Pathology

“Every body has a secret”

La patología humana, es la rama de la medicina que auxilia a la administración de justicia.
Determina de forma sólida, la causa y circunstancias de la muerte, valiéndose del estudio histológico de las piezas biológicas, obtenidas de cadáver, identificando las alteraciones estructurales en los tejidos.
El laboratorio de patología por su parte, funciona como un auxiliar del Perito Médico Forense, cuando los aspectos macroscópicos de la autopsia no son claros, y requieren de un análisis microscópico, para determinar la causa de la muerte.
Por tanto, la medicina forense, es una práctica exacta, que requiere de una comprobación científica en todos los aspectos, no dejando ninguna duda respecto al diagnóstico en la causa de muerte; pues se encarga de investigar la causa y manera de muerte de personas de interés judicial, y responder en forma científica, las interrogantes sobre la muerte de las personas.
El laboratorio de anatomía patológica, se encarga de realizar el análisis macroscópico y microscópico en los diversos tejidos, obtenidos durante el proceso de necropsia, en el que el 98% de casos revisados, se obtiene un diagnóstico de causa de muerte, así como determinación de los siguientes casos:
Determinación de lesiones ante “mortem” y “post mortem”, y su cronología.
Identificación de la presencia de espermatozoides en supuestos casos de violación vaginal, anal, o bucal.
Establecer histológicamente el sufrimiento fetal y de muerte “in útero”
Diagnóstico de embarazo, aborto, y sus complicaciones.
Diagnóstico de zonas de entrada y de salida, de quemaduras por paso de corriente eléctrica.
Búsqueda de Infarto al Miocardio, con técnica de “Trifenil Cloruro de Tretazolio”, histoquímica.
En fragmentos de piel, con probable lesión por disparo de arma de fuego, identificación de granos de pólvora, y metales.
En general todas las muertes violentas, sean:
Homicidios, suicidios, accidentes; muertes súbitas, muerte natural sin tratamiento médico reciente, muerte natural con tratamiento médico, pero ocurrida en circunstancias sospechosas; muertes de madres con abortos sospechosos de ser provocados, productos de abortos sospechosos, víctimas de infanticidios, muertes de personas detenidas en centro de corrección, o prisiones; muertes de personas que exista litigio por riesgo profesional, y cadáveres para ser inhumados en el extranjero.
Todo ello, bajo un estricto profesionalismo médico…
¿Qué pasa si no es así?
“There's no such thing as guilty.
There's just the fear of getting caught”
Pathology es una película de terror, del año 2008, dirigida por Marc Schölermann.
Protagonizada por Milo Ventimiglia, Alyssa Milano, Michael Weston, Lauren Lee Smith, Dan Callahan, Johnny Whitworth, Mei Melancón, Keir O'Donnell, entre otros.
El guión es de Mark Neveldine y Brian Taylor, sobre asesinatos morbosos, sexo desenfrenado, desafíos intelectuales en el campo de la medicina, patologías mentales, frialdad, y extrema crueldad; en un grupo de estudiantes de medicina, que han desarrollado un juego mortal, en que uno de ellos trata de cometer un “crimen perfecto”, mientras el resto tratan de determinar la causa de la muerte.
Es decir, el desafío intelectual del juego, consiste en que mientras uno mata, los demás deben descubrir la forma en que se cometió el crimen, poniendo en juego la capacidad en los conocimientos médicos adquiridos.
Dejando al margen, que médica o científicamente lo que se cuenta, sea o no posible, Pathology, bajo su realización simplemente correcta, con aires de film modesto, pequeño, y televisivo, es angustiosa y original en la propuesta, no tanto en el desarrollo... y no que exista un grupo de forenses desquiciados, si no que gente que abre muertos un día sí, otro también, pierdan cierto equilibrio psicológico, y se diviertan con los cadáveres, convirtiéndolos en psicópatas potenciales, o profesionales de la medicina deshumanizados.
“If you could kill anyone and get away with it, who would you kill?”
El director alemán de video clips, cortos, y teleseries, Marc Schölermann, debuta en el mundo del largometraje con este film de terror y suspense, en el que se cuenta la perversa y oscura historia, que llevan a cabo los médicos residentes de una prestigiosa unidad de patología, cuando comienzan a introducirse en un juego tan peligroso como excitante; donde veremos a unos forenses amorales, que se dedican a auto suministrarse materia prima para sus disecciones.
La introducción muestra una cámara grabando caras y cuerpos, con sus bocas siendo movidas por estudiantes médicos...
Esto da una muestra de la personalidad de los personajes, luego se muestra también su comportamiento, a medida que se acercan a su muerte.
La acción toma a ese grupo de residentes estudiando patología, cuando inventan un reto:
Ver cuál de los ellos puede cometer “el perfecto e indetectable asesinato”
Así, el estudiante de la escuela de medicina, Ted Gray (Milo Ventimiglia), se gradúa de Harvard como uno de los mejores estudiantes de su clase, y se une a uno de los más prestigiosos programas de patología.
Con talento y determinación, Ted es rápidamente anunciado por el privilegiado grupo élite del programa de patología interna, que lo invita a formar parte.
Con intriga hacia sus “nuevos amigos”, comienza a descubrir secretos que nunca imaginó, y descubre que él se convirtió, inconscientemente, en un peón en su peligroso y secreto juego, de “quien comete el asesinato perfecto”
En la medida que Ted es seducido por esta macabra actividad, el peligro se vuelve real, y él debe permanecer al margen de este juego, antes que sea su siguiente víctima.
El calentorro de Grey se une, hasta que eventualmente, el líder del grupo, Dr. Jake Gallo (Michael Weston), se da cuenta que Grey está durmiendo con el zorrón de su novia, la Dr. Juliette Bath (Lauren Lee Smith), mientras Gallo se encontraba asesinando gente...
Sin mencionar que luego Grey descubre, que lo que inicialmente parecían “asesinatos de delincuentes”, son ahora sólo gente asesinada por diversión.
Cuando Gwen Williamson (Alyssa Milano), la novia de Grey lo visita para quedarse en su apartamento, Gallo, enojado por la infidelidad de su novia, decide matarla en su próximo juego…
Sin embargo, justo cuando están a punto de iniciar la autopsia de la Dr. Bath, muerta por zorra; mientras planeaban la muerte de Grey; Gallo se da cuenta que el gas ha sido soltado en la habitación, y logra escapar, sobreviviendo así a la gran explosión que tuvo lugar, cuando un miembro del grupo, encendió un tubo de metanfetamina, matándolos a todos menos a Grey, claro; que no estaba en la habitación, y es luego visto escapando de la explosión...
Después de esto, Gallo se dirige a matar a la prometida del Dr. Grey, en lo que cree que será “el asesinato perfecto”, y la asesina.
Posteriormente, al completar el reporte de la autopsia de su fallecida prometida, Grey es noqueado por Gallo, y es forzado a intercambiar insultos con él...
Por lo que Grey usa la retórica de Gallo en su contra, y luego es liberado por el patólogo, Dr. Ben Stravinsky (Keir O'Donnell), y juntos matan a Gallo, exactamente en la misma forma en que él mató a la prometida del Dr. Grey, y termina la obra.
La parte interesante, es sin duda el macabro juego que los personajes llevan a cabo, sádico, y fuera de toda disciplina médica, donde los diferentes personajes se pondrán a prueba, los unos a otros, y donde no faltaran las correspondientes escenas, en las que se conjuga:
El erotismo, la paranoia, y las drogas de diseño, con las autopsias, vísceras, y una gran parte de locura.
Pero lo que no me ha terminado de gustar, y por eso le resto puntaje, es el introducir determinados elementos eróticos, y de sensualidad, con chica de por medio siempre, que mete en problemas al protagonista de turno.
Esto hace que en el fondo, Pathology vaya por unos derroteros tópicos que hemos visto muchas veces:
Eso de chico con pareja, llega a facultad, se hace amigo del “tonto”, pero luego llama la atención de los malos, por lo que termina siendo atraído hacía el “lado oscuro”, hay infidelidad, redención, y muertes, etc.
Y es que Ted tiene un gran futuro en la patología forense, y se pasa una noche de fiesta con sus nuevos compañeros, unos auténticos zumbados, absolutamente inverosímiles, a cada cual más patético y estereotipado, y de repente, de un día para otro, Ted se convierte en un asesino en serie, así sin más, y decide tirar su vida por el retrete, sabe dios porqué… ya podían haber profundizado un poco en su cambio de actitud, que nos den al menos un “por qué”
Pero la cosa no se acaba aquí, “los profesionales patólogos” no solo se dedican a matar gente, que por cierto se supone que llevan tiempo haciéndolo, y no hay ni la más mínima sospecha de parte de las autoridades... es decir, se asesina a diestra y siniestra, y no hay ni policía, ni detectives, ni investigación.
Una idea interesante, que Pathology pasó por obvia, es cómo empezaron ese juego que se tienen montado, cómo se convencieron, unos a otros, para ponerlo en práctica, etc., pero como no hay ideas para explicar semejante cosa, y no había otra forma de construir a semejantes personajes del todo imposibles, los ponemos a todos como unos enfermos yonquis, adictos al sexo, y demás, así nos ahorramos explicaciones, cuanto más enfermos, más creíbles.
¿Cómo se graduaron y llegaron a lo más alto de la medicina patológica?
No se sabe…
Y es que Pathology gusta mostrar que las drogas y el sexo, con las típicas doctoras cachondas y malévolas que se cepillan cualquier cosa, como enganche del espectador; y como no, el líder del grupo, el malo maloso, es súper masoquista, vengativo, y súper poderoso que aguanta un estallido de gas…
Pathology, pues, es sólo recomendable, si uno gusta de crímenes escabrosos y truculentos, donde lo que importa no es el qué, sino el cómo, por tanto, el fondo se pierde, aunque la forma es regular, nada nuevo que aporte.
Del reparto, Milo Ventimiglia está correcto, sin más atractivo que mostrar su evidente belleza; mientras Alyssa Milano no convence ni impresiona, usada cual florero decorativo que está en el rincón al que casi nadie mira, totalmente desaprovechada, aunque tampoco en una buena actriz que valga la pena ver…
Y el antagonista, Michael Weston, absolutamente formulado, que hacen que todos los actores, bien pasen por una película de comics, no por lo graciosa, sino por los buenos contra malos, en una trama que pudo ser interesante, y que no fue, resultando totalmente innecesaria.
“Let's take a look inside”
¿Cuántas posibilidades hay, de que todos tus compañeros sean una banda de psicópatas?
¿Cuántas posibilidades hay, de que el niño bonito, serio, y trabajador, se una a ellos?
¿Cuántas posibilidades hay, de que además, todos sean unos borrachos, drogadictos, y adictos al sexo?
Desde la base de que todos somos “como animales”, y poseemos un instinto asesino dormido por las normas implícitas de convivencia que nos marca la sociedad, todo es posible…
¿Qué es el fetichismo, el sadismo, el exhibicionismo?
¿En qué conciernen a todos, estas y otras peculiaridades?
¿En qué consisten exactamente, más allá de los tópicos o estereotipos, esta serie de términos que están en el lenguaje común, y forman parte de la cultura general?
Según lo señala una publicación del Instituto Científico de Sexología de España, estas peculiaridades, no son trastornos ni enfermedades; y sin embargo suelen circular como “anomalías”, en ocasiones, repletas de connotaciones de patología y peligro.
“La carencia de una denominación precisa, ha contribuido a que estas peculiaridades eróticas, hayan sido conceptualizadas de muy diversas formas, en función del punto de mira, o el interés desde el cual han sido contempladas.
En el marco del hecho sexual humano, el concepto de peculiaridad indica, de por sí, una cualidad genérica, y es usado para significar el carácter o rasgo propio de los sujetos, como tales, sujetos sexuados.
El adjetivo “erótica” que acompaña al sustantivo “peculiaridad”, específica esta clase de peculiaridades relativas a los deseos de los sujetos, como sujetos sexuados.
Las “peculiaridades eróticas”, como todo valor humano, pueden estar asociadas a algunos riesgos, pero importa pensar estos valores por sí mismos, antes de adelantar acumulaciones de riesgos o peligros.
Si es cierto que todo puede darse en cualquier dimensión de la condición humana, se diría que, en ésta de ser sujeto sexuado, la hinchazón se ha exagerado de forma desproporcionada y extrema, en una dirección de peligro, por el propio pensamiento que la ha llevado en esa dirección de riesgo.
Por encima de todos estos rasgos señalados, sobresale su carácter chocante o sorprendente.
O, más bien, insinuador e incitante.
En definitiva, atractivo y atrayente.
Hay cosas que rechazamos porque nos repugnan, otras porque nos aburren, y otras, las menos, porque hemos razonado que son inconvenientes.
Pero si todo lo anterior falla, siempre nos queda rechazar la cosa “porque no es normal”, indica el reporte.
No obstante, cabe señalar, que los modos de conducta que no nos son inherentes, pueden ser adquiridos por el ambiente en que nos desarrollamos, más en los casos donde el cansancio, el trabajo arduo, el stress, la angustia, la soledad, nos ataca, y nos invade, haciéndonos perder la razón, y ocultándose en el desahogo, como lo es el sexo y sus derivados para satisfacción sexual.

“When I think about them, you know, out there, in their rooms, on the streets, utilizing public transportation, downloading pornography, ordering their lives out of catalogues, cashing welfare checks, the whining, bitching, moaning, suing, copulating, and multiplying, it makes me sick.
What we need, brothers and sisters, is less of them and more of these”



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