What's Eating Gilbert Grape

“That word big is so small”

La Teoría Humanista de Carl Rogers resalta la tendencia del organismo, hacia el crecimiento personal.
Su teoría, se basa en los siguientes postulados:
Visión holista y optimista del ser humano.
El objetivo de La Psicología Humanista, es comprender y mejorar la personalidad.
Todas las personas, tienen un potencial de crecimiento, y el fin de la persona, es el desarrollo de sus capacidades positivas.
El eje vertebrador del comportamiento, son los procesos motivacionales.
Para Roger, lo que diferencia a una persona sana, de otra desadaptada, es la calidad de la relación entre su yo; ideales, valores, expectativas, intereses; y su experiencia.
La personalidad madura y equilibrada, es el resultado del proceso de autorrealización, es decir, del proceso de convertirse en persona.
Esto supone cultivarse, crecer, y madurar en armonía.
Luego, aunque pueda parecer un proyecto a largo plazo, no es así, pues significa saber vivir el presente.
La autorrealización, no es un fin sino un proceso, es saber disfrutar de la vida; aceptarse sin apartar la posibilidad de cambiar; valorar lo que uno piensa y siente; ser independiente, valorar las relaciones con los demás, sin someterse a sus expectativas, resolver adecuadamente los conflictos; y además, es aceptar la responsabilidad de la propia vida.
“I'm having a birthday party, but you're not invited, but you can come if you want”
What's Eating Gilbert Grape es una película dramática estadounidense, del año 1993, del director sueco, Lasse Hallström.
Protagonizada por Johnny Depp, Juliette Lewis, Leonardo DiCaprio, Mary Steenburgen, Darlene Cates, John C. Reilly, Laura Harrington, Crispin Glover, Kevin Tighe, Mary Kate Schellhardt, entre otros.
What's Eating Gilbert Grape está basada en la novela homónima del escritor Peter Hedges, quien adaptó el guión.
Lamentablemente, la traducción que nos llega del título, no refleja el sentido que posee el original.
What's Eating Gilbert Grape podría traducirse como:
“¿Qué está comiendo Gilbert Grape?” o bien, en esto el inglés es ambiguo:
“¿Qué se está comiendo a Gilbert Grape?”
Esta última traducción, al parecer, la más convincente, alude a una forma inglesa de expresión que nosotros traduciríamos como:
“¿Qué le preocupa a Gilbert Grape?”, en el sentido de:
¿Qué le pasa? o, mejor:
¿Qué lo carcome?
“¿Qué está haciendo sentir culpable a Gilbert Grape?” podría ser una adecuada traducción del giro idiomático al que alude el título original, ampliamente avalada por el contenido de la historia; en efecto, What's Eating Gilbert Grape se centra en el deseo de Gilbert, de abandonar a su familia, deseo que, como la culpa, remuerde su conciencia.
Sin embargo, no parece prudente descartar el sentido literal del título, dado que las referencias al comer, y a la comida, son constantes en todo el metraje.
What's Eating Gilbert Grape, cimentó la fama de Johnny Depp, y catapultó al joven Leonardo DiCaprio, que obtuvo una nominación al Premio Oscar, como mejor actor secundario, en su personificación de un adolescente con discapacidad mental.
What's Eating Gilbert Grape contiene muchos mensajes para reflexionar, entre ellos, la importancia de tener paciencia, ser tolerantes con nuestro prójimo, imperfecto como nosotros, y el respetar a las personas como son, no ofenderlas ni convertirlas en objeto de burla, ni sentir vergüenza de ellas.
What's Eating Gilbert Grape es una historia donde fluye el amor entre hermanos, los lazos de una familia, y sobre todo, la belleza interior.
El director nos narra con destreza, una bonita historia sobre la lucha de una familia humilde, por salir adelante en un mundo difícil, el mundo de Endora, una solitaria zona de los Estados Unidos, en vías de expansión; en ese tranquilo pueblo, donde casi nunca pasa nada.
Ahí es donde vive la curiosa familia Grape.
El mayor de los hermanos, y cabeza de la familia, Gilbert (Johnny Depp), debe asumir su monótona vida, dividida entre el trabajo en un pequeño almacén, su amante Betty (Mary Steenburgen), que está casada, y su dependiente familia.
Con una madre, llamada Bonnie (Darlene Cates) que padece obesidad mórbida, adquirida luego de la muerte de su marido, el padre de Gilbert; un hermano Arnie (Leonardo DiCaprio), que sufre retraso mental, y 2 hermanas.
Gilbert dispone de poco tiempo para él mismo, debido a que gran parte de él, lo dedica a vigilar a su hermano Arnie.
El objetivo principal que se nos plantea con el título What's Eating Gilbert Grape, es que si el personaje de Gilbert, alguien que casi, perfectamente, podría ser cualquier persona que tuviese que cuidar de algún familiar parecido a Arnie, tendría que enfrentarse a la vida, el día a día, la visión que se nos está dando, es la del esfuerzo, la de la pérdida de la identidad, de uno para poder dársela a otro, y que Gilbert lo único que ansía, es poder sentirse libre, no libre de su familia, sino como persona.
Gilbert Grape, es cabeza de la familia desde la muerte de su padre.
De carácter tímido e introvertido, Gilbert en el fondo, tiene un muy buen corazón.
Es admirable, la estimación que siente por su hermano Arnie.
Su lenguaje es duro, pueblerino, franco, sincero, muy sincero, no tiene filtro, ni se mide en tratar de “ballena” a su madre.
Con Arnie, tiene un lenguaje, un código, muy coloquial, incluso, comunicaciones no verbales.
Para comunicarse con él, usa canciones, preguntas recurrentes, como por ejemplo:
¿Dónde está Arnie?
Gilbert lleva el peso de la familia, carga con Arnie, con el pasado; lo soporta, lo resiste, y como ya dijimos, hace lo que “es correcto”
A Gilbert, el hecho de madurar, le provoca miedos, prefiere encontrar una válvula de evasión, acostándose con una mujer casada.
Gilbert no es capaz, o no se permite pensar en sí mismo, su objetivo en la vida es ser buena persona, está comprometido con su familia.
Aunque de cierto modo, su madre sea el pilar que mantiene a la familia unida, esta se ha convertido en una carga.
Su vida es dura, pero la de los demás también.
Gilbert no piensa demasiado en lo que es bueno para él.
Hasta que el destino le presenta a Becky.
Arnie Grape, aunque le dieron pocas oportunidades de vida, por su leve retraso mental, ha llegado a la increíble edad de 18, siendo un joven muy mimado por su madre, querido por una de sus hermanas, odiado por la otra, y sobre todo, apreciado por su hermano Gilbert, como mejor amigo.
Generalmente, Arnie le da varios dolores de cabeza a su familia.
Arnie es la principal preocupación, porque está a punto de cumplir 18 años, y se comporta como si tuviera 6 o 7 años; pues los doctores dijeron, que iba a morir a los 10 años, sin embargo, la vida le ha dado la posibilidad de vivir más tiempo.
Una de las particularidades del autismo de Arnie, es la reiteración de frases que oye de su entorno.
Frases cuyas palabras contienen un peso singular, que denuncian el estado del deterioro familiar, y las pobres esperanzas de un futuro menos tedioso.
Muchas son las veces que lo callan, porque en sus dichos monocordes, e iterativos, desnuda la angustia de la muerte, que los demás miembros de la familia velan.
DiCaprio dijo sobre el personaje:
“Realmente tuve que investigar, y meterme en la mente de alguien discapacitado como él.
Así que pasé algunos días, en una casa de adolescentes, mentalmente retardados.
Simplemente hablamos, y yo me fijaba en sus formas de moverse y actuar.
La gente tiene estas expectativas, de que los niños mentalmente retardados, son realmente locos, pero no es así.
Es refrescante verlos, porque todo para ellos, es nuevo” dijo el actor.
En el caso de Arnie, su espíritu libre y sensible, se ven conmovidos cuando conoce a Becky (Juliette Lewis), una muchacha que llega al pueblo donde vive la familia Grape.
Pero no solamente causa esas emociones en Arnie, también las provoca en Gilbert, quien por fin se plantea, entre seguir siendo un inmaduro, o convertirse en un verdadero hombre, que asume un compromiso con la vida.
Para Arnie, es muy entretenido, que todos vengan a jugar junto a él.
Los bomberos, la policía, su hermano Gilbert, y todo el pueblo, que concurría a ver como lo rescataban de sus andanzas.
Y se siente triste, cuando logra su objetivo de subir a la cima, y los policías no prenden la sirena...
Subir a la toma de agua, por ejemplo, tiene un doble significado, estar en lo más alto, donde se puede ver lo que hay más lejos, el otro pueblo, los otros montes…
También, “ingresar a la nave espacial”, y escapar de ahí, ya que las caravanas que gusta ver pasar, solo vienen una vez al año.
Becky es una chica libre, que viaja en una casa rodante con su abuela.
Cuando su remolque se avería, conoce a Gilbert, y a su curiosa familia.
Ella no hace nada muy especial, sólo estar allí, y resplandecer.
Sin embargo, su llegada parece disparar el pistoletazo de salida, para toda una evolución callada, en la vida de Gilbert.
Le da el valor para asumir el futuro, romper con la monotonía del pasado, y empezar a disfrutar del presente.
Al final, uno queda con la duda, de si lo que le ha sucedido a Gilbert Grape, es un encuentro con uno de esos seres extraordinarios, o es simplemente, el amor que todo lo convierte en extraordinario.
Como dato, en Estados unidos, las caravanas de autos, representan a aquellos espíritus libres, a los anticapitalistas, a aquellos que el sistema no los encarcela, ni les detiene ser dueños de esa felicidad intrínseca el ser humano.
Ir en caravana es, ir con el viento, libre, suave, y lleno de vida.
Es por ello que Becky es una chica andarina, delgada, sencilla, sincera, come sanamente, abierta, espontánea.
Es el opuesto a la madre de Gilbert.
Becky representa la libertad, del ser humano, o de las personas.
Las opciones de vida, de vivir en la carretera, sin anclas ni pasados que te aten a un lugar.
Viste de manera muy liberal, con respeto a lo que es Endora, pantalón corto, pelo corto, se moviliza en bicicleta, le gustan las puestas de sol, y a cada segundo, ve y se encanta con algo nuevo.
Sus movimientos, son como una mariposa, revoloteando de lugar en lugar, sintiendo aromas, conociendo personas, disfrutando del aquí y ahora, disfrutando de las cosas bellas y simples, que la existencia nos entrega.
Amy Grape (Laura Harrington) es la hermana adulta de Gilbert.
Desde la muerte de su padre, se encarga de todas las tareas del hogar, haciendo la comida, la limpieza, y mucho más.
Quiere mucho a Arnie, al contrario que la otra hermana Ellen.
Ellen Grape (Mary Kate Schellhardt) es la hermana adolescente de Gilbert.
Es caprichosa y presumida, y es bastante malvada de carácter.
Sólo muestra su lado bueno, en la mitad del metraje, cuando unos niños espían la casa desde fuera, para ver a la madre Grape, y ella les tira una fruta para que se larguen.
Al contrario que su hermana, y del resto de familia, Ellen odia a Arnie.
Tucker Van Dyke (John C. Reilly) es el amigo de Gilbert Grape, siempre está dispuesto a realizar cualquier reparación, o reforma en la casa familiar de los Grape.
Sueña con progresar, trabajando para una cadena de hamburgueserías.
La falta del padre, en la familia Grape, representa la falta de modelos para salir al mundo; para enfrentar la etapa genital.
La casa mal construida, representa también al padre débil e impotente, que ha fracasado en la tarea que sus hijos ahora deben emprender.
El psicoanálisis nos enseña que, contrariamente a lo que aparenta ser, es más fácil duelar la pérdida de los buenos vínculos, que la de aquellos que resultan fallidos.
Los buenos vínculos, dejan experiencias positivas, mientras que los malos vínculos, nos dejan “fijados” a lo que pudo ser, y no fue.
Esta dificultad en el duelo del padre muerto, aparece simbolizada en el hecho de que ni Gilbert ni Arnie, se animan a bajar al sótano, lugar donde Albert Grape un día, hace 17 años, apareció ahorcado.
La madre; en su juventud, era la mujer más linda de la ciudad, luego de la muerte de su marido, que se suicidó, se convirtió en una señora que pesa 230 kilos, dependiente de sus hijos totalmente, viste en forma descuidada, pasa todo el día sentada en el sillón de la sala de estar, o “living” de la casa, a causa de su sobrepeso, su movilidad es casi nula, se levanta solo al baño, y en algún enojo extremo.
La primera vez que se pone de pie, es cuando le pide a la familia que deje de recordar la muerte de su marido, Arnie repetía hasta el cansancio:
“se mató”, “está muerto”
Ella se niega a recordar el pasado, pues existen temas que no se pueden hablar delante de ella.
Como por ejemplo, el suicidio de su esposo, o la partida de su hijo mayor, del que jamás hablan.
Son los temas tabúes que están en su vida, son los temas tabúes, que quedan en su cuerpo atrapado, gordo, como lleno de cosas que ella misma retiene, inclusive a sus propios hijos.
Como atrapados, mantiene a los miembros de la familia, como encallada a un barco en la bahía, la madre de Gilbert, mantiene estancada a su familia.
Representa todas las anclas que hay en la familia, la angustia, el neuroticismo.
Ella siente mucha vergüenza por el deterioro familiar; aunque recibe el trato de una reina, le llevan la mesa donde ella está sentada, y sus órdenes, todo el mundo tiene que cumplir.
No hay derecho a la negación, o al cuestionamiento.
Todos los rituales se realizan en torno a ella, la comida, ver televisión, abrazarla para entregarle afecto, todos van a ella, porque ella no se mueve.
Ella tiene un lenguaje sentimental, poca comunicación con su entorno.
Pregunta por su hija, da órdenes, no de manera muy educada, fácilmente cae en los gritos.
Es de pocas palabras, y lenguaje directo.
Su sueño, es ver a Arnie cumplir 18 años, tanto así que, después de la fiesta de cumpleaños, ella muere, como diciendo que ya ha cumplido con su cometido.
Queriendo evitar que ella sea el blanco de comentarios burlescos, los hermanos deciden incendiar la casa, con su cadáver adentro.
Durante el incendio, son conmovedoras las expresiones de los hermanos.
Están angustiados por tener que enfrentar, cada uno, su vida.
Pero ya no pelean como niños.
Sobre todo Arnie, a quien en la magistral interpretación de Leonardo DiCaprio, se lo ve realmente cambiado.
La última escena nos muestra de nuevo, a Gilbert y Arnie en la carretera, prestos a cumplir su ritual veraniego, de ver pasar casas rodantes por fuera del pueblo.
Pero esta vez, ambos han cambiado considerablemente, y además, parecen confiar en que ahora, una casa rodante, no pasará de largo.
Y en efecto, la casa rodante de Becky y su abuela, aparece con ellas adentro, marcando de este modo, un final más optimista que el inicio.
Es así que Gilbert, un año después, cuando espera con Arnie, la llegada de Becky, sostiene un propósito, un deseo propio.
Al finalizar What's Eating Gilbert Grape lo dice con estas palabras:
“Arnie preguntó, si nosotros también iríamos, y le dije… bueno, podemos ir a cualquier lado, si queremos… podemos ir a cualquier lado”
Es increíble ver el amor, la paciencia, y el respeto que tiene Gilbert por su familia.
Gilbert enfrentó todos sus problemas, aunque fue muy pasivo, no se fue, se quedó apoyando a su madre, con sus hermanas problemáticas, y a su hermano retrasado, es muy conmovedor, no creo que muchos tengamos el valor de hacer lo que hace Gilbert con su propia vida.
Para reflexionar, What's Eating Gilbert Grape habla sobre la discapacidad, la trama familiar, cuando existe un sujeto con discapacidad, los prejuicios, la vergüenza, y el papel de la comunidad.
“It's not going to happen again.
This is the last time.
Right Arnie?”
Normalmente se suele decir, que son los extranjeros, los que aciertan a la hora de retratar un país, ya que su mirada carece de muchos de los vicios y ataduras propias del que ha vivido allí toda la vida.
El sueco Lasse Hallström, se podría englobar en este grupo selecto, a pesar que en What's Eating Gilbert Grape, su mirada, lejos de mostrar en tema de carácter amplio, se concentra en un punto perdido y olvidado, de los Estados Unidos, para contarnos la historia de Gilbert Grape.
Moviéndose entre la tragedia y la comedia, prácticamente en tierra de nadie, el director realiza un retrato muy acertado, posiblemente, casi sin proponérselo, del entorno del protagonista, un pueblo perdido en el plano de eso que se llama “La América Profunda”, en el que nos cuenta, el proceso de cambio que vive el protagonista, de la pasividad total inicial, a acabar tomando las riendas de su vida, y de quien le rodea.
Claro que dicho cambio, vendrá motivado por una intervención externa, que acaba siendo el motor del cambio.
La historia, podría ser un tremendo melodrama aburrido:
Sobre una familia atravesada por varios abandonos.
Sin embargo, los conflictos familiares y personales, están narrados con mucha profundidad, y desde un lugar difícil de lograr, porque no cae en lugares comunes sobre la enfermedad, el abandono, o la discapacidad, que son situaciones que viven los personajes de What's Eating Gilbert Grape.
Una familia que ha tenido que sufrir mucho, por varios hechos que han marcado sus vidas; a la misma vez, se tienen que enfrentar a las burlas y mofas de la gente, por la situación en la que se encuentran.
Aquí y allá, eso sí, encontramos algún cliché de este tipo de películas:
Familia desastrosa, padre tácito muerto/desaparecido, personaje que zarandea a otro, pensándose que duerme, pero en realidad, es otra cosa...
Incluso, endulzando todo el conjunto, con una música agradable, logra cumplir su cometido para hacerte conectar con esta familia, con grandes problemas, en el peor lugar para tenerlos.
El protagonista, es el vértice común de varios triángulos.
El más evidente se da, entre él y sus 2 parejas amorosas:
Betty y Becky.
En un plano más simbólico, además de que ambas comparten la misma letra en sus nombres; Gilbert parece atrapado en un triángulo que tiene como vértices a Betty y su madre, entre quienes hay varias semejanzas:
Ambas eran atractivas en distintos momentos de sus vidas, por cierto; ambas se casaron y tuvieron hijos; ambas son inoperantes como madres; ambas enviudaron de modo trágico; ambas son demandantes, y temen que Gilbert las abandone; ambas son bastante orales, golosas, y fumadoras; ambas planean celebrar 2 aniversarios:
La madre, el cumpleaños de Arnie; y Becky, el primer año de su romance extraconyugal con Gilbert; y por último, ambas mantienen secretos familiares.
Gilbert Grape, el hijo que trabaja todo el día en un supermercado llamado “Foodland” ojo con el nombre, y que a la vez cuida de su hermano menor, un chico deficiente, al que se lleva a trabajar con él, y que curiosamente, se está todo el día quietecito, sin moverse, sin coger nada, y sin armar desorden en la tienda.
Esto probablemente demuestra, que si es tenido como un no-deficiente mental, actuaría de una forma “normal”
Eso sí, es salir de allí, y liar la de Dios es Cristo todo el tiempo.
Podemos suponer, que el tiempo en el que su hermano trabaja, debe tenerlo drogado, o algo, porque no se explica este cambio.
Gilbert trabaja, cuida de su hermano, y luego en casa, ayuda a seguir dando de comer a mamá “ballena”, todo ello con una permanente sonrisa, y sin aparente cansancio ni hastío, de tan sacrificada vida, con un agrado que parece que se lo estuviera pasando súper bien todo el tiempo…
No me cuadra…
Y el chico deficiente, que espera pacientemente las tropecientasmil horas de trabajo de su hermano, aunque de vez en cuando se escapa, y se sube a una torre de unos 300 metros, poniendo en peligro su vida, y obligando a la policía y los bomberos del lugar, a ir a rescatarlo día sí, día también, a pesar de lo cual, nadie se plantea en ningún momento, quitarle la custodia a la madre, o hacerse cargo del arrojado e intrépido muchacho.
Algo que noté, es que por la descripción del padre, que Gilbert le da a Becky, muy probablemente sufriera algún tipo de autismo…
¿Aspergers?, de ahí la enfermedad de Arnie…
“Good night to you but not me”
En fin, problemas por mayor, de los cuales, la mayoría calan hondo en el espectador.
Quién no se quiebra anímicamente, frente al abandono que sienten una esposa, y sus 4 hijos, cuando el hombre de la casa decide suicidarse, o frente a la discriminación y vergüenza, a las que deben enfrentarse, porque la madre se ha transformado en un espectáculo circense, debido a que una depresión, la llevó en convertirse en una obesa mórbida, o frente a la agotadora tarea de sobrellevar, que un miembro de la familia padezca de retraso mental.
Tan sólo por mencionar ya estas crudas situaciones de vida, What's Eating Gilbert Grape vale la pena, pero no queda en ello solamente.
Porque me conmueve, cómo un joven debe convertirse en el hombre de la casa, aún sin estar maduro para ello.
Y cuánto debe resignar este muchacho:
Su felicidad, y su iniciación en el amor, porque no se puede dar el “lujo” de pensar en sí mismo, o en enamorarse, ya que su familia depende de él.
Un hogar lleno de desolación y peleas.
Mucha infelicidad, mucha resignación, mucho desasosiego, y una constante búsqueda de sobrevivir como mejor se pueda, y en donde en el mejor de los casos, lo más optimista, no sería la utopía de ser felices, sino sentir el alivio de que algunos de sus problemas, van resolviéndose.
No sé si alguna vez les ha pasado, lo de encontraros con esa clase de gente, como Arnie.
Son personas a las que, nada más verlas, adviertes un aura particular, un algo especial, que no acaba de ser del todo de este mundo.
Cuando ellos están, todo lo que te rodea parece empalidecer, encogerse, y desaparecer, quizás por no atreverse a perturbar, ni por un momento esa fluctuación encantadora, en la que parecen mecerse.
Son gente mágica, sin cuya presencia, la vida sería un poco más oscura:
Seres que aparecen un momento, y después se van, y luego te preguntas, si en realidad existieron alguna vez, o sólo se cruzaron contigo en tu imaginación.
Observen también, que cuando nos encontramos con alguno de estos misteriosos personajes, inmediatamente después, se produce un cambio en nuestra vida.
Y, para recurrir al tópico más atroz, nada vuelve ser lo mismo, después de haberlos conocido.

“I want to be a good person”



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