Killer's Kiss

“I didn't even know you had any feelings”

Stanley Kubrick, se dio cuenta de que somos capaces de los actos más bondadosos, y los más perversos, el problema es que, a menudo, cuando nos interesa, no distinguimos entre unos y otros.
Esto se convertiría en uno de sus temas recurrentes, un “leitmotiv” que repetiría en todas sus películas:
El bien y el mal, el amor y el odio, el sexo y la violencia, el deseo y el miedo, la fidelidad y la traición.
Los protagonistas de todas sus películas, mantienen una lucha interna con estas fuerzas, mientras las circunstancias exteriores, una guerra, un romance, o un crimen, sirven para subrayar el conflicto ante los espectadores.
En cada película, esta lucha interior se aborda desde una perspectiva distinta.
A veces, se adopta el punto de vista del personaje, cuya naturaleza entra en conflicto con la sociedad, el caso de Humbert en “Lolita” (1962) o Alex en “A Clockwork Orange” (1971); o en otras películas, el comportamiento del personaje, es consecuencia de sus experiencias, o de su formación, el caso de Barry en “Barry Lyndon” (1975) o el Dr. Bill Harford en “Eyes Wide Shut” (1999); muchas veces, la dualidad de los personajes, se muestra a través del simbolismo de los espejos, o por las acciones de terceros.
A través del reflejo que duplica la imagen, se sugiere, posiblemente, la dualidad del personaje:
Su personalidad bondadosa y violenta, solidaria y perversa, movida por el amor y el odio.
Una vez establecida la lucha interior de su protagonista, Kubrick le presenta 2 opciones, que simbolizan, el bien y el mal.
Aunque el cine, es un entretenimiento de masas, también es una forma de arte, así Kubrick filmó películas que podían interesar a cualquier espectador, buscara lo que buscara.
El director, nos ha legado:
4 películas bélicas, 2 policíacas, 2 de ciencia ficción, 2 dramas de época, 1 película de terror, y 2 películas sobre sexo.
Kubrick reveló, que recurría a películas de género, porque uno de los atractivos de las historias de guerra, o de crímenes, es que ofrecen una oportunidad, casi única, de cuestionar a un individuo, o a la sociedad actual, con unos valores sólidos aceptados.
Así, para comprender una película de Stanley Kubrick, hay que experimentarla por uno mismo, algo sencillo, porque básicamente sus películas están compuestas de una serie de imágenes y sonidos combinados, para provocar una respuesta emocional.
Todo el mundo puede hacerlo, porque como dijo Kubrick:
“Un camionero de Alabama, cuyos puntos de vista en cualquier otro tema, serían extremadamente simplistas, puede escuchar un disco de The Beatles, con el mismo grado de apreciación y percepción, que un joven intelectual de Cambridge, porque las emociones y el subconsciente de ambos, son mucho más parecidos que sus intelectos.
El lazo que los une, es su reacción emocional subconsciente.
Por eso creo que una película que pueda transmitir algo a ese nivel, puede provocar un impacto más profundo, que cualquier forma tradicional de comunicación verbal”
Eso explica que, en muchas de las obras de Kubrick, apenas haya diálogos, y que la historia se explique sobre todo, a través de imágenes, música, y sonidos.
“If only you could know how low and worthless I feel”
Killer's Kiss es una película dramática, escrita y dirigida por Stanley Kubrick, en el año 1955.
Protagonizada por Frank Silvera, Irene Kane, Jamie Smith, Ruth Sobotka, Jerry Jarret, Mike Dana, Felice Orlandi, Ralph Roberts, Phil Stevenson, Julius Adelman, entre otros.
Aunque no aparece en los créditos, Killer's Kiss fue escrita por Howard Sackler, en conjunto con el propio Kubrick, quien volvió a contar con Gerald Fried para la composición de la banda sonora.
El legendario cineasta, también se ocupó del montaje y la fotografía, como ya hiciera en su primera película.
Por lo demás, Killer's Kiss fue interpretado, entre otros, por Jamie Smith, Irene Kane, y Frank Silvera, distribuido por United Artists, y producido por Kubrick y Morris Bousel; como leemos en la biografía del director escrita por John Baxter:
“Un amigo de la familia, Maurice “Moe” Bousel, que poseía 2 farmacias en el Bronx, invirtió $40,000 en Killer's Kiss”
En palabras de Baxter:
“Kubrick sí tenía la comercialidad en la cabeza.
Killer's Kiss marcó una nueva dirección, tanto en su carrera, como en su estilo de producción.
“Fear and Desire” (1953) se había hecho a base de entusiasmo juvenil; el compromiso evidente de Kubrick, y su rechazo hacia las normas establecidas, conquistaron al equipo, y a los actores.
Trabajar en una película así, era noble, generoso.
Pero en el caso de Killer's Kiss, tenía la mirada, claramente puesta en Hollywood”
Usando su cámara como un puñado de papel de lija, Kubrick desnudó los mundos del boxeo profesional, y de los salones de baile, de su brillante barniz.
Para Killer's Kiss, Kubrick recuperó material e ideas de su trabajo sobre Walter Cartier, pues esta es la historia de 2 fracasados, un boxeador y una bailarina, que recibe dinero por bailar con los clientes de un local, de la misma manera que el boxeador lo hace por “bailar” con otros hombres.
La pareja, trata de escapar de su vida miserable y desesperada, para estar juntos.
Killer's Kiss se rueda en exteriores, y escenarios reales de New York, como Brooklyn, Pennsylvania Station, Times Square... con un presupuesto de $75,000.
Producido por Morris Bousel y Stanley Kubrick para Minotaur Productions, Kubrick rodó con 27 años, un relato de claro corte de cine negro, que a pesar de no ser un gran éxito, el excelente uso de la cámara, desde luego, lo más destacable, y la cuidada puesta en escena, hizo que el productor James B. Harris, se fijara en él, dando lugar tiempo más tarde, a Harris-Kubrick Pictures, asociación que daría muy buenos frutos.
La acción de Killer's Kiss tiene lugar en New York, durante 3 días, entre octubre y noviembre de 1954.
Narra la historia de 2 hombres que luchan por la misma mujer.
Davey Gordon (Jamie Smith), es un boxeador neoyorquino acabado, se mete en problemas, cuando protege a su vecina, Gloria Price (Irene Kane), una taxi dancer, de Vincent Rapallo (Frank Silvera), su jefe mafioso.
Gloria es una muchacha muy dulce y refinada, pero también una mujer sarcástica y fría.
Gloria actúa indistintamente, siguiendo estos 2 rasgos de personalidad opuestos, en un modo que hace que su carácter, sea imprevisible y voluble.
Rapallo va al apartamento de Gloria y la ataca, pero Davey lo hace huir.
A la mañana siguiente, Gloria habla con Davey de sí misma.
Eventos catastróficos ocurridos en su familia, la impulsan a trabajar en el depravado salón de baile.
Allí, parece ser víctima de los abusos de Rapallo, quien parece ser también su amante.
La relación de Gloria con Rapallo, crece en ambigüedad, a medida que la historia progresa.
Todo lo concerniente a Gloria y su vida, es equívoco y ambiguo, y ambos hombres, Davey y Rapallo, sucumben al hechizo del enigma de Gloria.
Los 2 hombres se convierten en enemigos, porque ambos desean a Gloria.
Ella muestra su misteriosa naturaleza, cuando es raptada por Rapallo.
Gloria se alegra de que Davey haya venido a rescatarla, sin embargo, cuando ve que es engañado, y puesto fuera de juego por los matones de Rapallo, la muchacha besa apasionadamente a Rapallo, y le asegura que hará todo lo que él diga.
Rapallo le propone viajar juntos a Europa, establecerse allí, y tener un par de hijos.
Ella responde:
“Por supuesto”
Gloria parece tan convincentemente sincera, que Davey y Rapallo, y también los espectadores, se interrogan acerca de sus verdaderas intenciones.
Davey escapa, pero tras una persecución a través de varias azoteas, Rapallo le da alcance en una fábrica de maniquís.
Los 2 hombres se enzarzan en una pelea grotesca, de vida o muerte, usando como armas, piernas y brazos de maniquís femeninos.
La escena indica, veladamente, que en el amor de ambos hombres por Gloria, existe un fuerte componente libidinal y agresivo.
La historia concluye con un indefinido final feliz, cuando Davey y Gloria se reúnen para abandonar la ciudad juntos.
Killer's Kiss suma cine negro, thriller, crimen, drama, y romance.
Los 2 protagonistas, son personas corrientes, solitarias, y fracasadas.
El relato refleja el punto de vista de Davey, que hace las funciones de protagonista y narrador.
La estructura expositiva, se apoya en “flashbacks”:
Uno de Davey, otro de Gloria; y uno muy largo, que abarca todo el metraje.
El “flashback” de Gloria, se añade a última hora, para alargar el metraje, hasta alcanzar la duración preceptiva para su exhibición en cines.
Se sirve de un narrador, “voz en off” omnisciente, destinado a facilitar la comprensión del relato.
Killer's Kiss describe el mundo personal de sus personajes principales, las soledad de las habitaciones frías, y sus escasas pertenencias, la carencia de privacidad impuesta por la pobreza, ventanas indiscretas, que permiten ver la vida del vecino... en un Broadway de edificios, con fachadas de ladrillos en el East Side de Manhattan.
Asesinatos, secuestro, traición, bajas pasiones, y persecuciones sobre los tejados de “La Babel de Hierro”, y los callejones abandonados, son los condimentos de Killer's Kiss, que no desperdicia momentos para celebrar la violencia.
Las vidas paralelas del boxeador Davey, y la bailarina privada, Gloria Price, van tejiendo la trama; narrado en estructura de “flashback” dentro de un largo “flashback” que siempre va regresando a un mismo punto de referencia.
Killer's Kiss es un interesante “film noir” en el que convergen muchos tópicos del género:
Un argumento arquetípico, personajes no muy bien desarrollados, pero correctamente engarzados en una historia repleta de motivos temáticos y formales, propios del género.
“Something's happened”
Con un presupuesto muy modesto, financiado en gran parte, por parientes, y rodado en las calles de New York, Stanley Kubrick realizó con apenas 27 años, un interesante “film noir” cuyos resultados van más allá del mero ejercicio del estilo.
Aunque no era su primer largometraje, Killer's Kiss puede considerarse su “debut oficial”, pues muy descontento con el resultado, él mismo se encargó de hacer desaparecer las copias de “Fear and Desire” (1953), película bélica que había dirigido 2 años antes.
En el rodaje, Kubrick se las arregló para emplazar la cámara, con el punto de vista que le permitiera describir la ciudad de New York como escenario, y las acciones dramáticas en primer plano.
Dado que no tenía permiso para rodar en las calles de New York, y que su equipo de producción no estaba sindicado, Kubrick recurrió a “tácticas de guerra”, nada nuevo para él, ya que durante sus años en “Look” había tenido que disimular la cámara, y obtener buenas imágenes con luz deficiente, por lo que Kubrick rodó secuencias en Times Square, con los actores en acción, y sin que los transeúntes se percataran, de que los estaban filmando.
Los rascacielos, las deslumbrantes luces de Times Square, y los callejones abandonados, forman parte de los personajes de Killer's Kiss, donde actores y ciudad, se funden en un discurso estético, que si tradicional en estilo, innovador en la forma.
Las actuaciones propias del “film noir”, describen el perfil sicológico de cada personaje, con brevedad y economía de recursos.
La historia es sencilla, pero logra crear un estado de ánimo de la ciudad y sus bajos fondos, exaltando a sus personajes clásicos, el boxeador perdedor, la bailarina privada, y el gánster inescrupuloso.
Kubrick imparte a estos personajes, una sencillez de estilo naturalista, propio de la época, pero narra la historia en una retrospectiva total, y escoge la sala principal del Pennsylvania Station de Manhattan, que fuera demolida en 1963, donde el boxeador Davey Gordon, recuerda los últimos sucesos de su vida, mientras espera el tren.
Sea lo que fuere, destaca poderosamente el rodaje en las calles de New York, que remite al cortometraje de Kubrick “Day Of The Fight” (1951), con el que Killer's Kiss comparte muchas semejanzas, incluso algún plano muy similar, ya que en cierto modo, su segunda película deriva de este valioso primer documental del director; como escribe John Baxter:
“Fuera cual fuese la contribución de Howard Sackler, las raíces del nuevo film, estaban realmente en “Day Of The Fight” (1951)”
En su segunda película, Killer's Kiss, Kubrick vuelve a mostrar su brillantez como director, evidenciada en su talento para los encuadres, la iluminación, la elección del marco escénico, o la narración, como muestra de ello, el combate de boxeo, la secuencia del asesinato del mánager de Davey Gordon, o la pelea entre maniquís en un almacén.
Sin embargo, Killer's Kiss aún es un ejercicio de aprendizaje, fundamentalmente, por la endeblez de la historia:
Un guión que describe de forma plana a los personajes, y que no desarrolla adecuadamente las posibilidades de una narración, por lo demás, demasiado ligada a lugares comunes, o coordenadas genéricas demasiado trilladas, que muestran una estructura narrativa, algo endeble.
Otra de las peculiaridades, es su elenco.
Jamie Smith, que interpreta al boxeador, es un actor que prometía, pero no llegó nada lejos.
Irene Kane, la bailarina, es en realidad, Chris Chase, una escritora del The New York Times.
Y lo más significativo, es el actor negro, Frank Silvera, que lograba por su piel clara, romper la barrera del color, e interpretar personajes de diferentes etnias.
Un elenco como este, dice de la naturaleza del cine independiente de bajo presupuesto.
Como toda su filmografía, el argumento de Killer's Kiss es muy sencillo, mientras que la utilización de maniquíes, es tan poco habitual como apropiado para la temática de la misma:
Cómo los protagonistas se convierten en marionetas, y deben actuar en contra de su voluntad.
Por ejemplo, Davey recibe dinero por usar la violencia, cuando queda claro que es un hombre sensible; de la misma manera, Gloria se ve obligada a bailar con hombres, algo que desprecia.
En una escena, en dónde Gloria duerme, pasamos a la imagen de una muñeca en la misma posición, este simbolismo refleja la influencia de Sergei Eisenstein, quien utilizaba a menudo metáforas visuales, para definir a sus personajes.
La metáfora se repite en el almacén, cuando la cabeza de Davey aparece junto a los rostros de 2 maniquíes.
En este contexto, la secuencia final, puede interpretarse como la revancha de los “títeres”
Donde se puede rescatar, que el simbolismo y el humor negro presentes, en la escena en que el dueño de una sala de fiestas, muera golpeado por una pierna, no podría pasar desapercibido para cualquier guionista.
Kubrick no dudó, en apropiarse de hallazgos de otros directores, principalmente de Alfred Hitchcock, con escenas tales como el cuadro burlándose del personaje, o la escena en la que durante el asesinato de Vincent, éste grita, y se ve la boca de un maniquí, y a continuación, se escucha el pito de un tren…
Kubrick también comienza su gusto por usar nombres simbólicos, cuando llama Gloria Price, “el precio de la gloria” a la novia del protagonista.
He aquí la referencia a 3 escenas de Killer's Kiss realmente conseguidas:
El “flashback” en que en tiempo real, la protagonista narra, cómo su padre prefería a su hermana que había entrado en el ballet ruso, y se había convertido en una gran bailarina, y que posteriormente se había suicidado, donde sólo se escucha la “voz en off” de la actriz Irene Kane, mientras se ve bailar a su desaparecida hermana, en un teatro, totalmente fantasmagórico.
El asesinato del manager de Gordon, filmado al principio en un plano fijo, y recortando las figuras de los asaltantes y la víctima, a meras sombras en un callejón sin salida, para después acercarse temblorosamente contemplando la desdicha desquiciada del manager, mientras los hombres de Rapallo, se mofan de él, y acaban acuchillándole.
La lucha final en el almacén de maniquíes, utilizando a los propios cómo armas, y que acaba con la victoria de Gordon sobre Rapallo, en una escena donde lo surrealista del espacio, se contrapone al clímax dramático que allí se está viviendo.
Lo que queda al margen de estas 3 escenas, es una disposición de la cámara de Kubrick, en lo que parece ser siempre, la posición exacta, abusando de los planos fijos en los primeros pasos de Killer's Kiss, y con una ambigüedad moral, en la relación de los amantes, en una de las escenas finales, en el que se acaban traicionando, ese sería el gran tema de “Eyes Wide Shut” (1999), el uno al otro, pese a que luego se reconcilian en el que es el único “happy end” de la filmografía “kubrickiana”, y que, quizás, se podría haber ahorrado, al ser una imposición de la productora.
Queda la duda:
¿Quién es el asesino del título?
Porque los 2 besan a la chica, y son asesinos, aunque sea en defensa propia…
O será a chica…
La escena final con el hacha, me recordó lo que sería Jack Torrance en "The Shining" (1980); y con la lanza, "Spartacus" (1960)
Las imágenes de Killer's Kiss, irradian deseo, mezclado con frustración, casi del mismo modo que más adelante veremos en, por ejemplo:
“Lolita” (1962) y “Eyes Wide Shut” (1999)
Como cité, Killer's Kiss concluye con un “happy end”, que hace sentir a Kubrick, obligado a cumplir con los requisitos impuestos por el Hollywood en aquellos tiempos.
Sólo en la plataforma de la estación terminal, el boxeador concluye su retrospectiva, y en el último minuto, llega Gloria, y juntos toman el tren, que los llevará lejos de “La Jungla de Asfalto”
No obstante, muchas de las técnicas y movimientos de cámara, no tardarían en identificarse como propias de Kubrick:
Los personajes andando por pasillos, el encuadre simétrico, la iluminación, y los ángulos característicos del cine negro, la cámara en mano, las peleas a golpes, las familias desestructuradas, y los ojos que miran fijamente, “The Stare”
A pesar de esto, Killer's Kiss reveló el principal punto débil del talento de Kubrick:
La historia y los personajes, no tenían ninguna consistencia, sin embargo, el error no se repetiría, ya que en adelante, todos sus proyectos tendrían una fuerte base literaria.
“Like the man said:
“Can happiness buy money?”
“Kubrick ya estaba pensando en Killer's Kiss, como una tarjeta de visita que podría permitirle entrar en Hollywood.
Y a Hollywood le gustaban los finales felices” dice el biógrafo Baxter, y acierta al destacar el carácter, un tanto impostado del final que, por lo demás, no liga demasiado con el tono melancólico de Killer's Kiss.
En cualquier caso, Kubrick filma más de una escena admirable, y demuestra su potencial como director, con ideas interesantes, como el sueño de Davey, donde aparecen las calles de la ciudad en tomas aceleradas en negativo, que recuerda a “2001:A Space Odyssey” (1968)
Con un libreto más elaborado y mejores actores, Killer's Kiss podría haber resultado un excelente “film noir”, aunque lo es ahora, años después.
Esta trama, y los personajes arquetípicos propios del “film noir” de la época, contribuyen a cierta ingenuidad temática en este, uno de los primeros films de Kubrick, que junto a “The Killing” (1956) un año más tarde, le abrieron las puertas de Hollywood.
Pero este maniqueísmo, se encuentra compensado por la impactante imagen que Kubrick capta de la ciudad y sus personajes, que incuba las grandes obras del arte cinematográfico, que hacen de Stanley Kubrick, una grandeza más allá del talento.
En todo caso, Killer's Kiss es una película interesante, por momentos brillante, en la que el autor de “Barry Lyndon” (1975) empieza a distinguirse como el cineasta singular que pronto despuntaría, entre los directores de su generación.
Kubrick demuestra con Killer's Kiss, que en la juventud, todo es posible, no importa la edad o el dinero que tengas, y que la mejor manera de aprender algo, es con la práctica, haciéndolo, como él decía en las entrevistas, la mejor manera de aprender cine y narración.
Usa eso para todo, los libros y las teorías son limitados, son buenos, pero lo mejor en todo es la práctica, la experiencia directa, equivocarse, trabajar, enfrentarte a ti mismo, a tus retos, y vencer.

“It's a mistake to confuse pity with love”



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