Two Arabian Knights

“Watch me work, and you'll never be lonesome in a strange town!”

Una película perdida, es aquella que ya no se conoce que exista en archivos de estudio, colecciones privados o archivos públicos, como La Biblioteca del Congreso de EEUU; pero ocasionalmente se han redescubierto películas que se consideran perdidas.
Después de la muerte de Howard Hughes en 1976, este dejó una vasta colección de materiales relacionados con todos sus negocios:
Cine, aviación, petróleo, herramientas y otros, en almacenes en el Centro Hughes.
La Academia de Hollywood quería recopilar todo lo relacionado con The Caddo Co., su estudio de cine de los años 20 y 30, pero el profesor emérito, Hart Wegner, entonces Jefe del Departamento de Cine, tenía otras ideas…
Argumentó que debido al impacto masivo de Hughes en Las Vegas, las partes de la colección relacionadas con el cine le pertenecían a la ciudad.
“En la presentación que hice, dije que significaría algo para nosotros, no solo para Las Vegas, sino para la universidad, y específicamente para El Departamento de Cine.
Para La Academia serían otras 800 cajas.
Para nosotros, sería un punto focal de desarrollo”
Así, de 1994 a 1996, los materiales de la colección, que incluían:
Hojas de tomas, guiones, materiales promocionales, modelos, notas y todo lo demás, se enviaron a La UNLV para su almacenamiento, donde actualmente están disponibles para su estudio por académicos, como las películas mudas como:
“The Racket”, “Two Arabian Knights” y “The Mating Call”
Antes del estreno de la película biográfica de Hughes 2004, “The Aviator” de Martin Scorsese; Christopher Nolan estuvo trabajando en una película sobre Hughes; buscó la colección, y pasó un día estudiando aquí antes de abandonar finalmente el proyecto, después de que Scorsese lo tomara.
Y es que el productor Howard Hughes era poderoso en Hollywood, y Two Arabian Knights fue su 3ª película producida, pensada como perdida por décadas, esta maravillosa comedia de La Era Muda ha sido recientemente redescubierta y restaurada, por lo que TCM la proyectó el 15 de diciembre de 2004, como parte del Tributo a Howard Hughes y la nueva película biográfica “The Aviator”
Las películas mudas de la colección Hughes, donadas por el Hughes Estate y Howard Hughes Corporation al Departamento de Cine de La UNLV, fueron restauradas digitalmente a través de fondos de TCM, por acuerdo especial con Flicker Alley; donde cada una tiene una nueva banda sonora del compositor Robert Israel.
Dirigido con brío por Lewis Milestone, y beneficiándose en gran medida de la dirección de arte de William Cameron Menzies, los jolgorios y la gran aventura de Two Arabian Knights están una vez más, listos para deleitar a la audiencia.
“How about introducing us to the dame we saved, instead of taking all the bows yourself?”
Two Arabian Knights es una comedia de aventuras bélica, del año 1927, dirigida por Lewis Milestone.
Protagonizada por William Boyd, Mary Astor, Louis Wolheim, Ian Keith, Michael Vavitch, Michael Visaroff, Boris Karloff, DeWitt Jennings, entre otros.
El guión es de Donald McGibney, adaptada por Wallace Smith y Cyril Gardner, con continuidad proporcionada por James O'Donohoe, y títulos de George Marion Jr.
Two Arabian Knights fue producida por Howard Hughes, y fue distribuida por United Artists.
El director Lewis Milestone ganó un Premio Oscar al Mejor Director, que primero se llamó Premio por Dirección de Comedia, siendo el primer y único año en que apareció esa categoría en Los Premios de La Academia.
Al año siguiente, AMPAS fusionó las categorías Mejor Director de Comedia y Mejor Director de una sola categoría para formar la categoría del Premio de La Academia a La Mejor Dirección.
Y es que para el período 1927 – 1928, todos los premios podían ser por una única película o por varias, o por el cúmulo de trabajo durante el año en cuestión.
A todos los logros que no recibieron premio, se les confirieron certificados de “Mención Honoraria”
La división en la categoría dirección, tuvo que ver con el hecho de que las comedias mudas eran altamente populares.
Por eso se decidió dividir la categoría en Mejor Director y Mejor Director de Comedia.
Con respecto a los rubros de efectos técnicos, se los agrupó por única vez en una única categoría.
El caso de Milestone, venció al único otro nominado en la categoría, Ted Wilde por “Speedy”
Mientras Charles Chaplin había sido originalmente anunciado como nominado por “The Circus”, se prefirió darle un Premio Honorífico Especial.
Milestone ganó un segundo Oscar por dirigir “All Quiet On The Western Front” (1930), que presentó al actor de Two Arabian Knights, Louis Wolheim, en un contexto dramático de La Primera Guerra Mundial, y fue nominado una vez más, por “The Front Page” (1931); pero Two Arabian Knights es una de las únicas 2 películas en ganar un Oscar en dirección, sin ser nominada a la mejor película; la otra fue “The Divine Lady” (1929)
Como se citó, Two Arabian Knights alguna vez se creyó perdida, y una copia fue encontrada en las bóvedas del productor Howard Hughes, después de su muerte, junto con copias de otras 2 películas también consideradas perdidas, y producidas por Hughes:
“The Racket” (1928) y “The Mating Call” (1928)
La copia de Two Arabian Knights, se recuperó justo en el momento, pues hay puntos en la película donde se puede ver un daño severo, y casi desintegración, aunque los restauradores hicieron todo lo posible para repararla; y muy a pesar del título exótico, esta “buddy movie” no está ambientada en un Bagdad de cuento de hadas, sino durante La Primera Guerra Mundial, en Constantinopla.
De hecho, el director Lewis Milestone, fue uno de los primeros cronistas de hombres en guerra de Hollywood.
Two Arabian Knights fue filmada en estudios, en Estados Unidos, y sigue al Sargento Peter O'Gaffney (Louis Wolheim), y a uno de sus soldados, “el chico guapo”, W. Dangerfield Phelps III (William Boyd), que siempre dibuja caricaturas; cuando son capturados e internados en un campo de prisioneros de guerra en el norte de Alemania, cerca del final de La Primera Guerra Mundial.
Su relación siempre ha sido antagónica, basada en lo que Phelps ve que O'Gaffney siempre lo presiona; mientras que O'Gaffney es buscado por la policía de su país, como estafador.
Es por estas diferencias, que su amistad resultante en el campamento es tan poco probable, una amistad basada en contradictorios, pero que se juntan para tener el valor de intentar escapar.
En un día cubierto de nieve lo logran, en parte robando túnicas blancas para camuflarse en la nieve.
En sus aventuras y desventuras en el exterior, para tratar de llegar a un lugar seguro, incluyen ser confundidos con prisioneros árabes, y se encuentran como polizones a bordo de un buque de carga que se dirige a Arabia.
Es allí donde conocen a una bella mujer árabe llamada Mirza (Mary Astor), a quien salvan de ahogarse.
Ambos hombres se enamoran de ella inmediatamente, razón por la cual están tan decepcionados al saber que ella está comprometida en un matrimonio arreglado con el despiadado Shevket Ben Ali (Ian Keith)
Mientras los 2 intentan alcanzar la seguridad de un consulado estadounidense, también deciden intentar liberar a Mirza, lo que puede ser más peligroso que luchar en las trincheras en los campos de batalla de Francia.
La relación entre los 2 personajes principales, se desarrolla desde el odio total a la animosidad perdurable; de la cooperación de supervivencia forzada, a la desconfianza mutua leve; de la competencia amorosa, a la fuerte amistad…
Con grandes vestuarios y conjuntos de decorados; tan bueno o mejor que los de las películas actuales, sorprendente la variedad de arte de cámara y dirección; con panorámicas y acercamientos que incluyen ángulos elevados y primeros planos de personajes y objetos claves.
¡De nuevo, parece una película moderna!
Las acciones transmiten la historia muy bien; sin el beneficio de una banda sonora, pero esta nueva, le va muy bien inclusive; y por supuesto, esto implica un grado considerable de actuación en vivo, similar al que se ve en las obras de teatro, pero no tuve una sensación del melodrama, como es demasiado común en la mayoría de las películas mudas, y las primeras películas de sonido; aun así, Two Arabian Knights es una comedia genuinamente ingeniosa, en la que el director desprecia las tácticas rebeldes usuales, y confía en la actuación inteligente de sus actores.
Todo ello la hace es una comedia cariñosa, que no tiene ni un paso en falso.
La trama es pura tontería, la actuación es perfecta, y hay suficiente bufonadas para mantener las cosas interesantes.
Y es que en una película de los años 20, este filme está para ser apreciado, porque el humor en Two Arabian Knights es intemporal, tan divertido hoy como cuando fue filmado.
“I wish I could tell you in Arabic, what I think of you in English”
El descubrimiento de una película que se había presumido perdida, siempre es una experiencia alegre para los fanáticos del cine clásico, porque demasiadas películas maravillosas han sido víctimas de abandono, deterioro y, desafortunadamente, vandalismo total.
Two Arabian Knights fue uno de los afortunados redescubrimientos y su reaparición, siendo aclamada por varias razones:
En primer lugar, se encuentra entre las primeras películas supervivientes producidas por Howard Hughes.
En segundo lugar, es la película que le valió al director Lewis Milestone, el primer y único Oscar a la mejor dirección de una película de comedia.
Y luego está el reparto:
William Boyd y Mary Astor, protagonizan con un entonces desconocido Boris Karloff en una pequeña parte; además del siempre maravilloso Louis Wolheim.
Las revisiones de la época del 3° esfuerzo de producción de Howard Hughes, parecían coincidir en que Two Arabian Knights era una buena comedia.
Por supuesto, las estrellas, William Boyd y Louis Wolheim no eran conocidas como comediantes en La Era del Cine Mudo, y eso hace que esta película sea aún más agradable, porque el humor es sutil y menospreciado, y surge de las situaciones, no de expresiones visuales exageradas o cursis.
La historia fue escrita por Donald McGibney, un nombre insignificante en la historia del cine, y obviamente se inspiró en el famoso “What Price Glory” que fue lanzado el año anterior.
Las disputas constantes de 2 hombres y la competencia por la chica, eran muy familiares entonces, y según parece, el director Lewis Milestone recibió un guión dramático, y lo convirtió en la comedia que tenemos ahora.
Aunque es una historia agradable, uno no puede imaginar que la historia sea lo suficientemente fuerte como para llevar una nota seria en todo momento; pues habla de la complicada relación entre 2 soldados estadounidenses mientras viajan a través de Europa; una enemistad y rivalidad que atravesará fronteras, y tomará a esos camaradas extraños de Francia al norte de Alemania, y luego a Turquía y finalmente a Arabia.
En este último lugar, después de ser rescatados de un naufragio, pelearán entre ellos por los favores de una misteriosa dama árabe.
El soldado W. Dangerfield Phelps y su detestado Sargento, Peter O’Gaffney, son capturados por los alemanes mientras participan en una dura pelea dentro de un agujero en El Frente Occidental.
Los 2 se unen en el campo de prisioneros de guerra alemán, y escapan a la nieve fuera del perímetro, vestidos con ropones blancos que han hurtado de prisioneros de guerra árabes, que los hacen virtualmente invisibles en la nieve.
Recapturados, y confundidos con los árabes por su atuendo, son enviados a Turquía, a bordo de un tren de prisioneros alemán, del que escapan.
Al encontrarse accidentalmente en un carguero ruso, Phelps y O’Gaffney salvan a una princesa árabe, la hija del emir de Jaffa, de ahogarse.
El capitán del barco, también “muy amoroso”, ha estado compitiendo con los 2 estadounidenses por el afecto de la mujer, y exige dinero a la damisela en apuros; y Phelps y O’Gaffney, sin un centavo.
Pero Phelps se toma la libertad de besarla, por lo que se ha quitado el velo, un acto presenciado por uno de sus criados.
El capitán responde, que deben pagarle mañana, o los pondrá fuera del barco.
O’Gaffney obtiene un dinero robando al sobrecargo del barco, y encerrándolo en un camarote; y La Princesa agradecida, les dice a los 2 que su padre se los devolverá.
O’Gaffney, para objeción de Phelps, insiste en que escriba una I.O.U.
Poco después, La Princesa es sacada del barco por un funcionario árabe, el Shevket, mientras ancla en su patria, y antes de partir, le dice al desilusionado Phelps, que se casará con Shevket por orden de su padre.
Después de que ella se va, los 2 yanquis abandonan el barco… nadan a la orilla, mientras el hambriento O’Gaffney exige que vayan a ver al padre de La Princesa para recuperar su dinero, a fin de conseguir algo de comer.
Phelps convence a O’Gaffney, para que lo acompañe al Consulado de los EEUU, en busca de ayuda, pero se ven frustrados cuando espían que el capitán y el sobrecargo del barco, hablan con El Cónsul.
Es hora de Plan B:
Ir a ver al Emir, y pedir que le devuelvan su dinero.
Poco saben que se le ha informado de la transgresión de Phelps con La Princesa, avergonzando al Emir y a Shevket, a quienes ambos enviaron hombres para localizar a la pareja involuntaria, y matarlos.
Las peripecias de los amigos, harán las delicias del público, pues el único propósito de la película es para entretener y, ciertamente, esa intención se logra en esta película muda de aventura convencional, que incluyen los necesarios ingredientes de esas películas comerciales y populares; es decir, entornos exóticos, algunas acciones y situaciones divertidas.
En lo que respecta a Milestone, no hizo un hito de película, aunque hay algunos trabajos de cámara destacables, particularmente al comienzo de la película, desde donde diferentes ángulos, arriba y abajo, vemos a los 2 hombres batallando cada uno otros en una trinchera, mientras asombrados, los soldados alemanes les miran.
La película se entrelaza con las secuencias de La Primera Guerra Mundial, de manera alegre en lugar de dramático, así como aventuras exóticas en El Este, un Este por supuesto que se ve a través de los ojos occidentales, y uno que es deliberadamente frívolo y lleno de estereotipos.
No obstante, impresiona la realidad en esta película sobre prisioneros de guerra de La Primera Guerra Mundial, en una época en la que las películas de guerra dominadas por el destello de heroísmo y la negación de la realidad.
Además, a menudo hay un sentimiento atemporal, especialmente durante las escenas de los campamentos de prisioneros de guerra, lo que le da al espectador una sensación de cercanía con la gente de esa época; y la comprensión de que la gente ha sido en todo momento en la historia, a su manera, “moderna”
Es el escenario de ficción perfecto para estas 2 personalidades fuertes que, a pesar de su rivalidad, no pueden vivir el uno sin el otro, o sin Mirza…
Como se señaló, Milestone nos brindó realismo creíble en escenas de batallas, y continúa asegurándose de que Two Arabian Knights es una producción de calidad en todos los sentidos.
El campo de prisioneros de guerra alemán, es un conjunto bien hecho, los cuarteles aparecen apropiadamente ásperos y desaliñados, la nieve cubre el suelo y el intenso frío de la noche indicado por el vapor de la respiración de Wolheim y Boyd mientras hablan.
Los eventos que tienen lugar en el barco, ofrecen varios momentos entretenidos:
Inconsciente, Mirza es llevada por el despreciable capitán turco a una cabaña.
Sus intenciones quedan claras al pasar la cámara por sus pies, a lo largo de su cuerpo, a su cabeza, para que el espectador pueda ver cómo el capitán está hablando con lujuria de su inesperada pasajera.
Por supuesto, Phelps y O'Gaffney pronto estarán compitiendo por ser los primeros en verla sin su velo, y sus travesuras para burlarse mutuamente, proporcionan algunos de los momentos más graciosos de la película.
Por ejemplo, los 2 están esperando que se seque la ropa después de la zambullida del rescate, ambos con la intención de conocerse con Mirza tan pronto como la ropa se pueda usar.
O'Gaffney tiene la idea de ir al baño, cerrar la puerta, y empapar el uniforme de Phelps en la bañera, para poder ir primero; pero Phelps se da cuenta, y una vez que O'Gaffney está completamente vestido para irse, empuja al Sargento en la bañera llena de agua.
Más tarde, vemos a Phelps en cubierta con Mirza y O'Gaffney dentro de la cabaña con su túnica y calzoncillos largos, buscando sus pantalones.
¡Más tarde descubrimos que Phelps llevaba los propios pantalones de O'Gaffney!
Por otro lado, hubo al menos algunos hechos peculiares sobre la sociedad musulmana, lo que se suma la apreciación de la historia en el área de la precisión histórica; como la escena cuando los héroes huyen de un enjambre de árabes peligrosos que empuñan espadas a través de las estrechas calles de una concurrida ciudad musulmana.
De repente, la persecución es interrumpida por un Imán que aparece en un balcón exterior para anunciar que es hora de la oración de la tarde.
Todo el mundo en las calles, excepto los héroes, obedece religiosamente la ley islámica, y momentáneamente se arrodillan, lo que permite a los héroes escapar…
Esa escena fue solo un ejemplo de las muchas expresiones de originalidad de la película; además, Turquía se veía como uno podría esperar que se vea en el período; El Palacio, los carruajes y las espadas se suman al ambiente.
Como se señaló, Two Arabian Knights no tiene una historia fuerte; sin embargo, hay otros elementos que hacen que sea una experiencia visual placentera, porque está llena de efectos fotográficos espléndidos, que evidentemente se han realizado a un costo no menor; y cuando se necesitan varias decenas de hombres para lograr una secuencia, Milestone no escatima, ya que muestra una gran variedad de extras, todos adecuadamente disfrazados.
Es solo hacia el final de este tema, que las aventuras asumen un aspecto fantástico.
Luego hay escenas en las que los 2 héroes escalan muros e invaden El Palacio del Bey en algún lugar de Turquía.
En vista de lo que ha precedido a esto, uno está, sin embargo, dispuesto a perdonar tales acciones, ya que no carecen de verdadero sentido del humor y, además, ninguno de los incidentes depende de los subtítulos por la diversión que crean.
De los actores, William Boyd y Louis Wolheim están excelentemente emparejados, y son creíbles:
Louis Wolheim es particularmente divertido como El Sargento O'Gaffney, con su nariz rota, cortesía de las lesiones en el fútbol, y su complexión fornida; él es el clásico duro de la película, pero emana un encanto ganador que lo hace casi tierno.
Como dato, su nariz hinchada le valió papeles como matón del inframundo, pero él quería los elogios de un protagonista romántico.
Entonces buscó cirugía plástica... y por ello se sumió a un tsunami de cobertura de prensa.
Hay volúmenes de recortes de periódicos de todo EEUU, donde hablan los profesionales en cirugías y las personas que estaban en contra, por diversas razones; y la productora presentó una orden judicial para impedir que Wolheim se sometiera a la cirugía; y funcionó, o al menos eso es lo que informó la prensa en ese momento.
Todavía hay especulaciones de que todo fuera un truco publicitario, pero lo que la cirugía plástica significaba para la cultura física de la época, con la que Hollywood estaba inextricablemente entrelazada, de alguna manera nos da el sentido de la práctica de género de la cirugía plástica en la década de 1920; ya que todo estaba bien para las mujeres, pero para que un hombre se embellezca, la gente se horrorizó ante la idea.
Como fuera el caso, en Two Arabian Knights, Wolheim es capital en su descripción de la alarma, la irritación, la ira, la satisfacción y el alivio; mientras Boyd también contribuye de una manera no pequeña a la alegría.
De hecho, aunque es una comedia, la actuación de Boyd en este esfuerzo cinematográfico, es incluso mejor que su trabajo serio en otras producciones.
Ambos tienen una gran química cómica como un par de “frienemies”, y a través de expresiones puramente naturales en los rostros de la robusta pareja, la audiencia de Paramount de ayer, como la de hoy, se suma en un gran estado de alegría.
Y por la manera hábil y gradual en que Milestone despliega sus episodios, hay un elemento distintivo de suspenso.
Del resto del reparto:
Mary Astor de 21 años, es encantadora y apropiadamente reservada, ya que la parte lo requiere; y es una potencia cuando se le da la oportunidad.
Es una hermosa Princesa árabe, si no exactamente auténtica, con velo; y Boris Karloff que aparece en la película durante aproximadamente 12 segundos, como el contador del barco ruso.
Ian Keith, que figura como un oficial turco, con un astuto sentido del humor, es destacable, y Michael Visaroff como el capitán del barco de corazón negro, que entra en conflicto con Boyd y Wolheim, está soberbio.
Sin embargo, debe admitirse que Wolheim merece los mejores honores de actuación.
Él es el epítome del hombre rudo y duro de las calles, e interpreta bien la parte “sin educación”, sin hacer tonta su ignorancia, lo que significa que también se debe a Milestone y al escritor del título George Marion, Jr.
Una broma particular relacionada con la ignorancia de O'Gaffney, vale la pena mencionar:
El hombre con túnica que está constantemente con Mirza en el barco, es un dolor de cabeza para O'Gaffney.
Él le pregunta a Phelps:
“¿Quién es él?”
Phelps responde:
“Él es su eunuco”
“¿Qué es un “unick”?”, O'Gaffney pregunta.
Phelps se inclina para susurrarle la explicación a O'Gaffney al oído…
Con los ojos muy abiertos, O'Gaffney se vuelve lentamente para mirar al hombre, inclina la cabeza ligeramente hacia un lado, y mira lastimosamente como diciendo:
“¡Ay, pobre hombre!”
Por supuesto, no son necesarios los intertítulos.
Mucho más tarde, al final de la película, cuando O'Gaffney conduce el carruaje con Phelps y Mirza adentro, O'Gaffney ve al eunuco de pie en una puerta afuera del Palacio.
Él vuelve la cabeza, y le da la misma mirada “de lástima” que dio antes.
La expresión se vuelve aún más cómica por la sartén fea de Wolheim... aunque pareciera una insinuación sexual, de que el eunuco se prostituye, y que O’Gaffney sea bisexual, pues él mismo siente algo por Phelps; sino veamos una gran escena en el barco, cuando Wolheim entra en una habitación por un dinero, lo que realmente sucede, es un misterio…
Al tiempo, muy al principio de la película, hay una escena larga con muchos hombres desnudos, blancos y negros, al raro para la época, que se muestran desde la cintura hacia arriba, o más o menos; son prisioneros de guerra conducidos a las duchas.
El director Milestone, usa desfiles de soldados que se mueven con gran efecto; pero esta escena “de ducha” es diferente, ya que muchos de los hombres no lucen tan caucásicos como cabría esperar...
Como de costumbre, la orquesta de Robert Israel es excelente.
En particular, gustará la hermosa melodía durante las escenas de amor de Boyd y Astor, y muchas de ellas, son versiones de escenas de óperas conocidas.
“The magic of an Asia Minor moon”
Two Arabian Knights es una de las comedias de acción más lindas del último período silente, y el tipo de cosas que Douglas Fairbanks produjo tan bien en la adolescencia; porque las producciones más famosas de Howard Hughes fueron “Hell's Angels” (1930) con Jean Harlow, y la producción “The Outlaw” (1943), que presentaba a la rolliza Jane Russell.
Sin embargo, después de Two Arabian Knights, Hughes continuó produciendo algunas excelentes películas mudas.
Las siguientes 2 son excelentes producciones:
“The Racket” (1928) con Thomas Meighan y Louis Wolheim; y “The Mating Call” (1928) con Thomas Meighan y Renee Adoree.
Afortunadamente, Jeffrey Masino de Flicker Alley, se interesó por el trabajo de Hughes, encontró estas 3 películas en La Universidad de Las Vegas, e hizo arreglos para restaurarlas digitalmente.
Sin embargo, el acuerdo con Howard Hughes Corp., fue que el material solo estaría disponible para fines de investigación y estudio.
Afortunadamente para los fanáticos del cine mudo, se proyectaron por primera vez en Turner Classic Movies en 2004, y continúan siendo vistos ocasionalmente.
Mientras que los negativos de las películas son almacenados por La Academia, la colección de Hughes ofrece una vista sin precedentes del funcionamiento interno de un estudio de cine mudo.
Más allá de eso, ofrece una visión de la evolución de Hollywood, y el efecto que tuvo en la cultura estadounidense en esa época.
“Lo que es emocionante de esta colección, es que no se trata solo de Hughes y algunas de sus obsesiones o tendencias monomaníacas, sino de esta gran parte de la historia de Hollywood desde la década de 1920, hasta la década de 1970, y tenemos todos estos materiales.
No obstante todavía queda un largo camino por recorrer, antes de que la colección sea completamente accesible.
Todo está en papel ácido, y el tiempo es el enemigo.
Las páginas deben sacarse de los archivadores y de las cajas de almacenamiento de doble cierre que diseñó Hughes.
Entonces, cada artículo debe ser catalogado y digitalizado.
De esta forma, muchos futuros académicos cinematográficos, podrán examinar el disco sin tener que tomar el enfoque de un archivista, y poner en contexto una figura clave en la industria.
Hughes era este renegado, empujando los límites de la censura”, dijo el curador.
Películas como “The Outlaw”, estuvo bloqueada durante años debido a lo que era, en ese momento, contenido transgresor.
Howard Hughes estaba produciendo todo lo que era posible en Hollywood, al mismo tiempo que participaba estrechamente en este sistema que tenía Hollywood, transgrediéndolo continuamente.

“There may be no marriage.
Mirza's servant has told me strange things of two Americans.
He has even said she unveiled her face before one of the infidels”



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