Helter Skelter

"Si ustedes abrieran las puertas, yo saldría a la calle y tendrían esta cosa llamada Charlie Manson que han creado.
Porque no me han visto.
No realmente.
Yo solo podría asesinar a toda la humanidad"

Primeramente hay que decir que "Helter Skelter" es el nombre de un tobogán en espiral que se puede encontrar en los parques británicos; además, “Helter Skelter” es una canción de The Beatles, compuesta por Paul McCartney como parte del “White Album”.
Por su sonido agresivo, algunos la consideran un precedente de estilos posteriores, como el heavy metal o el punk rock.
La traducción más adecuada de "Helter Skelter" es "Descontrol" o "Desorden". McCartney ha declarado que utilizó el tobogán como un símbolo de la caída y la decadencia.
La letra de “Helter Skelter” es una evocación alucinógena de montar una montaña rusa, en un parque de diversiones, contrastando irónicamente con la agresión del volumen de la música.
El “White Album” impacta no solamente a los críticos, sino al siniestro personaje que está a punto de cambiar para siempre la mentalidad mundial sobre el crimen.
Charles Manson se había convertido en un oscuro gurú esquizofrénico, quien basa sus enseñanzas en la sexualidad desenfrenada, el uso indiscriminado de drogas y un mesianismo posmoderno y enfermizo, por lo que “Helter Skelter” es el holocausto por venir, y el “White Album” de los Beatles, un mensaje cifrado dirigido exclusivamente a él por un grupo al que considera un cuarteto de ángeles que Dios envía para comunicarle sus designios: los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
Esos sonidos tuvieron una repercusión indeseada cuando Charles Manson declaró que se había inspirado en ella para planear los asesinatos de Sharon Tate, esposa de Roman Polański, y sus invitados.
Pero el Apocalipsis que supuestamente Lennon y compañía profetizaban no llegó, y Manson, harto de la espera, decidió dar ejemplo a los negros para que estos aprendieran cómo llevarlo a cabo.
No se le ocurrió otra cosa que organizar los crueles asesinatos.
Pero vamos paso por paso, o lo que viene a ser, estocada por estocada:
En 1967, Charles Manson decidió trasladarse a San Francisco, lugar desde donde se estaba cambiando al mundo.
Por aquellas épocas, San Francisco era la cuna del movimiento hippie, homosexual, racial, de derechos, etc. allí convivían desde grupos de rock hasta escritores, pasando por gurús ideológicos.
Un año después Charles Manson gracias a sus dotes de manipulador y a sus conocimientos esotéricos convenció a una serie de jóvenes, mentes brillantes en su adolescencia, pero perdidos por el LSD y las anfetaminas, para que se trasladaran a vivir con él a las afueras de San Francisco.
Una vez allí hizo con su cerebro lo que quiso...
El 27 de julio de 1969, con el sacrificio ritual del músico Gary Hinman en Malibú, “La Familia” inicia la serie de asesinatos que les darán fama internacional.
A Hinman lo torturan durante horas; lo golpean, le cortan las orejas con una espada, le cosen las heridas con hilo dental, lo apuñalan y luego lo dejan morir desangrado.
Con la sangre, Manson escribe en la puerta la palabra “Piggies” y dibuja el símbolo de los “Black Panthers”
Nadie sospecha entonces que Manson es el autor del atroz homicidio, ni que encuentra su inspiración en el “White Album” de los Beatles.
A la medianoche del 8 de agosto de 1969, Charles “Tex” Watson, Patricia Krenwinkel, Katie y Sadie Mae entran en la casa de Cielo Drive 10050, en Beverly Hills, California.
Manson les ha dado indicaciones precisas:
“La sociedad ha sido injusta conmigo.
Mataremos a cualquier cerdo que esté en la casa.
Entren y atrápenlos”.
Obedecen y, sin saberlo, cambian de manera definitiva la historia del crimen.
La casa pertenece a Roman Polański, el director de cine, uno de los mejores amigos de Ringo Starr.
Vive allí con su esposa, la actriz Sharon Tate (también amiga de Ringo), quien tiene ocho meses de embarazo, dos semanas de dar a luz.
En el momento de la incursión, Polański se encuentra en Europa, dando los toques finales a su película “Rosemary’s Baby”, filmada en el Edificio Dakota de Nueva York, donde once años más tarde será asesinado John Lennon, sin sospechar que “La Familia” ronda su casa por órdenes de su líder.
En una noche de sangre y locura, primero cortan los cables del teléfono para que la casa quede incomunicada.
Luego asesinan a tiros a Steven Parent, un joven de dieciocho años que va saliendo de la mansión conduciendo un auto.
Puede ser que Parent haya sido homosexual y tuvo un encuentro fortuito con el único sobreviviente de los homicidios, pero esto no está muy claro.
Seguidamente, después de su asesinato, empujan el carro a unos arbustos.
Entran entonces a la casa.
Al primero que encuentran es al playboy Voytek Frykowski, un amigo de la familia, quien está dormitando en un sillón.
Cuando lo despiertan y él inquiere qué desean de él, Tex responde:
“Soy el Diablo.
Estoy aquí para hacer los negocios del Diablo”
“La Familia” inicia entonces la masacre.
Tras someter a todos los que están en la casa y llevarlos a la sala, primero asesinan a Abigail Anne Folger, una rica heredera del Folger Coffee de 25 años, a quien le cortan el cuello y la apuñalan en repetidas ocasiones.
Luego sigue Jay Sebring, peluquero amigo de Sharon Tate, a quien le propinan cuatro puñaladas y dos balazos.
Sigue Voytek Frykowski, quien opone resistencia y lucha por su vida como una fiera: se libera y huye hacia la puerta de la casa.
Son necesarios varios balazos, golpes con la culata del revólver y más de cincuenta puñaladas para poder detenerlo.
Sharon Tate, aún ilesa, atada al cadáver de Jay Sebring, ruega por su vida y por la de su bebé.
Como respuesta, Sadie Mae y Katie la sujetan de los brazos, mientras Tex la asesina apuñalándola en el vientre dieciocho veces, de las cuales once eran como tortura y cinco de ellas, según el forense, mortales de necesidad.
Dejándola morir desangrada, la colgaron del techo junto a Jay Sebring.
Los otros invitados, Abigail Folger y Voytek Frykowski, fueron muertos apuñalados en los jardines exteriores de la mansión.
Luego, Sadie Mae empapa una toalla con la sangre del vientre de Tate y escribe la palabra “Piggies” en la pared, destruyendo después todo lo que hay dentro de la casa antes de retirarse.
Más tarde, Charles Manson y otro miembro de “La Familia” regresan a la mansión para borrar las huellas y recuperar ciertas pertenencias de los homicidas, incluido un puñal.
A la mañana siguiente, los cuerpos de Tate e invitados fueron encontrados por Winifred Chapman, curiosamente no está relacionada con Mark Chapman, el asesino de John Lennon.
Al declarar tiempo después su impresión sobre lo ocurrido esa noche en casa de Polański, Sadie Mae afirma:
“Queríamos cometer un crimen para que el mundo reaccionara y nos hiciera caso.
Me sentía satisfecha, cansada pero en paz con el mundo.
Sabía que esto era el principio del caos.
Ahora el mundo escucharía”.
Susan Atkins aporta además la lista de celebridades que seguían en la macabra carnicería: Richard Burton, Elizabeth Taylor, Steve McQueen, Frank Sinatra y Tom Jones.
Por su parte, en ese momento Manson estaba dando ejemplo de cómo debía llevarse a cabo el Apocalipsis, pero su demostración aún no había concluido.
La noche siguiente al asesinato de Tate y sus amigos, el Ford blanco y amarillo de “La Familia” se detuvo en otra zona residencial, en el 3301 de Waberly Drive, en el distrito de Los Feliz, en Los Ángeles.
Acudieron Tex, Katie, Sadie, Linda Kasabian y Charles Manson, y con ellos dos jóvenes más: Leslie Van Houten -Lulu- y Steve ‘Glem’ Grogan.
Una vez dentro de la casa, encontraron a Leno LaBianca en pijama en el salón, y a su esposa Rosemary en una de las habitaciones.
Tras asegurarles que él (Manson) no les haría daño, los ató y dejó entrar a Tex, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten quienes mataron a la pareja, apuñalándolos hasta morir.
Lo que hicieron con ellos fue aún más brutal que lo ocurrido en Cielo Drive.
A Rosemary la obligaron a tumbarse boca abajo en la cama y cubrieron su rostro con la funda de una almohada que ataron con el cable de una lámpara que encontraron en la mesilla.
Leslie la sujetó mientras Katie y Tex la apuñalaban.
Entre ambos le asestaron 41 puñaladas.
La joven Leslie no se atrevió a apuñalarla mientras estuvo viva, pero tras su muerte, incrustó el cuchillo en sus nalgas unas 16 veces.
Leno LaBianca aún corrió peor suerte.
Tex le apuñaló cuatro veces en la garganta con un cuchillo de la cocina.
Después lo dejó clavado y siguió apuñalándole con su propio cuchillo y grabó en el abdomen de la víctima la palabra “War”
A continuación Katie, armada con un tenedor que encontró en la cocina, perforó los cuerpos del matrimonio, dejando finalmente el tenedor clavado en el estómago de Leno LaBianca.
Con su sangre escriben en la pared “Death to pigs” y “Rise".
Y en la puerta del refrigerador, finalmente ponen el título de la célebre canción escrita por Paul McCartney: “Helter Skelter”
El miércoles 13 de agosto enterraron a Tate en el cementerio Holy Cross de Culver City, California junto a su hijo, Paul Richard Polański (nombre póstumo dedicado a los padres de Polański y Tate), en brazos.
El funeral de Sebring también se celebró ese mismo día; los funerales se programaron con varias horas de diferencia para permitir que los amigos en común pudiesen asistir a ambos.
La policía tiene como primer sospechoso a Roman Polański, quien ha ofrecido una recompensa a quien dé informes sobre los homicidios y sus autores.
Polański llegó a admitir después, que en los meses siguientes a los asesinatos sospechó de varios amigos y colegas, y que su paranoia sólo se apaciguó con el arresto de los verdaderos culpables.
Los periódicos afirmaron que muchas estrellas de Hollywood estaban marchándose de la ciudad, mientras que otros estaban instalando sistemas de seguridad en sus casas.
La gente estaba convencida de que la comunidad de ricos y famosos estaba en peligro.
A los niños se les sacó de la ciudad.
Se alquiló seguridad.
Se dice que el actor Steve McQueen se llevó un arma cuando acudió al funeral de Jay Sebring.
Polański consigue limpiar su nombre, aun cuando Susan Atkins, arrestada por un delito menor, le confiesa los crímenes a Ronnie Howard, su compañera de celda.
Tras una investigación que dura semanas, finalmente aparece la conexión con Manson, quien es arrestado y llevado a juicio con otros tres miembros.
Con el encarcelamiento de Charles marcó el final de una era.
EEUU había perdido la inocencia de la generación hippie.
Y Manson saltó a las portadas de los periódicos y de los semanarios convirtiéndose en el “serial killer” más mediático de la historia sin haber matado a una sola persona.
Además, su popularidad creció tanto que se convirtió en un icono popular del calibre de Bruce Lee, el Che Guevara o Marilyn Monroe.
El propio Manson afirma, durante el juicio que se le sigue por los homicidios en 1970:
“Yo no he matado a nadie.
No he ordenado que maten a nadie.
Esas criaturas que van por ustedes con sus cuchillos son sus hijos.
Yo no les enseñé nada; lo hicieron ustedes”
Lo interesante del discurso de Manson es que realmente expresa la cultura de violencia que tiene Estados Unidos en la política, en sus películas y su venta de armas a civiles, lo que muchos consideran que es la causa de su altísima tasa de asesinatos u suicidios.
Podría decirse que este asesino representa la parte negra de USA, la parte que no se ve en la publicidad, sus asesinatos, su política agresiva y su cultura bélica en general.
El juicio inicia el 15 de junio de 1970 y dura nueve meses y medio; el primer día, Manson aparece con una esvástica en la frente, grabada con el filo de una sierra.
Aunque Manson no ha estado presente en los asesinatos en la casa de Polański, es sentenciado por conspiración el 25 de enero de 1971 y el 29 de marzo del mismo año se le condena a la pena de muerte.
Esta sentencia es cambiada por cadena perpetua después de que la Corte Suprema aboliera la pena de muerte en California y otros Estados.
Todas sus solicitudes de libertad provisional son rechazadas, pero no todo termina allí.
Tras el caso Tate, los medios de comunicación descubren que los asesinos seriales son extremadamente populares, y como señalé, desde entonces son convertidos en figuras de culto que terminan por influenciar al cine y a la televisión, medios que consagran al “serial killer” y al “mass murder” como ídolos de las multitudes.
También se inicia la moda de culpar de la violencia sociópata al rock o a ciertos libros del gusto de los dementes, algo que años después repite Mark David Chapman con la novela “El Guardián Entre El Centeno” de J.D. Salinger, y los asesinos de la preparatoria Columbine con la música de Marilyn Manson.
Pero, sobre todo, se inicia el ciclo de los magnicidios vinculados al mundo artístico.
Después de Charles Manson, innumerables desquiciados convierten a las estrellas de Hollywood en víctimas propiciatorias.
En 1971, miembros de “La Familia” intentan robar una tienda de armas.
Son abatidos a tiros por la policía; luego se descubre que pretendían secuestrar un avión para exigir la liberación de Manson.
El 5 de septiembre de 1975 en Sacramento (California), otro miembro de “La Familia”, Lynette "Squeaky" Fromme, intenta asesinar, sin conseguirlo, al presidente estadounidense Gerald Ford: antes de ser sometida por agentes, le dispara en repetidas ocasiones, pero no atina ni un tiro.
Posteriormente, ocurren más asesinatos por obra de miembros de “La Familia”, entre ellos el de una joven integrante hallada en Laurel Canyon, apuñalada 157 veces, cuyo nombre nunca se averiguó.
Manson pasó más de cuarenta años encerrado solo en una celda.
Entre sus ilustres vecinos estaban Sirhan Sirhan el asesino de Robert Kennedy, y el multiasesino Juan Corona.
Siempre le negaron la libertad.
Susan Atkins terminó padeciendo una enfermedad incurable y, ya en estado terminal, solicitó su "libertad por compasión", que también se le negó.
Los asesinatos cometidos por La Familia Manson se han visto por parte de algunos estudiosos de la sociología como un momento importante en la década de los sesenta.
Joan Didion escribió:
"Mucha gente que conozco de Los Ángeles creen que los sesenta acabaron de forma repentina el 9 de agosto de 1969, en el mismo momento en que la noticia de los asesinatos de Cielo Drive viajaron como maleza incendiada por la población, siendo hasta cierto punto verdad.
Ese día comenzó la tensión.
Comenzó la paranoia, puede decirse que se desató el Helter Skelter"
La indignación en Los Ángeles y en todo Estados Unidos fue enorme.
En apenas dos semanas habían sido asesinadas ocho personas de una forma salvaje.
Una gran parte de la sociedad clamaba por la paz, repetía consignas contra la Guerra de Vietnam y hablaba de la bondad del ser humano.
¿Qué había pasado con todos aquellos ideales?
Los sesenta estaban llegando a su fin, y con ellos el amor libre, la vida en las comunas y la esperanza ante una sociedad mejor.
La Familia Manson se ocupó de recordar al mundo que existían jóvenes a los que la sociedad había dado de lado, jóvenes cuya forma de vida era alimentarse con los desperdicios de los supermercados, sin una oportunidad de llegar a algo en la vida, y cuyas únicas vías de escape eran la música y el LSD; almas perdidas que querían ser, como otros tantos, estrellas del rock y del cine, y que no podían conseguir, ni siquiera, una cama digna donde dormir.
La forma de recordárselo a la sociedad, por desgracia, fue llevada demasiado lejos.
Helter Skelter es un telefim del director John Gray en el año 2004, protagonizada por un ENORME Jeremy Davies, Clea DuVall, Allison Smith, Frank Zieger, Eric Dane, Mary Lynn Rajskub, Michael Weston, Hal Ozsan, Rick Gomez, entre otros.
EL guion corrió a cargo de John Gray basado en el Libro Helter Skelter de Vincent Bugliosi y Curt Gentry.
Charles Manson había comenzado la creación de su grupo en 1967, dos años antes de los asesinatos que conmocionaron al mundo.
Este grupo de fieles, a los que se conocerá más tarde como La Familia Manson, fueron adoctrinados en una filosofía, mezcla de los delirios de su líder y de su interpretación de las letras extraídas del disco de The Beatles conocido como “White Album”, donde aparece al canción Helter Skelter, una de las frases favoritas de Manson y título del libro que escribió el fiscal del caso Vincent Bugliosi que dio lugar a una interesante adaptación televisiva, que fue precedida por un telefilme de corte judicial en 1976, el cual curiosamente se complementa con esta más fría y ambiciosa mirada.
El propio Manson interpretó la canción del grupo inglés como una profecía de una próxima guerra racial entre negros y blancos que los afroamericanos estaban destinados a ganar.
Obsesionado con Helter Skelter, el título apareció escrito en sangre en uno de sus crímenes.
El encargado de encarnar a Manson fue el actor Jeremy Davies, quien se vio rodeado por un castin igualmente televisivo, en el que se puede encontrar a Clea DuVall, Eric Dane o Mary Lynn Rajskub.
También destaca la banda sonora de Mark Snow.
Robert Bugliosi, el hijo del fiscal Vincent Bugliosi, quien además escribió el libro en el que se relatan los hechos reales que inspiraron las películas, hace un cameo en el filme.
Es uno de los abogados de la sala de justicia.
Cabe destacar el uso del negativo en los momentos de los crímenes, como metáfora fílmica de lo negativo, lo maligno y lo que irresistiblemente nos niegan ver en toda su crudeza.
Curiosidades del caso Tate – LaBianca
Se ha especulado mucho sobre el móvil de este crimen, que aún hoy no está demasiado claro.
En principio se dijo que la elección de la casa había sido casual.
Se sabe que Manson ya había estado en aquella mansión por lo menos en dos ocasiones.
Se dice que el posible móvil fue el rodaje de la película de Roman Polański: “Rosemary's Baby”
El director había sufrido amenazas de grupos esotéricos de la época a causa del rodaje, ya que trataba un tema polémico como era la práctica del satanismo entre las personas de la elite estadounidense y el advenimiento de un hijo del diablo al igual que Dios envió a Jesús a la Tierra.
El corolario de esta historia son las relaciones peligrosas.
En 1968, el director de cine Roman Polański filma una cinta que se convierte en un clásico del cine de horror y que, por una extraña y macabra serie de coincidencias, se conecta de varias maneras con el cuarteto de Liverpool.
Se trata de “Rosemary's Baby”, protagonizada por Mia Farrow, cuya hermana menor, Prudence Farrow, es compañera de los Beatles durante su retiro con el Maharishi y a quien John Lennon le compone la canción “Dear Prudence”, incluida en el “White Album”
Por otra parte, la actriz Mia Farrow es una de las chicas a quien el Maharishi acosa sexualmente, por lo cual los Beatles se desencantan de él y por lo que John Lennon le escribe la canción “Sexy Sadie”, que inicialmente dice:
“Maharishi, what have you done? / You made a fool of everyone”
Sin embargo, George Harrison lo convence de sustituir la palabra “Maharishi” por “Sexy Sadie”, lo cual permite que Charles Manson le cuelgue el tema a su novia Sadie Mae.
Por otro parte, “Rosemary's Baby” es rodada en el espeluznante Edificio Dakota, en el mismo departamento del mismo edificio neoyorkino donde, once años después, John Lennon vivirá sus últimos días y a cuyas puertas será asesinado.
Polański incluye en el reparto de este filme a una joven actriz, cuyo nombre es Sharon Tate, quien más tarde será su esposa y a quien, impulsado e inspirado por el “White Album” de los Beatles, el clan de Charles Manson asesina salvajemente, sospechándose primero de Polański como el autor de este crimen.
Posteriormente se dijo que el móvil de los asesinatos tenía que ver con una venganza personal contra el peluquero de Sharon Tate, Jay Sebring, quién habría pagado a un par de mujeres, supuestas seguidoras de Manson, para que se dejaran "humillar sexualmente" por Sebring.
En venganza, los miembros de La Familia, se dirigieron al lugar dónde se encontraba el peluquero y, confundiendo a Tate como una amante, decidieron darle muerte ante él.
Hasta aquí, la historia conocida; sobre ella pesaba hasta ahora un interrogante: la motivación real del rosario de homicidios.
Sin embargo, hace poco tiempo, una actriz de la televisión norteamericana, Melody Patterson, resolvió finalmente el tortuoso enigma:
"Todos esos motivos que se adujeron son ridículos y falsos —evaluó Patterson en una charla con Jacques Harvey, periodista del diario Los Angeles Times—; la verdad es que toda esa matanza fue para castigar a un vicioso"
Las sorprendentes revelaciones de Melody acaban de dar coherencia a toda la construcción.
Sin duda, nadie mejor que ella para conocer la realidad de los hechos: además de amiga de los Polański, había sido, durante algún tiempo, miembro del extraño clan Manson.
"El nudo de todo el drama es Jay Sebring, el coiffeur —puntualizó—.
Yo lo conocía bien y, como todas sus amigas, sabía que él era un perverso sexual: en el subsuelo de su casa, en Beverly Hills, había montado una verdadera sala de torturas.
Aunque tal vez esa denominación sea un poco exagerada, pues, en verdad, sus obsesiones y depravaciones jamás causaron verdadero daño físico a nadie"
Según relató Patterson, ese tenebroso sótano contaba con todos los refinamientos a los que puede aspirar un sádico perfecto: cadenas con esposas que colgaban de las paredes, ruedas sobre las que ataba a sus víctimas —por lo general, más o menos voluntarias, convencidas gracias al pago de unos cuantos dólares—, látigos, máscaras y toda una larga serie de increíbles utensilios.
"En Hollywood, muchas chicas estaban al corriente de los gustos de Jay —aseguró Melody—; yo misma he ido varias veces a su casa.
En esa época yo vivía con el grupo de Manson, pero, a pesar de las reglas que nos prohibían tener relaciones con el jet-set de Hollywood, a veces iba de visita a casa de Sharon o de Jay"
Poco faltó para que la misma Patterson participara, de uno u otro lado, en los salvajes crímenes:
"En esa secta de hippies, medio mística, medio religiosa, yo procuraba reencontrar la paz que había perdido cuando mi novio murió en un accidente de aviación —memoró—.
Alrededor de diez días antes de la matanza dejé la siniestra familia y retomé mi vida habitual.
Pero el día de los asesinatos yo había sido invitada por Jay para ir a casa de Sharon, lo que no pude aceptar, pues Frank Sinatra, que daba una fiesta, me esperaba"
Al día siguiente se enteró del drama de la villa Polański y, poco después, del asesinato del matrimonio LaBianca, dos crímenes, que, de inmediato, se le revelaron vinculados: los esposos muertos eran, nada menos, el padrino y la madrina de Jay y quienes le habían prestado el dinero para abrir su primer salón de peinados.
"El 11 de agosto, aterrorizada por todas esas muertes, le telefoneé a Eddy, un amigo mío que también conocía a Sharon y a Jay.
Pero él no me quiso escuchar en ese momento, y me dijo que hablaríamos otro día"
Recién dos meses después del proceso, Melody logró enterarse de la verdad:
"Cuando volví a hablar con Eddy, me dijo que, tres días antes de su muerte, Jay le había contado que en el barrio hippie de Los Angeles se había topado con dos chicas completamente drogadas.
Eran, las seis de la tarde; por veinte dólares a cada una, se las llevó a lo que él llamaba “su pequeña pieza”, donde las tuvo hasta medianoche"
Naturalmente, Sebring no había olvidado sus peculiares manías sexuales: durante seis horas flageló y humilló a las chicas y se burló incansablemente de ellas.
Antes de devolverles la libertad, las había hecho transitar por todas las variantes del sadismo.
"Entonces, me di cuenta de la verdad; para mí, ya no quedaban dudas acerca del motivo —asegura Melody—.
Es que esas dos chicas eran Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, dos integrantes del grupo de Manson, que también participaron en los asesinatos.
Es muy claro que, cuando ellas le contaron su experiencia con Jay, Manson se enfureció y decidió organizar una expedición punitiva"
El operativo se preparó rápidamente.
Charles Watson —uno de los acólitos— se encargó de cortar los cables telefónicos de la residencia.
Durante la noche, el grupo irrumpió en la casa, donde Manson quiso infligirle a Jay los mismos vejámenes que él había propinado a las jóvenes.
"Sin duda, creyó que Sharon era su amante y, como él, una pervertida —deduce Melody—, por eso le hizo ver cómo la mutilaban y, después, la ató a él con una cuerda.
Finalmente, cubrieron el rostro de Jay con una capucha, y escribieron sobre la pared, cerca de su cuerpo, la palabra Pig"
Para Patterson, los otros pasos del grupo son también claros:
"Del 7 al 9 de agosto siguieron a Jay, esperando el momento de castigarlo junto a sus amigos.
Finalmente, para completar su venganza, el 10 mataron al matrimonio LaBianca, la única familia que Jay Sebring tenía en el mundo; allí también, sobre la puerta del refrigerador, se encontró la palabra Pig, escrita con sangre.
Seguramente, Manson supo de la existencia del matrimonio cuando seguía al desafortunado peinador"
Las declaraciones de Melody cambian el sentido de la historia: no fue la hermosa dueña de casa la verdadera protagonista, sino el personaje aparentemente secundario que la acompañaba.
El fue el destinatario central de la venganza de un pequeño dios, que no pudo tolerar la ofensa hecha a dos de sus acólitos.
Otra teoría acerca de los motivos del crimen, es que Charles Manson estaba disgustado con Polański porque éste no lo había ayudado en el lanzamiento de un disco y más que eso, había plagiado uno de sus temas para beneficio de los Beach Boys.
De ahí cabe decir que Helter Skelter es realmente… confusión, y la confusión se esparce rápido.
“No es mi conspiración, no es mi música.
Yo oigo lo que la música relata.
Dice: “¡Sublévense!”.
Dice: “¡Maten!”
¿Por qué echarme la culpa a mí?
Yo no escribo la música.
Yo no soy la persona que la proyectó en la conciencia social de ustedes”
Esas fueron palabras de Charles Manson.
Curiosamente, a principios de la década de los setenta, la prensa hace eco de los insólitos hallazgos llevados a cabo por el padre Greenwald, un pastor protestante que ocupa el tiempo libre que le permite su misión evangelizadora con una curiosa y extraña afición: escuchar canciones de rock con los discos al revés.
Nadie sabe si su pretensión inicial es, como afirma, la de buscar algún indicio demoníaco que explique el aliento subversivo que acompaña a la música rock, o si es la excusa de un espíritu que, incapaz de superar la nostalgia de su pasado como músico, se siente ávido por deleitarse con la cadencia de nuevos estilos musicales.
Lo cierto es que, según él, entre los estridentes acordes que surgen al escuchar el reverso de composiciones tan emblemáticas como "Stairway to Heaven" de Led Zeppelin, parece manifestarse la voz del mismísimo Satán.
Es precisamente el célebre “White Album” de The Beatles el disco en el que, según afirma el padre Greenwald, se encuentra uno de los primeros mensajes subliminales satánicos.
Escuchando al revés el estribillo de la original composición "Revolution 9" se balbucea, siempre según su versión, la siguiente frase:
"Turn me on, dead man"
"Ponme en marcha, hombre muerto"; mensaje del que algunos autores prefieren hacer una traducción necrófila:
"Cógeme, hombre muerto"
Las supuestas vinculaciones de los Beatles con el satanismo están claras para los fanáticos religiosos desde que en la portada del disco “Sgt, Pepper’s Lonely Hearts Club Band” es incluido el rostro de Aleister Crowley, célebre satanista conocido como “La Gran Bestia”.
Esto, aunado a las añejas declaraciones de Lennon sobre Cristo, convence a un amplio sector de la malignidad del cuarteto.
Manson toma entonces el tema “Revolution 9” como un mensaje, el primero de muchos.
En la canción, podemos oír a John y Yoko decir: "right" (correcto), pero Manson lo interpreta como "rise" (levantarse), una palabra que aparece repetidamente en la escena de sus crímenes.
También lo toma como “Revelación 9”; esto es, el noveno capítulo del Apocalipsis bíblico.
En realidad, si nos tomamos la molestia de escuchar la canción al revés, poco o nada puede entenderse; aunque para los oídos de Manson, el tema está infestado de mensajes subliminales capaces de inspirarle las acciones que toma muy pronto.
Otras canciones del disco detonan en su mente:
“Piggies”, de George Harrison, es para él una burla a la clase política y empresarial, así como la incitación a degollarlos y destazarlos como cerdos.
“Sexy Sadie” es una suerte de himno para una de sus amantes, la joven Sadie Mae (Susan Atkins)
“Blackbird”, una incitación al levantamiento de los negros y una consigna para los Black Panthers.
“Happiness is a warm gun”, una exhortación a la masacre y el acribillamiento, el homicidio y la revolución.
Y “Helter Skelter”, la metáfora del derrumbe de la sociedad tras el cual surgirá un nuevo orden donde Manson será el Rey del Mundo.
George Harrison declararía años después:
“Todo el mundo quiso aprovecharse del fenómeno Beatle: la policía, los promotores, los alcaldes y hasta los asesinos.
Los Beatles constituían un tópico, el tema más comentado en el mundo y todos quisieron sacarle jugo fuera o no por nuestra culpa.
Nos disgustó mucho que nos asociaran con un tipo tan indeseable como Charles Manson”
¿Actualmente, se sigue investigando a Charles Manson?
A día de hoy, según los cuerpos de seguridad consultados: Policía de Los Angeles, la California Highway Patrol y el FBI, no hay ninguna investigación abierta sobre Charles Manson.
Sin embargo, desde hace dos años un grupo de voluntarios continúan buscando cuerpos enterrados en el rancho Barker, en el Valle de la Muerte, donde La Familia se mudó en el verano de 1969.
Se cree que podría haber enterrados una treintena de cadáveres.
“Es un trabajo voluntario y para probar la tecnología que después se puede emplear para buscar víctimas de terremotos o de desastres naturales.
No se emplea dinero del estado en ello”, explica Patrick Sequeira, fiscal de distrito del Condado de Los Ángeles.
“Es difícil saber si se va a conseguir algo.
Primero habría que encontrar restos, después determinar si fueron asesinados, lo cual es muy complicado porque son sólo huesos, después identificarlos y a partir de ahí habría que ver si se pueden conectar de una forma u otra con Manson y su Familia y que ellos lo mataron.
Porque alguien puede morir y ser simplemente enterrado en el desierto.
Incluso aunque se pudiera probar eso, muchos de ellos están en la cárcel, así que no se los podría condenar más, porque ya han recibido la mayor pena”
Por otro lado, la casa de la calle Cielo Drive donde ocurrieron los asesinatos durante mucho tiempo fue una parada obligada de los turistas que visitaban la ciudad de Los Ángeles.
El último residente fue Trent Reznor, el cantante de la banda Nine Inch Nails, recientemente ganador del Oscar por la composición de la banda sonora de The Social Network, que puso en el lugar un estudio de grabación en 1990.
En esa mansión se realizaron los discos de su grupo “Broken” (1992) y “The Downward Spiral” (1994), además de “Portrait of an America Family” de Marilyn Manson.
Reznor declaró en la revista Rolling Stone que no tenía idea que esa casa había sido la mansión de los famosos crímenes cuando la compró.
Luego de tener un encuentro casual con la hermana de Sharon Tate que le preguntó si grababa los discos de Marilyn Manson en ese lugar para explotar la muerte de Sharon, el músico se fue de la mansión e instaló el estudio en otro lugar.
“Fue como que todos los hechos me dieron una cachetada en la cara.
Me pregunté:
¿Qué hubiera pasado si se hubiera tratado de mi hermana?
El hecho realmente me golpeó.
Ella perdió a su hermana por una situación sin sentido que no quiero apoyar.
Al carajo con Charlie Manson.
Después de ese encuentro volví a mi casa y lloré“, comentó Reznor.
Luego que el músico se fue de la casa la vivienda fue demolida y se construyó otra mansión totalmente nueva a la que se le cambió el número de calle por el 10066.
La nueva propiedad se llama Villa Nueva y actualmente es el hogar del productor de Hollywood, Jeff Franklin, responsable de Stuart Little entre otros filmes.
No quedó ningún recuerdo que remita a la antigua mansión.
Ahora, cuando Jeffrey Dahmer el carnicero de Milkwaukee, fue detenido, sus cuchillos y la nevera donde guardaba los cuerpos de sus víctimas se subastaron. Hasta el mismísimo Johnny Depp compra cuadros del asesino en serie John Wayne Gacy…
Debemos preguntarnos lo siguiente:
¿Cada vez que alguien realice un crimen ritual vamos a convertirle en un héroe?
Nadie recuerda a Frykowski, ni a Sebring, ni al matrimonio LaBianca, pero la imagen de Charles Manson es un icono del siglo veinte, como lo son Marilyn o James Dean.
Una década después de la masacre, la madre de Tate, Doris, organizó una campaña pública contra el sistema de correccionales como respuesta a la creciente condición de culto que recibían los asesinos y ante la posibilidad de que salieran en libertad condicional.
La protesta llevó a California, en 1982, a hacer arreglos en sus leyes criminales que incluían permitir a las víctimas de crímenes y a sus familiares a declarar en las sentencias y en la vista de libertad condicional.
Doris Tate fue la primera persona en hacer una declaración de este tipo con la nueva ley, cuando habló en una vista para decretar la libertad condicional de uno de los asesinos de su hija, Charles "Tex" Watson.
Después de esto dijo que creía que los cambios en la legislación habían dado a su hija la dignidad que antes se le había arrebatado, y que había permitido "ayudar a transformar el legado de Sharon de víctima de asesinato a símbolo de los derechos de las víctimas"
Greg King, el biógrafo de Tate, mantiene una postura similar a la de la familia de Tate, diciendo en Sharon Tate and the Manson Murders (2000):
"El verdadero legado de Sharon no está en sus trabajos de cine o televisivos.
El hecho de que, a día de hoy, víctimas o sus familiares puedan sentarse ante los autores del crimen, tener voz y voto en sus sentencias o en sus peticiones de libertad condicional, es en gran medida gracias al trabajo de Doris [y Patti] Tate.
Los años de devoción hacia la memoria de Sharon y su dedicación a los derechos de las víctimas... han ayudado a transformar a Sharon de mera víctima y a restaurar un rostro humano a uno de los crímenes más tristemente célebres del Siglo XX"

“Todo el mundo te dice: “te vamos a ayudar”, todo el mundo tiene buenas intenciones, pero no tienen la capacidad para cumplirlas.


Comentarios

Entradas populares