Ossessione
“Con te non ho bisogno di mentire”
Cuando 2 personas se enamoran, experimentan una atracción inicial abrumadora.
En esa primera etapa, hay una idealización del otro:
Los amantes tienen pensamientos persistentes en el objeto de sus deseos, y sienten ganas de compartir cada momento.
Este interés disminuye paulatinamente, y la relación experimenta una transformación de ese amor romántico, a uno basado en el compañerismo y la confianza.
Esto es lo que se espera en mayor o menor medida de una relación sana; pues las relaciones evolucionan con el tiempo, la intensidad de la primera etapa disminuye, y empiezan a cobrar importancia otros aspectos como el grado de compromiso, el apoyo, el respeto y la valoración del individuo y sus necesidades.
Las personas fortalecen sus relaciones, y las perpetúan para satisfacer su necesidad de sentirse cuidados, amados y acompañados.
En las relaciones sanas, las personas encuentran el ambiente propicio y el apoyo necesario para desarrollarse como individuos independientes en los ámbitos social y profesional; pero en ciertos casos, las personas fijan toda su atención y desarrollo en el ser amado, y nacen comportamientos obsesivos intensos.
Esta condición se conoce como “trastorno del amor obsesivo”, y es una enfermedad, y por tal razón requiere tratamiento.
Esta condición se caracteriza por la insaciable necesidad de poseer y ser poseído, y dominar a la persona objeto de la obsesión.
Porque “obsesión” que proviene del término latín “obsessĭo”, significa “asedio”, y es una enfermedad mental que se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia, asalta la mente; teniendo múltiples facetas de expresión.
Este pensamiento, sentimiento o tendencia, aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él; preocupación o idea que domina y acapara la atención intelectual y que siempre va acompañada de un penoso sentimiento de ansiedad.
La obsesión amorosa, es también una manifestación clínica de este trastorno, en el que un individuo concentra su atención y desarrolla sentimientos obsesivos en una persona idealizada; donde los individuos que padecen este trastorno, tienen por lo general una baja autoestima, y se proyectan en el ser objeto de su amor, intentando poseerlo, en ocasiones, si está en estado muy avanzado, manifiesta deseos o pensamientos homicidas, y se sienten mejor con la idea de saber que dicho objeto no puede pertenecerle a nadie más; siendo una forma de calmar su ansiedad.
“Capisci cosa significa essere invitato dagli uomini”
Ossessione es un drama italiano del año 1943, dirigido por Luchino Visconti.
Protagonizado por Clara Calamai, Massimo Girotti, Juan De Landa, Dhia Cristiani, Vittorio Duse, Michele Riccardini, Elio Marcuzzo, Alberto Moravia, Antonio Pietrangeli, entre otros.
El guión es de Luchino Visconti, Giuseppi De Santis, Mario Alicata, Gianni Puccini, y Antonio Pietrangeli; basados libremente en la célebre novela “The Postman Always Rings Twice” (1934) de James M. Cain; cuyos editores de la novela mantuvieron la película de Visconti fuera de las pantallas estadounidenses hasta 1976.
Esto debido a que la situación política italiana y la guerra en curso, no permiten a Visconti obtener los derechos de la obra Cain, por lo que no se menciona en los títulos de crédito.
El célebre Luchino Visconti debuta con Ossessione, siendo considerada la primera película del movimiento cinematográfico llamado “neorrealismo italiano”, donde el medio ambiente, la fuerza expresiva y la carnalidad de las escenas apasionadas entre Girotti y Calamai, rompen con la tradición caligráfica del cine italiano durante el fascismo; aunque existe cierto debate sobre si tal categorización de “neorrealismo” sea precisa.
Desde el primer momento, Visconti es consciente de lo que tiene entre manos:
Un diamante en bruto al que pulir y tallar, ofreciendo las facetas que interesan al director y guionista; y la gran ventaja del autor es que controla todos los aspectos de la película, y por tanto sabe perfectamente qué es lo que busca, y lo que quiere ofrecer.
Afortunadamente, Visconti, ya desde su primera autoría, conoce los resortes cinematográficos necesarios para llevar a buen fin su idea.
Con el traspaso a Italia del negro argumento originalmente situado en La Gran Depresión, Visconti mantiene su dureza, y se enriquece con canciones operísticas, curas, bicicletas y locuacidad; y como nos acostumbró luego en su cine, se centra en los personajes, en el drama interno que sufren explorando todas y cada una de las posibilidades, no sólo de la pareja protagonista, sino de los demás personajes.
Para Visconti, Ossessione es “un relato sobre un cierto tipo de sociedad italiana que se quedaba en las sombra:
El sub-proletariado del valle del Po.
El hecho de transponer las principales líneas de la historia de Cain en este medio social, permitía construir una película absolutamente italiana.
Así que escribimos el guión de Ossessione, introduciendo unos personajes que, por supuesto, no se encontraban en la obra de Cain, por ejemplo Lo Spagnolo”
Lo Spagnolo es simplemente un apodo que en realidad es un saltimbanqui italiano que había vivido en España; y un invento acertado del guión.
En Ossessione emerge el modelo sórdido de la existencia pequeñoburgués tan querido por el fascismo; por tanto, el antifascismo está ligado a la calidad de vida:
El sueño de fuga y la recomposición de una nueva familia que termina, como siempre en Visconti, en una derrota.
La influencia de la ópera, empuja a Visconti para dar espacio a la atmósfera en comparación entrelazamiento, donde la película procede por elipses, evitando de mostrar los hechos, la investigación de las premisas y consecuencias, como se confirma la propia estructura, que se divide en 2 partes iguales:
Premisas y consecuencias; ese pivote en un crimen que no se ve.
Con dinero de su madre, y la colaboración de Libero Solaroli como productor ejecutivo, Visconti emprende la realización de la obra; que se rodó entre el verano y el otoño de 1942, y una vez completado, se presenta en Roma, en la primavera de 1943, con la intención de eliminar algunos censores burocráticos sin problemas; y las autoridades, al darse cuenta de que la película no ataca directamente al régimen, autorizan su distribución; pero luego del estreno, la película generó mucha controversia sobre todo en la derecha italiana:
Vittorio Mussolini la calificó como “anti italiana”, por lo que el film se vio secuestrado, censurado de diversas salas a lo largo del país, e incluso exhibido parcial o pasajeramente.
La controversia alrededor del tema, llegó a los estratos más altos del gobierno fascista, al punto que atrajo la atención de Benito Mussolini, que se interesó por la película, probablemente debido a lo escandalizado que se encontraba su hijo, y pidió que se la exhibieran; finalmente tomó la decisión de dejarla circular, sin embargo, la circulación posterior fue relativa.
En Italia, algunos sacerdotes realizaron exorcismos en teatros después de que la proyectaran; y finalmente, la película quedó definitivamente prohibida, y posteriormente destruida por el régimen fascista de Salò; pero Visconti logra mantener una copia oculta del negativo hasta el final de la guerra, desde el cual existen las copias.
Muy a pesar de las proyecciones limitadas, Ossessione ganó reconocimiento entre los cinéfilos que reconocieron en algunas de las mismas sensibilidades con las que se habían familiarizado en las películas neorrealistas de Michelangelo Antonioni, Puccini, y De Santis, entre otros.
Ossessione se rueda en decorados naturales del Valle del Po, Ferrara y Ancona; y en los platós de SAFA Studios de Roma.
La acción tiene lugar en El Valle del Po, Ferrara y Ancona, en 1942, a lo largo de varios meses.
El vagabundo Gino Costa (Massimo Girotti) se detiene en un restaurante para viajeros en El Valle del Po, convirtiéndose en el amante de Giovanna (Clara Calamai), esposa del ignorante Giuseppe Bragana (Juan de Landa), dueño del lugar.
Gino es inquieto y aficionado a ir de un lugar a otro, sin arraigar en ninguno; malvive gracias a sablazos, pequeños hurtos, y dejando deudas que nunca podrá pagar; oculta frustraciones personales, es propenso a los remordimientos, y evita compromisos; mientras Giovanna es agraciada, joven y apasionada; siente apego por la seguridad económica del marido, que la maltrata físicamente y moralmente.
Gino no puede soportar esta situación, y le propone a la mujer que se vaya con él; peor Giovanna se niega, y Gino se va a Ancona, lo que lo atrae por la presencia del puerto:
Él espera embarcarse y dejar atrás la historia que acaba de terminar; y durante el viaje a Ancona, se hace amigo de un explorador llamado “Lo Spagnolo” (Elio Marcuzzo)
Gino ya no se embarca, pero encuentra trabajo con su nuevo amigo en La Feria de Mayo; y una nueva vida parece haber comenzado…
Los destinos se cruzan, los tríos se forman y se deshacen, con siempre Gino en el centro; y durante los días de Feria, Gino, sin embargo, todavía se encuentra con Giovanna y su esposo, que habían venido a Ancona para participar en un concurso de canto.
Los 2 antiguos amantes, inmediatamente restablecen su vínculo y, de hecho, deciden matar a Joseph a través de la simulación de un accidente automovilístico.
Implementan su plan, pero el incidente hace que la policía sospeche.
Después del crimen, la historia entre los 2 amantes se vuelve tensa:
Giovanna, sin saberlo, recoge el seguro de vida de su marido, y vuelve a abrir con su “trattoria” con Gino.
Gino, aplastado por el remordimiento y la decepción de una vida que se siente robada, se va a Ferrara, donde se hace amigo de Anita (Dhia Cristiani), una prostituta dulce y comprensible.
Luego vuelve a ver a Giovanna, quien le dice que está embarazada; y los 2 amantes intentan escapar, pero el auto se sale de la carretera, Giovanna muere, y Gino es arrestado por la policía.
Lo revolucionario, lo extraordinario de Ossessione surge en la vida de la gente ordinaria:
El crimen, acto escandaloso que sólo la huida de sí mismo permite asimilar, transformando a cada uno, creando bifurcaciones en el camino inicialmente marcado, separaciones, reencuentros...
Tampoco veremos el asesinato disfrazado de accidente, en el lugar mismo del crimen, los amantes comentan a la policía los hechos inventados.
Así, Visconti invita el espectador a excitar su imaginación, comentando la caída del coche en el barranco y lo que tienen que hacer…
¡Elegancia del director desde su opera prima!
Y es que Ossessione desarrolla un relato pasional, duro y trágico, que ofrece un retrato realista y cruel de la Italia de Mussolini; donde el realizador consigue que la obra traspire la tensión erótica, la fuerza sensual y el pesimismo fatalista de la novela; y explica cómo la pobreza y la miseria hacen que los seres humanos se vean sometidos al dictado de impulsos primarios.
En estas circunstancias, la pulsación del deseo enardece la carne, alimenta la pasión e inflama la lujuria.
El desarrollo de los personajes es excelente, en especial por lo que respecta a la manifestación de frustraciones, desengaños e inseguridades; porque son personajes frágiles, contradictorios y profundamente pesimistas.
El tono de la narración, es de una negrura, rudeza y frialdad que impresiona; y hace uso de símbolos que refuerzan el pulso de la pasión, como las cacerolas humeantes, los maullidos de gato, y las tormentas ruidosas.
Agudiza la tensión mediante el planteamiento de conflictos, como el que se da entre la concepción moral y la pasión, entre la vida segura y la opción por la libertad y la aventura, entre la moral pública y la conciencia privada, entre los sentimientos y la necesidad, entre la moral tradicional de Don Remigio (Michelle Riccardini) y las pautas liberales, etc.; por lo que la narración incorpora elementos estilísticos del realismo expresionista alemán, pero encuentra su inspiración fundamental en el realismo sincero, convencido y clásico de Renoir.
De esa manera Visconti rueda la esencia del deseo y de la pasión posesiva en medio de la ordinariez de un ambiente depresivo.
Casi desgarra de puro miedo a la soledad, miedo a resignarse a convivir con el desencanto, miedo a perder lo único que proporciona alegría y placer, aunque sólo sea en momentos fugaces, miedo a caer en un vacío del que no sea posible salir.
La terrible certeza de un remordimiento que se interpone y que pesa sobre su relación como un fardo enorme, contaminando sus escasas posibilidades de felicidad.
Lo que Visconti ha logrado en Ossessione, es una de esas obras que entienden a plenitud de la vida en el planeta Tierra, y que son capaces de diseccionar la interioridad humana, mostrándola en sus hondas contradicciones, y en su perfecta interrelación con el juego magnánimo de la existencia.
“Avremo sempre tuo marito dopo...”
Inolvidable primera película del descomunal cineasta italiano, Luchino Visconti, Duque de Modrone, que es el fruto de 2 familias aristocráticas italianas.
Sus orígenes y su formación, se corresponden con el espacio de su procedencia.
Conocedor de las artes, ya sea teatro, música, literatura o artes plásticas, Luchino es un hombre refinado y homosexual, vulnerable a los prejuicios de su clase durante su juventud; era dueño de una gran inteligencia y un ego superior que lo hacía separarse no solo de las altas esferas sociales, sino también sentirse repelido por la versión populista del régimen fascista.
Por ello, tras su estadía en París en la década del 30, donde conoce a poetas como Jean Cocteau y Kun Weill, decide realizar un primer acercamiento al Partido Popular, lugar donde se produciría su primer acercamiento al movimiento comunista; y durante ese tiempo, también comienza a trabajar como asistente de dirección de Jean Renoir en “Une Partie de Champagne”
De regreso en Italia, y con una clara decisión clara, tanto a nivel político como cinematográfico, decide involucrarse con la revista Cinema, que por aquel entonces era manejada por Vittorio Mussolini, para finalmente, en 1942, emprender la realización de este film, adaptado de la novela “The Postman Always Rings Twice”; y trabajando bajo la censura del gobierno fascista italiano, Visconti tuvo problemas con la producción, incluso antes de que comenzara la filmación:
Inicialmente había planeado adaptar una historia de Giovanni Verga, un renombrado escritor realista italiano, y una de sus mayores influencias, pero fue rechazado casi de inmediato por las autoridades fascistas, debido a su tema, que giraba en torno a los bandidos.
Alrededor de este tiempo, Visconti descubrió una traducción francesa de la novela de James Cain que, famoso, le había sido dada por el director francés Jean Renoir mientras trabajaba en Francia en la década de 1930.
Visconti adaptó el guión con un grupo de hombres que seleccionó de la revista cinematográfica milanés Cinema; quienes eran cineastas y escritores talentosos, y desempeñaron un papel importante en el emergente Movimiento Neorrealista:
Mario Alicata, Gianni Puccini, Antonio Pietrangeli y Giuseppe De Santis.
Técnicamente, con la utilización de planos largos, angulación en las tomas, trabajó en las secuencias que imponían una sensación completamente diferente, con una aproximación más psicológica y fatal, respecto del estilo más seco y rápido que proponía Cain.
Cuando Ossessione fue completada y liberada en 1943, estaba lejos del inocente misterio de asesinato que las autoridades esperaban; después de algunas proyecciones en Roma y el norte de Italia, lo que provocó reacciones indignadas de las autoridades fascistas y eclesiásticas, y la película fue prohibida por el gobierno fascista restablecido en la parte ocupada por Alemania, después del armisticio de septiembre de 1943.
Durante esa época, Italia se encontraba regida por el régimen fascista que tenía a Benito Mussolini como la cabeza de este gobierno; y se llevaba una ideología clara acerca de cómo debía ser el pueblo italiano, por lo que muchas decisiones son, en concepto, de esta clara ideología.
Finalmente, los fascistas destruyeron la película, pero Visconti logró mantener un duplicado negativo del que se han hecho todas las impresiones existentes.
Después de la guerra, Ossessione encontró más problemas con la distribución masiva, esta vez en los Estados Unidos.
Como resultado del calendario de producción en tiempos de guerra, Visconti nunca había obtenido los derechos de la novela, y Metro Goldwyn Mayer comenzó a producir otra versión de la película, dirigida por Tay Garnett, llamada “The Postman Always Rings Twice” en 1946; mientras que la prohibición fascista en el trabajo de Visconti todavía estaba en efecto.
En comparación, si se quiere, en su mayor parte, Visconti retuvo la trama de la novela; hizo cambios como la adaptación del guión a su entorno italiano, y la adición de un personaje, pero el principal alejamiento de la novela, y la característica definitoria de la película, es la manera en que se enfrenta a las realidades de la vida.
En una escena particularmente memorable que anticipa un tema principal del neorrealismo, el personaje femenino central de Ossessione, entra en su cocina que está desordenada, se sirve un plato de sopa, y se sienta con un periódico, solo para quedarse dormida, desplomándose cansadamente en medio de la confusión.
En varios momentos como este, Visconti reduce la velocidad para darle al espectador una visión aún más penetrante de la rutina de sus personajes y, al hacerlo, enraizar la narración en la vida de sus personajes.
En otra escena, los 3 protagonistas están comiendo cuando Bragana comenta que un propietario local ha recibido un disparo desde atrás, por parte de un trabajador, que se cree que es el resultado del amor del trabajador por la esposa del terrateniente...
De esta manera, Visconti presagia la propia muerte de Bragana, e ilumina el estudio de la tensión de clase que se teje fluidamente en la película.
Poco después, Bragana se somete a las respuestas físicas y verbales de su esposa, a los gatos que están fuera maullando, aparentemente por el calor.
Él toma su escopeta y se va; poco después de su salida, los amantes adúlteros se apiñan cerca, y se oyen disparos, insinuando así la perdición también reservada para los 2 amantes “en celo” como los gatos.
El paisaje en sí, es realista, y Visconti tiene mucho cuidado de situar a sus personajes en una Italia rural, que en su mayor parte permanece sin romanticismo.
Casi toda la historia se cuenta utilizando tomas medianas y largas, con Visconti eligiendo emplear primeros planos solo en momentos de intensa emoción.
Los personajes se representan interactuando con y moviéndose dentro de su entorno; en este sentido, Visconti prefiere tomas largas y pesadas, al tiempo que utiliza la profundidad de enfoque para resaltar la variedad de acciones que se producen en todo el espacio del marco.
Se resiste a identificarse únicamente con un personaje, y prefiere mantener una distancia, tomándolos con su visor como componentes independientes, pero irrevocablemente enredados de un reparto más grande, que incluye los escenarios, el escenario y el paisaje, así como lo que ocurre fuera del marco.
Las tomas del paisaje, consisten en gran parte en el camino polvoriento que se extiende a lo lejos, y los planos interiores son igualmente sombríos; la cocina desaliñada emana una película casi tangible de polvo y mugre, y la desvencijada habitación de hotel que habla, con cada detalle, de la libertad rebelde apreciada por aquellos que la comparten.
El cambio de enfoque de la novela es claro, incluso en la decisión de Visconti de cambiar el título; mientras que el título de la novela alude a la retribución final exigida a la pareja adúltera, el encabezado de Visconti revela el foco de su película, “la pasión obsesiva”
Entonces en Ossessione, ¿quién llama 2 veces?
Ossessione enfoca a Gino, él es el obseso, no quiere obstáculos a su deseo, hace tiempo, dice “que no se ha relacionado con mujeres”; tiene vida pobre, cuestiona la libertad; y 2 veces se presentará en el territorio de la pareja Bragana; pero se separa de Giovanna que no quiere seguirle hacia la aventura; pero vuelve.
Marca así los 2 tiempos de la película.
Obsesivo con Giovanna en el primer tiempo, obsesivo con la muerte del marido en el segundo tiempo.
Mientras Lo Spagnolo es el que marca el tempo:
“Sólo me habías amenazado una vez, se ve que ahora ya eres más valiente”
Ambigua relación entre los 2 hombres, pues Lo Spagnolo provocándole siempre para recordarle la libertad, pero puede ser más bien para tener un compañero.
La relación homosexual es evidente.
¿Y Gino, con las mujeres?
Una segunda vez es posible después de Giovanna, cuando encuentra a Anita, una bailarina en Ferrara, mientras Giovanna hace los tramites de la herencia de Bragana.
Gino se acuesta con Anita y se sirve de ella para escapar de la policía; pero al final, en la playa con Giovanna, y con una fuerte dramatización, Gino la convence para huir, por segunda vez.
El tema del cine negro gira alrededor de un eje central:
La causalidad, donde los eventos se enlazan y forman una cadena que no se puede romper, hasta al evento final predecible.
Los personajes son presos de un mundo determinista, en el que el azar, las estructuras sociales, los mecanismos psicológicos acaban con los proyectos y las esperanzas.
A pesar de los argumentos sobre cómo definir el cine neorrealista, sin duda, uno de los aspectos más conmovedores de Ossessione, es su marcado realismo.
A pesar de ser actores populares del cine italiano, las estrellas de la película, Massimo Girotti y Clara Calamai, ofrecen actuaciones impresionantes, que no dejan de ser glamorosas.
Los amantes, Gino y Giovanna, se encuentran por primera vez en la cocina de la posada, que Giovanna regenta con su marido, el gordo y tonto Bragana.
Es en el centro simbólico y literal de la esfera familiar, antes de que los 2 amantes hagan un juramento silencioso.
Su amor, contaminado por una mentira, es difícil de soportar para cualquiera de ellos, y la tensión se ve agravada por la abrumadora presencia de Bragana.
Incapaz de continuar la aventura bajo tal pretexto, pero genuinamente enamorado, Gino intenta persuadir a Giovanna para que se vaya con él.
Ella está claramente tentada, pero sabe del poder que tiene la carretera sobre Gino, una relación que Visconti ejecuta casi tan palpablemente como la que existe entre él y Giovanna.
En última instancia, rechaza a Gino, opta por la seguridad y la estabilidad que Bragana tiene para ofrecer, y se retira una vez más sin trabas.
Cuando se cruzan un poco después, está en la ciudad, y Bragana está extremadamente borracho, participando en una competencia de canto.
Con el telón de fondo del borracho y tonto Bragana, la pareja planea su muerte, un acto que llevan a cabo en un accidente automovilístico.
En lugar de otorgarles la libertad que tan desesperadamente buscan, sin embargo, el asesinato solo aumenta la necesidad de engaño, y hace más aguda la culpabilidad con la que habían estado tratando anteriormente.
A pesar del intento de Giovanna de construir una vida normal con Gino, la presencia de Bragana parece permanecer mucho después de que regresen a la posada.
Su relación, que ya se desmorona, alcanza sus límites cuando van a recoger el dinero de la póliza de seguro de vida de Bragana.
Allí tienen un argumento muy hostil, y Gino toma represalias al involucrar a Anita, una joven y atractiva prostituta.
Aunque Giovanna está embarazada, y parece haber alguna esperanza para la pareja, Gino se queda solo para lidiar con la ley, cuando Giovanna muere en el segundo accidente automovilístico de la película.
El personaje de Lo Spagnolo, es la principal salida textual de Visconti de la novela, y juega un papel fundamental en la historia de Ossessione.
Después de fracasar en convencer a Giovanna para que huya con él, Gino se encuentra con Lo Spagnolo después de subir a un tren a la ciudad, y los 2 entablan una amistad instantánea, posteriormente trabajan, y hasta viven y duermen juntos.
Lo Spagnolo es un actor que trabaja como vendedor ambulante, y sirve para frustrar el tradicionalismo de Giovanna, y su incapacidad para abandonar el estilo de vida material.
En contraste con los otros personajes principales, que se ven como muy reales y completamente desarrollados, Lo Spagnolo opera principalmente en un nivel simbólico:
Él representa para Gino, la posibilidad de una masculinidad liberada, viviendo una vida con éxito separada de las imposiciones de la sociedad, una alternativa a la vida a la que se siente atraído en su relación con Giovanna.
La homosexualidad es lo más extremo y visible.
Tanto Giovanna como Gino, son personajes trágicos, en su incapacidad para encontrar un espacio en el que ubicarse cómodamente.
Los roles limitados puestos a disposición por la sociedad, demuestran ser insuficientes al proporcionar narrativas para sus vidas que los acercan a la felicidad.
Giovanna es alejada de la seguridad de su matrimonio con el repugnante Bragana, por un deseo de verdadero amor y satisfacción, cuyo potencial se actualiza con la aparición de Gino.
Sin embargo, sus intentos de aferrarse a la fortuna que trajo consigo el matrimonio, conducen al fracaso de su relación, y quizás, por extensión, a su muerte.
La situación de Gino parece ser tan distinta, si no más, ya que la fuerza que lo aleja de Giovanna, es su miedo a un compromiso tradicional, y heterosexual.
Desde la primera vez que duermen juntos, después de lo cual Giovanna comparte con Gino todos sus problemas más profundos mientras escucha el sonido de las olas en una concha marina, está claro que responde solo al camino abierto, identificándolo como su alternativa, a convirtiéndose en una parte activa de la sociedad dominante.
Lo Spagnolo es el camino manifiesto, la libertad masculina en oposición a la feminidad, el amor y los valores familiares de Giovanna.
Atrapado entre los 2 ideales conflictivos, Gino termina violando a los 2, y condenándose a sí mismo en el proceso.
Materializa ya Visconti, uno de sus temas corazón durante toda su carrera, el patetismo de seres humanos atormentados, acongojados, castigados por el destino y la vida, y que se desenvuelven entre podredumbre y descomposición, muchas veces descomposición espiritual, más que la corpórea.
Así se nos retrata la patética figura de la mujer:
Giovanna, víctima principal en la historia y de las circunstancias, urgida por la premura de la austeridad y la miserias, se prostituyó, y ante lo desesperado de su situación, se casó por necesidad, el matrimonio fue su salida, pues la precaria realidad, una Italia despedazada por la guerra, obligaba a aquello, ella encarna y representa a la máxima víctima de ese desolador ambiente.
Inevitable también era que sufriese ciertos cambios la historia, dejando de lado la violencia y la sexualidad, para centrarse más en la realidad, en el contexto entonces contemporáneo, en darle otra directriz a su tratamiento.
A ese mismo respecto, uno de los más sensibles cambios, viene a ser la inclusión y aparición del personaje de Lo Spagnolo, inexistente en la obra literaria, y sin duda, símbolo tunante de la situación italiana de entonces, a la deriva, sin rumbo, sin norte, a su suerte, reforzando la imagen del también nómada Gino.
En los personajes radica mucha de la poderosa y compacta fuerza del filme, la ya mencionada Giovanna, como emblema de la desgracia italiana, prostituta atormentada, tiranizada por un infeliz que fue su único escape a su realidad de pesadilla, que se incendia en la pasión del adulterio, su pasión desbordará su razón, y eventualmente la conducirá al fenecimiento, su vida es un frenesí sin fin de desgracias, y Clara Calamai, está excelente en su sufrida y tormentosa encarnación de la fémina.
Arderá de pasión por Gino, el tunante busca fortunas, su destino es también incierto, y se verá envuelto en remolino pasional, que lo llevará eventualmente al homicidio, a liquidar a quien entorpece sus planes, la descomposición y degradación humana, estando presente ese elemento Viscontiano por excelencia, estamos ante un filme pues, enteramente reconocible con su persona como artista, y que tiene el clímax, el colofón desgarrador en la muerte de la sufrida e infeliz ex prostituta, terminando de colmar de desgracias la existencia de su igualmente infeliz compañero.
Únicamente se siente quizás, cierta flaqueza en los segmentos finales, donde Visconti, con su conocida tendencia a realizar relatos extendidos, lo manifiesta también desde su primer filme, sintiéndose por momentos dilatada sin necesidad la secuencia final, el desenlace, sintiéndose que las acciones por momentos navegan con un rumbo no tan determinado y firme como en otros pasajes; pero en cuenta definitiva, se trata de fisuras juveniles de un cineasta que ya apuntaba las maneras de uno de los grandes, de un país tan rico en arte como Italia.
Por otro lado, recordar lo que la literatura feminista ya había notado en esta película por primera vez, el cuerpo de un hombre que se convierte en elemento sensual y objeto de deseo de la mirada de una mujer.
La presentación del personaje de Gino es emblemática.
Después de una secuencia de apertura, en la que el espectador sólo lo ve desde atrás, su rostro se nos muestra sólo cuando Giovanna lo ve por primera vez; aquí es que el momento en que Visconti todavía se utiliza el “zoom”, y enfoca la cámara, se acerca a la cara de Gino, mostrando a través de un subjetivo, a Giovanna observándolo con deseo.
Incluso la ropa de Gino enfatiza la caracterización sensual, pues se observa a menudo con una camiseta sin mangas, muy apretada y escotado, y su cuerpo es a menudo objeto de miradas explícitas de los personajes femeninos, especialmente Giovanna, sino también a Anita; e incluso a veces la personajes masculinos, este es el caso de Lo Spagnolo, sino veamos la escena del tren, de la cama…
Del carácter de Lo Spagnolo debe hacerse una mención especial, ya que su función estaba en el centro de la amarga controversia, y una secuencia que él es el protagonista de la obsesión del título, ha planteado bastantes escándalos, porque es un visión tremendamente homosexual, pues él es quien “lo vende” a la policía, cuando Gino lo rechaza.
Inicialmente, este personaje fue diseñado para representar la esencia de la solidaridad proletaria, para recordar que Visconti era muy cercano al Partido Comunista; y de hecho, el encuentro entre Gino y Lo Spagnolo tiene lugar en un tren, y este último se esfuerza por ayudar a Gino, que tiene dificultades para pagar el boleto.
La secuencia de “ofender” se configura con la escena del dormitorio, tomada en una posada, donde Gino y Lo Spagnolo se encuentran compartiendo la misma cama; pero antes de ir a la cama, Lo Spagnolo intenta convencer a Gino de olvidar Giovanna, proponiendo a quedarse con él.
Una vez en la cama Gino, con la intención de sueño, da los hombros a Lo Spagnolo, y se cubren la cabeza, a modo de dar por sentado que puede permitirse “ciertas libertades”
Después de apagar la luz, Lo Spagnolo enciende un fósforo para encender un cigarrillo, pero antes de apagarlo, lo usa para observar el cuerpo de Gino...
La escena se nos muestra a través de un enfoque semi-subjetivo, por lo que en el marco vemos claramente a Lo Spagnolo mirando con tristeza el cuerpo de su amigo.
No en vano, este fue uno de los primeros tiros que se eliminaron de la censura.
Pues la escena siguiente es Lo Spagnolo buscando a Gino con la mano en su cama, y éste no está, demostrando que algo pasó de noche…
En ese momento sentimos la sensación de que el director que se está alejando de las intenciones políticas iniciales, y crea este “subtexto homosexual” superpuesto, al valor público de Lo Spagnolo, el querer ser parte de la propaganda socialista, y sus intenciones “privadas”
Algunas críticas hechas a la película partían de la suposición de que no estaba claro si Lo Spagnolo quería ser una figura política, o simplemente un homosexual…
Visconti no sentía este vacío o contradicción entre público y privado, de hecho, utiliza este aspecto privado, pues Visconti era homosexual, para hacer un discurso político:
En una Italia impregnada de la cultura fascista, donde fueron prohibidas tanto el adulterio y la homosexualidad, hacer una película donde aparecieron ambos temas, fue un gesto fuertemente transgresor y en contra de los cánones actuales de la época.
Ahondando ya en el filme, retrata Visconti, como era normal bajo los cánones de aquellos años, 1943, unas muy sublimadas escenas sentimentales donde el sexo explícito es impensable, todo es insinuado, jamás mostrado, pero perfectamente entendible y lógico.
Combina este aspecto con el ya señalado excelente dominio expositivo para mostrarnos, para disimular esas situaciones eróticas, para suavizarlas y sublimarlas, con la elegancia de un maestro, cuando Gino y Giovanna consuman su intenso idilio, desliza sutilmente su cámara, hasta llegar a cortarse la secuencia con un espejo, siempre sin perder la sutileza, poniendo fin a las imágenes que pueden ser presentadas, y dando al espectador la tarea de recrear lo que obviamente está sucediendo:
¡El coito!
Por otro lado, incluso la elección inicial de inspirarse para la película de una novela estadounidense, contradecía fuertemente la política autárquica de la época.
El enfoque de Visconti al cine es muy estructurado y ofrece varios pares de eventos paralelos, como los accidentes automovilísticos.
Gino se encuentra con Lo Spagnolo mientras se sientan uno al lado del otro en una pared, una escena que se repite al final de su amistad; del mismo modo, Gino enojado, deja a Giovanna al costado del camino, y Lo Spagnolo lo abandona en una escena paralela.
Las técnicas cinematográficas, como las instancias en las que Visconti presagia giros importantes de la trama o la introducción de Lo Spagnolo como contrapeso, demuestran la racha formalista y el virtuosismo técnico de Visconti, pero su visión realista y su gusto por el drama, son realmente lo que le da vida a Ossessione.
El tono general de la película, lo que favorece, son las habitaciones pequeñas y atmósferas oscuras y embarazadas de sentimientos, que contrasta con las imágenes que forman el telón de fondo de los momentos en los que los protagonistas tienen la ilusión y la esperanza de una vida mejor; los disparos se vuelven brillantes, anchos, y se caracterizan por campos largos; contar como tales buques se pierden en el horizonte, como Gino y Lo Spagnolo tienen vistas al puerto o los bancos soleados del Po, mientras que los 2 amantes se abrazan en la arena…
Ciertamente se siente ya un filme neorrealista, ajeno a los estudios, filmando en exteriores, con luz natural, mostrando las calles italianas, se prescinde de ornamentos, la realidad es todo, algunos puntillazos y detalles por apuntalar ya serían luego plasmados con desgarradora fuerza por el mismo Rossellini, el inolvidable y sensible Vittorio De Sica, y el propio Visconti con su particular estilo.
Este es un filme hermoso, quizás eclipsado por lo mediático de las posteriores versiones de Hollywood, pero es una joya, el debut de Luchino Visconti, filme que navega entre los trabajos desconocidos del cine, pero de una fuerza y valía innegable y eternamente vigente, un filme necesario.
En lo que hace a la dirección de intérpretes:
Clara Calamai realiza un trabajo verdaderamente encomiable, muy contenida en el gesto, y a pesar de ello muy expresiva gracias a unos ojos que hablan por sí mismos:
Es evidente que Visconti la filma con mucha atención, y le acerca la cámara sin miedo ni compasión, exprimiendo a fondo a la actriz que dota al personaje de total verismo repleto de sentimientos.
Diría que con Massimo Girotti, la cámara guarda un poco más de respeto, quizás admiración, y el galán en su apostura cede fuerza expresiva frente a su compañera, pero sabe mantener el tipo lo suficiente para no desentonar.
No obstante, él es el objeto de deseo de al menos 3 personajes, 2 mujeres y 1 hombre, donde cada encuadre suyo, es hecho con gusto fuertemente homosexual, se le quiere y se le adora.
Y es un descubrimiento para mí tardío Juan de Landa, el motriqués roba las escenas con facilidad, reforzando con su bonhomía la del personaje encomendado, prestando gran servicio a Visconti, al permitirle de una tacada, incorporar un momento musical, y un pobre desgraciado que sin duda despierta empatía en el espectador.
No obstante, a la película le perjudican sin duda una duración desmesurada, de 135 minutos.
De la banda sonora, la obra contiene escenas que realzan la visión operística, apasionada y trágica de la trama, recordar que Visconti era un enamorado de la ópera, era amigo íntimo de Maria Callas y Leonard Bernstein; y los gestos subrayados de los personajes, así como los actos marcadamente pasionales; pero se beneficia de unas interpretaciones memorables y una fotografía que anticipa y realza la tragedia, obra de los operadores Aldo Tontu y Domenico Scola, figuras claves de la luz en el cine italiano.
Todo ello hace de Ossessione, un clásico del cine hasta hace relativamente poco tiempo muy difícil de ver, plagado de imágenes perturbadoras de gran calidad.
La música original de Giuseppe Rosati ofrece una partitura de aires populares y composiciones festivas, interpretadas con acordeón, violines y contrabajo.
Ofrece además, fragmentos descriptivos, de viento, que trasmiten al público sentimientos de terror, tensión, angustia y horror.
Añade 4 fragmentos de arias de óperas conocidas:
“Carmen”, “Les Pêcheurs de Perles”, “La Traviata” y “Rigoletto”, todas tragedias líricas.
“Hai paura dell'ignoto”
En una relación, el amor obsesivo significa que una persona ha ido más allá del amor, y se ha obsesionado con la pareja; pero también los sentimientos pueden convertirse en obsesión, cuando no sabe nada de la otra persona, si conoce a la otra parte solo de verla pasar, aunque no haya hablado con ella.
Quienes la padecen, experimentan sentimientos intensos de celos, incertidumbre y resentimiento, que reemplazan al amor, la seguridad y la confianza.
Las personas que sufren el trastorno, sienten dolor intenso, angustia, preocupación y desasosiego, cuando se encuentran lejos de la pareja, o cuando por factores de tiempo, rechazo o disponibilidad física o emocional, no reciben la atención que demandan; y esa satisfacción de sus demandas se convierte en una compulsión y fijación perpetuas.
Esta patología no es exclusiva de quienes han sostenido una relación que sobrepasó los límites; también la padecen personas que se obsesionan con quienes ni siquiera conocen, les basta con solo haber tenido un fugaz contacto.
Las obsesiones pueden abarcar acciones que van desde la simple contemplación, hasta el acecho y acoso.
Según los expertos, este tipo de conductas pueden originarse en la infancia o en los primeros años de la adolescencia.
Factores como el abandono, el abuso físico o emocional, el descuido, la falta de afecto o la baja autoestima, pueden conducir a la persona a desarrollar este tipo de comportamientos.
El vacío emocional los lleva a la búsqueda desesperada de amor y aceptación, con la falsa creencia de que solo pueden ser felices si están correspondidos por la persona objeto de su obsesión.
Crean una ilusión que los lleva cada vez más lejos de la verdad, y que les genera sufrimiento y decepción.
La inseguridad, la auto percepción de vulnerabilidad y la creencia de ser poco afortunado en el amor, son factores que alimentan el trastorno del amor obsesivo, y que obliga a quienes lo padecen, a aferrarse a la pareja de manera patológica.
Sin embargo, se ha observado que las personas egocéntricas, individualistas y con ínfulas de superioridad, también son susceptibles de padecer este tipo de compulsiones, pues su idea de que son superiores a los demás, les impide aceptar el rechazo o el abandono.
Ossessione, es por tanto el retrato de perdedores emocionales, cuyo amor afectan a todo aquel que les rodea, y como ese amor, pasional, destructivo, obsesivo, le va haciendo perder la perspectiva hasta el punto de cometer un asesinato, un acto horrendo que tendrá irreversibles y desastrosas consecuencias.
En un tiempo de guerra, el amor se convierte en algo que no trae esperanza, sino muerte y destrucción.
Y Visconti lo narra todo con esa visión decadente que tienen todas sus películas, sin miramientos, con sequedad; en personajes que terminan aplastados por sus propias aspiraciones, sin poder escapar a un mundo en el que no encajan, y en el que sus destinos ya han sido marcados desde el inicio.
El gran Luchino Visconti entraba por la puerta grande con Ossessione, e iniciaba una carrera llena de películas inolvidables, aunque también obtendría un discutible prestigio por films que no aguantan el paso del tiempo, excedidos, y manieristas.
“Dovresti sapere, qualcuno con idee chiare, non accontentarti mai”
Cuando 2 personas se enamoran, experimentan una atracción inicial abrumadora.
En esa primera etapa, hay una idealización del otro:
Los amantes tienen pensamientos persistentes en el objeto de sus deseos, y sienten ganas de compartir cada momento.
Este interés disminuye paulatinamente, y la relación experimenta una transformación de ese amor romántico, a uno basado en el compañerismo y la confianza.
Esto es lo que se espera en mayor o menor medida de una relación sana; pues las relaciones evolucionan con el tiempo, la intensidad de la primera etapa disminuye, y empiezan a cobrar importancia otros aspectos como el grado de compromiso, el apoyo, el respeto y la valoración del individuo y sus necesidades.
Las personas fortalecen sus relaciones, y las perpetúan para satisfacer su necesidad de sentirse cuidados, amados y acompañados.
En las relaciones sanas, las personas encuentran el ambiente propicio y el apoyo necesario para desarrollarse como individuos independientes en los ámbitos social y profesional; pero en ciertos casos, las personas fijan toda su atención y desarrollo en el ser amado, y nacen comportamientos obsesivos intensos.
Esta condición se conoce como “trastorno del amor obsesivo”, y es una enfermedad, y por tal razón requiere tratamiento.
Esta condición se caracteriza por la insaciable necesidad de poseer y ser poseído, y dominar a la persona objeto de la obsesión.
Porque “obsesión” que proviene del término latín “obsessĭo”, significa “asedio”, y es una enfermedad mental que se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia, asalta la mente; teniendo múltiples facetas de expresión.
Este pensamiento, sentimiento o tendencia, aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él; preocupación o idea que domina y acapara la atención intelectual y que siempre va acompañada de un penoso sentimiento de ansiedad.
La obsesión amorosa, es también una manifestación clínica de este trastorno, en el que un individuo concentra su atención y desarrolla sentimientos obsesivos en una persona idealizada; donde los individuos que padecen este trastorno, tienen por lo general una baja autoestima, y se proyectan en el ser objeto de su amor, intentando poseerlo, en ocasiones, si está en estado muy avanzado, manifiesta deseos o pensamientos homicidas, y se sienten mejor con la idea de saber que dicho objeto no puede pertenecerle a nadie más; siendo una forma de calmar su ansiedad.
“Capisci cosa significa essere invitato dagli uomini”
Ossessione es un drama italiano del año 1943, dirigido por Luchino Visconti.
Protagonizado por Clara Calamai, Massimo Girotti, Juan De Landa, Dhia Cristiani, Vittorio Duse, Michele Riccardini, Elio Marcuzzo, Alberto Moravia, Antonio Pietrangeli, entre otros.
El guión es de Luchino Visconti, Giuseppi De Santis, Mario Alicata, Gianni Puccini, y Antonio Pietrangeli; basados libremente en la célebre novela “The Postman Always Rings Twice” (1934) de James M. Cain; cuyos editores de la novela mantuvieron la película de Visconti fuera de las pantallas estadounidenses hasta 1976.
Esto debido a que la situación política italiana y la guerra en curso, no permiten a Visconti obtener los derechos de la obra Cain, por lo que no se menciona en los títulos de crédito.
El célebre Luchino Visconti debuta con Ossessione, siendo considerada la primera película del movimiento cinematográfico llamado “neorrealismo italiano”, donde el medio ambiente, la fuerza expresiva y la carnalidad de las escenas apasionadas entre Girotti y Calamai, rompen con la tradición caligráfica del cine italiano durante el fascismo; aunque existe cierto debate sobre si tal categorización de “neorrealismo” sea precisa.
Desde el primer momento, Visconti es consciente de lo que tiene entre manos:
Un diamante en bruto al que pulir y tallar, ofreciendo las facetas que interesan al director y guionista; y la gran ventaja del autor es que controla todos los aspectos de la película, y por tanto sabe perfectamente qué es lo que busca, y lo que quiere ofrecer.
Afortunadamente, Visconti, ya desde su primera autoría, conoce los resortes cinematográficos necesarios para llevar a buen fin su idea.
Con el traspaso a Italia del negro argumento originalmente situado en La Gran Depresión, Visconti mantiene su dureza, y se enriquece con canciones operísticas, curas, bicicletas y locuacidad; y como nos acostumbró luego en su cine, se centra en los personajes, en el drama interno que sufren explorando todas y cada una de las posibilidades, no sólo de la pareja protagonista, sino de los demás personajes.
Para Visconti, Ossessione es “un relato sobre un cierto tipo de sociedad italiana que se quedaba en las sombra:
El sub-proletariado del valle del Po.
El hecho de transponer las principales líneas de la historia de Cain en este medio social, permitía construir una película absolutamente italiana.
Así que escribimos el guión de Ossessione, introduciendo unos personajes que, por supuesto, no se encontraban en la obra de Cain, por ejemplo Lo Spagnolo”
Lo Spagnolo es simplemente un apodo que en realidad es un saltimbanqui italiano que había vivido en España; y un invento acertado del guión.
En Ossessione emerge el modelo sórdido de la existencia pequeñoburgués tan querido por el fascismo; por tanto, el antifascismo está ligado a la calidad de vida:
El sueño de fuga y la recomposición de una nueva familia que termina, como siempre en Visconti, en una derrota.
La influencia de la ópera, empuja a Visconti para dar espacio a la atmósfera en comparación entrelazamiento, donde la película procede por elipses, evitando de mostrar los hechos, la investigación de las premisas y consecuencias, como se confirma la propia estructura, que se divide en 2 partes iguales:
Premisas y consecuencias; ese pivote en un crimen que no se ve.
Con dinero de su madre, y la colaboración de Libero Solaroli como productor ejecutivo, Visconti emprende la realización de la obra; que se rodó entre el verano y el otoño de 1942, y una vez completado, se presenta en Roma, en la primavera de 1943, con la intención de eliminar algunos censores burocráticos sin problemas; y las autoridades, al darse cuenta de que la película no ataca directamente al régimen, autorizan su distribución; pero luego del estreno, la película generó mucha controversia sobre todo en la derecha italiana:
Vittorio Mussolini la calificó como “anti italiana”, por lo que el film se vio secuestrado, censurado de diversas salas a lo largo del país, e incluso exhibido parcial o pasajeramente.
La controversia alrededor del tema, llegó a los estratos más altos del gobierno fascista, al punto que atrajo la atención de Benito Mussolini, que se interesó por la película, probablemente debido a lo escandalizado que se encontraba su hijo, y pidió que se la exhibieran; finalmente tomó la decisión de dejarla circular, sin embargo, la circulación posterior fue relativa.
En Italia, algunos sacerdotes realizaron exorcismos en teatros después de que la proyectaran; y finalmente, la película quedó definitivamente prohibida, y posteriormente destruida por el régimen fascista de Salò; pero Visconti logra mantener una copia oculta del negativo hasta el final de la guerra, desde el cual existen las copias.
Muy a pesar de las proyecciones limitadas, Ossessione ganó reconocimiento entre los cinéfilos que reconocieron en algunas de las mismas sensibilidades con las que se habían familiarizado en las películas neorrealistas de Michelangelo Antonioni, Puccini, y De Santis, entre otros.
Ossessione se rueda en decorados naturales del Valle del Po, Ferrara y Ancona; y en los platós de SAFA Studios de Roma.
La acción tiene lugar en El Valle del Po, Ferrara y Ancona, en 1942, a lo largo de varios meses.
El vagabundo Gino Costa (Massimo Girotti) se detiene en un restaurante para viajeros en El Valle del Po, convirtiéndose en el amante de Giovanna (Clara Calamai), esposa del ignorante Giuseppe Bragana (Juan de Landa), dueño del lugar.
Gino es inquieto y aficionado a ir de un lugar a otro, sin arraigar en ninguno; malvive gracias a sablazos, pequeños hurtos, y dejando deudas que nunca podrá pagar; oculta frustraciones personales, es propenso a los remordimientos, y evita compromisos; mientras Giovanna es agraciada, joven y apasionada; siente apego por la seguridad económica del marido, que la maltrata físicamente y moralmente.
Gino no puede soportar esta situación, y le propone a la mujer que se vaya con él; peor Giovanna se niega, y Gino se va a Ancona, lo que lo atrae por la presencia del puerto:
Él espera embarcarse y dejar atrás la historia que acaba de terminar; y durante el viaje a Ancona, se hace amigo de un explorador llamado “Lo Spagnolo” (Elio Marcuzzo)
Gino ya no se embarca, pero encuentra trabajo con su nuevo amigo en La Feria de Mayo; y una nueva vida parece haber comenzado…
Los destinos se cruzan, los tríos se forman y se deshacen, con siempre Gino en el centro; y durante los días de Feria, Gino, sin embargo, todavía se encuentra con Giovanna y su esposo, que habían venido a Ancona para participar en un concurso de canto.
Los 2 antiguos amantes, inmediatamente restablecen su vínculo y, de hecho, deciden matar a Joseph a través de la simulación de un accidente automovilístico.
Implementan su plan, pero el incidente hace que la policía sospeche.
Después del crimen, la historia entre los 2 amantes se vuelve tensa:
Giovanna, sin saberlo, recoge el seguro de vida de su marido, y vuelve a abrir con su “trattoria” con Gino.
Gino, aplastado por el remordimiento y la decepción de una vida que se siente robada, se va a Ferrara, donde se hace amigo de Anita (Dhia Cristiani), una prostituta dulce y comprensible.
Luego vuelve a ver a Giovanna, quien le dice que está embarazada; y los 2 amantes intentan escapar, pero el auto se sale de la carretera, Giovanna muere, y Gino es arrestado por la policía.
Lo revolucionario, lo extraordinario de Ossessione surge en la vida de la gente ordinaria:
El crimen, acto escandaloso que sólo la huida de sí mismo permite asimilar, transformando a cada uno, creando bifurcaciones en el camino inicialmente marcado, separaciones, reencuentros...
Tampoco veremos el asesinato disfrazado de accidente, en el lugar mismo del crimen, los amantes comentan a la policía los hechos inventados.
Así, Visconti invita el espectador a excitar su imaginación, comentando la caída del coche en el barranco y lo que tienen que hacer…
¡Elegancia del director desde su opera prima!
Y es que Ossessione desarrolla un relato pasional, duro y trágico, que ofrece un retrato realista y cruel de la Italia de Mussolini; donde el realizador consigue que la obra traspire la tensión erótica, la fuerza sensual y el pesimismo fatalista de la novela; y explica cómo la pobreza y la miseria hacen que los seres humanos se vean sometidos al dictado de impulsos primarios.
En estas circunstancias, la pulsación del deseo enardece la carne, alimenta la pasión e inflama la lujuria.
El desarrollo de los personajes es excelente, en especial por lo que respecta a la manifestación de frustraciones, desengaños e inseguridades; porque son personajes frágiles, contradictorios y profundamente pesimistas.
El tono de la narración, es de una negrura, rudeza y frialdad que impresiona; y hace uso de símbolos que refuerzan el pulso de la pasión, como las cacerolas humeantes, los maullidos de gato, y las tormentas ruidosas.
Agudiza la tensión mediante el planteamiento de conflictos, como el que se da entre la concepción moral y la pasión, entre la vida segura y la opción por la libertad y la aventura, entre la moral pública y la conciencia privada, entre los sentimientos y la necesidad, entre la moral tradicional de Don Remigio (Michelle Riccardini) y las pautas liberales, etc.; por lo que la narración incorpora elementos estilísticos del realismo expresionista alemán, pero encuentra su inspiración fundamental en el realismo sincero, convencido y clásico de Renoir.
De esa manera Visconti rueda la esencia del deseo y de la pasión posesiva en medio de la ordinariez de un ambiente depresivo.
Casi desgarra de puro miedo a la soledad, miedo a resignarse a convivir con el desencanto, miedo a perder lo único que proporciona alegría y placer, aunque sólo sea en momentos fugaces, miedo a caer en un vacío del que no sea posible salir.
La terrible certeza de un remordimiento que se interpone y que pesa sobre su relación como un fardo enorme, contaminando sus escasas posibilidades de felicidad.
Lo que Visconti ha logrado en Ossessione, es una de esas obras que entienden a plenitud de la vida en el planeta Tierra, y que son capaces de diseccionar la interioridad humana, mostrándola en sus hondas contradicciones, y en su perfecta interrelación con el juego magnánimo de la existencia.
“Avremo sempre tuo marito dopo...”
Inolvidable primera película del descomunal cineasta italiano, Luchino Visconti, Duque de Modrone, que es el fruto de 2 familias aristocráticas italianas.
Sus orígenes y su formación, se corresponden con el espacio de su procedencia.
Conocedor de las artes, ya sea teatro, música, literatura o artes plásticas, Luchino es un hombre refinado y homosexual, vulnerable a los prejuicios de su clase durante su juventud; era dueño de una gran inteligencia y un ego superior que lo hacía separarse no solo de las altas esferas sociales, sino también sentirse repelido por la versión populista del régimen fascista.
Por ello, tras su estadía en París en la década del 30, donde conoce a poetas como Jean Cocteau y Kun Weill, decide realizar un primer acercamiento al Partido Popular, lugar donde se produciría su primer acercamiento al movimiento comunista; y durante ese tiempo, también comienza a trabajar como asistente de dirección de Jean Renoir en “Une Partie de Champagne”
De regreso en Italia, y con una clara decisión clara, tanto a nivel político como cinematográfico, decide involucrarse con la revista Cinema, que por aquel entonces era manejada por Vittorio Mussolini, para finalmente, en 1942, emprender la realización de este film, adaptado de la novela “The Postman Always Rings Twice”; y trabajando bajo la censura del gobierno fascista italiano, Visconti tuvo problemas con la producción, incluso antes de que comenzara la filmación:
Inicialmente había planeado adaptar una historia de Giovanni Verga, un renombrado escritor realista italiano, y una de sus mayores influencias, pero fue rechazado casi de inmediato por las autoridades fascistas, debido a su tema, que giraba en torno a los bandidos.
Alrededor de este tiempo, Visconti descubrió una traducción francesa de la novela de James Cain que, famoso, le había sido dada por el director francés Jean Renoir mientras trabajaba en Francia en la década de 1930.
Visconti adaptó el guión con un grupo de hombres que seleccionó de la revista cinematográfica milanés Cinema; quienes eran cineastas y escritores talentosos, y desempeñaron un papel importante en el emergente Movimiento Neorrealista:
Mario Alicata, Gianni Puccini, Antonio Pietrangeli y Giuseppe De Santis.
Técnicamente, con la utilización de planos largos, angulación en las tomas, trabajó en las secuencias que imponían una sensación completamente diferente, con una aproximación más psicológica y fatal, respecto del estilo más seco y rápido que proponía Cain.
Cuando Ossessione fue completada y liberada en 1943, estaba lejos del inocente misterio de asesinato que las autoridades esperaban; después de algunas proyecciones en Roma y el norte de Italia, lo que provocó reacciones indignadas de las autoridades fascistas y eclesiásticas, y la película fue prohibida por el gobierno fascista restablecido en la parte ocupada por Alemania, después del armisticio de septiembre de 1943.
Durante esa época, Italia se encontraba regida por el régimen fascista que tenía a Benito Mussolini como la cabeza de este gobierno; y se llevaba una ideología clara acerca de cómo debía ser el pueblo italiano, por lo que muchas decisiones son, en concepto, de esta clara ideología.
Finalmente, los fascistas destruyeron la película, pero Visconti logró mantener un duplicado negativo del que se han hecho todas las impresiones existentes.
Después de la guerra, Ossessione encontró más problemas con la distribución masiva, esta vez en los Estados Unidos.
Como resultado del calendario de producción en tiempos de guerra, Visconti nunca había obtenido los derechos de la novela, y Metro Goldwyn Mayer comenzó a producir otra versión de la película, dirigida por Tay Garnett, llamada “The Postman Always Rings Twice” en 1946; mientras que la prohibición fascista en el trabajo de Visconti todavía estaba en efecto.
En comparación, si se quiere, en su mayor parte, Visconti retuvo la trama de la novela; hizo cambios como la adaptación del guión a su entorno italiano, y la adición de un personaje, pero el principal alejamiento de la novela, y la característica definitoria de la película, es la manera en que se enfrenta a las realidades de la vida.
En una escena particularmente memorable que anticipa un tema principal del neorrealismo, el personaje femenino central de Ossessione, entra en su cocina que está desordenada, se sirve un plato de sopa, y se sienta con un periódico, solo para quedarse dormida, desplomándose cansadamente en medio de la confusión.
En varios momentos como este, Visconti reduce la velocidad para darle al espectador una visión aún más penetrante de la rutina de sus personajes y, al hacerlo, enraizar la narración en la vida de sus personajes.
En otra escena, los 3 protagonistas están comiendo cuando Bragana comenta que un propietario local ha recibido un disparo desde atrás, por parte de un trabajador, que se cree que es el resultado del amor del trabajador por la esposa del terrateniente...
De esta manera, Visconti presagia la propia muerte de Bragana, e ilumina el estudio de la tensión de clase que se teje fluidamente en la película.
Poco después, Bragana se somete a las respuestas físicas y verbales de su esposa, a los gatos que están fuera maullando, aparentemente por el calor.
Él toma su escopeta y se va; poco después de su salida, los amantes adúlteros se apiñan cerca, y se oyen disparos, insinuando así la perdición también reservada para los 2 amantes “en celo” como los gatos.
El paisaje en sí, es realista, y Visconti tiene mucho cuidado de situar a sus personajes en una Italia rural, que en su mayor parte permanece sin romanticismo.
Casi toda la historia se cuenta utilizando tomas medianas y largas, con Visconti eligiendo emplear primeros planos solo en momentos de intensa emoción.
Los personajes se representan interactuando con y moviéndose dentro de su entorno; en este sentido, Visconti prefiere tomas largas y pesadas, al tiempo que utiliza la profundidad de enfoque para resaltar la variedad de acciones que se producen en todo el espacio del marco.
Se resiste a identificarse únicamente con un personaje, y prefiere mantener una distancia, tomándolos con su visor como componentes independientes, pero irrevocablemente enredados de un reparto más grande, que incluye los escenarios, el escenario y el paisaje, así como lo que ocurre fuera del marco.
Las tomas del paisaje, consisten en gran parte en el camino polvoriento que se extiende a lo lejos, y los planos interiores son igualmente sombríos; la cocina desaliñada emana una película casi tangible de polvo y mugre, y la desvencijada habitación de hotel que habla, con cada detalle, de la libertad rebelde apreciada por aquellos que la comparten.
El cambio de enfoque de la novela es claro, incluso en la decisión de Visconti de cambiar el título; mientras que el título de la novela alude a la retribución final exigida a la pareja adúltera, el encabezado de Visconti revela el foco de su película, “la pasión obsesiva”
Entonces en Ossessione, ¿quién llama 2 veces?
Ossessione enfoca a Gino, él es el obseso, no quiere obstáculos a su deseo, hace tiempo, dice “que no se ha relacionado con mujeres”; tiene vida pobre, cuestiona la libertad; y 2 veces se presentará en el territorio de la pareja Bragana; pero se separa de Giovanna que no quiere seguirle hacia la aventura; pero vuelve.
Marca así los 2 tiempos de la película.
Obsesivo con Giovanna en el primer tiempo, obsesivo con la muerte del marido en el segundo tiempo.
Mientras Lo Spagnolo es el que marca el tempo:
“Sólo me habías amenazado una vez, se ve que ahora ya eres más valiente”
Ambigua relación entre los 2 hombres, pues Lo Spagnolo provocándole siempre para recordarle la libertad, pero puede ser más bien para tener un compañero.
La relación homosexual es evidente.
¿Y Gino, con las mujeres?
Una segunda vez es posible después de Giovanna, cuando encuentra a Anita, una bailarina en Ferrara, mientras Giovanna hace los tramites de la herencia de Bragana.
Gino se acuesta con Anita y se sirve de ella para escapar de la policía; pero al final, en la playa con Giovanna, y con una fuerte dramatización, Gino la convence para huir, por segunda vez.
El tema del cine negro gira alrededor de un eje central:
La causalidad, donde los eventos se enlazan y forman una cadena que no se puede romper, hasta al evento final predecible.
Los personajes son presos de un mundo determinista, en el que el azar, las estructuras sociales, los mecanismos psicológicos acaban con los proyectos y las esperanzas.
A pesar de los argumentos sobre cómo definir el cine neorrealista, sin duda, uno de los aspectos más conmovedores de Ossessione, es su marcado realismo.
A pesar de ser actores populares del cine italiano, las estrellas de la película, Massimo Girotti y Clara Calamai, ofrecen actuaciones impresionantes, que no dejan de ser glamorosas.
Los amantes, Gino y Giovanna, se encuentran por primera vez en la cocina de la posada, que Giovanna regenta con su marido, el gordo y tonto Bragana.
Es en el centro simbólico y literal de la esfera familiar, antes de que los 2 amantes hagan un juramento silencioso.
Su amor, contaminado por una mentira, es difícil de soportar para cualquiera de ellos, y la tensión se ve agravada por la abrumadora presencia de Bragana.
Incapaz de continuar la aventura bajo tal pretexto, pero genuinamente enamorado, Gino intenta persuadir a Giovanna para que se vaya con él.
Ella está claramente tentada, pero sabe del poder que tiene la carretera sobre Gino, una relación que Visconti ejecuta casi tan palpablemente como la que existe entre él y Giovanna.
En última instancia, rechaza a Gino, opta por la seguridad y la estabilidad que Bragana tiene para ofrecer, y se retira una vez más sin trabas.
Cuando se cruzan un poco después, está en la ciudad, y Bragana está extremadamente borracho, participando en una competencia de canto.
Con el telón de fondo del borracho y tonto Bragana, la pareja planea su muerte, un acto que llevan a cabo en un accidente automovilístico.
En lugar de otorgarles la libertad que tan desesperadamente buscan, sin embargo, el asesinato solo aumenta la necesidad de engaño, y hace más aguda la culpabilidad con la que habían estado tratando anteriormente.
A pesar del intento de Giovanna de construir una vida normal con Gino, la presencia de Bragana parece permanecer mucho después de que regresen a la posada.
Su relación, que ya se desmorona, alcanza sus límites cuando van a recoger el dinero de la póliza de seguro de vida de Bragana.
Allí tienen un argumento muy hostil, y Gino toma represalias al involucrar a Anita, una joven y atractiva prostituta.
Aunque Giovanna está embarazada, y parece haber alguna esperanza para la pareja, Gino se queda solo para lidiar con la ley, cuando Giovanna muere en el segundo accidente automovilístico de la película.
El personaje de Lo Spagnolo, es la principal salida textual de Visconti de la novela, y juega un papel fundamental en la historia de Ossessione.
Después de fracasar en convencer a Giovanna para que huya con él, Gino se encuentra con Lo Spagnolo después de subir a un tren a la ciudad, y los 2 entablan una amistad instantánea, posteriormente trabajan, y hasta viven y duermen juntos.
Lo Spagnolo es un actor que trabaja como vendedor ambulante, y sirve para frustrar el tradicionalismo de Giovanna, y su incapacidad para abandonar el estilo de vida material.
En contraste con los otros personajes principales, que se ven como muy reales y completamente desarrollados, Lo Spagnolo opera principalmente en un nivel simbólico:
Él representa para Gino, la posibilidad de una masculinidad liberada, viviendo una vida con éxito separada de las imposiciones de la sociedad, una alternativa a la vida a la que se siente atraído en su relación con Giovanna.
La homosexualidad es lo más extremo y visible.
Tanto Giovanna como Gino, son personajes trágicos, en su incapacidad para encontrar un espacio en el que ubicarse cómodamente.
Los roles limitados puestos a disposición por la sociedad, demuestran ser insuficientes al proporcionar narrativas para sus vidas que los acercan a la felicidad.
Giovanna es alejada de la seguridad de su matrimonio con el repugnante Bragana, por un deseo de verdadero amor y satisfacción, cuyo potencial se actualiza con la aparición de Gino.
Sin embargo, sus intentos de aferrarse a la fortuna que trajo consigo el matrimonio, conducen al fracaso de su relación, y quizás, por extensión, a su muerte.
La situación de Gino parece ser tan distinta, si no más, ya que la fuerza que lo aleja de Giovanna, es su miedo a un compromiso tradicional, y heterosexual.
Desde la primera vez que duermen juntos, después de lo cual Giovanna comparte con Gino todos sus problemas más profundos mientras escucha el sonido de las olas en una concha marina, está claro que responde solo al camino abierto, identificándolo como su alternativa, a convirtiéndose en una parte activa de la sociedad dominante.
Lo Spagnolo es el camino manifiesto, la libertad masculina en oposición a la feminidad, el amor y los valores familiares de Giovanna.
Atrapado entre los 2 ideales conflictivos, Gino termina violando a los 2, y condenándose a sí mismo en el proceso.
Materializa ya Visconti, uno de sus temas corazón durante toda su carrera, el patetismo de seres humanos atormentados, acongojados, castigados por el destino y la vida, y que se desenvuelven entre podredumbre y descomposición, muchas veces descomposición espiritual, más que la corpórea.
Así se nos retrata la patética figura de la mujer:
Giovanna, víctima principal en la historia y de las circunstancias, urgida por la premura de la austeridad y la miserias, se prostituyó, y ante lo desesperado de su situación, se casó por necesidad, el matrimonio fue su salida, pues la precaria realidad, una Italia despedazada por la guerra, obligaba a aquello, ella encarna y representa a la máxima víctima de ese desolador ambiente.
Inevitable también era que sufriese ciertos cambios la historia, dejando de lado la violencia y la sexualidad, para centrarse más en la realidad, en el contexto entonces contemporáneo, en darle otra directriz a su tratamiento.
A ese mismo respecto, uno de los más sensibles cambios, viene a ser la inclusión y aparición del personaje de Lo Spagnolo, inexistente en la obra literaria, y sin duda, símbolo tunante de la situación italiana de entonces, a la deriva, sin rumbo, sin norte, a su suerte, reforzando la imagen del también nómada Gino.
En los personajes radica mucha de la poderosa y compacta fuerza del filme, la ya mencionada Giovanna, como emblema de la desgracia italiana, prostituta atormentada, tiranizada por un infeliz que fue su único escape a su realidad de pesadilla, que se incendia en la pasión del adulterio, su pasión desbordará su razón, y eventualmente la conducirá al fenecimiento, su vida es un frenesí sin fin de desgracias, y Clara Calamai, está excelente en su sufrida y tormentosa encarnación de la fémina.
Arderá de pasión por Gino, el tunante busca fortunas, su destino es también incierto, y se verá envuelto en remolino pasional, que lo llevará eventualmente al homicidio, a liquidar a quien entorpece sus planes, la descomposición y degradación humana, estando presente ese elemento Viscontiano por excelencia, estamos ante un filme pues, enteramente reconocible con su persona como artista, y que tiene el clímax, el colofón desgarrador en la muerte de la sufrida e infeliz ex prostituta, terminando de colmar de desgracias la existencia de su igualmente infeliz compañero.
Únicamente se siente quizás, cierta flaqueza en los segmentos finales, donde Visconti, con su conocida tendencia a realizar relatos extendidos, lo manifiesta también desde su primer filme, sintiéndose por momentos dilatada sin necesidad la secuencia final, el desenlace, sintiéndose que las acciones por momentos navegan con un rumbo no tan determinado y firme como en otros pasajes; pero en cuenta definitiva, se trata de fisuras juveniles de un cineasta que ya apuntaba las maneras de uno de los grandes, de un país tan rico en arte como Italia.
Por otro lado, recordar lo que la literatura feminista ya había notado en esta película por primera vez, el cuerpo de un hombre que se convierte en elemento sensual y objeto de deseo de la mirada de una mujer.
La presentación del personaje de Gino es emblemática.
Después de una secuencia de apertura, en la que el espectador sólo lo ve desde atrás, su rostro se nos muestra sólo cuando Giovanna lo ve por primera vez; aquí es que el momento en que Visconti todavía se utiliza el “zoom”, y enfoca la cámara, se acerca a la cara de Gino, mostrando a través de un subjetivo, a Giovanna observándolo con deseo.
Incluso la ropa de Gino enfatiza la caracterización sensual, pues se observa a menudo con una camiseta sin mangas, muy apretada y escotado, y su cuerpo es a menudo objeto de miradas explícitas de los personajes femeninos, especialmente Giovanna, sino también a Anita; e incluso a veces la personajes masculinos, este es el caso de Lo Spagnolo, sino veamos la escena del tren, de la cama…
Del carácter de Lo Spagnolo debe hacerse una mención especial, ya que su función estaba en el centro de la amarga controversia, y una secuencia que él es el protagonista de la obsesión del título, ha planteado bastantes escándalos, porque es un visión tremendamente homosexual, pues él es quien “lo vende” a la policía, cuando Gino lo rechaza.
Inicialmente, este personaje fue diseñado para representar la esencia de la solidaridad proletaria, para recordar que Visconti era muy cercano al Partido Comunista; y de hecho, el encuentro entre Gino y Lo Spagnolo tiene lugar en un tren, y este último se esfuerza por ayudar a Gino, que tiene dificultades para pagar el boleto.
La secuencia de “ofender” se configura con la escena del dormitorio, tomada en una posada, donde Gino y Lo Spagnolo se encuentran compartiendo la misma cama; pero antes de ir a la cama, Lo Spagnolo intenta convencer a Gino de olvidar Giovanna, proponiendo a quedarse con él.
Una vez en la cama Gino, con la intención de sueño, da los hombros a Lo Spagnolo, y se cubren la cabeza, a modo de dar por sentado que puede permitirse “ciertas libertades”
Después de apagar la luz, Lo Spagnolo enciende un fósforo para encender un cigarrillo, pero antes de apagarlo, lo usa para observar el cuerpo de Gino...
La escena se nos muestra a través de un enfoque semi-subjetivo, por lo que en el marco vemos claramente a Lo Spagnolo mirando con tristeza el cuerpo de su amigo.
No en vano, este fue uno de los primeros tiros que se eliminaron de la censura.
Pues la escena siguiente es Lo Spagnolo buscando a Gino con la mano en su cama, y éste no está, demostrando que algo pasó de noche…
En ese momento sentimos la sensación de que el director que se está alejando de las intenciones políticas iniciales, y crea este “subtexto homosexual” superpuesto, al valor público de Lo Spagnolo, el querer ser parte de la propaganda socialista, y sus intenciones “privadas”
Algunas críticas hechas a la película partían de la suposición de que no estaba claro si Lo Spagnolo quería ser una figura política, o simplemente un homosexual…
Visconti no sentía este vacío o contradicción entre público y privado, de hecho, utiliza este aspecto privado, pues Visconti era homosexual, para hacer un discurso político:
En una Italia impregnada de la cultura fascista, donde fueron prohibidas tanto el adulterio y la homosexualidad, hacer una película donde aparecieron ambos temas, fue un gesto fuertemente transgresor y en contra de los cánones actuales de la época.
Ahondando ya en el filme, retrata Visconti, como era normal bajo los cánones de aquellos años, 1943, unas muy sublimadas escenas sentimentales donde el sexo explícito es impensable, todo es insinuado, jamás mostrado, pero perfectamente entendible y lógico.
Combina este aspecto con el ya señalado excelente dominio expositivo para mostrarnos, para disimular esas situaciones eróticas, para suavizarlas y sublimarlas, con la elegancia de un maestro, cuando Gino y Giovanna consuman su intenso idilio, desliza sutilmente su cámara, hasta llegar a cortarse la secuencia con un espejo, siempre sin perder la sutileza, poniendo fin a las imágenes que pueden ser presentadas, y dando al espectador la tarea de recrear lo que obviamente está sucediendo:
¡El coito!
Por otro lado, incluso la elección inicial de inspirarse para la película de una novela estadounidense, contradecía fuertemente la política autárquica de la época.
El enfoque de Visconti al cine es muy estructurado y ofrece varios pares de eventos paralelos, como los accidentes automovilísticos.
Gino se encuentra con Lo Spagnolo mientras se sientan uno al lado del otro en una pared, una escena que se repite al final de su amistad; del mismo modo, Gino enojado, deja a Giovanna al costado del camino, y Lo Spagnolo lo abandona en una escena paralela.
Las técnicas cinematográficas, como las instancias en las que Visconti presagia giros importantes de la trama o la introducción de Lo Spagnolo como contrapeso, demuestran la racha formalista y el virtuosismo técnico de Visconti, pero su visión realista y su gusto por el drama, son realmente lo que le da vida a Ossessione.
El tono general de la película, lo que favorece, son las habitaciones pequeñas y atmósferas oscuras y embarazadas de sentimientos, que contrasta con las imágenes que forman el telón de fondo de los momentos en los que los protagonistas tienen la ilusión y la esperanza de una vida mejor; los disparos se vuelven brillantes, anchos, y se caracterizan por campos largos; contar como tales buques se pierden en el horizonte, como Gino y Lo Spagnolo tienen vistas al puerto o los bancos soleados del Po, mientras que los 2 amantes se abrazan en la arena…
Ciertamente se siente ya un filme neorrealista, ajeno a los estudios, filmando en exteriores, con luz natural, mostrando las calles italianas, se prescinde de ornamentos, la realidad es todo, algunos puntillazos y detalles por apuntalar ya serían luego plasmados con desgarradora fuerza por el mismo Rossellini, el inolvidable y sensible Vittorio De Sica, y el propio Visconti con su particular estilo.
Este es un filme hermoso, quizás eclipsado por lo mediático de las posteriores versiones de Hollywood, pero es una joya, el debut de Luchino Visconti, filme que navega entre los trabajos desconocidos del cine, pero de una fuerza y valía innegable y eternamente vigente, un filme necesario.
En lo que hace a la dirección de intérpretes:
Clara Calamai realiza un trabajo verdaderamente encomiable, muy contenida en el gesto, y a pesar de ello muy expresiva gracias a unos ojos que hablan por sí mismos:
Es evidente que Visconti la filma con mucha atención, y le acerca la cámara sin miedo ni compasión, exprimiendo a fondo a la actriz que dota al personaje de total verismo repleto de sentimientos.
Diría que con Massimo Girotti, la cámara guarda un poco más de respeto, quizás admiración, y el galán en su apostura cede fuerza expresiva frente a su compañera, pero sabe mantener el tipo lo suficiente para no desentonar.
No obstante, él es el objeto de deseo de al menos 3 personajes, 2 mujeres y 1 hombre, donde cada encuadre suyo, es hecho con gusto fuertemente homosexual, se le quiere y se le adora.
Y es un descubrimiento para mí tardío Juan de Landa, el motriqués roba las escenas con facilidad, reforzando con su bonhomía la del personaje encomendado, prestando gran servicio a Visconti, al permitirle de una tacada, incorporar un momento musical, y un pobre desgraciado que sin duda despierta empatía en el espectador.
No obstante, a la película le perjudican sin duda una duración desmesurada, de 135 minutos.
De la banda sonora, la obra contiene escenas que realzan la visión operística, apasionada y trágica de la trama, recordar que Visconti era un enamorado de la ópera, era amigo íntimo de Maria Callas y Leonard Bernstein; y los gestos subrayados de los personajes, así como los actos marcadamente pasionales; pero se beneficia de unas interpretaciones memorables y una fotografía que anticipa y realza la tragedia, obra de los operadores Aldo Tontu y Domenico Scola, figuras claves de la luz en el cine italiano.
Todo ello hace de Ossessione, un clásico del cine hasta hace relativamente poco tiempo muy difícil de ver, plagado de imágenes perturbadoras de gran calidad.
La música original de Giuseppe Rosati ofrece una partitura de aires populares y composiciones festivas, interpretadas con acordeón, violines y contrabajo.
Ofrece además, fragmentos descriptivos, de viento, que trasmiten al público sentimientos de terror, tensión, angustia y horror.
Añade 4 fragmentos de arias de óperas conocidas:
“Carmen”, “Les Pêcheurs de Perles”, “La Traviata” y “Rigoletto”, todas tragedias líricas.
“Hai paura dell'ignoto”
En una relación, el amor obsesivo significa que una persona ha ido más allá del amor, y se ha obsesionado con la pareja; pero también los sentimientos pueden convertirse en obsesión, cuando no sabe nada de la otra persona, si conoce a la otra parte solo de verla pasar, aunque no haya hablado con ella.
Quienes la padecen, experimentan sentimientos intensos de celos, incertidumbre y resentimiento, que reemplazan al amor, la seguridad y la confianza.
Las personas que sufren el trastorno, sienten dolor intenso, angustia, preocupación y desasosiego, cuando se encuentran lejos de la pareja, o cuando por factores de tiempo, rechazo o disponibilidad física o emocional, no reciben la atención que demandan; y esa satisfacción de sus demandas se convierte en una compulsión y fijación perpetuas.
Esta patología no es exclusiva de quienes han sostenido una relación que sobrepasó los límites; también la padecen personas que se obsesionan con quienes ni siquiera conocen, les basta con solo haber tenido un fugaz contacto.
Las obsesiones pueden abarcar acciones que van desde la simple contemplación, hasta el acecho y acoso.
Según los expertos, este tipo de conductas pueden originarse en la infancia o en los primeros años de la adolescencia.
Factores como el abandono, el abuso físico o emocional, el descuido, la falta de afecto o la baja autoestima, pueden conducir a la persona a desarrollar este tipo de comportamientos.
El vacío emocional los lleva a la búsqueda desesperada de amor y aceptación, con la falsa creencia de que solo pueden ser felices si están correspondidos por la persona objeto de su obsesión.
Crean una ilusión que los lleva cada vez más lejos de la verdad, y que les genera sufrimiento y decepción.
La inseguridad, la auto percepción de vulnerabilidad y la creencia de ser poco afortunado en el amor, son factores que alimentan el trastorno del amor obsesivo, y que obliga a quienes lo padecen, a aferrarse a la pareja de manera patológica.
Sin embargo, se ha observado que las personas egocéntricas, individualistas y con ínfulas de superioridad, también son susceptibles de padecer este tipo de compulsiones, pues su idea de que son superiores a los demás, les impide aceptar el rechazo o el abandono.
Ossessione, es por tanto el retrato de perdedores emocionales, cuyo amor afectan a todo aquel que les rodea, y como ese amor, pasional, destructivo, obsesivo, le va haciendo perder la perspectiva hasta el punto de cometer un asesinato, un acto horrendo que tendrá irreversibles y desastrosas consecuencias.
En un tiempo de guerra, el amor se convierte en algo que no trae esperanza, sino muerte y destrucción.
Y Visconti lo narra todo con esa visión decadente que tienen todas sus películas, sin miramientos, con sequedad; en personajes que terminan aplastados por sus propias aspiraciones, sin poder escapar a un mundo en el que no encajan, y en el que sus destinos ya han sido marcados desde el inicio.
El gran Luchino Visconti entraba por la puerta grande con Ossessione, e iniciaba una carrera llena de películas inolvidables, aunque también obtendría un discutible prestigio por films que no aguantan el paso del tiempo, excedidos, y manieristas.
“Dovresti sapere, qualcuno con idee chiare, non accontentarti mai”
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