トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!)

“The incredible attack on Pearl Harbor as told from both the American and Japanese sides”

El ataque a Pearl Harbor fue ejecutado por la 大日本帝國海軍 (Armada Imperial Japonesa) en la mañana del 7 de diciembre de 1941.
El ataque sorpresa a Pearl Harbor, en la isla de Oahu en Hawaii, fue dirigido contra la Flota del Pacífico de la Armada de los Estados Unidos y las fuerzas aéreas que defendían la zona.
El almirante Isoroku Yamamoto planeó el ataque como el inicio de la Campaña del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial.
El servicio aéreo de la Armada Imperial era una de las más potentes fuerzas aéreas existentes en ese momento, e incluso se podría decir que, compuesta por la élite de los pilotos de Japón, sometidos a un férreo entrenamiento y disciplina, era la fuerza más efectiva.
A causa de su política expansionista y sus continuas guerras en el Sur de Asia, los norteamericanos imponen un embargo al envío de materiales (la mayoría con fines bélicos) hacia Japón.
El objetivo del ataque, dirigido por el vicealmirante Chuichi Nagumo, era neutralizar la flota enemiga por un largo período, con el objetivo de ocupar las colonias occidentales en el sudeste de Asia, para poder romper el embargo económico al que Japón estaba siendo sometido desde el año anterior.
Una vez debilitados los Estados Unidos militarmente, Japón buscaría negociar la paz con condiciones favorables.
El Alto Mando japonés deseaba evitar una guerra larga, pero aunque el Imperio Japonés salió victorioso en la acción, no logró obtener una victoria decisiva.
El ataque destruyó 13 buques de guerra y 188 aeronaves, y mató a 2.403 militares y 68 ciudadanos estadounidenses.
Sin embargo, los tres portaaviones estadounidenses de la Flota del Pacífico no estaban en el puerto y por lo tanto no fueron atacados.
La flota estadounidense en el Pacífico tardó en recuperarse entre seis meses y un año.
Los japoneses perdieron 64 militares.
Después del ataque, el presidente Franklin Delano Roosevelt declaró la guerra a Japón, y cuatro días después, Hitler declaró la guerra a los Estados Unidos.
La opinión pública estadounidense vio el ataque como un acto de traición, y la fuerza aislacionista perdió el apoyo popular, que se volcó fuertemente a favor de la guerra contra las Potencias del Eje.
Curiosamente, la eliminación de los acorazados, casi todos anticuados respecto a los que tenía Japón, dejó a los Estados Unidos sin otra elección que confiar en los pocos portaaviones (tenía 3) y sus submarinos, siendo éstos la mayor parte de lo que había quedado indemne.
También fueron éstos las armas con las que los Estados Unidos frenaron y revirtieron el avance japonés: solamente la acción del USS Enterprise hundió a un mayor número de naves japonesas y derribó a un mayor número de aviones que cualquiera de sus pares japoneses.
La pérdida de los acorazados resultó ser realmente menos importante de lo que Japón había pensado antes del ataque y también menos relevante que lo que tanto Japón como los Estados Unidos habían pensado justo después del ataque.
De hecho, el ataque japonés a Pearl Harbor dio literalmente como resultado el hundimiento del concepto del acorazado como arma principal.
En efecto, el Japón tenía en sus modernísimos e impresionantes acorazados, su fortaleza: después de los Yamato, no se construyeron nunca más acorazados en todo el mundo.
Sólo tuvo un pequeño impacto militar debido al fallido intento de la Marina japonesa por hundir portaaviones de Estados Unidos, pero aunque los portaaviones hubieran sido hundidos, no hubiera ayudado significativamente a Japón.
En términos de historia militar, el ataque a Pearl Harbor marcó el surgimiento del portaaviones como el centro del poder naval, reemplazando al acorazado como piedra angular de la flota.
Sin embargo, no fue sino hasta después de las batallas del Mar del Coral y Midway, cuando este adelanto se hizo patente para los poderes navales del mundo.
El ataque arrastró firmemente a los Estados Unidos y a su economía industrial y de servicio a la Segunda Guerra Mundial, lo que llevó a la derrota del Eje en todo el mundo.
El primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill, al enterarse de que el ataque a Pearl Harbor había por fin dirigido a Estados Unidos hacia la guerra, escribió:
"Estando saturado y saciado con emoción y sensación, fui a la cama y dormí el sueño de los seguros y agradecidos"
(Winston Churchill, The Second World War, vol. 3, p. 539)
Para muchos Inglaterra y Estados Unidos estaban bien informados sobre el posible ataque japonés, pero se cree un plan que involucraba a Churchill y posiblemente algunos sectores de los Estados Unidos, hicieron todo lo posible para que tal ataque se llevara a cabo y de esa forma involucrar a Estados Unidos en la guerra mundial.
La victoria aliada en esta guerra y el subsiguiente surgimiento de Estados Unidos como una potencia mundial dominante le ha dado forma a la política internacional desde entonces.
Por otro lado, Yamamoto estaba descontento con la sincronización de la ruptura de las negociaciones.
Comúnmente se piensa que dijo:
"Me temo que todo lo que hemos hecho no es sino despertar a un gigante durmiente y haberle forzado a tomar una resolución terrible", pero parece que esta frase fue escrita para la película de 1970 トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!)
Aunque quizá las palabras no fueron pronunciadas por Yamamoto, la frase parece recoger sus sentimientos acerca del ataque.
Hay una grabación suya del año anterior en la que dice:
"Puedo moverme a mis anchas durante seis meses... después de eso no albergo esperanzas de tener éxito"
Finalmente, Pearl Harbor y las circunstancias diplomáticas que la rodearon se convertiría en otro de los factores que impulsarían la decisión del gobierno estadounidense de Harry Truman en 1945 de atacar Japón lanzando bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki para forzar la rendición incondicional y, después, en la justificación estadounidense frente a las posteriores recriminaciones por parte del gobierno de posguerra japonés sobre dicho ataque.
Ahora, el problema de los filmes de guerra es precisamente Hollywood.
Existen muy pocas películas de guerra que sean serias, que no sean pura propaganda o bien que no inserten un desabrido romance en el medio o xenofobia, exaltación patriótica desmesurada, retrato desigual de los contendientes, subtramas amorosas para hacerlas más comerciales, inverosimilitud de las situaciones, alegatos morales pacifistas…
Ni hablar de alguna película de género que sea medianamente reflexiva.
Pero トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!), que se puede traducir como “Ataque Del Tigre”, es una de las escasas excepciones a la regla.
Los filmes de guerra habían experimentado un inusitado esplendor en la década del sesenta a partir de “The Longest Day”, y los años siguientes serían los de las superproducciones bélicas.
Tomando como molde a “The Longest Day”, los filmes tendrían características similares: narración episódica, gran cantidad de estrellas en pequeños papeles, muchos efectos especiales, movilizaciones masivas, y un acentuado tono patriótico.
Quizás fuera porque la década era abundante en productores a los que les sobraba el dinero, pero también uno palpita que quizás los filmes de la Segunda Guerra terminaban por ser tanto un homenaje a los héroes reales como cierta propaganda acerca de lo que se entiende como un conflicto honorable.
Vale decir, los americanos son los fiscales del mundo, los que deben detener y acabar al mal, y la guerra se plantea en términos limpios.
Luchar en la guerra es pelear por la patria contra el enemigo invasor, y es un escenario donde se generan héroes.
Dicho todo esto por oposición al conflicto real de aquellos momentos, La Guerra de Vietnam 1959 - 1975, al que todos terminaron por considerar una guerra sucia.
Cinematográficamente la Segunda Guerra Mundial siempre ha sido vista por Hollywood en dos frentes:
La guerra contra la Alemania Nazi que siempre ha sido idealizada y elegante, combates al norte de África o en el centro de Europa, lugares bonitos y románticos si los hay, operaciones de espionaje y sabotaje, etc., y la guerra contra el Japón Imperial, perfilada como mucho más sangrienta y despiadada, miles de individuos peleando por rocas aisladas en medio del Pacífico, los japoneses como verdaderos enemigos alienígenas carentes de sentimientos, etc.
Además, los nazis no asestaron ningún gran golpe a los americanos mientras que los japoneses cometieron una masacre en pleno territorio yanqui: Hawaii.
Resulta extraño que en un género tan tendencioso como el cine de guerra, siempre narrado por los vencedores, a fines de los sesenta americanos y japoneses desarrollaran un proyecto conjunto para filmar una versión lo más auténtica posible acerca del ataque a Pearl Harbor del 7 de diciembre de 1941, incidente que produjo la entrada de EEUU a la Segunda Guerra Mundial.
“Tell those damn fools to stop shooting at us, we're Americans!”
トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!) es una película estadounidense/japonesa del año 1970, dirigida por Richard Fleischer, Kinji Fukasaku y Toshio Masuda, y producida por la 20th Century Fox, basada en el ataque japonés a Pearl Harbor (Hawaii, Estados Unidos), el 7 de diciembre de1941.
En el guión, una pléyade de grandes nombres: Ladislas Farago, Gordon W. Prange, Larry Forrester, Ryuzo Kikushima, Hideo Oguni, y Akira Kurosawa; plantea la rigurosidad con que detallan todo el proceso que llevó al ataque y el desarrollo del mismo es digno de un libro de historia.
Protagonizada por Jason Robards, Martin Balsam, Soh Yamamura, Tatsuya Mihashi, E.G. Marshall, Joseph Cotten, James Whitmore, George Macready, Neville Brand, entre muchos otros.
Cabe destacar el elenco nippon por encima del gringo, los actores japoneses sobresalen demasiado bien.
La música corre a cargo del GENIAL Jerry Goldsmith.
トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!) recibió 5 nominaciones al Óscar como mejor dirección artística, cinematografía, edición, sonido y recibió el premio de mejores efectos visuales.
El nombreトラ・トラ・トラ proviene de la expresión "Tora, Tora, Tora", el código utilizado por la 大日本帝國海軍 (Armada Imperial Japonesa) para anunciar el éxito en obtener el factor sorpresa en dicho ataque.
En japonés tora significa “tigre”
トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!) reproduce de manera meticulosa el ataque a Pearl Harbor, así como todos los hechos que le precedieron, tanto por uno como por otro bando: por una parte de los militares japoneses, cómo y por qué deciden realizar un ataque por etapas; y por otro lado refleja el hecho de que los altos mandos del ejército estadounidense, en los que reinaba el escepticismo, ignoraban esta posibilidad.
トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!) en realidad se trata de tres filmes.
El primero es el proyecto guiado y dirigido por japoneses acerca de la cocina nipona del ataque.
Quienes quedaron a cargo de la parte japonesa fueron Kinji Fukasaku y Toshio Masuda que lo asiste.
El segundo es el film de la trama americana dirigido por el maestro Richard Fleischer; y el tercero es el film de efectos especiales, con todas las vastas secuencias de destrucción masiva de Pearl Harbor.
Por la parte japonesa uno puede ver como el alto mando japonés toma iniciativas por encima de la estructura política, así como los análisis y preparativos previos al ataque, que son de las mejores escenas de トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!)
Desde el armado del plan, los entrenamientos, la lógica de su estrategia.
No son el grupo de asesinos amorales de otros filmes, sino una aceitada estructura de guerra dispuesta a llegar hasta los límites y con una exagerada soberbia.
Desde el punto de vista del film, el ataque es estratégicamente irreprochable, la decisión americana de mudar la flota a Hawaii es una de las peores de la guerra.
Por el lado americano, la cosa no está tan balanceada.
Mientras que la milicia japonesa perfila a sus personajes en sus propios códigos de conducta, todas las secuencias norteamericanas parecen salidas de una comedia de enredos.
Es que en realidad EEUU no era una nación preparada para la guerra, sus equipos eran obsoletos, no poseían una estructura eficiente de comunicaciones, y los altos mandos estaban demasiado confiados en su intocabilidad.
Quizás el problema de esta parte sea una cuestión de enfoque, ya que no resulta demasiado claro.
Es posible que la inundación de alertas sobre eventuales ataques japoneses provoque ese estado de desidia o bien.
Como se menciona en una parte de トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!), que la política americana fuera la de esperar que la primera bala la dispararan los japoneses.
Pero tal como aparece en トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!), en realidad es una sarta de incompetentes que se enredan con su propia burocracia y se encuentran totalmente ajenos a la realidad.
Ejemplo: el famoso maletín con documentos “Top Secrets”…
トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!) está basada en hechos históricos y trata de apegarse notable y objetivamente a la realidad, sin escatimar en demostrar los errores de ambos bandos.
El guión está realmente muy balanceado, y se ciñe a los acontecimientos históricos con un perfeccionismo documental.
Acá no hay historias bobas de amor ni héroes.
Es una rigurosa autopsia de los sucesos que precedieron al ataque.
Los actores realmente no importan, por ello la elección del casting es de intérpretes conocidos pero no primeras figuras, y sólo sirven para recitar sus parlamentos y explicar las acciones que se están llevando a cabo.
Por ello no son tridimensionales sino componentes de un mecanismo de relojería.
La actuación de los personajes tanto Soh Yamamura como el almirante Isoroku Yamamoto, y Tatsuya Mihashi, como el teniente capitán Fuchida por el lado japonés, fueron buenas y proverbiales pues en especial Yamamura, no era actor profesional.
El actor Eijiro Tono interpretando al vicealmirante Chuichi Nagumo mostró la actitud sobre precavida y con absoluta falta de iniciativa que caracterizó a este marino japonés.
Por otro lado, el técnico, los efectos especiales son excelentes si se toma en cuenta la época en que se hicieron.
Se prepararon grandes modelos, aproximadamente de escala 1:35, del Nevada y del Arizona en un estanque gigante.
Para esta altura Fleischer y Fukasaku han creado un excelente clima de urgencia, de desastre inminente, y el ataque está dirigido con una versatilidad impresionante.
Aquí la producción reunió numerosos aviones, camufló buques de guerra enteros, realizó innumerables efectos en vivo y los complementó con excelentes maquetas.
Es un fascinante espectáculo dantesco con excelentes toques de estilo, como el biplano amarillo de la escuela de aviación que de pronto se descubre volando en medio de un gigantesco escuadrón de Zeros japoneses.
Son notables las maquetas bien logradas del acorazado Nagato y del puente del portaaviones Akagi usadas como set.
Curiosamente, en トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!), el puente-isla del Akagi es mostrado a la derecha; cuando en realidad estaba a la izquierda.
Además, es usado un portaaviones clase Essex como un portaaviones japonés.
Las escenas del ataque son destacadas, en especial el ataque al campo Henderson y al campo Bickman.
La escena de los aviones Curtiss P-40 haciendo esfuerzos por atacar a los Mitsubishi A6M Zero japoneses es una de las escenas destacables de トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!)
“Finally, gentlemen... Many misinformed Japanese believe that America is a nation divided... isolationist... and that Americans are only interested in enjoying a life of luxury, and are spiritually and morally corrupt.
But that is a great mistake.
If war becomes inevitable, America would be the most formidable foe that we have ever fought.
I've lived in Washington and studied at Harvard, so I know that the Americans are a proud and just people”
トラ・トラ・トラ (Tora! Tora! Tora!) tuvo excelentes críticas y alta taquilla en los lugares en que se exhibió.
Pero históricamente los EEUU permiten a sabiendas, que sus enemigos los ataquen, para así tener una excusa para intervenir en un conflicto bélico de mayor alcance y de muchos intereses.
¡Juzgue usted!
USS Maine (1898), Guerra Hispanoamericana, murieron 256 hombres.
Sin esperar el resultado de una investigación, la prensa sensacionalista publicaba al día siguiente el titular:
“El barco de guerra Maine partido por la mitad por un artefacto infernal secreto del enemigo”
RMS Lusitania (1915), 1ra. Guerra Mundial, murieron 1,198 pasajeros, se ha dicho que Winston Churchill, había enviado solapadamente al Lusitania como señuelo para los torpedos alemanes y así hacer entrar en la guerra a EEUU.
Pearl Harbor (1941), 2da. Guerra Mundial, dejó a 2.403 militares y 68 civiles muertos.
Estados Unidos sabía antes del ataque gracias a las comunicaciones japonesas interceptadas y descifradas.
Wold Trade Center (2001), Guerra en Medio Oriente, murieron 3,017 personas, existe evidencia de que los Estados Unidos conocían los planes de atentar contra las torres gemelas pero no hicieron nada para impedirlo.

“I fear all we have done is to awaken a sleeping giant and fill him with a terrible resolve”


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