Four Weddings And A Funeral

“He's quite engaging.
She's otherwise engaged”

Al contrario de lo que alguno pudiera pensar, el tener pareja resulta positivo, de hecho, según un reciente estudio realizado por investigadores de las universidades de Chicago y Northwestern, el tener pareja estable, o estar casado, actúa como bálsamo frente al estrés, o al menos, ayuda a reducir los niveles de cortisol cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles.
Según diversas opiniones, la institución tradicional del matrimonio monógamo se enfrenta a un creciente deterioro.
En varias encuestas, muestran que el 75% de los casados, según esta institución experimenta algún tipo de sufrimiento, lo cual puede relacionarse en parte, con que más de la mitad de los matrimonios, terminen en divorcio o separación, y su lapso de duración promedio, a escala mundial, sea inferior a 4 años.
Por estas separaciones, las personas experimentan el continuo tránsito de una relación a otra, perfilando lo que se llama “monogamia seriada”
Los consecuentes divorcios o separaciones, van perfilando una sociedad que vive, y busca, relaciones monógamas pero, mientras llega la siguiente, o en su caso la primera, las personas se enfrentan a vivir sin pareja.
Sin embargo, cabe señalar que la separación de la pareja es un fenómeno que existe por igual en otro tipo de relaciones.
Las dificultades del divorcio y las separaciones, han llevado a una menor voluntad de compromiso; a que algunas personas tengan una franca postura de rechazo a cualquier unión legalizada, y prefieran la unión libre, pero, incluso, acordando control natal obligatorio, y manteniendo bienes y viviendas separadas.
Se observan acuerdos temporales, renovables, e incluso corporativos.
Otra dificultad que experimenta la monogamia es la infidelidad, o el engaño, pues las relaciones sexuales y románticas fuera de la pareja estable, superan en muchos estudios, a más del 50%, en proporciones ligeramente superior entre hombres y mujeres.
En este sentido, Freud afirmaba:
“Todos somos polígamos reprimidos”
La noción de exclusividad en la monogamia, lleva a tener que elegir sólo a una persona, y a excluir a todos los posibles candidatos.
Pero cuando el vínculo está formado, puede llegar a excluir al otro miembro de la pareja, por la elección de otra nueva, llevando a rupturas, en lo que se ha descrito como “monogamia seriada”
Así, algunas veces, buenos candidatos y parejas son abandonados por la elección excluyente, que pretende encontrar alguien más atractivo o conveniente.
Pero a su vez, la pareja se excluye de otras parejas; así las parejas, los miembros y candidatos excluidos, y con ello también sus hijos, muestran una sociedad muy fragmentada.
Los defensores de la monogamia, sostienen que es una forma que permite mayor sanidad sexual, en referencia a las infecciones de transmisión sexual.
Personalmente, no sé hasta qué punto, estos resultados “casan” con la realidad, para empezar, porque el estudio se ha realizado con estudiantes, con lo cual son parejas que en su mayoría no llevan más de 10 años de relación, ni tienen niños.
Todos tenemos conocidos, amigos, o familiares, que con el paso de los años, vemos como sus relaciones se hacen más conflictivas, en el peor de los casos, dan lugar a separaciones, en otros, simplemente se convierten en parejas que, para bien o para mal, les gusta discutir, etc.
Así como el hecho de tener hipotecas, hijos, y otros problemas derivados, sin duda también pueden contribuir a generar estrés, situaciones que por ejemplo la mayoría de los solteros no viven.
Por otro lado, también habría que tener en cuenta, el prototipo de persona que antepone sus ambiciones profesionales a las personales, y que por ello, decide mantenerse soltero, o sin compromisos.
“Five good reasons to stay single”
Four Weddings And A Funeral es una película británica del género comedia, dirigida por Mike Newell en el año 1994.
Protagonizada por Hugh Grant, Andie Macdowell, Kristin Scott Thomas, Simon Callow, James Fleet, John Hannah, Charlotte Coleman, David Bower, Corin Redgrave, Rowan Atkinson, Hannah Taylor Gordon, entre otros.
El guión lo firma Richard Curtis.
Four Weddings And A Funeral obtuvo 2 nominaciones al Oscar como mejor película y mejor guión.
La comedia romántica ha sido monopolio casi exclusivo del cine americano, pero de pronto, desde la lejana Britania, nos llega un soplo de aire fresco y puro, en forma de una elegante e innovadora creación de dicho género, una cinta que cuenta, como casi toda obra inglesa, con una corrosiva acidez, y que con base en ella, intenta dibujarnos lo que es la institución del matrimonio, y las relaciones de pareja en el contexto de un delirante, heterogéneo, y entrañable grupo de personajes que inundan la pantalla de sentimientos y emociones.
Bodas y funerales, casi nadie quiere ser parte de estos últimos como principal atracción, y muchos le huyen también a los primeros.
La trama, un tanto esquemática, sigue a un grupo de jóvenes de la alta sociedad inglesa, en las nupcias y el óbito referidos en el título, decantándose hacia la comedia romántica, con un tono agradable y simpático.
Four Weddings And A Funeral, más allá de los temas comunes en esta clase de género, también habla sobre la infidelidad, las relaciones de pareja, y el saber distinguir entre una simple aventura, y el auténtico amor, ese que no viene dado de la noche a la mañana, sino que se afianza con el tiempo, y se construye con el día a día.
Original y sencilla, aparentemente superficial, y profundamente reflexiva.
Four Weddings And A Funeral sigue las aventuras de un grupo de amigos, a través de los ojos de Charles (Hugh Grant), un elegante inglés, que está enamorado de Carrie, una atractiva estadounidense (Andie MacDowell), con quien Charles se reúne varias veces, entre bodas, y en un funeral.
Charles y su grupo de amigos, todos ellos solteros y sin compromiso, han llegado a una edad, en la que sus conocidos han decidido ir contrayendo matrimonio.
En una de las ceremonias, a la que todos han sido invitados, Charles conoce a Carrie, una joven americana de la que se enamora inmediatamente, pero tras pasar la noche juntos, la pareja no vuelve a verse.
Tendrán que esperar a la siguiente boda, en la que Carrie le presenta a su prometido.
La primera boda es la de Angus (Timothy Walker) y Laura (Sara Crowe), en la que Charles es el padrino.
Charles, y su grupo de amigos solteros, se preguntan si alguna vez se van a casar.
Charles en su discurso, nos da la clave de su vida:
“Tiene respeto hacia los que hacen un compromiso que yo no sería capaz”
La falta de decisión, el miedo a un compromiso de vida, es lo que frena a Charles.
La segunda boda es la de Bernard (David Haig) y Lydia (Sophie Thompson), una pareja que se conoció en la boda anterior.
Aquí, Rowan Atkinson hace su aparición, esta vez como un sacerdote de pleno derecho, pero sufre muchas equivocaciones, al llevar a cabo la ceremonia de su primera boda, a través de su conexión como un amigo de la familia.
Así, volvemos a saber algo más de Charles, cuando en el transcurso de esta otra boda, se encuentra rodeado de todas sus “ex” en la misma mesa del banquete.
En ese contexto, Charles tiene que escuchar lo que le dicen, o es un poco dejado para casarse o no ha encontrado la chica adecuada.
Unos meses más tarde, Charles recibe una invitación a la boda de Carrie con Sir Hamish Banks (Corin Redgrave), un político rico, en Escocia.
En la recepción, Gareth (Simon Callow), instruye a sus amigos para buscarse posibles parejas.
El hermano de Fiona (Kristin Scott-Thomas), Tom (James Fleet), tropieza a través de un intento de conectar con la esposa del ministro, mientras que la compañera de piso de Charles, Scarlett (Charlotte Coleman), entabla una conversación con un hombre alto, atractivo estadounidense llamado Chester.
Mientras Charles ve la danza de Carrie y Hamish, como marido y mujer, Fiona deduce sus sentimientos acerca de Carrie.
Cuando Charles le pregunta a Fiona, si ya tiene algún pretendiente, ella le confiesa que ella siempre lo ha amado desde que se conocieron años atrás.
Charles se sorprende, pero no retribuye su amor.
En la boda, Gareth muere repentinamente de un ataque al corazón, mientras su novio Matthew (John Hannah) está en otra parte de la sala, para brindar por los novios.
El funeral es el de Gareth.
Después del funeral, Charles y Tom tienen una conversación sobre si la esperanza para encontrar su “verdadero amor” es un esfuerzo inútil, y reflexionar que, si bien siempre se han considerado tan orgullosos de ser solteros, también dicen que Gareth y Matthew, habían parecido en realidad una pareja casada todo el tiempo.
En definitiva, Charles y sus amigos, llegan a pensar que nunca se casarán porque “esperar el amor de tu vida no lleva a ninguna parte”
Por ello, con cierto “realismo y pragmatismo”, Charles ha preparado finalmente su boda, resignado a casarse con Henrietta “Duckface” (Anna Cancellor)
No es el amor de su vida, pero no hay otra alternativa.
La cuarta boda tiene lugar 10 meses después, y es la de Charles, que ha decidido casarse con Henrietta.
Sin embargo, antes de empezar la ceremonia, se encuentra con Carrie, la chica de la que verdaderamente estuvo enamorado, pero que se casó con otro.
Ella le comenta que se ha divorciado, y Charles se sumerge en un mar de indecisiones.
El sacerdote de la boda, nos recuerda las disposiciones con las que uno tiene que acercarse al matrimonio.
El contraste que surge con la indecisión de Charles es más que evidente.
El vicario le pregunta a Charles, si ama a otra persona, y responde Charles que sí.
Henrietta golpea a Charles, y la boda se detiene bruscamente.
Por último, Carrie visita a Charles, quien se recupera de la debacle, para comprobar que está bien, y le pide disculpas por haber asistido a su boda.
Charles confiesa que, mientras estaba de pie en el altar, se dio cuenta de que por primera vez en su vida total y absolutamente, amó a una persona, y no era la persona que estaba a su lado con el velo.
Charles le hace una propuesta de compromiso de por vida sin matrimonio a Carrie, diciendo:
“¿Crees tú, que aunque no estemos casados, quieras pasar el resto de tu vida conmigo?”
Carrie responde diciendo:
“Acepto”
La canción “Going To The Chapel” se escucha antes de los créditos finales, cuando se ve a Henrietta casarse con un miembro de la guardia; Scarlett se casa con Chester; David se casa con su novia; Tom se casa con su prima lejana Deirdre, a quien conoció en la boda de Charles, y de inmediato se enamoró de ella; Matthew con su nueva pareja (Duncan Kenworthy,) Fiona se casa con el príncipe Carlos, en broma; y Charles y Carrie se ven con su hijo, sin haberse casado.
“Gareth used to prefer funerals to weddings.
He said it was easier to get enthusiastic about a ceremony one had an outside chance of eventually being involved in”
Four Weddings And A Funeral da la apariencia de ser una comedia romántica, que camufla una honda reflexión acerca de la vida, el miedo a la soledad del ser humano, y al tiempo que pasa volando, el auténtico afecto sobre la amistad verdadera, una ácida visión sobre la institución matrimonial, y los cánones establecidos hacia la convivencia y, una soterrada crítica hacia el modo de vida de la clase pudiente.
Pero:
¿Qué resulta verdaderamente conmovedor en Four Weddings And A Funeral?
El amor, el paso del tiempo, la amistad, la pérdida de los que se van.
Todo se articula con diferentes gags del oficio, y se construye una especie de secuencia ceremonial, en el que el personaje de Hugh Grant, valora su vida y no aceptará el hecho de caer, por así decirlo, en una especie de rutina sentimental, por lo que al final, decidirá coger al toro por los cuernos.
El reparto está conformado por talentosos actores, los cuales, con el transcurrir de los años, han ido ascendiendo en sus carreras, y se han transformando en reconocibles estrellas.
El elenco es carismático, muy variado y encantador.
No soy un ferviente admirador del “galán” Hugh Grant, pero debo admitir que el actor inglés, cuenta con una personalidad muy particular, su presencia se ajusta especialmente para la clase de protagonistas de esta clase de películas.
Respecto a los demás personajes, todos tienen su momento, y cada uno de ellos ofrece una visión única y particular de las cosas, enriqueciendo Four Weddings And A Funeral, y ofreciendo un momento inolvidable en el funeral, en donde se nos revela un profundo amor, más allá de lo que parecía ser una preciosa amistad, y en donde la reflexión alcanza los puntos más altos, respecto al auténtico cariño, dado por una vida en común.
Principalmente, Hugh Grant hace un papel convincente, que contagia simpatía, y nos adentra en el mundo del soltero, que parecería que no encontrará nunca la mujer de su vida, y las oportunidades que se le presentan se diluyen sin más.
Una interpretación creíble y a la altura de las circunstancias.
Pero que sinceramente, Hugh Grant hizo de Hugh Grant, lleno de sus tics y muecas tan características que en Four Weddings And A Funeral hicieron su primera, de muchas molestas, apariciones.
Curiosamente, su personaje es 100% británico, en donde se nota que aborrece el matrimonio por temor al fracaso, o bien, porque cree que el matrimonio es para toda la vida, y que le cambiará la manera de ver su futuro, sometido a otra persona. 
Como británico, el matrimonio es muy serio, único, e importante; o soterrada hipocresía.
Por otra parte, tenemos a Andie MacDowell, quien demuestra ser una persona libertina, que vive su vida intensamente, desde lo pasional y frenético de sus relaciones.
Nada especial que resaltar en esta actuación, sólo que el carisma de la actriz le juega a favor, y por ello posee buena química y forman una interesante pareja de protagónicos.
Sin embargo, su personaje es 100% norteamericano, con eso de los apareamientos con casamientos a todo dar, en donde la firma matrimonial, es un lavar de sábanas sin remordimientos de ningún tipo.
Como curiosidad, el actor que interpreta al hermano de Charles, David Bower, es sordo en la vida real, por lo que Hugh Grant tuvo que aprender el lenguaje de los signos para sus escenas con el actor.
El poema que Matthew se lee en el funeral, es el de “Funeral Blues” escrito por Wystan Hugh Auden.
El momento, el funeral, es curioso, ya que el momento más emotivo de Four Weddings And A Funeral no lo proporcione la pareja protagonista, sino la pareja secundaria homosexual.
Lo mejor fue darles protagonismo a esos excéntricos amigos de Charles, ellos son los que hacen que Four Weddings And A Funeral no pierda interés.
Hay 2 detalles que merecen la pena señalar.
En primer lugar, la lista de novios con los que Carrie se ha acostado:
Una treintena.
Desde luego es un elemento que “sobra” y que le podría hacer pensar a Charles, que tarde o temprano, él dejará paso a otros que irán agrandando la lista.
El otro elemento es más positivo; es el de la chica que aprende el lenguaje de sordos para conquistar al hermano de Charles.
Un ejemplo de constancia y perseverancia, superando las dificultades más grandes.
Sin embargo me pregunto:
¿Qué hacen cuando no tienen boda, o funeral?
Por otra parte, voy a hacer muy “sucio” en lo siguiente:
Hugh está enamorado de Andie, pero al final, éste se va a casar con “Duckface”
Ella, Andie, está enamorada de él, pero se casó con un hombre que le triplica la edad.
¿Por qué?
Por dinero evidentemente, se supone.
Pero entonces, ella se divorcia, y va a ver a Hugh el día que se casa…
Será puta, putísima. 
¿No ha tenido tiempo antes de quedar con él un día?
Si no le quieres joder, y joder a todos los invitados inclusive, y toda la boda completa, diciéndole que está libre como un taxi, justo cuando va a casarse con la otra, espera por lo menos a otro momento, me pareció totalmente incorrecto.
Claro, Hugh deja a “Duckface” plantada en la iglesia, porque prefiere mil veces a Andie.
Andie es así de egoísta y de jodida, y de cabrona, y no piensa más que en su interés, la muy egoísta.
Curiosamente, Kristin Scott-Thomas es el único eslabón con la vida real.
No consigue a Hugh, de quien estaba enamorada, y evidentemente, no consigue a Charles Of England tampoco.
“Ladies and gentlemen, I'm sorry to drag you from your delicious desserts.
There are just one or two little things I feel I should say, as best man.
This is only the second time I've been a best man.
I hope I did OK that time.
The couple in question are at least still talking to me.
Unfortunately, they're not actually talking to each other.
The divorce came through a couple of months ago.
But I'm assured it had absolutely nothing to do with me”
¿Qué nos aporta Four Weddings And A Funeral como reflexión?
Es evidente lo que podemos entresacar para la vocación al matrimonio.
Pero conviene saber que algunos han visto en Four Weddings And A Funeral elementos para desacreditar la institución matrimonial en su raíz:
Las parejas no son nada estables, y los protagonistas no ven necesario el hecho de casarse.
Sin embargo, no es del todo cierto.
Apreciamos que los solteros son presentados como seres desgraciados, gente a los que les falta algo, y que quieren conseguirlo profundamente.
Tenemos, por supuesto, un claro mensaje, acerca del pavor al compromiso, y como dicho temor, nos puede llevar a perder aquello que puede hacernos verdaderamente felices.
Al mismo tiempo, se nos muestra la tristeza de la perdida en diferentes variantes, ya sea sentimental, o por fallecimiento.
La soltería, al igual que el matrimonio, tiene sus ventajas e inconvenientes.
No hay un estado ideal, todo tiene 2 caras.
Si ya llegaste a los 30 años, o un poco más, no te preocupes si está soltero, o si ya te casaste, ya que los 2 estados civiles tienen sus ventajas, aquí te presento varias razones para seguir soltero, o casado, según sea tú caso:
Razones para estar Soltero:
1- Puedes alcanzar el éxito en el trabajo, ya que le puedes dedicar más tiempo, sin tener compromiso de llegar temprano al hogar.
2- Administras tú solo el dinero, no dependes de nadie, puedes viajar, salir donde quieras, sin tener que pedir permiso, o consultarlo con alguien.
3- Mejor figura, ya que las personas casadas dejan de cuidarse a sí mismas, y por lo general engordan.
4- Cuentas con todo el espacio libre en tu casa para hacer lo que más te gusta, sin que te pongan restricciones.
5- Comer a la hora que quieras, y lo que te gusta.
6- Se gasta menos dinero, un casado necesita dinero para decorar la casa, regalos, etc.
7- Estar más tiempo con tus amigos y familiares, entre otras justificaciones.
Razones para estar Casado:
1- El matrimonio ayuda a tener una vida más larga, ya que según varios estudios, las personas felizmente casadas viven más.
2- Compartir los gastos del hogar.
3- El estar casado, generalmente, te incentiva a tener un auto, y casa, te ayuda a superarte, o al menos, te obliga a hacerlo.
4- Se evita llegar solo a la vejez.
5- Tienes más, y mejor sexo... Depende de tu compañero y la religión que profeses.
6- Las personas casadas son más felices, siempre y cuando, ambos estén felices con la unión.
7- El matrimonio te ayuda, o te obliga a madurar, te obliga o te hace crecer, y ser una mejor persona.
Pero, según van pasando los años, y no llega la persona idónea, la gente empieza a decirte muchas cosas, maldita gente:
De frente:
“Lo que te pasa es que tienes el estándar muy alto”
De espaldas:
“Es gay”
Y puede ser que así sea, porque muchas veces tenemos miedo al compromiso, a equivocarnos, y por eso siempre encontramos algún “pero” en la otra persona, y no será ideal para nosotros.
Nunca estamos seguros, si es la persona indicada.
Pero por otro lado, creo que dependiendo de tu proyecto de vida, hay personas que por muy “bellas” que sean, no encajan contigo, y en eso del matrimonio, hay que “casar”, unir, ajustar, encajar, y más cuando es para toda la vida.
También, puede darse el caso, que por miedo a quedarse soltero, se pague un precio muy alto, entrando en una relación difícil que no “casa”, y que les complique la existencia.
En estos casos, algunos sobreviven como pueden, y otros cansados de luchar, terminan en divorcio.
Lo importante es descubrir cuáles son nuestros miedos, y desmontarlos con razonamientos coherentes.
Explorar nuestras inseguridades.
Valorarnos a nosotros mismos, y ver si los defectos de la otra persona, se compensan con tus virtudes, especialmente, saber si vas a poder convivir con ellos.
Entre los 20 y 30 años de edad, nos invitan a cientos de bodas.
En ocasiones, llegamos a asistir a 1 o 2 por mes, esto hace a uno realmente feliz, ya que estos eventos están llenos de alegría y glamur.
El gasto más importante lo hacen los novios, y uno tiene la oportunidad de lucir sus mejores galas, comer a gusto, beber gratis, y bailar sin perjuicio de que te acusen de loco.
Cuando se acaban los solteros contemporáneos, se terminaron aquellas fiestas de boda.
Después de los 40 años, esa misma gente, con las que antes solíamos encontrarnos en aquellas bodas, ahora las encontramos en los funerales de los padres, o abuelos de nuestros amigos en común.
Primero las bodas, luego los funerales, el ciclo de la vida.
Siempre he odiado las bodas.
Todas las viejas tienen que darme una palmada y decirme:
“Tú eres el siguiente”
Dejaron de hacerlo cuando empecé a decirles lo mismo en los funerales.

“A toast before we go into battle.
True love.
In whatever shape or form it may come.
May we all in our dotage be proud to say:
I was adored once too”



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