The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore

“De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro.
Los demás son extensiones de su cuerpo.
El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo.
Pero el libro es otra cosa:
El libro es una extensión de la memoria y la imaginación”
Jorge Luis Borges

Un libro es una obra impresa, manuscrita o pintada en una serie de hojas de papel, pergamino, vitela u otro material, unidas por un lado (es decir, encuadernadas) y protegidas con tapas, también llamadas cubiertas.
Según la definición de la UNESCO, un libro debe poseer 49 o más páginas, 25 hojas o más.
Desde cinco hasta 48 páginas sería un folleto, desde tres hasta 24 hojas.
Desde una hasta cuatro páginas se consideran hojas sueltas, una o dos hojas.
También se llama "libro" a una obra de gran extensión publicada en varios libros, llamados "tomos" o "volúmenes"
Otras veces se llama también "libro" a cada una de las partes de una obra, aunque físicamente se publiquen todas en un mismo volumen.
Un libro puede tratar sobre cualquier tema.
Hoy día, no obstante, esta definición no queda circunscrita al mundo impreso o de los soportes físicos, dada la aparición y auge de los nuevos formatos documentales y especialmente de la World Wide Web.
El libro digital o libro electrónico, conocido como e-book, está viendo incrementado su uso en el mundo del libro y en la práctica profesional bibliotecaria y documental.
Además, el libro también puede encontrarse en formato audio, en cuyo caso se denomina audiolibro.
El amor por la lectura es algo que se aprende pero no se enseña.
De la misma forma que nadie puede obligarnos a enamorarnos, nadie puede obligarnos a amar a un libro.
Son cosas que ocurren por razones misteriosas, pero de lo que sí estoy convencido es que a cada uno de nosotros hay un libro que nos espera.
En algún lugar de la biblioteca hay una página que ha sido escrita para nosotros.
En un mundo actual en el que existen multitud de formas de entretenimiento: videojuegos, internet, actividades varias como espectáculos o deportes de riesgo, que antes no existían o se podían acceder de forma muy limitada, muchos nos hemos hecho con un libro entre nuestras manos y ante nuestros ojos, y nos hemos dejado llevar por la imaginación.
El libro es una mezcla de sensaciones que llega a ser plasmada en nuestra mente:
Felicidad, humor, tristeza, intriga, etc. y que aplicamos en nuestra vida diaria, o que vivimos en algún momento determinado de nuestras vidas.
Tal vez ése es el encanto perdido… abrir un libro y no saber qué va a ocurrir en la siguiente página… y es eso lo que se ha perdido en gran parte de la animación actual, ya que, curiosamente, el cine es hijo de la literatura.
“Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”
Jorge Luis Borges
The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore es un corto animado de 2011 dirigido por William Joyce y Brandon Oldenburg, y producido por Moonbot Studios.
A pesar de que los cortometrajes no suelen tener toda la valoración que debieran, a veces se antojan como auténticas joyas de poco más de 15 minutos.
Y si además es galardonado con el Oscar como Mejor Cortometraje de Animación ya está todo dicho.
Sus creadores, definen a esta pieza audiovisual como una carta de amor a los libros y un corto sobre el poder curativo de las historias.
Según ellos es una historia que está inspirada en ideas diversas como el huracán Katrina, Buster Keaton, The Wizard Of Oz y por supuesto el amor por los libros.
Para su realización, los creadores emplearon diversos estilos de animación, incluidos el “stop motion”, las imágenes generadas por computadora y la animación tradicional.
La idea original era que The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore tuviera una duración máxima de siete minutos, pero los artistas se dieron cuenta que no podían disminuirlo a menos de 15 minutos sin "perder todo su impacto emocional"
The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore es un magnífico corto en su faceta técnica:
Brillante calidad de gráficos, uso "sensible" del color, el cual adquiere significado dentro del contexto de la obra, gracias a los contrastes entre colores cálidos y vivos para la felicidad, y tonos de grises para la tristeza, y fluida animación hacen que The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore además de emocionar logre captar la atención del espectador gracias a su conseguido acabado visual.
Entre algunos datos curiosos de The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore, es que el equipo de Moonbot Studios tuvo que pintar miles de libros a mano y construyó una manzana completa, a escala, del barrio francés de New Orleans.
Solo la producción de The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore les demoró cerca de un año y así y todos los creadores decidieron subirlo a Youtube para que todo el mundo tuviera acceso libre a él.
El protagonista de The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore, Morris Lessmore, mientras escribe su historia, es transportado por un terrible huracán lejos de su ciudad, que era alegre y en colores, a un mundo triste y gris en el que todo es desolación y además no puede escribir.
Mientras descubre ese horroroso entorno descubre una casa llena de libros con vida en la que puede saciar sus ansias de escribir, de soñar y de imaginar.
The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore nos lleva por un viaje mágico a redescubrir lo bello que pueden ser los libros, como estos nos envuelven con su magia y como nos enseñan valiosas lecciones a lo largo de toda una vida.
Sobre el cómo creamos nuestro legado, y de que a pesar de ya no estar presentes en el futuro, los libros se encargan de transmitir nuestra obra y ser una gran influencia para las generaciones futuras.
The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore es una historia como pocas, fantástica, atractiva y que toma ventaja de las posibilidades que ofrece esta técnica de manipulación de imágenes, una oportunidad de generar mundos increíbles y contar historias desde otro lugar que no sea el mero relato del recorte detrás de una cámara de filmación.
La ternura que lo llena, la perfección lograda en su técnica de animación y la posibilidad de ser entendido en cualquier rincón del planeta, al ser una historia “muda”, aunque las palabras sean en realidad sus principales protagonistas, suman muchos puntos para que acabe siendo una historia con final feliz.
The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore es protagonizada por Morris Lessmore, quien vive en New Orleans y comienza con un huracán que representa la ruptura de la simbiosis existente entre la palabra y el mundo, tal vez la crisis del pensamiento moderno.
La realidad resta cubierta por un velo gris donde los libros no son más que cadáveres esparcidos por la fuerza expansiva del ciclón, que porta el silencio que consume la seguridad que ofrecía antes la palabra:
Hugo von Hofmannsthal, Carta de Lord Chandos.
El rostro del señor Morris Lessmore se exhibe doliente y afligido ante las páginas en blanco de su libro, ahora en blanco.
Su semblante recuerda a Buster Keaton, aquel genial actor que brilló, precisamente, en el tiempo en el que el cine y la palabra no se avenían.
Ante una realidad sumida cada paso por la destrucción se detiene sobre la vasta alfombra de páginas arrancadas que duerme tendida ante un fugaz atardecer.
Sin embargo, no todo está perdido, de pronto, el cielo gris se disipa convirtiéndose en un brillante cristal teñido de color donde una joven de cabello trigueño, parecida a una “Mary Poppins”, vuela portada por una bandada de libros, escena que alude a La Carroza de Venus tirada por dos níveos cisnes que cubren de luz las nubes del Olimpo, que se detiene sobre él con el fin de ofrecerle un libro de “Humpty Dumpty”, personaje que aparece en Alicia En El País De Las Maravillas y que le guiará hasta una biblioteca, que será para siempre su hogar.
El señor Morris Lessmore se convertirá en bibliotecario, en conservador de la casa de la palabra portadora de la verdad, creadora de mundos y protectora del pensamiento y de la cultura.
Su función será recuperar la palabra viva que se halla en cada libro, alimentándolos como una madre a sus hijos y restaurándolos igual que un cirujano sana los cuerpos enfermos.
A cambio, recibirá el favor que sólo puede ofrecer el libro, hacer de uno un hombre mejor.
Un día, mientras está remendando un ejemplar viejo y moribundo de “De La Tierra A La Luna”, Morris comienza a leerlo, lo que le otorga mayor vitalidad al libro.
Tras esto, el hombre decide volver a escribir su libro, una vez en blanco.
Con el pasar del tiempo, Morris comienza a regalar libros a los habitantes de los alrededores, quienes adquieren color al leerlos.
El hombre, ya anciano, termina de escribir su libro, y decide irse de la casa.
En la entrada de la misma, un grupo de libros comienza a volar a su alrededor, lo que rejuvenece a Morris.
Luego de esto, el hombre se va volando del lugar junto a aquellos textos.
Los libros que permanecen en la casa están tristes por su partida, pero recuperan el ánimo al descubrir que donó a la casa el libro que escribió.
Tras esto, llega a la casa una niña en blanco y negro, que se vuelve de color cuando el libro de Morris se posa sobre su brazo.
La niña se sienta en la entrada y comienza a leer el libro en compañía de los demás ejemplares de la casa.
El cortometraje finaliza mostrando una fotografía de Morris, colgada junto a las de otras personas que vivieron en la casa, incluida la joven que vio el primer día que llegó a aquel lugar, repitiéndose la historia una y otra vez…
The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore es un emotivo y contundente homenaje al cine “mudo”; a Buster Keaton y a la imaginación de los libros en este cortometraje ganador del Oscar que gracias a la generosidad de sus autores hoy se puede visualizar por internet sin importar la propiedad intelectual o el derecho de distribución en pos del arte y de su asombrosa capacidad de comunicar.
En el fondo tenemos un corto muy sensibilizador que nos ablanda el corazón con una historia surrealista y muy ingeniosa que nos hace darnos cuenta sobre lo importante que es el cultivarse intelectualmente mediante la lectura de libros, magníficos portadores de cultura y sabiduría.
Es imposible no derramar una lágrima con The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore, porque todo lo que hay en él desborda mucha sensibilidad:
La historia en sí, los gestos de los personajes, la tierna música de fondo...
The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore es toda una oda a los libros, los verdaderos protagonistas del cortometraje.
Quien ama la lectura no sabe el favor que ésta le devuelve.
El criterio y la reflexión.
La lectura de un buen libro siempre ayudará a pensar.
Quien piensa reflexiona sobre la realidad y sobre sí mismo, y al hacerlo, es muy probable que descubra quién debe ser a la luz del bien y de la verdad.
Por otro lado, la no lectura es igual de contraproducente que la mala lectura, pues si ésta última conduce a pensamientos contraproducentes, la primera arrastra con facilidad a la irreflexión.
Y la irreflexión, que no necesariamente conduce a la realización del mal, convierte a la persona en un atolondrado y en un inconsciente de sí mismo, de los demás y de la realidad incapacitándole para ser un hombre en plenitud.
“Somos lo que leemos, tenemos lo que vivimos”
Leer es la mejor muestra de que nadie está solo ni desamparado, y que nacimos para cruzar el camino del éxito gracias a la herencia cultural de los libros.
Leer con el corazón no basta; hay que leer potenciando nuestra visión periférica y global, y hacer que más neuronas procesen las señales que llegan por el nervio óptico hasta la región occipital de nuestra mente y en consecuencia se produzca una explosión sináptica sin necesidad de estimular nuestros neurotransmisores con sustancias ajenas a nuestra naturaleza.
Si tan solo pudiera leer tendría en mis manos el arma más poderosa para conquistar el mundo.
Si tan solo pudiera leer podría convertir la noche más amarga en un amanecer multicolor lleno de esperanza.
Si tan solo pudiera leer quedaría atrás el pasado y una nueva vida se empezaría a forjar.
Si tan solo pudiera leer...
Gracias por leer

“Es un buen libro aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho”
Louisa May Alcott


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