Stanley Kubrick: A Life in Pictures

“He copied no one while all of us were scrambling to imitate him”

A todo el que haya visto, aunque sea una de las películas de Stanley Kubrick, la sola mención de su indeleble apellido, le evoca una serie de emociones contradictorias, agridulces, y hasta procelosas, curioso, porque él siempre fue acusado de frío y cerebral.
Perfección es lo que tiene que ponerse delante de la verdadera grandeza, a menudo, confundida con desmesura y megalomanía, como le ocurrió a Welles, Griffith, Lean, y paramos de contar.
Kubrick, el pesimista y misántropo incurable, el ajedrecista que siempre nos ganó la partida a sus espectadores, y el cabezota que se llevó a la tumba, el secreto del monolito de “2001: A Space Odyssey” (1968); hasta los que le detestan, coinciden con los que le adoramos, en que no hubo otro como él, ni lo habrá; porque la filmografía del genio, es pura Historia Sagrada.
Stanley Kubrick, es posiblemente, uno de los directores, cuyo estilo más ha marcado a todo el cine contemporáneo, y posterior a él, por su arriesgado planteamiento estético, que renueva por completo el código cinematográfico, pero sin que el espectador quede atónito, sin saber qué está viendo.
El director, es conocido por sus rompedores planteamientos estéticos, gracias en parte a que antes de cineasta, Kubrick fue fotógrafo para la revista “Look”
Las fotografías, son exageradamente buenas, ya que el diferenciado estilo de sus encuadres, y la maestría con la que siempre ha jugado con los puntos de fuga, hace que siempre reconozcamos un trabajo suyo.
Todo es resultado de una meticulosa investigación, del punto de vista con el que se juegan con muchos elementos, que siempre acaban alineados para conseguir la imagen perfecta.
La clave en sus composiciones, siempre ha sido buscar los ángulos menos explorados, para retratar a las personas, y sacarles todo el jugo que pueda, con un toque de simbolismo, y estilo compositivo.
Para Kubrick, la diferencia entre cine y fotografía nunca existió.
Hay una frase suya, que dice que “para hacer cine, no hay que saber de cine, sino de composición fotográfica”
“Una película es, o debería ser, como la música.
Debe ser una progresión de ánimos y sentimientos.
El tema viene detrás de la emoción, el sentido, después” dijo una vez El Maestro Kubrick.
Así fue cuando, el 26 de julio de 1928, nació en New York, Estados Unidos, y se desarrolló como fotógrafo, director de cine, guionista, y productor, siendo considerado por muchos, como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX.
A pesar de que sólo realizó 13 películas a lo largo de su vida, la influencia de Kubrick en el cine contemporáneo, es enorme y difícil de definir en su real dimensión, no sólo por la gran cantidad de libros dedicados a su persona, y a su trabajo, las compilaciones que lo sitúan entre los más importantes de la historia, así como documentales televisivos sobre su vida, y ensayos publicados en diversos medios de comunicación, sino también, por los logros fílmicos que alcanzó en vida, y el aporte que realizó al “statu quo” de rol del director, dentro la industria cinematográfica.
Destacó en el mundo del Séptimo Arte, tanto por su precisión técnica, como por la gran estilización de sus cintas, y su marcado simbolismo, además de que luchó y logró, el tan ansiado control total sobre sus películas, con el fin de que su visión fílmica, no se viera afectada, más que por lo que él entendía como coherencia artística.
Sin estudios formales de cine, Kubrick participó en cada etapa de la producción de una cinta, aprendiendo las técnicas y el oficio, llegando a aportar innovadores procedimientos técnicos como:
Efectos especiales, sistema de filmación, nuevas cámaras, focos, luces, y lentes; y narrativos, que le permitieron a la industria en general, avanzar varios años.
Otro apartado decisivo, fue el empleo de la banda sonora en las cintas que dirigió, anticipándose a varias tendencias, incorporando tanto la enciclopédica revisión de la música perteneciente a la época en la que se ambientaba la película de turno, así como también, emplear los aportes de la electrónica, cuando ésta se aplicaba mayormente, en el campo experimental.
Kubrick, muy lamentablemente, murió el 7 de marzo de 1999, a los 70 años, en la cama de su residencia en Hertfordshire, Reino Unido, debido a un ataque al corazón.
Era un artista completo, capaz de captar y comulgar, como si se tratara de una sinfonía, las imágenes, la música, el arte teatral, la danza, la literatura, y la ambientación, haciendo de cada toma, escena, o secuencia, un cuadro memorable en sus películas, una pintura enmarcada, una puesta de escena asombrosa con un diálogos y montaje, que no solo captan la época, sino que también, transportan al espectador, a un viaje mental difícil de olvidar; para así dar el toque final a sus magníficas sinfonías audio visuales.
“It was so honest, it was shocking”
Stanley Kubrick: A Life in Pictures, es un documental del año 2001, sobre el director de cine Stanley Kubrick, realizado por su cuñado, y antiguo asistente, Jan Harlan, que lo realizó como homenaje, al producirse el fallecimiento de Stanley Kubrick.
Protagonizado por Tom Cruise, Woody Allen, Stanley Kubrick, Shelley Duvall, Nicole Kidman, Malcolm McDowell, Jack Nicholson, Alan Parker, Sydney Pollack, Martin Scorsese, Steven Spielberg, Peter Ustinov, Todd Field, entre otros.
Stanley Kubrick: A Life in Pictures consta de varios capítulos, de 15 minutos cada uno, que detallan la realización de cada una de sus películas, y 2 más que muestran su infancia y su vida.
Stanley Kubrick fue un director de cine estadounidense, creador de obras cinematográficas de culto.
Obsesivo hasta la perfección, Kubrick fue un extraño caso de talento prodigioso, tempranamente respetado por la industria y la prensa, y reconocido por el público más tarde de lo debido, como suele suceder.
Su cine fue siempre personal e innovador, convirtiendo a cada película, en un mundo privado, donde la imagen y la música, se adueñan de los sentidos, y engalanan un guión brillante y original.
Narrado por Tom Cruise, Jan Harlan contó con la participación de algunos de los viejos colaboradores de Kubrick, quienes fueron entrevistados.
Entre ellos se encuentran:
El mismo Tom Cruise, Nicole Kidman, Keir Dullea, Arthur C. Clarke, Malcolm McDowell, Peter Ustinov, Jack Nicholson, György Ligeti, y Matthew Modine.
También, hay entrevistas a varios directores inspirados por Kubrick, como:
Woody Allen, Steven Spielberg, Martin Scorsese, y Sydney Pollack.
Stanley Kubrick: A Life in Pictures contiene material inédito, incluyendo algunos videos pertenecientes al archivo personal de la familia Kubrick, o filmaciones realizadas durante el rodaje de las películas del director.
Stanley Kubrick: A Life in Pictures fue lanzado en versión DVD, el 23 de octubre de 2007, y fue presentado en el 10° disco de Stanley Kubrick: “The Essential Collection” y “Stanley Kubrick: Limited Edition” de DVD y Blu-ray, lanzado 31 de mayo 2011, respectivamente.
Stanley Kubrick: A Life in Pictures también fue incluido en un “box-set” de algunos de otras películas de Kubrick, lanzado el 22 de enero de 2008.
La banda sonora de Stanley Kubrick: A Life in Pictures, es de la compositora y músico, Jocelyn Pook, que había trabajado anteriormente con Kubrick, en “Eyes Wide Shut” (1999)
El director, era la persona más sencilla, tierna, tranquila, obsesiva, y perfeccionista que hayan conocido, así se describe al cineasta; ya que el 7 de marzo, el mundo recordó el aniversario número 15 de la muerte de aclamado director, guionista, y productor neoyorquino, recordado por sus películas de culto, todas ellas:
“Fear and Desire” (1953) que supone el debut del neoyorquino en la ficción, un mediometraje bélico, casi abstracto, con un gran estudio psicológico de los personajes, y que denota lo bien que su hacedor se tenía aprendido el montaje de la escuela soviética.
“Killer’s Kiss” (1955) que aunque contó con pocos medios, la fotografía en blanco y negro, llamó la atención de James B. Harris, un productor de la NBC, con quien se asoció.
“The Killing” (1956) con la utilización del tiempo cinematográfico hecha por Kubrick, supuso una innovación para la época, misma que le valió en la admiración de personalidades del medio, como Kirk Douglas.
“Paths Of Glory” (1957) narra la personal visión de Kubrick, sobre un episodio real de La Primera Guerra Mundial; y constituye una crítica brutal, a la lógica implacable de la jerarquía militar, y al horror de la guerra.
Sin duda alguna, Kubrick demostró ser una persona que expresaba su visión.
Revolucionario, Kubrick nos muestra sus primeros trazos simétricos, y el uso innovador que le puede dar a una cámara en los 50, para mostrar los recorridos por las trincheras, y representar las imborrables batallas.
Como el artista completo que era, los aspectos de ambientación y fotografía, ensamblan perfectamente en una fastuosa dirección de actores, al mando de un Kirk Douglas, actuaciones que resaltan por su realismo y naturalidad, dentro del estándar histriónico de la época.
“Spartacus” (1960) dado que el guion estaba firmado por Dalton Trumbo, este hecho se podría interpretar como una alegoría de la opresión del senador McCarthy, y El Comité de Actividades Antiamericanas; hizo que el rodaje estuviera plagado de dificultades, entre ellas, Trumbo modificaba el guion cada día, por lo que Kubrick tuvo que adoptar un nuevo método de trabajo:
Improvisar con los actores, e ir creando las interpretaciones, en lugar de apoyarse totalmente en el guion, si la escena no tenía diálogo, el director ponía música de fondo, para potenciar la emoción, como en el cine mudo.
Tras 167 horas de rodaje, Kubrick dedicó meses al montaje, y a eliminar escenas a causa de las protestas de la “Legion Of Decency” y el “Production Code Administration” que heredó todo del horripilante Código Hays, como:
La escena del baño, en la que Crasus trata de seducir a Antoninus, volvió a añadirse en la versión restaurada de 1991, al igual que otras secuencias.
“Lolita” (1962) estuvo envuelta en escándalo, por adaptar una historia tan controvertida para los estándares de la época, ya que narra la historia de la seducción de una menor de edad, por parte de un hombre maduro, y de ahí que dirigentes conservadores, exhortaran a no verla.
Kubrick sustituyó la simple lujuria y deseo que el profesor sentía por Lolita en la novela de Nabokov, por amor, evitando así, la menor injerencia posible de la censura.
Debido a aspectos financieros y legales, así como por temas de la misma censura, el rodaje se realizó en los estudios ABPC en Inglaterra, donde Kubrick finalmente se estableció, definitivamente, en la localidad de Hertfordshire.
A pesar de vivir y trabajar en Inglaterra, al inicio por problemas coyunturales, nunca se sintió un expatriado; las circunstancias le retuvieron allí, y volvía varias veces al año a los Estados Unidos, casi siempre en barco, por su terror a los aviones.
“Dr. Strangelove Or: How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb” (1964) ya sin la compañía de Harris, estrenó una película tan polémica, que lo obligó a cambiar su residencia de manera definitiva a Inglaterra.
Una película donde cuestionó el sistema de defensa estadounidense; en forma de sátira de La Guerra Fría, y la escalada armamentística de las 2 grandes potencias en La Era Nuclear, que se encuentra un paso más allá del humor negro.
La tridimensionalidad de sus personajes, y el uso magistral de “historias entrelazadas” muestran a Kubrick en su máxima expresión, dominando el lenguaje cinematográfico, en todo sentido, e impartiendo cátedra, no solo en su ya característica perfección visual, sino también, en la impresión de ritmo, a una historia que a pesar de su ridiculez argumental, fluye con un “timing” mágico, resultando en un mensaje crítico para las sociedad y sus gobiernos.
“2001: A Space Odyssey” (1968) la más mastodóntica, y célebre de las obras de su autor, ha provocado océanos de tinta, y resultaría baladí añadir nada, salvo quizá que no ha envejecido demasiado bien:
En este aburrido y mísero nuevo milenio, no hay ordenadores inteligentes, ni carrera espacial, y las drogas psicotrópicas que inspiraron su último tramo, tan en boga en aquellos tiempos, hoy resultan perseguidas y tabúes.
Una película en donde lo arriesgó todo, con la única finalidad de ser fiel a su visión, y podernos narrar la futura evolución de la raza humana.
El film maduraba las convenciones de la ciencia ficción previa, ofertaba múltiples perspectivas en base a su cripticismo, y establecía las bases estéticas de las futuras producciones del género.
“A Clockwork Orange” (1971) al contrario, resultó adivinatoria, aunque su fastuosa imaginería retro-futurista pertenezca tanto a su tiempo.
Que nadie olvide, sin embargo, que se trataba de la primera vez en La Historia del Cine, en que la explicitud de los contenidos, y el barroquismo estético, se daban la mano tan fuertemente, con los interrogantes sin respuesta, acerca de la naturaleza humana, y la pugna entre civilización y barbarie.
Alex está preparado para un poco de ultra violencia, todas las noches junto a sus “droogies”, los cuales por circunstancias inadecuadas de su liderazgo, terminan traicionándolo, para luego ser atrapado, y convertido en la primera víctima, de un nuevo sistema político, imponiéndole un nuevo tratamiento para los criminales, que convertirá a Alex, en un ser mecánico, carente de voluntad al servicio de los partidos políticos, científicos, religiosos, y medios publicitarios.
Todo esto al compás de La Novena Sinfonía de Beethoven.
“Barry Lyndon” (1975) su obra más hermosamente retratada, donde la pintura y las artes plásticas, juegan un papel protagónico en la trama, y se unen a los medios audiovisuales, para procrear junto a la inteligencia del cineasta, una simetría en planos, y una trama excelsa, y maravillosamente perfecta.
“Barry Lyndon” (1975) revoluciona la industria fílmica, y técnica, y de nuevo narrativamente; Kubrick adapta cámaras compradas a la Warner Bros., con los lentes que él mismo crea, para así captar imágenes a la luz, de solamente los candelabros.
Su inteligencia, lo lleva a perfeccionar su cinta, convirtiendo cada escena, plano, y secuencia, en un cuadro de la época, excusa para narrar la historia de Redmond Barry, su ascenso y caída de la sociedad inglesa en el siglo XVIII.
“The Shining” (1980) donde la esquizofrenia y la opresión, nunca habían sido tan confortables y angustiosas para los sentidos humanos.
Traicionado por aquellos que aplaudieron su “odisea espacial”, la “erótica” y “violencia”, Kubrick ya había edificado su trilogía de revolución técnica, social, y cultural, disponiéndose ahora, a otorgar su producto más comercial, el cual cuenta con la participación de su mismo autor literario, y le brindará su éxito más taquillero, sin perder el toque perfecto de su filmografía, pues hay algo inherente a la condición humana que no funciona, un lado diabólico.
Y es que uno de los objetivos de las películas de terror, es mostrarnos los arquetipos del subconsciente.
Así, podremos asomarnos al lado oscuro, sin tener que enfrentarnos a él directamente.
“Full Metal Jacket” (1987) muestra la concepción de la perdida de la inocencia de un marine, para su consecuente masacre personal, en una guerra que él mismo no comprendía, de la mano de una base militar que crea hombres para matar.
“Eyes Wide Shut” (1999) la cual la dotará, de todos los aspectos que habían rodeado a su filmografía:
Un innegablemente perfecto guión, montaje soberbio, los cuadros, y las simetrías necesarias, reflejo de su aún compulsiva naturaleza, y los aspectos dramáticos, eróticos, y de ficción, que ha desarrollado a lo largo de su vida.
De nuevo, estamos ante otra “odisea”, en este caso del tipo sexual, que traspasa los burdos deseos carnales, llegando a la soberbia tarea de explorar lo que la mente desea, o se fuerza a hacerlo, a través de los actos, y de los mismos sueños; todo esto, a través de los ojos de una pareja aristócrata, sus inseguridades, deseos, emociones, y de los actos en su relación, que los llevan a viajes separados, que por un lado, se aferran al mundo de los sueños, y del subconsciente pasional; y por el otro, al acto físico, que hace reales los sueños, y conducen a un thriller erótico fascinante.
Pero recordar, que Kubrick comienza a ensayar su arte cinematográfico, con 3 documentales de relativo interés:
“Day Of The Fight” (1951), “Flying Padre” (1951) y “The Seafarers” (1953)
En fin, demasiados años para tan pocas películas.
Por el camino, muchos proyectos frustrados, pero también muchas de las imágenes del celuloide de nuestras vidas:
Las gafas en forma de corazón de Sue Lyon; el saludo nazi del Dr. Strangelove; el Moloko Vellocet; el ojo bermellón de Hal 9000; las máscaras de payaso en el atraco a un hipódromo; un nudo en la garganta.
Kubrick sigue tan en boga, y es tan parte de nosotros, que casi no nos podemos creer que se haya ido, pero me temo que así es.
Su carrera inicial, lo hizo convertirse en uno de los directores más influyentes del siglo XX, que comenzó con una simple cámara fotográfica.
Un joven Kubrick, que capturó con su cámara, a un vendedor de prensa, el día después de la muerte del Presidente Franklin D. Roosevelt, y la presentó a la revista “Look”, que publicó su foto, y lo contrató como “freelance”
Después de crear un ensayo fotográfico sobre el boxeo para “Look”, Kubrick usó sus ahorros, para hacer el documental “Day Of The Fight”, de 16 minutos, en 1950.
Y desde entonces, el cine sería su obsesión.
Stanley Kubrick: A Life in Pictures detalla que Kubrick, convenció a miembros de su familia, para invertir dinero en un “mediometraje” sobre una guerra ficticia, llamada “Fear and Desire” en 1953, y consiguió que el filme se mostrase en unos pocos cines de New York.
Así, su nombre empezó a convertirse en leyenda.
Después de otras producciones, con bajo presupuesto como “Fear and Desire” (1953), hizo su primera película de estudio:
“Paths Of Glory” (1957), protagonizada por Kirk Douglas.
Y llegaron las nominaciones y los premios Oscar:
“2001: A Space Odyssey” (1968), sería la única de sus películas, en recibir un Oscar de manera personal, para él, a los Mejores Efectos Especiales.
No obstante, todos sus filmes, han marcado la historia del cine, y le han valido fieles admiradores de su obra.
Fue así como Jan Harlan, cuñado de Kubrick, con la valiosa colaboración de la montajista, Melanie Viner Cuneo, repasa la vida privada del cineasta en Stanley Kubrick: A Life in Pictures, desde que era un niño, y un adolescente, al recuperar valiosas películas caseras, rodadas en 16 mm, acompañadas por la voz de su hermana menor.
Al llegar a sus inicios, se detiene en su primer contacto con el registro de imágenes, a través de la fotografía.
Stanley Kubrick: A Life in Pictures es un recorrido por su vida, desde que nace en New York, hasta su muerte, una semana después de entregar a la Warner, su obra póstuma, “Eyes Wide Shut” (1999)
Kubrick era un tipo tan hermético, que no hay declaraciones suyas en el documental, huía de la prensa, lo que provocó que los medios, crearan historias tenebrosas a su alrededor, que jamás se preocupó de desmentir.
Stanley Kubrick: A Life in Pictures hace un recorrido cronológico por su filmografía, en el que cada película suya, es un peldaño en busca de la perfección, y para alcanzar el control absoluto sobre sus obras.
Se nos cuenta una anécdota de su fuerte personalidad, en su primer film importante “The Killing” (1956), con solo 28 años, le dio un dolor de cabeza a Lucien Ballard, prestigioso fotógrafo oscarizado de la cinta.
Los testimonios, son un collage de gente con las que trabajó, que lo conoció, otras que lo admiran, y de su familia, entre ellos, Christiane, su tercera y última esposa, a la que conoció durante el rodaje de la monumental “Paths Of Glory” (1957)
Ella era la actriz que daba vida a una muchacha, que ponía el broche final colosal, con una canción en una taberna, y los hijos también intervienen.
Hablan de él, realizadores tan importantes como:
Scorsese, Woody Allen, Spielberg, Sydney Pollack, Alan Parker, actores que trabajaron con él:
Tom Cruise, narrador del documental, Nicole Kidman, Jack Nicholson, Peter Ustinov, Matthew Modine, Shelley Duvall, que nos habla de la crueldad de Stanley, para sacar lo mejor de la actriz, o Malcolm McDowell, que cuenta con amargura, lo vampírica que era la personalidad de genial director, durante el rodaje “A Clockwork Orange” (1971) donde se estableció entre ellos 2, una gran amistad que al terminar el trabajo, se cortó de cuajo por parte de Kubrick, por más que McDowell quiso restablecerla, jamás el neoyorkino quiso saber nada de él, estas pinceladas críticas, nos describen la peculiar forma de ser de un Genio.
Y es que Kubrick ha pasado a la historia, por su excéntrica personalidad, pero sobre todo, por sus innovaciones en el mundo del Séptimo Arte, su colosal utilización de la fotografía, y al empleo vanguardista de la música en el cine.
Así pues, Stanley Kubrick: A Life in Pictures, está concebido como un homenaje en el que se intenta mostrar la mejor cara de Kubrick:
La del lector voraz, el genio autodidacta del ajedrez, el niño prodigio de la fotografía, que se pasó al cine, y acabó dirigiendo algunas de las películas más importantes, jamás realizadas.
También del hombre enamorado de su esposa, sus hijas, y sus gatos.
No obstante, aparece también el otro Kubrick, en sus 2 vertientes:
Un hombre tan celoso de su intimidad, perfeccionista hasta el extremo, y poderoso hasta el punto de poder permitirse trabajar con total independencia, dentro de la industria, y de hacer películas tan ambiciosas como polémicas, por fuerza, tenía que tener su propia Leyenda Negra.
En Stanley Kubrick: A Life in Pictures, se intenta desgranar, cuánto hubo de verdad en los rumores sobre el Kubrick maniático, misógino, obsesivo compulsivo, y despótico en sus relaciones con actores y técnicos.
Personalmente, a mí me importan las películas de este grandioso director, y muy poco, si era un tipo excelente, o un tirano cabrón.
Comprendo, no obstante, que quienes mejor le conocieron quisieran, tras su fallecimiento, aclarar las exageraciones y mentiras, que frecuentemente se escribían sobre el cineasta neoyorquino.
De hecho, en los primeros minutos del documental, aparecen infinidad de recortes de prensa, muy poco benevolentes con el director.
Pasada esta introducción, y después de introducirnos en la infancia, y la adolescencia de Kubrick, se pasa a lo que de verdad importa:
Sus películas.
Frases de Scorsese como:
“Un film de Kubrick, equivale a 10 de otro”
O la admiración profunda de directores, que algo de cine sabrán, de la talla de Woody Allen o Spielberg por Él, lo dicen todo...
Sydney Pollack dijo, que lo más cerca, sino lo era ya, de haber visto la perfección, era Kubrick.
Solo Kubrick podía rodar películas con lentes de la NASA, o solo él podía retirar películas de los cines, fue el más grande, y siempre los documentales de gente grande, son increíbles, e interesantes.
Según la esposa de Kubrick, a éste le hubiera encantado hacer más películas, pero su incontrolable perfeccionismo, siempre en la búsqueda del filme perfecto, de una película que no quedara en el olvido, le retrasó considerablemente la filmografía, pero es mejor así, es preferible tener 13 joyas absolutas, que tener 5 buenas, 4 malas, y 20 patéticas, como le puede ocurrir a muchos.
Y es imposible que, algún filme de Kubrick te deje indiferente...
Tom Cruise dijo entre lágrimas, tras la muerte de Kubrick:
“Nunca más, un estreno de Kubrick, levantará expectación, se ha ido, nunca habrá otro igual...”
“Everyone pretty much acknowledges that he's the man, and I still feel that underrates him”
 Stanley Kubrick: A Life in Pictures posee un análisis, tanto personal como profesional, que nos muestra una de las carreras cinematográficas, menos prolíficas, pero a la vez, más contundentes de la historia del cine.
Sin duda, una de las grandes ventajas de Stanley Kubrick: A Life in Pictures, es su acercamiento personal, a esta figura, única y controvertida, a la vez que tenemos ante nosotros, una especia de breves “Making Of…” de cada una de las 13 películas que componen su filmografía, lo cuál es, ante cualquier fan de Stanley Kubrick, un aspecto muy importante a destacar.
Humanizando a este polémico artista, Stanley Kubrick: A Life in Pictures se alimenta de una fuerza narrativa y emotiva, que sólo sus admiradores podrán saborear.
Por ello, Stanley Kubrick: A Life in Pictures, está rodado de forma cronológica, y aunque no aporta demasiado en cuanto a imaginación, e innovación de técnicas de documental, a Kubrick no le gustaría demasiado, al menos algunos comentarios interesantes de personalidades del mundo del cine, que es lo más destacado, caso de Spielberg, Scorsese, Allen, Nicholson, o Pollack entre otros.
Pero algo que me suele irritar en los documentales “Made In Holywood” es que resaltan lo bueno de forma descarada, pero acá, incluso, aparecen varias críticas a Kubrick como persona, pues ya sabemos que no era precisamente un “ángel” como lo fue con Peter Ustinov o Shelley Duvall.
Por ejemplo:
Shelley Duvall comenta, que muchas de sus escenas en “The Shining” (1980), las tuvo que repetir más de 50 veces.
La secuencia de la mesa de billar en “Eyes Wide Shut” (1999), con Tom Cruise y Sydney Pollack, duró más de 3 semanas en rodarse.
Kubrick dejaba a su familia, un manual con más de 40 instrucciones, de cómo cuidar a los gatos en su ausencia...
Su dualidad, está presente en todo el documental, su genialidad, pero también su obsesión, su meticulosidad, llevado al paroxismo en su trabajo, hace que podamos definirle como “un neurótico genial”
Además de todas las personalidades, de gente tan interesante como el diseñador de producción Ken Adam, que trabajó en “Dr. Strangelove Or: How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb” (1964), y “Barry Lyndon” (1975); la compositora Wendy Carlos por “A Clockwork Orange” (1971), y “The Shining” (1980); el realizador y supervisor de efectos especiales, Douglas Trumbull en “2001: A Space Odyssey” (1968); Arthur C. Clarke, o el propio Jan Harlan, que dirigiendo este documental, termina por exprimir, así “la naranja sobre Stanley Kubrick”
Por otro lado, se echa en falta, a gente tan importante, o significativa en el universo cinematográfico del realizador, a nivel interpretativo, como:
Kirk Douglas, Sue Lyon, R. Lee Ermey, o Peter Sellers, que si bien este último, junto con James Mason, resulta la más lógica de las ausencias, no podía dejar pasar al único actor que ha trabajado 2 veces con él, y el único, “dicen”, que ha conseguido arrancarle la carcajada al cineasta.
Seguramente, si los responsables de Stanley Kubrick: A Life in Pictures hubiesen dejado a un lado la mitomanía, habría sido más satisfactorio para todo aquel que quisiera conocer un poco más al genio, porque aparte de analizar, se trata sobre todo, de ensalzar la figura de un director que, según ellos, exhaló su último suspiro, nada más acabar su film de 1999, y que aquí, han querido rendir homenaje, a modo de hipócrita reverencia, algunos de ellos.
Y es que, exceptuando la duración, aquí son algo más de un par de horas, nada de 50 cumplidores minutos, todos estos documentales biográficos, están cortados por el mismo patrón, da igual que el homenajeado sea un déspota y un cabrón, podría haber sido el caso o no, al final, todos pasan por el aro, y dicen lo que la gente supuestamente quiere oír, aunque algunos hayan sudado sangre en su encuentro con la celebridad en cuestión.
Es un intento, de hacer justicia sobre la vida y la obra de un hombre dotado de un talento poco común, para quien lo más importante era su arte, muchas veces incomprendido pero, a la larga, siempre alabado por los cinéfilos.
Pero bueno, se dijo que no se intenta manipular la imagen de Kubrick como director, ni mucho menos, creo que se le intenta hacer justica, aunque es cierto que el tiempo le ha hecho justicia, es decir, cada película suya, es un auténtico clásico, esa es la justica del tiempo.
¿Quién no se ha emocionado con la escena final de “Paths Of Glory” (1957), con el vals de la nave espacial en “2001: A Space Odyssey” (1968), o con los esclavos gritando a la vez el mítico “Yo Soy Espartaco”?
¿Quién no se ha enamorado de Nicole Kidman en “Eyes Wide Shut” (1999), ha vivido el horror de la guerra en “Full Metal Jacket” (1987), o se ha aterrorizado con las gemelas del Hotel Overlook, o con el histrionismo de Jack Nicholson en “The Shining” (1980)?
¿Cuál era su secreto?
Aquí, los 12 consejos de Stanley Kubrick, para realizar una película perfecta:
1. Adaptar cualquier tipo de material; prácticamente, Kubrick no dejó material o género cinematográfico por filmar:
Bíblico, dramático, de terror, bélico, de ciencia ficción…
A veces, trabajó con elementos de no-ficción, y otras, adaptó novelas al cine, como “The Shining” o “Lolita”
Utilizó historias cortas, como base para “2001: A Space Odyssey” (1968), y “Eyes Wide Shut” (1999), una epopeya de ciencia ficción, y un drama centrado en 2 personajes
2. No ceñirse a la estructura de una película tradicional; como explicó Martin Scorsese:
“Kubrick nunca siguió la estructura dramática tradicional.
Él estaba continuamente experimentando”
Uno de los ejemplos de ruptura de estructura más claros, lo encontramos en “2001: A Space Odyssey” (1968), con sus 3 secciones independientes:
“The Dawn Of Man”, “Jupiter Mission” y “Jupiter and Beyond The Infinite”
Segmentos muy diferentes en términos de acción y tema, pero que encajan a la perfección en la película.
3. Construye sets elaborados y caros.
Todos los que hemos visto, en “The Shining” (1980); estamos de acuerdo en que El Hotel Overlook es el personaje principal.
Y el conjunto de la película refleja eso.
Kubrick utilizó su presupuesto, para crear interiores elaborados, como el vestíbulo de 2 pisos de altura; e insistió en una rueda real, con un diámetro de 10 metros, para representar la nave espacial en “2001: A Space Odyssey” (1968)
Construida por ingenieros, la rueda costó un total de $750,000 de la época.
4. Filma todo lo que quieras, el tiempo que quieras.
Kubrick era conocido, por tomarse su tiempo en cada proyecto.
De hecho, “Eyes Wide Shut” (1999) tiene El Récord Guinness, al rodaje más largo, con 400 días en total.
Hasta el momento, ninguna producción ha superado el récord.
Kubrick utilizó 3 semanas de rodaje, para filmar una escena de 13 minutos con Tom Cruise y Sydney Pollack.
Otras películas como “The Shining” (1980) y “2001: A Space Odyssey” (1968), también son famosas por sus largos rodajes.
5. Deja a los actores improvisar y sentirse implicados en la película.
Kubrick permitía, una cierta libertad a sus actores.
Por ejemplo, a Malcolm McDowell se le ocurrió la idea de cantar “Singing In The Rain” en “A Clockwork Orange” (1971)
El actor Peter Sellers explicó:
“Si una escena no nos parecía del todo bien, nos sentábamos en una mesa a analizar el guión, y añadíamos pequeñas líneas que habíamos elegido.
De esta manera, conseguíamos un diálogo natural para ser usado”
Otra anécdota, es que a Jack Nicholson, sugirió que su personaje, lanzase una pelota de tenis contra las paredes del hotel, lo que acabó convirtiéndose en una de las escenas más icónicas de “The Shining” (1980)
6. Asusta a tus actores… aunque Kubrick permitía ciertas libertades, también podía resultar intimidante frente a sus actores.
Tom Cruise desarrolló una úlcera en el rodaje de “Eyes Wide Shut” (1999) pero no habló de ello, para no dañar la reputación de Kubrick.
Shelley Duvall, también ha hablado varias veces, sobre lo tenso y difícil que resultó el rodaje de “The Shining” (1980)
Con el tiempo reconoció que, “en su momento le llegué a odiar, pero ahora veo lo gran cineasta que era.
Me dio el papel más importante de mi vida, y me convirtió en la actriz que soy ahora”
7. Ve más allá del presupuesto... “2001: A Space Odyssey” (1968), se suponía que iba a costar $6 millones, pero Kubrick utilizó un total de $10,5 millones.
8. Con el dinero de nadie, Kubrick pidió dinero a su familia y amigos, para realizar sus 2 primeras películas:
“Fear and Desire” (1953), y “Killer's Kiss” (1955)
Su padre incluso, renunció a su seguro de vida, para conseguir efectivo para ayudarle en el rodaje de “Fear and Desire”
9. Discute con expertos en el tema; después de que sus 2 primeras películas fueran financiadas por familiares, Kubrick hizo “The Killing” (1956), con un presupuesto de Hollywood.
Y allí se sorprendieron, al ver lo seguro y capaz que era Kubrick.
Durante el rodaje, hubo una gran discusión entre el joven Kubrick, y el famoso cineasta Lucien Ballard, a propósito de las distancias de la cámara, y el formato utilizado.
10. Transforma sucesos importantes en comedia, con “Dr. Strangelove Or: How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb” (1964), creo una sátira sobre los comunistas, La Unión Soviética y Estados Unidos, en plena Guerra Fría.
Una época de tensiones, que no impidió que Kubrick realizara dicha película.
11. Hazte legalmente vulnerable, con “Dr. Strangelove Or: How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb” (1964), Kubrick sabía que su película podría atraer la atención del gobierno.
El diseñador de producción, Ken Adam, recuerda cuando un militar visitó el set un día, y fue sorprendido por la precisión de la película.
Adam afirmó:
“Tengo una nota de Stanley diciendo:
“Es mejor que te asegures de dónde has sacado todas tus referencias, porque de lo contrario, podríamos ser investigados por el FBI”
12. Inventa tu propia tecnología; mucho antes de que James Cameron inventara sus nuevas tecnologías cinematográficas para rodar “Titanic” (1997) y “Avatar” (2009), Kubrick ya era un innovador técnico.
Durante el rodaje de “Barry Lyndon” (1975), Kubrick decidió que quería la luz de la película, sólo con velas.
Para ello, compró 3 de los 10 objetivos que la NASA utilizaba para tomar fotografías de La Luna, en la década de 1960.
Luego unió las lentes a sus cámaras, para conseguir las fotos con la luz que él quería.
“...and he'd say:
“I'm still fooling them!”
Stanley Kubrick, se dio cuenta de que somos capaces de los actos más bondadosos y los más perversos, el problema es que, a menudo, cuando nos interesa, no distinguimos entre unos y otros.
Esto se convertiría, en uno de sus temas recurrentes, un “leitmotiv” que repetiría en todas sus películas:
El bien y el mal, el amor y el odio, el sexo y la violencia, el deseo y el miedo, la fidelidad y la traición.
Los protagonistas de todas sus películas, mantienen una lucha interna con estas fuerzas, mientras las circunstancias exteriores, como una guerra, un romance, o un crimen, sirven para subrayar el conflicto ante los espectadores.
En cada película, esta lucha interior, se aborda desde una perspectiva distinta.
A veces, se adopta el punto de vista del personaje, cuya naturaleza entra en conflicto con la sociedad, el caso de Alex en “A Clockwork Orange” (1971), o Humbert en “Lolita” (1962); en otras películas, el comportamiento del personaje, es consecuencia de sus experiencias, o de su formación, como el caso de Barry en “Barry Lyndon” (1975), o el Dr. Bill Harford en “Eyes Wide Shut” (1999); muchas veces, la dualidad de los personajes, se muestra a través del simbolismo de los espejos, o por las acciones de terceros.
Una vez establecida la lucha interior de su protagonista, Kubrick le presenta 2 opciones, que simbolizan, el bien y el mal.
Aunque el cine es un entretenimiento de masas, también es una forma de arte, así Kubrick filmó películas que podían interesar a cualquier espectador, buscara lo que buscara.
El director, nos ha legado:
4 películas bélicas, 2 policíacas, 2 de ciencia ficción, 2 dramas de época, 1 película de terror, y 2 películas sobre sexo.
Kubrick reveló, que recurría a películas de género, porque uno de los atractivos de las historias de guerra, o de crímenes, es que ofrecen una oportunidad casi única, de cuestionar a un individuo, o a la sociedad actual, con unos valores sólidos aceptados.
Así, para comprender una película de Stanley Kubrick, hay que experimentarla por uno mismo, algo sencillo, porque básicamente, sus películas están compuestas de una serie de imágenes y sonidos combinados, para provocar una respuesta emocional.
Todo el mundo puede hacerlo, porque como dijo Kubrick:
“Un camionero de Alabama, cuyos puntos de vista en cualquier otro tema, serían extremadamente simplistas, puede escuchar un disco de The Beatles, con el mismo grado de apreciación y percepción, que un joven intelectual de Cambridge, porque las emociones y el subconsciente de ambos, son mucho más parecidos que sus intelectos.
El lazo que los une, es su reacción emocional subconsciente.
Por eso creo que una película que pueda transmitir algo a ese nivel, puede provocar un impacto más profundo, que cualquier forma tradicional de comunicación verbal”
Eso explica que, en muchas de las obras de Kubrick, apenas haya diálogos, y que la historia se explique sobre todo, a través de imágenes, música, y sonidos.
Y es que ver una película de Kubrick, es como entrar a una casa, donde todo está impecablemente limpio, y en su lugar.
Da pena sentarte, tocar o mover algo.
Te incomoda…
Un estreno de Kubrick, solía ser, durante décadas, un acontecimiento cultural.
Por ello, Stanley Kubrick: A Life in Pictures es un tributo a uno de los más grandes creadores del siglo XX, Stanley Kubrick, fotógrafo, director de cine, guionista, y productor, curiosamente es del año 2014, 13 años después del título de su obra “2001: A Space Odyssey” (1968)
Un polifacético artesano, que solo tuvo un defecto, y es que no hizo más films, sobre todo “Napoleón”, pues cada trabajo suyo, es un hito en la historia del Séptimo Arte.
Se me hace muy cuesta arriba, entonces, intentar describir a este genio, pero aparte de que tocó todos los géneros, dándoles una nueva y creativa vertiente, era y es una nueva definición de cine en todos sus aspectos, es distinto, y didáctico.
Toda su vida dedicada a trabajar el cine.
Trabajaba 7 días a la semana, y además, hacia jornadas interminables.
Al igual que Sir Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick era un perfeccionista del cine.
Repetía constantemente cualquier escena, de la que no estuviera satisfecho.
Sus obras son perfectas.
Desde que entró en la historia del cine, nos ha sorprendido tanto con sus obras maestras oníricas y verdaderas, como con algunos de sus momentos más íntimos y secretos de su vida personal.
Recomendable para quienes como yo, quieren saber los secretos de un monstruo del Séptimo Arte, de una filmografía corta, pero completa en cuanto nivel artístico.
Un hombre que no ha necesitado ganar un Oscar, salvo por los efectos especiales por “2001: A Space Odyssey” (1968), para demostrar lo comprometido que era con su trabajo en el cine.

“He was originally known as a kind of future threat, a future threat to peace and quiet”



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