The Man Who Knew Too Much

“You know, to a man with a heart as soft as mine, there's nothing sweeter than a touching scene”

Hitchcock tuvo una historia desde hace tiempo en su cabeza, desde que pasó su luna de miel en Sant Moritz, cuando se le ocurrió que quería hacer una película donde parte de la historia ocurriera en ese lugar, así que junto a Charles Bennett, escribió The Man Who Knew Too Much y quería que la British International Pictures se la comprara, pero antes de eso apareció un viejo conocido, Michael Balcon, que quería volver a trabajar con el director, ahora que tenía un cargo superior en la Gaumont British.
Así Hitchcock firmó un contrato con Balcon para unas cinco películas.
Y la primera de estas fue The Man Who Knew Too Much.
The Man Who Knew Too Much (1934) es una película dirigida por Alfred Hitchcock con Leslie Banks, Peter Lorre, Edna Best, Frank Vosper, Hugh Wakefield, Nova Pilbeam y Pierre Fresnay.
Con un guión de Charles Bennett, D.B. Wyndham-Lewis, A.R. Rawlinson y Edwin Greenwood.
El propio Hitchcock hizo una nueva versión de The Man Who Knew Too Much en 1956, con mucho más presupuesto, en Estados Unidos que contó con la participación de James Stewart.
El reparto de este The Man Who Knew Too Much es el punto más fuerte de todo el film, aunque la pareja protagonista (Leslie Banks y Edna Best) está un poco difusa, la excelente interpretación de Peter Lorre logra reforzar este aspecto, Lorre un actor que a mí personalmente me encanta, era una persona que encajaba muy bien con el director, ambos tenían un sentido de humor muy parecido y por ello se cayeron muy bien.
Su papel da la impresión de ser arrogante, invencible y sin ninguna sensibilidad.
Sorprendentemente, él admite emocionarse cuando ve al padre con la hija aunque después diga que eso finalmente no va a cambiar sus acciones.
Además, cuando matan a la única mujer de los secuestradores sufre y no soporta enfrentarse a la policía cuando entran al edificio y termina suicidándose.
Otro personaje muy importante en The Man Who Knew Too Much es la Sra. Lawrence que comienza la película un poco molesta por la terquedad de su hija cuando interrumpe la competencia de esquí de un amigo de la familia y se enoja aún más cuando Betty la distrae mientras ella participa en la competencia de tiro.
En el momento que se entera del secuestro de su hija, no duda en ocultarlo de la policía y después, no se preocupa por el diplomático que va a ser asesinado.
Sin embargo, durante el concierto su consciencia no la deja quedarse sin hacer nada: grita desesperada y distrae al tirador.
Al final de The Man Who Knew Too Much es ella quien salva a su hija, disparando al hombre que lo quiere asesinar y que además, es el tirador con el que perdió la competencia al inicio.
Ella gana en el momento más importante, su amor es el que triunfa.
A Betty, la hija de la familia solo se le presenta como un símbolo de problemas.
Desde el inicio ella complica a los que rodea: a su madre, a Bernard.
Es una niña que recibe lo que quiere y parece ni tener ninguna preocupación hasta que es secuestrada y rescatada por su familia y la policía.
El otro personaje importante es Ramón, el tirador, que tiene una actitud sospechosa, sombría.
Lo vemos cuando llegan a la Iglesia y es el tirador nuevamente en el concierto.
Es un hombre frío, hasta el último momento de vida todavía intenta quedarse con la niña, mientras es observado por la policía y la madre de la niña.
En general, The Man Who Knew Too Much, nos sumerge en un enredo de tintes políticos, en el que tienen cabida personajes malvados, chantaje, alguna que otra influencia cómica, consiguiendo así encandilar al espectador desde un principio.
Formalmente hablaremos de una trama directa, sin demasiadas concesiones, dirigida al gran público, lo que conlleva un desacierto a día de hoy, ya que puede resultar que los personajes son demasiados teatrales, el desarrollo es un tanto irregular, algunos diálogos resultan ingenuos, etc.
Pero la puesta en escena es efectiva, fotografía oscura, con un vago empleo de la luz, movimientos de cámara ágiles y alguna que otra secuencia magistral, caso de la escena en el Albert Hall de Londres.
La historia de The Man Who Knew Too Much gira alrededor de la familia compuesta por Betty (Nova Pilbeam), hija de Bob (Leslie Banks) y Jean Lawrence (Edna Best), se van de vacaciones a Suiza.
Allí conocen a Louis Bernard (Pierre Fresnay), un hombre un poco extraño, pero que recibe un disparo en el corazón mientras bailaba con Jill.
Justo antes de morir, Louis le pide a Bob que entregue a las autoridades unos documentos que tiene escondidos en su habitación.
Bob descubre que Bernard era, en realidad, un espía británico que iba tras una misteriosa organización que estaba planeando asesinar a un político extranjero en Londres.
Luego Bob recibe una llamada que le advierte que se aparte del asunto o su hija sufrirá las consecuencias...
Algo que me gusta mucho de The Man Who Knew Too Much, es como va evolucionando el ambiente.
Al principio todo está muy tranquilo, la familia disfruta de unas vacaciones, viendo a sus amigos, es un principio con mucho sentido del humor, pero la cosa cambia cuando se produce el asesinato.
A partir de entonces entramos en un tiempo de desconfianza, se refleja en que la familia para intentar proteger a su hija, no le cuentan sus hallazgos.
Todo llega a un momento que en los malos de tienen al padre y la niña, y llega una escena magnifica en el teatro, con la madre y el tirador, una escena de mucho suspense.
Y The Man Who Knew Too Much acaba con tiroteo, entre la policía y los encargados del atentado.
Como se puede ver, el ambiente avanza poco a poco hasta llegar a su clímax.
En The Man Who Knew Too Much, Hitchcock comienza a darnos una idea de las características de sus películas y de cómo son sus personajes.
El Sr. Lawrence es un hombre que parece no medir las consecuencias de sus actos y no distingue el bien del mal.
Después de que Louis Bernard es asesinado, se dirige al cuarto a buscar el cepillo que tiene el mensaje, sin preocuparse de que la policía esté allí o porque acaba de presenciar el asesinato de un amigo.
En ningún momento lo vemos afectado por la muerte de Bernard.
Además, después no le importa perseguir a los secuestradores e incluso droga al dentista, sin pensar en el peligro de ser descubierto.
Hace todo lo que está a su alcance para recuperar a su hija.
Improvisa qué hacer cuando las cosas no salen como las planeó.
En el único momento en el que se quiebra es cuando ve a su hija en la Iglesia, dice que no va a hacer una escena pero no soporta verla llorar.
Siempre su hija va primero, hasta le disparan por defenderla.
Podemos concluir que en The Man Who Knew Too Much se empieza a perfilar el típico prototipo del personaje que se presenta en las películas de Hitchcock, irónico, sarcástico, es el falso culpable que por razones del destino tiene que resolver el enigma en el que se ve involucrado involuntariamente.
Sobre la escena del teatro, es una escena con alto suspense, es algo que se consigue porque anteriormente, el personaje de Peter Lorre reproduce la pieza de música en la que se tiene que producir el disparo, y le indica al tirador y a la audiencia, en qué momento exacto se debe producir este.
Así que durante la escena, que apenas hay dialogo, solo se escucha la música, el espectador está atento a ese momento, y creo que todos tendríamos la reacción de la mujer, al ver el momento del disparo.
Es una escena poderosa, que está muy bien llevada.
Además, hay en The Man Who Knew Too Much un humor maquiavélico impresionante, al punto de no saber cuando los personajes hablan en serio o en broma.
Por otra parte, The Man Who Knew Too Much nos presenta escenarios que comúnmente no serían amenazantes y Hitchcock los transfigura para que sintamos temor, perturbación y preocupación de lo que va a ocurrir a continuación, un ejemplo de ello es la que podríamos decir una tranquila Iglesia, que dentro es el refugio de los malhechores y el prestigioso salón de conciertos Royal Albert Hall, donde ocurre el atentado al diplomático.
Encontramos también que el consultorio de un dentista puede convertirse en un lugar tan peligroso para el personaje como un callejón oscuro y despoblado.
Otro lugar que nos parecería tranquilo es el salón donde todos los presentes están despreocupadamente bailando hasta que ocurre el asesinato de Louis.
Hitchcock convierte, de esta forma a la vida nocturna de la ciudad en un personaje más, que es amenazante para el personaje central de la historia.
Hitchcock no nos revela mucho de la trama, no sabemos mucho de los personajes y de las cosas que hacen en el desarrollo.
Por en ese misterio, tenemos que pensar y estar atentos a todos los detalles que puedan significar algo después.
Como curiosidad, el director tuvo problemas con la censura, ya que en la escena del tiroteo final, aparecía la policía haciendo uso de las armas, y en esa época la policía británica no llevaba armas.
Y todo se solucionó haciendo ver al espectador, que las armas no eran de la policía, sino que eran armas viejas, que cogieron de una tienda de antigüedades.
En The Man Who Knew Too Much, Hitchcock rompió el estereotipo del personaje malo, quitándole el bigote, haciéndolo un adversario culto e inteligente. Así como hizo de las rubias sus mejores víctimas, que según decía, eran comparadas a la nieve recién caída, que se mancha fácil con la sangre.
El MacGuffin en The Man Who Knew Too Much es el plan del asesinato por parte de los malos.
El cameo de Hitchcock se produce al minuto 33, caminando por la acera cuando pasa un autobús.
En fin, el cine de Alfred Hitchcock es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver los jóvenes.
Las acciones son más lentas de lo que estamos acostumbrados, el director depende muchísimo más de la actuación porque no tiene efectos a su alcance.
La música apenas se estaba comenzando a usar, pero Hitchcock le da un uso muy sutil.
The Man Who Knew Too Much no viene acompañada de una banda sonora, sino que recurre a la música en momentos muy particulares y trascendentales.
Se utiliza durante el asesinato de Louis, un lapso en la escena en la iglesia, donde primero cantan y después los bandidos la utilizan como elemento para tapar su pelea y no alertar a los vecinos.
Además, cuando Abbott indica que es hora de asesinar a Ropa el diplomático.
Así, con este revelador recurso, el propio director, a través de la música nos indica que algo importante está por suceder.

“Tell her they may soon be leaving us.
Leaving us for a long, long journey.
How is it that Shakespeare says?
"From which no traveler returns"
Great poet”


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