The Counselor

“You are the world you have created.
And when you cease to exist, that world you have created will also cease to exist”

Queremos ser “dueño y señor de nuestro destino”, queremos ser ricos, espléndidos, hermosos, arrogantes, “en la cresta de la ola”, inmaculados, e irradiar una imagen de éxito, de fulgor, y de inmortalidad.
Pero somos pasto del olvido, y somos débiles y maleables, y la avaricia nos lleva a perder de vista, que somos meras marionetas zarandeadas por un destino que nos guarda, con cartas marcadas, alguna jugada maestra que lleva al traste el mejor de los planes, y el más estudiado y controlado de los ardides.
Tras toda fachada aparente, aparece un fondo que nos ofrece las dobleces y los sinsabores de la ambición, de la venganza, de la desmesura, la codicia, y la lujuria.
Creemos, en nuestra ingenuidad, que podemos dominar a la bestia, y que sólo queremos transitar el lado oscuro, una única vez, tan solo por un rato, durante un fragmento ínfimo, y mínimo de nuestras vidas, como si pudiéramos someter los entresijos del mal, como si los infaustos presagios, nunca fueran a cumplirse, y estuviéramos vacunados contra la hecatombe de la desdicha.
La avaricia, es pues el afán, o deseo desordenado de poseer riquezas, bienes u objetos de valor abstracto, con la intención de atesorarlos para uno mismo, mucho más allá de las cantidades requeridas para la supervivencia básica, y la comodidad personal.
Se le aplica el término, a un deseo excesivo por la búsqueda de riquezas, estatus, y poder.
La codicia, por su parte, es el afán excesivo de riquezas, sin necesidad de querer atesorarlas.
La codicia, o a veces la avaricia, se considera un Pecado Capital.
Como concepto psicológico y secular, la avaricia es un deseo desordenado de adquirir, o poseer más de lo que uno necesita.
El grado de perturbación mental, está relacionado con la incapacidad de controlar la reformulación de “deseos”, en el momento que las “necesidades” son eliminadas.
Erich Fromm, describe la avaricia, como “un pozo sin fondo, que agota a la persona, en un esfuerzo interminable de satisfacer la necesidad, sin alcanzar nunca la satisfacción”
Por lo general, el término se utiliza para criticar a aquellos que buscan la riqueza material excesiva, pero también, es aplicable en situaciones donde la persona siente la necesidad de sentirse por encima de los demás, desde un punto de vista moral, social, o de otra manera.
En efecto, al tratarse de un deseo insidioso, por querer tener más y más, a cualquier costo, tanto que sobrepasa los límites de lo ordinario, y de lo lícito, se califica con este sustantivo, actitudes peyorativas en lo referente a las riquezas.
La codicia y la avaricia, son términos que describen muchos otros ejemplos de pecados, por ejemplo:
La envidia.
Estos incluyen deslealtad, traición deliberada, especialmente para el beneficio personal, como en el caso de dejarse sobornar.
“Caminante, no hay camino.
Se hace camino al andar”
The Counselor es una película de acción y suspenso, del año 2013, dirigida por Ridley Scott.
Protagonizada por Michael Fassbender, Penélope Cruz, Cameron Diaz, Javier Bardem, Brad Pitt, Bruno Ganz, Rosie Perez, Sam Spruell, Toby Kebbell, Édgar Ramírez, Rubén Blades, Natalie Dormer, Goran Visnjic, Fernando Cayo, Dean Norris, John Leguizamo, Velibor Topic, Giannina Facio, entre otros.
El guión es de Cormac McCarthy, en su primer guión cinematográfico, que refleja la crueldad del mundo del narcotráfico, la avaricia del ser humano, que “el hombre es un lobo para el hombre”, cuyo tema principal es la avaricia desmedida y sin fondo.
Por dinero se hace todo, se mata y se muere, con la facilidad de un pestañeo.
Todas sus obsesiones, están aquí:
El poder, el destino, el mal, la violencia, y el deseo.
En 2012, McCarthy vendió el guión original de su autoría, “The Counselor”, a Nick Wechsler, Paula Mae Schwartz, y Steve Schwartz, que previamente habían producido la adaptación cinematográfica de “The Road” (2009)
El libreto, posteriormente, se transformó en la película homónima, dirigida por Ridley Scott.
Como dato, el vestuario es Armani y Versace; y se desarrolla en la frontera México-estadounidense, pero fue filmado en España y Estados Unidos.
Sin embargo, el 20 de agosto de 2012, Ridley Scott detuvo la producción de la película, debido a la muerte de su hermano, Tony Scott; y volvió a Londres para reanudar la producción, el 3 de septiembre.
Así las cosas, un respetado abogado (Michael Fassbender), de quien no sabemos el nombre, decide participar por primera vez, en una operación de tráfico de drogas en la frontera mexicana, con el fin de conseguir dinero suficiente para casarse con su novia, Laura (Penélope Cruz)
Sus contactos con los cárteles son:
Reiner (Javier Bardem), un capo de la droga, muy enamorado de su chica, la sexy y ambiciosa, Malkina (Cameron Diaz); y Westray (Brad Pitt), un intermediario amigo suyo.
Pero todo sale mal, el resto de la acción, es observar su viaje hacia la resignación, mientras los demás le dan consejos que no quiere escuchar, y no le ofrecen aquellos consejos que sí pide…
McCarthy, nuevamente nos cuenta una historia, en la cual la violencia es el eje central de las relaciones entre los personajes, dejando de manera manifiesta, que la violencia es inherente a cualquier ser vivo, y que siempre ha habido violencia, y siempre va a haber, siempre gracias a la mano del hombre, si nos referimos a los conflictos del hombre.
¿Cuál es el punto?
Como dice El Jefe del Cartel:
“Tenemos que aceptar la realidad del mundo surgido de nuestras acciones”
El mundo es así, quiérelo o no.
El mundo es producto del hombre.
¿El azar también?
Digo, si nos quedamos todos quietos:
¿Ocurrirían coincidencias?
“She is probably more courageous than you imagine”
The Counselor es un “thriller” rutilante, un relato negrísimo, pesimista, y con un potente toque de existencialismo, todo marca de McCarthy.
Como no, también tiene una constante atmósfera salaz, haciéndome pensar que, más que un filme sobre la violencia, como algo inevitable e indeleble a la conducta humana, estamos ante un filme sexual.
Tenemos la sexualidad carnal del inicio, la sexualidad de casi todos los diálogos, y la sexualidad sugerida que tiene el monólogo final de Malkina…
Violencia y sexualidad, lo erótico de la violencia, o la elegancia de la misma.
The Counselor va, sobre un hombre que asesora “legalmente” a criminales.
Casi lleva una doble vida; en una, pasa ratos románticos con su esposa; y en la otra, aconseja a gente que mata.
Pero un día recibe propuesta en la que puede ganar mucho dinero, y acepta.
Pero las cosas no salen bien; y The Counselor nos muestra lo que le ocurre al personaje, cuando traspasa una barrera muy importante de la profesión:
No involucrarse directamente en los delitos de los clientes.
Esto lo expondrá, a las fatales consecuencias del mundo al que acaba de adentrarse, incluida la amenaza de los carteles de droga mexicanos.
Partamos diciendo, que The Counselor no es una historia moralista.
Los problemas que sufre el protagonista, a lo largo del metraje, no son producto del mero hecho de involucrarse en el tráfico de drogas, ni existe al final un desenlace que sirva como moraleja sobre lo bueno, y lo malo.
El error del abogado, no consistió en involucrarse en este negocio tan turbio, sino que en haberlo hecho, sin tener las herramientas ni la experiencia necesarias.
En este sentido, el mensaje es bastante pesimista.
El protagonista, no es una persona intachable, de todas maneras, es una persona que posee un cierto “código moral”, y que busca cuidar las apariencias.
Como los impecables ternos que ocupa, el abogado busca proyectar una imagen pulcra, sin manchas.
Pero esto no le servirá demasiado, ya que en el mundo donde está inmerso, su apariencia de moralidad, no lo salvará del sufrimiento.
De hecho, es precisamente su estilo de vida, relativamente respetable, el que termina perjudicándolo.
Y se ve más expuesto a las consecuencias indeseadas del negocio.
Otro de los elementos presentes, es la forma en que son vistas las mujeres.
Los personajes femeninos, son presentados como objetos de deseo, con especial énfasis en la palabra “objeto”
Así como la lujosa casa de Reiner, o el diamante que el abogado compra como anillo de compromiso, sus respectivas parejas son una adquisición más.
Esta forma de ver a las mujeres, solo como objetos, también se encuentra en un hecho que recorre de forma subterránea a la historia.
Al estar ambientada en la frontera entre Estados Unidos y México, en algunas escenas, se hace referencia a los masivos asesinatos de mujeres que ocurren en Juárez.
Las muertes, forman parte de esta visión que se tiene de las mujeres, como algo desechable, que se cometen con el fin de satisfacer un macabro deseo de entretenimiento.
Esta idea, es replicada en The Counselor, donde el personaje de Westray explica, “que los asesinatos son realizados por encargo de millonarios, que entre tantos lujos, debieron recurrir a otras formas de diversión”
Caso aparte, es el de Malkina, una inmigrante de Barbados, y pareja de Reiner; que es mentirosa patológica, y sociópata, que ahora vive la gran vida, después de escapar de un pasado sórdido como bailarina exótica.
Con una apariencia extravagante, que incluye unas manchas de leopardo tatuadas en la espalda, e incluso un diente de oro, el personaje se nos presenta como una mujer superficial, e impredecible.
Su nombre proviene de “Grimalkin” que significa “gata de mala suerte”
Ella misma, es el ejemplo claro de la codicia:
Se le da por atributo un lobo hambriento.
Entre los poetas, Tántalo es el emblema del avaro.
Para expresar que solo hace bien cuando muere, los italianos la han dado por divisa una víbora, con estas palabras:
“Offende viva, e risana morta” o “Hiere cuando vive, y después de muerta cura”
Se la puede también representar, con una mujer que se aparta de un cuerno de la abundancia; en este caso, “un guepardo”
Malkina se ve en sí misma como una cazadora, que puede devorar todo lo que ella quiera.
Al decir “me muero de hambre”, deja en claro que va a volver a atacar a alguna presa, o sea, que va a robar a alguien, que bien puede ser el mismo hombre de negocios del final.
Ella esconde sus cicatrices psicológicas, a través de su apariencia, llevando grandes joyas, y ropas extravagantes para llamar la atención sobre sí misma.
A través de ciertas escenas de diálogo, descubrimos que posee un pasado tétrico, que la han transformado en una persona muy calculadora.
Sin escrúpulos que la detengan, la mujer se ve a sí misma, como una depredadora, que hará lo que sea para obtener a su presa.
La mujer incluso, posee dos leopardos de mascota, Raoul y Silvia, a los cuales adorna con lujosos collares.
Como dato, el personaje de Malkina, era originalmente para Angelina Jolie, pero dejó el proyecto, y el papel pasó a Cameron.
Al igual que Laura, Malkina es vista por su pareja, como un accesorio que debe ser mantenido a través de lujos y sexo.
El negocio del abogado y Reiner, es realizado al margen de sus novias, tanto por considerarlas poco aptas para entenderlo, como por una desconfianza hacia ellas.
La diferencia es que Malkina no se conforma con esto, y se rebela contra esta imagen que se tiene de la mujer, de una manera brutal.
Pese a una cierta exageración en la actuación de Cameron Diaz, que la acerca a un rol de villana de telenovela, el personaje es sin lugar a dudas, uno de los más interesantes y ricos de The Counselor.
En definitiva, The Counselor es una serie de eventos desafortunados, que le ocurren al abogado, víctima de la ambición y traición de Malkina, la amante inescrupulosa de Reiner, quien al enterarse del negocio, manda a secuestrar el cargamento de droga para su propio beneficio, eliminando a su paso, a cuanta persona se cruzara en su camino.
La codicia, es uno de los grandes motores, sirviendo como motivación para las acciones de los personajes.
Esto, si bien es una idea sombría, que el dinero pueda llevar a las personas a cometer atrocidades, no produce tanto miedo, como la idea de una maldad irracional, que no obedece a principios.
El gran atractivo de la historia, recae sobre sus perfectamente caracterizados personajes.
La ignorancia e impotencia del abogado; la seguridad de Westray; la perversión y vulgaridad de Reiner; y la inocencia de Laura.
En cuanto al guion en sí, los picos más alto de la acción, recaen sobre la manera tan macabra en que se llevan a cabo los asesinatos, algunos de los cuales, son mostrados en escena, como la horripilante muerte de Westray, con ese cable tan macabro; o del joven en la motocicleta.
La manera en que está filmada la muerte de Bardem, con ese seco disparo en la cabeza, en un primer plano, es inesperada; mientras que otros son sugeridos, como la muerte de Laura, como producto de un “film snuff”
Lo “emocionante”, es lo afectado que queda el buen abogado, cuando le recitan a Machado, y le hacen llegar el DVD con el HOLA!.
Y está también en la sucesión de alegorías evidentes, en los contrastes que saltan a la vista, como las chitas desencadenadas y la mujer-felina, hambrienta; la contraposición entre el paraje árido e hirviente de México, y la frialdad elegante europea; la ternura emotiva de la novia, contra el erotismo salvaje de la amante.
Dentro de ese contexto, las reflexiones, las metáforas, y la abstracción de los pensamientos, están justificadas.
Porque si incluso, la esperanza ha sido devorada por la violencia, la única e inevitable salvación, tiene el nombre de la muerte.
Definitivamente, The Counselor no cuenta con un guión convencional, en el cual el protagonista consigue su objetivo…
Por el contrario, fracasa en su intento.
Todo lo que le pudo salir mal, le salió mal.
Inclusive, al llegar la resolución del conflicto, ni siquiera sabemos qué ocurre con el abogado, simplemente se entiende, al mostrar la victoria de Malkina, como antagonista y principal villana, que quedó emocional y económicamente arruinado; y probablemente tenga los días contados.
The Counselor tampoco posee un ritmo definido, sin poder mantener la tensión que una historia como esta necesita.
El quid se encuentra, en que intenta ser tan reflexiva, y tan profunda, que resulta lenta, enrevesada, incoherente, y a veces incluso, pesada y pedante.
La verdad es que es una película que, en un primer visionado, no te enteras muy bien de lo que pasa entre tanto diálogo; y es curioso poder afirmar, que The Counselor solo se siente “viva”, cuando somos testigos de un asesinato.
Todos los personajes, en algún momento, hacen uso de metáforas, y de un léxico complejo sin razón aparente… por lo que uno queda “fuera de base”
Son diálogos que en las páginas de una novela, sentarían de maravilla, pero que en pantalla, se tornan aburridos y, eventualmente, hacen que el espectador se pregunte, en qué momento va a suceder algo de verdad.
Las escenas se suceden idénticas con 2 personas, no más, que hablan de lo divino y de lo humano, sentados en algún sitio; y no ocurre nada.
Y llama la atención Bardem, con otro horrible peinado.
Quedan cuestionamientos:
¿Cómo consigue la rubia (Natalie Dormer), todas las claves de Westray?
Dean Norris, que tiene poco menos que un cameo...
¿Por qué?, y de paso, en ese cameo sale un cadáver dentro de un bidón...
¿Quién es?
¿Qué pinta ahí?
“The Green Hornet” (Richard Cabral) que muere decapitado:
¿Cuál es su conexión en todo esto; junto con Ruth (Rosie Perez), su madre?
Eso sí, The Counselor tiene estallidos de violencia tremendos, que animan bastante la función; así como la escena de sexo más bizarra, y la muerte más bestia que he visto nunca en el cine, tampoco es que haya visto yo en una sala de cine cosas muy “fuertes”:
La escena del Ferrari amarillo y el bagre…
Tan insólita como extrañamente sublime, una escena que por disparatada, maldita y curiosa, hace que valga la pena ver.
Y pocas veces he visto una película, que “maltratase” tanto a sus estrellas protagonistas, sobre todo gráficamente; y pues tiene escenas que rozan lo sublime, desde lo sexual, digámoslo todo.
Parece que al final de The Counselor, se intenta llegar más lejos, llevar la especulación hacia le situación general mundial:
“Vivimos una época dominada por abogados cobardes y timoratos, incapaces de asumir y decidir de verdad, de ellos solo cabe esperar carnicerías y crueldades”
“Sin Is A Choice”
Según Gordon Gekko, un inversionista del mercado de valores, valorado en más de $650 millones:
2La codicia es buena.
La codicia funciona”
Los analistas de la cultura, definieron los años 80 y 90, como “las décadas de codicia”, haciendo de la codicia, algo no solamente aceptable, sino digno de promover.
En un escandaloso intento de romantizar la codicia, miles de concursantes, recientemente compitieron para casarse con un hombre, con el que ellas nunca habían salido, y al que ni siquiera conocían, simplemente porque era “multimillonario”
¿La acumulación de dinero, realmente conduce a la felicidad?
“Continuamente encontramos, que las personas que dicen que “el dinero es lo más importante para ellas, son las más infelices”, dice Kennon Sheldon, psicólogo de la Universidad de Missouri, en Columbia.
Los investigadores encuentran, que existen “muchos elementos que los ganadores de la lotería quieren, que una vez obtenidos, en realidad no traen la felicidad duradera; sino más bien la depresión clínica de los ganadores.
La codicia, nunca es buena, ni tampoco sirve ningún buen propósito; ya que nunca podremos alcanzar todo lo que deseamos, y nos trae descontento.
Nuestra codicia, finalmente nos destruye, a medida que endurecemos nuestros corazones, ignorando las necesidades de otros.
Y finalmente, la codicia nos motiva a tomar malas decisiones, que nos hunden en la destrucción.

“Greed really takes you to the edge, doesn't it?”



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