Dreamgirls

“Fame comes and goes, starts rise and fall, but dreams live forever”

En general, el Sueño Americano, correctamente, el Sueño Estadounidense puede definirse como la igualdad de oportunidades y libertad que permite que todos los habitantes de Estados Unidos logren sus objetivos en la vida únicamente con el esfuerzo y la determinación.
Hoy, esta idea expresada por primera vez en 1931 por el historiador estadounidense James Truslow Adams, se refiere a que la prosperidad depende de las habilidades de uno y de su trabajo, no en un sentido rígido de jerarquía social, aunque el significado de la frase ha cambiado durante la historia de Estados Unidos.
Para algunos, es la oportunidad de lograr más riqueza de la que ellos podrían tener en sus países de origen; para otros, es la oportunidad para sus hijos de que crezcan con una buena educación y grandes oportunidades; por último, hay quien lo ve como la oportunidad para ser un individuo sin restricciones impuestas por motivo de raza, clase, religión, etcétera.
Mientras el término con frecuencia se asocia a la inmigración en Estados Unidos, los estadounidenses nativos también lo describen como "Búsqueda Del Sueño Americano" o "Viviendo El Sueño Americano"
Dejando a un lado la concepción individual del Sueño Estadounidense, todas las versiones creen en la oportunidad para obtener algún éxito cuantitativo o cualitativo.
Así, para un mejor entendimiento de qué supone este concepto, lo más provechoso sería definir las formas en que puede obtenerse el éxito, estableciéndose en tres categorías que tienen importantes consecuencias normativas y en el comportamiento:
1. Éxito absoluto:
Algún objetivo importante que supera con mucho la posición en la que uno empezó.
2. Éxito competitivo:
Requiere una victoria sobre alguien más:
"Mi éxito conlleva tu fracaso"
3. Éxito relativo:
En términos comparativos mejor que un vecino, que otra clase social, que un personaje ficticio, etc.
El delirante mundo de los que triunfan en la música suele ser como el champán.
Viene envasado en una botella vistosa, se destapa con un estallido de dorado líquido espumoso, se saborea su regusto afrutado y burbujeante, se sube a la cabeza con la euforia de sentirse en la cima del universo...
Y por último, si se ha bebido con moderación, su abrazo dulce se retira suavemente.
Si se ha bebido demasiado, puede provocar un bajón espectacular y dejar una resaca de campeonato.
La fama en la música, como en cualquier otra faceta, es tan caprichosa como la dorada bebida espumosa.
Sus efectos llegan y se marchan como la marea; ahora te hacen ascender hasta lo más alto, y después pueden hacerte caer hasta lo más bajo.
Hay tropiezos constantes, choques de voluntades, prejuicios, la importancia de la imagen y de la apariencia, las imposiciones que vienen desde quienes manejan la parte financiera y promocional, tensiones y desavenencias cuando lo comercial vence y desprecia el alma, las exigencias de las entrañas que no entienden más que de sentimientos; las entrañas ignoran las modas, no se esclavizan a los ritmos pegadizos y bailables enlatados en serie, no viven a expensas de la machaconería de la radio y de las discotecas.
Pero siempre hay personas con la mente cerrada que creen que las canciones con alma no venden.
O que se fijan en si quien canta es blanco o negro, gordo o delgado...
Todo está movido por intereses.
Incluso el arte.
Pero se engañan.
El arte nunca se deja atrapar en las redes de nadie.
Siempre será libre.
“And I am telling you
I'm not going
You're the best man I'll ever know
There's no way I could ever go
No, no, there's no way
No, no, no, no way
I'm living without you
I'm stayin', I'm stayin'
And you, and you...you're gonna love me”
Motown Records, también conocida como Tamla-Motown, es una discográfica estadounidense especialmente dedicada a la música negra.
Originalmente se fundó en Detroit conocida como «Motor City» y desde entonces ha jugado un papel fundamental en la difusión de la música popular estadounidense, teniendo repercusión en la mayoría de los estilos actuales.
Fue creada el 12 de enero de 1959 por Berry Gordy, bajo el nombre de Tamla Records, momento a partir del cual su difusión fue tal que abarcó a 45 sellos musicales distintos.
La década de los sesenta supuso el cénit de la discográfica, llegando a conseguir su propio «Motown Sound», que la distinguiría del resto y la haría por tanto única.
A lo largo de toda la década de los 60, Motown consiguió 110 hits dentro del top10; con artistas legendarios de la talla de Stevie Wonder, Marvin Gaye, Diana Ross & The Supremes, The Temptations, The Four Tops, The Jackson 5, y Gladys Knight & the Pips.
A mediados y finales de los 60 se comenzó a llamar a la discográfica «The Sound Of Young America» debido a la popularidad que tenía entre los jóvenes, tanto blancos como negros.
Motown seguía siendo uno de los grandes gigantes de la industria de la música durante las décadas de los 70 y 80, con artistas como Lionel Richie, The Commodores, Rick James, Teena Marie y DeBarge.
En 1972 Motown se trasladó desde Detroit hasta Los Ángeles, introduciéndose también en la industria cinematográfica con películas tales como “Lady Sings The Blues”, “Mahogany” o “Thank God It's Friday”, entre otras, que gozaron de fama en su época, pero que realmente no ha tenido relevancia en la historia del cine.
El dossier de artistas de Motown en los 60 es el más renombrado y completo de la música soul y R&B.
Motown puede presumir de tener a la mayoría de estrellas de la música contemporánea de su época y de toda la historia, pero también contaba con otros muchos que no han pasado tan afamadamente, pero que hoy aún guardan ese halo de leyendas del soul:
The Miracles, Marvin Gaye, The Marvelettes, The Supremes, The Temptations, Stevie Wonder, Brenda Holloway, Gladys Knight & the Pips, The Jackson 5,etc.
En los setenta se incorporaron nuevos talentos, pero también muchos de los componentes de grupos anteriores tomaron las riendas de sus carreras en solitario:
Diana Ross, Michael Jackson, Jermaine Jackson, Smokey Robinson, The Commodores, Rick James, etc.
Ya acechaba la decadencia para Motown cuando algunos jóvenes se presentarían en el panorama musical del “urban”, teniendo un éxito más bien transitorio a pesar de que algunos sí llegaron a consolidarse:
Lionel Richie y Teena Marie, por ejemplo.
En los 90 Motown, renovadora del viejo soul con su propio sonido fue una de las grandes impulsoras de volver al soul más puro ayudando a la creación de neo soul, dejando a un lado el hip hop y las tendencias del R&B contemporáneo más electrónicas que triunfaban en todo el mundo:
Boyz II Men, Queen Latifah, Erykah Badu, entre otros.
Actualmente muchas de las grandes estrellas de épocas como los 60 y 70 continúan trabajando fielmente para Motown, y a ellos se les ha añadido una nueva escuela de innovadores, que comienzan a crear un propio sonido Motown, con la búsqueda de sus raíces:
Phil Collins, Akon, Drake, Lil' Wayne, Nelly, India.Arie, Michael McDonald y Nicki Minaj, entre otros.
Motown está camuflada bajo múltiples sellos, que abarcan un gran número de géneros.
Soul: Motown, Tamla, Gordy, Mel-o-dy, Miracle y Mo-West.
Gospel: Divinity.
Rock: Infinity, Morocco, Rare Earth, Ardent.
Jazz: Blaze, Chisa y Workshop.
Country: Hitsville, Melodyland y MC.
Otros: Ecology, Gaiee y Black Forum.
“Ev'ry man has his own special dream
And that dream is just about to come true
Life's not as bad as it may seem
If you open your eyes towards in front of you”
Dreamgirls es una ENORME película musical estadounidense escrita y dirigida por Bill Condon, basado en un Libro de Tom Eyen e inspirado en la carrera musical del legendario grupo “The Supremes” liderado por Diana Ross.
Dreamgirls está protagonizado por Jamie Foxx, Beyoncé Knowles, Danny Glover, Jennifer Hudson, Eddie Murphy, John Lithgow, Keith Robinson, Hinton Battle, Sharon Leal, Anika Noni Rose, John Krasinski, Jaleel White, entre otros.
Dreamgirls ganó el Premio Oscar a la Mejor Actriz Secundaria para Jennifer Hudson y a la Mejor Sonido, la cual estuvo a cargo de The Underdogs, e incluyo 6 nominaciones como mejor actor de reparto (Murphy), dirección artística, vestuario y 3 nominaciones como mejor canción: “Listen”, “Love You I Do” y “Patience”
La letra de las canciones es de Tom Eyen, y la música de Henry Krieger.
Resulta que hay una producción de Broadway de Dreamgirls que se estrenó en el Imperial Theatre el 20 de diciembre de 1981.
El legendario Michael Bennett dirigió y coreografió el musical, además de producirlo con David Geffen, Bob Avian y The Shubert Organization.
Dreamgirls se convirtió en un éxito instantáneo; fue aclamado por la crítica y ovacionado por un público entusiasta que llenaba el teatro cada noche.
Por otra parte, Bill Condon por fin entra de lleno en el musical, después de haberse acercado al género como guionista en "CHICAGO" y de firmar como director otras cintas alejadas del mismo como la maravillosa “Gods And Monsters” (1998) ganador como Mejor Guion Adaptado de su autoría y la interesante “Kinsey”
Y lo hace por la puerta grande, resolviendo con maestría el desafío de trascender un género teatral, es curioso que, cuando se habla de la dificultad de llevar a la pantalla piezas nacidas para las tablas, no se suela recordar que el musical, ante todo y sobre todo, es teatro, respetando su esencia, pero sin a la vez olvidarse de que, de lo que se trata, es de hacer una película que funcione en sí misma.
Y Dreamgirls, salvo algún ocasional y ligero rechino a la hora de introducir escenas dramáticas cantadas, lo hace a la perfección, llevando a su campo el potencial de unas excelentes canciones y una historia más que interesante, por cuanto vuelve a incidir en un tema tan querido del cine musical como el de las miserias y renuncias a la ilusión que se ocultan tras el derroche de luces y espectáculo, la gloria y decepción tras el Sueño Americano.
Dreamgirls es interesante por retratar, sin poner los mismos nombres pero de manera reconocible por todos, incluso por los más profanos, el nacimiento y auge del “Motown Sound”, matriz sin la que sería imposible entender gran parte del negocio discográfico que ha imperado en las últimas décadas y que ahora parece entrar en crisis, Dreamgirls funciona a nivel dramático con el retrato de un puñado de personajes bien trazados (algo que no siempre se da en el género, y que logran desenvolverse ajenos a su presupuesta condición de estrellas.
Por lo demás, Dreamgirls sigue la tradicional estructura de cintas similares:
Grupo se hace famoso, grupo disfruta de la fama, grupo sufre los peligros del estrellato, etc.
Sin embargo, Dreamgirls añade algunos interesantes elementos dramáticos que la ayudan a sobrepasar su bien conocida fórmula, haciendo comentarios sobre la imagen en la música moderna, la libertad creativa y la integridad artística.
De igual modo, los personajes se han construido con precisión y detalle, dándoles una ambigüedad moral que evita la fácil clasificación de héroes y villanos.
En otras palabras, aunque no todos se comportan admirablemente, podemos entender, y hasta justificar, sus acciones en el contexto de la historia.
Durante la preproducción, el director Bill Condon y los actores han pasado dos meses ensayando los inolvidables números musicales que convirtieron a Dreamgirls en uno de los musicales de más éxito de la historia.
Además, se han escrito canciones adicionales solo para la adaptación cinematográfica.
La coreógrafa Fatima Robinson, cuyo nombre está detrás de los videoclips, películas musicales y conciertos en directo de mayor éxito, se encarga de dirigir al reparto en los números musicales.
Dreamgirls resulta ser entonces, la enésima revisitación libre del cuento de la Cenicienta, a cuento, nunca mejor dicho, del ascenso a la fama de las tres componentes del grupo musical "The Dreams", que como 'Los Tres Mosqueteros', eran en realidad cuatro.
Así a finales de los años 60 y principios de los 70, aparece un trío vocal femenino de R&B formado en Detroit, “The Dreamettes”: Effie, Deena y Lorrell, en una disimulada alusión a The Supremes del que surgió Diana Ross, producida por una despiadada compañía discográfica de música negra que abandona los ideales del movimiento de liberación afro-americana, para conseguir un sonido más comercial, en clara referencia a Motown Records.
Este grupo, formado por Deena Jones (Beyoncé Knowles), Effie White (Jennifer Hudson) y Lorrell Robinson (Anika Noni Rose), participa en un concurso de talentos donde son descubiertas por un mánager llamado Curtis Taylor, Jr. (Jamie Foxx) que les ofrece trabajar junto a James Early (Eddie Murphy), un cantante destacado en esos años.
El hermano de Effie, C.C.White (Keith Robinson), es el compositor de las canciones de Early y el trío.
Curtis realiza algunos cambios y Deena se convierte en la cantante principal del grupo a la vez que Effie es apartada y remplazada por Michelle Morris (Sharon Leal)
El nuevo grupo ahora llamado “The Dreams” con Deena a la cabeza se convierte en un éxito en todo el mundo.
A pesar de eso, varios sucesos llevarán al grupo a darse cuenta de que la fama y el dinero no son lo más importante y Effie volverá a sus vidas.
“All you have to do is dream”
Los personajes:
Jamie Foxx (Curtis), rechazó el papel porque no le pagaban lo que pedía.
Otros actores a quienes les ofreció el personaje fueron Will Smith o Denzel Washington, pero cuando Foxx supo, que Eddie Murphy y Beyoncé habían firmado y estarían en Dreamgirls, se ofreció para hacer el papel.
Su papel es el de manipulador y es bastante repulsivo.
Beyoncé (Deena), aunque el director quería tres desconocidas para los papeles de las Dreamgirls, cuando se ofreció Beyoncé, para hacerlo, a la vista de los ensayos y pruebas de cámara de ella y otras, decidieron que ella sería Deena, el papel claramente inspirado en Diana Ross, solista de las Supremes.
Eddie Murphy (Jimmy), su papel está inspirado en cantantes como James Brown o Marvin Gaye.
Su interpretación le valió una nominación al Oscar como actor secundario, que asombrosamente no ganó pero está simplemente fantástico, y que desde luego estamos ante la interpretación de su vida, divertido cuando tiene que estarlo, sin pasarse, y melancólico cuando el papel lo requiere, en un registro inédito en un actor como Murphy.
Danny Glover (Marty), en el papel del primer representante de Jimmy que al final acoge y apoya a Effie en sus momentos más duros.
Jennifer Hudson (Effie) fue una de las elecciones más complicadas.
Querían una perfecta desconocida y tuvo que vencer a 783 aspirantes, además de aumentar casi diez kilos de peso, que le pidieron para interpretar el papel, inspirado en Florence Ballard, una de las Supremes y en otras cantantes como Aretha Franklin.
Su actuación le dio el Globo de Oro y el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria.
Anika Noni Rose (Lorrell), la tercera de las Dreamgirls, consiguió el papel tras un trabajo duro de selección.
Actriz veterana de Broadway tenía el hándicap de ser muy pequeña en comparación con sus dos compañeras, obligándola a cantar e incluso bailar con zapatos de tacón de más de 12 cm de alto.
Keith Robinson (C.C.), obtuvo el papel de hermano de Effie y compositor de las canciones de éxito para las Dreamgirls, cuando el cantante de rhythm and blues Usher, no estuvo dispuesto a comprometerse medio año en el mismo proyecto.
Dreamgirls es mucho más explícita que el musical, en mostrar las similitudes con la historia de Berry Gordy, Tamla Motown o con Diana Ross & The Supremes, así como a otras estrellas de la época como Jackson 5 o B.B. King, bien sea por el aspecto físico o por el vestuario de la época.
Otro aspecto que me gustó muchísimo fue el tránsito que la música negra, el soul y del R&B, experimenta para llegar a los blancos, perdiendo así la originalidad que la marcaba.
Técnicamente, hay dos apartados que merecen sin duda una distinción positiva, el de vestuario, y aquí podríamos incluir maquillaje, y el de la dirección artística.
No voy a ser original, si lo primero que destaco en Dreamgirls es su gran banda sonora, pero es que no tengo más remedio que hacerlo.
Un autentico placer oír la selección de canciones elegidas.
Por supuesto que la banda sonora como no podía ser de otra manera es grandiosa, basada casi en su totalidad en el musical de Broadway del mismo nombre, excepto 4 temas nuevos, fue grabado en Los Ángeles y aunque se versionaron las canciones originales, éstas mantuvieron el mismo estilo soul del primer libreto.
Pero por sobre todo, Jennifer Hudson (Effie White) es todo un descubrimiento interpretativo como vocal.
Además de buena cantante procedente de American Idol, se destapa como una actriz notable.
Jennifer Hudson, “The American Rose” se revela como un portento de voz, de tablas y de presencia, hasta el punto de que los mejores momentos que le quedan a uno en la memoria son sus solos, especialmente aquél en el que proclama su desesperación para quedarse sola en un escenario ante el que nadie escucha.
Prodigiosa, simplemente prodigiosa, y genial cómo los títulos de crédito finales juegan a ignorarla para, en realidad, invitar a que el público le dedique el aplauso que se merece.
Jennifer hace reír, hacer llorar, hace odiar y hacer sentir que podemos lograr nuestros sueños.
Nacida en Chicago, Jennifer probó suerte en el concurso American Idol del que fue finalista, pero que no consiguió ganar, allí recibió duras críticas en las que le dijeron que no llegaría a nada en la vida.
Pocos años después calló las bocas de unos cuantos cuando consiguió ganar el Oscar a la Mejor Actriz De Reparto por Dreamgirls.
Hudson irradia magia en cada canción, una voz descomunal hecha a base de funky, soul y gospel que otorgan vida propia a cada una de las canciones que interpreta.
Personalmente me quedo con “And I'm Telling You” un tema desgarrador sobre el inconformismo de perder a alguien.
“One dream will change everything”
Aunque todos los personajes de Dreamgirls son ficticios, se inspira en la historia real del llamado “Motown Sound”
En los 60, años de grandes transformaciones sociales en Estados Unidos, la discográfica Motown consiguió que grandes artistas negros triunfaran en las grandes emisoras de radio y consiguiesen el “Sueño Americano” de convertirse en estrellas y salir de la miseria.
El grupo musical The Dreams guarda muchísimas similitudes con la historia real de The Supremes, que originalmente se llamaban The Primettes, y era un cuarteto, hasta que Barbara Martin abandonó el grupo.
The Supremes también sufrió la tiranía de algunas discográficas, como refleja Dreamgirls.
Deena Jones, la solista que interpreta Beyoncé Knowles, se parece muchísimo a la célebre Diana Ross, que también triunfó en solitario.
De un modo sencillo, confiando en el carisma de los actores y en unas pasiones universales y muy reconocibles por cualquiera de carne y hueso, Dreamgirls nos sitúa en la tesitura del deseado éxito, y del modo en qué afecta a unos y otros, el precio de la fama.
Así, se retrata la ambición, que sacrifica los lazos de esa “familia”, la atracción amorosa que lleva a saltarse las debidas lealtades, el escapismo en la droga, etc.
Todo con cierto afecto sincero al fondo, no siempre bien manifestado, por la “neblina” de los oropeles de esa fama que todo lo mata.

“We're your dreamgirls, boy, we'll make you happy...
Yeah!
We're your dreamgirls, boy, we'll always care
We're your dreamgirls, dreamgirls will never leave you...
No, no!
And all you got to do is dream
Baby, we'll be there”


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