Face/Off
“It's like looking in a mirror - only not”
La apariencia juega un papel importante en las interrelaciones humanas y en ocasiones ha estado asociada incluso al éxito profesional y social.
En el pasado, la cirugía plástica se examinaba con una óptica que desdibujaba el sentido esencial de los propósitos que con ella se persiguen.
Hay quienes afirman que la cirugía plástica estética no tiene finalidad curativa y se ha llegado al extremo de afirmar que se sale del campo de la medicina para entrar en el de la vanidad y la ilusión.
Es a partir de la Primera Guerra Mundial que la cirugía plástica comenzó a definirse como especialidad quirúrgica; y es alrededor de los años 1960 y los 70 que llegó a su edad de oro, que perdura hasta nuestros días gracias a la incorporación de nuevas técnicas y al perfeccionamiento de otras.
El termino «plástica» proviene del griego plastiké que significa «formar» o «apto para ser moldeado»
En un sentido más amplio, significa crear, moldear, construir.
En este vocablo se hallan bien conjugadas la parte reconstructiva y la estética de esta especialidad.
La cirugía plástica es entonces, la especialidad quirúrgica que trata de la reconstrucción funcional y estética de los tejidos.
Si bien es cierto que esta especialidad comenzó tímidamente manipulando la piel, hoy abarca todas las regiones de nuestro organismo.
Podemos decir que es la especialidad quirúrgica más extensa.
Hasta tal punto ello es así que ha obligado a súper especializarse:
Cirugía estética, cirugía reconstructiva, cirugía de la mano y miembro superior, cirugía craneofacial, cirugía de la piel por quemaduras, cirugía de los órganos genitales externos, etc.
Actualmente, estamos convencidos de que la cirugía plástica no es una especialidad de menor importancia, pues ella cumple un papel central en la apariencia del individuo como ser biopsicosocial.
Por tanto, la imagen tiene un gran significado dentro de las interacciones humanas, debido a que contribuye a sembrar en las personas nuevas esperanzas e ilusiones de llevar una vida sana, participativa y socialmente competitiva.
En el año 2005 se realizó el primer trasplante parcial de cara en el mundo, realizado en el Complejo Hospitalario Universitario de Amiens, Francia.
En 2009, el primer trasplante de cara incluyendo mandíbula y lengua, realizado en el Hospital La Fe de Valencia, España, por el Dr. Pedro Cavadas.
En 2010, el segundo trasplante de cara realizado en España, y noveno del mundo.
La intervención tuvo lugar en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y fue coordinada por el cirujano plástico Pedro Tomás Gómez Cía.
Un trasplante de cara es un injerto de piel que implica reemplazar alguna parte de la cara de un paciente por la cara de un donante muerto.
Podrían beneficiarse del procedimiento las personas con malformaciones faciales a causa de quemaduras, traumatismos, enfermedades o malformaciones congénitas.
La alternativa a un trasplante de cara es trasladar la propia piel de la espalda, nalgas o muslos del paciente a su cara en una serie de muchas operaciones para recuperar las funciones normales, aunque claro está de forma limitada.
Esta manera da como resultado una cara con escasa o nula movilidad y sin sensibilidad, a menudo comparable con una máscara.
El Dr. L. Scott Levin, jefe de cirugía plástica y reconstructiva del Duke University Medical Center ha descrito el procedimiento como:
"el Área más importante de la investigación reconstructiva"
El 22 de abril de 2010, un portavoz médico del Hospital Universitario Valle de Hebrón de Barcelona, España anunció que se había realizado con éxito el primer trasplante total de cara en el mundo, intervención realizada el 20 de marzo por 25 profesionales y que duró 30 horas.
El paciente fue un hombre joven que sufría deformidad severa en el rostro causada por un traumatismo, la cual le impedía respirar adecuadamente tanto por la nariz como por la boca.
El procedimiento de obtención de tejidos faciales del donante finalizó con la reconstrucción de su rostro en forma de máscara, una réplica de su propia cara.
Los tejidos obtenidos fueron colocados en líquidos de preservación, un proceso idéntico al de los órganos en espera para ser implantados.
Según palabras del coordinador de la operación, al paciente no se le habría trasplantado la cara de otro individuo, señalando que ésta intervención se basó en la implantación de médula ósea, diferenciándose de las anteriormente realizadas.
El procedimiento consiste en una serie de operaciones que requieren equipos de especialistas que vayan alternándose.
Teniendo en cuenta el tipo de tejido, edad, sexo y color de la piel, se quita y se sustituye la cara del paciente, incluida la grasa subyacente, los nervios y los vasos sanguíneos, pero ningún músculo.
La cirugía puede durar entre 8 y 15 horas, seguidas por una estancia en el hospital de entre 10 y 14 días.
Un equipo médico extraería la cara del donante, en muerte cerebral con latido cardiaco, mientras simultáneamente el otro prepararía los vasos sanguíneos y las estructuras que se van a reconstruir del paciente receptor.
Tras ello habría que conectar el rostro del donante a ocho vasos sanguíneos, cuatro arterias y cuatro venas del receptor, para que la piel reciba la sangre con el oxígeno y los nutrientes que necesita.
Esta misma operación sería necesario realizarla con los nervios que controlan los movimientos faciales de la cara y la capacidad sensitiva.
Después del procedimiento es necesaria la toma de medicamentos durante el resto de la vida para suprimir el sistema inmune propio del paciente y para prevenir el rechazo.
La inmunosupresión a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar infecciones peligrosas, dolor de riñón y cáncer.
La cirugía puede dar lugar a complicaciones tales como infecciones que harían que la cara se volviera de color negro, y requerirían un segundo trasplante o reconstrucción con injertos en la piel.
Los efectos psicológicos del procedimiento pueden incluir remordimiento, decepción, pena o culpabilidad hacia el donante.
El trasplante no da a la cara del paciente el aspecto de la cara del donante difunto porque la musculatura y los huesos subyacentes son diferentes.
Los movimientos faciales son provocados por el cerebro, así que la personalidad expresada con la cara recuerda a la del paciente.
El donante sólo transfiere la piel de la cara, no la forma tridimensional ni la personalidad que expresa.
En el Reino Unido, los problemas psicológicos y la alta probabilidad de un fallo técnico en una operación tan novedosa han impedido que se apruebe este procedimiento.
Las autoridades sanitarias francesas dieron luz verde a la operación en agosto de 2009.
En 2004, un médico español propuso practicar un trasplante de cara, pidiendo un dictamen.
En marzo de 2005 el Comité de Ética del Colegio de Médicos de Madrid le respondió que el trasplante podía provocar problemas de identidad en el receptor y que si fracasaba, la nueva cara no se podía eliminar.
¿Irreal?
¿Fantasioso?
“In order to catch him, he must become him”
Face/Off es una película de acción dirigida por John Woo de 1997 y protagonizada por John Travolta, Nicolas Cage, Joan Allen, Gina Gershon, Alessandro Nivola, Dominique Swain, Nick Cassavetes, Colm Feore, Margaret Cho, CCH Pounder, James Denton, Matt Ross, John Carroll Lynch, Harve Presnell, Robert Wisdom, Thomas Jane y Chris Bauer.
Face/Off estuvo nominada al Oscar como mejores efectos de sonido pero perdió contra TITANIC.
Face/Off cuenta cómo un agente del FBI asume la apariencia física de su peor enemigo con el objetivo de parar un plan terrorista, y al mismo tiempo cómo el enemigo luego se convierte en él.
John Woo, el esteta de la violencia de Hong-Kong vuelve a abusar del slow motion, empleando en su exposición claves poéticas y abundancia de simbología en la identidad y la correspondencia entre sus personajes principales, para poner en imágenes este intenso y apreciable thriller de acción, que cuenta con un estupendo duelo interpretativo entre sus dos estrellas masculinas y una aceptable, aunque insuficiente, penetración en las motivaciones y psiques de los caracteres que éstos interpretan.
Face/Off es el clásico enfrentamiento entre el bien y el mal, pero estableciendo esta confrontación de una manera en principio curiosa:
Intercambiando sus físicos y conservando sus personalidades, con la consiguiente confusión, apesadumbramiento sentimental y el interesante trueque entre los distintos puntos de vista, siento éstos afectados por la relación previa entre ellos.
El argumento de Face/Off está conseguido y elaborado para ganar en intensidad, claro que la lógica en muchas ocasiones debe hacerse a un lado para no entrar en conflictos con la narración, pero como es un producto de acción novedoso y sin mayores pretensiones que las de impactar y entretener se le puede entonces dejar pasar sus deslices licenciosos.
Face/Off es un tanto extensa en su metraje, pero no decae nunca en enjundia y siempre resulta dinámica y adictiva en sus propuestas donde un cambio de identidad acarreará muchas situaciones absorbentes y desbordantes de magnetismo.
Face/Off traza otro aspecto discursivo tal como la superación del trauma de la pérdida de un hijo o el asumir y canalizar el odio de venganza contra aquellos que han causado daño.
Pero el objetivo aquí es el de lograr un pasatiempo rimbombante plagado de vértigo, violencia, tiroteos, peleas cuerpo a cuerpo y explosiones por doquier, mala suerte, personajes carismáticos, ingeniosas y atrapantes alternativas argumentales, delirantes circunstancias que se acercan más a la ciencia ficción que a la acción pura, bastantes guiños sexuales y religiosos con humor, un villano rancio pero simpático en su psicosis, un policía traumado pero temerario a la hora de dar porras, una adictiva estética para que los efectos especiales estén en el ambiente propicio para ser desplegados, y un crudo conflicto existencial de identidad donde los personajes deben soportar, llevar y ver en el espejo la cara de sus enemigos.
En Face/Off encontramos también elementos propios del thriller, el drama y de la ciencia-ficción, así como un toque de comedia para complacer y hacer reír con chistes groseros al público masculino al que mayoritariamente va dirigida.
Pero también vemos futuro, vemos la realidad que hoy existe en la cirugía estética, sus pros y sus contras.
En la parte interpretativa, vemos el personaje principal, con la cara del villano descubre que no todo en el mundo de éste es malo, y que hay cosas que debería apreciar como la amistad de sus compinches, el amor de su pareja o a su hijo, lo cual a mi consideración es la parte más interesante de Face/Off.
En Face/Off los personajes interpretados por Nicholas Cage y Alessandro Nivola dan vida a los hermanos Castor y Pollux Troy.
Curiosamente estos hermanos existieron en la mitología griega, eran los hermanos de Helena de Troya y eran inseparables.
En la mitología el hermano que muere antes era Castor y Pollux quedó desconsolado.
En Face/Off es Pollux el que muere y Nicholas Cage es el que queda abatido tras la muerte de su hermano.
Pasajes memorables de Face/Off, todos los que reflejan el intercambio de las personalidades, por muy bufonescas que parezcan ser, pero también destaco:
La cueva de ladrones con su fiesta y caja de “dulces”
El reflejo “Cage” en el espejo como tratando de encontrarse a si mismo dentro de un cuerpo extraño.
El reencuentro matrimonial, “tierno”
El padre “aconsejando” a la hija y dándole tratamiento rudo al novio de está, etc.
“Only one will survive”
La apariencia del ser humano antes sus semejantes ha sido una de sus preocupaciones prioritarias y tal vez la que más repercusiones ha tenido sobre el desarrollo de las diferentes civilizaciones, ya que como consecuencia del culto a la apariencia, el ser humano ha tenido muchos conflictos, algunos de los cuales han evolucionado hacia francas confrontaciones armadas.
El deseo de aparecer normal o estéticamente aceptable es más antiguo que la cirugía plástica.
La ética puritana, que dominaba hasta hace pocos en nuestra cultura y que desaprobaba el narcisismo, se está derrumbando con rapidez.
La popularidad creciente de la cirugía plástica ha creado, desafortunadamente, una atmósfera carnavalesca, evidente en las sociedades de consumo donde a través de los mensajes publicitarios de las televisoras y revistas, en general los medios de difusión, han creado un patrón de belleza en la sociedad; y muchas personas, si no cumplen este patrón de belleza se sienten inconformes con ellas mismas.
Es recomendable establecer criterios claros para la selección de los pacientes que acuden a solicitar los servicios de cirugía plástica estética.
El cirujano debe buscar los factores de personalidad que acrecientan el deseo de mejorar físicamente.
Una persona inteligente, preferiblemente educada, que sepa escuchar y entiende con claridad los pros y los contras, es un buen candidato.
Individuos que presentan un problema físico objetivo, acerca del cual tienen un interés razonable pero no neurótico, son buenos candidatos.
Personas cuyo trabajo le exige un aspecto de bienestar y dinamismo, que debe competir con personas más jóvenes, también es un buen candidato.
Pero Face/Off es acción al límite, un duelo, un cuerpo, un rostro…
Solo es la envoltura…
Face/Off es el verdadero duelo del yo…
Contra el sufrimiento…
Contra la ignorancia.
Face/Off profundiza todos los miedos, todas las incapacidades, todas las limitaciones… la imperfección como ser humano.
Una cirugía facial no es suficiente para esconder la deformidad del alma.
Una cirugía espiritual es lo único que puede renovar al ser perdido.
“To destroy your enemy, you must find him, face him, and then... become him”
La apariencia juega un papel importante en las interrelaciones humanas y en ocasiones ha estado asociada incluso al éxito profesional y social.
En el pasado, la cirugía plástica se examinaba con una óptica que desdibujaba el sentido esencial de los propósitos que con ella se persiguen.
Hay quienes afirman que la cirugía plástica estética no tiene finalidad curativa y se ha llegado al extremo de afirmar que se sale del campo de la medicina para entrar en el de la vanidad y la ilusión.
Es a partir de la Primera Guerra Mundial que la cirugía plástica comenzó a definirse como especialidad quirúrgica; y es alrededor de los años 1960 y los 70 que llegó a su edad de oro, que perdura hasta nuestros días gracias a la incorporación de nuevas técnicas y al perfeccionamiento de otras.
El termino «plástica» proviene del griego plastiké que significa «formar» o «apto para ser moldeado»
En un sentido más amplio, significa crear, moldear, construir.
En este vocablo se hallan bien conjugadas la parte reconstructiva y la estética de esta especialidad.
La cirugía plástica es entonces, la especialidad quirúrgica que trata de la reconstrucción funcional y estética de los tejidos.
Si bien es cierto que esta especialidad comenzó tímidamente manipulando la piel, hoy abarca todas las regiones de nuestro organismo.
Podemos decir que es la especialidad quirúrgica más extensa.
Hasta tal punto ello es así que ha obligado a súper especializarse:
Cirugía estética, cirugía reconstructiva, cirugía de la mano y miembro superior, cirugía craneofacial, cirugía de la piel por quemaduras, cirugía de los órganos genitales externos, etc.
Actualmente, estamos convencidos de que la cirugía plástica no es una especialidad de menor importancia, pues ella cumple un papel central en la apariencia del individuo como ser biopsicosocial.
Por tanto, la imagen tiene un gran significado dentro de las interacciones humanas, debido a que contribuye a sembrar en las personas nuevas esperanzas e ilusiones de llevar una vida sana, participativa y socialmente competitiva.
En el año 2005 se realizó el primer trasplante parcial de cara en el mundo, realizado en el Complejo Hospitalario Universitario de Amiens, Francia.
En 2009, el primer trasplante de cara incluyendo mandíbula y lengua, realizado en el Hospital La Fe de Valencia, España, por el Dr. Pedro Cavadas.
En 2010, el segundo trasplante de cara realizado en España, y noveno del mundo.
La intervención tuvo lugar en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y fue coordinada por el cirujano plástico Pedro Tomás Gómez Cía.
Un trasplante de cara es un injerto de piel que implica reemplazar alguna parte de la cara de un paciente por la cara de un donante muerto.
Podrían beneficiarse del procedimiento las personas con malformaciones faciales a causa de quemaduras, traumatismos, enfermedades o malformaciones congénitas.
La alternativa a un trasplante de cara es trasladar la propia piel de la espalda, nalgas o muslos del paciente a su cara en una serie de muchas operaciones para recuperar las funciones normales, aunque claro está de forma limitada.
Esta manera da como resultado una cara con escasa o nula movilidad y sin sensibilidad, a menudo comparable con una máscara.
El Dr. L. Scott Levin, jefe de cirugía plástica y reconstructiva del Duke University Medical Center ha descrito el procedimiento como:
"el Área más importante de la investigación reconstructiva"
El 22 de abril de 2010, un portavoz médico del Hospital Universitario Valle de Hebrón de Barcelona, España anunció que se había realizado con éxito el primer trasplante total de cara en el mundo, intervención realizada el 20 de marzo por 25 profesionales y que duró 30 horas.
El paciente fue un hombre joven que sufría deformidad severa en el rostro causada por un traumatismo, la cual le impedía respirar adecuadamente tanto por la nariz como por la boca.
El procedimiento de obtención de tejidos faciales del donante finalizó con la reconstrucción de su rostro en forma de máscara, una réplica de su propia cara.
Los tejidos obtenidos fueron colocados en líquidos de preservación, un proceso idéntico al de los órganos en espera para ser implantados.
Según palabras del coordinador de la operación, al paciente no se le habría trasplantado la cara de otro individuo, señalando que ésta intervención se basó en la implantación de médula ósea, diferenciándose de las anteriormente realizadas.
El procedimiento consiste en una serie de operaciones que requieren equipos de especialistas que vayan alternándose.
Teniendo en cuenta el tipo de tejido, edad, sexo y color de la piel, se quita y se sustituye la cara del paciente, incluida la grasa subyacente, los nervios y los vasos sanguíneos, pero ningún músculo.
La cirugía puede durar entre 8 y 15 horas, seguidas por una estancia en el hospital de entre 10 y 14 días.
Un equipo médico extraería la cara del donante, en muerte cerebral con latido cardiaco, mientras simultáneamente el otro prepararía los vasos sanguíneos y las estructuras que se van a reconstruir del paciente receptor.
Tras ello habría que conectar el rostro del donante a ocho vasos sanguíneos, cuatro arterias y cuatro venas del receptor, para que la piel reciba la sangre con el oxígeno y los nutrientes que necesita.
Esta misma operación sería necesario realizarla con los nervios que controlan los movimientos faciales de la cara y la capacidad sensitiva.
Después del procedimiento es necesaria la toma de medicamentos durante el resto de la vida para suprimir el sistema inmune propio del paciente y para prevenir el rechazo.
La inmunosupresión a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar infecciones peligrosas, dolor de riñón y cáncer.
La cirugía puede dar lugar a complicaciones tales como infecciones que harían que la cara se volviera de color negro, y requerirían un segundo trasplante o reconstrucción con injertos en la piel.
Los efectos psicológicos del procedimiento pueden incluir remordimiento, decepción, pena o culpabilidad hacia el donante.
El trasplante no da a la cara del paciente el aspecto de la cara del donante difunto porque la musculatura y los huesos subyacentes son diferentes.
Los movimientos faciales son provocados por el cerebro, así que la personalidad expresada con la cara recuerda a la del paciente.
El donante sólo transfiere la piel de la cara, no la forma tridimensional ni la personalidad que expresa.
En el Reino Unido, los problemas psicológicos y la alta probabilidad de un fallo técnico en una operación tan novedosa han impedido que se apruebe este procedimiento.
Las autoridades sanitarias francesas dieron luz verde a la operación en agosto de 2009.
En 2004, un médico español propuso practicar un trasplante de cara, pidiendo un dictamen.
En marzo de 2005 el Comité de Ética del Colegio de Médicos de Madrid le respondió que el trasplante podía provocar problemas de identidad en el receptor y que si fracasaba, la nueva cara no se podía eliminar.
¿Irreal?
¿Fantasioso?
“In order to catch him, he must become him”
Face/Off es una película de acción dirigida por John Woo de 1997 y protagonizada por John Travolta, Nicolas Cage, Joan Allen, Gina Gershon, Alessandro Nivola, Dominique Swain, Nick Cassavetes, Colm Feore, Margaret Cho, CCH Pounder, James Denton, Matt Ross, John Carroll Lynch, Harve Presnell, Robert Wisdom, Thomas Jane y Chris Bauer.
Face/Off estuvo nominada al Oscar como mejores efectos de sonido pero perdió contra TITANIC.
Face/Off cuenta cómo un agente del FBI asume la apariencia física de su peor enemigo con el objetivo de parar un plan terrorista, y al mismo tiempo cómo el enemigo luego se convierte en él.
John Woo, el esteta de la violencia de Hong-Kong vuelve a abusar del slow motion, empleando en su exposición claves poéticas y abundancia de simbología en la identidad y la correspondencia entre sus personajes principales, para poner en imágenes este intenso y apreciable thriller de acción, que cuenta con un estupendo duelo interpretativo entre sus dos estrellas masculinas y una aceptable, aunque insuficiente, penetración en las motivaciones y psiques de los caracteres que éstos interpretan.
Face/Off es el clásico enfrentamiento entre el bien y el mal, pero estableciendo esta confrontación de una manera en principio curiosa:
Intercambiando sus físicos y conservando sus personalidades, con la consiguiente confusión, apesadumbramiento sentimental y el interesante trueque entre los distintos puntos de vista, siento éstos afectados por la relación previa entre ellos.
El argumento de Face/Off está conseguido y elaborado para ganar en intensidad, claro que la lógica en muchas ocasiones debe hacerse a un lado para no entrar en conflictos con la narración, pero como es un producto de acción novedoso y sin mayores pretensiones que las de impactar y entretener se le puede entonces dejar pasar sus deslices licenciosos.
Face/Off es un tanto extensa en su metraje, pero no decae nunca en enjundia y siempre resulta dinámica y adictiva en sus propuestas donde un cambio de identidad acarreará muchas situaciones absorbentes y desbordantes de magnetismo.
Face/Off traza otro aspecto discursivo tal como la superación del trauma de la pérdida de un hijo o el asumir y canalizar el odio de venganza contra aquellos que han causado daño.
Pero el objetivo aquí es el de lograr un pasatiempo rimbombante plagado de vértigo, violencia, tiroteos, peleas cuerpo a cuerpo y explosiones por doquier, mala suerte, personajes carismáticos, ingeniosas y atrapantes alternativas argumentales, delirantes circunstancias que se acercan más a la ciencia ficción que a la acción pura, bastantes guiños sexuales y religiosos con humor, un villano rancio pero simpático en su psicosis, un policía traumado pero temerario a la hora de dar porras, una adictiva estética para que los efectos especiales estén en el ambiente propicio para ser desplegados, y un crudo conflicto existencial de identidad donde los personajes deben soportar, llevar y ver en el espejo la cara de sus enemigos.
En Face/Off encontramos también elementos propios del thriller, el drama y de la ciencia-ficción, así como un toque de comedia para complacer y hacer reír con chistes groseros al público masculino al que mayoritariamente va dirigida.
Pero también vemos futuro, vemos la realidad que hoy existe en la cirugía estética, sus pros y sus contras.
En la parte interpretativa, vemos el personaje principal, con la cara del villano descubre que no todo en el mundo de éste es malo, y que hay cosas que debería apreciar como la amistad de sus compinches, el amor de su pareja o a su hijo, lo cual a mi consideración es la parte más interesante de Face/Off.
En Face/Off los personajes interpretados por Nicholas Cage y Alessandro Nivola dan vida a los hermanos Castor y Pollux Troy.
Curiosamente estos hermanos existieron en la mitología griega, eran los hermanos de Helena de Troya y eran inseparables.
En la mitología el hermano que muere antes era Castor y Pollux quedó desconsolado.
En Face/Off es Pollux el que muere y Nicholas Cage es el que queda abatido tras la muerte de su hermano.
Pasajes memorables de Face/Off, todos los que reflejan el intercambio de las personalidades, por muy bufonescas que parezcan ser, pero también destaco:
La cueva de ladrones con su fiesta y caja de “dulces”
El reflejo “Cage” en el espejo como tratando de encontrarse a si mismo dentro de un cuerpo extraño.
El reencuentro matrimonial, “tierno”
El padre “aconsejando” a la hija y dándole tratamiento rudo al novio de está, etc.
“Only one will survive”
La apariencia del ser humano antes sus semejantes ha sido una de sus preocupaciones prioritarias y tal vez la que más repercusiones ha tenido sobre el desarrollo de las diferentes civilizaciones, ya que como consecuencia del culto a la apariencia, el ser humano ha tenido muchos conflictos, algunos de los cuales han evolucionado hacia francas confrontaciones armadas.
El deseo de aparecer normal o estéticamente aceptable es más antiguo que la cirugía plástica.
La ética puritana, que dominaba hasta hace pocos en nuestra cultura y que desaprobaba el narcisismo, se está derrumbando con rapidez.
La popularidad creciente de la cirugía plástica ha creado, desafortunadamente, una atmósfera carnavalesca, evidente en las sociedades de consumo donde a través de los mensajes publicitarios de las televisoras y revistas, en general los medios de difusión, han creado un patrón de belleza en la sociedad; y muchas personas, si no cumplen este patrón de belleza se sienten inconformes con ellas mismas.
Es recomendable establecer criterios claros para la selección de los pacientes que acuden a solicitar los servicios de cirugía plástica estética.
El cirujano debe buscar los factores de personalidad que acrecientan el deseo de mejorar físicamente.
Una persona inteligente, preferiblemente educada, que sepa escuchar y entiende con claridad los pros y los contras, es un buen candidato.
Individuos que presentan un problema físico objetivo, acerca del cual tienen un interés razonable pero no neurótico, son buenos candidatos.
Personas cuyo trabajo le exige un aspecto de bienestar y dinamismo, que debe competir con personas más jóvenes, también es un buen candidato.
Pero Face/Off es acción al límite, un duelo, un cuerpo, un rostro…
Solo es la envoltura…
Face/Off es el verdadero duelo del yo…
Contra el sufrimiento…
Contra la ignorancia.
Face/Off profundiza todos los miedos, todas las incapacidades, todas las limitaciones… la imperfección como ser humano.
Una cirugía facial no es suficiente para esconder la deformidad del alma.
Una cirugía espiritual es lo único que puede renovar al ser perdido.
“To destroy your enemy, you must find him, face him, and then... become him”
Comentarios
Publicar un comentario