A Few Best Men

“Wait till you meet my family”

El cine se nutre de muchos tópicos…
Nada debería estropear el día de la boda; nada, a menos que tus amigos, en un afán de que todo salga mejor, lo echen todo a perder.
Un padrino, o el mejor hombre, traducido “Best Man” es uno de los amigos varones del novio, en la ceremonia de una boda.
Pueden ser varios padrinos, que deberán ser hombres cercanos al novio, como hermanos, cuñados, primos, o mejores amigos que se encargarán de darle apoyo moral, y ayudar al novio en su gran día.
Por lo general, el novio selecciona amigos cercanos y familiares, para servir como padrinos de boda, y se considera un honor ser seleccionado.
A partir de sus padrinos de boda, el novio suele elegir uno, para servir como padrino formal.
El “mejor hombre”, es el principal asistente del novio, y es la 3ª persona más importante en la asistencia, después de la novia y el novio.
En Gran Bretaña, es tradicional que el “mejor hombre” de un breve discurso; y durante la fiesta, los padrinos del novio son los primeros en salir a bailar, festejar y divertirse con él.
Suelen hacer rondas, levantar al novio y a la novia, subir al escenario a cantar, etc.
Finalmente, un buen padrino, ayudará a los novios a asegurar que todos los invitados y familiares, disfruten de un buen momento.
Las bodas, son el escenario idóneo para desparramar y divertirse.
Si lo convertimos en película, los gags pueden ser innumerables…
Escenas surrealistas, que sólo son posibles en la ficción.
“Excuse me, 20 years since we've been friends, when have we ever let you down?”
A Few Best Men es una comedia del año 2011, dirigida por Stephan Elliott.
Protagonizada por Xavier Samuel, Laura Brent, Olivia Newton-John, Kris Marshall, Kevin Bishop, Tim Draxl, Elizabeth Debicki, entre otros.
El guión es de Dean Craig, y estuvo promocionada como “la nueva comedia de los creadores de “Death at a Funeral” (2007), con la que comparte tanto al guionista, y a los productores, Share Stallings y Laurence Malkin.
En esta 4ª colaboración, se unen al director australiano, Stephan Elliott, en una versión nupcial de la comedia de catástrofes que han venido labrando.
Elliott, que en su adolescencia se ganaba un dinero grabando vídeos para bodas, comenta así su llegada definitiva al subgénero:
“Después de “The Adventures Of Priscilla, Queen Of The Desert” (1994), por alguna razón demencial, en Hollywood no me ofrecían hacer más que películas de bodas.
Cientos, si no miles de esos puñeteros engendros.
La única forma en que podría abordar ese género insufrible, sería en mis propios términos.
Y la oportunidad surgió con A Few Best Men, que podría describirse como:
“Una boda en la jungla de cristal”
Por fin podría cobrarme mi venganza”
Y es que la falta de pudor del guión, firmado por Dean Craig, se convierte en la principal virtud de una propuesta que supera la mera confrontación cultural-dialéctico-ideológica de los participantes, sublimada en el mejor pasaje de la película, y el improvisado y esperado discurso marital, para lanzarse a un espectáculo de salvajismo creciente.
La fórmula de A Few Best Men, es La Ley de Murphy de siempre, pues todo lo que tiene que fallar, fallará; y de una manera tan ingeniosa, que después del primer error, nos preguntamos qué pasará que supere lo anterior, y aunque llegue el momento en que nada nos sorprenda, sí nos divierte.
Por tanto, tenemos boda, conflictos, traficante de droga, lesbianas, animales…
Todo reunido y mezclado, donde conviven los juegos de entradas y salidas, los “streakings” a destiempo, y la mecánica de destrucción en formato panorámico, con personajes caricaturescos, paisajes aborígenes, y humor todavía más aborigen.
El título de la película, “A Few Best Men”, parodia la película de Hollywood, “A Few Good Men” (1992), pero involuntariamente.
En coproducción entre Australia y Reino Unido, se rodó en Blue Mountains, Penrith, Sydney, Wenworth Falls, New Wales, en Australia; y en Londres, y Surrey, en Inglaterra, Gran Bretaña.
La acción inicia mientras estaban de vacaciones, David Locking (Xavier Samuel), un mochilero, y Mia Ramme (Laura Brent), una turista.
Ambos se conocen y se enamoran, comprometiéndose en matrimonio a pesar de casi no conocerse a fondo.
Llegado el fin de semana, David se le declara a Mia, y le propone que se casen en pocos días…
Pero David regresa a Inglaterra, y reúne a sus 3 mejores amigos, a quienes considera como su familia, pues es huérfano:
El sensato y celoso Tom (Kris Marshall), al que no le importa nada.
El ingenuo y drogadicto Graham (Kevin Bishop), que tiene montones de complejos, y además, miedo a tener toda clase de enfermedades posibles.
Y el deprimido Luke (Tim Draxl), el padrino, atormentado porque acaba de salir de una relación.
Así pues, el novio y sus padrinos, parten a Australia en un vuelo para la boda entre David y Mia.
Pero los padres de Mia, Barbara (Olivia Newton-John) y Jim (Jonathan Biggins), de muy buena situación política, económica, y social, son escépticos respecto a este repentino compromiso de novios, más cuando conocen a los padrinos y amigos de David.
La fiesta de boda comienza normal y jubilosamente, sin embargo, cuando el preciado carnero de Jim, llamado Ramsey, desaparece de su establo, todo el mundo parece desquiciarse…
Se suceden una serie de gags y situaciones chocantes y desatinadas por parte de los amigos de David, que amenazan con arruinar la boda, y la vida de ambos novios y la familia de la Mia.
En el fondo, la historia intenta reírse del choque cultural entre El Reino Unido y Australia, pero se deja llevar por el humor escatológico, por supuesto; políticamente incorrecta, por supuesto; inevitable en su desenlace, por supuesto…
Pero A Few Best Men sabe a lo que juega, y lo que ha de ofrecer, que no es otra cosa que hacer reír al palco incomodándolo en su justa medida, y a tal fin se entregan una labor de dirección de Stephan Elliott, sencilla y funcional; una banda sonora muy presente a lo largo de toda la historia, y una fotografía y montaje de lo más correctos y respetables.
Mientras la cuadrilla de muchachos, incapaces de madurar, responde bien a lo que se le exige, aunque hay que destacar, por sorprendente que parezca, la capacidad de Ramsey, un hermoso carnero, para hacerse con las escenas que protagoniza.
“Even though you were this lost little orphan boy who everyone thought was gay”
A Few Best Men es una comedia pretendidamente gamberra, con el choque cultural y de clases como fuente de gags, y el paisaje australiano como escenario de todo tipo de desastres.
El director, Stephan Elliott, es más conocido por su comedia “The Adventures Of Priscilla, Queen Of The Desert” (1994), que fue una de las 2 comedias de éxito australianas en 1994, junto con “Muriel's Wedding” (1994), y aquí, irónicamente también, una comedia de boda como A Few Best Men.
Lo que ocurre es que una boda ya de por sí tiene un carácter jovial y festivo que no posee “Death at a Funeral” (2007), por lo cual, jugar con él, es más complicado presentar una comedia que se yuxtaponga tan bien con el fondo como lo hacía aquella, dándole pie a crear un humor negrísimo, ácido y corrosivo, envuelto en forma de sátira social.
Todo eso nos lo encontramos en A Few Best Men, que resulta bastante divertida, a base de un humor burdo, grotesco y escatológico.
La acción sigue a David, que ha conocido a Mia durante sus vacaciones de verano.
Cuando vuelva a Inglaterra, les dará la gran noticia a sus amigos, que viajaran junto a él, a Australia, a la ceremonia de su boda.
Por supuesto, todos ellos son unos inmaduros, y la liaran nada más poner pie en suelo australiano.
Desde luego que estamos ante una película que cumple su cometido, y que es capaz de provocar la carcajada en más de una ocasión, pero esto se antoja demasiado poco ante las expectativas provocadas por su título.
Elliott demuestra un gran manejo del “timing” cómico, y aunque es cierto que en más de una ocasión, los chistes no conseguirán más que esbozar una pequeña sonrisa, en otros, sobre todo tras las aparición de la oveja Ramsey, una robaescenas que tendrá que soportar desde el travestismo, a tener una mano dentro de su concavidad anal, en 2 claros referentes al humor de la película; tampoco se queda atrás una despampanante Olivia Newton-John, puesta de cocaína hasta las cejas, que sin duda es lo mejor del reparto.
Es cierto que A Few Best Men no es lo que promete, pero pese a todo, y gracias sobre todo, a saber controlarse, dejando que todos los chistes queden perfectamente metidos dentro de la película, sin que sientan forzados, y la no repetición de los mismos, llega a sacar nuestro lado más pueril y sinvergüenza, y a hacernos reírnos bastante, en más de una ocasión.
Se podría decir de ella, que es algo así como la versión australiana de “The Hangover” (2009), y es que lo que produciría Judd Apatow, que tampoco se quedaría muy lejos del producto final de A Few Best Men.
Que por cierto, después de los créditos finales, se muestra un pequeño fragmento que muestra lo que le sucedió a la bola floral, después de que rodó fuera del borde del acantilado… en apenas unos segundos.
En el fondo, A Few Best Men es divertida, como solo los ingleses saben reírse de todos los temas:
Un humor irónico, sarcástico y caustico, que no deja títere con cabeza, ya sean los enlaces matrimoniales, la política, las relaciones de amistad, o de pareja, y como no, la normalmente intocable, familia.
Se agradece que no salen tetas, ni más humor sexual, aparte de fingir lo que no se es, como la hermana de la novia, Daphne, finge ser lesbiana, pero es heterosexual, por lo que no se aprovecha del todo, el humor físico de Rebel Wilson.
Lo peor podría ser el carácter de refrito que destila toda la película.
Y que el “mejor amigo” quede apartado, ensombrecido por los otros 2 amigos, que por cierto, es quien tiene un “background” interesante, pues tuvo una relación estable, y ese detalle pude haber sido mejor tratado, dando más juego a la trama y al personaje, que se la pasa deprimido, alcoholizado y marginado.
Del reparto, el protagonista, Xavier Samuel, es un actor australiano con mucho potencial, más allá de su belleza física.
Y en A Few Best Men, su personaje intenta que sus amigos solucionen sus propios problemas, que se producen mientras se celebra su boda.
Su “mejor amigo”, Tom, en Kris Marshall, quien participó en “Death at a Funeral” (2007), se supone que lleva la voz cantante del grupo.
Aquí, si no fuera porque en conjunto son 4 amigos, Marshall sólo no aportaría nada.
Como no lo hace Kevin Bishop, con Graham, que tiene los mejores momentos de la película, y se destaca entre todos sus compañeros de reparto:
Su frágil y tierno personaje, a lo Hitler, es el que mayores momentos de hilaridad provoca; un actor al que seguir, y al que descubrir.
Y por último, de los 4, Luke, en Tim Draxl, como el forzosamente inmaduro.
Pero si alguien tiene una mención especial, esa es Olivia Newton-John, que interpreta a la madre de la novia.
La Newton-John, no sólo tiene un papel de actriz de reparto, pero en consonancia con su fondo de canto, la banda sonora cuenta con canciones cantadas principalmente por ella; y además, canta un tema en los créditos finales, compuesto por John Farrar, el mismo compositor responsable de algunas de las canciones del mayor éxito de la actriz:
“Grease” (1978), pero también de las de su mayor fracaso, “Xanadú” (1980)
“What if I say something about Australia being England's old penal colony?”
La costumbre de que el novio tenga un padrino de bodas, “Best Man”, tiene orígenes muy antiguos y, en realidad, está basada en la costumbre que tenían algunos pueblos europeos, en épocas cuando el hombre buscaba una compañera para su vida fuera de su grupo originario y, para ello, necesitaba raptar a una mujer de un poblado vecino, por lo cual requería el apoyo de su “mejor amigo” para ayudarlo con el secuestro, y para combatir contra los familiares de la muchacha, si pretendían rescatarla...
¡Cómo cambian las cosas!
Además, generalmente, el amigo debía permanecer a su lado durante la ceremonia, en caso de que la hubiere, o durante las semanas en que consumaba la unión, y se aseguraba que la mujer quedara embarazada, con lo que sería rechazada por su gente.
Afortunadamente, los tiempos han cambiado, y las relaciones de pareja ya no se conforman de manera tan violenta para las mujeres, ni el “mejor amigo” del novio tiene que jugarse la vida por socapar a su camarada.
Pero por muy civilizados que nos hayamos vuelto, es evidente que “sus amigos” juegan un rol muy importante en la vida de todos los hombres y, como es lógico, el día en que deciden casarse, necesitan probablemente, más que nunca, de su apoyo moral y ayuda en ciertos aspectos de la organización de su boda.
La decisión de quien debe ser el “mejor amigo”, debe basarse más bien en un aspecto de empatías, es decir, primero que nada, los hermanos son parte de la familia, y como tal, siempre serán parte importante de la vida del novio, al igual que su padre; por ende, todos estarán siempre a su lado cuando él los necesite, así́ que incluso para evitar que haya resentimientos entre ellos, puede resultar mejor, optar por escoger como padrino al “mejor amigo” de toda la vida, a condición, claro está́, de que este sea lo suficientemente maduro y responsable para asumir este importante rol, que va mucho más allá́ de lo figurativo.
Como vemos, la figura del padrino de bodas, es muy importante, de ahí́ otro consejo también sería, de esperar que el elegido del novio, sea un amigo que cuente con el aprecio y la simpatía de la novia, pues de lo contrario la situación podría ser muy tensa, y este personaje se convertiría en la causa de malos entendidos, y situaciones incómodas entre la pareja.

“When I proposed to your daughter, I could not stop thinking about what it would feel like to be a part of a real family.
What I've come to realise is that these “deadbeats” as you call them these idiots, morons, complete and total fuck-ups... they are my family.
And they're not perfect but I know that no matter what happens, they'll always be there for me.
I'll always be there for them”



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