NOЯMAL

“Love.
Marriage.
Acceptance.
Sex Change”

Generalmente, el término “normal”, hace hincapié en el cumplimiento de un nivel o de una pauta establecida que se asocia con el bienestar, pero en lo que respecta a la sexualidad, el concepto de “normal” puede ser muy arbitrario, y muy subjetivo.
Por ejemplo, un grupo de personas pueden considerar cierta conducta sexual como normal/arbitrario, mientras que para otro grupo esa misma conducta puede ser calificada como anormal/subjetivo.
Del término “normal”, se deriva lo que es una norma, y podría decirse que una norma es una conducta manifestada, avalada y permitida por la mayoría de una comunidad en un momento socio-histórico específico; y hablando de sexualidad, las normas tampoco están exentas de componentes arbitrarios, ni de componentes subjetivos.
Entonces:
¿Qué es lo normal en la sexualidad?
La respuesta debería basarse en los siguientes puntos:
Normal para quién, en dónde, en qué momento, y bajo qué circunstancia… pues una misma conducta sexual, puede ser permitida o sancionada en base a esos puntos.
El intento por definir lo que es sexualmente normal, y lo que no lo es, constituye uno de los dilemas más confusos de la sexología actual.
Una mujer transgénero, o también mujer trans, es una persona transgénero que no se identifica como hombre ni como mujer, sino que rompe con el término “sociedad binaria”, ampliando las fronteras de comprensión.
La etiqueta de “transgénero” no siempre es intercambiable con la de transexual, aunque ambas etiquetas son a menudo usadas de esa manera.
Transgénero es un término global, que incluye tipos distintos de personas de género variado.
“Sexo asignado”, refiere a la asignación o el nombramiento del sexo de un bebé, normalmente basado en la apariencia de los genitales externos.
“Identidad de género”, refiere a la vivencia interna, sensaciones privadas, y experiencia subjetiva, de una persona acerca de su propio género.
Estas pueden ser diferentes del sexo que le fue asignado a la persona en su nacimiento.
Y “transición”, refiere al proceso de adoptar una identidad social y personal, que corresponde al sentimiento propio de una persona, respecto de su propio género, y puede, o puede que no, incluya intervención médica, como la terapia de reemplazo hormonal, cirugía, etc.; cambios en los documentos legales, como el nombre y/o el sexo indicado en la identificación, certificado de nacimiento, etc.; y la expresión personal, en ropas, accesorios, voz, lenguaje corporal, etc.
¿En la búsqueda de quien somos, no estará implícita la soledad?
Uno de los temas cinematográficos más recurrentes en este siglo XXI, es el de la identidad.
Lo singular del tema, en relación a su tratamiento durante gran parte del siglo XX, es que la identidad se muestra alejada de la existencia de un referente sociocultural, cuestionando el constructo hombre y mujer, como esencias diferenciadas y opuestas.
La búsqueda de una identidad, sería la construcción individual despojada de lo social, en el que las categorías antaño estables, se van desvaneciendo.
Dicho desmoronamiento, no es el alzamiento de la libertad individual, más bien lo contrario en muchos casos.
Las preguntas:
¿Quiénes somos?
En el caso de la identidad sexual, la dicotomía sobre la genitalidad masculina/femenina se licúa, abriéndose completamente la puerta a la presencia de la ambigüedad, diferente de la homosexualidad, ya presente con cierta profusión en el siglo XX; y la bisexualidad.
Hablamos de la transexualidad, o tránsitos de la identidad sexuada, con películas tan destacables como NOЯMAL (2003)
Las películas que han abordado dichos temas, se han multiplicado durante este siglo, y lo han abordado carentes de convenciones sociales, con el desenfreno del deseo de construir nuevas normas que construyan un nuevo sujeto sexual, cerrando la puerta definitivamente a la dicotomía genital.
Se abandona la genitalidad como marcador primo, y es la identidad, la que señala el espacio que el sujeto desea habitar.
Pero la identidad es compleja, y no se construye por voluntad propia.
“Mom, Dad and I have the same breast size now!”
NOЯMAL es un drama del año 2003, escrito y dirigido por Jane Anderson.
Protagonizado por Jessica Lange, Tom Wilkinson, Hayden Panettiere, Clancy Brown, Joseph Sikora, Randall Arney, Richard Bull, Mary Seibel, entre otros.
La directora y escritora, Jane Anderson, adapta su propia obra teatral, y tiene a su disposición, 2 actores de gran categoría:
Jessica Lange, y Tom Wilkinson.
El propósito de NOЯMAL, como el propio título indica, es pasar por “normal” una decisión como la que describe, y cómo afecta a todos en la familia y a sus seres más cercanos.
La obra original, titulada “Looking for Normal” fue producida originalmente por Geffen Playhouse, Gilbert Cates, Randall Arney y Stephen Eich, en Los Angeles, California, EEUU, en 2001; y aunque NOЯMAL fue hecha para la televisión por HBO, entró en la selección oficial del Festival de Cine Independiente de Sundance.
Y no hay otro título más acertado para esta película, que NOЯMAL:
¿Qué es lo normal?
¿Por qué someterse a lo establecido por una sociedad, que en ningún caso invita a ser un individuo, sino uno más de la masa?
¿Por qué dejarse arrastrar por lo establecido, negando así la propia naturaleza personal, y los deseos más interiores de nosotros mismos?
NOЯMAL versa acerca de estas preguntas, y aunque no acabe de responder a todas ellas, se trata de una cinta valiente, en su acotado planteamiento televisivo, y emocionante aún con la posiblemente decidida frialdad de su enfoque.
La historia toma lugar en un pueblo de La América Profunda, donde un hombre querido, aceptado y respetable por la comunidad, decide dejar de vivir una mentira.
La pareja formada por Irma (Jessica Lange) y Roy Applewood  (Tom Wilkinson), son un matrimonio trabajador, y muy religioso, que acaba de celebrar sus bodas de plata, es decir 25 años de vivir juntos.
Durante todo ese tiempo, Roy le ha ocultado a Irma, un secreto muy íntimo:
Que él, en realidad, es una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre, y que sólo podrá alcanzar la serenidad, si cambia de sexo.
Así que Roy no tendrá más remedio que reconocer la situación ante sus amigos, sus compañeros de trabajo, el pueblo entero, y ante sus propios hijos:
El mayor e independiente Wayne (Joseph Sikora), y la adolescente Patty Ann (Hayden Panettiere), ambos hijos al rebeldes.
Mientras la familia lucha por superar este inesperado giro, Irma y Roy se dan cuenta de que se aman uno al otro, a pesar de todo, y deciden intentar construir una nueva vida.
Más allá de la temática de la “transexualidad”, el tema que más conmueve; es del absoluto amor y entrega por el ser amado, el amor que no juzga, ni persigue, que acepta más allá del exterior, y que ve la esencia, el interior como lo más preciado.
NOЯMAL puede ayudar a entender y saber abordar alguno de los tópicos de la transexualidad dentro del matrimonio, no será la respuesta más adecuada, pues todas las relaciones son diferentes, pero si es un buen ejemplo para la empatía.
“Sweet Roy.
Sweet soul.
What we do for love”
No siempre es fácil encontrar una película que aborde la transexualidad de manera seria.
Algunos datos que nuestra NOЯMAL, es el escenario mismo donde se desarrollan los acontecimientos:
La América Profunda, la religiosa, la prejuiciosa, la ignorante…
El conservadurismo daría por descontado, que nadie se atrevería a semejante desafío de las leyes de los hombres y de Dios.
Sin embargo, una decisión que parece imposible en ese espacio, es tomada por un hombre común, un buen padre y vecino, “un siervo de la comunidad” dirían los que lo comparten.
Allí se corre el riesgo de hacer increíble el planteo que rompería la serenidad de una familia, y de esa comunidad...
Sin embargo, a medida que avanza la narración de la vida cotidiana de esa familia, resulta sorprendentemente sano, que la decisión se tome, estalle hacia adentro, y se reacomode en ese escenario.
Tensiona y parece a punto de destruir tanta normalidad, hasta que se naturaliza dolorosamente, y se acomoda con un profundo respeto humano.
Este “leitmotiv”, un tanto surrealista, es tratado con una delicadeza y una ausencia de morbo, muy apreciable, apoyado en unas interpretaciones estupendas por parte de la gran Jessica Lange, y un enorme Tom Wilkinson, excelente como el transexual maduro.
Más allá de la fotografía, del montaje, o de la banda sonora, nos debemos quedar con la historia, tan simple como emotiva, en una desnudez artística sin alardes estéticos o técnicos, que consiguen que nos enganchemos a un argumento agradable.
¿Pero quién es el protagonista?
Jessica Lange es la protagonista absoluta de esta película, producida por HBO,  acerca de un matrimonio aparentemente perfecto, hasta que después de 25 años de casados, su marido le confiesa que quiere ser mujer.
Ella no sabe, si creerse lo que oye de boca de su marido, que además hace la confesión en el despacho de un sacerdote, que hace de consejero matrimonial en una grandísima escena.
El personaje de Lange, no puede creerse lo que oye:
Después de toda una vida juntos, su marido quiere ponerse tetas...
A Lange, no le queda otra que resignarse, y aceptar a su marido, comenzar a elegirle la ropa de mujer que le queda bien, comprarle los pendientes, y asesorarle con el corte de pelo, a pesar de que entonces, a ella le surgen las dudas de que si su marido se convierte en mujer, entonces ella sería lesbiana…
Bajo ese punto de humor particular, se desarrolla un intenso drama, donde ella realmente no acepta lo que es su marido, y se odia a ella misma, culpándose de la situación.
Para colmo, la hija pequeña del matrimonio, es excesivamente masculina… y evidentemente, una lesbiana natural en potencia, pero en cuanto a la lesbianas, la sociedad es más tolerable, inclusive lo vemos en el hijo, en una escena con un par de lesbianas en un cuarto; pero es intolerable en los hombres homosexuales/travestis/transgéneros.
También resulta controversial, la fácil aceptación de Lange ante un evento tan fuerte como emocional como ese.
Que haya sido la revelación de su marido, y descubrir que pudo haber se suicidado, en una escena brutal en el granero, donde ella, simbólicamente, también se suicida emocionalmente, parándose detrás de su esposo, mientras él empuña el arma; no es tan creíble.
Vamos, estamos hablando de necesidades… más allá de las sexuales, aunque ella está en la etapa de la menopausia, el esposo le ha dado “permiso” para tener su relación sexual con su jefe; en fin:
¿Qué queda cuando el deseo se ha ido?
Los sentimientos.
No sabemos nada de los deseos del esposo, más allá de la necesidad de sentirse completo como mujer.
Sabemos que es un hombre fiel a su esposa, pero desconocemos qué fue lo que disparó en él la necesidad de hacerlo justo cuando la pareja ha cumplido 25 años de casados…
Como sea, Tom Wilkinson está enorme en su papel, nunca resulta risible, aunque sí se nota patético, propio de su personaje.
El actor, optó por no hacer ninguna investigación sobre el tema del transgénero, ya que sentía que un granjero del medio oeste, tampoco sabría nada sobre el tema; aun así, el personaje sí buscó información y la compartió con su esposa y jefe; la importancia de la educación y la lectura de especialistas, pueden ayudar a afrontar situaciones de esta naturaleza, que de todas las identidades sexuales, en lo personal, para mí, es una de las más complicadas.
Wilkinson, para asumir con credibilidad su papel, tuvo que soportar las rasuras regulares con un peluquero, para transmitir la impresión de que el estrógeno estaba trabajando en su rostro.
También tuvo que afeitarse todo el pelo de sus brazos, piernas y pecho.
Como controversia, la compañía de tractores, John Deere, se negó a tener algo que ver con la película.
Esto no era por el hecho de que el carácter sexual de Roy, sino por el maltrato en el trabajo.
La empresa, no quería estar asociada de ninguna manera con la violencia relacionada con los trabajadores.
Respecto con la iglesia y sus creyentes…
El padre, que insiste en que buscar culpables, y los fieles que son los primeros que tiran las piedras.
Vemos cómo los instrumentos de Dios, como el padre, no pudo hacer frente a una situación de índole personal, familiar… pero sí fue capaz de señalar, juzgar y prohibir.
¡Qué vergüenza!
En el fondo, NOЯMAL tiene buenas intenciones, pero no es fácil afrontar la situación así, de ver cómo tu esposo te dice que es una mujer, tras tantos años de matrimonio.
¿Dónde quedó la confianza?
¿Dónde quedó el respeto para la otra persona?
Hablamos de situaciones que tienen que verse en su particularidad e individualidad, pero aun así, quedan muchas preguntas con respuestas insatisfactorias, en cuanto a una relación matrimonial de tantos años de convivencia.
Por lo que al final, me dificulta creer que Irma, después de 25 años de matrimonio, acepte que su marido es otra mujer, y termine regalándole un collar de perlas…
Ese final, es bonito pero no es creíble.
En primer lugar, una noche antes de la operación de Roy, cuando él no quiere que ni le toquen el pene…
¿Qué se besen?
Repito, la historia tiene como protagonista a Irma, porque ella es la sacrificada, ella será muy probablemente, ha sufrido más en la relación…
Ya sabemos que Roy ha sufrido toda la vida, pero en NOЯMAL, Irma es la que aceptará un cambio externo, porque el interno quedó igual, y es para siempre.
Esa es la bella estampa de los sentidos de la vida.
No hay héroes ni víctimas, solo seres que sienten con una intensidad que provoca sacudones.
De las escenas memorables:
Los pendientes, y todas aquellas escenas de Roy buscando ropa.
La cena de acción de gracias, y la catarsis del hijo, pues la hija es más madura, tal vez porque es mujer en una era de más información, y que ella misma está explorando su sexualidad.
La visita de Roy, como Ruth a sus padres, y de pronto, la certeza de que la vida se agota para regresar al principio, y llamar al más intenso de los amores, el que protege hasta al final.
Y la que cierra con un diálogo que emociona, por la simpleza en que esos 2 seres se aman, más allá de sus cuerpos, y que opera como un réquiem de pareja.
“Roy, I have given you my youth, I have given you your children, I have given you my full and undivided attention for 25 years, and now I am giving up everything that I believe in so you can feel complete”
Las mujeres transgénero, como todas las personas de género diverso, enfrentan gran cantidad de discriminación y transfobia.
Una encuesta realizada a cerca de 3000 mujeres transgénero, viviendo en los Estados Unidos, reportó que:
36% han perdido su trabajo, debido a su género; 55% han sido discriminadas durante el período de contratación; 29% les ha sido negado un ascenso; 25% les ha sido negado el seguro médico; 60% de las mujeres transgénero, que han visitado un refugio para personas sin techo, reportaron incidentes de acoso en el lugar; al mostrar documentos de identificación incongruentes con su identidad de género, o expresión:
33% han sido acosadas, y 3% han sido abusadas físicamente.
20% reportaron acosos por parte de la policía, con un 6% reportando abuso físico, y 3% reportando abuso sexual por parte de un oficial.
25% han sido tratadas generalmente de manera irrespetuosa, por parte de oficiales de policía.
De entre las mujeres transgénero encarceladas, 40% han sido acosadas por cohabitantes, y 38% han sido acosadas por el personal del establecimiento.
21% han sido físicamente abusadas, y 20% sexualmente abusadas.
El reporte del año 2010, sobre violencia anti-LGBTQ de La Coalición Nacional de Programas Anti-Violencia de los Estados Unidos, encontró que de las 27 personas quienes fueron asesinadas debido a su identidad LGBTQ, 44% fueron mujeres transgénero.
La discriminación, es particularmente severa contra las mujeres transgénero de color, quienes experimentan la intersección, entre racismo y transfobia.
Las mujeres transgénero multirraciales, latinas, negras y amerindias son, de 2 a más de 3 veces más propensas que las mujeres transgénero blancas, a ser sexualmente acosadas en prisión.
Así las cosas, hay que tener muchos huevos para ser transgénero.
En sexualidad, lo normal es vivir sin culpas ni desdichas; sin avergonzarse por ello.
Lo normal es pedir ayuda si se necesita, y darte cuenta de que tu situación también es normal.
Lo normal es que seamos completamente diferentes, y todos muy especiales en esa diversidad.
Solo hay que conocer y profundizar en esas particularidades que nos hacen únicos y que, por tanto, nos sacan positivamente de esa “normalidad” impuesta y homogénea.
A nivel cultural y sexual humano, la única constante universal que se repite en todas y cada una de las tribus, grupos étnicos, identidades, nacionalidades y demás, es la diversidad.

“What more could you possibly want from me?”



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