Maleficent

“I know you're there.
Don't be afraid”

Un villano, es una persona malvada, especialmente en la ficción.
Los villanos son personajes de ficción, o quizás, personajes novelados, en dramas y melodramas, que ejercen la maldad deliberadamente, y que se enfrentan al héroe.
Como tales, los villanos son un recurso argumental casi inevitable, y más que los héroes, elementos cruciales sobre los que gira la trama.
En narratología, y estudios de análisis e interpretación de obras literarias y de argumentos, un villano es la encarnación del mal, tanto en relatos históricos, como en trabajos de ficción.
Los villanos cumplen el papel de antagonista, ante el héroe/protagonista; y generalmente son una figura poco simpática, que utiliza sus habilidades, con el objetivo de perjudicar a alguien, o conseguir algo que desea, utilizando a estos efectos recursos deshonestos, que lindan con la ilegalidad.
Muchas veces, estos personajes desarrollan planes, más o menos elaborados, los que son explicados a lo largo de la trama, y los que normalmente perjudican, o intentan perjudicar al protagonista, y a la propia sociedad.
Y generalmente, y a efectos de presentar un desenlace aceptable para todo el público, o la mayoría, el villano ve sus planes arruinados, en muchos casos, gracias a la valentía y el heroísmo del personaje principal.
Los Villanos Disney, por su parte, es el término más popular, utilizado para nombrar al grupo de personajes antagónicos de las producciones de Disney.
Aunque el grupo abarca a la totalidad de villanos, sin importar el tipo de producción a la que pertenecen, es más común que sea utilizado sólo para referirse a los villanos de las producciones animadas.
Este es uno de los 4 grupos de Disney, éstos son:
Princesas Disney, Príncipes Disney, Villanos Disney, y Hadas Disney.
Y esta es una lista de los 10 Villanos Disney, preferidos por el público:
1. Maleficent de “Sleeping Beauty” (1959)
2. Jafar de “Aladdin” (1992)
3. Scar de “The Lion King” (1994)
4. La Reina Grimhilde de “Snow White and The Seven Dwarfs” (1937)
5. Ursula de “The Little Mermaid” (1989)
6. Cruella de Vil de “One Hundred and One Dalmatians” (1961)
7. Captain James Hook de “Peter Pan” (1953)
8. Hades de “Hercules” (1997)
9. Lady Tremaine de “Cinderella” (1950), y
10. El Juez Frollo de “The Hunchback Of Notre Dame” (1996)
Maleficent es la villana de la versión de Disney del cuento “Sleeping Beauty”, la bruja malvada que aparece en la adaptación de Walt Disney de 1959; el cual fue el 16° largometraje animado del canon de largometrajes de Disney.
Fue producido por Walt Disney Pictures, y se estrenó el 29 de enero, distribuido por Buena Vista; un largometraje que tardó 10 años en realizarse, y costó $6 millones; lo que la convirtió en la película más costosa, que el estudio produjo hasta ese momento.
“Sleeping Beauty” está basada en el cuento de hadas homónimo de Charles Perrault, Jacob y Wilhelm Grimm, y de Giambattista Basile.
La obra cinematográfica, fue la última película producida por Walt Disney, basada en un cuento de hadas, después de su muerte, pues el estudio volvería al género con “The Little Mermaid” (1989)
Fue también, el último largometraje de Disney, entintado a mano, antes de que se hiciera común el proceso de xerografiado.
Por último, “Sleeping Beauty” fue el primer largometraje animado, rodado en Super Technirama 70, un proceso de pantalla panorámica de gran formato; pues sólo hay otro largometraje animado, rodado en Super Technirama 70, y es “The Black Cauldron” (1985)
La producción del filme, se llevó a cabo durante casi toda la década de 1950, ya que se empezó a trabajar con el guion, en 1951; las voces se grabaron en 1952, la producción de la animación, tuvo lugar entre 1953 y 1958, y la banda sonora en estéreo, se grabó hasta 1957.
Según Disney, cuando Aurora nace princesa, cada una de las 3 hadas:
Flora, el hada roja; Fauna el hada verde, y Merryweather, el hada azul; le dan un don.
Flora le da el don de la belleza, Fauna le da el don de una melodiosa voz, y cuando Merryweather va a darle su don, aparece la malvada bruja Maleficent, y le lanza un hechizo a Aurora, el día que cumpla los 16 años, antes de que se haga de noche, ella se pinchará el dedo, con el huso de una rueca y morirá; pero Merryweather le lanza ese hechizo suyo, con su don para romper un poco el hechizo de la malvada bruja Maleficent, para que Aurora no muera, sino que solo duerma, hasta que sea despertada, cuando reciba el primer beso de amor verdadero… del Príncipe Phillip.
Así pues, las 3 hadas se la llevan durante sus 16 años, a una casita del bosque, abandonada, llamada “La Cabaña del Leñador” hasta que cumpliera 16s años, para vivir con ellas 3 allí; y mientras está por el bosque, el día de su 16° cumpleaños, por la mañana, se encuentra al Príncipe Phillip.
Al cumplirlos, las hadas llevan, y devuelven a Aurora al castillo de su padre y su madre, El Rey Stefan, y La Reina Leah.
Allí, Maleficent está esperando a Aurora para que se pinche, y en la más alta torre, se pincha el dedo con el huso de una rueca, creada por Maleficent, justo antes de que se haga de noche.
Las 3 hadas hacen dormir el palacio, y van a rescatar al Príncipe Phillip, que le tiene secuestrado Maleficent, y le liberan.
Finalmente, El Príncipe Phillip le da un beso a Aurora, y esta despierta.
Todo termina en un baile para celebrar que Aurora ha despertado, y así ella y Phillip, empiezan un lindo noviazgo, y por último, Flora y Merryweather discuten por el color de su vestido, entre el rosa y el azul, mientras le cambian el color de su vestido mágicamente, entre las nubes.
Por su parte, la antagonista del cuento, relegada por La Princesa Aurora, Maleficent, es seria, gótica, terrorífica, y carente de cualquier comicidad, y a menudo, es considerada uno de los personajes más malvados del Mundo Disney.
Ella es responsable de hacer caer toda desgracia sobre el reino del Rey Stefan, el padre de Aurora; pues posee una gama de poderes y artefactos mágicos, los cuales le permiten, por ejemplo, infligir a Aurora un hechizo mortal, debilitado con un contra-hechizo de sueño, hecho por el hada buena Merryweather; usar la bola de cristal de su cetro, para mostrarle al Príncipe Phillip, las imágenes de su desolador futuro, o crear una selva de espinas, cuando El Príncipe se escapa del castillo.
Otros poderes conocidos, le permiten invocar rayos, enviar nevadas, teletransportarse, o cambiar de forma, a la de un gigantesco dragón negro y morado.
De vez en cuando, Maleficent aparece envuelta por llamas verdes.
Sus secuaces, son un cuervo llamado Diablo, al que llama cariñosamente “Fiel Amigo”, y un ejército de ineptos monstruos, ejecutores de la mayoría de sus órdenes.
Diablo, es un cuervo que actúa como esbirro y mascota de Maleficent.
Es similar al cuervo que tiene como mascota La Reina Grimhilde de “Snow White and The Seven Dwarfs” (1937), sin embargo, Diablo tiene un mayor papel en “Sleeping Beauty”
En “Sleeping Beauty” Maleficent lo envía en busca de La Princesa Aurora, y el cuervo la encuentra en una cabaña del bosque.
Al final, cuando Diablo descubre a las hadas huyendo con El Príncipe Phillip del palacio de la hechicera, el hada Merryweather, con su magia, lo convierte en estatua.
El desenlace de Maleficent es trágico, pues muere en manos del Príncipe Azul de Aurora.
“You're my Fairy-Godmother!”
Maleficent es una película de fantasía, británico-estadounidense, dirigida en el año 2014, por Robert Stromberg.
Protagonizada por Angelina Jolie, Elle Fanning, Juno Temple, Sharlto Copley, Kenneth Cranham, Lesley Manville, Imelda Staunton, Miranda Richardson, Sam Riley, Peter Capaldi, Ella Purnell, Brenton Thwaites, Christian Wolf-La'Moy, entre otros.
El guión es de Linda Woolverton, Paul Dini, y John Lee Hancock, basados en el cuento de hadas “Sleeping Beauty” de Charles Perrault, de los Hermanos Grimm, y de Giambattista Basile.
La realidad es que Maleficent, se alimenta de varias de las historias en las que se presenta a este personaje, entre ellos, el cuento original, “La Belle au bois dormant” de Charles Perrault; “Little Briar Rose” de los Grimm, y la historia de “Sleeping Beauty”, según el filme animado de Disney.
A su vez, la historia que fue escrita por Linda Woolverton, nos brinda una sensación de novedad, que nos lleva en un viaje mágico, muy al estilo de Disney.
Angelina Jolie, como Productora Ejecutiva, se había unido desde hace mucho tiempo, desde mayo 2011, al proyecto, cuando Tim Burton había planeado tentativamente dirigirla, pero luego optó por no hacerlo.
Linda Woolverton, fue la encargada de escribir el guión; luego, el 6 de enero de 2012, Disney anunció que Robert Stromberg, el diseñador de producción de “Alice In Wonderland” (2010) y “Oz The Great and Powerful” (2013), la dirigiría.
Joe Roth, Don Hahn, y Richard D. Zanuck, fueron contratados como productores, aunque Zanuck murió más tarde.
Roth dijo, que Maleficent no se habría hecho, si Angelina Jolie no hubiera aceptado tomar el papel:
“Ella parecía la única persona que podía hacer el papel, no tenía sentido en la toma del personaje, si no era ella”
Y el 10 de agosto de 2013, como parte del panel de películas de acción en vivo del 2013 Disney D23 Expo, en El Centro de Convenciones de Anaheim, en Anaheim, California, Disney dio a conocer, su primer avance de Maleficent, al revelar el nuevo logo, y un clip de un minuto del metraje.
Por lo que Angelina Jolie hizo una visita sorpresa a la feria, y conversó con los asistentes, acerca de su fascinación por “Sleeping Beauty” de Disney cuando era niña, su experiencia de trabajo con los directores, y su amor hacia Disney.
También comentó, sobre cómo asustó a niñas pequeñas, cuando estaba vestida, maquillada, y actuando durante la filmación, lo que llevó a la decisión de contratar a su hija con Brad Pitt, Vivienne Jolie-Pitt, para el papel de la joven princesa Aurora, porque la niña no tendría miedo de su propia madre durante el rodaje.
La producción de Maleficent, comenzó entonces el 11 de junio de 2012, en los célebres estudios ingleses Pinewood Studios, donde la mayor parte de la filmación tuvo lugar.
El rodaje tomó 5 meses, y ocupó 6 estudios de sonido, y miles de metros de áreas verdes, y estudios exteriores.
Y como dato curioso, el estreno de Maleficent, coincide con el aniversario número 55, del clásico de Disney, “Sleeping Beauty”
Obtuvo una nominación al Oscar como mejor vestuario.
Maleficent narra la historia de la princesa Aurora, “Sleeping Beauty”, pero contada desde la perspectiva de Maleficent, el hada que se volvió malvada, que le lanzó el hechizo a la princesa Aurora, para convertirla en “Sleeping Beauty”
La historia comienza, cuando Maleficent (Ella Purnell/Angelina Jolie) era una bellísima joven, con un corazón puro, y unas asombrosas y enormes alas cafés.
Crece en un entorno idílico, un apacible reino en el bosque, hasta que un día, un ejército de invasores humanos, amenaza la armonía del país.
Maleficent se erige, en la temible protectora de su reino, pero al final, es objeto de una despiadada traición, que endurecerá su corazón, hasta convertirlo en piedra; pues existen 2 mundos:
El de los codiciosos y envidiosos humanos, los hombres, con sus castillos, reyes y caballeros; y El Páramo de mujeres, un lugar idílico, donde conviven las más fantásticas criaturas, entre ellas, Maleficent, el hada más poderosa, que crece para convertirse en su feroz protectora.
Digo que es el mundo de las mujeres, no porque no existan en él, seres masculinos, sino porque esos son los 2 mundos, simbólicamente en conflicto.
A modo de guerra de los sexos…
Pero la traición, transformará a esta dulce criatura, en un ser oscuro, que empieza a transitar por la vida, con el único propósito de vengarse de aquel que la engañó, y le llenó el corazón con furia.
El tipo en cuestión, es el ahora Rey Stefan (Sharlto Copley), un campesino, cuyas aspiraciones importaron mucho más que la amistad que mantuvo con la alada criatura desde la niñez, y ahora vive temeroso de que se desquite, porque según las enseñanzas de Disney, no hay nada más peligroso, que una mujer despechada.
Y Maleficent va a atacarle en donde más le duele, con la recién nacida Princesa Aurora, a la que va a maldecir hasta el fin de los tiempos, o hasta que reciba un beso de verdadero amor, eso que a ella le faltó toda su vida.
Así pues, la historia nos permite ver más allá de lo que conocemos, y lo hace a detalle, nos hace ver los por qué detrás de la maldad de Maleficent,  y nos hace sentir compasión por ella.
Nos vemos del lado opuesto, favoreciendo a los villanos, y aborreciendo a los que son de nuestra especie, digo:
¿Todos somos humanos aquí, no?
“Oh dear.
What an awkward situation”
De inicio decir, que el guión original de Linda Woolverton, difiere significativamente con la película final.
Por ejemplo, en el guión original, Stefan era el hijo bastardo del Rey Henry; también los personajes de La Reina Ulla, y El Rey Kinloch, reina de las hadas, y rey de los moros respectivamente, además de ser tía y tío de Maleficent.
Miranda Richardson y Peter Capaldi, fueron elegidos para interpretar tales personajes, grabaron sus escenas, pero fueron borradas en el proceso de edición, junto con más de 15 minutos del inicio del metraje.
El director, Robert Stromberg, dijo al respecto:
“Originalmente, nos pasamos un poco más de tiempo en el mundo de las hadas, que en el mundo humano... terminamos cortando algunas partes... fue alrededor de 1 hora y 15 minutos, queríamos conseguirlo en menos de 2 horas, así que cortar unos 15 minutos, fue el primer paso... después tuvo que ser cosida con algunas tomas muy básicas”
Así las cosas, Maleficent nos traslada de nuevo, a esa época mágico-medieval, en la que suelen vivir todos los personajes clásicos de Disney, con castillos, reyes, bosques, hadas, y criaturas fuera de lo común.
El director, Robert Stromberg, hace su debut tras las cámaras, para contarnos la historia de Maleficent, de entrada, hay que ser un pirado, para ponerle semejante nombre a una niña hada, pues no tiene razón de ser, porque vive contenta y feliz en su mundo, hasta que conoce a un humano desgraciado, se enamora, este le rompe el corazón, y la joven se vuelve una loca despechada y vengativa.
Con este tipo de producto, cortando cabezas, hay que echarle la culpa a Tim Burton, y su lisérgica versión de “Alice In Wonderland” (2010)
Si la adaptación “live-action” de Disney, no hubiera tenido tanto éxito, tal vez sólo tal vez, hoy no estaríamos inundados de reversiones de cuentos de hadas, con ese tono “oscuro” y “adulto”
Pues no sólo los superhéroes invaden la pantalla, los relatos fantásticos, basados en los clásicos infantiles, también.
Y Disney sabe que funcionan, e insiste, una y otra vez; así nos llega Maleficent, la historia de una de las mejores y más terribles villanas de su repertorio animado.
La compañía del ratón decidió, por un rato, dejar de lado a los príncipes y princesas, a los héroes y heroínas, y concentrarse en el “lado B” de las historias que tanto nos impresionaron de chicos, porque admitámoslo, no hay nada más cruento, que un cuento de hadas con moraleja.
Aquí olvídense de la versión animada de “Sleeping Beauty”, porque, como nos anuncian al principio, Maleficent es otra historia, una que nunca conocimos; que descaro jugar con nuestros recuerdos...
Y es verdad, nos cuentan otra cosa, “la otra cara de la moneda” ¿?, para que podamos entender que esa “bruja malvada” que terminaba convirtiéndose en un tremendo dragón ¿?, es en realidad, una criatura incomprendida y resentida, que sólo quiere un poquito de cariño.
Hay que decirlo de una vez, Maleficent no me gustó para nada, fue una tomada de pelo.
Claro que las taquillas van a romper records de ventas, pero una taquilla llena, no significa que la película haya sido buena, siempre lo he dicho.
Más bien, nosotros, cinéfilos ingenuos, creímos que Disney nos traería una gran película, por eso abarrotamos los cines, y en cambio, nos entregaron una porquería.
Y es que Angelina Jolie lo es todo, Maleficent es el pilar, personalmente, estuve embobado todo el metraje con la actriz, es sin lugar a dudas, la película en donde más intrigante la encontraremos, simplemente hipnótica.
Su interpretación es perfecta, y no tiene pegas, la lastima viene por el guion, pues hubiera sido un punto a su favor, ver su maldad en estado puro, por su parte, le habría dado ese matiz, que como actriz, habría sabido exprimir más al personaje.
No obstante, solo por La Jolie-Pitt, vale la pena ver Maleficent.
Su sola presencia, roba cualquier atisbo de duda, se toma muy seriamente a su personaje, y le dota de un atractivo, absolutamente abrumador.
Vean por ejemplo, esa maravillosa entrada al castillo, cuando está a punto de maldecir a la recién nacida Aurora.
Su Maleficent debería llamarse “Magneficent”; pues una hada bondadosa, que se llame Maleficent, tiene mucha gracia; y pone injustificable sus diabólicos cuernos, en elficos tolkenianos…
No solo es que la Jolie esté hipnótica y carismática, en todos sus momentos, es que consigue en cada gesto, mirada, o emoción, una sutileza difícil de admirar en una interpretación.
Es una maravilla, cómo interpreta a esta elegante criatura, su insondable dolor se hace creíble, y el disfrute y recreo que siente por sus poderes, y su uso malvado, es completamente hechizante.
No cualquiera puede transformar el corazón de una villana, pero Jolie nunca tuvo la menor duda, y por esa razón, se nota su preparación:
La voz grave, que hace obligatoria verla en versión original subtitulada, el tenso movimiento corporal, y su expresión frívola.
Se cuenta en producción, que Angelina Jolie trabajó con distintos sombrereros, para diseñar los tocados que cubren sus cuernos en Maleficent.
Lleva 6 tocados diferentes, incluido “el look veraniego” con piel de pitón, y el maravilloso “look bautismal” con sus cuernos cubiertos en cuero napa, con insertos de piel de raya...
Así, el 7 veces oscarizado Rick Baker y su equipo, crearon 3 pares de cuernos diferentes, inspirados en el aspecto original del personaje animado de Maleficent.
Los cuernos están hechos de resina de poliuretano, que es un material liviano y duradero.
Para lograr que todas las prótesis de Angelina Jolie se ajustaran a los ángulos de su cara, el equipo realizó un molde de su cabeza, y creó pómulos y orejas de goma, que se amoldaran a su perfil.
Para Angelina Jolie, el proceso de aplicación de maquillaje protésico completo, tomaba cada mañana, cerca de 4 horas la preparación.
El maquillaje de Maleficent, obviamente, está inspirado en Lady Gaga, en el vídeo “Born This Way” por las prótesis, Gaga a su vez, lo copio como era de esperar, de la artista francesa, Orlan, quien la demando por plagio.
Los demás personajes de soporte, en Maleficent, nunca logran dar los mismos tonos.
Aurora, interpretada por Elle Fanning, nunca logra ser más que una cara bella y una sonrisa.
Es extremadamente unidimensional, sin personalidad, ni humanidad, puesto que le ocurren tantos eventos extraños e inexplicables, que nunca cuestiona, ni la trastornan, ni la asombran con dudas…
Esto es absolutamente inconsecuente, con el mensaje que se trata de entregar a través de Maleficent, que las personas son más que solo adjetivos.
En contraste, Diaval (Sam Riley), el cuervo y lacayo de Maleficent, logra ser simpático, y además, sirve para reforzar las múltiples facetas de Maleficent, como un espejo que rebota ante la villana, sus falencias y virtudes.
Y es que yo quería una villana que me fascinara, no una heroína que juega a ser mala un rato, para ablandarse rápidamente.
Lejos el personaje que más saca a uno de la película, y en el cual se concentran todas las incoherencias, es El Rey Stefan (Sharlto Copley)
Una vez, un huérfano simpático que se encariña con Maleficent, eventualmente es llevado por la codicia y avaricia, a traicionar a su amiga, para convertirse en Rey...
Tremenda moraleja…
He aquí una película que trata de mostrar, que las personas no son malas por ser malas, y es inevitable pensar, que El Rey Stefan es justamente así.
Si bien, se trata de mostrar que la avaricia y codicia, fueron los elementos que lo corrompen, es tan ilógico el salto que se da, para que se le presente la oportunidad de ser Rey, que termina transmitiéndose el mensaje, que Stefan siempre fue propenso a actos de crueldad.
En medida que avanza, la paranoia y maldad se acrecientan en El Rey, y si bien se podría decir, que fue a causa de la maldición de Maleficent, uno no logra suficiente simpatía ni conexión con el personaje de Stefan, para lograr verlo como alguien que fue traicionado o herido como con Maleficent.
Simplemente, termina siendo malo por ser malo, lo que justamente se supone que Maleficent NO quería mostrar.
Las 3 hadas… interpretadas por Imelda Staunton, Juno Temple, y Lesley Manville, son dadas un nuevo origen, que las acerca al mundo de Maleficent, un mundo que supuestamente, los humanos, y sobre todo, El Rey Stefan odian.
Y aun así, las elige para cuidar a su amada niña…
Peor resulta, cuando las 3 estupihadas, son interpretadas más allá de divertidamente ignorantes, a peligrosas…
Todo en pos de mejorar la percepción de la audiencia de Maleficent, que aprovecha los lapsos de las protectoras de Aurora, para intervenir y proteger a la pequeña.
Esto no sólo debilita la narrativa, también debilita el factor de entretención de la película, por lo molestas que resultan las 3 hadas.
Las 3 hadas, también son un ejemplo de otro aspecto que varía de bueno a malo, el CGI utilizado:
Ellas, cuando están en forma de hadas, se ven falsas y computarizadas, problema que sufren varios otros habitantes del mundo mágico de Maleficent.
Por otro lado, las alas de Maleficent, y el dragón en la parte final, son una muestra de solido trabajo en CGI.
Todas estas pequeñas inconsistencias, al final suman y distraen de la película, y su mensaje final.
El vuelco de historia que dieron, fue torpe; mal planeado, y se nota en pantalla.
Y tenían a Angelina Jolie como la protagonista, qué desperdicio de actriz, su actuación debía ser digna de un Oscar, porque estaba representando a La Bruja Más Mala de Los Cuentos, y no ahondaron en la psique, ni emociones del personaje.
Las hadas de la historia original, son muy importantes, por algo, El Rey les confía el cuidado de Aurora, porque son sabias; y en Maleficent, vemos a 3 hadas tontas y carentes de simpatía, que se agreden de manera cómica, tipo “Los 3 Chiflados”, además, con ellas fomentan la violencia física a la mujer, porque tremendo bofetada que le propina El Rey a una de ellas, muy mal ejemplo para un PG-13; y en segundo, que Princesa más insignificante y fea pusieron…
Error de casting.
Pues Aurora era hermosa, era la más hermosa del reino, porque las hadas le dieron ese don cuando nació; La Reina, madre de Aurora, como en el cuento de Disney, se muere de un momento a otro, y apenas se toman la molestia de mencionarlo, incrementando cierta misoginia en los personajes femeninos, pues todas son castigadas por los hombres.
Y El Príncipe está peor; pues los príncipes de cuentos de hadas son atractivos, si bien, los mostraban en mallas y un poco femeninos; luchaban contra toda adversidad, eran gallardos, altos, fornidos, y elegantes; este niño, más bien parece sacado del grupo musical “One Direction” o un “belieber”, con pelucón y todo; con razón no lo pusieron a pelear con el dragón, porque se lo habría comido de un solo bocado.
Y hay más cosas raras…
Cuando Maleficent va a besar a Aurora, y dice su discurso sobre el amor, más parecía que se le estuviese declarando en plan lésbico, típico de la Jolie.
El cuervo, es el que se transforma en dragón, pero ni siquiera lo consiguen matar, para dotar aunque sea de algo de tragedia, al disparate de guion este, sino que sale sin ningún rasguño, después de enfrentar a los soldados, y todos felices...
No hubiera sido más fácil, convertir al dragón en cuervo, para zafarse y luego en dragón para seguir combatiendo, hubiera quedado genial…
Además, de que el Páramo es de lo más cursi y meloso que se pueda pensar… rayando lo kitsch, y gay puro y duro; a lo “Gummy Bear”
Hubiera sido mejor, que el director pusiera más atención en las actuaciones, en la historia, que el desborde de efectos especiales, que invirtió en El Páramo y sus habitantes, que al fin de cuentas, eran horribles, y no eran relevantes para contar el cuento.
Y un dato olvidado y garrafal, cuando las hadas están entregando los dones a La Princesa, la tercera hada es interrumpida por Maleficent, para entregar el hechizo...
En la historia original, Maleficent solo hechiza, y se va, mientras que la tercera hada, que fue interrumpida, es la que especifica, que La Princesa solo estará dormida, hasta ser despertada por un beso.
En Maleficent, fue ella quien corrigió su hechizo, y la tercera hada no entrego ningún don jamás...
Un detalle no menor, dentro de una historia infantil:
¿Cómo un hada, que en sus orígenes, tiene tan dulce corazón, le hayan puesto de nombre Maleficent?
En ese caso, algo como “Beneficent” habría sido más adecuado; y el cambio dado lo pudo haber dado su personaje al verse traicionado... pero no.
¿Dónde está ese príncipe que lucha por su princesa, contra el dragón?
También tenemos las ya habituales batallas épicas heredadas de “The Lord Of The Rings”, con ejércitos de humanos, enfrentándose a seres mágicos, algo repetitivo hasta el hartazgo, que ya vimos en muchas adaptaciones.
No es que la batalla por conquistar el mundo mágico sea mala, ni mucho menos, sino más bien, es la sensación de estar viendo algo más que visto, una y otra vez.
Y aquello de “los villanos no nacen, se hacen a fuerza de malas experiencias que los marcan para toda la vida”, pero siempre hay lugar para la redención...
Si no, piensen en Darth Vader, pero acá Stefan no tenía protagonismo en nada, era un imbécil, porque los cuentos eran para dotar la lucha de las adolescentes contra sus padres floreros, y en Maleficent, el maléfico es en realidad Stefan.
¿El padre no hace nada por su hija?
Sabiendo que ella está bien, no se detiene en nada… y las hadas, supuestamente mágicas:
¿No saben cuidar una bebé, ni ayudan en la batalla final teniendo poderes, porque nunca durmieron al castillo?
El cuervo…
Todos pensamos, en su momento, que El Príncipe del beso de amor, iba a ser él, y no El Príncipe Gay de pelucón, y nos valía más o menos; pero no...
Y cuando Maleficent mata a tu padre, y se va con Aurora al bosque a celebrarlo, y se llevas contigo al Príncipe Gay, y ¿a las hadas?
Y es que hay demasiados bichos digitales, que no aportan nada, ni salen en la batalla como los Ents con cara de Sauron del principio...
Y ni hablar de las “alas mágicas” que tienen una resolución absolutamente ridícula...
Una Aurora recién resucitada, sin que a nadie le importe un pepino, las coge sin saber por qué, y se las devuelve a su dueña…
La Princesa cree, que es “su hada madrina” después de haberla maldito…
No reconozco su resentimiento, pues ella siempre fue bien tratada por Maleficent…
Por cierto:
¿En serio esas alas después de mínimo, 16 años cortadas, siguen vivas?
¿Por qué Maleficent no se crea unas alas con su magia, si puede crear absolutamente cualquier cosa?
Una protección contra el hierro por ejemplo…
¿Por qué Maleficent es súper poderosa a veces, y una completa inútil otras?
¿Es que ni a Stefan le importa ver que Aurora está despierta, y esta lo traiciona?
Tampoco le importa mucho a Aurora, que asesinen a su padre en sus narices, ella con sus 16 años, ya sabe lo que tiene que hacer, así que se va a vivir al reino de las hadas con Bene... digo Maleficent, y a luchar contra lo gay del Príncipe para transformarlo tipo exorcismo de Emily Rose...
De bella “durmiente”
¿Seguro?
¿Durmiente?
Pero si a la pobre muchacha, no más de 10 minutos de siesta le dejaron... y pensar que en el cuento pasaban 100 años...
Y al final, todos quedan felices y contentos, tanto que a Aurora ni le importa que Maleficent se cargó a su padre, y se va como si nada, junto a su príncipe gay subnormal, y el trío de aborrecibles hadas, a vivir en el bosque repleto de esperpentos en CGI…
Absolutamente, los cuentos son los cuentos… sino miren el bodrio de “Snow White and The Huntsman” (2012) con la bruja malvada de Charlize Theron, otra oscarizada que deja a Maleficent, a la altura del betún.
Y para la próxima versión de “Beauty and The Beast” de 1991, presentando a Bella como una joven presa del síndrome de Estocolmo, y a Gastón como el heroico salvador…
A mí no me gustaría ver un re-make de “Harry Potter” en el que, tras infinitas guerras, muerte, y terror, Voldemort se arrepiente de sus actos, y le pide disculpas a Harry, para después cogerse de la mano, y dar un apacible paseo por El Bosque Prohibido…
No me roben los recuerdos y la niñez, bitch please…
¿Y a ustedes, les gustaría?
¿Era necesaria Maleficent?
Prepárense porque que nuestra infancia sea violada, y para presenciar como la propia Disney, inmola uno de sus personajes más recordados y carismáticos; porque en resumidas cuentas, Maleficent es Disney, siento repetirme, y para aquellos que aun disfruten con Disney, sus cuentos, la disfrutará, el que quiera ver una autentica revisión, una visión oscura, o algo más allá de una producción Disney, se estrellará irremediablemente contra sus expectativas, puesto que Maleficent en este caso, es La Princesa Disney.
La ausencia musical, es especialmente lesiva en este apartado.
James Newton Howard, fue contratado para Maleficent en octubre de 2012.
El 23 de enero de 2014, se anunció que la artista Lana Del Rey, grabaría una versión de “Once Upon A Dream” de la película de 1959 “Sleeping Beauty” para que fuera el tema principal de Maleficent...
¡Horrible!
“You're not welcome here”
Maleficent es probablemente el personaje más cruel y despiadado del universo Disney.
Sin motivos aparentes, maldice sólo por diversión... y eso es una lección, que a mi juicio es fundamental.
No hay nada, repito, nada, en esta actualización del clásico dirigido por Clyde Geronimi en 1959.
Lo que Maleficent hace, es violentar al filme original y, de paso, el cuento en el que se basa.
El resultado, una trama absurda que se desarrolla de forma absurda, y se resuelve, exacto, de forma absurda.
La trama es terriblemente infantil, y algunas partes pueden pecar de agresivas para los más pequeños, aun sin mostrar ni gota de sangre.
Así que no sufras, no te culpabilices, no hacen Maleficent para ti.
Un detalle importante, y que me gusta mucho de las películas Disney, es que nunca pierden su mensaje, y esta no es una excepción.
¿Qué nos enseñan los tradicionales cuentos infantiles?
Puedo mencionar algunas banalidades como:
1. Lo bonito es bueno.
2. Lo feo es malo.
3. El bueno es bueno sin razón.
4. El malo es malo porque le gusta serlo.
5. El amor a primera vista existe.
6. El amor es más bonito entre 2 personas hermosas.
7. Sólo la realeza puede ser protagonista de un hermoso cuento…
Sin embargo, en Maleficent, estos temas recurrentes, han sido orientados de manera diferente, apuntando a los tiempos actuales, y tratando de llevar mensajes con más contenido, y me parece una buena forma de que los niños, y adultos también, veamos en la pantalla, personajes “más humanos” y menos fantásticos, aprendiendo de sus errores, y abordando temas como:
1. El feo no siempre es malo.
2. El bonito no siempre es bueno.
3. Puede haber atracción a primera vista, más no es amor.
4. La traición.
5. La venganza.
6. La redención.
7. El amor, pero no gratuito, amor real, el que se sufre…
Y la lectura del cuento de “Sleeping Beauty” representa el despertar a la adolescencia:
La aparición de los primeros cambios hormonales, que inicialmente pueden sumir a las jóvenes en un letargo/pasividad, que no es más que el ensimismamiento propio de la adolescencia, pero que serán despertados luego, por la llegada del “Príncipe azul”
Así, para transitar la etapa de la pubertad, vista casi como un periplo iniciático al mundo de la adultez, es necesario enfrentar una serie de sacrificios y peligros:
Uno de ellos, es desligarse de los padres.
El bosque, es la representación de lo mágico, y tal vez de lo salvaje, pero termina siendo lo más “civilizado”, cuando la civilización no es barbarie.
Maleficent, como plena representación de lo femenino, teniendo en cuenta que, si bien existen en la mitología hadas masculinas, esa criatura es representada como femenina en el imaginario colectivo, se muestra débil ante el hierro y, sobre todo, las cadenas.
La única forma en que los hombres pueden controlarla o herirla, es a través de cadenas, símbolo de la opresión, sobre todo, dentro de una sociedad falocéntrica como era el feudalismo, ya que todos los otros ataques, son esquivados con facilidad por la mujer.
De hecho, el hombre es mostrado como causa responsable de una desgracia:
Stefan es el culpable de la maldición que sufre Aurora.
Entonces, la típica madre castradora, que advierte a la hija de los peligros de confiar en los hombres, es en realidad, una heroína que protege a la hija, de caer en las trampas de esos lobos feroces, disfrazados de Príncipe Azul.
Por último, es necesario advertir, que no es 1, sino 2, los mitos que Maleficent impone:
En principio, que el amor verdadero no existe más que entre madre e hija; se puede llegar a entender, incluso, que la mujer es la única capaz de amar sinceramente; y, finalmente, que la unificación de los reinos, sólo es posible con un héroe, que será a la vez villano.
Es decir, la maldad como algo fundacional, y, por tanto, necesario.
Ni héroe ni villano, sino ambos.
Debajo de un mensaje que superficialmente pareciera aceptable en ciertos términos, existe otro, mucho más insidioso, que es, como mínimo, la justificación del despotismo y del pútrido axioma:
“El fin justifica los medios”.
Todo recae en nuestra manera de reaccionar, toda mala obra, tiene sus propias consecuencias, y debido a ello, estamos propensos a convertirnos en buenas o malas personas.
Uno no nace siendo malo, uno usualmente decide volverse, o se deja contagiar por causa de un terrible evento.
La luz y la oscuridad, están en uno mismo, y asombrosamente, se pueden hacer milagros desde cualquiera de ellos.
Y aquí esta Maleficent no es la de “Sleeping Beauty” de Charles Perrault, Jacob y Wihelm Grimm, ni de Giambattista Basile, ni de Disney, pues El Castillo emblema de la casa del ratón, aquí no lo es, es otro…

“Once Upon a Time”



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