Armageddon

“It's closer than you think”

Casi todo el mundo a oído hablar del “Armagedón” un término bíblico que aparece en el libro del Apocalipsis, capítulo 16, versículo 16, el cual se refiere generalmente, al fin del mundo, o al fin del tiempo, mediante catástrofes en varias religiones y culturas.
Miles de autores han escrito libros en este tema, y docenas de películas han sido producidas, enseñando la “última batalla entre el bien y el mal”
Los científicos y los líderes mundiales, igualmente usan este término, para referirse al fin del mundo como nosotros lo conocemos, la aniquilación de la humanidad a través de guerras nucleares, químicas y/o bacteriológicas, o desastre natural de enormes proporciones.
Este hipotético evento, incluye muchos escenarios, pero no están limitados:
Algunos creían que el Armagedón iba a ser la última batalla de La Primera Guerra Mundial.
Otros pensaron que La Segunda Guerra Mundial terminaría en la última batalla que sería el Armagedón.
Hasta muy recientemente, durante La Guerra del Golfo, los “expertos” en la Biblia estaban anunciando:
“¡El Armagedón está aquí!”
Ahora el Armagedón no es hombre contra hombre, sino, contra la humanidad.
Una artillería celeste de gran porte apunta a nuestro planeta, y nuestra sociedad aún no tiene un efectivo escudo protector contra este peligro:
No hay otra que invertir más y mejor, en “defensa cósmica”
El Consejo de Seguridad de Las Naciones Unidas dijo en su momento:
“Tal vez en este ámbito, debamos exigir la elaboración de planes de contingencia, respecto de los peligros del espacio exterior”
La artillería cósmica es una constante amenaza, objetos celestes de muy diversos tamaños y peligros, rondan nuestro planeta, que ha sido bombardeado desde tiempos inmemorables.
Como dato, el 30 de octubre de 1937, la civilización tal como la conocemos, estuvo a 3 segundos de su total destrucción, cuando “Hermes”, un planeta menor de medio millón de toneladas, cruzó a 800,000 kilómetros de distancia, viajando a una altísima velocidad.
Hubiera bastado un ligerísimo cambio en su trayectoria, provocado por una perturbación gravitacional, no necesariamente importante, para que hubiera atravesado la atmósfera, y chocado con nuestro planeta.
La violencia del impacto habría sido de tal magnitud, que tal vez no hubiera significado el término de la vida, pero sin duda, habría consumado el final de nuestra civilización, y muy posiblemente, sin dejar ningún cronista que pudiera contar lo acontecido.
Siempre pesa sobre nosotros, la amenaza de que un cuerpo cósmico de masa significativa, incida sobre nuestro mundo.
Los astrofísicos estiman que unos 7 pequeños meteoritos, se incrustan cada año en nuestro suelo; y otros se hunden en los océanos y mares.
Cada día, bombardean nuestro ámbito, rocas procedentes del espacio, llamadas “meteoroides” los cuales suelen ser de reducidas dimensiones, y en ese caso se desintegran completamente, debido a la fricción con las moléculas de la atmósfera, lo que provoca a su paso, brillantes resplandores.
Sus rastros se perciben con frecuencia en el cielo nocturno, dando lugar en ciertas ocasiones, a espectáculos muy bellos.
Si alguno de los fragmentos involucrados en este fenómeno, es suficientemente grande, y consigue alcanzar la superficie terrestre, el objeto se denomina entonces “meteorito”
Por otra parte, en astronomía, se denomina Asteroide Potencialmente Peligroso, o PHA por las siglas de su nombre inglés “Potentially Hazardous Asteroid” a los objetos próximos a La Tierra, tanto cometas como asteroides, cuya distancia mínima de intersección orbital con la terrestre, es de 0'05 UA, o menor, con una magnitud absoluta de 22'0, o más brillante.
Se considera que estos objetos, entrañan riesgo cierto de colisionar con La Tierra, causando daños que pueden oscilar entre pequeñas destrucciones locales, y grandes extinciones.
Con un intervalo medio de 100 años, se produce la caída de asteroides de roca o hierro, mayores de 50m de diámetro, lo que puede producir catástrofes locales y maremotos.
Cada varios cientos de miles de años, asteroides de más de un kilómetro causan catástrofes globales.
En este último caso, los restos del impacto se esparcen por la atmósfera terrestre, de tal modo que la vida vegetal sufre lluvia ácida, interrupción parcial de la luz solar, y grandes incendios causados por los fragmentos de alta temperatura que caen al suelo tras la colisión, “invierno nuclear”
Estos impactos han ocurrido muchas veces en el pasado, y seguirán ocurriendo en el futuro.
A algunos de ellos, se les atribuye la causa de grandes extinciones, como la K-T que mató a los dinosaurios, o la gigante del Pérmico, que mató a más del 90% de las especies y seres vivos.
Por tanto, descubrir estos objetos y estudiarlos para determinar su tamaño, composición, estructura y trayectoria, es una actividad prudente.
La Escala de Turín, es un método de clasificación del peligro de impacto asociado a los objetos de tipo NEO “Near Earth Objects” u Objetos Cercanos a La Tierra, entre los que se encuentran asteroides y cometas.
Fue creada como instrumento de uso de los astrónomos y el público, para conocer enseguida, la peligrosidad de un eventual impacto contra nuestro planeta, combinando la probabilidad estadística, y el potencial derivado de la energía cinética que procede del mismo impacto.
La Escala de Palermo es parecida, pero es más técnica y compleja.
La Escala de Turín usa una escala de valores de 0 a 10, así, un objeto indicado con el número 0, indica que éste tiene una posibilidad casi nula de colisionar con La Tierra, o con efectos eventualmente comparables, a los del polvo espacial normal, es decir, demasiado pequeño como para penetrar la atmósfera, y alcanzar intacto La Tierra sin desintegrarse.
Un valor de 10, indica una colisión segura, con efectos a gran escala, como sembrar la destrucción total en La Tierra.
Sólo se expresan números enteros, no se usan por tanto valores fraccionarios o decimales.
Un objeto recibe un valor de 0 a 10, basándose en su probabilidad de colisión, y en su energía cinética, expresada en megatones:
1 megatón=1 millón de toneladas de TNT.
A título de ejemplo, “Little Boy” la bomba atómica que estalló en Hiroshima, Japón, tuvo una potencia de cerca de 13 kilotones de TNT.
Por tanto, un megatón de TNT, equivale a cerca de 77 bombas como la de Hiroshima.
En astronomía, Los Objetos Próximos a La Tierra (NEO) son cometas y asteroides atrapados por la atracción del Sol, o los distintos planetas, en órbitas que podrían hacerlos penetrar en las cercanías de La Tierra.
Los cometas, formados en las regiones exteriores frías del Sistema Solar, están mayoritariamente compuestos de hielo y polvo.
Los asteroides, por su parte, son rocosos, y se formaron entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Planetas como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, se formaron por agregación de miles de millones de cometas.
De la misma manera, Mercurio, Venus, La Tierra y Marte, se formaron por la agregación inicial de otro gran número de asteroides.
Los sobrantes, constituyen los cometas y asteroides que conocemos hoy.
Para la detección y catalogación de estos objetos, existen varios programas internacionales, denominados genéricamente “Spaceguard Survey” que utilizan telescopios de centros astronómicos, y de universidades de todo el mundo.
Están liderados por Estados Unidos, Rusia, Francia y Australia.
Desgraciadamente, los recursos asignados a “Spaceguard Survey” son muy bajos, y por ello, se han sufrido fracasos sonados de cuando en cuando.
Más de una vez, se detectó un objeto potencialmente peligroso, cuando ya se alejaba de La Tierra.
Ni los gobiernos, ni la opinión pública, consideran prioritario este asunto, por mucho que pueda estar amenazada la propia supervivencia de la especie humana, y aunque recientemente ya se hayan producido varios “avisos” que no fueron detectados.
“Well, our object collision budget's about a million dollars a year.
That allows us to track about three percent of the sky, and begging your pardon sir, but it's a big-ass sky”
Por su parte, los meteoritos suelen ser más o menos circulares, dado que la fricción quema y lima sus ásperas e irregulares superficies.
Pueden ser de piedra “aerolitos”, o metálicos “sideritos” con un neto predominio del hierro y el níquel, y también pueden estar constituidos por mezcla de piedras y metales.
Científicamente, se considera que los “meteoroides” proceden de alguna parte del Sistema Solar, y constituyen restos de asteroides o de cometas.
Hace más de 20,000 años, un meteorito de hierro y níquel, con una masa del orden de 2 millones de toneladas, produjo un cráter de 1,250 metros de diámetro, y casi 200 metros de profundidad, en lo que es hoy el desierto norteamericano de Arizona.
Se calcula que su fuerza explosiva, fue superior a una bomba H de 30 megatones.
“Damage?
A total, sir.
It's what we call a global killer.
The end of mankind.
Doesn't matter where it hits, nothing would survive, not even bacteria”
En la mañana del 30 de junio de 1908, un gigantesco meteoro arrasó completamente, una inmensa zona de Siberia.
El estruendo fue tan violento, que el maquinista de un tren que viajaba por la línea del Transiberiano, a más de 560 kilómetros de distancia, pensó que su locomotora había explotado.
Cuando en 1927, una expedición científica fue a investigar la naturaleza del misterioso “Fenómeno de Tunguska”, encontraron un espectáculo inimaginable.
El bólido de Tunguska fue una explosión aérea de muy alta potencia, ocurrida sobre las proximidades del río Podkamennaya en Tunguska, Evenkía, Siberia, Rusia, a las 07:17 del día 30 de junio de 1908.
El Fenómeno de Tunguska, alentó más de 30 hipótesis y teorías de lo ocurrido.
La detonación, similar a la de un arma termonuclear de elevada potencia, ha sido atribuida a un cometa.
Debido a que no se ha recuperado ningún fragmento, se maneja la teoría de que fue un cometa formado por hielo.
Al no alcanzar la superficie, no se produjo cráter, o astroblema.
Casi un siglo después, se produciría no muy lejos, el bólido de Vitim, menos espectacular pero aún más extraño.
La colisión había aplastado las copas y troncos de los árboles, en varios kilómetros a la redonda, y sus efectos se hicieron sentir en unos 4,000 kilómetros cuadrados.
Sin embargo no se logró entonces ubicar ningún cráter.
La conclusión, pues, aceptada hoy por la mayoría de los astrónomos, es que el bólido de Tunguska se debió a la colisión de un fragmento del cometa “Encke, El Meteoro Siberiano” podría haber pesado un millón de toneladas, y que se rompió antes de chocar, cuando atravesaba la atmósfera a altísima velocidad.
También, se dio en Siberia, la ocurrencia de una de las más grandes lluvia de meteoritos de la historia reciente, causada por un meteoro caído en Rusia, y que explotó antes de tocar suelo.
Era el año 1947, y centenares de testigos oculares pudieron contemplar una brillante bola de luz, que cruzaba el cielo a gran velocidad, en dirección sur.
Dejaba tras de sí, una brillante cola de chispas.
Después de desvanecerse, al cabo de 4 o 5 segundos, apareció una columna de humo color pardo, que se elevó en la atmósfera a unos 30 kilómetros de altura.
En las laderas de las montañas Sikhote-Alin, también conocidas como Sijoté-Alín, se descubrieron más de 100 agujeros, que tenían hasta 20 metros de diámetro, y 12 metros de profundidad.
Al parecer, el meteoro habría explotado poco antes de llegar al suelo, y sembró fragmentos de hierro meteórico en un área de muchos kilómetros.
Los expertos han evaluado la masa del citado bólido, en unas mil toneladas.
Por su parte, un misterio bastante más difícil de descifrar, encierran las tierras del este de lo que es hoy Estados Unidos de América.
En los estados de Carolina, del Norte y del Sur, de EEUU, se encontraron unos 3,000 pequeños cráteres o depresiones de escasa profundidad y forma ovalada, o redondeada, rodeados por montículos de tierra y arena, originados posiblemente en múltiples caídas de meteoritos acaecidas en los últimos 50,000 años; es lo que se conoce como “Carolina Bays”, y que podríamos traducir como “Depresiones de Carolina”, “Laureles de Carolina” o “Bahías de Carolina”
El bólido del Mediterráneo Oriental fue otra explosión aérea, de alta energía, ocurrida sobre el mar Mediterráneo, aproximadamente entre Libia, Grecia y Creta, el día 6 de junio de 2002.
La detonación, similar a la de una pequeña bomba atómica, ha sido atribuida a un objeto celeste, no detectado durante su aproximación a La Tierra.
El objeto se desintegró, y sus fragmentos no se pudieron recuperar.
Al no alcanzar la superficie, y ocurrir sobre el mar, no se produjo cráter.
Al igual que ocurre en la teoría generalmente aceptada para el bólido de Tunguska, el bólido de unos 10 metros de diámetro, detonó en el aire debido a los poderosos desequilibrios térmicos producidos por la entrada en la atmósfera terrestre.
La explosión fue detectada por numerosas estaciones sismográficas.
La energía liberada se ha establecido, mediante medición por ultrasonidos, en aproximadamente 26 kilotones, el doble que la bomba atómica que EEUU detonó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, y más o menos como la bomba atómica detonada en Nagasaki, como una pequeña bomba nuclear moderna.
Si hubiese explotado sobre zona habitada, las consecuencias habrían sido catastróficas.
Adicionalmente, en esos momentos, India y Pakistán, 2 naciones con armas nucleares, estaban en un elevado estado de alerta.
Por tanto, el general estadounidense Simon Worden, opinó que si el impacto hubiera sucedido en esa región, o en sus proximidades, probablemente se habría confundido con un ataque, lo que hubiera iniciado una Guerra Nuclear entre ambos países.
Puesto que el punto del impacto, y la región en disputa de Cachemira se hallan a la misma latitud, este hecho no sucedió por escasas 3 horas dada la rotación terrestre.
Esta idea de que un meteoro pudiera desencadenar una Guerra Nuclear fue propuesta con anterioridad, por el divulgador científico Carl Sagan, en su libro “Cosmos” de 1980.
“We have a national security matter”
Las estrategias de mitigación de asteroides, son métodos por medio de los cuales, un objeto cercano a La Tierra, puede ser desviado, previniendo así, un potencial y catastrófico impacto.
Se sabe que un impacto, lo suficientemente grande, puede causar tsunamis, al impactar en el mar, y/o expulsar grandes cantidades de polvo en la estratósfera, al impactar en tierra, bloqueando el paso de la luz solar, y generando efectos catastróficos.
La colisión entre La Tierra y un cuerpo de aproximadamente 10km, ocurrido hace 65 millones de años, se piensa, fue el causante de un cráter en Chicxulub, Yucatán, y de la extinción de la mayor parte de la vida del periodo Cretácico-Terciario.
Para una adecuada prevención de impacto, se requiere de años de anticipación, que permitan la construcción de un mecanismo capaz de desviar un objeto próximo a La Tierra.
Es así, que la observación es una herramienta de extraordinaria utilidad.
Un número de potenciales amenazas, han sido identificadas por medio de una minuciosa observación, tales como el “99942 Apophis”, que había demostrado una probabilidad de ~3% de impacto para el 2029, aunque en nuevas estimaciones, esta probabilidad se ha reducido a cero.
Si se detectara un PHA de alta peligrosidad con algunos años de antelación, existe tecnología disponible para alejarlo de La Tierra.
El factor esencial es el tiempo:
Cuanto antes se detecte, más posibilidades de organizar un esfuerzo internacional, que permita lanzar naves espaciales al objeto.
La técnica primaria sería desviarlo con armas termonucleares, detonándolas por encima de su superficie, de tal modo que los neutrones de alta velocidad irradien una zona del objeto con tanta energía, que esta zona se expanda y explote.
Por acción-reacción, esto actuaría como un “cohete” que lo desplazaría levemente de su trayectoria.
Incluso este pequeño cambio, en torno a unos pocos milímetros por segundo, sería suficiente para que, con el paso de los años, evite La Tierra.
El punto crítico en maniobras de este tipo, es lograr un desvío sin fragmentación, esto se debe a que los fragmentos podrían ser igual de peligrosos que el asteroide original, o más, si se le suma la radiación generada por la explosión.
Para objetos más pequeños, se ha sugerido instalarle velas solares, de tal modo que la presión solar lo aparte de su trayectoria, e incluso, aplicar el llamado “Efecto Yarkovsky” espolvoreando parte del objeto con tiza blanca, u hollín negro.
Al cambiarle regionalmente el albedo, la forma de absorción de los fotones variaría, y eso produciría un efecto rotacional que acabaría por afectar al eje orbital semi-mayor, por tanto, modificando su trayectoria.
Si se hace lo bastante lejos, esta modificación de trayectoria sería suficiente para que fallase La Tierra.
Existe la posibilidad de que un asteroide, o cometa, se aproximara en una órbita singular desde detrás del Sol, y por tanto, no pudiera ser detectado hasta unos meses antes del impacto.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos, elaboró hace años un documento denominado “Planetary Defense 2025” que contemplaba estas y otras opciones, pero no ha conducido a la toma de medidas activas al respecto.
El 27 de febrero de 2008, se dio a conocer el resultado del concurso mundial “Apophis Mission Design”, convocado por la Sociedad Planetaria con la finalidad de diseñar una misión para determinar si el asteroide “Apophis” colisionará con La Tierra en 2036 y, llegado el caso, evitar la amenaza.
El primer puesto lo obtuvo un consorcio estadounidense, y la compañía española Deimos-Space fue galardonada con un segundo premio.
Hasta octubre de 2011, los asteroides “2011 AG5” y “2007 VK184” son los 2 únicos objetos cercanos a La Tierra, que se encuentran por encima del nivel 0 en la escala de Turín.
Con un índice de –1,12 en la Escala Técnica de Palermo, las probabilidades de impacto del “2011 AG5” son de alrededor de 13 veces menos, que el nivel de riesgo básico de impactos de objetos contra La Tierra, el cual se define como el promedio de riesgo generado por los objetos del mismo tamaño, o más grandes, en los últimos años, hasta la fecha del impacto potencial.
En una prueba simulación de órbita del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, debido a la excentridad de su órbita, el asteroide pasa muy cerca a La Tierra, aproximadamente, el 5 de febrero, y el 9 de junio de 2040.
“Prepare the world for bad news”
Armageddon es una película de ciencia ficción, y cine catástrofe, del año 1998, dirigida por Michael Bay, y producida por Jerry Bruckheimer.
Protagonizada por Bruce Willis, Ben Affleck, Liv Tyler, Billy Bob Thornton, Steve Buscemi, Udo Kier, Will Patton, Peter Stormare, Michael Clarke Duncan, Keith David, Owen Wilson, Mark Curry, Jason Isaacs, Owen Wilson, William Fichtner, Charlton Heston, entre otros.
La voz del narrador es, nada más y nada menos, que la del mítico Charlton Heston.
El guión lo firma Jonathan Hensleigh y J.J. Abrams, y trata sobre un grupo de perforadores de plataformas petrolíferas, que son enviados por la NASA a un enorme asteroide que amenaza La Tierra, con la idea de taladrar su superficie y poder destruirlo con una bomba.
Armageddon obtuvo 4 nominaciones al Premio Oscar:
Efectos visuales, efectos de sonido, sonido y canción: “I Don't Want to Miss a Thing” del grupo de rock Aerosmith.
El Apocalipsis, o el fin del mundo se acercan, y Armageddon refleja, aunque de un modo muy reducido, la exasperación de la gente, cuando ve que se acerca el desenlace:
“El Juicio Final”
Los efectos visuales de Armageddon son espectaculares, y estuvieron en manos de 13 empresas distintas; y produjeron efectos especiales muy impactantes.
Como siempre, hay miles de opiniones, pero creo que Armageddon es una de las mejores películas en referente al Apocalipsis que he podido ver en mi vida.
¿Por qué no?
Una de las mejores producciones de ciencia-ficción que he visto hasta el momento.
Armageddon es el icono del cine comercial, siendo una mezcla justa de acción con ciencia ficción, en que nos narra sobre la inminente llegada de un gigantesco asteroide que amenaza a nuestro planeta con destruirlo.
La escena inicial abre con una espectacular lluvia de meteoritos cae sobre la ciudad de New York, en que son destruidos miles de edificios y lugares de La Gran Manzana, marcando así un pre-aviso de lo que se vendría en poco tiempo:
El 9/11…
La idea de que un asteroide impacte contra La Tierra, da que pensar, ya que cualquier día puede pasar, y se te encoge el corazón.
Michael Bay demuestra su buen hacer a la hora de destruir Nueva York, o París, o mantenernos en una montaña rusa de emociones e impacto visual, durante más de una hora seguida.
Y es que, las situaciones de adrenalina se suceden sin cesar, en un ritmo vertiginoso al que este director nos tiene bastante acostumbrados.
No obstante, hay algo en Bay, que hace que sus películas merezcan algo de respeto, y es su exquisito gusto por la planificación, aquellos momentos en los que se distancia de los actores para tomar cartas en la narración visual como mero espectáculo.
Y esto es todo lo que podemos esperar de un film de estas características, del que se podría haber sacado más partido, y se queda un producto más visual que artístico, desnudo en interior, pero con una fachada de lujo.
Técnicamente Armageddon es asombrosa, la acción es trepidante, y va creciendo hasta la apoteosis final.
Si el cine es evasión, entonces Armageddon te lleva lejos, muy lejos.
Utiliza todos los clichés:
El ruso loco, el grandote llorón, el genio, el tipo duro, el tonto enamorado, la chica... y los mezcla en una batidora con el fin del mundo.
Armageddon es una obra maestra de principio a fin.
Empezando por la puesta en escena, soberbia.
La elección de los actores es magnífica, un reparto espectacular en todos los sentidos.
Un argumento eficaz, y unos personajes carismáticos es la mayor baza de este éxito de taquilla.
Partiendo de la base, de que es algo poco creíble que la NASA mande a un grupo de petroleros, en vez de a verdaderos astronautas a salvar el mundo, los sucesos que van aconteciendo te mantienen con gran tensión, y te hacen entristecerte con las muertes que van acabando con algunos de sus personajes.
En especial, destaco el final, cuando el grupo superviviente de astronautas aterrizan en La Tierra, y se reúnen con sus seres queridos.
Me parece un momento muy emotivo, sin llegar a caer en lo ridículo.
El inhóspito meteorito resulta amenazante, un trabajo de dirección artística, y efectos especiales muy buenos, un protagonista más, en la segunda parte del fin que consigue crear el clima de miedo y tensión que se requiere.
No nos equivoquemos, aunque Armageddon nos propone una película de ciencia ficción totalmente inverosímil, es inevitable notar su intención propagandística.
Aquí no hay terroristas, ni siquiera alienígenas, sólo un enorme asteroide, pero el mensaje de fondo es el mismo:
“Morir por tu país”
Nuestros protagonistas sólo son perforadores, pero no tardan más que unos pocos días, en convertirse en héroes casi sin comerlo ni beberlo, debe ser un don que tienen todos los americanos.
El caso es que uno no puede ignorar esos primeros planos a monumentos norteamericanos, las barras y estrellas, el sutil detalle del parche de astronauta, las 2 naves espaciales oportunamente bautizadas como “Liberty” e “Independence”, y en definitiva, el sabor a:
“Dios bendiga América” que se nota en cada escena.
Los momentos muy buenos para mí son:
Cuando el personaje de Bruce Willis dice:
“...y ustedes que son la Nasa:
¿Nos podrían decir quién mató a Kennedy?”
“¿Habrá alguien en el mundo haciendo esto?
Pues seguro que si, sino para que vamos a salvar el mundo”
O cuando el ruso, que en un primer momento es presentado como un individuo ridículo y fuera de sus cabales, es quien termina salvando a la tripulación sobreviviente de la nave, no sin antes exclamar:
“Tecnología americana, tecnología rusa...
¡Pero si todo está hecho en Taiwán!”
No me quedo con la escena en la que la mujer de uno de los perforadores, le dice a su hijo llena de orgullo, al verle salir por televisión:
“Mira, ese es tu padre”
Claro, ahora que es famoso, “mira a papá”...
En el apartado musical, el score es impecable, y transmitía muy bien la emoción de cada escena en pantalla, además de un excelente tema principal interpretado por la banda Aerosmith: “I Don’t Want To Miss A Thing” el cual fue uno de los temas más escuchados de 1998, y se ubico primero en los Billboard Hot 100, manteniéndose así, por unas 5 semanas.
“And this is the best that you-that the government, the US government could come up with?
I mean, you're NASA for crying out loud, you put a man on the moon, you're geniuses!
You're the guys that're thinking shit up!
I'm sure you got a team of men sitting around somewhere right now just thinking shit up and somebody backing them up!
You're telling me you don't have a backup plan, that these eight Boy Scouts right here, that is the world's hope, that's what you're telling me?”
Y lo malo de Armageddon es lo malo de Michael Bay.
Y estas son sus lecturas, muchas de ellas, de un aire patriotero de abundantes referencias, fascista, derechista, antiliberal, y a veces en el sentido más violento, a través de personajes estereotípicos.
Orgullo yanqui por todos los lados, sólo observar los nombres de las naves espaciales enviadas a salvar el mundo, “Liberty” e “Independence”
El desprecio explícito al pago de impuestos como premio por salvar La Tierra, y subrayando un “nunca jamás” y el control absoluto sobre la propiedad privada y la familia, al menos sólo parte de un Bruce Willis mandón y armado, aunque quizá por parte de Ben Affleck y Liv Tyler, el mensaje vaya por otro lado; hacen de Armageddon muy, muy repelente.
Cabe sumar a ello, cierto racismo, como el único no americano del equipo, el ruso, es menos que una caricatura.
El anti ecologismo del personaje de Bruce Willis, riéndose de los Greenpeace desde una plataforma petrolífera con el argumento:
“¿Sabes cuánto combustible gasta nuestro barco en una hora?”, glorificados en un heroico sacrificio final, aplaudido por el mundo entero, que hacen de Armageddon, una Satánica Propaganda de Antivalores.
El hecho de que los americanos sean pioneros en películas de ciencia ficción, parece que ha terminado desvariando en una especie de luchas por el poder internacional.
¿Es que hemos retrocedido al siglo XIX, y a la búsqueda de nuestros productos artísticos para reafirmar nuestro nacionalismo?
Por supuesto que la respuesta está en USA, pues el resto del mundo:
Japón, China, Rusia y la UE incluidos, no sirven para nada, más que para cargar el tanque de combustible de la nave en que viajan el grupo de inadaptados sociales, que constituyen la única esperanza del mundo.
Una película así, es un insulto incluso para el mercado meta al cual está dirigido, o sea, adolescentes que en verano están de vacaciones, y no son muy exigentes con el cine, lo cual no es ningún pecado dicho sea de paso…
El error más grande de Armageddon es científico.
El modo en cómo quieren destruir el meteorito, ya que en la vida real, en cuanto una persona intentase montarse en esa pequeña masa de mineral galáctico, a esa velocidad moriría de mil formas diferentes, siento la calcinación total la primera y más lógica.
El tamaño del meteorito que si cayó en La Tierra, hubiera destruido por completo La Tierra, no solo un estado, y a China…
Por otro lado, una persona no puede elegir a amigos para ir a salvar La Tierra, imagínense:
“Oigan: Mañana me acompañan a destruir un meteorito, y tal vez algunos no regresen, y todos aceptan”
Seriamente, los asteroides y cometas están hechos de roca muy blanda, sobre todo los cometas , así que eso de que están hechos de materiales raros ultra duros es simplemente un medio para justificar el argumento de mandar allí perforadores expertos.
Otro error, es cuando están perforando el asteroide para poder introducir la bomba nuclear:
¿Donde están los restos de roca triturada?
Cuando se perfora un pozo deberían existir los restos de la roca perforada…
¿Donde está el fluido de perforación?
Ya que se necesita de un sistema de fluidos para poder lubricar el trepano que esta perforando el asteroide, además, dicho ruido transportaría los restos de roca hacia otro lugar…
La gravedad de sus cuerpos en el asteroide es casi 0, no se puede andar, o llevar maquinaria pesada que se mueva como si estuvieran en La Tierra...
Los transbordadores espaciales, no se mueven como un caza de combate, esquivando asteroides pequeños con un joystick...
Cuando el Presidente de los Estados Unidos da el discurso de “despedida”, es retransmitido en directo a todo el mundo.
En las imágenes que salen de las ciudades Europeas, París entre otras, pese a la diferencia horaria, es de día cuando debería ser de noche...
Al final, se festeja en todo el mundo que el peligro ha pasado.
¿Cómo puede ser de día al mismo tiempo en Asia, América, Europa...?
Es curioso, que el propio Ben Affleck, le llegó a comentar al director si no hubiera sido más verosímil, la posibilidad de adiestrar a los astronautas como perforadores en 18 días, y no a esos lerdos perforadores, aunque por su supuesto unos crack en lo suyo.... a ser astronautas.
Michael Bay simplemente le dijo que se callara...
como fuera el caso… Armageddon me gusta mucho, pero lamentablemente, la falta de lógica del producto deja mucho que desear.
“It's the size of Texas, Mr. President”
Para el año 2012 se suponía que ocurriría una serie de desastres naturales que culminaran en el fin del mundo, tal como la conocemos, o creemos conocerlo.
Los mayas lo profetizaron hace cientos de años, con un calendario sorprendentemente preciso.
Aunque la fecha para el Armagedón se fijó inicialmente, el 24 de diciembre 2011, pero ahora sabemos que estos eventos ocurrirán exactamente el 21 de diciembre de 2012 a las 11:11 GMT, a pesar de que algunas predicciones mayas llegan hasta el 4772 d.C.
Los mayas en realidad sabían todo acerca de la astronomía, ya que su agenda consistía en períodos de 260 días, que ahora sabemos que representa la verdadera duración del año solar.
De acuerdo con el calendario maya, el “Gran Ciclo” equivale a 5,125.36 años solares, que comenzó el 11 de agosto de 3114 d.C. y termina en el 2012.
Por desgracia para los mayas, pero tal vez afortunadamente para nosotros, terminaron antes que su calendario.
Los mayas no fueron los únicos que predijeron el fin del mundo, los Incas y el calendario de los egipcios, así como con las profecías de Nostradamus, Edgar Cayce, famoso por predecir de 1958 hasta 1998, que una inclinación del eje de La Tierra resultaría devastadora, y gran parte de Japón estaría bajo el mar, y el I Ching, los indios Hopi, junto con varios profetas, han indicado que el apocalipsis ocurrirá en diciembre de 2012.
Nostradamus predijo que un gran cometa, “Nibiru”, tendría un impacto en el Mediterráneo el 21 de diciembre 2012…
¿O era el año 1999?
Curiosamente, hace 8 días, El bólido de Cheliábinsk fue un evento meteórico ocurrido en esa ciudad del centro de Rusia, en la mañana del 15 de febrero de 2013, al sur de los Urales, aproximadamente a las 09:20 hora local.
El meteoroide sobrevoló varias provincias y la ciudad, en el momento de entrar en la atmósfera hasta impactar a 80 km de la localidad mencionada.
El objeto parece haber caído en el lago Chebarkul.
El meteorito liberó una energía de 500 kilotones, 30 veces superior a la bomba atómica de Hiroshima, y explotó a 20,000 metros de altura.
La NASA, a través de datos obtenidos de varias estaciones de infrasonido, que forman parte de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, o “Comprehensive Test-Ban-Treaty Organization” estima que el tamaño del objeto sería de 17 metros por 15 metros, con una masa de 10,000 toneladas en el momento de su ingreso a la atmósfera, haciéndolo a una velocidad de 18 km/s, 64,800 km/h, desintegrándose a los 32,5 segundos de dicho ingreso.
La explosión provocada por el meteoro, liberó una energía de 500 Kilotones.
En cuanto a daños materiales y personales, los medios de comunicación informaron de unas 1491 personas heridas, de las cuales más de 112 tuvieron que ser trasladadas a hospitales, la mayoría de ellas, debido a la onda expansiva producida por la explosión causada por la rotura de la barrera del sonido, ya que esta provocó el destrozo de ventanales, cristales, y daños materiales en edificios.
Según el portavoz del Ministro del Interior, nadie ha resultado herido de gravedad.
Por otra parte, la agencia RIA Novosti, informó que algunos oficiales fueron testigos de una explosión gigantesca, producida a 10,000 metros.
Más de 700 personas solicitaron atención médica en el Óblast de Cheliábinsk, de las cuales 159 son niños.
Funcionarios de salud, dijeron que 112 personas habían sido hospitalizadas y, de acuerdo a las autoridades, 2 personas se encuentran en estado grave; y la mayoría de las personas se vieron afectadas por cristales rotos.
Varios vecinos de las provincias de Cheliábinsk, Sverdlovsk, y Oremburgo, además de regiones kazajas colindantes, fueron testigos del fuerte resplandor de los objetos llameantes en el cielo.
El evento atrajo la atención de video-aficionados, que grabaron la trayectoria del asteroide, y la consecuente explosión.
Tras la explosión, 20 niños de una escuela y de una guardería, resultaron heridos por la rotura de los cristales en esta primera, y un incendio en el otro centro producido a las 9:20 hora local.
Associated Press informó al Ministro del Interior, de que 600 m² de pared y terraza de una fábrica de zinc, quedaron destrozados.
La caída de fragmentos también afectó a la provincia de Aktobe, en Kazajistán.
El primer ministro ruso Dmitri Medvédev, confirmó la noticia del impacto, y declaró que era “una prueba de la vulnerabilidad del planeta” y que este “necesita protegerse contra sucesos futuros”
El evento ha sido definido, como una detonación en el aire, una explosión de un meteorito durante su paso a través de la atmósfera.
El evento inmediatamente recibió una amplia cobertura en los medios de comunicación, convirtiéndose en un tema de gran urgencia y popularidad.
15 horas después de subirse los vídeos principales al site “youtube”, accedieron más de 7,700.000 de visitas.
Dmitry Rogozin, el vice primer ministro, propuso que debe haber un programa internacional que alertara a los países sobre objetos de origen extraterrestre.
El Coronel y General Nikolay Bogdanov, Jefe del Distrito Militar Central, creó grupos de trabajo que fueron dirigidos a las áreas del impacto para buscar los fragmentos del meteorito, y controlar la situación.
Fragmentos que miden de 5 milímetros a 1 centímetro, se encontraron a un kilómetro del lago Chebarkul.
Por otra parte, el hecho creó controversia, ya que el líder nacionalista Vladimir Zhirinovsky, no descartó que los causantes sean “belicistas” de Estados Unidos.
“No cayeron meteoritos, fueron los estadounidenses que ensayaron una nueva arma”, dijo.
John Kerry, Secretario de Estado de Estados Unidos, quiso advertir el lunes a Lavrov, Ministro ruso de Exteriores, pero él estaba de viaje, dijo.
El acontecimiento coincidió con la aproximación a la Tierra del asteroide “2012 DA14” cuyo paso cercano se preveía 16 horas después, de que se produjese la explosión.
Sin embargo, no se tiene certeza, de que exista relación entre ambos eventos, y aunque el objeto caído en Cheliábinsk podría ser un pequeño compañero del asteroide “2012 DA14”, la cercanía en el tiempo de ambos sucesos, podría ser una mera coincidencia.
Finalmente, el asteroide pasó a 27,860 kilómetros de La Tierra sin inconveniente alguno; y ha sido el objeto espacial de mayores dimensiones que haya pasado tan cerca de La Tierra teniéndose conocimiento previo.
Así que el Armageddon podrá venir del cielo, solo que el cielo es demasiado grande para cubrirlo con los telescopios existentes.
Una vez más:
El cine imita la realidad, o la realidad imita al cine...

“When the rogue comet went through the asteroid belt, it sent shrapnel right for us.
For the next 11 days, the Earth's in a shooting gallery.
Even if the asteroid itself hits the water, it's still hitting land.
It will slam into the ocean bedrock.
Now if it's a Pacific Ocean impact, which we think it will be, it will create a tidal wave about three miles high, flash boil millions of gallons of sea water.
It will hit the West Coast and wash up in Denver.
Japan is gone, Australia is wiped out.
Half of the Earth's population will be incinerated by the heat blast, the rest will freeze to death in a nuclear winter.
Basically the worst parts of the Bible”



Comentarios

Entradas populares