Fear and Desire

“There is war in this forest.
Not a war that has been fought, or one that will be, but any war.
And the enemies who struggle here do not exist, unless we call them into being.
This forest, then, and all that happens now is outside history.
Only the unchanging shapes of fear, and doubt, and death, are from our world.
These soldiers that you see keep our language and our time, but have no other country but the mind”

No todos los genios, se estrenan con una obra maestra.
John Huston, con “The Maltese Falcon” (1941), Roman Polanski con “Nóż w wodzie” o “Knife In The Water” (1962), o Quentin Tarantino con “Reservoir Dogs” (1992) son más bien, excepciones, pues es más probable que la primera experiencia, simplemente apunte maneras, como les sucedió a John Ford o Alfred Hitchcock, todavía en el cine mudo, o a Billy Wilder con “The Major and The Minor”  (1942)
Pero con otros pueda parecer un fallido ejercicio de cineasta aficionado.
“Una rareza completamente inepta, aburrida, y pretenciosa”, esa fue la descripción que Stanley Kubrick dedicó a su bautismo cinematográfico con Fear and Desire.
Con base en sus experiencias en la creación de cortometrajes, Kubrick sentía que estaba listo para hacer una película narrativa; y renunció a su trabajo a tiempo completo con “Look” y se estableció para crear Fear and Desire.
Kubrick dirigió esta película a los 23 años, con $13,000 que le prestó su familia, y un guión escrito por un amigo, Howard Sackler.
Para entonces, acababa de estallar La Guerra de Corea, y el director primerizo, quería rodar una historia bélica, inspirada en aquellas películas de La Segunda Guerra Mundial, en las que un grupo de soldados, se encuentran atrapados tras las líneas enemigas, sin posibilidad de recibir ningún tipo de ayuda.
Su tío, Martin Perveler, era el dueño de una cadena de farmacias, y también financió la aventura de su sobrino, incluso, le propuso convertirse en su inversor durante su posible carrera en el cine, a cambio de una parte de sus futuras ganancias.
Para el equipo técnico, Kubrick recurrió a la ayuda de unos amigos, y a su esposa Toba Metz, fue escritora.
El matrimonio no funcionaba bien, por entonces, y el trabajo en Fear and Desire acabó por romperlo.
El presupuesto fue escaso, financiada con ayuda familiar, Kubrick se encargó de dirigir, guionizar, montar, del sonido, y hacer la fotografía, filmó con una cámara Mitchell, alquilada por $25 al día, el resto del exiguo equipo, lo formaban un amigo, Steve Hahn, quien se ocupó durante sus vacaciones de la electricidad, otro colega, Bob Dierks, que ayudaba a montar el equipo a guardarlo, así como 3 peones mexicanos, rodando en las montañas de San Gabriel, al norte de Los Angeles, y en un rio en Bakersfield, en la costa.
Toba Kubrick, la primera esposa de Kubrick, dirige el diálogo, trabajar con Stanley no debe ser fácil, pues esta colaboración, derivó en el divorcio, además Fear and Desire se rodó sin audio, el sonido se añadió en la post-producción, subiendo el coste, teniendo Kubrick que pedir más dinero prestado.
Las dificultades en la sonorización y el doblaje, hicieron que el presupuesto se disparase hasta los $53,000.
En junio de 1952, Kubrick terminó el montaje, y alquiló un cine para mostrarla al crítico Mark van Doren, que calificó a Fear and Desire como “brillante e inolvidable” y auguraba un futuro prometedor para su director.
Sin embargo, otras críticas no fueron tan halagüeñas, y Kubrick tuvo que sufrir cómo muchos espectadores se reían de la actuación de Paul Mazursky, que interpreta a un soldado que acaba perdiendo la razón, un antecedente del “recluta patoso” de “Full Metal Jacket” (1987)
Debido a las limitaciones presupuestarias, Kubrick improvisó en el uso de su equipo.
Para crear la niebla, por ejemplo, Kubrick usó un pulverizador de cultivos, pero el reparto y el equipo, estuvo a punto de asfixia, debido a que la maquinaria seguía conteniendo el insecticida utilizado para su trabajo agrícola.
Para los “travellings”, Paul Mazursky recordó que Kubrick se acercó con un nuevo sustituto:
“No había ninguna pista de carro, sólo un cochecito de bebé para mover la cámara”, dijo a un entrevistador.
Y es que Kubrick se encontró con varios problemas durante el proceso de post-producción.
Filmó la película sin sonido, con planes de añadir la pista diálogo posteriormente, junto con la banda sonora, y efectos de sonido.
Sin embargo, esto eleva el coste del acabado; y Kubrick tomó una segunda dirección de unidad, para filmar una película para televisión, sobre la vida de Abraham Lincoln, con el fin de obtener fondos para terminar la banda sonora de Fear and Desire.
Total, Fear and Desire se estrenó, finalmente, el 31 de marzo de 1953, en New York, y a pesar de las buenas críticas, tuvo muy poca taquilla, y Kubrick se distanció de ella poco a poco, hasta el punto de llegar a despreciarla.
Fear and Desire fue escogida para su presentación en salas de EEUU, por Joseph Burstyn, un distribuidor especializado en la presentación de los títulos europeos de arte y ensayo.
En una revisión sin acreditar, tras el estreno en New York, The New York Times señaló:
“Si, Fear and Desire es desigual, y a veces se revela experimental, con un exterior pulido, su efecto global es enteramente digno del esfuerzo sincero puesto en él”
Kubrick recibió elogios por Fear and Desire del crítico de cine, y guionista, James Agee, quien al parecer, llevó a Kubrick a tomar una copa, y le dijo:
“Hay muchas cosas buenas... para llamar a Fear and Desire arte”
El profesor de La Universidad de Columbia, Mark Van Doren, envió a Kubrick una carta que decía:
“El incidente de la niña atada al árbol, hará historia en el cine; vale la pena verla, para aquellos que quieran descubrir el gran talento, en el momento que parece”
Sin embargo, Kubrick la definió como “un trabajo de aprendiz, un esfuerzo torpe y pretencioso”, e hizo todo lo posible por destruir todas las copias, supervisando personalmente, la destrucción de los negativos.
Fear and Desire no fue un éxito de taquilla, y Kubrick tuvo que aceptar un trabajo a sueldo, dirigir la promoción de corto “The Seafarers” (1953), en nombre de la Unión Internacional de Marineros, con el fin de recaudar fondos para su próxima obra, “Killer's Kiss” (1954), coescrita por Kubrick y Howard Sackler, y protagonizada por Frank Silvera, uno de los actores Fear and Desire.
En los siguientes años de su lanzamiento, Fear and Desire parecían haber desaparecido.
El distribuidor Joseph Burstyn murió en noviembre de 1953, en un vuelo transatlántico, y su compañía se salió del negocio.
Pero no contaba con que la compañía Kodak, hacía siempre una copia de seguridad, para guardarla en sus archivos, y fue cuando, en 1994, empezaron a aparecer copias.
No obstante, Kubrick se mantenía diciendo que era “una rareza, completamente inepta, aburrida, y pretenciosa.
Con ella, lo único que aprendí, es que el dolor es un buen maestro”
Una de esas copias de Fear and Desire, fue encontrada, a finales de 1980, en Puerto Rico, y adquirida años después, por La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, que comenzó a restaurarla, permitiéndonos completar la filmografía del maestro.
Fear and Desire tuvo su primera proyección retrospectiva, en El Festival de Cine de Telluride 1993.
En enero de 1994, El Foro de Cine, un teatro de arte sin fines de lucro en el bajo Manhattan, anunció planes para mostrar Fear and Desire, en un programa doble con “Killer’s Kiss” (1954)
Aunque los derechos de autor de Fear and Desire desaparecieron, y la propiedad estaba en el dominio público, permitió que se mostrara sin temor a acciones legales.
Kubrick trató de disuadir a la audiencia.
A través de Warner Brothers, Kubrick hizo una declaración que minimizó gravemente el valor de Fear and Desire, y él llamó “un ejercicio de cine torpe aficionado”
Hasta la fecha, ha habido muy pocas proyecciones públicas de Fear and Desire; de la cinta, sólo está disponible comercialmente la que pertenece al George Eastman House, en Rochester, New York.
Entre las presentaciones raras, está una proyección de 1993, en La Biblioteca del Congreso en Washington DC; una revisión de 2003, en el Two Boots Den de Cin, en la ciudad de New York; y una presentación agosto de 2008, en El Centro Wexner para las Artes en Columbus, Ohio.
Además, algunos clips de Fear and Desire, se pueden ver en el documental Stanley Kubrick: “A Life In Pictures” del 2001.
El 14 de diciembre de 2011, Turner Classic Movies emitió la copia restaurada por George Eastman House.
Kino Vídeo, anunció un DVD y Blu-ray de Fear and Desire a principios de 2012; y fue lanzado el 23 de octubre de 2012.
Así pues, durante años, los aficionados al cine, han buscado por las catacumbas de internet, la primera película de Kubrick, infructuosamente; hasta el punto de formarse una aureola mítica a su alrededor.
Sobre todo, sabiendo que el director, famoso por su afán de perfeccionismo que sólo le permitió rodar 13 películas en 50 años de carrera, había intentado destruir todas las copias.
Ahora, 60 años después de su estreno en los cines, nos llega Fear and Desire, una película bélica, que ha sido restaurada para el goce de todo cinéfilo que se aprecie.
“It's better to roll up your life into one night and one man and one gun”
Fear and Desire es la opera prima de Stanley Kubrick, de corte bélico, rodada en 1953.
Protagonizada por Frank Silvera, Kenneth Harp, Paul Mazursky, Steve Coit, Virginia Leith, David Allen, entre otros.
El guión fue escrito por Howard Sackler, un compañero de clase de Kubrick, en el William Howard Taft High School en el Bronx, New York.
Como dato, Sackler más tarde, ganó El Premio Pulitzer por su drama de 1968 “The Great White Hope”
Fear and Desire primero iba a llamarse “La Trampa”, luego “La Forma del Miedo” hasta que, finalmente, el distribuidor, Joseph Burstyn, sugirió que para estrenarla en la primavera de 1953, el título más atractivo sería Fear and Desire; la cual fue realizada, casi por completo, por Stanley Kubrick, que realizó los trabajos de rodaje, guion, edición, y producción, entre otros.
Igualmente Fear and Desire fue el debut de Paul Mazursky en los guiones; asimismo, el resto del reparto, también eran en su mayoría principiantes.
El limitado presupuesto, fue puesto en su mayoría por el tío de Kubrick, un adinerado farmacéutico.
A pesar de los pocos medios con los que se contó en el rodaje, y de la notable inexperiencia de la mayoría de los participantes, Fear and Desire consiguió buenas críticas en los círculos cinematográficos de la ciudad de New York.
Sin ser considerada una obra maestra, muchos críticos vieron en ella, el futuro potencial del autor.
Pero Fear and Desire fue repudiada por Kubrick, que la consideró la obra de un aficionado, y por la cual, no se sentía en absoluto orgulloso.
Esta es la razón por la cual, trató de comprar todas las copias existentes de la misma, para destruirlas.
Actualmente, solo existen 2 copias en El Museo de Fotografía George Eastman House, en New York, y un negativo original, encontrado en un antiguo laboratorio cinematográfico de Puerto Rico.
Fear and Desire es un filme alegórico, con numerosas citas a William Shakespeare, que ayuda a redescubrir el talento de uno de los grandes cineastas de la historia.
La obra se abre con un narrador fuera de la pantalla en la voz del actor David Allen; que le dice a la audiencia:
“Hay una guerra en este bosque.
No es una guerra que se haya librado, ni una que se vaya a librar, sino una guerra.
Y los enemigos que luchan aquí, no existen, a menos que los llamemos a la existencia.
Este bosque entonces, y todo lo que sucede ahora, está fuera de la historia.
Sólo las formas inmutables del miedo y la duda, y la muerte, son de nuestro mundo.
Estos soldados que se ven, mantienen nuestra lengua y nuestro tiempo, pero no tienen otro país, sino en la mente”
Durante una guerra ficticia, en un país no identificado, 4 soldados:
El Teniente Corby (Kenneth Harp), El Sargento Mac (Frank Silvera), y los soldados Sidney (Paul Mazursky), y Fletcher (Steve Coit), se encuentran tras las líneas enemigas, después de estrellarse el avión en el que viajaban, y deciden construir una balsa, y navegar por un río cercano, las 6 millas que les separa de su territorio.
Por el camino, encuentran a una joven (Virginia Leith) que despertará en ellos, sus más bajos deseos.
La presencia cercana de un General enemigo, interpretado por el propio Kenneth Harp teñido de rubio, con su ayudante, también interpretado por Stephen Coit, no hará más que empeorar las cosas; pues alguien del grupo, está decidido a matarlos a toda costa.
Los 2 soldados restantes, se infiltran con éxito la base.
Localizan, y matan al General y uno de sus ayudantes, sólo para descubrir, que los muertos eran exactamente como ellos mismos.
En un tono marcadamente poético, y pudiendo leer los pensamientos, Kubrick nos habla de los deseos reprimidos, de los sueños, y las esperanzas.
Nos recrea las frustraciones, las salidas desesperadas, y los presentimientos fatales, a punto de avenirse.
Nos habla del deseo de ser alguien, pero también de la locura inducida por el miedo, y los sentimientos de culpa.
Un gran acierto, hacer que un mismo actor, Kenneth Harp, represente al Teniente Corby, a cargo de los soldados americanos, y al General que dirige a los enemigos.
Kubrick los muestra humanos y semejantes, sensibles y reflexivos, y da clara prueba, de que los actos de la guerra, no se asumen siempre siguiendo las reglas.
Fear and Desire supone, el debut del neoyorquino en la ficción, un mediometraje bélico, casi abstracto, con un gran estudio psicológico de los personajes, y que denota lo bien que su hacedor se tenía aprendido el montaje de la escuela soviética.
Y descubrimos una película hecha con 4 duros, pero planificada al detalle, que ya presagia el afán de perfeccionismo de su director, su dominio de la fotografía, recordar que quiso ser fotógrafo antes que director; de los encuadres, de la iluminación, y de las cuestiones técnicas en general.
Y en la que ya encontramos su desprecio hacia las guerras, que luego ampliaría en 2 de sus películas:
“Paths Of Glory” (1957) y “Full Metal Jacket” (1987)
Llama la atención, el tremendo avance de Fear and Desire respecto a sus primeras obras, o cortos documentales, especialmente a nivel formal.
La fotografía a cargo del mismo Kubrick, en un bello blanco y negro, poderosísimo, nada tiene que envidiar a la de películas de importantes directores, con décadas de carrera.
La planificación de Fear and Desire, también comienza a recordar a películas futuras de este director, el uso de primeros planos, con “The Stare” o “la famosa mirada kubrickiana” con lentes no habituales, o con curiosos encuadres, también ese montaje con tintes expresionistas, y el gusto por mostrar la acción, fragmentándola con planos detalle.
En definitiva, el potentísimo lenguaje visual de Kubrick, en mi opinión, la mayor virtud de este director.
“If you have to hate me, please try to like me also”
Fear and Desire es el primer trabajo que hoy en día se puede obtener, del realizador judío, es este mediometraje de una hora aproximada de duración, a la que Kubrick le añadió, posteriormente, los 5 minutos del “flash-back” de la bailarina rusa interpretada por su segunda mujer, Ruth Sobotka, para así conseguir la calificación de largometraje.
Y ya están en Fear and Desire, título explícito y revelador, el carácter conceptual de la empresa, los temas del doble, el tiempo, y la violencia, el gran conflicto entre la razón y el caos, la materialización de ese gran marco que encuadra toda la obra de Kubrick; por ello, revelaba demasiado pronto los secretos, los trayectos privilegiados, y las motivaciones más íntimas; por lo que a consideración de Kubrick, había cometido el error más imperdonable para un gran jugador de ajedrez como él:
“Anunciar con sus movimientos, el propio método de asedio al Rey adversario”
Su estructura, alegórica.
Su concepción, poética.
El drama del hombre perdido en mundo hostil, privado de los fundamentos materiales y espirituales, intentando comprenderse a sí mismo, y a la vida que le rodea.
Su odisea peligra por otra razón más:
La presencia de un enemigo invisible pero mortífero; un enemigo, empero que, bien analizado, resulta salido casi de su mismo molde.
En efecto, la guerra en Fear and Desire es antes un estado mental, una distorsionada, y angustiosa proyección interior, que un campo de batalla, o un juego de estrategias sobre el terreno.
El pelotón de soldados infiltrado entre las líneas enemigas, parece avanzar en círculos, consciente de su propia condición de grupo humano a la deriva, en un territorio desdibujado y hostil, en un espacio indeterminado y sin tiempo, nada sabemos de la localización, la fecha, o el conflicto en el que están inmersos; que Kubrick traza a mitad de camino, entre las veleidades de fotógrafo de rostros, y encuadres psicológicos, y un más que meritorio trabajo de montaje y diseño sonoro, que empasta y densifica la fragmentariedad y las torpezas técnicas del debutante, con un sugerente manto de voces y relatos superpuestos, música incidental de Gerard Fried; en los límites de la atonalidad, y pequeños gestos de cinefilia asimilada, que habrían de verse depurados hasta la perfección obsesiva, en posteriores trabajos.
En cuanto a los actores, lo más curioso es que Kubrick contó con Paul Mazursky, para interpretar a uno de los soldados.
Años después, Mazursky triunfaría en Hollywood como director y guionista, siendo candidato al Oscar en 5 ocasiones.
También contrató a Frank Silvera, un actor jamaiquino, que había intervenido en “Viva Zapata!” (1952), de Elia Kazan.
Él hizo pruebas de casting, hasta que dio con Kenneth Harp y Steve Coit, que interpretaban a los otros soldados, y a Virginia Leith, una modelo guapísima, que interpreta a una campesina.
Lo curioso es que los actores, tan pronto hacen de soldados buenos, como del enemigo, simplemente cambiándose de uniforme.
Esto crea una simetría por la que quiere mostrar, que en los bandos de una guerra, no hay buenos ni malos, solo víctimas.
Y una “voz en off” para que sepamos en todo momento, que es lo que piensa cada personaje, remarcando la inseguridad que el director tenía, sobre transmitir los sentimientos de cada uno, son monólogos interiores, que subrayan reflexiones psicológicas, que sirven como marco para plasmar los sueños, frustraciones, miedos, sentimientos de culpa, y esperanzas de estos soldados.
Kubrick ya era pretencioso en su debut, como no lo iba a serlo después, y es que Fear and Desire está salpicada de diálogos existencialistas, con el único objetivo de mostrarnos, las secuelas tóxicas que nos deja la guerra, como nos deshumaniza, convirtiendo a personas ordinarias, en salvajes, en dementes desequilibrados, para ello, en su afán intelectualista, incrusta citas de William Shakespeare, sobre todo de “The Tempest” (1611), y del poeta metafísico inglés, John Donne.
En resumen, financiada con dinero familiar, y rodada en las montañas de San Gabriel, en Los Angeles, en apenas 3 semanas, Fear and Desire contó con un guión del poeta Howard Sackler, quien supo trasladar a los diálogos, a la narración, sobre ese carácter metafórico, poético, y abstracto, que lo prosaico de las imágenes, no siempre alcanzaba a fraguar.
El avance incierto del pelotón se detiene, empero en 2 secuencias culminantes, cargadas de tensión fílmica, y violencia:
El asedio a la cabaña, donde se encuentran los mandos del ejército enemigo, rodado y montado de manera ejemplar, y con una reveladora metáfora del doble ante el espejo; y el acoso del soldado Sidney, interpretado por un joven Paul Mazursky, a la muchacha interpretada por Virginia Leith, que han hecho prisionera, escena clave para entender el combate de pulsiones, el acceso a la locura, ese viaje sin retorno, que inscribe en plena luz diurna el camino al final de la noche que es, en realidad, toda Fear and Desire.
Si bien es cierto que está rodada como una denuncia punzante al instinto básico de la violencia, que la emparenta con el comienzo de “2001: A Space Odyssey” (1968), con los simios peleando por con unos huesos, aquí, el cuarteto sorprende a un grupo de soldados, mientras cenan, la imagen se centra en los puños golpeando, en los rostros aterrorizados de los atacados, vemos sus manos apretando el guiso, cual último suspiro, en primeros planos aparecen las caras de los depredadores-atacantes, atacar con sus machetes cual salvajes, y por último, sus manos se abren, y sueltan la comida, señal de que sus vidas han expirado, han tomado la cabaña con barbarie, se ponen a comerse el estofado, cual animales, se les sale la comida de la boca, y la cámara se detiene en un primer plano de uno de los muertos, ello en un notable montaje, todo muy atávico, esta violencia deja huellas indelebles en el alma, esto queda apuntado en la otra gran escena:
El cuarteto atrapa a una joven y la retienen, El Teniente sugiere que la violen, pero Mac dice que aún son civilizados, la dejan atada a un árbol, y a Sidney con ella, mientras los 3 van a esconder la balsa.
Sidney esta traumatizado por la brutalidad vivida en la cabaña, y comienza con ella, un juego perverso por poseerla, acabando esto, con un disparo por la espalda de ella, y recitando Sidney, una cita de la shakesperiana “The Tempest” (1611)
También, fue notable el mal carácter de Kubrick durante el proceso de filmación, que ya empezaba despuntar:
En el rodaje, dado que él se encargaba de la iluminación, no quería micrófonos cerca del plano.
Cuando el sonidista, Nathan Boxer, mostró su lógico desacuerdo, fue despedido “ipso facto”
La necesidad de doblar posteriormente todos los diálogos, incrementó el presupuesto en $20,000…
En cualquier caso, las críticas, en su momento, no fueron tan malas, pues en el New York Times le dedicó como título:
“Joven con ideas, y una cámara”
El crítico Mark Van Doren aseguraba, que Fear and Desire era “brillante e inolvidable”, que era “un cuento de hadas, que pertenece a este mundo después de todo”
“Cold stew on a blazing island.
We've just made a perfect definition of war, Mac”
Kubrick, a quien se le apunta tanto talento, cómo a otros genios de la cinematografía, como Griffith, Lang o Welles, a la temprana edad de 26 años, además de haber figurado cómo uno de los fotógrafos estrella de la revista Look, lo cual le ayudó significativamente a la hora de componer visualmente sus films, siempre de una elaborada simetría estética, ya contaba en su haber, con 3 cortometrajes, y 2 largometrajes, que además habían obtenido el beneplácito de la crítica, pero un escaso reconocimiento público.
El continuo devenir de un género a otro, por el que transitó Kubrick:
El cine negro, bélico, ciencia-ficción, péplum, melodrama de época, comedia, thriller psicológico; tenía su constante intrínseca en la descripción de una psicología interna, bien social, bien individual, de lucha contra su circunstancia, la mayoría de las veces, provocada por el propio individuo, cuyos protagonistas acaban siendo víctimas de sus propios hechos, en un significado católico de la existencia vital.
Y concluimos que estamos de acuerdo con Kubrick, en que Fear and Desire no es una gran película, pero si es un estupendo borrador de lo que vendría después.

“It wasn't my fault!
The magician did it.
Honest!”



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