborg; visten una indumentaria con falda corta, botas, calzas y coraza ligeramente inspirada en la Macedonia del siglo IV a.C.; portan espada de doble filo, pero en numerosos capítulos emplean armas de fuego automáticas; y realizan operaciones de carga, descarga y mantenimiento de diversas instalaciones y brutos mecánicos; además de labores de escolta y operaciones especiales, como demoliciones, escalada, exploración, secuestros...
Por su carácter de fuerza embarcada, poseen unidades de submarinistas.
Al Barón Ashura le son encomendados los monstruos mecánicos para que someta al mundo, plan que cambia cuando Mazinger Z comienza a vencerlos a todos ellos.
Entonces, El Dr. Hell empieza a perder la paciencia, y busca un contendiente para El Barón Ashura, para ver si, compitiendo entre ellos, consigue vencer efectivamente a su enemigo.
La impaciencia hace que El Barón Ashura acabe perdiendo su fortaleza submarina.
Así entra en escena El Conde Brocken.
El Barón Ashura volverá, sin embargo, con otra fortaleza; y muere en el capítulo 78, tras un intento de ataque suicida fallido, al estrellar su segunda fortaleza submarina contra Mazinger Z.
El Conde Brocken, también llamado El Conde Decapitado, es un antiguo oficial alemán resucitado en un semi ciborg, que tiene su cabeza, única parte orgánica, separada del tronco electromecánico; pudiendo la cabeza levitar autónomamente del cuerpo.
El Conde Brocken va vestido de manera militar, con pantalones de montar a caballo bombachos, y botas altas negras, guerrera de amplia solapa ceñida a la cintura, con un cinturón del que cuelga una funda con una Luger y sable.
La guerrera de color turquesa, está decorada con charreteras y una Cruz de Hierro en el pecho, condecoración que conservaba su cadáver al morir en La Segunda Guerra Mundial, antes de ser revivido.
Brocken usa siempre guantes, y su cabeza luce un pelo desmelenado, ojos con hirsutas pestañas, que adorna con un monóculo, fino bigote alargado y tieso, colmillos finos y afilados en la boca, y una fina perilla en su mentón.
El Dr. Hell le ha concedido la fortaleza volante; Gool o Gore, y un ejército denominado La Cruz de Hierro; además de numerosos brutos mecánicos.
Es más despiadado en sus tácticas de ataque contra Mazinger Z, y sus aliados.
Las Cruces de Hierro son sus soldados-sicarios, visten un uniforme gris muy parecido al uniforme alemán empleado en ambas Guerras Mundiales, pero con las gafas y el barboquejo integrado en el casco; portan un subfusil; y realizan misiones de escolta, esquí de alta montaña, demoliciones, asalto paracaidista, e inteligencia.
ピグマン子爵 (El vizconde Pigman) llega tras perder al Barón Ashura.
El Dr. Hell crea un nuevo ayudante, un poderoso robot que utiliza ilusiones ópticas como hacerse invisible que parecen magia negra.
Se asemeja a un pigmeo, de cuya cintura se desprende el cuerpo de un guerrero corpulento.
La idea era atacar psicológicamente a los miembros del laboratorio en conjunción con sus invenciones tecnológicas.
El vizconde Pigman, a diferencia de los otros secuaces del Dr. Hell, toma decisiones de ataque más contundentes y rápidas, además de combatir cuerpo a cuerpo, incluso con el propio Mazinger Z.
Es temperamental, y generalmente no hace caso a las órdenes del Dr. Hell.
Muere en el capítulo 87, tras haber desobedecido órdenes directas del Dr. Hell, y haber intentado tomar el instituto por su cuenta.
Al morir, se puede ver estallar su cuerpo del que salen tuercas y tornillos, y de su cabeza se ven salir cables y tornillos, lo que confirma que no es un ser vivo, sino otro de los ciborgs del Doctor Hell.
ゴーゴン大公 (El Duque Gorgón) es un antiguo y misterioso aliado del Dr. Hell, es un híbrido, mitad guerrero griego y mitad tigre-dientes de sable.
El Duque Gorgón es ahora quien provee de bestias mecánicas muy poderosas al Dr. Hell, para combatir a Mazinger Z.
En principio, Gorgón actúa como Comandante en Jefe de Las Fuerzas de Avance del Emperador de Las Tinieblas, una vieja raza oculta bajo tierra llamada Mikenes, que desean salir a recuperar su territorio después del terrible terremoto que sufrió su civilización siglos atrás, siendo confinados subterráneamente, donde desarrollaron tecnología para escudar sus frágiles cuerpos, dando origen a monstruos poderosos.
Las bestias mecánicas del Duque Gorgón, poseen partes orgánicas de animales, y poseen armamento muy poderoso, capaz de destruir la Súper Aleación Z y causando graves daños a Mazinger Z, tales como la destrucción del Hover Pilder, del Jet Scrander, y de Afrodita A.
Otros robots:
Minerva X, es un robot con apariencia femenina, diseñado por el Dr. Jūzō Kabuto, y cuyos planos son robados por El Dr. Hell, que consigue construirla.
Sin embargo, careciendo de Aleación Z, la construye de Super-Acero.
Aparte de contar con los mismos poderes de Mazinger Z, la característica principal de la Minerva X, es un misterioso circuito, diseñado por Jūzō, que ni siquiera El Dr. Hell sabe para qué sirve.
Ignorando el circuito, la activa para destruir a Mazinger, pero cuando Minerva se aproxima a su contrincante, El Dr. Hell pierde el control del robot, y la Minerva X se sobrecalienta, llora, y se desmaya.
Resulta que el circuito era para sincronización entre Mazinger y Minerva, para llamadas de alarma entre sus computadoras de a bordo, haciéndolos compañeros; gracias a su programación, ésta no puede dañarlo.
Sin embargo, debido a estar construida con Super-Acero, y no de Aleación Z, no puede soportar las poderosas ondas que emite Mazinger Z, y por eso se sobrecalienta, y surge refrigerante de sus ojos, provocando la ilusión de que llora.
Al enterarse de esto, El Dr. Hell manda a otro robot para que destruya a Minerva, antes de que sea reconstruida, y se vuelva contra él
El Gran Mazinger es un robot aparecido en el último capítulo de Mazinger Z, el número 92, y el que lo ayuda en la batalla final, y evita la destrucción de Mazinger Z.
Tiene más poderes y habilidades que Mazinger Z.
Y luego están la gran cantidad de monstruos mecánicos/brutos mecánicos, o Kikaijus, robots que eran en su mayoría autónomos, salvo 2 de ellos que fueron controlados por El Barón Ashura y El Conde Brocken respectivamente.
Algunos asemejaban animales, otros bestias mitológicas, y algunos otros tenían forma humanoide; incluso hubo uno que rindió homenaje al Barón Ashura tras su muerte, adoptando su fisionomía.
Como manga, Mazinger Z fue publicado por primera vez el 12 de septiembre de 1972, en el semanario Shōnen Jump; y en 2009, la serie se reeditó en un nuevo manga titulado “Shin Mazinger Shōgeki! Z hen”, que incluyó novedades en la historia.
Mientras el anime de Mazinger Z, por su parte, se estrenó en el canal Fuji TV, el 3 de diciembre de 1972; cuyo guion original fue escrito por Susumu Takahisa y Keisuke Fujikawa; y entre los directores están, el célebre Tomoharu Katsumata, y el diseño de los personajes estuvo a cargo de Yoshiyuki Hane.
La serie contó con 92 episodios, desde “El nacimiento del robot milagroso” al “¡Duelo a muerte! ¡Resucita, nuestro Mazinger Z!”
En el último episodio de Mazinger Z, se origina un apocalíptico combate, donde el heroico robot está a punto de ser destruido para siempre.
Justo en el último instante, en el que todo parece estar perdido, aparece un nuevo titán en escena:
El Gran Mazinger, construido por el padre de Kōji Kabuto, que salva al robot que hasta ese día, se ha encargado de defender a La Tierra; y acabada su saga, pero El Gran Mazinger se encargará de su defensa a partir de ese momento.
La serie del Gran Mazinger salió al aire en Japón, en el año 1975, por la cadena Fuji TV, inmediatamente después del final de la primera serie de Mazinger, y constó de 56 episodios.
La historia se centra en 剣 鉄也 (Tetsuya Tsurugi), un chico huérfano que creció sin nadie más que Kenzo Kabuto, quien es el padre del piloto de Mazinger Z, Kōji Kabuto.
Kenzo Kabuto, es el creador de una nueva y mejorada versión de Mazinger, creada a partir de la versión de Mazinger Z de su padre, de estructura fuerte y diseñada para pelear en contra de los nuevo enemigos de la humanidad, El Imperio de Mikenes, liderado por El Emperador de La Oscuridad y su ejército de robots.
Algunas de sus armas son las mismas que las de Mazinger Z, pero hecho de una versión mejorada de la aleación Z, de la que estaba hecho el primer Mazinger.
Kenzo adoptó a los huérfanos, Tetsuya Tsurugi y Jun Hono, y le dio El Gran Mazinger a Tetsuya para que lo pilotara, quien es acompañado por una chica, Jun Hono, en su robot femenino Venus A.
Con el Mazinger original destruido, Kōji viajó a Estados Unidos para estudiar exploración espacial, y dejó la defensa de Japón en manos de Tetsuya y La Fortaleza de La Ciencia.
El entrenamiento de Tetsuya y El Gran Mazinger, se completa justo en el momento en que Kōji requería su ayuda en La Batalla contra Las Bestias de Mikenes.
Tetsuya lucha contra las bestias, e incluso con sus poderosos Generales, enfrentándose finalmente en una ardua batalla contra el líder militar de Mikene, El General Negro.
Luego de ser vencido por El Gran Mazinger, las fuerzas de Mikene son lideradas por El Dr. Hell, el villano de Mazinger Z, quien fue revivido, y ahora es El Gran Mariscal de La Oscuridad.
Sin embargo, la serie en general, fue considerada por la audiencia de extrema violencia, de contenido machista y sexista.
Aun con ello, en enero de 2001, la revista Animage publicó una lista sobre los animes más populares de todos los tiempos, en la que Mazinger Z se colocó en el número 11.
En el cine, en 1972 cuando era producida la serie animada de Mazinger Z, se realizó la publicación del primer filme en formato para película rodada en 35mm.
En años sucesivos seguirían otros filmes, de los que se conocen al menos 7, que fueron transferidos a LaserDisc.
“あなたは敵が何であるかを知りません...!”
(¡Ni siquiera sabes lo que es el enemigo...!)
マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY), es una película animada japonesa, del año 2017, dirigida por Junji Shimizu.
Protagonizada por Natsuki Hanae, Unshô Ishizuka, Ai Kayano, Masami Kikuchi, Shôtarô Morikubo, Sumire Uesaka, Toshihiko Seki, Ami Koshimizu, Takagi Wataru, Kamihei Yamaguchi, Shuhei Morita, Shimada Satoshi, Kozo Shioya, Keiji Fujiwara, Hiroyuki Miyashi, Park Yumi entre otros.
El guión es de Takahiro Ozawa, basado en la serie animada homónima de manga y anime, creada por el dibujante y guionista japonés, Gō Nagai; producida por Toei Animation para celebrar el 45º aniversario de Mazinger Z; y trata de una continuación de la serie original, pero ambientada 10 años después, cuando se descubre un súper Mazinger Z en El Monte Fuji, al que llaman “INFINITY”, y trae de nuevo al Dr. Hell y su grupo de esbirros, con todos los monstruos legendarios de la serie.
Todo inicia cuando El Dr. Hell (Unshô Ishizuka), un malvado científico, intenta tomar el control de la raza humana, aprovechando la avanzadísima tecnología de una antigua civilización.
Sin embargo, su invasión topa con una fuerte resistencia, liderada principalmente por Mazinger Z, un robot de combate que funciona con energía fotónica, una poderosa fuente de energía.
Kōji Kabuto (Shôtarô Morikubo), piloto del Mazinger Z, pone fin a las malvadas ambiciones del Dr. Hell, y el mundo entero lo aclama como un héroe.
Pero 10 años más tarde, la humanidad, que aún se está recuperando de las secuelas, persigue el uso pacífico en todo el mundo de la energía fotónica como una potente fuente de energía no contaminante.
Kōji se ha convertido en científico, y su compañera Sayaka Yumi (Ai Kayano) es ahora la directora del Nuevo Instituto de Investigaciones Fotónicas, de reciente construcción.
El Mazinger Z se conserva en un museo, donde recibe un merecido descanso.
Un buen día, durante las excavaciones a grandes profundidades en El Monte Fuji, aparece un enorme artefacto llamado “INFINITY”, y lo llevan al laboratorio de Kōji, siendo considerado como un producto de la súper civilización antigua, e incluso el análisis estructural básico por sí solo contiene tecnologías suficientes para evolucionar la ciencia actual en 100 años.
Dentro del INFINITY encuentran a LISA (Sumire Uesaka), una unidad de control humanoide; que siente apego por Kōji, y pasa a trabajar como miembro del Instituto de Investigaciones Fotónicas.
Mientras tanto, la planta de energía fotónica de Texas sufre un ataque...
Tetsuya Tsurugi (Toshihiko Seki), que en el pasado había luchado al lado del Mazinger Z, responde al asalto pilotando al Gran Mazinger.
Para sorpresa de todos, se descubre que al frente del ataque estaba uno de los leales servidores del Dr. Hell, El Barón Ashura…
Al tiempo que vemos a todos los personajes de ambos bandos, inclusive aquellos que “murieron”, pero que son mostrados mediante fotografías u otros medios; la historia gira en que la humanidad tiene que ponerse de acuerdo si quiere salvar el mundo, pues es la única manera de hacer frente al exterminio.
En el fondo, la película habla del Calentamiento Global, el uso de las energías limpias, el ecologismo, y la tecnología como medio para un fin superior en pos de un mejor entendimiento humano.
No obstante, el filme abusa de los “gags” como en la serie, que le baja mucho el ritmo a la trama de 90 minutos, sin embargo, es parte del formato, además que presenta a la “Masin Girls” desconocidas por mí, y la historia del Gran Mazinger que fue mostrada muy por encima al final de la serie original.
De los personajes, los cómicos de Boss (Takagi Wataru) y su pandilla:
Mucha (Masami Kikuchi) y Nuke (Kamihei Yamaguchi) en el robot Boss, están presentes, pero ahora Boss dirige un pequeño restaurante que ha sido elogiado por LISA, por exquisitos fideos y sopa.
Pero hay un secreto en el sótano…
Así como vemos a 2 de los 3 doctores del laboratorio, que son los encargados de la comedia; y la trama dramática se centra en la relación no declarada formalmente entre Kōji Kabuto y Sayaka Yumi; todo ello mientras El Dr. Hell, El Barón Ashura/Ashler, y El Conde Brocken pretenden apoderarse de la fuente Fotónica.
La película es un viaje al pasado, a la nostalgia de cuando yo mismo hacía los monstruos de Mazinger en papel, y creaba mi propio juego de historias; donde aquí vemos todos los detalles, desde el dibujo mejorado sustancialmente en la técnica de animación, a las canciones, los efectos de sonido, como cuando caminan, y la impagable descripción del despliegue del arsenal de Mazinger.
Todo un gusto y un placer para la memoria.
Una película colosal, que no se limita a ser un guiño nostálgico, sino que brilla por luz propia
“確かに、1つのMazinger-Z は、世界の主要軍隊の総戦闘力の5%以上を隠しているかもしれません!”
(Por supuesto, ¡un Mazinger-Z puede estar ocultando no menos del 5% de la fuerza de combate total de las principales potencias militares del mundo!)
La historia, para los menos avezados o expertos en la materia, recupera a los personajes clásicos de la serie, con Kōji Kabuto como protagonistas, y ex piloto del poderoso robot gigante, Mazinger Z.
Ahora, una década después de los acontecimientos acaecidos en la serie original, todo cambia, y Kabuto se ha convertido en investigador y científico, siguiendo los pasos de su abuelo, esto hará que los no muy conocedores de aquella saga puedan encontrarse algo perdidos, especialmente al comienzo del film; por lo que es recomendable rememorar los últimos episodios para entrar de lleno en el planteamiento de este filme, aunque bien es cierto que tampoco resulta totalmente necesario.
El final de la serie original, se entronca directamente con su continuación oficial, El Gran Mazinger, de 56 episodios.
En ella cobran importancia Tetsuya y Jun (Ami Koshimizu), que aparentemente ella espera un hijo de su hermano… y son quienes pilotan a El Gran Mazinger y a Venus A respectivamente, mientras que Kōji Kabuto, protagonista de la primera entrega, se vuelca en la investigación.
En la película que hoy nos atañe, Kōji, al igual que su abuelo, se ha convertido en una eminencia dentro de su campo; a su vez, Sayaka, quien pilotaba a Afrodita A, ocupa un cargo importante, y demuestra grandes dotes de liderazgo.
Mientras Tetsuya es el encargado oficial de velar por la paz con su robot, y su mujer está embarazada…
Los inicios del filme nos adentran con dinamismo dentro de un nuevo Japón.
Superada su infatigable guerra con Dr. Hell, el país se ha levantado gracias al uso de la energía fotónica, tan saludable como peligrosa en caso de caer en las manos equivocadas.
Nos encontramos ante un futurismo utópico e ideal, que no tardará en verse truncado tanto por la irrupción del malvado villano, como por incomprensión y falta de entendimiento entre los propios humanos.
Y es que en cierta medida, uno de los temas de fondo de esta entrega, es la incomunicación, tanto a nivel global, como sobre todo, entre el propio Kōji Kabuto y Sayaka, una pareja en crisis, por culpa de la pasividad de él.
Por lo que estamos ante una cinta introspectiva, que sabe generar tensión, construir un entramado dramático, sabiendo dilatar esta sensación hasta su estallido final.
Compleja y elaborada, su trama, donde se apela a las realidades paralelas y la salvación de toda la humanidad, se acerca más al estudio psicológico que sufre la autómata LISA, que al de una simple cinta de acción o aventuras.
El incluir una voz robótica, inocente, quizás infantil, como es el caso del personaje de LISA, consigue servir de manera armoniosa como catalizador de sentimientos entre la pareja protagonista, así como llave que une a toda la humanidad en su lucha por no desaparecer en una existencia paralela.
No es sencillo para los neófitos, entender de golpe y porrazo todo lo que se va viendo en pantalla, que de hecho arranca con una apabullante pelea llena de efectos y explosiones.
Luego todo se va calmando, y se presenta o descubre de nuevo a todos los nombres ya conocidos.
Sayaka Yumi, el principal personaje femenino de gran enjundia en la serie televisiva, compartirá momentos mágicos y a la vez tensos con una rival nueva que responde al nombre de LISA, acrónimo en inglés que hace referencia a una inteligencia artificial.
Ni todo trata de ser una lucha entre Kabuto y El Dr. Hell, ni las inseguridades del héroe a la hora de querer dar el paso de enamorarse del todo, y formar al fin una familia futura, llega a ser el tema central.
Alrededor de マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY), tenemos un poco de todo que puede parecer un conglomerado extraño de efectos, especialmente en las peleas del comienzo y el final.
Este nuevo episodio de la saga, dirigido por el realizador, Junji Shimizu, triunfa en su cometido de ofrecer un producto que satisfaga por igual las necesidades del público más joven, y de todos aquellos que crecieron con la serie original; siendo una de las claves para ello, un tratamiento de personajes de lo más acertado, con los que conectas a la primera de cambio, interesándote por ellos, sus relaciones y, por supuesto, su integridad física cuando las cosas se ponen feas.
Toei, ha realizado un trabajo más que satisfactorio en lo que al apartado técnico y a la animación se refiere.
Aunque en algunas escenas, el CGI es evidente, éste también es el gran aliado del estudio de animación en las escenas de acción.
El nivel de detalle y la fluidez de los movimientos durante las luchas, resultan asombrosos.
Pero por encima de todas las escenas de acción, destaca una en concreto que hará que los espectadores no puedan apartar sus ojos de la pantalla para no perder detalle:
La pelea de Kabuto en el Mazinger, contra una horda de monstruos mecánicos en la central de energía fotónica.
Por encima de esto, reina la soberbia y electrizante ambientación del filme.
Tras una intensa apertura en la que se plantea el conflicto principal sobre el que girará la historia, la secuencia de créditos hace acto de presencia con el mítico tema que introducía el anime clásico, reinterpretado para la ocasión de nuevo por Ichirō Mizuki, para conseguir dejarme con los pelos como escarpias, aún no sé muy bien por qué, y completamente a merced de unos guionistas que construyen con efectividad el “estatus quo” del mundo en el que se ambienta su obra.
Como no podría ser de otro modo, la animación de la que hace gala マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY) está a la altura de las circunstancias; destacando sobre todo en los momentos en los que la acción copa la pantalla.
Es en esos fragmentos, en los que las bestias mecánicas desatan su poder cuando el poderío visual del largo, elaborado con técnicas 3D, especialmente el robot INFINITY, pero presentado en un 2D tradicional en el que la huella del tratamiento digital es más que evidente, luce con especial poderío, redondeando un entretenimiento de primera, al que su último tercio hace justicia.
En contra puede achacarle el drama desmedido, y esa intensidad metafísica y pseudo filosófica pasada de vueltas que tanto gusta en el país del Sol Naciente, al tiempo que generan cuestionamientos:
¿Cómo crear una película ahora, y conseguir actualizarla a nuestros tiempos?
Bueno, aquí el mensaje ecologista a favor de la sostenibilidad, las posibilidades que brinda La Inteligencia Artificial, y la aplicación de la energía limpia fotónica, son las que toman el relevo, aunque no consiguen hacer de la propuesta algo tan memorable, como para que suponga un punto de inflexión.
La película se mueve en dualidades temáticas, y es bastante más profundo de lo que podría parecer en un principio.
Por ejemplo, se incluyen aspectos como el mundo de las dimensiones espacio temporales y alternativas, con personajes cuyo destino puede haber sido modificado.
También está el tema del ecologismo o el cuidado de La Tierra, a manos del ser humano, que no deja de ser algo destructivo en su fuero interior.
Aparte, el tema del dios o el demonio que cada individuo puede llevar en su interior, como el Mazinger mismo.
No hay un bien absoluto, como tampoco lo hay en el lado del mal.
Sino véase al Dr. Hell, donde en un momento, los personajes buenos logran justificarlo…
El único aspecto negativo evidente, es el no haberse podido desprender del hedor machista que rodea estas producciones japonesas de antaño.
Si bien hay escenas que puedan entenderse de manera cómica, como puede ser el rostro caricaturesco de los fotógrafos más pervertidos obviando al protagonista, Kōji, quien intenta escurrirse de las exuberantes mujeres que le rodean en cierto evento con la prensa, en otras secuencias encontramos escenas lamentables.
Sobre todo aquella en la que la embarazada Jun, recuerda los mejores momentos con su marido Tetsuya, y en uno de ellos aparece una imagen violenta.
Además, recordar que son hermanos, y aquí no ha pasado nada…
Por su parte, también es justo destacar el papel de liderazgo que juega Sayaka, aunque sea una pena no poder ver en acción a su robot Afrodita A, aunque, siguiendo la coherencia de la serie original, ya sabíamos que acabó destrozado en el episodio 74.
Pero vista a día de hoy, puede que recorramos sus extremidades, pectorales y cabeza, como un voyeur calenturiento delimita cual mapa sensual/sexual las erógenas partes del cuerpo que contempla o espía.
Acaso exista en esa totémica reaparición de Mazinger Z, un componente erótico que nos retrotraiga como cuando nos excitábamos con él y Afrodita A, en las sobremesas sabatinas de mediados los años 70… recordar que los robots andaban casi desnudos, y los pechos de las robots, eran muy sugestivos…
Pero la tecnología ha cambiado, hay nuevos robots de lucha, esa Diana que toma el relevo de Afrodita A en una suerte de toma de postura feminista contemporánea… pero fría y alejada del elemento naif y divertido de la teleserie setentera; los personajes parecen haber madurado, sobre todo Sayaka, pero lo que acaba importando es el reencuentro entre Kōji Kabuto y Mazinger, viejos amantes a la búsqueda de la última aventura…
Mientras el resto de personajes coquetean con la ciencia ficción, la fanta-ciencia e incluso con el ecologismo, el peligro nuclear o del Cambio Climático.
Nuevamente, se le puede achacar que las peleas son algo rápidas.
Todos los monstruos robot, aparecen juntos principalmente en la batalla final.
Y al ser tantos, no pueden ser destruidos uno por uno, ya que tomaría demasiado tiempo de ejecución, pero todos juntos en una especie de desordenado caos, es todo menos emocionante.
Además, la razón por la cual El Dr. Hell ataca, es torpe y mal planeada, y peor explicado parece más una mala broma:
¿Conquistar el mundo para crear un universo paralelo?
Me ha faltado Diana A…
Sayaka en combate, en sustitución de las ridículas “Masin Girls” que es lo que más me ha sobrado de esta película, es ridículo.
Por cierto, creo que Nissan y VAIO/SONY debe de haber invertido bastante en esta película, pues la publicidad no es para nada “subliminal”
Pese a sumergirse de lleno en una historia original de lo más trascendental e intimistamente épica, マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY) sabe jugar con acierto sus cartas más nostálgicas.
Resulta totalmente descacharrante la inclusión del robot Boss, construido a partir de chatarra por el más fanfarrón y cómico de los personajes de la serie original, quien demuestra, como el resto de personajes, haber madurado durante estos 10 años de paz.
También, tras un debate interior de Kōji acerca de pilotar al Mazinger original, así de como encarrilar su vida en pareja con Sayaka, encontramos hacia finales del largometraje, el épico regreso a la acción del joven héroe.
Una secuencia con una animación deslumbrante, donde el robot hace alarde de todas las técnicas usadas antaño contra unos kaijus, que estéticamente lucen un colorido igual de hortera, y cuya esencia añeja, contrasta a la perfección con el dinamismo de esta versión renovada de la franquicia.
Una secuencia brillante que viene acompañada del enfrentamiento contra los villanos clásicos, como El Conde Brocken, El Barón Ashura y, por supuesto, Dr. Hell.
Un revival vertiginoso, acompañada de una banda sonora instrumental del tema principal de la serie a cargo de Michiaki Watanabe, quien hace un trabajo sublime en todas y cada una de sus partituras, tanto originales como recicladas.
En cuanto al diseño de personajes, Toei ha respetado las líneas del dibujo original, aunque utilizando una paleta de colores más vivos, adaptándolo a los nuevos tiempos.
Sublimes, son de lo mejor de la película, y vemos unos personajes más maduros, más trabajados, más enfocados al público adulto que cuando éramos niños.
Kōji, Sayaka y especial mención a Jun, que diría que es de las que más ha gustado.
Por otra parte, El Profesor Yumi (Shuhei Morita), quien fuera El Director del Laboratorio de Investigaciones Fotónicas, es en la película, El Primer Ministro de Japón, mientras que para la victoria final, vemos un mundo unido aportando Energía Fotónica para que Mazinger Z gane al Dr. Hell, quien se apoderó del Mazinger INFINITY.
Otra cosa por la que apostó Gō Nagai, fue en mostrar la siempre compleja conducta del ser humano, quien siempre tiene problemas para ponerse de acuerdo, eso es una problemática global que se toma muy en serio en el film, realmente no tiene desperdicio.
Y de los nuevos robots, están:
El Gran Mazinger, piloteado por Ken Tatsuya; El Gran Mariscal del Infierno, piloteado por El Dr. Hell; las Ichinanas que son robots de combate piloteados por tropas de integración; Ashura P1, piloteado por El Barón Ashura (Hiroyuki Miyashi/Park Yumi); el Brocken T 9, piloteado por El Conde Brocken (Keiji Fujiwara); La Batería de Pistolas Multi-Legged; piloteados por los Drs. Sewashi (Shimada Satoshi) y Nossori (Kozo Shioya); y las Venus A Gundan, piloteadas por las Masin Girls.
Por último, la banda sonora es una auténtica maravilla que transporta de principio a fin.
Desde la canción modernizada de la “intro”, hasta la nueva marcha de batalla, pasando por las melodías de algunas secuencias.
El fantástico tema interpretado por Ichirō Mizuki, el veterano “seiyuu” y cantante, ha regresado para ponerle su voz, como ya hizo antaño, al “opening” de la película, un revival del original de la serie, donde más de uno saldrá del cine tarareándola.
“彼女の世界の一日は私たちの一ヶ月と同じですか?
または交差する次元は時間自体を歪ませるか?”
(¿Un solo día en su mundo equivale a un mes en el nuestro?
¿O las dimensiones de cruce deforman el tiempo mismo?)
Los japoneses parecen dispuestos a seguir manteniendo vivo el espíritu de sus ídolos nacionales, y ahora le toca el turno a Mazinger Z, el mítico anime de Gō Nagai, que sentó las bases del género “mecha”, y se convirtió en un icono de la cultura popular.
Así, el robot gigante regresa en una aventura que sirve para alimentar la nostálgica de los espectadores del pasado, al mismo tiempo que se adecúa a las necesidades del público actual; y el resultado es una película visualmente poderosa, que además se muestra profunda y adulta a la hora de explorar temas en torno a la naturaleza humana, y el mundo en el que vivimos.
Y es que la serie original se convirtió en un éxito inmediato, que alcanzó el récord del 30% de audiencia; donde los juguetes de Mazinger se convirtieron asimismo en artículos obligados, porque los numerosos atractivos de Mazinger Z cautivaron a los espectadores.
Y en la cultura popular, la idea de tener a un humano a los mandos de un robot gigante, modificó el panorama posterior de la animación japonesa.
No resulta exagerado afirmar que, sin Mazinger Z, muchos robots emblemáticos no habrían llegado a existir, porque ha fascinado a gente de todo el mundo, siendo sin duda, origen y leyenda de todos los robots gigantes.
La serie es notable por la introducción de muchas de las características de “stock” aceptadas de los géneros de anime de súper robot, incluida la primera aparición de robots mecha, piloteados por un usuario desde una cabina.
Desde que en los años 70 alcanzará la fama, el paso de los años no ha hecho otra cosa que acentuarla y utilizar a este famoso robot como fuente de inspiración para otras películas.
Hizo que se pusiera de moda los robots manejados por personas, creando el propio género “mecha”, una abreviación de “mechanical” si se quiere, y que a raíz de ahí se crearan películas como Transformers.
Y como dato más actual, Mazinger Z fue un gran éxito en México durante la década de 1980, y tal fue la repercusión del fenómeno, que hasta Guillermo del Toro creó la franquicia Pacific Rim.
¿Habrá que decir algo más?
“すべての偉大なヒーローは、常に美しいと強い女性のパートナーが彼らの側で戦っている”
(Todos los grandes héroes siempre tienen parejas femeninas bellas y fuertes que luchan a su lado)
(Puede ser un dios o un demonio)
Muchas cosas marcaron nuestra infancia, entre ellas, la increíble cantidad de programación enfocada para el público infantil y juvenil que se vio beneficiada de maravillosas historias gracias a la animación japonesa; entre ellas destacó el increíble y fascinante universo que componía Mazinger Z.
マジンガーZ (Mazinger Z) es una serie de manga y anime, creada por el dibujante y guionista japonés, 永井 豪 (Gō Nagai), un “mangaka” o historietista, especializado en temas de ciencia ficción, terror, fantasía y erotismo, siendo reconocido como un gran innovador del género japonés de manga, cuyas obras han sido adaptadas a numerosos otros formatos, incluyendo televisión, cine, radionovelas, literatura y videojuegos.
Nagai creó la serie de Mazinger Z, que después continuaría con las secuelas Great Mazinger y UFO Robo Grendizer, en las que desarrolló el concepto de robot/mecha gigante, pilotado desde una cabina; cuya historia en la serie, trata sobre un grupo de científicos que disponen de un robot gigante en su lucha contra las fuerzas malignas de ドクター・ヘル (Dr. Hell)
En la ficción, Mazinger Z fue el primer robot gigante tripulado por un protagonista, del que se dice que puede “ser un dios o un demonio”, dependiendo de lo que trate, porque tiene un poder demasiado poderoso.
Tras el éxito de esta franquicia, tomaría fuerza el género conocido como “mecha”, en el que un vehículo de gran tamaño, es controlado por uno o más pilotos, que posee partes móviles tales como brazos o piernas, y varían en su uso dependiendo de la obra de ficción a la que pertenecen.
También puede usarse el término “mecha” para referirse a subgénero de la ciencia ficción; pero la diferencia entre un “mecha” y un robot consiste en que el “mecha” es controlado por un piloto y/o que necesita de un piloto humano, para su activación, y que cuenta con una serie de características distintivas, como armas y/o poderes especiales, e incluso la fusionabilidad, incrementando así sus capacidades; mientras que un robot se mueve por cuenta propia.
Inspirado por “Astroboy” (1951) de Osamu Tezuka, y “Gigantor” (1956) de Mitsuteru Yokoyama, Gō Nagai deseó hacer su propia serie animada de robots.
Su primer manga en esa dirección, fue Getter Robot; sin embargo sentía que su proyecto no le satisfacía, pues tomaba prestado mucho de las series de sus mentores.
Cierto día, estando Nagai atrapado en un atasco de tráfico, pensó que sería fantástico que a su coche le salieran piernas, y así poder sortear el resto de automóviles parados por encima.
De esta idea nació su inspiración:
Un robot gigante, que podría ser controlado desde su interior, como si fuera un automóvil.
Además, poco más tarde tendría la idea de un primer robot transformable, el Getter Robot y Groizer X, aún antes de concebirse series como Voltron, Macross y Transformers.
En sus conceptos originales, el título para la serie era Energer Z, que era controlado por una motocicleta que accedía por la parte posterior de su cabeza.
Sin embargo, debido a la repentina popularidad de su serie Kamen Rider, en la que se usaba una motocicleta, Nagai sustituyó el sistema de acceso del robot por un Planeador/Pilder, reciclando después esta idea para el robot Diana A.
Más tarde, jugando con la dualidad de los conceptos del bien y del mal, rebautizó a su robot:
Tomó la raíz japonesa “魔”o “Ma” que significa “Demonio”, y la raíz “神”o “Jin” que significa “Dios”, y las unió conservando la sílaba final del nombre Energer original, resultando el nombre de “Mazinger Z”, el sonido al pronunciarlo en japonés es “Máchinga”, con la “r” silente.
Con este nombre le confiere al robot una doble faceta:
Mazinger Z puede ser un benefactor o un destructor, un Dios o un Demonio, según el uso que se le dé.
Así mismo, el diseño de la base de acoplamiento del Planeador que se asienta sobre la cabeza de Mazinger Z, es el mismo que el de su serie de manga “Demon Lord Dante”, en la cual, el demonio gigante tiene en la frente insertada la cabeza humana de Ryo Utsugi, el hombre joven que se combina con él.
Un dato curioso, es conocer que el nombre del piloto, 兜 甲児 (Kōji Kabuto), toma su apellido de la palabra japonesa que significa “casco”, coincidiendo con el hecho de que para que el robot funcione, necesita ponerse a Kōji en la cabeza.
Tanto el manga como los diferentes animes, ubican el origen de la historia en La Isla de Bardos, que curiosamente está deshabitada y con gran cantidad de restos arqueológicos en pie.
Así, la historia comienza en el transcurso de una excavación arqueológica encabezada por el mundialmente famoso Dr. Hell, y son hallados los restos de unos gigantescos autómatas milenarios, enterrados bajo las ruinas de lo que parece haber sido el enclave de una civilización milenaria.
Dicha civilización, muestra semejanzas con la micénica del Mar Egeo, y se ha traducido por “Mikene” y también por “mikenese”
El descubrimiento es sensacional para la historia de la humanidad; sin embargo, el Dr. Hell advierte que es mejor no difundir la noticia, hasta no conocer mejor los detalles del descubrimiento, y pide que se le deje investigar en privado.
Acabada su investigación, El Dr. Hell reúne a todos los científicos y les presenta a los ciclópeos robots restaurados.
Con ellos, anuncia su intención de postrar al mundo a sus pies, y pide la lealtad de todos los presentes.
Los científicos se niegan, y El Dr. Hell, con un bastón de mando, despierta a los robots que, gracias a un ingenio electrónico que les ha colocado, siguen ahora sus órdenes, y se desata un infierno.
Tan solo el profesor兜十蔵博士 (Jūzō Kabuto) consiguió escapar de la masacre, refugiándose luego en Japón, donde comenzó a desarrollar el robot construido con los últimos avances de energía y tecnología.
Usando la energía fotónica del reactor de Japanium y la Súper Aleación Z de su invención, creada con este mismo material, y única capaz de soportar la energía fotónica, Jūzō esperaba poder impedir los ambiciosos planes del Dr. Hell, dando vida al Mazinger Z.
El robot Mazinger Z, según estimaciones realizadas en 2008, el presupuesto real para su construcción alcanzó los $725 millones.
Sabiendo de la genialidad del Dr. Hell en la construcción de robots, El Dr. Jūzō dotó al Mazinger Z con la tecnología más avanzada energética y siderúrgica.
Para su construcción, utilizó una aleación que contiene un mineral de Japanium; un mineral que tan solo se encuentra en el Japón, y cuyo yacimiento se mantiene en secreto, aunque se conoce que está cercano al Monte Fuji, pues este mineral es esencial para el procesamiento de la energía foto atómica.
La aleación con la que está construido el Mazinger, se conoce como Súper Aleación Z, y no solo tiene una resistencia mayor que la del acero convencional y una temperatura de fusión por encima de los 6.000º C, sino que además permite al Mazinger Z, usar energía fotónica para alimentarse, lo que le confiere al robot y a su armamento, un gran poder.
Mientras El Dr. Hell no cuenta con material de similar resistencia, y busca apoderarse de él para perfeccionar sus monstruos mecánicos.
Puesto que el robot Mazinger tiene una altura de 18 metros, El Dr. Jūzō Kabuto construyó una nave voladora, que, planeando impulsada por unas hélices colocadas horizontalmente, ascendiera hasta la cabeza del robot, para alojarse allí.
Una vez acoplada la nave en la cabeza del robot, este queda activado, y el piloto puede maniobrarlo; mientras los robots del Dr. Hell son controlados por un bastón de mando que los activaba, y entonces como si estuvieran en trance, los robots, comprendían las órdenes de su amo, las obedecían y acataban.
Por su parte, Mazinger Z termina por alcanzar una potencia de 65.000 CV, pudiendo levantar alrededor de 150 toneladas.
Sus armas básicas son:
De la cabeza salen:
“Rayo Fotónico/Rayos Ópticos/Rayos Láser”, que enfocados hacia el enemigo lo suelen hacer saltar en pedazos.
“Huracán Corrosivo/Vientos Huracanados” que salen de la reja que cubre el mentón, un viento impulsado por unas potentes turbinas, que puede deteriorar en cuestión de segundos a un robot de acero.
“Rayo Congelante” ubicado sobre las antenas del radar de los costados de su cabeza; es un concentrado de hidrógeno líquido.
Del pecho:
“Fuego de Pecho/Calor Nuclear/Rayos Fotónicos” que sale de las aletas de color rojo que luce sobre sus pectorales, puede emitir un haz de energía fotónica de alta concentración que alcanza temperaturas superiores a los 30.000 ℃.
Este haz, es su arma más poderosa, y se nutre del propio reactor de energía fotónica del robot, siendo capaz de derretir los metales más resistentes.
“Bomba de Pecho/Misil ventral” es un par de misiles alojados en su vientre, inspirados en los misiles de la caja torácica de Afrodita A.
De las Extremidades:
“Puños Fuera/Puños Atómicos” que Mazinger puede lanzar, tanto sus puños y antebrazos que, tras golpear al enemigo regresan, para colocarse de nuevo en sus brazos.
“Misiles Perforantes/Proyectiles de Taladro”, es una provisión de misiles que podía lanzar; una vez retiraba el conjunto de puño y antebrazo basculándolos hacia arriba, gracias a unas bisagras, desde los vanos de sus brazos.
Estos misiles salen disparados a la vez que giran sobre sí mismos, clavándose en su adversario y explotando.
“Tallantes/Cortadores de Hierro”, colocados a ambos lados de los antebrazos de los puños arrojables, cuenta con unas cuchillas retráctiles, que lanzadas, pueden partir en 2 a un robot.
“Cohetes Digitales”, probados experimentalmente, se le colocaron en las falanges de los dedos unos misiles, pero su utilidad fue mínima.
“Molino con los brazos”, pueden rotar completamente sobre su eje, adquiriendo una gran velocidad en el giro, y lanzando después sus puños.
“Guantelete de Hierro”, habiéndoselas visto con un enemigo difícil, los profesores le proporcionaron al Mazinger un puño especial de gran densidad.
Otra característica que adopta el tándem robot-piloto en Mazinger, es que al ir el robot tripulado, los golpes, zarandeos, electroshocks, y otros males que el robot soporta, son compartidos por el piloto.
Aunque técnicamente los daños sufridos en el robot se reflejaban en la cabina por las vibraciones en su estructura, provocados por golpes, choques térmicos, eléctricos, etc., de sus contrincantes.
El Pilder, llamado en algunas traducciones “Planeador”, es parte del robot, pero también puede ser maniobrado de forma autónoma.
En la época en la que Mazinger Z era incapaz de volar, El Pilder era la única opción que tenía Kōji para plantar cara al enemigo en combates aéreos.
Por ello, El Pilder también está dotado de sistemas de defensa y de ataque; cuenta con una metralleta, que sería sustituida por un lanza-rayos, misiles, cortina de humo y la pericia de Kōji.
Más tarde, el Hover Pilder, El Pilder original de Mazinger, sería reemplazado por el Jet Pilder, que en lugar de llevar hélices para impulsarse, éstas fueron sustituidas por cohetes a reacción direccionales.
El nuevo Jet Pilder, resultaría mucho más veloz y manejable, y estaba mucho mejor armado.
El Pilder tenía por lugar de descanso habitual, el porche inferior de la vivienda de Kōji Kabuto, junto a la moto del adolescente y la bicicleta de su hermano.
A él accedía Kōji a través de la cúpula hemisférica que abierta daba acceso a su interior.
Esta acción la realizaba Kōji, por lo general, de un prodigioso salto desde el piso superior, puesto que siempre era llamado con urgencia para enfrentarse a un nuevo peligro.
Al principio, Mazinger Z tan solo podía moverse por tierra, alcanzando a la carrera una velocidad de 360 kilómetros por hora.
Debido a los ataques desde todos los elementos, los científicos del Instituto de Investigaciones Foto Atómicas, se percataron que el Mazinger Z necesitaba conquistar el cielo y los mares.
Los mares los conquistó con facilidad colocándole unos propulsores en los pies, se le tuvo que revestir y sellar uniones, puesto que se le filtraba el agua a sus mecanismos interiores, y podía alcanzar una velocidad de 20 nudos.
Sin embargo, para la conquista de los cielos, al no poder por su diseño, le insertaron alas a su estructura que lo haría incluso menos maniobrable.
Al contrario que otros elementos, para las alas y el motor cohete, se requirió de la tecnología estadounidense, de donde el Dr. Yumi trae el diseño inicial.
Las alas externas eran acoplables, y estaban propulsadas por 2 cohetes, conociéndose a todo el ingenio como Jet Scrander.
Como serie de fantasía que es, muestra unas capacidades asombrosas para el Jet Scrander, caso de sus prestaciones, o la enorme precisión para el acoplamiento, puede hacerlo sobre un objeto de 18 metros de largo y en movimiento, en caso de fallar automáticamente, gira y lo intenta de nuevo.
Estas alas, que se ciñen a su cintura mediante una pinza, el Mazinger Z podía volar a una velocidad de Mach 3, con capacidad de mantenerla sin derretirse por la fricción, ni romper las aristas de la cabeza por el rozamiento.
Sin embargo, la serie no renuncia a ciertos argumentos científicos, y así El Dr. Nossori advierte a Kōji, de que el borde del ala, como ala supersónica que es, presenta un filo cortante, y no redondo como las alas subsónicas.
Debido a una serie de atentados, el Jet Scrander acabó por ser trasladado del Instituto de Investigaciones Foto Atómicas, e instalado en una rampa de lanzamiento secreta, en una falda de una montaña lejana, por lo que Kōji Kabuto tuvo que mudarse al Instituto.
El Jet Scrander se convirtió en sí mismo en un arma, pues sus afiladas alas podían partir por la mitad a un robot.
Aun así, el Jet Scrander se le instaló un sistema de disparo de Shurikens, llamadas también “Espuelas de Plata” o “Cuchillas de La Cruz del Sur”
El Mazinger Z, ha de ser recargado con energía Fotónica; y es por ello que ha sido colocado en un hangar especial en El Centro de Investigaciones Fotónicas.
El robot descansa secretamente bajo una piscina de agua, que deja pasar la luz del Sol, pues la energía fotónica, es la que se crea de la unión de un reactor de Japanium y la energía lumínica.
Cuando desean que el Mazinger Z se recargue con rapidez, concentran energía foto atómica, y lo bañan directamente con ella.
No lleva enchufes.
En el momento que Kōji necesita de su robot, la piscina del hangar se retira, abriéndose por la mitad, y se alza la plataforma sobre la que descansa el erguido robot; y una vez ha acabado de alzarse la plataforma, capaz de levantar las 20 toneladas que pesa el Mazinger; Kōji hace descender el Planeador sobre la cabeza de su compañero.
Es entonces cuando se activa el robot, y esta alza los brazos como desperezándose, y refulgiendo a la luz del Sol.
El Mazinger Z ha despertado, y despliega todo su poder.
Pese a no formar parte del robot, la barrera de energía juega un papel de gran importancia para defender al Mazinger Z, y a todo el Instituto.
Esta barrera, se despliega a través de una serie de proyectores, que están dispuestos regularmente alrededor del Instituto, y que concentran su haz sobre una antena que esta sobre el pináculo superior del edificio central e instalaciones aledañas.
Los proyectores dispersan unos haces de fuerza que forman una barrera impenetrable.
Aún con esto, El Dr. Hell ha creado diversas bestias que han conseguido atravesar dicho escudo, haciendo necesario modificarlo en numerosas ocasiones reforzándolo.
Así la barrera ha cambiado su fisonomía, adoptando desde una forma hemisférica, a una forma cristalina.
Regresando a la historia, El Barón Ashura, aliado del Dr. Hell, asesina al Dr. Kabuto, pero antes de fallecer, consigue contar a su nieto Kōji Kabuto, los malvados planes del Dr. Hell, y le da a conocer al Mazinger Z.
Es en este momento, cuando Jūzō Kabuto le cede la responsabilidad de manejar al robot, pero Kōji jamás había manejado máquina parecida.
Cabe señalar que, habiendo muerto los padres de Kōji, Kenzo y Nishikiori Kabuto en un experimento de laboratorio, Jūzō era la única familia con la que Kōji y (兜 シロ) Shirō contaban.
En lo sucesivo, El Dr. Hell acechará constantemente con sus creaciones a la humanidad, pero ahí estará siempre Mazinger Z, para enfrentarse a sus planes.
A pesar de que El Dr. Hell fue un científico destacado, los conocimientos que poseía, no se igualaban a los de su colega japonés.
Nuevos robots y nuevas armas, salen de las fábricas ocultas y secretas del Dr. Hell, lo que supone un reto de actualización continua en tecnología para El Dr. 弓 弦之介 (Profesor Gennosuke Yumi), asistente del Dr. Kabuto, que atiende y supervisa la ingeniería de Mazinger Z, auxiliándose varias veces de ingenieros en robótica de los Estados Unidos.
El Dr. Yumi, también construyó un robot de nombre Afrodita A, que era pilotado por su hija, 弓 さやか (Sayaka Yumi)
Aunque no fue destinado en principio como arma de combate, posteriormente fue adaptado técnicamente como arma de defensa.
Afrodita, al igual que Mazinger Z, es un robot tripulado al que se accede mediante una nave planeadora, protegida por una cúpula hemisférica, que va impulsada por 2 microcohetes direccionales, y que se sustenta sobre 4 patas retráctiles, que están calzadas por unas pequeñas ruedas.
La nave también es usada como medio de transporte en muchas ocasiones.
Yumi acaba por reforzarlo con Súper Aleación Z, y le instala los famosos misiles pectorales, atención que las palabras “¡Pechos fuera!” nunca fueron pronunciadas en la serie.
Aunque Afrodita A nunca tendrá la potencia del Mazinger Z, y tras muchas reparaciones, acaba siendo destruida; por lo que retirada del combate, Sayaka recibió la Diana A:
Un robot mejorado, que puede lanzar un rayo fotónico denominado “Escarlata”
El planeador de Sayaka fue sustituido por una motocicleta, que ascendía hacia la cabeza de la Diana A, a través de una rampa creada por un rayo de luz multicolor llamado “Rayo Aurora”, que lanzaba el propio robot, mientras Sayaka exclama “Rayo Aurora, ven por mí”, cuando se proponía acceder a su uso.
Y como drama, a la par de la secuencia de la serie, surge un amor ambiguo entre Kōji Kabuto y Sayaka Yumi, siendo desgarrado continuamente por las fechorías del Dr. Hell, y la ira de venganza que Kōji Kabuto siente por dentro, así como las personalidades de ambos.
Kōji, es orgulloso y machista, un adolescente un tanto de mal genio y desconfiado, más aún después de los acontecimientos acaecidos en su vida.
Responsable y buen estudiante, cursa secundaria en el instituto, y se destaca en las artes marciales, practicando Karate y Kendo.
Aunque no le gustan los problemas, en cuanto se le presentan, no los rehúsa, y no para hasta solucionarlos.
Este es el caso de la lucha que sostiene contra El Dr. Hell y sus monstruos.
Kōji no descansa hasta derrotarlos.
Después, tan solo desea estar tranquilo.
Sin embargo, siempre hay quien viene a molestarle, si no son los brutos mecánicos, o son Boss y su pandilla, o la mandona de Sayaka.
Y no lo piensa por su hermano, al que ama profundamente.
Su traje es aislante de color rojo, sin especificar si es cuero o “kevlar”, con refuerzos de color amarillo en rodillas, hombros y codos, que se complementaba con guantes amarillos acolchados que le protegían el antebrazo, y botas de caña alta amarillas.
Su casco blanco tiene visera retráctil protectora para los ojos; anclajes en el asiento, pero sin dotarle nunca de un cinturón de seguridad... arma de cinto energética, sin munición… reloj radioteléfono transmisor, para avisarle en caso de emergencia.
Mientras Sayaka es celosa y de carácter fuerte, con lo que parece que ese amor nunca se concretará… ella es la hija adolescente del profesor Genosuke Yumi.
La madre de Sayaka, una mujer de origen Chino, murió en el parto, por lo que su hija Sayaka se crio solo con su padre.
Como hija del director del Centro de Investigaciones Fotónicas, hasta la llegada de Kōji al Instituto, Sayaka había sido el centro de atención del laboratorio, y todos estaban atentos a sus caprichos.
“Hija del Jefe” y piloto de Afrodita A, nunca había imaginado que vería el día en el que llegaría un Robot y un piloto que la relegarían a un segundo plano.
Y lo peor de todo, no son los celos, si no que admira a Kōji y a su robot.
Kōji es valiente y guapo, a pesar de ser tosco y a su parecer maleducado con ella, a veces por accidente, debido a sus conocimientos de Judo; deporte en el que ha alcanzado el cinturón negro; le han hecho subir los humos a la cabeza.
Ella es el interés amoroso de Kōji, coprotagonista y piloto del robot femenino Afrodita A, y después de Diana A.
Mientras Shirō Kabuto es el hermano menor de Kōji.
Es un muchacho que mira al mundo con ojos curiosos, y se interesa por todo, tanto es así que muchas veces resulta de gran ayuda a Kōji en sus luchas contra los monstruos mecánicos del Dr. Hell, proporcionándole ideas que jamás se le hubieran ocurrido.
Shirō siempre va detrás de su hermano, pidiendo que le preste atención, sobre todo porque no tiene a nadie más.
El Profesor Gennosuke Yumi, es un hombre capaz de mantenerse sereno en las ocasiones más desesperantes, sin embargo, en una ocasión pensó en suicidarse…
Posee un alto sentido de la responsabilidad y del sacrificio; y en más de una ocasión, será capaz de anteponer su vida, por salvar a la humanidad.
Por otro lado, una vez pasado el peligro, se relaja y disfruta de la alegría de los jóvenes.
Los 3 profesores del Laboratorio son:
せわし博士 (Profesor Sewashi) es un hombre menudo, peludo y barbudo, patizambo, afable aunque un tanto gruñón e inquieto.
のっそり博士 (Profesor Nossori) es un afable anciano, alto, delgado, calvo y con lentes; es la paciencia y la voz de la experiencia del grupo, y gracias a él, muchas veces han evitado no precipitarse y cometer un grave error.
もりもり博士 (Profesor Morimori) es hombre brillante, que siempre encuentra soluciones donde los demás no las ven; de hecho, conoce a Kōji desde pequeño y le tiene un gran cariño; es uno de los desarrolladores del Jet Scrander, y creador de los Iron Cutters, o Puños Cortantes.
Pero Morimori muere víctima de un atentado perpetrado porブロツケン伯爵 (El Conde Brocken) en la recta final de la serie.
Los 3, están siempre preocupados por solucionar aquellos problemas que tenga el Mazinger Z, suelen vestir con bata blanca, camisa, corbata, pantalón de pinza, y zapato de cordón.
Además de reparar y mejorar el Mazinger Z, trabajan en la reparación de la Afrodita A, la Diana A, intentaron ayudar en la mejora de la Minerva X, y si pueden, le echan una mano a Boss con su robot.
ボス (Boss) es el jefe de la banda de motociclistas del Instituto donde estudia Kōji.
Es un matón, de los que ladran más de lo que actúan.
Sus secuaces son:
ムチャ (Mucha) y ヌケ (Nuke), 2 alfeñiques que ponen la tilde cómica a la serie.
Debido a que Kōji también lleva una buena motocicleta, Boss está enojado con él; pero aumenta su encono contra Kōji, cuando descubre que tiene tratos con Sayaka, pues Boss adora a la muchacha.
Sin embargo, Kōji no tan solo es más hábil que Boss luchando y le vence, sino que Boss debe reconocer que Kōji, manejando el Mazinger Z, es todo un héroe, y más de una vez le ha salvado la vida.
Así que finalmente se hacen amigos.
Más adelante en la serie, Boss pilota un robot construido de chatarra llamado como él, Robot Boss.
Pues harto de que Sayaka no le haga caso, y de que Kōji se lleve todos los triunfos, Boss decidió tomar cartas en el asunto, y enmascarado, secuestra a los científicos del Instituto de Investigaciones Foto Atómicas para que le construyeran un robot con chatarra.
Al principio, los científicos se negaron a participar con los desconocidos secuestradores, pero al ver a Boss, se avinieron, y con retazos de estufas y neveras le construyeron un robot.
Ahora hace de comparsa de sus hermanos mayores, y aunque suele romperse por todos los sitios, y en ocasiones no encuentra ni su propia cabeza... hay veces en las que puede presumir de que ha sido de gran ayuda para ambos.
E incluso sin él, en alguna ocasión el Mazinger y la Afrodita, podrían haberse visto perdidos.
Como antagonistas principales:
El Doctor Hell es un brillante científico alemán resentido con la humanidad, puesto que fue abusado durante su niñez y adolescencia por sus compañeros de escuela por ser un debilucho, jurando vengarse de todos, está ansioso por postrar el mundo a sus pies.
Para ello cuenta con un arsenal de robots gigantescos, que envía por medio de su lacayos, el primero de los cuales fue アシュラ男爵 (El Barón Ashura o Ashler según la versión); después contó con El Conde Brocken y con El Vizconde Pigman.
Más tarde se descubre que El Dr. Hell no es sino un peón de un tablero de ajedrez mucho más grande…
Muere junto al Conde Brocken en el penúltimo capítulo de la serie.
En la historia manga, El Dr. Hell perdería la vida tripulando su último robot en un combate mano a mano contra su mortal enemigo, Mazinger Z, finalizando la serie.
El Barón Ashura es un personaje con un rostro mitad de hombre y mitad de mujer; que resultó de la unión de 2 momias de un hombre y una mujer sacerdotes Mikenes, que fueron partidas a la mitad.
Es posible contemplar, cuando es enfocado desde el lado derecho como quien conversa, es el lado femenino del personaje; y si es enfocado el lado izquierdo, es el masculino quien está hablando.
Igualmente, los razonamientos son diferentes según se oiga una voz o la otra.
El Barón Ashura viste chilaba de color morado, con la capucha echada sobre la cabeza; y hace las veces de lugarteniente del Dr. Hell, que le ha dotado de un ejército bautizado como Las Máscaras de Hierro, y 2 fortalezas submarinas, primero la Salude, luego la Bood.
Las Máscaras de Hierro son sicarios del Barón Ashura y esclavos del Dr. Hell, no queda claro si son humanos o algún tipo de ciborg; visten una indumentaria con falda corta, botas, calzas y coraza ligeramente inspirada en la Macedonia del siglo IV a.C.; portan espada de doble filo, pero en numerosos capítulos emplean armas de fuego automáticas; y realizan operaciones de carga, descarga y mantenimiento de diversas instalaciones y brutos mecánicos; además de labores de escolta y operaciones especiales, como demoliciones, escalada, exploración, secuestros...
Por su carácter de fuerza embarcada, poseen unidades de submarinistas.
Al Barón Ashura le son encomendados los monstruos mecánicos para que someta al mundo, plan que cambia cuando Mazinger Z comienza a vencerlos a todos ellos.
Entonces, El Dr. Hell empieza a perder la paciencia, y busca un contendiente para El Barón Ashura, para ver si, compitiendo entre ellos, consigue vencer efectivamente a su enemigo.
La impaciencia hace que El Barón Ashura acabe perdiendo su fortaleza submarina.
Así entra en escena El Conde Brocken.
El Barón Ashura volverá, sin embargo, con otra fortaleza; y muere en el capítulo 78, tras un intento de ataque suicida fallido, al estrellar su segunda fortaleza submarina contra Mazinger Z.
El Conde Brocken, también llamado El Conde Decapitado, es un antiguo oficial alemán resucitado en un semi ciborg, que tiene su cabeza, única parte orgánica, separada del tronco electromecánico; pudiendo la cabeza levitar autónomamente del cuerpo.
El Conde Brocken va vestido de manera militar, con pantalones de montar a caballo bombachos, y botas altas negras, guerrera de amplia solapa ceñida a la cintura, con un cinturón del que cuelga una funda con una Luger y sable.
La guerrera de color turquesa, está decorada con charreteras y una Cruz de Hierro en el pecho, condecoración que conservaba su cadáver al morir en La Segunda Guerra Mundial, antes de ser revivido.
Brocken usa siempre guantes, y su cabeza luce un pelo desmelenado, ojos con hirsutas pestañas, que adorna con un monóculo, fino bigote alargado y tieso, colmillos finos y afilados en la boca, y una fina perilla en su mentón.
El Dr. Hell le ha concedido la fortaleza volante; Gool o Gore, y un ejército denominado La Cruz de Hierro; además de numerosos brutos mecánicos.
Es más despiadado en sus tácticas de ataque contra Mazinger Z, y sus aliados.
Las Cruces de Hierro son sus soldados-sicarios, visten un uniforme gris muy parecido al uniforme alemán empleado en ambas Guerras Mundiales, pero con las gafas y el barboquejo integrado en el casco; portan un subfusil; y realizan misiones de escolta, esquí de alta montaña, demoliciones, asalto paracaidista, e inteligencia.
ピグマン子爵 (El vizconde Pigman) llega tras perder al Barón Ashura.
El Dr. Hell crea un nuevo ayudante, un poderoso robot que utiliza ilusiones ópticas como hacerse invisible que parecen magia negra.
Se asemeja a un pigmeo, de cuya cintura se desprende el cuerpo de un guerrero corpulento.
La idea era atacar psicológicamente a los miembros del laboratorio en conjunción con sus invenciones tecnológicas.
El vizconde Pigman, a diferencia de los otros secuaces del Dr. Hell, toma decisiones de ataque más contundentes y rápidas, además de combatir cuerpo a cuerpo, incluso con el propio Mazinger Z.
Es temperamental, y generalmente no hace caso a las órdenes del Dr. Hell.
Muere en el capítulo 87, tras haber desobedecido órdenes directas del Dr. Hell, y haber intentado tomar el instituto por su cuenta.
Al morir, se puede ver estallar su cuerpo del que salen tuercas y tornillos, y de su cabeza se ven salir cables y tornillos, lo que confirma que no es un ser vivo, sino otro de los ciborgs del Doctor Hell.
ゴーゴン大公 (El Duque Gorgón) es un antiguo y misterioso aliado del Dr. Hell, es un híbrido, mitad guerrero griego y mitad tigre-dientes de sable.
El Duque Gorgón es ahora quien provee de bestias mecánicas muy poderosas al Dr. Hell, para combatir a Mazinger Z.
En principio, Gorgón actúa como Comandante en Jefe de Las Fuerzas de Avance del Emperador de Las Tinieblas, una vieja raza oculta bajo tierra llamada Mikenes, que desean salir a recuperar su territorio después del terrible terremoto que sufrió su civilización siglos atrás, siendo confinados subterráneamente, donde desarrollaron tecnología para escudar sus frágiles cuerpos, dando origen a monstruos poderosos.
Las bestias mecánicas del Duque Gorgón, poseen partes orgánicas de animales, y poseen armamento muy poderoso, capaz de destruir la Súper Aleación Z y causando graves daños a Mazinger Z, tales como la destrucción del Hover Pilder, del Jet Scrander, y de Afrodita A.
Otros robots:
Minerva X, es un robot con apariencia femenina, diseñado por el Dr. Jūzō Kabuto, y cuyos planos son robados por El Dr. Hell, que consigue construirla.
Sin embargo, careciendo de Aleación Z, la construye de Super-Acero.
Aparte de contar con los mismos poderes de Mazinger Z, la característica principal de la Minerva X, es un misterioso circuito, diseñado por Jūzō, que ni siquiera El Dr. Hell sabe para qué sirve.
Ignorando el circuito, la activa para destruir a Mazinger, pero cuando Minerva se aproxima a su contrincante, El Dr. Hell pierde el control del robot, y la Minerva X se sobrecalienta, llora, y se desmaya.
Resulta que el circuito era para sincronización entre Mazinger y Minerva, para llamadas de alarma entre sus computadoras de a bordo, haciéndolos compañeros; gracias a su programación, ésta no puede dañarlo.
Sin embargo, debido a estar construida con Super-Acero, y no de Aleación Z, no puede soportar las poderosas ondas que emite Mazinger Z, y por eso se sobrecalienta, y surge refrigerante de sus ojos, provocando la ilusión de que llora.
Al enterarse de esto, El Dr. Hell manda a otro robot para que destruya a Minerva, antes de que sea reconstruida, y se vuelva contra él
El Gran Mazinger es un robot aparecido en el último capítulo de Mazinger Z, el número 92, y el que lo ayuda en la batalla final, y evita la destrucción de Mazinger Z.
Tiene más poderes y habilidades que Mazinger Z.
Y luego están la gran cantidad de monstruos mecánicos/brutos mecánicos, o Kikaijus, robots que eran en su mayoría autónomos, salvo 2 de ellos que fueron controlados por El Barón Ashura y El Conde Brocken respectivamente.
Algunos asemejaban animales, otros bestias mitológicas, y algunos otros tenían forma humanoide; incluso hubo uno que rindió homenaje al Barón Ashura tras su muerte, adoptando su fisionomía.
Como manga, Mazinger Z fue publicado por primera vez el 12 de septiembre de 1972, en el semanario Shōnen Jump; y en 2009, la serie se reeditó en un nuevo manga titulado “Shin Mazinger Shōgeki! Z hen”, que incluyó novedades en la historia.
Mientras el anime de Mazinger Z, por su parte, se estrenó en el canal Fuji TV, el 3 de diciembre de 1972; cuyo guion original fue escrito por Susumu Takahisa y Keisuke Fujikawa; y entre los directores están, el célebre Tomoharu Katsumata, y el diseño de los personajes estuvo a cargo de Yoshiyuki Hane.
La serie contó con 92 episodios, desde “El nacimiento del robot milagroso” al “¡Duelo a muerte! ¡Resucita, nuestro Mazinger Z!”
En el último episodio de Mazinger Z, se origina un apocalíptico combate, donde el heroico robot está a punto de ser destruido para siempre.
Justo en el último instante, en el que todo parece estar perdido, aparece un nuevo titán en escena:
El Gran Mazinger, construido por el padre de Kōji Kabuto, que salva al robot que hasta ese día, se ha encargado de defender a La Tierra; y acabada su saga, pero El Gran Mazinger se encargará de su defensa a partir de ese momento.
La serie del Gran Mazinger salió al aire en Japón, en el año 1975, por la cadena Fuji TV, inmediatamente después del final de la primera serie de Mazinger, y constó de 56 episodios.
La historia se centra en 剣 鉄也 (Tetsuya Tsurugi), un chico huérfano que creció sin nadie más que Kenzo Kabuto, quien es el padre del piloto de Mazinger Z, Kōji Kabuto.
Kenzo Kabuto, es el creador de una nueva y mejorada versión de Mazinger, creada a partir de la versión de Mazinger Z de su padre, de estructura fuerte y diseñada para pelear en contra de los nuevo enemigos de la humanidad, El Imperio de Mikenes, liderado por El Emperador de La Oscuridad y su ejército de robots.
Algunas de sus armas son las mismas que las de Mazinger Z, pero hecho de una versión mejorada de la aleación Z, de la que estaba hecho el primer Mazinger.
Kenzo adoptó a los huérfanos, Tetsuya Tsurugi y Jun Hono, y le dio El Gran Mazinger a Tetsuya para que lo pilotara, quien es acompañado por una chica, Jun Hono, en su robot femenino Venus A.
Con el Mazinger original destruido, Kōji viajó a Estados Unidos para estudiar exploración espacial, y dejó la defensa de Japón en manos de Tetsuya y La Fortaleza de La Ciencia.
El entrenamiento de Tetsuya y El Gran Mazinger, se completa justo en el momento en que Kōji requería su ayuda en La Batalla contra Las Bestias de Mikenes.
Tetsuya lucha contra las bestias, e incluso con sus poderosos Generales, enfrentándose finalmente en una ardua batalla contra el líder militar de Mikene, El General Negro.
Luego de ser vencido por El Gran Mazinger, las fuerzas de Mikene son lideradas por El Dr. Hell, el villano de Mazinger Z, quien fue revivido, y ahora es El Gran Mariscal de La Oscuridad.
Sin embargo, la serie en general, fue considerada por la audiencia de extrema violencia, de contenido machista y sexista.
Aun con ello, en enero de 2001, la revista Animage publicó una lista sobre los animes más populares de todos los tiempos, en la que Mazinger Z se colocó en el número 11.
En el cine, en 1972 cuando era producida la serie animada de Mazinger Z, se realizó la publicación del primer filme en formato para película rodada en 35mm.
En años sucesivos seguirían otros filmes, de los que se conocen al menos 7, que fueron transferidos a LaserDisc.
“あなたは敵が何であるかを知りません...!”
(¡Ni siquiera sabes lo que es el enemigo...!)
マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY), es una película animada japonesa, del año 2017, dirigida por Junji Shimizu.
Protagonizada por Natsuki Hanae, Unshô Ishizuka, Ai Kayano, Masami Kikuchi, Shôtarô Morikubo, Sumire Uesaka, Toshihiko Seki, Ami Koshimizu, Takagi Wataru, Kamihei Yamaguchi, Shuhei Morita, Shimada Satoshi, Kozo Shioya, Keiji Fujiwara, Hiroyuki Miyashi, Park Yumi entre otros.
El guión es de Takahiro Ozawa, basado en la serie animada homónima de manga y anime, creada por el dibujante y guionista japonés, Gō Nagai; producida por Toei Animation para celebrar el 45º aniversario de Mazinger Z; y trata de una continuación de la serie original, pero ambientada 10 años después, cuando se descubre un súper Mazinger Z en El Monte Fuji, al que llaman “INFINITY”, y trae de nuevo al Dr. Hell y su grupo de esbirros, con todos los monstruos legendarios de la serie.
Todo inicia cuando El Dr. Hell (Unshô Ishizuka), un malvado científico, intenta tomar el control de la raza humana, aprovechando la avanzadísima tecnología de una antigua civilización.
Sin embargo, su invasión topa con una fuerte resistencia, liderada principalmente por Mazinger Z, un robot de combate que funciona con energía fotónica, una poderosa fuente de energía.
Kōji Kabuto (Shôtarô Morikubo), piloto del Mazinger Z, pone fin a las malvadas ambiciones del Dr. Hell, y el mundo entero lo aclama como un héroe.
Pero 10 años más tarde, la humanidad, que aún se está recuperando de las secuelas, persigue el uso pacífico en todo el mundo de la energía fotónica como una potente fuente de energía no contaminante.
Kōji se ha convertido en científico, y su compañera Sayaka Yumi (Ai Kayano) es ahora la directora del Nuevo Instituto de Investigaciones Fotónicas, de reciente construcción.
El Mazinger Z se conserva en un museo, donde recibe un merecido descanso.
Un buen día, durante las excavaciones a grandes profundidades en El Monte Fuji, aparece un enorme artefacto llamado “INFINITY”, y lo llevan al laboratorio de Kōji, siendo considerado como un producto de la súper civilización antigua, e incluso el análisis estructural básico por sí solo contiene tecnologías suficientes para evolucionar la ciencia actual en 100 años.
Dentro del INFINITY encuentran a LISA (Sumire Uesaka), una unidad de control humanoide; que siente apego por Kōji, y pasa a trabajar como miembro del Instituto de Investigaciones Fotónicas.
Mientras tanto, la planta de energía fotónica de Texas sufre un ataque...
Tetsuya Tsurugi (Toshihiko Seki), que en el pasado había luchado al lado del Mazinger Z, responde al asalto pilotando al Gran Mazinger.
Para sorpresa de todos, se descubre que al frente del ataque estaba uno de los leales servidores del Dr. Hell, El Barón Ashura…
Al tiempo que vemos a todos los personajes de ambos bandos, inclusive aquellos que “murieron”, pero que son mostrados mediante fotografías u otros medios; la historia gira en que la humanidad tiene que ponerse de acuerdo si quiere salvar el mundo, pues es la única manera de hacer frente al exterminio.
En el fondo, la película habla del Calentamiento Global, el uso de las energías limpias, el ecologismo, y la tecnología como medio para un fin superior en pos de un mejor entendimiento humano.
No obstante, el filme abusa de los “gags” como en la serie, que le baja mucho el ritmo a la trama de 90 minutos, sin embargo, es parte del formato, además que presenta a la “Masin Girls” desconocidas por mí, y la historia del Gran Mazinger que fue mostrada muy por encima al final de la serie original.
De los personajes, los cómicos de Boss (Takagi Wataru) y su pandilla:
Mucha (Masami Kikuchi) y Nuke (Kamihei Yamaguchi) en el robot Boss, están presentes, pero ahora Boss dirige un pequeño restaurante que ha sido elogiado por LISA, por exquisitos fideos y sopa.
Pero hay un secreto en el sótano…
Así como vemos a 2 de los 3 doctores del laboratorio, que son los encargados de la comedia; y la trama dramática se centra en la relación no declarada formalmente entre Kōji Kabuto y Sayaka Yumi; todo ello mientras El Dr. Hell, El Barón Ashura/Ashler, y El Conde Brocken pretenden apoderarse de la fuente Fotónica.
La película es un viaje al pasado, a la nostalgia de cuando yo mismo hacía los monstruos de Mazinger en papel, y creaba mi propio juego de historias; donde aquí vemos todos los detalles, desde el dibujo mejorado sustancialmente en la técnica de animación, a las canciones, los efectos de sonido, como cuando caminan, y la impagable descripción del despliegue del arsenal de Mazinger.
Todo un gusto y un placer para la memoria.
Una película colosal, que no se limita a ser un guiño nostálgico, sino que brilla por luz propia
“確かに、1つのMazinger-Z は、世界の主要軍隊の総戦闘力の5%以上を隠しているかもしれません!”
(Por supuesto, ¡un Mazinger-Z puede estar ocultando no menos del 5% de la fuerza de combate total de las principales potencias militares del mundo!)
La historia, para los menos avezados o expertos en la materia, recupera a los personajes clásicos de la serie, con Kōji Kabuto como protagonistas, y ex piloto del poderoso robot gigante, Mazinger Z.
Ahora, una década después de los acontecimientos acaecidos en la serie original, todo cambia, y Kabuto se ha convertido en investigador y científico, siguiendo los pasos de su abuelo, esto hará que los no muy conocedores de aquella saga puedan encontrarse algo perdidos, especialmente al comienzo del film; por lo que es recomendable rememorar los últimos episodios para entrar de lleno en el planteamiento de este filme, aunque bien es cierto que tampoco resulta totalmente necesario.
El final de la serie original, se entronca directamente con su continuación oficial, El Gran Mazinger, de 56 episodios.
En ella cobran importancia Tetsuya y Jun (Ami Koshimizu), que aparentemente ella espera un hijo de su hermano… y son quienes pilotan a El Gran Mazinger y a Venus A respectivamente, mientras que Kōji Kabuto, protagonista de la primera entrega, se vuelca en la investigación.
En la película que hoy nos atañe, Kōji, al igual que su abuelo, se ha convertido en una eminencia dentro de su campo; a su vez, Sayaka, quien pilotaba a Afrodita A, ocupa un cargo importante, y demuestra grandes dotes de liderazgo.
Mientras Tetsuya es el encargado oficial de velar por la paz con su robot, y su mujer está embarazada…
Los inicios del filme nos adentran con dinamismo dentro de un nuevo Japón.
Superada su infatigable guerra con Dr. Hell, el país se ha levantado gracias al uso de la energía fotónica, tan saludable como peligrosa en caso de caer en las manos equivocadas.
Nos encontramos ante un futurismo utópico e ideal, que no tardará en verse truncado tanto por la irrupción del malvado villano, como por incomprensión y falta de entendimiento entre los propios humanos.
Y es que en cierta medida, uno de los temas de fondo de esta entrega, es la incomunicación, tanto a nivel global, como sobre todo, entre el propio Kōji Kabuto y Sayaka, una pareja en crisis, por culpa de la pasividad de él.
Por lo que estamos ante una cinta introspectiva, que sabe generar tensión, construir un entramado dramático, sabiendo dilatar esta sensación hasta su estallido final.
Compleja y elaborada, su trama, donde se apela a las realidades paralelas y la salvación de toda la humanidad, se acerca más al estudio psicológico que sufre la autómata LISA, que al de una simple cinta de acción o aventuras.
El incluir una voz robótica, inocente, quizás infantil, como es el caso del personaje de LISA, consigue servir de manera armoniosa como catalizador de sentimientos entre la pareja protagonista, así como llave que une a toda la humanidad en su lucha por no desaparecer en una existencia paralela.
No es sencillo para los neófitos, entender de golpe y porrazo todo lo que se va viendo en pantalla, que de hecho arranca con una apabullante pelea llena de efectos y explosiones.
Luego todo se va calmando, y se presenta o descubre de nuevo a todos los nombres ya conocidos.
Sayaka Yumi, el principal personaje femenino de gran enjundia en la serie televisiva, compartirá momentos mágicos y a la vez tensos con una rival nueva que responde al nombre de LISA, acrónimo en inglés que hace referencia a una inteligencia artificial.
Ni todo trata de ser una lucha entre Kabuto y El Dr. Hell, ni las inseguridades del héroe a la hora de querer dar el paso de enamorarse del todo, y formar al fin una familia futura, llega a ser el tema central.
Alrededor de マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY), tenemos un poco de todo que puede parecer un conglomerado extraño de efectos, especialmente en las peleas del comienzo y el final.
Este nuevo episodio de la saga, dirigido por el realizador, Junji Shimizu, triunfa en su cometido de ofrecer un producto que satisfaga por igual las necesidades del público más joven, y de todos aquellos que crecieron con la serie original; siendo una de las claves para ello, un tratamiento de personajes de lo más acertado, con los que conectas a la primera de cambio, interesándote por ellos, sus relaciones y, por supuesto, su integridad física cuando las cosas se ponen feas.
Toei, ha realizado un trabajo más que satisfactorio en lo que al apartado técnico y a la animación se refiere.
Aunque en algunas escenas, el CGI es evidente, éste también es el gran aliado del estudio de animación en las escenas de acción.
El nivel de detalle y la fluidez de los movimientos durante las luchas, resultan asombrosos.
Pero por encima de todas las escenas de acción, destaca una en concreto que hará que los espectadores no puedan apartar sus ojos de la pantalla para no perder detalle:
La pelea de Kabuto en el Mazinger, contra una horda de monstruos mecánicos en la central de energía fotónica.
Por encima de esto, reina la soberbia y electrizante ambientación del filme.
Tras una intensa apertura en la que se plantea el conflicto principal sobre el que girará la historia, la secuencia de créditos hace acto de presencia con el mítico tema que introducía el anime clásico, reinterpretado para la ocasión de nuevo por Ichirō Mizuki, para conseguir dejarme con los pelos como escarpias, aún no sé muy bien por qué, y completamente a merced de unos guionistas que construyen con efectividad el “estatus quo” del mundo en el que se ambienta su obra.
Como no podría ser de otro modo, la animación de la que hace gala マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY) está a la altura de las circunstancias; destacando sobre todo en los momentos en los que la acción copa la pantalla.
Es en esos fragmentos, en los que las bestias mecánicas desatan su poder cuando el poderío visual del largo, elaborado con técnicas 3D, especialmente el robot INFINITY, pero presentado en un 2D tradicional en el que la huella del tratamiento digital es más que evidente, luce con especial poderío, redondeando un entretenimiento de primera, al que su último tercio hace justicia.
En contra puede achacarle el drama desmedido, y esa intensidad metafísica y pseudo filosófica pasada de vueltas que tanto gusta en el país del Sol Naciente, al tiempo que generan cuestionamientos:
¿Cómo crear una película ahora, y conseguir actualizarla a nuestros tiempos?
Bueno, aquí el mensaje ecologista a favor de la sostenibilidad, las posibilidades que brinda La Inteligencia Artificial, y la aplicación de la energía limpia fotónica, son las que toman el relevo, aunque no consiguen hacer de la propuesta algo tan memorable, como para que suponga un punto de inflexión.
La película se mueve en dualidades temáticas, y es bastante más profundo de lo que podría parecer en un principio.
Por ejemplo, se incluyen aspectos como el mundo de las dimensiones espacio temporales y alternativas, con personajes cuyo destino puede haber sido modificado.
También está el tema del ecologismo o el cuidado de La Tierra, a manos del ser humano, que no deja de ser algo destructivo en su fuero interior.
Aparte, el tema del dios o el demonio que cada individuo puede llevar en su interior, como el Mazinger mismo.
No hay un bien absoluto, como tampoco lo hay en el lado del mal.
Sino véase al Dr. Hell, donde en un momento, los personajes buenos logran justificarlo…
El único aspecto negativo evidente, es el no haberse podido desprender del hedor machista que rodea estas producciones japonesas de antaño.
Si bien hay escenas que puedan entenderse de manera cómica, como puede ser el rostro caricaturesco de los fotógrafos más pervertidos obviando al protagonista, Kōji, quien intenta escurrirse de las exuberantes mujeres que le rodean en cierto evento con la prensa, en otras secuencias encontramos escenas lamentables.
Sobre todo aquella en la que la embarazada Jun, recuerda los mejores momentos con su marido Tetsuya, y en uno de ellos aparece una imagen violenta.
Además, recordar que son hermanos, y aquí no ha pasado nada…
Por su parte, también es justo destacar el papel de liderazgo que juega Sayaka, aunque sea una pena no poder ver en acción a su robot Afrodita A, aunque, siguiendo la coherencia de la serie original, ya sabíamos que acabó destrozado en el episodio 74.
Pero vista a día de hoy, puede que recorramos sus extremidades, pectorales y cabeza, como un voyeur calenturiento delimita cual mapa sensual/sexual las erógenas partes del cuerpo que contempla o espía.
Acaso exista en esa totémica reaparición de Mazinger Z, un componente erótico que nos retrotraiga como cuando nos excitábamos con él y Afrodita A, en las sobremesas sabatinas de mediados los años 70… recordar que los robots andaban casi desnudos, y los pechos de las robots, eran muy sugestivos…
Pero la tecnología ha cambiado, hay nuevos robots de lucha, esa Diana que toma el relevo de Afrodita A en una suerte de toma de postura feminista contemporánea… pero fría y alejada del elemento naif y divertido de la teleserie setentera; los personajes parecen haber madurado, sobre todo Sayaka, pero lo que acaba importando es el reencuentro entre Kōji Kabuto y Mazinger, viejos amantes a la búsqueda de la última aventura…
Mientras el resto de personajes coquetean con la ciencia ficción, la fanta-ciencia e incluso con el ecologismo, el peligro nuclear o del Cambio Climático.
Nuevamente, se le puede achacar que las peleas son algo rápidas.
Todos los monstruos robot, aparecen juntos principalmente en la batalla final.
Y al ser tantos, no pueden ser destruidos uno por uno, ya que tomaría demasiado tiempo de ejecución, pero todos juntos en una especie de desordenado caos, es todo menos emocionante.
Además, la razón por la cual El Dr. Hell ataca, es torpe y mal planeada, y peor explicado parece más una mala broma:
¿Conquistar el mundo para crear un universo paralelo?
Me ha faltado Diana A…
Sayaka en combate, en sustitución de las ridículas “Masin Girls” que es lo que más me ha sobrado de esta película, es ridículo.
Por cierto, creo que Nissan y VAIO/SONY debe de haber invertido bastante en esta película, pues la publicidad no es para nada “subliminal”
Pese a sumergirse de lleno en una historia original de lo más trascendental e intimistamente épica, マジンガーZ/INFINITY (Mazinger Z: INFINITY) sabe jugar con acierto sus cartas más nostálgicas.
Resulta totalmente descacharrante la inclusión del robot Boss, construido a partir de chatarra por el más fanfarrón y cómico de los personajes de la serie original, quien demuestra, como el resto de personajes, haber madurado durante estos 10 años de paz.
También, tras un debate interior de Kōji acerca de pilotar al Mazinger original, así de como encarrilar su vida en pareja con Sayaka, encontramos hacia finales del largometraje, el épico regreso a la acción del joven héroe.
Una secuencia con una animación deslumbrante, donde el robot hace alarde de todas las técnicas usadas antaño contra unos kaijus, que estéticamente lucen un colorido igual de hortera, y cuya esencia añeja, contrasta a la perfección con el dinamismo de esta versión renovada de la franquicia.
Una secuencia brillante que viene acompañada del enfrentamiento contra los villanos clásicos, como El Conde Brocken, El Barón Ashura y, por supuesto, Dr. Hell.
Un revival vertiginoso, acompañada de una banda sonora instrumental del tema principal de la serie a cargo de Michiaki Watanabe, quien hace un trabajo sublime en todas y cada una de sus partituras, tanto originales como recicladas.
En cuanto al diseño de personajes, Toei ha respetado las líneas del dibujo original, aunque utilizando una paleta de colores más vivos, adaptándolo a los nuevos tiempos.
Sublimes, son de lo mejor de la película, y vemos unos personajes más maduros, más trabajados, más enfocados al público adulto que cuando éramos niños.
Kōji, Sayaka y especial mención a Jun, que diría que es de las que más ha gustado.
Por otra parte, El Profesor Yumi (Shuhei Morita), quien fuera El Director del Laboratorio de Investigaciones Fotónicas, es en la película, El Primer Ministro de Japón, mientras que para la victoria final, vemos un mundo unido aportando Energía Fotónica para que Mazinger Z gane al Dr. Hell, quien se apoderó del Mazinger INFINITY.
Otra cosa por la que apostó Gō Nagai, fue en mostrar la siempre compleja conducta del ser humano, quien siempre tiene problemas para ponerse de acuerdo, eso es una problemática global que se toma muy en serio en el film, realmente no tiene desperdicio.
Y de los nuevos robots, están:
El Gran Mazinger, piloteado por Ken Tatsuya; El Gran Mariscal del Infierno, piloteado por El Dr. Hell; las Ichinanas que son robots de combate piloteados por tropas de integración; Ashura P1, piloteado por El Barón Ashura (Hiroyuki Miyashi/Park Yumi); el Brocken T 9, piloteado por El Conde Brocken (Keiji Fujiwara); La Batería de Pistolas Multi-Legged; piloteados por los Drs. Sewashi (Shimada Satoshi) y Nossori (Kozo Shioya); y las Venus A Gundan, piloteadas por las Masin Girls.
Por último, la banda sonora es una auténtica maravilla que transporta de principio a fin.
Desde la canción modernizada de la “intro”, hasta la nueva marcha de batalla, pasando por las melodías de algunas secuencias.
El fantástico tema interpretado por Ichirō Mizuki, el veterano “seiyuu” y cantante, ha regresado para ponerle su voz, como ya hizo antaño, al “opening” de la película, un revival del original de la serie, donde más de uno saldrá del cine tarareándola.
“彼女の世界の一日は私たちの一ヶ月と同じですか?
または交差する次元は時間自体を歪ませるか?”
(¿Un solo día en su mundo equivale a un mes en el nuestro?
¿O las dimensiones de cruce deforman el tiempo mismo?)
Los japoneses parecen dispuestos a seguir manteniendo vivo el espíritu de sus ídolos nacionales, y ahora le toca el turno a Mazinger Z, el mítico anime de Gō Nagai, que sentó las bases del género “mecha”, y se convirtió en un icono de la cultura popular.
Así, el robot gigante regresa en una aventura que sirve para alimentar la nostálgica de los espectadores del pasado, al mismo tiempo que se adecúa a las necesidades del público actual; y el resultado es una película visualmente poderosa, que además se muestra profunda y adulta a la hora de explorar temas en torno a la naturaleza humana, y el mundo en el que vivimos.
Y es que la serie original se convirtió en un éxito inmediato, que alcanzó el récord del 30% de audiencia; donde los juguetes de Mazinger se convirtieron asimismo en artículos obligados, porque los numerosos atractivos de Mazinger Z cautivaron a los espectadores.
Y en la cultura popular, la idea de tener a un humano a los mandos de un robot gigante, modificó el panorama posterior de la animación japonesa.
No resulta exagerado afirmar que, sin Mazinger Z, muchos robots emblemáticos no habrían llegado a existir, porque ha fascinado a gente de todo el mundo, siendo sin duda, origen y leyenda de todos los robots gigantes.
La serie es notable por la introducción de muchas de las características de “stock” aceptadas de los géneros de anime de súper robot, incluida la primera aparición de robots mecha, piloteados por un usuario desde una cabina.
Desde que en los años 70 alcanzará la fama, el paso de los años no ha hecho otra cosa que acentuarla y utilizar a este famoso robot como fuente de inspiración para otras películas.
Hizo que se pusiera de moda los robots manejados por personas, creando el propio género “mecha”, una abreviación de “mechanical” si se quiere, y que a raíz de ahí se crearan películas como Transformers.
Y como dato más actual, Mazinger Z fue un gran éxito en México durante la década de 1980, y tal fue la repercusión del fenómeno, que hasta Guillermo del Toro creó la franquicia Pacific Rim.
¿Habrá que decir algo más?
“すべての偉大なヒーローは、常に美しいと強い女性のパートナーが彼らの側で戦っている”
(Todos los grandes héroes siempre tienen parejas femeninas bellas y fuertes que luchan a su lado)
Es un gran artículo pero falta una información de vital importancia, sobre todo para los amantes de Mazinger Z, Por si la quieres añadir:
ResponderBorrarEn el episodio 53 de Gran Mazinger regresa Mazinger Z a petición de los fans que no les gustó el final que se le dió y ahora será el Z quien salve al Gran Mazinger y la humanidad, estos 4 capítulos (hasta el 56 inclusive) devolvieron parte de la infancia a algunos que hoy en día peinamos canas.
En cuanto a Infinity (te he leído en filmanfinty) es una maravilla, un gran final para la saga y que la cierra perfectamente.
Un saludo.
Muchas Gracias por el comentario y por la lectura.
ResponderBorrarEn cuanto a su anotación, le soy sincero, fui seguidor de la serie Mazinger, no seguí viendo El Gran Mazinger, porque esos capítulos no se transmitieron en mi país.
Por tanto, su nota es muy buena, y le agradezco por compartirla.
Saludos !!!!
Bueno solo era por completar la historia de MAzinger Z, y reflejar que estos últimos capítulos de Gran Mazinger fueron de lo mejor por su regreso, por otra parte también sirven para enlazar con la película. Un Saludo.
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