Noel

“Miracles are closer than you think”

Cada año despedimos el mes de diciembre, y damos la bienvenida al mes de enero de la mano de La Navidad; como un tiempo “de buenos deseos”, en el que las familias se reúnen después de haber estado más distanciadas a lo largo del año, se producen reencuentros personales de amigos, algunas personas que viven lejos de su país, vuelven a casa por Navidad, y se celebran las tradicionales cenas de empresa con el fin de humanizar las relaciones personales en el trabajo.
Eso al menos es “lo normal y común”, por lo que el espíritu navideño es ese clima emocional dominante que se respira durante las fiestas de fin de año; un clima marcado por la bondad si tenemos en cuenta que, en esta época del año, se incrementan las acciones de solidaridad con el objetivo de ayudar a los más desfavorecidos; además, durante este tiempo también se reduce el individualismo y se potencia el valor del bien común; inclusive muchas personas toman la iniciativa de desear una “feliz Navidad” a sus seres queridos y amigos; donde la generosidad, el bien y la paz como valores sociales, se intensifican, siendo actualmente, el reflejo personal en el plano virtual, a través de las redes sociales.
Y también el perdón acompaña al espíritu navideño, ya que son muchos los reencuentros que se producen en Navidad después de un distanciamiento, por lo que este tiempo parece una invitación para “hacer borrón y cuenta nueva”
Conviene puntualizar, que el espíritu navideño presente en estas fechas, produce sentimientos contradictorios:
Mientras que muchas personas se dejan envolver felizmente por esa ola de felicidad; otras personas sienten cierto rechazo, e incluso indignación por lo que consideran una forma de hipocresía social al sentir que los valores de La Navidad luego quedan olvidados por completo… por ello, “el espíritu de La Navidad” no es más que una especie de pensamiento colectivo relacionado con 2 energías fundamentales:
La de dar y recibir; y la de agradecer.
Ese mismo espíritu tiene presencia en el cine como muestran aquellas historias que se desarrollan en fin de año, y que muestran “los milagros de La Navidad llevados a cabo por Papá Noel… y Hollywood nos regaló historias milagrosas en Nochebuena, relatos que transforman vidas en segundos, minutos o días.
¿Será eso es posible?
“I like to think my life matters”
Noel es un drama del año 2004, dirigida por Chazz Palminteri.
Protagonizada por Alan Arkin, Chazz Palminteri, Robin Williams, Penélope Cruz, Susan Sarandon, Paul Walker, David Julian Hirsh, Daniel Sunjata, entre otros.
El guón es de David Hubbard, y es un amable “Cuento de Navidad” narrado de forma correcta, y que no resulta demasiado empalagoso; y es que con ver el póster promocional, un piensa que se trata de una película navideña más, de esas comedias en que se suceden situaciones cómicas y disparatadas típicas del cine yanqui, como para pasar un rato entretenido sin pensar demasiado…
Pero esta película es muy particular, pues el componente cómico está dado en la medida justa para amenizar el ritmo y sacar algunas risas; el desarrollo se basa en las experiencias dramáticas de un grupo de personas que sufren por distintas circunstancias en sus vidas, gente común que carga con algún problema; donde el ambiente navideño sirve como escenario, siendo un tiempo de regocijo y felicidad para muchos, y que desata las frustraciones y la tristeza de otras tantas.
En este contexto, una serie de hechos inusuales y trascendentes, le ocurren a un grupo de personas, interrumpiendo de forma particular la rutina en sus vidas, hechos singulares que llevan esperanza y cambio.
Se trata de varias historias que se entrecruzan infiriendo cada una en la otra; en un formato muy parecido al de “Crash” (2004), aunque con contenido navideño.
Rodado en Montreal, Quebec, Canadá; la historia se emplaza en fin de año y Navidad, un período mágico; y en New York es además un paisaje único por su belleza, donde las calles se cubren de nieve, los edificios se decoran con luces de colores y moños verdes y rojos; los chicos hacen sus típicos muñecos de nieve, y en La Gran Manzana todo tiene alma de mágica Navidad.
Pero la trama gira en torno a 5 personajes, cuyas difíciles vidas se cruzan con otras en una serie de inesperados eventos que se van sucediendo durante la víspera de Navidad en la ciudad de New York; así conoceremos a un hombre en crisis con su novia, una mujer solitaria, alguien que debe dejar atrás su pasado, y un hombre que vivió el tormento de los celos; todos ellos se relacionan casi al azar, y encuentran otro sentido para la palabra “milagro”, cambiando sus vidas.
El personaje principal es Rose Harrison (Susan Sarandon), una solitaria publicista que lucha para hacer frente a la enfermedad de su madre, una paciente de Alzheimer hospitalizada, a quien lleva más de 10 años cuidando.
Mientras tanto, Nina Vasquez (Penélope Cruz) y Michael “Mike” Riley (Paul Walker) es una joven pareja a punto de romper, debido al comportamiento cada vez más celoso de Mike.
En otro lugar, Artie Venzuela (Alan Arkin) es un viejo camarero que cree ver en Mike a su difunta esposa… y por último, Jules Calvert (Marcus Thomas) es un joven que deliberadamente daña su mano para poder asistir a una fiesta de Navidad en la sala de emergencia de un hospital, ya que constituye el único recuerdo feliz de su infancia.
Además de los 5 personajes principales, el misterioso Charles “Charlie” Boyd (Robin Williams), un paciente terminal de cáncer, que como si fuera un ángel, se presenta como la persona que puede ser capaz de ayudar a Rose a darse cuenta finalmente, de que ella debe vivir su propia vida muy feliz.
¿Qué repercusión tendrá la víspera navideña en las vidas de todos los personajes?
¿Cómo se entrelazarán sus caminos?
Esta Navidad, estos personajes se encontraran fortuitamente, y cada uno tendrá algo que ver en la felicidad del otro, sus almas encontrarán paz, consuelo, amor, igualdad, o simplemente un hombro en el que descansar.
Un fin de año distinto para este grupo de seres que aprenderá que los milagros pueden sucederle a cualquiera; sólo basta con desearlos fuertemente.
Así, en tiempos de magia, la naturaleza misma parece hablar por y para ellos, creando una película desde las casualidades, desde el impacto que genera que una persona se cruce con otra, que ha estado buscando toda su vida.
Noel es un filme de escaso presupuesto, pero rodado con gran corazón y esfuerzo, lo cual se nota a lo largo del mismo; y no se trata en absoluto de una obra maestra, pues su guión posee más espíritu que calidad; y la mecánica del filme no es algo novedoso, ya que la hemos visto en otras películas, pero la historia donde las vidas de distintos personajes se cruzan e interrelacionan entre sí, a pesar de no unirles ningún lazo anterior a dicho encuentro; es una rareza a descubrir, y más en estas fechas, porque Noel es la típica película navideña de mucha reflexión para cambios positivos.
“I forgive you for everything”
Este es un interesante debut como director de Chazz Palminteri, actor conocido y prácticamente encasillado en diversos papeles de gánster y mafioso, aunque evidentemente su presencia física ayuda bastante en este estereotipo, y con algunos resultados más que interesantes; aquí recupera la mitología y la iconografía de las historias navideñas, con apelaciones a los buenos sentimientos propias de ese subgénero hollywoodense que tuvo en Frank Capra a su principal exponente.
Dicho esto, he de reconocer que me ha sorprendido Noel, que podríamos definirlo como un amable Cuento de Navidad, en donde interactúan diversos personajes que nada tienen que ver entre ellos, e incluso algunos coinciden en determinados momentos; derivándose tramas independientes comunes.
Y es que últimamente estamos más que acostumbrados a este tipo de formato, en el que la narración es compartida desde diversos puntos, con distintos personajes que interactúan de alguna manera entre ellos, o simplemente transcurren paralelos sin llegar a tocarse, pero divisándose de refilón… por lo que aquí se narra de forma paralela, la vida de varias personas en la ciudad de New York; sus vidas se cruzan en algunos momentos, y no son sólo simples guiños al espectador como estamos acostumbrados a ver en otras películas, sino que muestran las consecuencias que puede acarrear un solo beso, un abrazo, una palabra... y lo que varía evidentemente en Noel, aparte de la calidad en relación con otras de narración similar, es el argumento, que se centra en los sentimientos, en las relaciones personales, en la soledad, y como no, en el amor en varias vertientes; y aunque el argumento se mueve en el terreno de lo creíble y lo predecible, concede un par de guiños a lo sobrenatural o inexplicable, y lo hace de forma sutil y bastante acertada; todo esto en vísperas de Navidad, con todo el significado que tiene esa fecha para muchos, y aunque creo que peca en exceso de intentar mostrar situaciones que provoquen emociones lacrimosas, supongo que de eso se trata... recordar que es Navidad.
De esa manera, esta comedia dramática nos lleva hasta New York; en la víspera de Navidad, donde “la ciudad que nunca duerme” parece pernoctar menos horas durante las fiestas navideñas, y los neoyorquinos recorren frenéticos de un lado a otro los centros comerciales.
Sin embargo, nuestros protagonistas sentirán que este año, su Navidad no encaja con el resto de ciudad, y ellos irán a otro ritmo, sencillamente, porque no podrán eludir los problemas que les rodean.
Rose Collins se encuentra con un viejo amigo de la escuela secundaria durante las compras navideñas en la ciudad de New York.
Intercambian charlas, y él dice que está casado y que tiene una gran familia...
Sonriendo incómodamente, ella se despide rápidamente, y luego se ve entrar a un hospital...
Rose camina por el pasillo, y entra a una habitación decorada donde su madre, Helen (Una Kay), una paciente que sufre de los estadios avanzados de la enfermedad de Alzheimer, se sienta distraídamente en su cama.
Rose le da a Helen algunos regalos, y mira hacia otra habitación donde está un paciente comatoso.
Al darse cuenta de que la habitación es estéril y solitaria, entra y cuelga una estatuilla de ángel en la ventana.
Para su sorpresa, se da vuelta para ver a un visitante que se presenta como Charlie Boyd, sentado junto a la puerta.
Después de intercambiar algunas palabras educadas pero incómodas, ella se excusa de la habitación.
Luego Rose ingresa a su lugar de trabajo, donde nos enteramos, a través de los comentarios de su asistente, que ella está divorciada, su padre está muerto, su hermana no puede pasar La Navidad con ella, ve a un psiquiatra, y pasó los últimos 10 años cuidando a su madre.
En serio, su asistente le dice que “necesita tener sexo”
Nos enteramos de que Rose tiene un joven compañero de trabajo, Marco (Daniel Sunjata), que está interesado en ella; y cree que esta sugerencia es absurda, debido a sus diferencias de edad, pero luego acepta ir a una cita con él.
Por otro lado, un policía de New York, Mike Riley, ve a una bella mujer caminando por la acera, y él para su auto a su lado, y le pregunta si necesita un aventón…
Después de esa pequeña broma verbal, la audiencia se da cuenta de que no son extraños, sino que de hecho bromean como novios a punto de casarse.
Y mientras Mike deja a Nina en el trabajo; al alejarse la ve abrazar a otro hombre... y automáticamente asume lo peor…
La tercera historia es de Jules Calvert, que sentado en un restaurante hablando con Glenn (Merwin Mondisir), sobre la mejor Navidad que haya tenido, dijo que fue cuando tenía 14 años en el hospital, debido a una fractura en la nariz; y habla de lo divertido y amigable que era el personal.
Glenn pregunta por el dinero que le debe Jules, y le dice que se reúna con él más tarde…
La cuarta y quinta historia es algo mixta:
Mike entra al mismo restaurante para encontrarse con su compañero Dennis (Sonny Marinelli) para tomar un café…
Artie, un camarero de 50 y tantos años, le da a Mike café y galletas de cortesía… y parece “reconocer a Mike”, por lo que lo trata con afecto inesperado.
Él y Dennis suponen que Artie es gay… y está enamorado de Mike.
Cuando se van del restaurante, Artie sugiere que tuvo algún tipo de relación con Mike antes, y sigue exclamando:
“¡Ha pasado tanto tiempo!”
Ya sin ganas de burlarse del viejo, Mike y Dennis le dicen que debe estar equivocado, y deben detener su comportamiento loco.
Así las cosas, Rose y Marco tienen una cita; y en la cena, Marco sugiere que regresen a la casa de Rose para “tomarse una copa”
Ella está nerviosamente de acuerdo... y marco rápidamente deja en claro que quiere acostarse con Rose, aunque admite que la atracción es mutua, ella está demasiado incómoda, y le pide que se vaya.
De vuelta en el departamento de Mike y Nina, ella y el hombre al que antes se vio abrazarse, están decorando un árbol de Navidad juntos; y Mike entra al departamento, y lo empuja hacia el árbol de Navidad, explotando en un ataque de celos; pero Nina explica airadamente, que su amigo solo estaba allí para ayudarla a sorprender a Mike decorando el árbol.
Mike todavía no le cree, y su amigo tiene que admitir abiertamente que es homosexual, para que Mike se disculpe por completo.
Nina se va, y Mike toma un ornamento de ángel roto del árbol derribado.
En otra parte de New York, Jules ingresa a su deteriorado departamento; ignorando a su casero que dice que va a desalojarlo.
Cierra la puerta, se sienta, y mira fotos antiguas de él y su madre, así como una foto suya en el hospital, el día de Navidad.
En otra escena, Mike mira por la ventana de su apartamento, y ve a Artie, el viejo del restaurante, mirándolo.
Perplejo y con ganas de llegar al fondo del asunto, Mike invita a Artie a su apartamento para hablar; y éste le da a Mike un regalo envuelto.
Por otro lado, después de que Marco se va, Rose camina por la calle para aclarar su mente, y tropieza con una casa animada tocando música, con decoraciones y gente bailando en la ventana…
Intrigada, ella sube las escaleras para ver más de cerca, cuando una mujer y sus hijos suben las escaleras.
Sorprendida, Rose ayuda a la mujer a ingresar cosas a la casa; y una vez dentro, Rose nota a otra mujer en la sala de estar, llorando… es Nina.
Rose le pregunta, ¿Por qué está llorando?
Suponiendo que Rose sea amiga de la familia, Nina confía en que, aunque los médicos dijeron que era casi imposible, cree que está embarazada, pero acaba de dejar a su prometido.
La familia comienza a sentarse a cenar, y Rose, sola y anhelando amor, entretiene la idea de que ella pueda cenar con la familia de Nina... hasta cuando Rose entra al comedor, y la familia se da cuenta rápidamente de que Rose es una desconocida…
Mortificada, Rose sale corriendo de la casa, y Nina la sigue y la convence para que la acompañe a un bar cercano para hablar.
Las 2 hablan, y Rose le da a Nina un consejo sobre la importancia de aferrarse al amor verdadero.
En el apartamento de Mike, Artie está hablando de su esposa, y de cómo ella tenía los mismos hábitos que Mike.
Inesperadamente, Dennis llega a la puerta de Mike con la esperanza de animarlo... y está muy preocupado de ver a Artie allí, pero a regañadientes se va a petición de Mike.
Artie, luego le explica a Mike, que la razón por la que lo está siguiendo es porque “Mike es su esposa reencarnada”
Asustado y horrorizado por la apasionada admisión del anciano, Mike arroja a Artie fuera del apartamento.
En otra escena, después de escuchar los consejos de Rose, Nina visita a Mike para darle una última oportunidad; y ella explica que la única forma de que su relación sobreviva, es si Mike deja sus celos, y confiar más en ella.
Mike parece no entender, y en su lugar, interroga a Nina sobre los hombres que se sienten atraídos por ella.
Nina se va, y Mike sigue con eso... se sube a un taxi, y Mike se da vuelta para encontrar a Artie que aún se queda afuera de su apartamento.
Enojado, Mike se desquita con Artie, lo empuja, y hace que se caiga… y en lo que parece un golpe grave, Artie es llevado al hospital con Mike a su lado en la ambulancia.
Mientras Rose todavía está en el bar, decide participar en un concurso de micrófono abierto donde los concursantes que comparten historias sobre su odio a La Navidad… y en lugar de dar una actuación cómica como se esperaba, habla sobre su ex marido, su embarazo inesperado, y la muerte de su bebé prematuro en Navidad.
¡Ella gana el concurso por simpatía!, y se le da un árbol de Navidad en miniatura.
Mientras tanto, Jules se encuentra con Glenn en un teatro abandonado donde Glenn presenta a Jules ante un hombre siniestro “que rompe las manos”
Por extraño que parezca, Jules le pidió al hombre que lo hiera, porque quiere una excusa para ir al hospital donde espera que haya una fiesta de Navidad como antes.
Allí, Rose lleva su árbol de Navidad en miniatura, al mismo hospital, para visitar a su madre otra vez.
Sintiéndose emocionada, le dice al médico que desea desesperadamente que su madre pueda darle una señal de mejoría.
El amable doctor trata de consolar a Rose, asegurando que Helen aún siente a las personas y tiene emociones; a lo que Rose enchufa el árbol de Navidad; pero las luces se apagan de repente, y momentáneamente pierde la compostura, tirando el árbol al piso; mientras ella mira al otro lado del pasillo para ver al hombre comatoso que ella visitó antes… y sintiéndose mal por él, camina hacia la puerta y susurra:
“Te amo”
Ella sale del hospital, y camina hacia un muelle cercano, contemplando la vida… camina hacia el borde, y un hombre aparece a su lado:
Es Charlie, el hombre que vio visitar al paciente al otro lado del pasillo; hablan y Charlie dice que solía ser un sacerdote…
Parece bien intencionado, y ella se lo lleva a su casa para hablar un poco más.
De vuelta en el hospital, Dennis aparece, y explica que hizo una verificación de antecedentes sobre Artie.
Resulta que Artie fue a la cárcel por homicidio, después de arrojar al amigo de su esposa por un tramo de escaleras en un ataque de celos.
La esposa temerosa de Artie, se fue en un automóvil, sufrió un accidente, y murió como resultado.
Mike, ve claramente cómo la naturaleza una vez celosa de Artie es paralela a la suya; y tiene la extraña sensación de que hay una razón por la que él y Artie han sido reunidos, y está decidido a averiguar más…
En la casa de Rose, ella y Charlie comparten sus mejores deseos:
Rose alegremente dice que su deseo es “sobrevivir a la noche”; mientras Charlie revela un deseo más serio:
“No morir solo”
Mientras Jules todavía está en el hospital, pero quiere irse después de que sepa que no habrá fiesta de Navidad… además, los doctores sospechan que Jules se rompió su propia mano intencionalmente, y solicitó permanecer en el hospital para una evaluación psicológica.
Por otro lado, Charlie le dice a Rose, que dejó el sacerdocio porque perdió su fe en Dios; y Rose revela que su fe es inestable, porque no importa cuánto lo intente, su madre no le dará la señal de que está mentalmente consciente; y cada vez más irracional, Jules se vuelve hostil en el hospital, y es retenido por los guardias de seguridad.
Mientras Mike se sienta al lado de la cama de Artie, es recibido por el hijo de Artie, Paul (Rob Daly); y le dice a Mike, que su padre ha sido mentalmente inestable desde la muerte de su madre, y está lleno de culpa por sus acciones pasadas; y dice que cada Navidad, Artie tiene ilusiones acerca de su esposa reencarnada…
Finalmente, Nina compra una prueba de embarazo; Jules mira nostálgicamente a una madre que cuida a su hijo en un hospital; Mike y Paul hablan sobre el pasado de Artie, donde le explica que Artie está atrapado en el pasado y no puede dejarlo debido a la culpa que siente por la muerte de su esposa; y que Artie anhela el perdón de ella.
Vestidos y en los extremos opuestos de la cama, Rose y Charlie se despiertan en su habitación:
Charlie mira un collar con una cruz alrededor de su pecho; y Rose bromea que sobrevivió a la noche, que era su deseo…
Charlie dice que debe tener un deseo mayor que eso, y Rose admite que deseó que su vida importara; pero Charlie insiste en que su vida tiene un tremendo significado, porque se preocupa por tanta gente, y saca a relucir el hecho de que le dijo a un paciente en el hospital, que lo ama.
Rose se sorprende, porque Charlie no estaba en la habitación en ese momento… a lo que Charlie dice que Rose ha restaurado su fe en Dios, y le dice que su madre le habló, y que quiere que Rose la suelte, y viva su propia vida.
Rose cree que Charlie está loco, y dice que va a llamar a la policía; pues no cree que Helen haya hablado con Charlie, porque, en lo que a ella respecta, Helen es incapaz de comunicarse.
Triste porque Rose no le cree, Charlie le dice “te amo” y se va.
Por otro lado, Jules habla con un psicólogo en el hospital, y explica su infancia de abuso a manos de su padrastro.
Nos enteramos de que probablemente estaba en el hospital, porque su padrastro le rompió la nariz; y dice que su madre nunca vino a buscarlo, y luego se fue de casa; y cree que su madre eligió a su padrastro antes que él, y que no ha vuelto a hablar con ella desde entonces.
El psicólogo le dice a Jules, que la única forma en que lo dejará salir del hospital, es si llama a su madre, a lo que Jules hace; mientras en otra parte del hospital, Mike está en la habitación de Artie...
Sabiendo que él todavía podría estar convencido de que Mike es su esposa, decide decirle que lo perdona por todo, y le besa la frente.
Artie da un suspiro de alivio, y Mike sale del hospital para encontrar a Nina, que había toma una prueba de embarazo en la casa de su hermana.
Mientras tanto, limpiaba su habitación, Rose encuentra el collar de Charlie debajo de una almohada, y sale de la casa para buscarlo y dárselo.
Luego Mike aparece en la casa de la hermana de Nina para encontrarla; donde la prueba de embarazo es positiva; y él le dice que finalmente entiende, y es un hombre cambiado.
Él quiere que ella le dé otra oportunidad, él acepta que Nina podría no ser capaz de hacer esto, y dice que no importa lo que él quiera, mientras ella sea feliz.
Se va, dejando a Nina con una decisión que tomar…
Rose decide regresar al hospital con la esperanza de que Charlie esté allí; y cuando le pregunta a una enfermera si ha visto a un visitante llamado Charlie, la enfermera dice que no:
Charlie es el nombre de un paciente catatónico que nunca recibe visitas.
Rose mira más de cerca al paciente que está cerca de la habitación de su madre, y se da cuenta de que efectivamente es el mismo hombre, pero en un estado marchito y apenas reconocible.
El público puede deducir, que Charlie tuvo una experiencia fuera del cuerpo para comunicarse con Rose.
Al tiempo que Charlie abre los ojos y sonríe, Rose le dice que “está bien dejarlo ir”; le toma la mano, y coloca el collar con la cruz; le agradece y Charlie muere.
Ella ha cumplido el deseo de Charlie, de no morir solo...
Al ir finalizando la historia, Mike regresa a su apartamento y abre el regalo que Artie le trajo, y encuentra un ángel de vidrio, por el que redecora el árbol con él.
Nina entra al departamento, y le dice que quiere darle su regalo de Navidad:
Él pregunta, ¿Dónde está?, y Nina coloca su mano sobre su estómago; seguidamente se abrazan y se besan; mientras Jules se ve saliendo del hospital, y Rose regresa a la habitación de su madre, cuando ve al doctor alimentarla.
Sin saber que Rose está detrás de él, le dice a Helen que quiere invitar a Rose a salir… y Rose le pregunta al doctor, cuál es su nombre, y él dice:
Matthew.
Rose le dice que le encantaría ir a una cita; mientras ella habla con su madre y le pide su aprobación, sabiendo que probablemente no responderá.
Para su desconcierto, Helen aprieta su mano, y Rose la abraza.
La película, de apenas una hora y media, avanza lentamente, no tiene prisa en mostrar los acontecimientos, pero tampoco se deleita con la impaciencia del espectador; donde el director, Chazz Palminteri, nos presenta cómo los buenos vinos deben saborearse lentamente, sin perder un ápice del aroma que, por alguna razón, pueda escaparse y dejarnos sin explicaciones del porqué de esto u otro.
Esa es una táctica más para facilitar la compresión del espectador, que no debe ser un gran “catador de vinos”, pero es el mejor filtro del director, una analogía perfecta para saborear ésta olvidada película, donde la historia de Rose es la más conmovedora de todas:
Una mujer dedicada exclusivamente a su trabajo y a su madre; es un ser solitario, que se desvive por los demás, pero que deja su vida aparcada en un eterno mañana, como si estuviera esperando un milagro del cielo.
Y ese milagro ocurre, pero quizás no como ella creía que iba a suceder:
Un hombre enigmático, un paciente que se cura en la habitación contigua donde se encuentra encamada la madre de Rose, donde la fantasía o “el milagro de Navidad” se muestra más claramente.
Los 2 se conocerán y descubrirán que la soledad no debe ser el final de nuestros días en La Tierra, pero para conseguir ese amor, debemos romper las barreras que muchos no se atreven por miedo a vivir.
Mientras la otra historia, la de Nina y Mike, convergen otras historias en sí mismas:
Ellos son pareja desde hace años, y tienen planeada la boda que siempre habían soñado; pero todo se va al garete cuando Nina se da cuenta de que su novio es más celoso de lo normal, llegando incluso a violentas situaciones que obligan a Nina a dejarlo; pero Mike no parece darse cuenta, que un milagro aparecerá en su camino bajo la forma de un viejo loco paranoico.
Este viejo llamado Artie, vive atrapado por un pasado triste, y lleno de remordimientos, pues cada Navidad intenta buscar el perdón de su esposa, pero es en este intento cuando sucede el milagro que estaba buscando Mike.
Este, a su vez, absorberá la experiencia del viejo loco para enfrentarse a su deteriorada relación con Nina.
Todo ésta barahúnda de vidas cruzadas, se explica con agilidad y no hace dudar, ni en un solo momento, de quién es quién dentro de este puzle de vidas sencillas que se desarrollan dentro de un mundo cruel, un mundo que satura a sus seres de continuos problemas, envolviéndolos en una burbuja psicológica que les impide hablar y escuchar, o simplemente, les impide esperar algo bueno de la vida que les resta.
Es una película de esperanza, de esperanza para todos nosotros, huérfanos del mundo moderno; porque la historia que cuenta, es una historia de hoy día, y cada uno de nosotros se verá identificado, a su manera, con alguno de los personajes; y ello no hubiera sido posible sin la maestría del director, el debutante Chazz Palminteri.
Su trabajo resulta excelente, y ustedes podrán comprobarlo a lo largo de toda la película; pues ha hecho de una complicada y enredada historia, otra muy fácil y sin ninguna complicación.
La sencillez con la que ha mostrado a los personajes y las escenas es asombrosa; con fallos nimios si se comparan con sus logros cinematográficos; con una estructura coral que interconecta las desventuras afectivas de una decena de atribulados personajes durante La Nochebuena con los nevados exteriores de Manhattan como marco, por lo que “el milagro de Noel” se reduce a una sucesión de situaciones que siempre caen en el sentimiento y el melodrama propio de la época, construidas a partir de discursos aleccionadores y moralejas subrayadas sobre la posibilidad del perdón y de la redención.
Aunque algunos puedan acusar que no es preciso apelar a una injusta dosis de cinismo para cuestionar los constantes desbordes y la elementalidad de las apelaciones espirituales que describe los sentimientos de soledad y angustia, la culpa, la incomunicación y la frustración que afloran entre los muy diversos personajes, que van desde buenos samaritanos hasta psicópatas, pasando por neuróticos y “fantasmas”, varios otros que lindan el patetismo; de este largometraje.
Pero las actuaciones me resultaron convincentes:
Destacar a Susan Sarandon, que interpretó a la perfección a una mujer sola, recatada e inteligente, aunque me pareció desacertado que teniendo en la vida real casi 60 años, le asignaran el papel de alguien de unos 40 años, al confrontarlo con su enamorado de unos 30 años; esa diferencia se hizo muy visible.
Robin Williams es un experto para despertar esa especie de compasión que requirió su personaje, y tanto Paul Walker como Penélope Cruz interpretaron sus papeles a la perfección:
Él el de un novio muy correcto pero enfermo por los celos; y ella, su novia cansada de sufrir, pero que sigue muy enamorada.
Mientras Alan Arkin logra calar hondo, representando a un eterno arrepentido que no logra calmar su consciencia por lo que hizo mucho tiempo atrás; y muy lamentable la historia de Jules, que queda muy al margen, que pudo o desarrollarse mejor o quitarse por haber demasiados personajes y éste no se interrelacionaba bien con todas las demás.
Cabe destacar que el filme contiene a 4 ganadores del Oscar:
Sarandon, Williams, Cruz y Arkin; y 2 fallecidos, Robin Williams con un cameo que canta muy tristemente su futuro; y Paul Walker, muerto injustamente en el mejor momento de su vida como actor.
Inclusive, el director Chazz Palminteri se reserva un cameo como Arizona…
En general, se puede achacar que aquí hay historias y personajes que atraen mucho más que otros; y eso hace que uno sienta cierta predilección hacia algunos personajes, ya que uno conecta mucho más fácilmente con lo que viven y con lo que le depara “la noche mágica” por excelencia; al tiempo que el desarrollo pareció un poco lento y tedioso al principio, pero a medida que se fueron dando las situaciones, los personajes fueron enganchando y ganando interés, y al terminar la película, logran cerrar con nota alta.
Al tiempo que puede repeler el tufo cristiano/católico, en la trama del alma errante de Williams; y lo peor es el tratamiento del tema “gay”
A veces resulta un poco brusco, aunque después se corrige bastante; sin embargo, los tópicos siguen estando presentes en el cine, y en la vida real.
Y a base de ilusión, el proyecto consigue superar los diferentes escollos y llegar al final, un final donde Palminteri saca lo mejor de sus actores, y presenciamos excelentes escenas dramáticas; donde la historia que más gustó fue la del policía y el anciano; y quizás, la más floja sea la del chico que pasa la nochebuena en el hospital.
Y fuera de La Navidad, la película no tendría tanta magia; y como en la mayoría de estas películas, todo degenera en un “Happy End”, donde la mayoría de las historias son “tan reales como la vida misma”, desde el solitario que piensa que el hospital es la solución a su problemas; la incomunicación entre madre e hija; la soledad y la esperanza, todo se ve reflejado en Noel; y reconozco que disfruté del drama bien llevado, condimentado con un poco de fantasía, en este caso el elemento “mágico” fue introducido delicadamente, para no hacer del milagro navideño una fantochada para niños, sino que sutilmente se fue entremezclando para generar esa sensación de presencia invisible, de que algo o alguien puede estar dándonos una mano desde algún lugar, tal como si se tratara, de un regalo navideño; donde la magia de La Navidad está y aflora desde el principio y, aunque el argumento es sencillo, es una película simpática, creada con el objetivo de sentir una connotación espiritual, la misma que sienten los personajes a medida que avanza el metraje.
Simple y sin pretensiones grandes, Noel cuenta así una historia amena e ideal para ser vista los días previos a Ña Nochebuena, pues repito, su problema es que fuera de estas fechas no tendría mucho sentido.
Lo mejor de Noel, es sin duda la fuerza expresiva de los personajes y la emoción que despiertan.
Y si hay una película que reúna todas las coincidencias posibles en las vísperas de Navidad, que reúna todas las cosas humanamente imposibles y sobrenaturales con el fin de encantar a algunos e irritar a otros, es ésta.
Porque, en líneas generales, no es más que una película para sentirse bien, para conmoverse, para creer en el cambio, para encontrar el lugar que nos corresponde en el mundo y, sobre todas las cosas, para hacernos creer que existen cosas que en otra ocasión no creeríamos que existen.
Por último decir que la tierna y notable banda sonora es del oscarizado Alan Menken, que incluye la canción “Winter Light” interpretada por Adam Pascal, como el broche de oro para llevar el sentimiento navideño hasta arriba, muy en consonancia con esta película.
“I don't wanna be alone when I die”
No existe el espíritu navideño como algo científicamente comprobado, pero sí que por la tradición de la fiesta cristiana, ese anhelo de paz y de ayudar al prójimo en esos días está socialmente establecido.
Ya no hace falta que seas especialmente religioso; hemos conseguido que el espíritu de ayuda a los demás, haya trascendido al aspecto religioso.
Y ese espíritu beneficia tanto al que da, como al que recibe; tanto que está estudiado científicamente, que cuando hacemos cosas por los demás, nosotros también nos sentimos mejor, y eso contribuye a nuestra felicidad; por lo que La Navidad es también un tiempo en el que la nostalgia se dispara.
Y eso es normal, porque sentimientos muy familiares, pero hay que intentar focalizar las fiestas en los que sí están; aún esperanzados en que un milagro sí es posible.
Porque aunque no lo sintamos en lo más profundo de nuestro corazón, si lo deseamos, y debemos decir, aunque sea una palabra, más aún cuando ese deseo y esa palabra puede ser el principio de la esperanza para aquel que nos está escuchando.
Podemos empezar con decir:
¡Te amo!

“You saved me Rose.
I was wondering where God was and then the next thing you know, there you are at the bedside of a complete stranger telling him you love him was such meaning.
And then I knew God was there in that room, with you”



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