Tico Promedio
“Yo no envidio los goces de Europa, la grandeza que en ella se encierra, es mil veces más bella mi tierra con su palma, su brisa y su sol”
En Centroamérica, Costa Rica es siempre vista como “excepcional”; es un país que se imagina a sí mismo, único, democrático, y especial.
Pero hoy, está dejando de ser excepcional, y presenta facetas sombrías.
¿Qué significa Ser Costarricense?
Costa Rica, este diminuto territorio que representa el 0.02 % de la superficie terrestre, es más que un lugar biológicamente diverso, se trata de una concepción más elevada.
Lo dice la historia, y lo respaldan las ciencias:
La riqueza cultural de varias etnias nos compone, somos resultado de la adaptación de los antiguos Imperios, de tendencias foráneas, que nos abordan casi a quemarropa, víctimas necesarias de la globalización.
Todo ello, es una realidad, somos una mezcla pluricultural o multiétnica, tomamos rasgos de otros, y los hacemos nuestros, es cierto, así ha sido durante siglos.
Hay que amar lo que somos, no lo que creemos ser, o lo que nos han dicho que somos:
El Ser Costarricense, ha construido una serie de supuestos históricos, alrededor de los cuales, enarbola los sinónimos de su identidad:
Blanquiticos, católicos, tolerantes, respetuosos de los derechos humanos, amantes de la naturaleza, pacifistas…
Y es que, actualmente, el ciudadano costarricense, es indiferente a los problemas que lo agobian; pues espera a que alguien actúe, para solucionar algún asunto.
Esta falta de autenticidad e iniciativa, valores que caracterizaban a un luchador como Rodrigo Carazo, son los que nos faltan para construir una Costa Rica mejor.
El bien común que requerimos, se tiene que lograr sin depender de entes externos, pues dependemos únicamente de la sociedad y del Estado, para alcanzar las metas que nos propongamos.
Pero, la crisis que vive el costarricense, no lo deja desarrollarse.
La falta de identidad nacional, y amor a la patria, no confundir con nacionalismo, se refleja en lo que somos.
Estamos convirtiéndonos, por culpa de un mundo globalizado, en simples instrumentos que favorecen al bienestar individual.
¿Y ahora?
El pueblo en general, está siendo educado para ser obediente, para ser empleado.
No se educa para desarrollar seres racionales y críticos, que puedan hacer
reformas en beneficio del pueblo, porque no nos gusta que nos digan la verdad.
Se busca sólo el beneficio propio, no el nuestro.
Interesa vivir como rico, sin importar lo que pase con el resto de la sociedad.
Los costarricenses sobresalientes, escasean, los demás viven en un molde creado
por una concepción errónea, de que se debe delegar el pensamiento, y tomar esas ideas ajenas como propias.
Tienen una percepción de la realidad nacional equívoca, ya que la ven desde los ojos de otros, o a lo lejos, sin involucrarse y con indiferencia.
Comenzando por aquello de que, en Costa Rica, no ha habido ni hay indígenas, para los que arrastran ese lastre de malformación educativa, en Costa Rica sobreviven 8 grupos indígenas diferentes, distribuidos en 24 territorios autóctonos, con más de 104,000 habitantes, pero no se habla su idioma, o mejor dicho, no se aprende su cultura ni su lenguaje en las escuelas públicas…
Como religión oficial:
Católicos, romanos, y apostólicos, pero por lo general, la mayoría no son practicantes, y cada vez más, pertenecen a otras congregaciones religiosas, y aunque La Constitución Política establece, que no puede haber discriminación o preferencia por credo, o religión, el sistema educativo, sigue reconociendo solo la educación Católica; siendo El Estado, uno de los 2 únicos confesionales en Latinoamérica; pero peor aún, en El Primer Poder de La República, El Legislativo, por aquello de otro lastre educativo, donde hay representantes de 2 tendencias religiosas, que se convierten en clara traba a cualquier discusión objetiva, pragmática, y de valor intelectual, que pudiera sostenerse entre los “representantes del pueblo”, en la elaboración de las leyes que cubran a los ciudadanos, sin distinción de credo, o sin credo mismo.
Tolerantes… solo hace falta tomar el autobús de las mañanas, y contar cuantas caras largas se ven; cuantas “cortesías” se reciben en nuestras imposibles carreteras; la cantidad de “chiles” xenófobos y homofóbicos, o machistas y sexistas, son el tema central de casi cualquier mesa de amigos; o la carrera sin meta, pero de sobrevivencia, que implica ser peatón en las calles de San José, y ni hablar de los que usan bicicleta, o patineta.
Que somos respetuosos de Los Derechos Humanos, pero más de 10,4000 indígenas, sobrevivientes originarios, primeros habitantes de esta tierra, son los más pobres, desposeídos, marginados, y aislados de toda la población nacional; ni siquiera, se les reconocen sus derechos más elementales, como el respeto a su cultura, lengua, costumbres, y tradiciones…
Amantes de la naturaleza, cuando nuestros ríos son de los más contaminados a nivel regional; y no solo con desechos sólidos, sino con químicos, agroquímicos, y desechos industriales.
Hacemos campañas ecológicas, como bálsamo para la conciencia, pero lo que hacemos es maleducar, y malacostumbrar a una buena parte de la ciudadanía, que sigue botando su basura al río, porque, al fin de cuentas:
¿Qué importa?
Si hay planes de senderos ecológicos, para que un discapacitado se moje igual que el capacitado…
Y el último de esta corta lista…
“Pacifistas”, supuestos ideólogos de la paz mundial, promotores del desarme, incluso con una recién estrenada resolución de Las Naciones Unidas, impulsada por El Estado costarricense, para regular el comercio internacional de armas…
¿Qué nos hace ser costarricenses en pleno siglo XXI?
Cuando nos avergüenzan la producción nacional en cualquier ámbito, cantar una canción “patriótica” si no es setiembre, que solo fuera del país podemos “alardear” que no tenemos ejército, que producimos un excelente café, y que tenemos muchos lugares de belleza natural...
¿Eso es todo?
“Costa Rica:
¡Waaaaao!”
Tico Promedio, “el documental que vas a odiar” es un documental de 25 minutos de duración, del año 2014, realizado por Christian Bonilla Cruz, y Juan Manuel Fernández Cervantes.
Protagonizado por Dionisio Cabal, Alberto Cañas, Norval Calvo, Manuel Benedit, José Medrano, Jacques Sagot, Marcia Saborío, entre otros.
“Somos Ticos Promedio por un rato, en algún momento de nuestra vida”
Bonilla Cruz y Fernández Cervantes, en un periodo de 3 años, recabaron e investigaron, sobre lo que ellos llaman los “Ticos Promedio”, que no apunta a un grupo de personas en específico, si no a un arquetipo de actitudes, que desde la visión de los autores, han provocado que el país retrocediera en temas como desarrollo humano.
La producción enfrenta al Tico Promedio, en temas como:
La conducción temeraria, la corrupción, y “el chorizo”; los criterios para elegir políticos y gobernantes; los programas que reinan en la TV local; amantes del fútbol, monstruos al volante, ahogados en deudas, son características que muchos relacionarían con un Tico Promedio.
Aunque a veces, es mejor reírse de lo malo que “comer mierda”, este reflejo de una buena parte de nuestra sociedad, debería servir también, para generar cambio.
Tico Promedio, abarca temas cotidianos, como la política, la corrupción, la economía diaria, y hasta la manera en que los ticos conducen por las carreteras.
El corto nació, a partir del malestar de sus creadores, con algunas de las actitudes del denominado “Tico Promedio”; y fue a partir de ahí, que surgió la idea del documental, el cual pretende reflejar, cómo una serie de características de nuestra idiosincrasia, se han convertido en un obstáculo para el desarrollo del potencial que tenemos como país.
Con el eslogan “Un documental que vas a odiar”, la producción Tico Promedio está lista para desenmascarar al país entero.
¿Y por qué odiarlo?
“Cuando se vea reflejado ahí, no le va a hacer gracia”, explica el coproductor Christian Bonilla.
“La hipótesis de nuestro documental, es que Costa Rica podría estar en mejores posiciones en todo sentido, si no tuviéramos algunas actitudes del Tico Promedio, que consideramos que son una serie de características, que hacen que el país no avance como debería”, agregó.
Según Bonilla, gran parte del documental, y de los argumentos, se desarrolla a través de las perspectivas de estas fuentes, por lo que intentaron trascender el ámbito académico, e incorporar a personajes conocidos del espectáculo.
Algunos de los colaboradores, como Dionisio Cabal, plantean soluciones para generar un cambio social, y alejarse de las actitudes del Tico Promedio.
“El documental, tiene un cierre directo, fuerte, casi como unas palmaditas en la cara para despertar.
El propósito es hacer consciencia”, comentó Bonilla.
Tico Promedio, lanza una ácida crítica a la clase política, que ha gobernado el país durante las últimas 3 décadas, aunque también, reclama a los ciudadanos por la desidia con que enfrentan los problemas cotidianos, por sus conductas irresponsables y hedonistas y, sobre todo, por haber avalado con su voto, a líderes y partidos políticos, cuya característica principal, es el no saber honrar las promesas de campaña.
“Quisimos utilizar el documental, como una plataforma para que el malestar que sentíamos, trascendiera a muchas otras personas, y se genere a partir de ahí, una discusión sobre el rumbo que como sociedad hemos tomado, y cómo podemos mejorar”, expresó Cristian Bonilla.
Tico Promedio invita a la risa, la crítica, y la reflexión…
Según Fernández Cervantes, “el objetivo es iniciar un debate sobre partes de la idiosincrasia costarricense, de las que no estamos orgullosos, y transmitir que aún estamos a tiempo de corregir”
Además, recalcó que lo que buscan es que el tico se vea, se ría, pero también que reflexione, y por qué no, que se odie por verse allí.
Tanto Bonilla como Fernández, aceptaron y respondieron a algunas críticas formuladas por algunos de los asistentes al estreno del documental, principalmente en el sentido de que muestra una reducida y fragmentada visión de Costa Rica, basada principalmente en el ciudadano del Valle Central, y que margina a poblaciones costeras, como Guanacaste y Limón, grupos étnicos y minorías, no representadas en la película Tico Promedio.
Así las cosas, este documental describe al Tico Promedio como:
Vago, indisciplinado, conformista, irresponsable, egoísta, perezoso, burlista, criticón, engreído, inculto, desinteresado, pasivo, retardado, sin aspiraciones...
¿Alguna mentira?
Llaman al Tico Promedio:
Corrupto y sensible al camino fácil.
¿Alguna mentira?
Más allá de los calificativos, vale la pena cuestionar esta visión fatalista y denigrante del Ser Tico, difiérase del Ser Costarricense.
Y es que Costa Rica, es ampliamente reconocida, por ser uno de los países menos reconocidos, y porque sus habitantes no envidian abiertamente, los goces de Europa, aun siendo “el más feliz”
Somos considerados, como “los suizos de Centroamérica”, pero lo malo es que no producimos ni tanto queso, ni tantos relojes, ni tantos bancos internacionales como los suizos, aunque es ampliamente conocido por los ticos, que su nivel de desarrollo de la corrupción, supera con creces el de Suiza.
En las últimas décadas, después de un bombardeo de otras culturas, y otros factores sociales, el tico empezó a forjarse, cambiando radicalmente, y casi opacando al verdadero “Ser Costarricense”
Se dice que “El Tico”, es por naturaleza vago, y que prefiere aprovecharse del trabajo de otros, y no matarse haciendo el suyo propio, a diferencia del laborioso costarricense, por poner un punto de comparación.
Al igual que otras frases de aceptación común, como que “el tico siempre llega tarde” o “el tico no sabe dar direcciones” y por esta razón, nos justificamos cuando llegamos tarde a una entrevista de trabajo, o no conocemos ni siquiera, cómo llegar a un determinado lugar…
Esto es apenas, una pincelada de lo que decimos y aceptamos como “ser ticos” o “buenos ticos”
Se ha dicho siempre, que política, religión, y fútbol, son temas que apasionan al tico; siendo otro elemento que se destaca, es la superficialidad que a veces predomina en el costarricense, a la hora de realizar los análisis que la realidad exige.
Por eso, sin estar en contra del fútbol, Fernández estima, que en muchas ocasiones, para el tico, es más importante un partido de fútbol, que aquello que lo afecta en su realidad cotidiana y política; donde solo cada 4 años, todos se unen con la esperanza de llevar a “La Sele” al mundial… con la nostalgia de La otrora Gloriosa Selección que fue al Mundial de Italia 90, porque eso es lo primero.
Pues si vamos a los barrios marginales, los pobres tienen plasma con cable satelital, equipo de sonido, y telefonía celular, a lo mucho, con cámara para Facebook; porque eso es lo primero.
¿A que le pone más atención el tico?
A la evasión de la realidad, es decir, a programas como “Combate”, “Intrusos” o “Siete Estrellas”; porque el sexo vende, mostrar poca ropa, es lo que llama la atención, sino, veamos a la máxima exponente de este éxito, la otrora Miss Costa Rica, Maribel Guardia; o las modelos de bares, que visten tangas plásticas entre chifrijos y miradas lascivas.
Y los programas realmente educativos, se relegan para televisoras menos competitivas, en horario nocturno casi de madrugada.
Por otro lado, se dice que son los políticos quienes nos aborregan, pero entonces:
¿Quiénes son los que los ponen al poder, y le dedican Topes y honores?
Se hace evidente, la necesidad de un poder de izquierda, que lave mucha la lacra de la mala derecha, que ha dejado al país, el PLN y el PUSC, en gobiernos anteriores, pero hay miedo al cambio, en que se caiga en un Venezuela/Cuba/Nicaragua, cuando para ello, es necesario la existencia del ejército, y tener al menos, la mayoría del Congreso a su favor, y dominar muchos sectores políticos y sociales de gran envergadura para lograrlo; pero con infundir miedo basta para el tico, porque fácil se lo traga todo.
Cuándo se creyó que la reelección era un buen paso para la democracia, en la continuidad de proyectos sociales de larga duración, la realidad vino a violentarnos contra la pared; y sucedió con el atribuido, “único honrado” por El Premio Nobel de La Paz, Oscar Arias Sánchez; y viniendo a demostrar posteriormente, que una mujer al poder, no precisamente podía ser “firme y honesta” rodeada de amigos de los amigos, de los amigos… que al final, serán los enemigos que infunden la gran mentira de la erradicación de la pobreza.
Así que, decir que la corrupción está en el gobierno, es una falacia, pues la corrupción se da con aquello que plantea el documental:
“Robarse materiales de oficina, aligerar los trámites mediante sobornos, los biombos hospitalarios, es el pan diario del chorizo” y en las personas de a pie; pues:
“Oportunismo y chorizo, van siempre de la mano”
¡Cómo cuesta ver la basura del ojo!
Pero no hay nada que retrate al tico común, como el guaro, y sus mecas religiosas:
Palmares & Zapote, con sus patéticos topes que no topan nada, al estilo yanqui, con sombreros cowboy, y “jeans”
El Tico Promedio, no es el que la tiene, sino el que se endeuda, y pasa tarjetazos aunque no tenga con que pagar después; donde los comerciales incentivan a los endeudamientos de todo tipo, pero sobre todo, al pago de fiestas o medios para lograrla; inclusive, los mismos bancos estatales, aprovechándose de la crisis en la reciente huelga de maestros, con el financiamiento de préstamos en el Banco Popular y de Desarrollo Comunal...
Pobreza incrementando pobreza.
Y con la fiesta, se cambian los símbolos patrios, y héroes nacionales más representativos de la idiosincrasia como:
El Águila Imperial, El Guaro Cacique, Toledo, Banton, y los demás talentosos músicos nacionales…
Donde el aguinaldo es llamado “cervecero”, y la cuesta de enero, solo es lamentable hasta en enero, nunca antes.
Decir que “ir a Palmares, es vivir una fiesta muy costarricense”, es el vivido sentir de que estamos perdidos en lo que representa nuestro ser como país, y como ciudadanos, pues el selfie, siempre tendrá como protagonista a la cerveza.
Así las cosas, son tantos los que están dispuestos a pagar un soborno, a colarse en las filas, los que manejan como si la calle fuera de ellos, sin ningún respeto a los demás, tantas veces he visto, como tiran la basura desde un automóvil, las calles son un basurero, los ríos tienen más desechos que agua, podrían ser minoría, pero en todo lado están.
Ojalá ese documental, no reflejara la realidad, pero según lo que puedo ver, se parece mucho, pues ya no hay cortesía, cuando lo que hay, es el pitazo y la bala.
Con todo, Tico Promedio tiene como propósito, plantear algunas situaciones que se considera, se debemos mejorar como pueblo.
Como tal, ofrece una visión.
Una de tantas que se podrían considerar al estudiar un fenómeno sociológico, y no pretende ser la única e infalible verdad detrás del concepto de “Tico Promedio”
Pues tal parece ser, que el Tico Promedio, hoy en día, es el equivalente a criticar todo:
A señalar, subrayar, y exagerar lo malo, sin proponer alternativas, a ser indiferente.
Pertenecer a este grupo de Ticos Promedio, implica también desligarse de los políticos que elegimos, satanizarlos, y culparlos de todo mal.
Si nos colamos en la fila de una institución pública, es culpa del político que no ha propuesto un proceso diferente para mi beneficio...
¿Es entonces, Tico Promedio, aquel que exige mejores calles, pero anda viendo cómo hace para no pagar impuestos?
Tal parece que así nos pintan.
También el querer mejores trabajos, con mejor remuneración, pero “que pereza tener que estudiar para eso”… el típico:
“Me lo merezco por ser yo”
Esa idea de Tico Promedio, que tratan de vendernos, es el de alguien elitista, y con complejo de grandeza, a pesar de ser “promedio”
¿Pero porque no nos ponemos elitistas, es eso malo acaso, querer ser mejores?
“Costarricenses…
¿Qué es eso?”
Según usted, que lo hace ser Tico, algunos con una ingenua sonrisa responden:
“Diay mae, que más, el ¡Pura Vida!”, otros con orgullo dicen:
“Llegar Tarde”, ser “Serrucha-pisos”, agregue a eso, expresiones como:
“A cachete”, “vara”, “mae”, entre otras palabras de uso cotidiano, imposible no hacer mención del pensamiento erróneo y vergonzoso de la superioridad étnica, con respecto a los países hermanos de Centroamérica, “por acento”, color de piel, y hasta ubicación geográfica…
Pues el Tico Promedio es bueno para ser rajón, y fino para el choteo, porque “los ticos nos caracterizamos por menospreciar a los demás, y creernos los mejores; ser tico es buscar los mejores trabajos, teniendo un título de sexto; ser tico es hablar por todo, y no ayudar a cambiar nada; ser tico es ir a los desfiles del 15 de setiembre, por solo ver las bastoneras, y tomar birras; ser tico es decir que nuestras ticas, son lo más bello, y la violencia hacia las mujeres, es pan de todos los días; ser tico es decir que somos un país pacífico, para vivir rodeados de rejas, y encerrados en nuestras propias casas”
Y por último, “el pachuco” de los medios de comunicación; una televisión plagada de copias de productos de otros países, periódicos que desde hace mucho, dejaron de informar, y se preocupan tan solo de conservar fervientemente, su tonalidad amarilla, una radio que por “la adaptación a los tiempos modernos” excepción de muy pocos programas, tan solo son eco de voces que transitan sin sentido; esa misma “crisis de identidad” también está afectando gravemente hasta nuestra forma de escribir, ahora con los mensajes de texto, en plataformas como “whatsapp” y Facebook, y que tanto colocho provoca a los maestros de escuela.
Actualmente, es imposible encontrar una respuesta satisfactoria, por parte de gente “conocedora” y el resto de la población que, quieran decirlo o no, ya es una mezcla de muchísimas culturas presentes en el país, por diversas circunstancias.
Les encanta manejar sus carros a máxima velocidad y borrachos, para luego salir por las noticias, siendo ridiculizados por las noticias de Teletica, Canal 6, y El Diario La Extra, sobre todo en éste último, afirmando no estar borrachos, golpeando los camarógrafos, para así hacerles entender que no lo están, y entre ellos, podemos encontrar a:
Políticos, sacerdotes, choferes de bus, futbolistas, y los siempre irresponsables funcionarios municipales, que manejan los carros de la municipalidad como sus propios carros, con imprudencia.
Y hay que ver, la cantidad de comentarios en La Nación digital y/o Facebook, para las noticias que ponen, para ver cuáles son los intereses del tico, y la mediocridad persistente en este país:
1. Encuentran agua en Marte: 3 comentarios, 2 de ellos, de la misma persona.
2. Se divorcia Glenda Peraza: 20 comentarios.
3. Machillo Ramírez renueva contrato con el Alajuelense: 60 comentarios.
Todas estas opiniones, expresan lo que para la gente significa Ser Tico en estos tiempos, y aunque sabemos y aceptamos que las cosas están mal, las tratamos de maquillar diciendo, que todo está “Pura Vida” y que es mejor olvidar las penas pegándonos una “buena fiesta” y despilfarrando lo poco que tenemos.
Olvidamos por completo los valores que tenían los costarricenses de antaño, y creamos una versión totalmente diferente, solo para hacer pensar a los otros países, que no estamos tan mal, que somos un pueblo pacífico, que no le hace daño a nadie, cuando las verdaderas guerras, se viven a lo interno de nuestros hogares.
No somos diferentes a los demás países, solo que nuestro nacionalismo, nos impide verlo tal cual.
Podemos concluir entonces, que El Costarricense se siente orgulloso del “Ser Tico”, y rechaza el “Ser Costarricense”
El problema con esto, es que poco a poco, vamos dejando de lado nuestras tradiciones autóctonas, y le abrimos los brazos, a todo lo que es foráneo, solo porque está de moda, o es “cool”
Para cambiar esto, es necesario hacer una modificación en las instituciones educativas, para que le den más importancia a mantener esas raíces que teníamos los costarricenses, pero sobre todo, debemos cultivar los buenos valores en nuestras familias, que son las primeras educadoras en todas las etapas de la vida.
Lo que no es cierto, es que los costarricenses no tengamos cultura, que nos sea necesario tomarla de los demás, el error al que hemos incurrido, es pensar que nuestra cultura, no es fuerte ni trascendente.
Lo peor que hemos hecho, es no volver nuestra vista al pasado.
Pues lo antiguo, puede llegar a ser lo más actualizado, si se le aborda de maneras creativas.
Se quiera o no, debemos investigar nuestros orígenes:
Al decir pasado, hablo de las raíces más primitivas, los nativos costarricenses, de las culturas extranjeras que se fueron acoplando, y las que vinieron después de fundada La República; esa fusión étnica, que desemboca en el rompecabezas de colores, formas, ritmos, sabores, e ideas, que somos.
La música como el lenguaje, son rasgos inherentes de los pueblos, al escuchar decir:
Menudo, zagüate, chayote, escusado, trapiche, chorreador, charita, mae, tórsalo, pizuicas, carambas, gallo pinto, tamalas, patacón, pan bon, chinela, veroliz, atollarse, chicasquil, tepezcuintle, arrevejido, cachimbear, menjurje, guayabo, tuanis, chiva...
El conocimiento de esos dichos, palabras, costumbrismos, es reconocerse a sí mismo, auténtico y único, entre otros pueblos.
Porque El Ser Costarricense, es más que llegar tarde, y “mentarle la madre al guachimán” porque hay una presa de los mil demonios…
Somos excelentes cuando nos proponemos serlo, somos trabajadores, nuestras raíces campesinas nos llaman a gritos, los machetes, y las bandolas de café, esperan un reencuentro con la juventud.
No hablo de quedarse estancados en el ayer, hablo de innovar con esa capacidad demostrada, para solucionar los problemas, y adaptarse.
Hemos sobrevivido a la corrupción política de 3 administraciones seguidas, hemos sobrevivido al terremoto de Limón, al de Cinchona, al de Guanacaste, y al de Puntarenas, un Hospital trae sonrisas nuevas a los niños cada año, porque el costarricense es solidario, sin darle la monedita al piedrero de la esquina, pero si al que vive entre cartones y basura, para que pueda comer, y pasar otra noche.
La realidad, a veces, es más desesperanzadora de lo que podemos resistir, porque “una es verla venir, y otra bailar con ella”
Pero no todo está perdido.
Dentro de la colectividad, existe un sentimiento que algunos asimilan también como el “Ser Tico”, aunque no es más que un híbrido entre éste, y el “Ser Costarricense”
Este sentimiento patriótico, se manifiesta especialmente, en las personas que por distintos motivos, les ha tocado viajar a otros países, y generan un sentimiento de identidad costarricense, cuando escuchan a extranjeros que quieren venir aquí a pasear, o cuando se acercan las fiestas patrias, y desearían sacar una bandera y participar de las actividades.
O en navidad, cuando añoran comerse un picadillo de arracache, o unos tamales, cuando aquí, seguramente ni siquiera les importaría.
Eso al menos ya es algo.
Concluyo diciendo que el Tico Promedio no termina en los créditos de este documental; es allí donde empieza; y usted y yo, ya somos parte de esta producción.
Pienso que el consumo de TV basura, drogas, líticas e ilícitas, fiestas, y otras actividades y productos, son herramientas que se utilizan, no solamente en nuestro país, sino que también a nivel mundial, para desviar la atención de los individuos en temas de más interés, y sumergirlos en un letargo, y analfabetismo.
Un letargo y analfabetismo, que es utilizado por poderes fácticos, para manejar al ser humano como ganado, y para poder cumplir con sus objetivos, y sacar el mayor provecho posible.
Las actividades recreacionales, no tienen nada de malo, el problema es cuando se convierten en la mayor prioridad, desviándonos de todos aquellos temas y actividades que son más importantes, y que nos hacen progresar como ciudadanos y como seres humanos.
Si “Combate” es el programa más visto:
¿Por qué será?
¿Qué tantas opciones ofrece la televisión nacional?
A fin de cuentas, es un programa de entretenimiento, vacío pero de entretenimiento, al fin y al cabo.
El problema no es tanto que vean “Combate” sino que sea más fácil encender el televisor, que abrir un libro.
Hace rato que se sabe, que en Costa Rica no se lee.
En esta sociedad costarricense, cuando intentas ser diferente, e intentas seguir un camino diferente al que siguen los demás, fijo vas a caer mal, pues como sucedió en las pasadas elecciones, cuando me llamaban “comunista”
En mi experiencia de vida, siempre tengo presente lo que Friedrich Nietzsche dijo:
“El individuo, ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu.
Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado.
Pero ningún precio es demasiado alto, por el privilegio de ser uno mismo”
“¿Es usted, un Tico Promedio?”
En Centroamérica, Costa Rica es siempre vista como “excepcional”; es un país que se imagina a sí mismo, único, democrático, y especial.
Pero hoy, está dejando de ser excepcional, y presenta facetas sombrías.
¿Qué significa Ser Costarricense?
Costa Rica, este diminuto territorio que representa el 0.02 % de la superficie terrestre, es más que un lugar biológicamente diverso, se trata de una concepción más elevada.
Lo dice la historia, y lo respaldan las ciencias:
La riqueza cultural de varias etnias nos compone, somos resultado de la adaptación de los antiguos Imperios, de tendencias foráneas, que nos abordan casi a quemarropa, víctimas necesarias de la globalización.
Todo ello, es una realidad, somos una mezcla pluricultural o multiétnica, tomamos rasgos de otros, y los hacemos nuestros, es cierto, así ha sido durante siglos.
Hay que amar lo que somos, no lo que creemos ser, o lo que nos han dicho que somos:
El Ser Costarricense, ha construido una serie de supuestos históricos, alrededor de los cuales, enarbola los sinónimos de su identidad:
Blanquiticos, católicos, tolerantes, respetuosos de los derechos humanos, amantes de la naturaleza, pacifistas…
Y es que, actualmente, el ciudadano costarricense, es indiferente a los problemas que lo agobian; pues espera a que alguien actúe, para solucionar algún asunto.
Esta falta de autenticidad e iniciativa, valores que caracterizaban a un luchador como Rodrigo Carazo, son los que nos faltan para construir una Costa Rica mejor.
El bien común que requerimos, se tiene que lograr sin depender de entes externos, pues dependemos únicamente de la sociedad y del Estado, para alcanzar las metas que nos propongamos.
Pero, la crisis que vive el costarricense, no lo deja desarrollarse.
La falta de identidad nacional, y amor a la patria, no confundir con nacionalismo, se refleja en lo que somos.
Estamos convirtiéndonos, por culpa de un mundo globalizado, en simples instrumentos que favorecen al bienestar individual.
¿Y ahora?
El pueblo en general, está siendo educado para ser obediente, para ser empleado.
No se educa para desarrollar seres racionales y críticos, que puedan hacer
reformas en beneficio del pueblo, porque no nos gusta que nos digan la verdad.
Se busca sólo el beneficio propio, no el nuestro.
Interesa vivir como rico, sin importar lo que pase con el resto de la sociedad.
Los costarricenses sobresalientes, escasean, los demás viven en un molde creado
por una concepción errónea, de que se debe delegar el pensamiento, y tomar esas ideas ajenas como propias.
Tienen una percepción de la realidad nacional equívoca, ya que la ven desde los ojos de otros, o a lo lejos, sin involucrarse y con indiferencia.
Comenzando por aquello de que, en Costa Rica, no ha habido ni hay indígenas, para los que arrastran ese lastre de malformación educativa, en Costa Rica sobreviven 8 grupos indígenas diferentes, distribuidos en 24 territorios autóctonos, con más de 104,000 habitantes, pero no se habla su idioma, o mejor dicho, no se aprende su cultura ni su lenguaje en las escuelas públicas…
Como religión oficial:
Católicos, romanos, y apostólicos, pero por lo general, la mayoría no son practicantes, y cada vez más, pertenecen a otras congregaciones religiosas, y aunque La Constitución Política establece, que no puede haber discriminación o preferencia por credo, o religión, el sistema educativo, sigue reconociendo solo la educación Católica; siendo El Estado, uno de los 2 únicos confesionales en Latinoamérica; pero peor aún, en El Primer Poder de La República, El Legislativo, por aquello de otro lastre educativo, donde hay representantes de 2 tendencias religiosas, que se convierten en clara traba a cualquier discusión objetiva, pragmática, y de valor intelectual, que pudiera sostenerse entre los “representantes del pueblo”, en la elaboración de las leyes que cubran a los ciudadanos, sin distinción de credo, o sin credo mismo.
Tolerantes… solo hace falta tomar el autobús de las mañanas, y contar cuantas caras largas se ven; cuantas “cortesías” se reciben en nuestras imposibles carreteras; la cantidad de “chiles” xenófobos y homofóbicos, o machistas y sexistas, son el tema central de casi cualquier mesa de amigos; o la carrera sin meta, pero de sobrevivencia, que implica ser peatón en las calles de San José, y ni hablar de los que usan bicicleta, o patineta.
Que somos respetuosos de Los Derechos Humanos, pero más de 10,4000 indígenas, sobrevivientes originarios, primeros habitantes de esta tierra, son los más pobres, desposeídos, marginados, y aislados de toda la población nacional; ni siquiera, se les reconocen sus derechos más elementales, como el respeto a su cultura, lengua, costumbres, y tradiciones…
Amantes de la naturaleza, cuando nuestros ríos son de los más contaminados a nivel regional; y no solo con desechos sólidos, sino con químicos, agroquímicos, y desechos industriales.
Hacemos campañas ecológicas, como bálsamo para la conciencia, pero lo que hacemos es maleducar, y malacostumbrar a una buena parte de la ciudadanía, que sigue botando su basura al río, porque, al fin de cuentas:
¿Qué importa?
Si hay planes de senderos ecológicos, para que un discapacitado se moje igual que el capacitado…
Y el último de esta corta lista…
“Pacifistas”, supuestos ideólogos de la paz mundial, promotores del desarme, incluso con una recién estrenada resolución de Las Naciones Unidas, impulsada por El Estado costarricense, para regular el comercio internacional de armas…
¿Qué nos hace ser costarricenses en pleno siglo XXI?
Cuando nos avergüenzan la producción nacional en cualquier ámbito, cantar una canción “patriótica” si no es setiembre, que solo fuera del país podemos “alardear” que no tenemos ejército, que producimos un excelente café, y que tenemos muchos lugares de belleza natural...
¿Eso es todo?
“Costa Rica:
¡Waaaaao!”
Tico Promedio, “el documental que vas a odiar” es un documental de 25 minutos de duración, del año 2014, realizado por Christian Bonilla Cruz, y Juan Manuel Fernández Cervantes.
Protagonizado por Dionisio Cabal, Alberto Cañas, Norval Calvo, Manuel Benedit, José Medrano, Jacques Sagot, Marcia Saborío, entre otros.
“Somos Ticos Promedio por un rato, en algún momento de nuestra vida”
Bonilla Cruz y Fernández Cervantes, en un periodo de 3 años, recabaron e investigaron, sobre lo que ellos llaman los “Ticos Promedio”, que no apunta a un grupo de personas en específico, si no a un arquetipo de actitudes, que desde la visión de los autores, han provocado que el país retrocediera en temas como desarrollo humano.
La producción enfrenta al Tico Promedio, en temas como:
La conducción temeraria, la corrupción, y “el chorizo”; los criterios para elegir políticos y gobernantes; los programas que reinan en la TV local; amantes del fútbol, monstruos al volante, ahogados en deudas, son características que muchos relacionarían con un Tico Promedio.
Aunque a veces, es mejor reírse de lo malo que “comer mierda”, este reflejo de una buena parte de nuestra sociedad, debería servir también, para generar cambio.
Tico Promedio, abarca temas cotidianos, como la política, la corrupción, la economía diaria, y hasta la manera en que los ticos conducen por las carreteras.
El corto nació, a partir del malestar de sus creadores, con algunas de las actitudes del denominado “Tico Promedio”; y fue a partir de ahí, que surgió la idea del documental, el cual pretende reflejar, cómo una serie de características de nuestra idiosincrasia, se han convertido en un obstáculo para el desarrollo del potencial que tenemos como país.
Con el eslogan “Un documental que vas a odiar”, la producción Tico Promedio está lista para desenmascarar al país entero.
¿Y por qué odiarlo?
“Cuando se vea reflejado ahí, no le va a hacer gracia”, explica el coproductor Christian Bonilla.
“La hipótesis de nuestro documental, es que Costa Rica podría estar en mejores posiciones en todo sentido, si no tuviéramos algunas actitudes del Tico Promedio, que consideramos que son una serie de características, que hacen que el país no avance como debería”, agregó.
Según Bonilla, gran parte del documental, y de los argumentos, se desarrolla a través de las perspectivas de estas fuentes, por lo que intentaron trascender el ámbito académico, e incorporar a personajes conocidos del espectáculo.
Algunos de los colaboradores, como Dionisio Cabal, plantean soluciones para generar un cambio social, y alejarse de las actitudes del Tico Promedio.
“El documental, tiene un cierre directo, fuerte, casi como unas palmaditas en la cara para despertar.
El propósito es hacer consciencia”, comentó Bonilla.
Tico Promedio, lanza una ácida crítica a la clase política, que ha gobernado el país durante las últimas 3 décadas, aunque también, reclama a los ciudadanos por la desidia con que enfrentan los problemas cotidianos, por sus conductas irresponsables y hedonistas y, sobre todo, por haber avalado con su voto, a líderes y partidos políticos, cuya característica principal, es el no saber honrar las promesas de campaña.
“Quisimos utilizar el documental, como una plataforma para que el malestar que sentíamos, trascendiera a muchas otras personas, y se genere a partir de ahí, una discusión sobre el rumbo que como sociedad hemos tomado, y cómo podemos mejorar”, expresó Cristian Bonilla.
Tico Promedio invita a la risa, la crítica, y la reflexión…
Según Fernández Cervantes, “el objetivo es iniciar un debate sobre partes de la idiosincrasia costarricense, de las que no estamos orgullosos, y transmitir que aún estamos a tiempo de corregir”
Además, recalcó que lo que buscan es que el tico se vea, se ría, pero también que reflexione, y por qué no, que se odie por verse allí.
Tanto Bonilla como Fernández, aceptaron y respondieron a algunas críticas formuladas por algunos de los asistentes al estreno del documental, principalmente en el sentido de que muestra una reducida y fragmentada visión de Costa Rica, basada principalmente en el ciudadano del Valle Central, y que margina a poblaciones costeras, como Guanacaste y Limón, grupos étnicos y minorías, no representadas en la película Tico Promedio.
Así las cosas, este documental describe al Tico Promedio como:
Vago, indisciplinado, conformista, irresponsable, egoísta, perezoso, burlista, criticón, engreído, inculto, desinteresado, pasivo, retardado, sin aspiraciones...
¿Alguna mentira?
Llaman al Tico Promedio:
Corrupto y sensible al camino fácil.
¿Alguna mentira?
Más allá de los calificativos, vale la pena cuestionar esta visión fatalista y denigrante del Ser Tico, difiérase del Ser Costarricense.
Y es que Costa Rica, es ampliamente reconocida, por ser uno de los países menos reconocidos, y porque sus habitantes no envidian abiertamente, los goces de Europa, aun siendo “el más feliz”
Somos considerados, como “los suizos de Centroamérica”, pero lo malo es que no producimos ni tanto queso, ni tantos relojes, ni tantos bancos internacionales como los suizos, aunque es ampliamente conocido por los ticos, que su nivel de desarrollo de la corrupción, supera con creces el de Suiza.
En las últimas décadas, después de un bombardeo de otras culturas, y otros factores sociales, el tico empezó a forjarse, cambiando radicalmente, y casi opacando al verdadero “Ser Costarricense”
Se dice que “El Tico”, es por naturaleza vago, y que prefiere aprovecharse del trabajo de otros, y no matarse haciendo el suyo propio, a diferencia del laborioso costarricense, por poner un punto de comparación.
Al igual que otras frases de aceptación común, como que “el tico siempre llega tarde” o “el tico no sabe dar direcciones” y por esta razón, nos justificamos cuando llegamos tarde a una entrevista de trabajo, o no conocemos ni siquiera, cómo llegar a un determinado lugar…
Esto es apenas, una pincelada de lo que decimos y aceptamos como “ser ticos” o “buenos ticos”
Se ha dicho siempre, que política, religión, y fútbol, son temas que apasionan al tico; siendo otro elemento que se destaca, es la superficialidad que a veces predomina en el costarricense, a la hora de realizar los análisis que la realidad exige.
Por eso, sin estar en contra del fútbol, Fernández estima, que en muchas ocasiones, para el tico, es más importante un partido de fútbol, que aquello que lo afecta en su realidad cotidiana y política; donde solo cada 4 años, todos se unen con la esperanza de llevar a “La Sele” al mundial… con la nostalgia de La otrora Gloriosa Selección que fue al Mundial de Italia 90, porque eso es lo primero.
Pues si vamos a los barrios marginales, los pobres tienen plasma con cable satelital, equipo de sonido, y telefonía celular, a lo mucho, con cámara para Facebook; porque eso es lo primero.
¿A que le pone más atención el tico?
A la evasión de la realidad, es decir, a programas como “Combate”, “Intrusos” o “Siete Estrellas”; porque el sexo vende, mostrar poca ropa, es lo que llama la atención, sino, veamos a la máxima exponente de este éxito, la otrora Miss Costa Rica, Maribel Guardia; o las modelos de bares, que visten tangas plásticas entre chifrijos y miradas lascivas.
Y los programas realmente educativos, se relegan para televisoras menos competitivas, en horario nocturno casi de madrugada.
Por otro lado, se dice que son los políticos quienes nos aborregan, pero entonces:
¿Quiénes son los que los ponen al poder, y le dedican Topes y honores?
Se hace evidente, la necesidad de un poder de izquierda, que lave mucha la lacra de la mala derecha, que ha dejado al país, el PLN y el PUSC, en gobiernos anteriores, pero hay miedo al cambio, en que se caiga en un Venezuela/Cuba/Nicaragua, cuando para ello, es necesario la existencia del ejército, y tener al menos, la mayoría del Congreso a su favor, y dominar muchos sectores políticos y sociales de gran envergadura para lograrlo; pero con infundir miedo basta para el tico, porque fácil se lo traga todo.
Cuándo se creyó que la reelección era un buen paso para la democracia, en la continuidad de proyectos sociales de larga duración, la realidad vino a violentarnos contra la pared; y sucedió con el atribuido, “único honrado” por El Premio Nobel de La Paz, Oscar Arias Sánchez; y viniendo a demostrar posteriormente, que una mujer al poder, no precisamente podía ser “firme y honesta” rodeada de amigos de los amigos, de los amigos… que al final, serán los enemigos que infunden la gran mentira de la erradicación de la pobreza.
Así que, decir que la corrupción está en el gobierno, es una falacia, pues la corrupción se da con aquello que plantea el documental:
“Robarse materiales de oficina, aligerar los trámites mediante sobornos, los biombos hospitalarios, es el pan diario del chorizo” y en las personas de a pie; pues:
“Oportunismo y chorizo, van siempre de la mano”
¡Cómo cuesta ver la basura del ojo!
Pero no hay nada que retrate al tico común, como el guaro, y sus mecas religiosas:
Palmares & Zapote, con sus patéticos topes que no topan nada, al estilo yanqui, con sombreros cowboy, y “jeans”
El Tico Promedio, no es el que la tiene, sino el que se endeuda, y pasa tarjetazos aunque no tenga con que pagar después; donde los comerciales incentivan a los endeudamientos de todo tipo, pero sobre todo, al pago de fiestas o medios para lograrla; inclusive, los mismos bancos estatales, aprovechándose de la crisis en la reciente huelga de maestros, con el financiamiento de préstamos en el Banco Popular y de Desarrollo Comunal...
Pobreza incrementando pobreza.
Y con la fiesta, se cambian los símbolos patrios, y héroes nacionales más representativos de la idiosincrasia como:
El Águila Imperial, El Guaro Cacique, Toledo, Banton, y los demás talentosos músicos nacionales…
Donde el aguinaldo es llamado “cervecero”, y la cuesta de enero, solo es lamentable hasta en enero, nunca antes.
Decir que “ir a Palmares, es vivir una fiesta muy costarricense”, es el vivido sentir de que estamos perdidos en lo que representa nuestro ser como país, y como ciudadanos, pues el selfie, siempre tendrá como protagonista a la cerveza.
Así las cosas, son tantos los que están dispuestos a pagar un soborno, a colarse en las filas, los que manejan como si la calle fuera de ellos, sin ningún respeto a los demás, tantas veces he visto, como tiran la basura desde un automóvil, las calles son un basurero, los ríos tienen más desechos que agua, podrían ser minoría, pero en todo lado están.
Ojalá ese documental, no reflejara la realidad, pero según lo que puedo ver, se parece mucho, pues ya no hay cortesía, cuando lo que hay, es el pitazo y la bala.
Con todo, Tico Promedio tiene como propósito, plantear algunas situaciones que se considera, se debemos mejorar como pueblo.
Como tal, ofrece una visión.
Una de tantas que se podrían considerar al estudiar un fenómeno sociológico, y no pretende ser la única e infalible verdad detrás del concepto de “Tico Promedio”
Pues tal parece ser, que el Tico Promedio, hoy en día, es el equivalente a criticar todo:
A señalar, subrayar, y exagerar lo malo, sin proponer alternativas, a ser indiferente.
Pertenecer a este grupo de Ticos Promedio, implica también desligarse de los políticos que elegimos, satanizarlos, y culparlos de todo mal.
Si nos colamos en la fila de una institución pública, es culpa del político que no ha propuesto un proceso diferente para mi beneficio...
¿Es entonces, Tico Promedio, aquel que exige mejores calles, pero anda viendo cómo hace para no pagar impuestos?
Tal parece que así nos pintan.
También el querer mejores trabajos, con mejor remuneración, pero “que pereza tener que estudiar para eso”… el típico:
“Me lo merezco por ser yo”
Esa idea de Tico Promedio, que tratan de vendernos, es el de alguien elitista, y con complejo de grandeza, a pesar de ser “promedio”
¿Pero porque no nos ponemos elitistas, es eso malo acaso, querer ser mejores?
“Costarricenses…
¿Qué es eso?”
Según usted, que lo hace ser Tico, algunos con una ingenua sonrisa responden:
“Diay mae, que más, el ¡Pura Vida!”, otros con orgullo dicen:
“Llegar Tarde”, ser “Serrucha-pisos”, agregue a eso, expresiones como:
“A cachete”, “vara”, “mae”, entre otras palabras de uso cotidiano, imposible no hacer mención del pensamiento erróneo y vergonzoso de la superioridad étnica, con respecto a los países hermanos de Centroamérica, “por acento”, color de piel, y hasta ubicación geográfica…
Pues el Tico Promedio es bueno para ser rajón, y fino para el choteo, porque “los ticos nos caracterizamos por menospreciar a los demás, y creernos los mejores; ser tico es buscar los mejores trabajos, teniendo un título de sexto; ser tico es hablar por todo, y no ayudar a cambiar nada; ser tico es ir a los desfiles del 15 de setiembre, por solo ver las bastoneras, y tomar birras; ser tico es decir que nuestras ticas, son lo más bello, y la violencia hacia las mujeres, es pan de todos los días; ser tico es decir que somos un país pacífico, para vivir rodeados de rejas, y encerrados en nuestras propias casas”
Y por último, “el pachuco” de los medios de comunicación; una televisión plagada de copias de productos de otros países, periódicos que desde hace mucho, dejaron de informar, y se preocupan tan solo de conservar fervientemente, su tonalidad amarilla, una radio que por “la adaptación a los tiempos modernos” excepción de muy pocos programas, tan solo son eco de voces que transitan sin sentido; esa misma “crisis de identidad” también está afectando gravemente hasta nuestra forma de escribir, ahora con los mensajes de texto, en plataformas como “whatsapp” y Facebook, y que tanto colocho provoca a los maestros de escuela.
Actualmente, es imposible encontrar una respuesta satisfactoria, por parte de gente “conocedora” y el resto de la población que, quieran decirlo o no, ya es una mezcla de muchísimas culturas presentes en el país, por diversas circunstancias.
Les encanta manejar sus carros a máxima velocidad y borrachos, para luego salir por las noticias, siendo ridiculizados por las noticias de Teletica, Canal 6, y El Diario La Extra, sobre todo en éste último, afirmando no estar borrachos, golpeando los camarógrafos, para así hacerles entender que no lo están, y entre ellos, podemos encontrar a:
Políticos, sacerdotes, choferes de bus, futbolistas, y los siempre irresponsables funcionarios municipales, que manejan los carros de la municipalidad como sus propios carros, con imprudencia.
Y hay que ver, la cantidad de comentarios en La Nación digital y/o Facebook, para las noticias que ponen, para ver cuáles son los intereses del tico, y la mediocridad persistente en este país:
1. Encuentran agua en Marte: 3 comentarios, 2 de ellos, de la misma persona.
2. Se divorcia Glenda Peraza: 20 comentarios.
3. Machillo Ramírez renueva contrato con el Alajuelense: 60 comentarios.
Todas estas opiniones, expresan lo que para la gente significa Ser Tico en estos tiempos, y aunque sabemos y aceptamos que las cosas están mal, las tratamos de maquillar diciendo, que todo está “Pura Vida” y que es mejor olvidar las penas pegándonos una “buena fiesta” y despilfarrando lo poco que tenemos.
Olvidamos por completo los valores que tenían los costarricenses de antaño, y creamos una versión totalmente diferente, solo para hacer pensar a los otros países, que no estamos tan mal, que somos un pueblo pacífico, que no le hace daño a nadie, cuando las verdaderas guerras, se viven a lo interno de nuestros hogares.
No somos diferentes a los demás países, solo que nuestro nacionalismo, nos impide verlo tal cual.
Podemos concluir entonces, que El Costarricense se siente orgulloso del “Ser Tico”, y rechaza el “Ser Costarricense”
El problema con esto, es que poco a poco, vamos dejando de lado nuestras tradiciones autóctonas, y le abrimos los brazos, a todo lo que es foráneo, solo porque está de moda, o es “cool”
Para cambiar esto, es necesario hacer una modificación en las instituciones educativas, para que le den más importancia a mantener esas raíces que teníamos los costarricenses, pero sobre todo, debemos cultivar los buenos valores en nuestras familias, que son las primeras educadoras en todas las etapas de la vida.
Lo que no es cierto, es que los costarricenses no tengamos cultura, que nos sea necesario tomarla de los demás, el error al que hemos incurrido, es pensar que nuestra cultura, no es fuerte ni trascendente.
Lo peor que hemos hecho, es no volver nuestra vista al pasado.
Pues lo antiguo, puede llegar a ser lo más actualizado, si se le aborda de maneras creativas.
Se quiera o no, debemos investigar nuestros orígenes:
Al decir pasado, hablo de las raíces más primitivas, los nativos costarricenses, de las culturas extranjeras que se fueron acoplando, y las que vinieron después de fundada La República; esa fusión étnica, que desemboca en el rompecabezas de colores, formas, ritmos, sabores, e ideas, que somos.
La música como el lenguaje, son rasgos inherentes de los pueblos, al escuchar decir:
Menudo, zagüate, chayote, escusado, trapiche, chorreador, charita, mae, tórsalo, pizuicas, carambas, gallo pinto, tamalas, patacón, pan bon, chinela, veroliz, atollarse, chicasquil, tepezcuintle, arrevejido, cachimbear, menjurje, guayabo, tuanis, chiva...
El conocimiento de esos dichos, palabras, costumbrismos, es reconocerse a sí mismo, auténtico y único, entre otros pueblos.
Porque El Ser Costarricense, es más que llegar tarde, y “mentarle la madre al guachimán” porque hay una presa de los mil demonios…
Somos excelentes cuando nos proponemos serlo, somos trabajadores, nuestras raíces campesinas nos llaman a gritos, los machetes, y las bandolas de café, esperan un reencuentro con la juventud.
No hablo de quedarse estancados en el ayer, hablo de innovar con esa capacidad demostrada, para solucionar los problemas, y adaptarse.
Hemos sobrevivido a la corrupción política de 3 administraciones seguidas, hemos sobrevivido al terremoto de Limón, al de Cinchona, al de Guanacaste, y al de Puntarenas, un Hospital trae sonrisas nuevas a los niños cada año, porque el costarricense es solidario, sin darle la monedita al piedrero de la esquina, pero si al que vive entre cartones y basura, para que pueda comer, y pasar otra noche.
La realidad, a veces, es más desesperanzadora de lo que podemos resistir, porque “una es verla venir, y otra bailar con ella”
Pero no todo está perdido.
Dentro de la colectividad, existe un sentimiento que algunos asimilan también como el “Ser Tico”, aunque no es más que un híbrido entre éste, y el “Ser Costarricense”
Este sentimiento patriótico, se manifiesta especialmente, en las personas que por distintos motivos, les ha tocado viajar a otros países, y generan un sentimiento de identidad costarricense, cuando escuchan a extranjeros que quieren venir aquí a pasear, o cuando se acercan las fiestas patrias, y desearían sacar una bandera y participar de las actividades.
O en navidad, cuando añoran comerse un picadillo de arracache, o unos tamales, cuando aquí, seguramente ni siquiera les importaría.
Eso al menos ya es algo.
Concluyo diciendo que el Tico Promedio no termina en los créditos de este documental; es allí donde empieza; y usted y yo, ya somos parte de esta producción.
Pienso que el consumo de TV basura, drogas, líticas e ilícitas, fiestas, y otras actividades y productos, son herramientas que se utilizan, no solamente en nuestro país, sino que también a nivel mundial, para desviar la atención de los individuos en temas de más interés, y sumergirlos en un letargo, y analfabetismo.
Un letargo y analfabetismo, que es utilizado por poderes fácticos, para manejar al ser humano como ganado, y para poder cumplir con sus objetivos, y sacar el mayor provecho posible.
Las actividades recreacionales, no tienen nada de malo, el problema es cuando se convierten en la mayor prioridad, desviándonos de todos aquellos temas y actividades que son más importantes, y que nos hacen progresar como ciudadanos y como seres humanos.
Si “Combate” es el programa más visto:
¿Por qué será?
¿Qué tantas opciones ofrece la televisión nacional?
A fin de cuentas, es un programa de entretenimiento, vacío pero de entretenimiento, al fin y al cabo.
El problema no es tanto que vean “Combate” sino que sea más fácil encender el televisor, que abrir un libro.
Hace rato que se sabe, que en Costa Rica no se lee.
En esta sociedad costarricense, cuando intentas ser diferente, e intentas seguir un camino diferente al que siguen los demás, fijo vas a caer mal, pues como sucedió en las pasadas elecciones, cuando me llamaban “comunista”
En mi experiencia de vida, siempre tengo presente lo que Friedrich Nietzsche dijo:
“El individuo, ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu.
Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado.
Pero ningún precio es demasiado alto, por el privilegio de ser uno mismo”
“¿Es usted, un Tico Promedio?”
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