Trainspotting
“Never let your friends tie you to the tracks”
Los años 90, eran el umbral de la eclosión de las nuevas tecnologías, en el seno de la cotidianeidad humana.
Son los comienzos de Internet, y los instantes previos a la proliferación de teléfonos móviles entre la población, así como el principio del declive definitivo de los formatos no-digitales de vídeo y audio.
Las normas sociales, empiezan a transformarse con una cierta libertad caótica, que puede resultar excitante.
Por otro lado, en el cine, estamos acostumbrados a ver los estragos producidos por la drogadicción, las familias rotas, las muertes, la miseria... sin embargo, no estamos acostumbrados a ver el mundo desde este ángulo, de la sensación de satisfacción y bienestar que provoca en las personas, que están envueltas en estas condiciones.
La drogadicción no es otra cosa que un suicidio lento; y el cine vendría a exponer, la dura realidad de los jóvenes de mediados de la década del 90, generación azotada por la confusión que supusieron los cambios que se sucedieron en todos los ámbitos en esa época.
“Choose life.
Choose a job.
Choose a career.
Choose a family.
Choose a fucking big television, Choose washing machines, cars, compact disc players, and electrical tin can openers.
Choose good health, low cholesterol and dental insurance.
Choose fixed-interest mortgage repayments.
Choose a starter home.
Choose your friends.
Choose leisure wear and matching luggage.
Choose a three piece suite on hire purchase in a range of fucking fabrics.
Choose DIY and wondering who the fuck you are on a Sunday morning.
Choose sitting on that couch watching mind-numbing spirit-crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth.
Choose rotting away at the end of it all, pissing your last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked-up brats you have spawned to replace yourself.
Choose your future.
Choose life...
But why would I want to do a thing like that?
I chose not to choose life:
I chose something else.
And the reasons?
There are no reasons.
Who needs reasons when you've got heroin?”
Trainspotting es una película dramática escocesa, del año 1996, dirigida por Danny Boyle.
Protagonizada por Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller, Ewen Bremner, Kelly MacDonald, Kevin McKidd, Peter Mullan, James Cosmo, Eileen Nicholas, Susan Vidler, Pauline Lynch, entre otros.
El guión es de John Hodge, basado en la novela homónima escrita por Irvine Welsh; que salió a la luz en 1992, y pronto se convirtió en un éxito de culto.
Tanto así, que la edición inglesa citaba el siguiente comentario de confianza:
“Merece vender más ejemplares que La Biblia; Rebel Inc.”
“Trainspotting” trata de un grupo de heroinómanos de Edimburgo, que no tienen aspiraciones en su paso por la vida.
Dentro del grupo, hay:
Un psicópata, alcohólico y violento; un joven desesperado; un mujeriego con un conocimiento enciclopédico sobre Sean Connery; y un entusiasta de las caminatas, y de Iggy Pop.
El autor, Irvine Welsh, que aparece como Mikey Forrester, un punk que vive en una habitación con tan solo un colchón; su obra, fue inmediatamente celebrada por los críticos más estrictos, pero leída también por aquellos que raramente se acercan a los libros, hizo que Trainspotting se convirtiera en uno de los acontecimientos literarios, y también extraliterarios, de la última década.
Fue rápidamente adaptada al teatro, y luego llevada a la pantalla grande, por Danny Boyle, uno de los jóvenes prodigio del cine inglés.
Sus protagonistas, son un grupo de jóvenes desesperadamente realistas, ni se les ocurre pensar en el futuro; pues saben que nada, o casi nada va a cambiar, habitantes del otro Edimburgo, el que no aparece en los famosos festivales, capital europea del paraíso de la desocupación, la miseria, y la prostitución, embarcados en una peripecia vital, cuyo combustible es la droga, “el elixir que les da la vida, y se la quita”
Welsh escribe en el áspero, colorido, vigoroso lenguaje de las calles.
Y entre pico y pico, entre borracheras y fútbol, sexo y rock and roll, la negra picaresca, la épica astrosa de los que nacieron en el lado duro de la vida, de los que no tienen otra salida que escapar, o amortiguar el dolor de existir con los primero que caiga en sus manos.
El título “Trainspotting” tiene un doble significado:
Por un lado, hace referencia a un pasaje del libro, en el que Begbie y Renton conocen a un borracho en la estación de trenes.
Begbie y Renton, usan la estación, para hacer sus necesidades; y el borracho les pregunta, intentando hacer un chiste, si están haciendo “trainspotting”
Por otra parte, hace referencia al argot escocés, en donde el término “trainspotting” significa 'buscar una vena para inyectarse droga.
El término anglosajón “trainspotting” se utiliza para referirse a la afición, relativamente popular en el Reino Unido, de observar trenes; este hobby es similar al de “planespotting”, que tiene por objeto, los aviones.
En 1996, El Festival Internacional de Cine de Cannes, acogió el estreno de Trainspotting, convertida inmediatamente en un fenómeno de público, y también de crítica en todo el mundo.
Se trata de un trabajo que surge como combinación de una serie de talentos, en un momento creativo, en estado de gracia.
El director Danny Boyle comentó:
“El libro es más emocionante, divertido, y peligroso, que la vida de un verdadero adicto a la heroína.
El libro transmite vibraciones, que conectan con los motivos de la gente que toma drogas.
Dilapida la sensación de la experimentación, y el riesgo”
Hoy, Trainspotting es considerada, una de las películas de culto de los años 90; y
Boyle ha declarado a los medios, que va a preparar la secuela, que tendrá lugar 10 años después de su original; solamente, está esperando a que los actores originales, envejezcan visiblemente.
“Cuando se cumplió una década de Trainspotting, en 2006, pensé en hacer la segunda parte, pero luego me di cuenta, que los actores no habí¬an cambiado lo suficiente, como para que el espectador notara realmente, que habí¬an pasado los años.
Todos seguí¬an muy guapos y jóvenes, pero ahora, 20 años después, esos cambios ya se notan”, explicó Boyle.
Trainspotting estuvo nominada al Oscar, como mejor guión adaptado.
Y ahí donde la ven, Trainspotting está considerada como, uno de los mejores filmes de la historia, además de haber sido elegido por el British Film Institute, como la 10ª Mejor Película Británica de Todos Los Tiempos.
¿Es la cosa para tanto?
Sin lugar a dudas, Trainspotting es una película impactante:
Hay tragedias, rehabilitaciones fallidas, peleas, pensamientos internos, sexo, y sobre todo, drogas.
Trainspotting nos presenta, el retrato de la generación que vio, y vivió el nacimiento de las dependencias modernas, durante los 70 y 80; y comienza con la narración de Mark “Rent Boy” Renton (Ewan McGregor) cuando él y su amigo Daniel “Spud” Murphy (Ewen Bremner), corren por La Calle de Los Príncipes, siendo perseguidos por unos guardias de seguridad.
Renton declara que, a diferencia de la gente que “escogió una vida” hijos, estabilidad financiera, y posesiones materiales; él eligió vivir como un heroinómano.
El círculo cercano de Renton, de amigos futbolistas, son presentados:
El artista y amoral, Simon “Sick Boy” Williamson (Jonny Lee Miller), el atlético de buen parecido, Tommy MacKenzie (Kevin McKidd), el ingenuo y afable Spud, y el violento sociópata, Francis “Franco” Begbie (Robert Carlyle).
Sick Boy, Spud, y Renton, son totalmente heroinómanos, y pasan todo el tiempo inyectándose heroína ofrecida por su amigo Swanney “Mother Superior” (Peter Mullan)
El monólogo introductorio, es una oda a la sociedad del bienestar en la que vivimos.
Una oda a la vida, desde la “no vida”
Vivimos continuamente, ocupando nuestra existencia con cosas, y exponiéndonos a tensiones provocadas por las mismas.
Sin embargo, el ser humano, por tendencia natural, mantiene su cabeza ocupada, lo necesita, y en el momento que no es así, se frustra.
Sin embargo, lo que nos plantea el monólogo, es el estado de alienación de la persona adicta.
Cuando alguien está bajo esta dependencia, la vida se torna más simple, solo vive por y para su narcótico.
La persona no se pregunta, qué le gustaría hacer mañana, o pasado, o a dónde le gustaría ir de vacaciones, qué le gustaría hacer en un futuro, si quiere tener hijos... eso no importa, solo importa “el caballo”
El drogadicto vive en su burbuja, donde no es consciente de lo que pasa en el mundo, y en su ignorancia, está satisfecho, y desde allí, entona esta oda, viendo la complicación en la que vive la sociedad de hoy en día, teniendo siempre algo entre manos, cambiando, moviéndose...
El final, trata de un trabajo de tráfico de heroína, que puede sacar al grupo amigos, un poco adelante... pero Renton opina, que 16,000 libras, pueden más que la amistad, por decirlo de alguna manera, que tiene con sus amigos, y actúa de una manera no muy ejemplar respecto a ese tema, pero también hay que decir, que sus amigos nunca han actuado de una manera muy ejemplar, por lo que los últimos pensamientos arreglan todo, y te quedas con la frase que dice:
“Ahora voy a ser como ustedes... estoy deseando verlo”
Y la última característica a destacar es, el “Elige la vida...” y a continuación, seguramente entre casi todas las cosas posibles a elegir... “elige la vida”
Como decía el pensamiento final, arregla todo, y si quisiéramos sacar un mensaje de ese pensamiento, podría ser que, todo el mundo puede tener una oportunidad...
Después de la frase en la que nos comenta que será como nosotros, vuelve al “elige la vida” y finalmente dice la frase tan esperanzadora como realista de:
“Ir tirando, mirando para adelante, hasta el día en que la palmes...”
Así pues, Trainspotting refleja el mundo de un grupo de yonquis, en la ciudad de Edimburgo primero, y luego en Londres.
El protagonista, Renton, rechaza la sociedad burguesa tradicional, y es en principio amoral, pero su amarga experiencia con la droga, y las historias paralelas de sus amigos, le hacen evolucionar con lucidez, hasta asumir para salvarse de la autodestrucción, aquellos valores burgueses que antes rechazaba, y al final de la obra, rompe con el grupo.
En cierto modo, esta es la gran metáfora de Trainspotting, su hilo argumental, sigue el camino de la dependencia, y lo que en un principio parece un medio para la diversión, el desenfreno, y el frenesí, termina por convertirse en una mordaza que habla, actúa y, en definitiva, vive por el adicto.
Así, Trainspotting trata de la dependencia, pero no solo a la substancia, sino a todo el contexto en el que se realiza el consumo.
En este sentido, encontramos a amistades, familiares, ocio, y frustraciones, entre otras muchas variables que interaccionan con la adicción.
Trainspotting no pretende juzgar a sus chicos, lo cual es digno de aplauso, sino presentarnos una serie de acontecimientos originados por unos cerebros destrozados, a causa del consumo masivo de estupefacientes.
Punto.
“We took morphine, diamorphine, cyclizine, codeine, temazepam, nitrazepam, phenobarbitone, sodium amytal, dextropropoxyphene, methadone, nalbuphine, pethidine, pentazocine, buprenorphine, dextromoramide, chlormethiazole.
The streets are awash with drugs you can have for unhappiness and pain, and we took them all.
Fuck it, we would have injected vitamin C if only they'd made it illegal”
Danny Boyle, siempre creyó mucho en su estrategia, de filmar películas con un tono de video musical falso.
Acá muestra sus raíces, y redefine el género dramático, para crear uno original.
Esto es algo que se le reconoce al director, con una obra como Trainspotting.
El guión, y la edición, son efectivos en ser diferentes.
La historia que cuenta, es lo de menos, lo que llama la atención, es cómo lo cuenta, ya que esa misma historia contada de otra manera, hubiera carecido totalmente de interés.
Welsh describe en su libro, una Escocia que no aparece en los folletos de viajes, viciada, y mugrienta; Boyle capta el mensaje, y te transmite eso exactamente, un lugar deprimente, poco recomendable, y al que Renton detesta.
Otro tanto es, la minuciosa exposición del día a día de un adicto, con métodos para conseguir la dosis, el síndrome de abstinencia, su relación con el resto del mundo, incluidos amigos, chicas, y familia, del que se sienten alejados, y cuando se paran a observarlo, lo hacen con extrañeza y escepticismo, efectos de una sobredosis, el SIDA... Trainspotting está cargada de tantos temas, que la hacen rica y variada; y contiene personajes que son, automáticamente llamativos.
Son caricaturas en medio de un revuelo social, que ni ellos mismos entienden.
Tampoco hace falta, pero nos cuesta entender, el por qué han llegado a ser seres tan deplorables.
Boyle nunca se interesa en mostrar las razones.
Solo muestra los resultados de lo que ocurre, y lo hace en forma de película, que siempre va a una velocidad agresiva, y en ocasiones, hasta se convierte en un espectáculo burlesco de jóvenes, que no tienen ninguna motivación que no sea el seguir consumiendo.
Lleva a sus personajes, a lo más deplorable de la condición humana, y los condena a pasar el resto de sus vidas, en un infierno de drogas.
No hay salidas positivas para nuestro estimado grupo.
Este pesimismo con el que Boyle termina Trainspotting, es un poema de un alto calibre social, que ciertamente, debe ser reconocido.
En cuanto a otro recurso, encontramos un narrador, que cobra una gran importancia en la historia, dado que es el protagonista, esté aporta información acerca de los personajes, y sobre todo, de la visión del protagonista, respecto a la realidad.
Otro elemento muy importante en la narración, es la heroína, ya que forma parte, tanto del detonante, como del segundo punto de giro de la acción, y condiciona el entorno de la acción, dotando de un aspecto marginal a todo lo que la rodea.
Sin duda, las localizaciones componen otro elemento narrativo fundamental para la ambientación, mostrando escenarios decadentes, característicos de los personajes, junto con escenarios típicos de los jóvenes, como discotecas, bares… es importante destacar, la contraposición entre la decadencia de los ambientes en Edimburgo, y en Londres, para poder apreciar Trainspotting.
La “filosofía de vida” que presenta el personaje principal, Mark Renton, se resume en una simple pregunta:
¿Para qué elegir un modelo de vida?
Renton señala al principio, que seguir a la masa, y llevar una vida normal, es complicado.
El adicto no trabaja, no tiene pareja, no tiene responsabilidades, ni moral, solamente tiene que preocuparse de conseguir algo que vender, para costear su adicción.
No se estresa, no tiene controversias amorosas, y es bastante individual.
Sin embargo, con el paso del tiempo, se da cuenta de que no puede estar sumido en un destino circular, por lo que decide ser útil, ya que si hay algo peor que una vida monótona, aburrida, y predecible, es vivir escapando de ella.
La conciencia de Mark es una chica, la cual confía en el cambio, en el cambio de la música, en el cambio de las drogas.
Teme que Mark tire por la borda su vida.
Por tanto, Trainspotting desentraña la extraña perspectiva de este drogodependiente.
Sobre el reparto:
Renton es un chico antisocial, joven, delgado, poco cuidado, y de ropa ajustada, perteneciente a una familia de renta media, adicto a la heroína, muestra aptitudes ingeniosas, mediante un análisis crítico de la realidad, y de su realidad, llegando a conclusiones importantes, para tomar decisiones a lo largo del transcurso de la acción.
Posee una filosofía propia, que irá cambiando a lo largo del metraje.
Su motivación, a lo largo del mismo varía, de hecho, podrían establecerse 3 motivaciones, una por cada acto, estas motivaciones estarán subordinadas a la cambiante filosofía del personaje.
En la presentación, no tiene ninguna motivación, más que la de obtener la heroína necesaria, para saciar su adicción.
En el nudo, y tras superar su adicción, y perder su motivación, tiene un momento de incertidumbre personal, lo resuelve, poniéndose en marcha, su motivación principal, es el dinero; y en el último acto, su motivación personal es “dar el palo a sus supuestos colegas” como el mismo dice, y así convertirse en una persona de bien.
En esta línea, cabe destacar el romanticismo irónico que destila el discurso de Renton, respecto a su relación con la heroína.
Así, a través de dicho personaje, y sus compañeros, se nos presentan los rituales, creencias, e ideologías del periodo histórico que definió el término “yonki” como se conoce hoy en día.
Así mismo, se nos presenta una sociedad crítica, con el heroinómano que, sin embargo, a su modo socialmente aceptado, es también dependiente a substancias como el alcohol, el tabaco, o las pastillas.
Sick Boy, es un chico joven, rubio, atractivo, mujeriego, verborréico, con múltiples teorías sobre la vida, un conocimiento enciclopédico sobre Sean Connery, es el padre del bebe que muere, hay un momento, en el que Mark dice de él:
“Desde la última vez que le vi, Sick Boy se había rehecho a sí mismo, como chulo de putas y camello”
Francis Begbie, parece mayor que el resto de sus amigos, es bajo, con bigote, y extremadamente violento.
Su relación con los demás, es de aparente miedo hacia él, los demás personajes evitan expresar sus opiniones delante de él, en “cockney” jerga marginal de los británicos, es un auténtico “psycho”
Tommy llega a decir a lo largo del metraje:
“Frankie es un puto psicópata, pero… es un amigo”
Tommy es alto, rubio, fuerte, es el “sano” del grupo, se limita a estar con su novia, y hacer deporte, hasta el momento en el que le deja su novia, por ello, acaba cayendo en la heroína, y muriendo de SIDA a causa de un gato.
Mark lo define así:
“Pero un par de días más tarde, Tommy me dijo la verdad, era uno de sus principales puntos débiles, nunca decía mentiras, nunca tomaba drogas, y nunca engañaba a nadie”
Spud es muy delgado, bajo, y feo, con expresiones de “flipado”
Es el “tontón” del grupo.
Se encuentra en situaciones realmente fuera de la común, entre cómicas y degradantes.
Mark dice de él al final:
“Y Spud, bueno, lo siento por Spud, él nunca le había hecho daño a nadie”
Swanney, “Mother Superior” es otro camello, aún mayor que Franco, las palabras exactas de Mark son:
“Le llamábamos “Mother Superior” por el tiempo que llevaba con el hábito”
La conciencia de Mark, es Diane (Kelly MacDonald), quien señala en una escena, que todo va cambiando, incluidas, la música y las drogas, y que él no puede seguir en ese estado, se percata de que está envejeciendo.
Renton señala, que la gente cree que la drogadicción, es sólo un mundo de miseria y desesperación, pero lo que muchos olvidan, es el placer.
“Diane tenía razón, el mundo está cambiando, la música está cambiando, las drogas están cambiando.
Incluso, los hombres y las mujeres, están cambiando.
Dentro de mil años, ya no habrá chicos ni chicas, sólo idiotas”
Lo que es innegable de Trainspotting, es su cuidado esteticismo.
Sus congelamientos de imagen, sus manierismos, y su ritmo trepidante, acompañados de una banda sonora excepcional, hicieron de ella, un icono casi generacional.
Trainspotting asentó una nueva forma de narrar, que pocas veces hemos visto igualada.
Sobre todo, porque al lado de la tragedia inherente de muchas de sus secuencias, terrible la muerte del bebé, o el destino de Tommy, Trainspotting destila un humor innegable, que el director sabe aprovechar, convirtiéndolo en una “alta comedia negra”
Las interpretaciones, una vez más, son todas carismáticas:
Desde Ewan McGregor, en el papel de delgaducho que le llevó a la fama, hasta Robert Carlyle, interpretando a uno de los más hilarantes psicópatas peligrosos de la historia del cine.
Cada uno de los personajes del grupo de amigos, tiene sus propias características, y todos en un momento, cuentan una anécdota suya, o una situación, en la que por 5 o 10 minutos, son los protagonistas:
Begbie, cuando tira la jarra de cerveza en el bar, o cuando se enrolla con un “drag queen”; Tommy cuando cuenta de verdad la historia del billar; Spud cuando le hacen una entrevista de trabajo; Sick Boy cuando hablan en cualquier momento de cine, y chicas Bond; o incluso, Swanney “Mother Superior”, Diane, la estudiante con la que se lía Renton; o la novia de Tommy, y su amiga, tienen sus momentos en el metraje.
Sin embargo, todo gira alrededor del personaje de Renton, que va narrando en distintos momentos, sus pensamientos.
Interpretado, realmente bien, por Ewan McGregor, actor con una filmografía bastante ejemplar, para la carrera de cualquier intérprete.
Una de las muchas curiosidades del personaje, es que casi habla más en primera persona, que con sus amigos, lo que demuestra que es una persona con miles de pensamientos en su cabeza, que no duda en callárselos, y los muestra de vez en cuando hacia sus amigos, como por ejemplo, el “casi monólogo” sobre la situación de Escocia y los Ingleses... destacando de ese dialogo, la frase:
“¡La gente le tiene manía a los ingleses, yo no, solo son idiotas!”
Irvin Welsh, que por cierto hace un pequeño papel en el film, define a Renton como un antihéroe actual.
Por otro lado, los personajes, son la metáfora de Renton:
Cada uno de ellos, es una cara del propio Renton, un rasgo, o faceta.
Por ello, Renton se muestra como un soñador, problemático, atribulado, impulsivo, inteligente, y calmado, todo unido de forma magistral, al mismo tiempo.
Es por esto, que el espectador nunca sabe dónde está con Renton, en su mundo onírico, en una elucubración real, o en una justificación fingida, dado que ni el mismo lo sabe.
Es el retrato de un personaje, sin más raíz que la de sus supuestos amigos y la heroína.
“One thousand years from now, there won't be any guys and there won't be any girls, just wankers.
Sounds all right to me”
Trainspotting, está considerada, una de las más importantes películas de los 90, lo cual es lógico, nunca antes en el cine, se había reflejado el horrible mundo de las drogas como aquí; mostrando con todo lujo de detalles, como unos jóvenes que se autodestruyen física y mentalmente, por culpa de la heroína, y el motivo es evidente:
Estaban descontentos con la vida que les había tocado vivir, y decidieron dejar atrás, todo tipo de responsabilidades, y la heroína se convirtió para ellos, en único motivo para vivir; lo cierto es que muchos jóvenes en la vida real, por culpa de problemas pasados en su vida, también deciden hundirse en la droga, lo cual es una pena, y es algo “demoníaco”
Y en Trainspotting se refleja todo lo cotidiano de este grupo, con un realismo sorprendente, y por ello, es considerada por muchos, como “de culto”
Pero en la época que transcurre Trainspotting, empezaba a estar pasada de moda la heroína, los jóvenes empezaban a consumir otro tipo de drogas, que son igual de malas, ya que todas son malas, pero se empezó a ver a los heroinómanos, como la peor gente, y los protagonistas no se daban cuenta de ello, y lo peor es que, con casi 30 años ya a sus espaldas, debían cambiar de vida enseguida, si querían seguir adelante.
Así pues, Trainspotting causó controversia en su tiempo, ya que se decía que fomentaba el uso de drogas entre la juventud.
Fue un auténtico bombazo, tanto por su estética, como por su contenido, pues nunca se había tratado de un modo tan crudamente humano, el tema de las drogas.
Entre los más críticos, se encontraban senadores de Estados Unidos, como Bob Dole, que después reconoció, que ni siquiera había visto la película, y el Partido Nacional Escocés, que se quejó de la visión tan negativa que se daba de la juventud escocesa en el film.
El tema de la droga; digo “tema de la droga” y no heroína, porque los personajes se acaban metiendo de todo, y no sólo heroína; es tratada de forma muy realista, desde el punto de vista de los drogadictos, con frases como:
“Coge el mejor orgasmo que hayas tenido, multiplícalo por mil, y ni siquiera andarás cerca...”
Los personajes viven, por decirlo de alguna manera, por debajo de la sociedad, y de vez en cuando suben a ella, para ver cómo van las cosas.
Sin embargo, este ritmo desenfrenado, iba a acabar muy mal.
Allison, una mujer con un bebé, que frecuentaba el piso donde normalmente el grupo “aliviaba sus penas” despertó de su heroínico estupor, y descubrió a su hijo muerto en la cuna.
Provocó un shock en la mujer y en las mentes del grupo.
Ese bebé, había muerto, fruto de la desatención que se vivía allí.
Gateaba entre jeringuillas...
Después de aquel incidente, ya nada importaba.
No es de extrañar, que Trainspotting causara controversia cuando salió a la luz; ya que está impregnada de desencanto generacional, escaso sentimiento patriótico, además de ser antisistema.
Sobre el debate de, si Trainspotting apoya o rechaza el consumo de drogas, pienso que adopta una posición neutral, retratando lo bueno y lo malo de estar envuelto en ese mundo, aunque lógicamente, lo malo tiene más peso, incluso, se puede decir que relacionan la droga con la mierda, como en la escena del retrete, o de la sábana.
“Relinquishing junk.
Stage one, preparation.
For this you will need one room which you will not leave.
Soothing music.
Tomato soup, ten tins of.
Mushroom soup, eight tins of, for consumption cold.
Ice cream, vanilla, one large tub of.
Magnesia, milk of, one bottle.
Paracetamol, mouthwash, vitamins.
Mineral water, Lucozade, pornography.
One mattress.
One bucket for urine, one for feces and one for vomitus.
One television and one bottle of Valium, which I've already procured from my mother, who is, in her own domestic and socially acceptable way also a drug addict.
And now I'm ready.
All I need is one final hit to soothe the pain while the Valium takes effect”
El lanzamiento de Trainspotting, fue publicitado de forma muy innovadora, repartiendo volantes inspirados en la cultura de club, y carteles de cada uno de los actores principales.
Como dato, Kevin McKidd, quien interpreta a Tommy, que aquí debutó, se fue de vacaciones, nada más terminar el rodaje.
Por lo visto, estuvo ilocalizable, y no se enteró del gran éxito de Trainspotting, hasta unos meses después del estreno, por lo que se perdió toda la promoción, y es el único de los actores principales, que no aparece en posters, y demás material promocional.
Cabe señalar que, Irvine Welsh, escribe en su dialecto nativo escocés; generalmente, transcribe el dialecto fonéticamente, ignorando la ortografía tradicional.
Aunque otros autores, como James Kelman y Iain Banks, ya habían mostrado el escocés vernáculo de la clase trabajadora, muchos consideran a Welsh, El Maestro.
A lectores no escoceses, puede resultarles difícil descifrar este inglés, también se pueden perder el impacto, y las referencias al fútbol, y a otros localismos, así como a la vida cotidiana escocesa que hay en su obra.
Por esa razón, algunas ediciones internacionales de la obra, han incluido breves glosarios al final.
Por ello, los primeros 20 minutos de Trainspotting, fueron reeditados, con un diálogo alternativo.
Por el fuerte acento escocés, y el lenguaje de los personajes, los productores decidieron que la audiencia de Hollywood, tendría dificultad para entenderlo.
Y Trainspotting tiene guiños, a modo de homenaje cinematográfico, a otros títulos de culto:
Trainspotting encuentra un referente tan válido, o aún más que el tarantiniano “Pulp Fiction” (1994), en una película realizada en 1971, titulada “A Clockwork Orange” de Stanley Kubrick; por tanto, Trainspotting es conocida, en el ámbito, como “A Clockwork Orange de los noventa”
Como el bar, donde Mark conoce a Diane, tiene en sus paredes, un menú escrito con letras semejantes al Korova Milk Bar de “A Clockwork Orange” (1971), como “Voloko Umphetico” en vez del “Moloko Velocet”
No tan sólo porque algunos de sus planos presentan numerosas similitudes con los de la película de Kubrick, sino por la carga de nihilismo que destilan ambas propuestas.
Sin duda, la película de los años 70, resulta más dura y, sobre todo, mucho más salvajemente irónica que la de los 90, pero no cabe duda de que pueden establecerse paralelismos, nada descabellados, entre Alex DeLarge (Malcolm McDowell), y Renton (Ewan McGregor)
Ambos, son personajes que comparten las mismas carencias de escrúpulos morales, productos de una sociedad, en la que el individualismo extremo, marca importantes decisiones vitales, de forma incluso inintencionada, y carente de malicia.
Tanto uno como otro, cometen actos inconscientes, que causan daño físico o económico a otras personas, no importando que se trate incluso de sus propios amigos, pero ambas películas se cuidan mucho de mostrarse maniqueas con ellos, dado que asumen que su comportamiento, es el fruto natural de una sociedad que se rige por la ley del más fuerte, o del más astuto.
De hecho, lo que transmite principalmente la película de Kubrick, es la forma en que el gobierno intenta manipular la voluntad de las personas, creo que Trainspotting tiene algo de ella.
¿O acaso, quien no identificó a Mark Renton, con Alex DeLarge?
Su lucha entre las vida con drogas, o sin ellas, es totalmente comparable con la lucha interna de Alex entre el bien y el mal.
Y es que “A Clockwork Orange”, esta contextualizada en una sociedad futurista, llena de violencia, mientras Trainspotting es el presente, con la sociedad empezando a devastarse por las drogas, que llevan al camino de esa violencia.
Otro guiño del cine, se presenta en la entrada del baño del antro “Volcano” se encuentra una imagen de Jodie Foster en “Taxi Driver” (1976), y Mark está parado detrás de una imagen de Travis Bickle, protagonista del film de Martin Scorsese.
Si bien parece demasiado exagerada y “heavy” la escena del bebé animatrónico, gateando por el techo de la habitación de Renton, es un guiño de “The Exorcist” (1973), con la cabeza giratoria y todo, cuando él intenta desintoxicarse mediante gritos y desesperación; es evidente que es una representación del espíritu del bebé de Sick Boy, que murió por desatención.
Otro gran acierto de Trainspotting, fue la combinación de escenas desagradables, con otras surrealistas, o cómicas, logrando que muchos espectadores, no se levantaran de sus butacas, al contemplar episodios bastante buenos, como por ejemplo, los 2 en los que aparece el bebe.
El humor, impregna todo el metraje, así como varios toques surrealistas, que se agradecen por su frescura y dirección.
Explicar un subidón de heroína, no sería posible sin adentrar al espectador en el mundo onírico.
La escena del retrete es, posiblemente, lo mejor de los 90.
Para muchos de nosotros, Trainspotting fue el primer vistazo a la decadencia que conlleva la adicción a una droga dura y, por tanto, un hito que nunca olvidaremos.
Pero:
¿Qué sería de Trainspotting sin su banda sonora?
Si la secuencia inicial careciera de “Lust For Life” de Iggy Pop, la escena de la sobredosis, no contara con “Perfect Day” de Lou Reed, o “Dark & Long” de Underworld, no sonara durante la crisis de abstinencia de Renton, lo más seguro es que aún estaríamos ante un excelente filme, pero uno con menos magia.
La banda sonora es una obra maestra, sabiamente elegida.
Entre ellos:
Iggy Pop en un par de escenas, “Atomic” en la discoteca, cuando Renton ve a Diane; la canción “Perfect Day” cuando Renton se da su “primer ultimo chute”; o la canción de “Orbital”, al perfecto final de Trainspotting.
La columna vertebral del soundtrack, es la mezcla de artistas clásicos, como:
Lou Reed, David Bowie, Iggy Pop, Brian Eno, New Order, Joy Division; con otros de fama comprobada, en plena eclosión britpop, como:
Blur, Damon Albarn, Pulp, Primal Scream, The Cardigans, Underworld…
Nombres que configuran, por derecho propio, en una recopilación de alto vuelo.
Y es que son las canciones, las que convirtieron en ícono de la cultura pop a Trainspotting, obra deudora de la estética del videoclip, y musicalizada por ende, con meticuloso esmero.
No podía ser de otra forma, dado que el escritor Irvine Welsh, inyectó numerosas referencias a solistas, bandas, y singles, en las líneas del libro en que se basó el filme, donde hay más de lo que aparece en los 2 volúmenes de la banda sonora del largometraje.
Por ejemplo:
“There’s a light that never goes out” de The Smiths, que titula uno de los capítulos; “Take my breath away” de Berlin, mencionado como una de los favoritos del sociópata Begbie; o “Daddy Cool” de Boney M…
Por supuesto que, después de ver Trainspotting, el encanto de su música crece de manera exponencial, como ocurre con la segunda suite de la ópera “Carmen” de Georges Bizet, y “Deep Blue Day” de Brian Eno, ambas usadas en la escatológica y brillante escena del “peor baño de Escocia”, o con “Atomic” de Sleeper, cover de Blondie, que suena en la discoteca donde Renton conoce a Diane.
A estas alturas, disociar por completo ambos elementos, es un sinsentido, si la idea es hacerlos antagonizar, pero constituye el ejercicio que mejor atestigua el irrefutable poderío de esta excepcional selección de canciones, la mejor banda sonora de los últimos 15 años.
“The truth is that I'm a bad person.
But, that's gonna change:
I'm going to change.
This is the last of that sort of thing.
Now I'm cleaning up and I'm moving on, going straight and choosing life.
I'm looking forward to it already.
I'm gonna be just like you.
The job, the family, the fucking big television.
The washing machine, the car, the compact disc and electric tin opener, good health, low cholesterol, dental insurance, mortgage, starter home, leisure wear, luggage, three piece suite, DIY, game shows, junk food, children, walks in the park, nine to five, good at golf, washing the car, choice of sweaters, family Christmas, indexed pension, tax exemption, clearing gutters, getting by, looking ahead, the day you die”
Trainspotting es un fiel retrato, tanto de la heroína, como de “La Generación X” y tiene un claro mensaje contra las drogas, pese a estar enmascarado sutilmente en la hilaridad de los personajes.
Así, mientras se muestra a los protagonistas preparándose las dosis, e inyectándoselas en sus venas, cada nueva dosis supone un peldaño más, en una escalada de miseria, degradación, dolor, y disforia.
El mensaje adquiere un matiz más trágico, cuando la adicción llega a estar por encima de causas y consecuencias, instaurándose como el sinsentido que da forma a la vida del adicto.
De ahí la pregunta de Renton:
“¿Quién necesita razones, cuando tienes heroína?”
Por todo esto, Trainspotting es una buena película psicológica, no solo es un retrato fiel del heroinómano, sino que muestra la epidemia que supuso la heroína, en un periodo histórico importante, que dio forma a lo que hoy es la red de asistencia a drogodependencias.
“No serás joven siempre Mark, el mundo está cambiando, la música está cambiado, hasta las drogas están cambiando.
No puedes quedarte aquí, todo el día soñando con la heroína, y con Iggy Pop”
Era una manera de decir:
“La vida es breve, sal de tu burbuja, el mundo está en movimiento, muévete con él, vive”
“Yes, I can.
The truth, well, the truth is that I've had a long-standing problem with heroin addiction.
I've been known to sniff it, smoke it, swallow it, stick it up my arse and inject it into my veins.
I've been trying to combat this addiction, but unless you count social security scams and shoplifting, I haven't had a regular job in years.
I feel it's important to mention this”
Los años 90, eran el umbral de la eclosión de las nuevas tecnologías, en el seno de la cotidianeidad humana.
Son los comienzos de Internet, y los instantes previos a la proliferación de teléfonos móviles entre la población, así como el principio del declive definitivo de los formatos no-digitales de vídeo y audio.
Las normas sociales, empiezan a transformarse con una cierta libertad caótica, que puede resultar excitante.
Por otro lado, en el cine, estamos acostumbrados a ver los estragos producidos por la drogadicción, las familias rotas, las muertes, la miseria... sin embargo, no estamos acostumbrados a ver el mundo desde este ángulo, de la sensación de satisfacción y bienestar que provoca en las personas, que están envueltas en estas condiciones.
La drogadicción no es otra cosa que un suicidio lento; y el cine vendría a exponer, la dura realidad de los jóvenes de mediados de la década del 90, generación azotada por la confusión que supusieron los cambios que se sucedieron en todos los ámbitos en esa época.
“Choose life.
Choose a job.
Choose a career.
Choose a family.
Choose a fucking big television, Choose washing machines, cars, compact disc players, and electrical tin can openers.
Choose good health, low cholesterol and dental insurance.
Choose fixed-interest mortgage repayments.
Choose a starter home.
Choose your friends.
Choose leisure wear and matching luggage.
Choose a three piece suite on hire purchase in a range of fucking fabrics.
Choose DIY and wondering who the fuck you are on a Sunday morning.
Choose sitting on that couch watching mind-numbing spirit-crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth.
Choose rotting away at the end of it all, pissing your last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked-up brats you have spawned to replace yourself.
Choose your future.
Choose life...
But why would I want to do a thing like that?
I chose not to choose life:
I chose something else.
And the reasons?
There are no reasons.
Who needs reasons when you've got heroin?”
Trainspotting es una película dramática escocesa, del año 1996, dirigida por Danny Boyle.
Protagonizada por Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller, Ewen Bremner, Kelly MacDonald, Kevin McKidd, Peter Mullan, James Cosmo, Eileen Nicholas, Susan Vidler, Pauline Lynch, entre otros.
El guión es de John Hodge, basado en la novela homónima escrita por Irvine Welsh; que salió a la luz en 1992, y pronto se convirtió en un éxito de culto.
Tanto así, que la edición inglesa citaba el siguiente comentario de confianza:
“Merece vender más ejemplares que La Biblia; Rebel Inc.”
“Trainspotting” trata de un grupo de heroinómanos de Edimburgo, que no tienen aspiraciones en su paso por la vida.
Dentro del grupo, hay:
Un psicópata, alcohólico y violento; un joven desesperado; un mujeriego con un conocimiento enciclopédico sobre Sean Connery; y un entusiasta de las caminatas, y de Iggy Pop.
El autor, Irvine Welsh, que aparece como Mikey Forrester, un punk que vive en una habitación con tan solo un colchón; su obra, fue inmediatamente celebrada por los críticos más estrictos, pero leída también por aquellos que raramente se acercan a los libros, hizo que Trainspotting se convirtiera en uno de los acontecimientos literarios, y también extraliterarios, de la última década.
Fue rápidamente adaptada al teatro, y luego llevada a la pantalla grande, por Danny Boyle, uno de los jóvenes prodigio del cine inglés.
Sus protagonistas, son un grupo de jóvenes desesperadamente realistas, ni se les ocurre pensar en el futuro; pues saben que nada, o casi nada va a cambiar, habitantes del otro Edimburgo, el que no aparece en los famosos festivales, capital europea del paraíso de la desocupación, la miseria, y la prostitución, embarcados en una peripecia vital, cuyo combustible es la droga, “el elixir que les da la vida, y se la quita”
Welsh escribe en el áspero, colorido, vigoroso lenguaje de las calles.
Y entre pico y pico, entre borracheras y fútbol, sexo y rock and roll, la negra picaresca, la épica astrosa de los que nacieron en el lado duro de la vida, de los que no tienen otra salida que escapar, o amortiguar el dolor de existir con los primero que caiga en sus manos.
El título “Trainspotting” tiene un doble significado:
Por un lado, hace referencia a un pasaje del libro, en el que Begbie y Renton conocen a un borracho en la estación de trenes.
Begbie y Renton, usan la estación, para hacer sus necesidades; y el borracho les pregunta, intentando hacer un chiste, si están haciendo “trainspotting”
Por otra parte, hace referencia al argot escocés, en donde el término “trainspotting” significa 'buscar una vena para inyectarse droga.
El término anglosajón “trainspotting” se utiliza para referirse a la afición, relativamente popular en el Reino Unido, de observar trenes; este hobby es similar al de “planespotting”, que tiene por objeto, los aviones.
En 1996, El Festival Internacional de Cine de Cannes, acogió el estreno de Trainspotting, convertida inmediatamente en un fenómeno de público, y también de crítica en todo el mundo.
Se trata de un trabajo que surge como combinación de una serie de talentos, en un momento creativo, en estado de gracia.
El director Danny Boyle comentó:
“El libro es más emocionante, divertido, y peligroso, que la vida de un verdadero adicto a la heroína.
El libro transmite vibraciones, que conectan con los motivos de la gente que toma drogas.
Dilapida la sensación de la experimentación, y el riesgo”
Hoy, Trainspotting es considerada, una de las películas de culto de los años 90; y
Boyle ha declarado a los medios, que va a preparar la secuela, que tendrá lugar 10 años después de su original; solamente, está esperando a que los actores originales, envejezcan visiblemente.
“Cuando se cumplió una década de Trainspotting, en 2006, pensé en hacer la segunda parte, pero luego me di cuenta, que los actores no habí¬an cambiado lo suficiente, como para que el espectador notara realmente, que habí¬an pasado los años.
Todos seguí¬an muy guapos y jóvenes, pero ahora, 20 años después, esos cambios ya se notan”, explicó Boyle.
Trainspotting estuvo nominada al Oscar, como mejor guión adaptado.
Y ahí donde la ven, Trainspotting está considerada como, uno de los mejores filmes de la historia, además de haber sido elegido por el British Film Institute, como la 10ª Mejor Película Británica de Todos Los Tiempos.
¿Es la cosa para tanto?
Sin lugar a dudas, Trainspotting es una película impactante:
Hay tragedias, rehabilitaciones fallidas, peleas, pensamientos internos, sexo, y sobre todo, drogas.
Trainspotting nos presenta, el retrato de la generación que vio, y vivió el nacimiento de las dependencias modernas, durante los 70 y 80; y comienza con la narración de Mark “Rent Boy” Renton (Ewan McGregor) cuando él y su amigo Daniel “Spud” Murphy (Ewen Bremner), corren por La Calle de Los Príncipes, siendo perseguidos por unos guardias de seguridad.
Renton declara que, a diferencia de la gente que “escogió una vida” hijos, estabilidad financiera, y posesiones materiales; él eligió vivir como un heroinómano.
El círculo cercano de Renton, de amigos futbolistas, son presentados:
El artista y amoral, Simon “Sick Boy” Williamson (Jonny Lee Miller), el atlético de buen parecido, Tommy MacKenzie (Kevin McKidd), el ingenuo y afable Spud, y el violento sociópata, Francis “Franco” Begbie (Robert Carlyle).
Sick Boy, Spud, y Renton, son totalmente heroinómanos, y pasan todo el tiempo inyectándose heroína ofrecida por su amigo Swanney “Mother Superior” (Peter Mullan)
El monólogo introductorio, es una oda a la sociedad del bienestar en la que vivimos.
Una oda a la vida, desde la “no vida”
Vivimos continuamente, ocupando nuestra existencia con cosas, y exponiéndonos a tensiones provocadas por las mismas.
Sin embargo, el ser humano, por tendencia natural, mantiene su cabeza ocupada, lo necesita, y en el momento que no es así, se frustra.
Sin embargo, lo que nos plantea el monólogo, es el estado de alienación de la persona adicta.
Cuando alguien está bajo esta dependencia, la vida se torna más simple, solo vive por y para su narcótico.
La persona no se pregunta, qué le gustaría hacer mañana, o pasado, o a dónde le gustaría ir de vacaciones, qué le gustaría hacer en un futuro, si quiere tener hijos... eso no importa, solo importa “el caballo”
El drogadicto vive en su burbuja, donde no es consciente de lo que pasa en el mundo, y en su ignorancia, está satisfecho, y desde allí, entona esta oda, viendo la complicación en la que vive la sociedad de hoy en día, teniendo siempre algo entre manos, cambiando, moviéndose...
El final, trata de un trabajo de tráfico de heroína, que puede sacar al grupo amigos, un poco adelante... pero Renton opina, que 16,000 libras, pueden más que la amistad, por decirlo de alguna manera, que tiene con sus amigos, y actúa de una manera no muy ejemplar respecto a ese tema, pero también hay que decir, que sus amigos nunca han actuado de una manera muy ejemplar, por lo que los últimos pensamientos arreglan todo, y te quedas con la frase que dice:
“Ahora voy a ser como ustedes... estoy deseando verlo”
Y la última característica a destacar es, el “Elige la vida...” y a continuación, seguramente entre casi todas las cosas posibles a elegir... “elige la vida”
Como decía el pensamiento final, arregla todo, y si quisiéramos sacar un mensaje de ese pensamiento, podría ser que, todo el mundo puede tener una oportunidad...
Después de la frase en la que nos comenta que será como nosotros, vuelve al “elige la vida” y finalmente dice la frase tan esperanzadora como realista de:
“Ir tirando, mirando para adelante, hasta el día en que la palmes...”
Así pues, Trainspotting refleja el mundo de un grupo de yonquis, en la ciudad de Edimburgo primero, y luego en Londres.
El protagonista, Renton, rechaza la sociedad burguesa tradicional, y es en principio amoral, pero su amarga experiencia con la droga, y las historias paralelas de sus amigos, le hacen evolucionar con lucidez, hasta asumir para salvarse de la autodestrucción, aquellos valores burgueses que antes rechazaba, y al final de la obra, rompe con el grupo.
En cierto modo, esta es la gran metáfora de Trainspotting, su hilo argumental, sigue el camino de la dependencia, y lo que en un principio parece un medio para la diversión, el desenfreno, y el frenesí, termina por convertirse en una mordaza que habla, actúa y, en definitiva, vive por el adicto.
Así, Trainspotting trata de la dependencia, pero no solo a la substancia, sino a todo el contexto en el que se realiza el consumo.
En este sentido, encontramos a amistades, familiares, ocio, y frustraciones, entre otras muchas variables que interaccionan con la adicción.
Trainspotting no pretende juzgar a sus chicos, lo cual es digno de aplauso, sino presentarnos una serie de acontecimientos originados por unos cerebros destrozados, a causa del consumo masivo de estupefacientes.
Punto.
“We took morphine, diamorphine, cyclizine, codeine, temazepam, nitrazepam, phenobarbitone, sodium amytal, dextropropoxyphene, methadone, nalbuphine, pethidine, pentazocine, buprenorphine, dextromoramide, chlormethiazole.
The streets are awash with drugs you can have for unhappiness and pain, and we took them all.
Fuck it, we would have injected vitamin C if only they'd made it illegal”
Danny Boyle, siempre creyó mucho en su estrategia, de filmar películas con un tono de video musical falso.
Acá muestra sus raíces, y redefine el género dramático, para crear uno original.
Esto es algo que se le reconoce al director, con una obra como Trainspotting.
El guión, y la edición, son efectivos en ser diferentes.
La historia que cuenta, es lo de menos, lo que llama la atención, es cómo lo cuenta, ya que esa misma historia contada de otra manera, hubiera carecido totalmente de interés.
Welsh describe en su libro, una Escocia que no aparece en los folletos de viajes, viciada, y mugrienta; Boyle capta el mensaje, y te transmite eso exactamente, un lugar deprimente, poco recomendable, y al que Renton detesta.
Otro tanto es, la minuciosa exposición del día a día de un adicto, con métodos para conseguir la dosis, el síndrome de abstinencia, su relación con el resto del mundo, incluidos amigos, chicas, y familia, del que se sienten alejados, y cuando se paran a observarlo, lo hacen con extrañeza y escepticismo, efectos de una sobredosis, el SIDA... Trainspotting está cargada de tantos temas, que la hacen rica y variada; y contiene personajes que son, automáticamente llamativos.
Son caricaturas en medio de un revuelo social, que ni ellos mismos entienden.
Tampoco hace falta, pero nos cuesta entender, el por qué han llegado a ser seres tan deplorables.
Boyle nunca se interesa en mostrar las razones.
Solo muestra los resultados de lo que ocurre, y lo hace en forma de película, que siempre va a una velocidad agresiva, y en ocasiones, hasta se convierte en un espectáculo burlesco de jóvenes, que no tienen ninguna motivación que no sea el seguir consumiendo.
Lleva a sus personajes, a lo más deplorable de la condición humana, y los condena a pasar el resto de sus vidas, en un infierno de drogas.
No hay salidas positivas para nuestro estimado grupo.
Este pesimismo con el que Boyle termina Trainspotting, es un poema de un alto calibre social, que ciertamente, debe ser reconocido.
En cuanto a otro recurso, encontramos un narrador, que cobra una gran importancia en la historia, dado que es el protagonista, esté aporta información acerca de los personajes, y sobre todo, de la visión del protagonista, respecto a la realidad.
Otro elemento muy importante en la narración, es la heroína, ya que forma parte, tanto del detonante, como del segundo punto de giro de la acción, y condiciona el entorno de la acción, dotando de un aspecto marginal a todo lo que la rodea.
Sin duda, las localizaciones componen otro elemento narrativo fundamental para la ambientación, mostrando escenarios decadentes, característicos de los personajes, junto con escenarios típicos de los jóvenes, como discotecas, bares… es importante destacar, la contraposición entre la decadencia de los ambientes en Edimburgo, y en Londres, para poder apreciar Trainspotting.
La “filosofía de vida” que presenta el personaje principal, Mark Renton, se resume en una simple pregunta:
¿Para qué elegir un modelo de vida?
Renton señala al principio, que seguir a la masa, y llevar una vida normal, es complicado.
El adicto no trabaja, no tiene pareja, no tiene responsabilidades, ni moral, solamente tiene que preocuparse de conseguir algo que vender, para costear su adicción.
No se estresa, no tiene controversias amorosas, y es bastante individual.
Sin embargo, con el paso del tiempo, se da cuenta de que no puede estar sumido en un destino circular, por lo que decide ser útil, ya que si hay algo peor que una vida monótona, aburrida, y predecible, es vivir escapando de ella.
La conciencia de Mark es una chica, la cual confía en el cambio, en el cambio de la música, en el cambio de las drogas.
Teme que Mark tire por la borda su vida.
Por tanto, Trainspotting desentraña la extraña perspectiva de este drogodependiente.
Sobre el reparto:
Renton es un chico antisocial, joven, delgado, poco cuidado, y de ropa ajustada, perteneciente a una familia de renta media, adicto a la heroína, muestra aptitudes ingeniosas, mediante un análisis crítico de la realidad, y de su realidad, llegando a conclusiones importantes, para tomar decisiones a lo largo del transcurso de la acción.
Posee una filosofía propia, que irá cambiando a lo largo del metraje.
Su motivación, a lo largo del mismo varía, de hecho, podrían establecerse 3 motivaciones, una por cada acto, estas motivaciones estarán subordinadas a la cambiante filosofía del personaje.
En la presentación, no tiene ninguna motivación, más que la de obtener la heroína necesaria, para saciar su adicción.
En el nudo, y tras superar su adicción, y perder su motivación, tiene un momento de incertidumbre personal, lo resuelve, poniéndose en marcha, su motivación principal, es el dinero; y en el último acto, su motivación personal es “dar el palo a sus supuestos colegas” como el mismo dice, y así convertirse en una persona de bien.
En esta línea, cabe destacar el romanticismo irónico que destila el discurso de Renton, respecto a su relación con la heroína.
Así, a través de dicho personaje, y sus compañeros, se nos presentan los rituales, creencias, e ideologías del periodo histórico que definió el término “yonki” como se conoce hoy en día.
Así mismo, se nos presenta una sociedad crítica, con el heroinómano que, sin embargo, a su modo socialmente aceptado, es también dependiente a substancias como el alcohol, el tabaco, o las pastillas.
Sick Boy, es un chico joven, rubio, atractivo, mujeriego, verborréico, con múltiples teorías sobre la vida, un conocimiento enciclopédico sobre Sean Connery, es el padre del bebe que muere, hay un momento, en el que Mark dice de él:
“Desde la última vez que le vi, Sick Boy se había rehecho a sí mismo, como chulo de putas y camello”
Francis Begbie, parece mayor que el resto de sus amigos, es bajo, con bigote, y extremadamente violento.
Su relación con los demás, es de aparente miedo hacia él, los demás personajes evitan expresar sus opiniones delante de él, en “cockney” jerga marginal de los británicos, es un auténtico “psycho”
Tommy llega a decir a lo largo del metraje:
“Frankie es un puto psicópata, pero… es un amigo”
Tommy es alto, rubio, fuerte, es el “sano” del grupo, se limita a estar con su novia, y hacer deporte, hasta el momento en el que le deja su novia, por ello, acaba cayendo en la heroína, y muriendo de SIDA a causa de un gato.
Mark lo define así:
“Pero un par de días más tarde, Tommy me dijo la verdad, era uno de sus principales puntos débiles, nunca decía mentiras, nunca tomaba drogas, y nunca engañaba a nadie”
Spud es muy delgado, bajo, y feo, con expresiones de “flipado”
Es el “tontón” del grupo.
Se encuentra en situaciones realmente fuera de la común, entre cómicas y degradantes.
Mark dice de él al final:
“Y Spud, bueno, lo siento por Spud, él nunca le había hecho daño a nadie”
Swanney, “Mother Superior” es otro camello, aún mayor que Franco, las palabras exactas de Mark son:
“Le llamábamos “Mother Superior” por el tiempo que llevaba con el hábito”
La conciencia de Mark, es Diane (Kelly MacDonald), quien señala en una escena, que todo va cambiando, incluidas, la música y las drogas, y que él no puede seguir en ese estado, se percata de que está envejeciendo.
Renton señala, que la gente cree que la drogadicción, es sólo un mundo de miseria y desesperación, pero lo que muchos olvidan, es el placer.
“Diane tenía razón, el mundo está cambiando, la música está cambiando, las drogas están cambiando.
Incluso, los hombres y las mujeres, están cambiando.
Dentro de mil años, ya no habrá chicos ni chicas, sólo idiotas”
Lo que es innegable de Trainspotting, es su cuidado esteticismo.
Sus congelamientos de imagen, sus manierismos, y su ritmo trepidante, acompañados de una banda sonora excepcional, hicieron de ella, un icono casi generacional.
Trainspotting asentó una nueva forma de narrar, que pocas veces hemos visto igualada.
Sobre todo, porque al lado de la tragedia inherente de muchas de sus secuencias, terrible la muerte del bebé, o el destino de Tommy, Trainspotting destila un humor innegable, que el director sabe aprovechar, convirtiéndolo en una “alta comedia negra”
Las interpretaciones, una vez más, son todas carismáticas:
Desde Ewan McGregor, en el papel de delgaducho que le llevó a la fama, hasta Robert Carlyle, interpretando a uno de los más hilarantes psicópatas peligrosos de la historia del cine.
Cada uno de los personajes del grupo de amigos, tiene sus propias características, y todos en un momento, cuentan una anécdota suya, o una situación, en la que por 5 o 10 minutos, son los protagonistas:
Begbie, cuando tira la jarra de cerveza en el bar, o cuando se enrolla con un “drag queen”; Tommy cuando cuenta de verdad la historia del billar; Spud cuando le hacen una entrevista de trabajo; Sick Boy cuando hablan en cualquier momento de cine, y chicas Bond; o incluso, Swanney “Mother Superior”, Diane, la estudiante con la que se lía Renton; o la novia de Tommy, y su amiga, tienen sus momentos en el metraje.
Sin embargo, todo gira alrededor del personaje de Renton, que va narrando en distintos momentos, sus pensamientos.
Interpretado, realmente bien, por Ewan McGregor, actor con una filmografía bastante ejemplar, para la carrera de cualquier intérprete.
Una de las muchas curiosidades del personaje, es que casi habla más en primera persona, que con sus amigos, lo que demuestra que es una persona con miles de pensamientos en su cabeza, que no duda en callárselos, y los muestra de vez en cuando hacia sus amigos, como por ejemplo, el “casi monólogo” sobre la situación de Escocia y los Ingleses... destacando de ese dialogo, la frase:
“¡La gente le tiene manía a los ingleses, yo no, solo son idiotas!”
Irvin Welsh, que por cierto hace un pequeño papel en el film, define a Renton como un antihéroe actual.
Por otro lado, los personajes, son la metáfora de Renton:
Cada uno de ellos, es una cara del propio Renton, un rasgo, o faceta.
Por ello, Renton se muestra como un soñador, problemático, atribulado, impulsivo, inteligente, y calmado, todo unido de forma magistral, al mismo tiempo.
Es por esto, que el espectador nunca sabe dónde está con Renton, en su mundo onírico, en una elucubración real, o en una justificación fingida, dado que ni el mismo lo sabe.
Es el retrato de un personaje, sin más raíz que la de sus supuestos amigos y la heroína.
“One thousand years from now, there won't be any guys and there won't be any girls, just wankers.
Sounds all right to me”
Trainspotting, está considerada, una de las más importantes películas de los 90, lo cual es lógico, nunca antes en el cine, se había reflejado el horrible mundo de las drogas como aquí; mostrando con todo lujo de detalles, como unos jóvenes que se autodestruyen física y mentalmente, por culpa de la heroína, y el motivo es evidente:
Estaban descontentos con la vida que les había tocado vivir, y decidieron dejar atrás, todo tipo de responsabilidades, y la heroína se convirtió para ellos, en único motivo para vivir; lo cierto es que muchos jóvenes en la vida real, por culpa de problemas pasados en su vida, también deciden hundirse en la droga, lo cual es una pena, y es algo “demoníaco”
Y en Trainspotting se refleja todo lo cotidiano de este grupo, con un realismo sorprendente, y por ello, es considerada por muchos, como “de culto”
Pero en la época que transcurre Trainspotting, empezaba a estar pasada de moda la heroína, los jóvenes empezaban a consumir otro tipo de drogas, que son igual de malas, ya que todas son malas, pero se empezó a ver a los heroinómanos, como la peor gente, y los protagonistas no se daban cuenta de ello, y lo peor es que, con casi 30 años ya a sus espaldas, debían cambiar de vida enseguida, si querían seguir adelante.
Así pues, Trainspotting causó controversia en su tiempo, ya que se decía que fomentaba el uso de drogas entre la juventud.
Fue un auténtico bombazo, tanto por su estética, como por su contenido, pues nunca se había tratado de un modo tan crudamente humano, el tema de las drogas.
Entre los más críticos, se encontraban senadores de Estados Unidos, como Bob Dole, que después reconoció, que ni siquiera había visto la película, y el Partido Nacional Escocés, que se quejó de la visión tan negativa que se daba de la juventud escocesa en el film.
El tema de la droga; digo “tema de la droga” y no heroína, porque los personajes se acaban metiendo de todo, y no sólo heroína; es tratada de forma muy realista, desde el punto de vista de los drogadictos, con frases como:
“Coge el mejor orgasmo que hayas tenido, multiplícalo por mil, y ni siquiera andarás cerca...”
Los personajes viven, por decirlo de alguna manera, por debajo de la sociedad, y de vez en cuando suben a ella, para ver cómo van las cosas.
Sin embargo, este ritmo desenfrenado, iba a acabar muy mal.
Allison, una mujer con un bebé, que frecuentaba el piso donde normalmente el grupo “aliviaba sus penas” despertó de su heroínico estupor, y descubrió a su hijo muerto en la cuna.
Provocó un shock en la mujer y en las mentes del grupo.
Ese bebé, había muerto, fruto de la desatención que se vivía allí.
Gateaba entre jeringuillas...
Después de aquel incidente, ya nada importaba.
No es de extrañar, que Trainspotting causara controversia cuando salió a la luz; ya que está impregnada de desencanto generacional, escaso sentimiento patriótico, además de ser antisistema.
Sobre el debate de, si Trainspotting apoya o rechaza el consumo de drogas, pienso que adopta una posición neutral, retratando lo bueno y lo malo de estar envuelto en ese mundo, aunque lógicamente, lo malo tiene más peso, incluso, se puede decir que relacionan la droga con la mierda, como en la escena del retrete, o de la sábana.
“Relinquishing junk.
Stage one, preparation.
For this you will need one room which you will not leave.
Soothing music.
Tomato soup, ten tins of.
Mushroom soup, eight tins of, for consumption cold.
Ice cream, vanilla, one large tub of.
Magnesia, milk of, one bottle.
Paracetamol, mouthwash, vitamins.
Mineral water, Lucozade, pornography.
One mattress.
One bucket for urine, one for feces and one for vomitus.
One television and one bottle of Valium, which I've already procured from my mother, who is, in her own domestic and socially acceptable way also a drug addict.
And now I'm ready.
All I need is one final hit to soothe the pain while the Valium takes effect”
El lanzamiento de Trainspotting, fue publicitado de forma muy innovadora, repartiendo volantes inspirados en la cultura de club, y carteles de cada uno de los actores principales.
Como dato, Kevin McKidd, quien interpreta a Tommy, que aquí debutó, se fue de vacaciones, nada más terminar el rodaje.
Por lo visto, estuvo ilocalizable, y no se enteró del gran éxito de Trainspotting, hasta unos meses después del estreno, por lo que se perdió toda la promoción, y es el único de los actores principales, que no aparece en posters, y demás material promocional.
Cabe señalar que, Irvine Welsh, escribe en su dialecto nativo escocés; generalmente, transcribe el dialecto fonéticamente, ignorando la ortografía tradicional.
Aunque otros autores, como James Kelman y Iain Banks, ya habían mostrado el escocés vernáculo de la clase trabajadora, muchos consideran a Welsh, El Maestro.
A lectores no escoceses, puede resultarles difícil descifrar este inglés, también se pueden perder el impacto, y las referencias al fútbol, y a otros localismos, así como a la vida cotidiana escocesa que hay en su obra.
Por esa razón, algunas ediciones internacionales de la obra, han incluido breves glosarios al final.
Por ello, los primeros 20 minutos de Trainspotting, fueron reeditados, con un diálogo alternativo.
Por el fuerte acento escocés, y el lenguaje de los personajes, los productores decidieron que la audiencia de Hollywood, tendría dificultad para entenderlo.
Y Trainspotting tiene guiños, a modo de homenaje cinematográfico, a otros títulos de culto:
Trainspotting encuentra un referente tan válido, o aún más que el tarantiniano “Pulp Fiction” (1994), en una película realizada en 1971, titulada “A Clockwork Orange” de Stanley Kubrick; por tanto, Trainspotting es conocida, en el ámbito, como “A Clockwork Orange de los noventa”
Como el bar, donde Mark conoce a Diane, tiene en sus paredes, un menú escrito con letras semejantes al Korova Milk Bar de “A Clockwork Orange” (1971), como “Voloko Umphetico” en vez del “Moloko Velocet”
No tan sólo porque algunos de sus planos presentan numerosas similitudes con los de la película de Kubrick, sino por la carga de nihilismo que destilan ambas propuestas.
Sin duda, la película de los años 70, resulta más dura y, sobre todo, mucho más salvajemente irónica que la de los 90, pero no cabe duda de que pueden establecerse paralelismos, nada descabellados, entre Alex DeLarge (Malcolm McDowell), y Renton (Ewan McGregor)
Ambos, son personajes que comparten las mismas carencias de escrúpulos morales, productos de una sociedad, en la que el individualismo extremo, marca importantes decisiones vitales, de forma incluso inintencionada, y carente de malicia.
Tanto uno como otro, cometen actos inconscientes, que causan daño físico o económico a otras personas, no importando que se trate incluso de sus propios amigos, pero ambas películas se cuidan mucho de mostrarse maniqueas con ellos, dado que asumen que su comportamiento, es el fruto natural de una sociedad que se rige por la ley del más fuerte, o del más astuto.
De hecho, lo que transmite principalmente la película de Kubrick, es la forma en que el gobierno intenta manipular la voluntad de las personas, creo que Trainspotting tiene algo de ella.
¿O acaso, quien no identificó a Mark Renton, con Alex DeLarge?
Su lucha entre las vida con drogas, o sin ellas, es totalmente comparable con la lucha interna de Alex entre el bien y el mal.
Y es que “A Clockwork Orange”, esta contextualizada en una sociedad futurista, llena de violencia, mientras Trainspotting es el presente, con la sociedad empezando a devastarse por las drogas, que llevan al camino de esa violencia.
Otro guiño del cine, se presenta en la entrada del baño del antro “Volcano” se encuentra una imagen de Jodie Foster en “Taxi Driver” (1976), y Mark está parado detrás de una imagen de Travis Bickle, protagonista del film de Martin Scorsese.
Si bien parece demasiado exagerada y “heavy” la escena del bebé animatrónico, gateando por el techo de la habitación de Renton, es un guiño de “The Exorcist” (1973), con la cabeza giratoria y todo, cuando él intenta desintoxicarse mediante gritos y desesperación; es evidente que es una representación del espíritu del bebé de Sick Boy, que murió por desatención.
Otro gran acierto de Trainspotting, fue la combinación de escenas desagradables, con otras surrealistas, o cómicas, logrando que muchos espectadores, no se levantaran de sus butacas, al contemplar episodios bastante buenos, como por ejemplo, los 2 en los que aparece el bebe.
El humor, impregna todo el metraje, así como varios toques surrealistas, que se agradecen por su frescura y dirección.
Explicar un subidón de heroína, no sería posible sin adentrar al espectador en el mundo onírico.
La escena del retrete es, posiblemente, lo mejor de los 90.
Para muchos de nosotros, Trainspotting fue el primer vistazo a la decadencia que conlleva la adicción a una droga dura y, por tanto, un hito que nunca olvidaremos.
Pero:
¿Qué sería de Trainspotting sin su banda sonora?
Si la secuencia inicial careciera de “Lust For Life” de Iggy Pop, la escena de la sobredosis, no contara con “Perfect Day” de Lou Reed, o “Dark & Long” de Underworld, no sonara durante la crisis de abstinencia de Renton, lo más seguro es que aún estaríamos ante un excelente filme, pero uno con menos magia.
La banda sonora es una obra maestra, sabiamente elegida.
Entre ellos:
Iggy Pop en un par de escenas, “Atomic” en la discoteca, cuando Renton ve a Diane; la canción “Perfect Day” cuando Renton se da su “primer ultimo chute”; o la canción de “Orbital”, al perfecto final de Trainspotting.
La columna vertebral del soundtrack, es la mezcla de artistas clásicos, como:
Lou Reed, David Bowie, Iggy Pop, Brian Eno, New Order, Joy Division; con otros de fama comprobada, en plena eclosión britpop, como:
Blur, Damon Albarn, Pulp, Primal Scream, The Cardigans, Underworld…
Nombres que configuran, por derecho propio, en una recopilación de alto vuelo.
Y es que son las canciones, las que convirtieron en ícono de la cultura pop a Trainspotting, obra deudora de la estética del videoclip, y musicalizada por ende, con meticuloso esmero.
No podía ser de otra forma, dado que el escritor Irvine Welsh, inyectó numerosas referencias a solistas, bandas, y singles, en las líneas del libro en que se basó el filme, donde hay más de lo que aparece en los 2 volúmenes de la banda sonora del largometraje.
Por ejemplo:
“There’s a light that never goes out” de The Smiths, que titula uno de los capítulos; “Take my breath away” de Berlin, mencionado como una de los favoritos del sociópata Begbie; o “Daddy Cool” de Boney M…
Por supuesto que, después de ver Trainspotting, el encanto de su música crece de manera exponencial, como ocurre con la segunda suite de la ópera “Carmen” de Georges Bizet, y “Deep Blue Day” de Brian Eno, ambas usadas en la escatológica y brillante escena del “peor baño de Escocia”, o con “Atomic” de Sleeper, cover de Blondie, que suena en la discoteca donde Renton conoce a Diane.
A estas alturas, disociar por completo ambos elementos, es un sinsentido, si la idea es hacerlos antagonizar, pero constituye el ejercicio que mejor atestigua el irrefutable poderío de esta excepcional selección de canciones, la mejor banda sonora de los últimos 15 años.
“The truth is that I'm a bad person.
But, that's gonna change:
I'm going to change.
This is the last of that sort of thing.
Now I'm cleaning up and I'm moving on, going straight and choosing life.
I'm looking forward to it already.
I'm gonna be just like you.
The job, the family, the fucking big television.
The washing machine, the car, the compact disc and electric tin opener, good health, low cholesterol, dental insurance, mortgage, starter home, leisure wear, luggage, three piece suite, DIY, game shows, junk food, children, walks in the park, nine to five, good at golf, washing the car, choice of sweaters, family Christmas, indexed pension, tax exemption, clearing gutters, getting by, looking ahead, the day you die”
Trainspotting es un fiel retrato, tanto de la heroína, como de “La Generación X” y tiene un claro mensaje contra las drogas, pese a estar enmascarado sutilmente en la hilaridad de los personajes.
Así, mientras se muestra a los protagonistas preparándose las dosis, e inyectándoselas en sus venas, cada nueva dosis supone un peldaño más, en una escalada de miseria, degradación, dolor, y disforia.
El mensaje adquiere un matiz más trágico, cuando la adicción llega a estar por encima de causas y consecuencias, instaurándose como el sinsentido que da forma a la vida del adicto.
De ahí la pregunta de Renton:
“¿Quién necesita razones, cuando tienes heroína?”
Por todo esto, Trainspotting es una buena película psicológica, no solo es un retrato fiel del heroinómano, sino que muestra la epidemia que supuso la heroína, en un periodo histórico importante, que dio forma a lo que hoy es la red de asistencia a drogodependencias.
“No serás joven siempre Mark, el mundo está cambiando, la música está cambiado, hasta las drogas están cambiando.
No puedes quedarte aquí, todo el día soñando con la heroína, y con Iggy Pop”
Era una manera de decir:
“La vida es breve, sal de tu burbuja, el mundo está en movimiento, muévete con él, vive”
“Yes, I can.
The truth, well, the truth is that I've had a long-standing problem with heroin addiction.
I've been known to sniff it, smoke it, swallow it, stick it up my arse and inject it into my veins.
I've been trying to combat this addiction, but unless you count social security scams and shoplifting, I haven't had a regular job in years.
I feel it's important to mention this”
Maravilloso. Me ha encantado este post. Solo que... Tommy muere por toxoplasmosis debido al gato que tenía en casa descuidado. No de sida. Algo raro pasaría en la película si el gato le hubiera pasado el sida. Jajajajaja
ResponderBorrarHola y GRACIAS por leer.
BorrarRespecto a su comentario, es imperativo aclarar:
Tommy muere de toxoplasmosis, claro que sí, el gato estaba descuidado, es un hecho...
En las personas con El VIH, en este caso debido por cómo Tommy se administraba la droga, agujas probablemente compartidas, la toxoplasmosis es de hecho una afección característica del SIDA.
Sería raro que el gato tuviera SIDA... hasta me parece risible... entre los drogadictos hay varias formas de contraer el VIH, sobretodo en el emplazamiento temporal de la película, donde una enfermedad tan simple puede llevar a cualquiera a la muerte por defensas inmunológicas bajas.
GRACIAS nuevamente por leer.
Saludos desde Costa Rica.