Torrente, El Brazo Tonto de La Ley

“Ha sido uno de los mejores polvos de mi vida, y sin pagar”

José Luis Torrente, es un policía de ideología fascista, y bastante corrupto; “Ecce homo”, un energúmeno grotesco, seboso, medio calvo, políticamente incorrecto, y que además, se cree “alguien”, cuando en realidad no es más que un perdedor.
Con mucha suerte eso sí.
Sus pasiones:
El Fary, El Atlético de Madrid, y las “tías buenas”
Santiago Segura Silva, es el creador de este personaje, pero también es un actor, guionista, director, y productor de cine español, que se hizo muy popular por su pentalogía de “Torrente”; y que ha trabajado también, y en menor medida, como presentador de televisión, actor de doblaje, y guionista de historietas, siendo además, coleccionista de originales.
La idea de Torrente, surgió durante un almuerzo del propio Segura en un restaurante chino, en donde vio a un cliente, que se mostró de forma grosera con la camarera, y los familiares que almorzaban con él, se sintieron avergonzados; aunque ya había empezado a cultivarlo mientras estudiaba Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, al no ligar nada con sus compañeras.
El personaje que resultó, está plagado de influencias y referencias:
Desde “Chiquito de La Calzada” (1994), Ozores, a Paco Martínez Soria, El Inspector Clouseau de la saga “Pink Panther”, o el realismo social de Luis García Berlanga.
Y sus papeles como protagonistas, así como sus respectivas películas humorísticas, incluso podemos aventurar ver referencias de ciertos guiños a Luis Buñuel, y a su colaborador, el mexicano Luis Alcoriza.
Así pues, Segura resucitó la comedia popular, haciendo un homenaje a las películas de Landa, Ozores, y compañía; y dice haberse inspirado en seres tan despreciables y ególatras, como:
El Nerón de “Quo Vadis?” (1951), o El Jefe de Policía, Wiggum de “The Simpson”, o la actuación estelar de Orson Welles en “The Third Man” 1949, pero se trata de un perfil muy “de bar de carretera”, reconocible en cualquier bar cutre que tenga olor a gambas fritas y cerveza, con ciertas dosis de mafioso, a lo Jesús Gil, y del estilo de grandes borrachos, como el ex-presidente ruso, Boris Yeltsin; pues también posee influencias de “Roscoe Moscow” de Alan Moore.
De Torrente decir que su infancia, se sabe que tuvo su primer encuentro sexual en un burdel, a los 10 años, acompañado del, por entonces joven, tío Mauri, edad a la que también comenzó a beber, y a “vacunarse” con una potente mezcla de heroína y láudano.
Asegura, haber luchado en el Afrika Korps; tras licenciarse de policía en la primavera de un año que no recuerda, fue expulsado del cuerpo posteriormente, al parecer, después de sufrir un fuerte shock emocional, y tras un fatal tiroteo en el barrio chino, donde sus facultades mentales quedaron muy mermadas por una depresión post-traumática, de ésas tan poco comunes, entre las fuerzas del orden público, de todo el orbe.
Además, habría que añadir a su historial clínico, su estancia en un campo de trabajos forzados, tras ser capturado por los moros, y sus “leales” kéfires, en el breve espacio de unas pocas horas.
No corrieron la misma suerte, las siempre fieles tropas indígenas; valientes hombres azules del desierto que lo acompañaban, que fueron prontamente eliminadas.
Tras ello, y sin poder olvidar los episodios de limpieza étnica, que sufrieron los hasanís a manos de los dariya, se dedica a cuidar a su padre hemipléjico, y a patrullar las calles por su cuenta, actuando como una suerte de “detective privado/no colegiado, “a la estadounidense”
Aun así, él afirma ser “Policía Nacional”, para más señas.
Sin embargo, los traumas post-bélicos, seguirán acudiendo a su memoria, atormentándole.
Con posterioridad, conocerá a su nuevo vecino, Rafi, joven trabajador de una pescadería, y que no pudo entrar a la policía por problemas en la vista, aunque en realidad salte a la vista, que le falta mucho para aspirar al departamento, empezando por la estatura…
Recordar que los hechos se remontan a finales de los años 90…
Después de pillarse el dinero de una transacción comercial de 2 grupos de narcotraficantes, se muda a Marbella, en donde empieza a derrochar el dinero “ganado”, hasta que lo pierde todo en el juego.
Instala una agencia-escuela de detectives, y de nuevo se ve metido entre 2 bandas de criminales, una de ellas, liderada por su verdadero padre, Mauricio Torrente, o el tío Mauri.
Al salvar la ciudad de Marbella del ataque de un par de misiles, es reasignado al cuerpo de policía de Madrid, como “agente de tránsito”
Tras recuperar su cargo, le es encargada una misión, como cabeza de turco, para proteger a una eurodiputada italiana, Giannina Ricci, defensora del Protocolo de Kyoto, con el propósito real de asesinarla, y cargarle la responsabilidad a él.
Tras salvarle la vida, se le encarga de revisar las instalaciones de La Casa Blanca…
Años después, Solís, su compañero en la labor de protección de la eurodiputada, le recomienda para supervisar una boda de “alto standing”
Pero sale mal, y Torrente debe huir…
Luego es traicionado, y llevado a prisión por un asesinato que no cometió.
Logra escapar, y a vengarse de quien lo vendió, Rin Rin, juntos descubren la trama de Rocamora, el padre de la novia de la boda que José Luis arruinó.
Le hace chantaje, para no publicar unas fotos subidas de tono de su hija, y le pide un millón de euros, y 20.000 para su ayudante.
Finalmente, aunque logra escapar de la emboscada que Rocamora le tiende, es de nuevo conducido a prisión.
Se sabe que para el año 2018, Torrente sale de la cárcel, y se encuentra aturdido ante una España convulsa y dividida; por lo que debe encontrar respuestas en su interior, para despejar su confusión, y por ello decide convertirse en un “fuera de la ley”
Así que se propone atracar un casino, con una banda de incompetentes.
A través de un contacto de su estancia en prisión, localiza a John Marshall, la persona que se ocupó de supervisar la seguridad, cuando se planificó el principal casino-hotel de Eurovegas.
Marshall, el más indicado para planificar un golpe, le explica la necesidad de organizar una banda de especialistas, que Torrente se encargará de reclutar entre sus “contactos”
Así pues, este personaje, Torrente, ha tenido varios intentos de ser adaptado a otros países, como Estados Unidos o Francia, además de que existen 2 calles en España que llevan su nombre.
A pesar de ello, la crítica lo valora negativamente, y dice de él, que sus papeles son de índole comercial, por lo que Segura respondió a esto:
“Cuando me dicen este tío es muy comercial, no me ofendo, al contrario, le digo:
Hombre, muchas gracias”
Si bien, matizó que todos los profesionales del sector quieren hacer de Torrente.
“¿Nos hacemos unas pajillas?
Pero sin mariconadas, ¡eh!”
Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, es una comedia española, escrita y dirigida por Santiago Segura, en el año de 1998.
Protagonizada por Santiago Segura, Javier Cámara, Neus Asensi, Chus Lampreave, Tony Leblanc, Julio Sanjuán, Jimmy Barnatán, Darío Paso, Nuria Carbonell, Daniel Monzón, Carlos Lucas, Santiago Barullo, Carlos Perea, Antonio de la Torre, Jorge Sanz, Fernando Trueba, Manuel Manquiña, El Gran Wyoming, Javier Bardem, Carlos Bardem, Gabino Diego, Espartaco Santoni, Andreu Buenafuente, Cañita Brava, Manuel Tallafé, Nuria Carbonell, Mariola Fuentes, Poli Díaz, Carlos Faemino, Javier Cansado, Máximo Pradera, Santiago Urrialde, entre otros.
Segura, decidió realizar su primera película, durante el rodaje de “El Día de La Bestia” (1995), mientras preparaban la escena final.
Como actor, creía que no había suficiente dramatismo para provocar lástima cuando su personaje muere, y Alex De la Iglesia no le hacía caso, y comprendió que para hacer lo que uno quiere con los personajes, hay que dirigir.
Caracterizada por su humor grueso y caricaturesco, escribió, dirigió, actuó  produjo “Torrente, El Brazo Tonto de La Ley”, el cual tuvo una gran acogida del público, y también de la crítica, entrando Torrente y sus “sketches”, a formar parte del imaginario popular español contemporáneo.
Las bromas de mal gusto, el lenguaje soez, y las escenas escatológicas, parecen ser las claves de su éxito en España.
El título, es una parodia de “Cobra, El Brazo Fuerte de La Ley”, nombre con el que fue promocionada en España, la película “Cobra” (1986), protagonizada por Sylvester Stallone.
El éxito de Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, hay que mirarlo por varios lados:
Por un lado, es evidente que ha influido la moda; Santiago Segura se ha convertido en uno de los personajes más populares de España; pues aparece continuamente en tertulias televisivas, donde aporta su socarrón sentido del humor; él mismo ha tenido programa propio en una televisión privada; y desarrolló una ingeniosa tarea de promoción de su primer film, garantizándose con ello, una presencia permanente en los medios especializados cinematográficos; y además, participó en algunas de las películas españolas, más atractivas de los últimos tiempos.
Torrente, El Brazo Tonto de La Ley ganó 2 Premios Goya:
Mejor Dirección Novel, y Mejor Actor de Reparto para Tony Leblanc; y se convirtió en la película más taquillera de la historia del cine español, más tarde superada por su secuela:
“Torrente 2, Misión en Marbella” (2001)
Además, Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, sentó las bases del humor de Santiago Segura, que dirigió también esa 2ª parte, la 3ª llamada “Torrente 3: El Protector” (2005); una 4ª parte “Torrente 4: Lethal Crisis (Crisis Letal)” (2011), rodada en 3D estereoscópico; y en 2014:
“Torrente 5: Operación Eurovegas”
El rodaje de Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, se realizó en distintas localidades de la Comunidad de Madrid, entre las que se encuentran:
Leganés, Móstoles, Navacerrada, San Sebastián de los Reyes, y la capital de la comunidad.
La historia cuenta las aventuras de José Luis Torrente, un policía machista, racista, franquista, zafio, aficionado a las prostitutas, bebedor, consumidor de un poco de droga, tomada con rigurosa mesura según él; fan de El Fary, y fanático del equipo de fútbol:
El Atlético de Madrid.
La historia comienza, con el peculiar protagonista, haciendo una ronda nocturna por el centro de Madrid, hasta llegar a su casa, encontrándose con Rafael “Rafi” Jiménez Valera (Javier Cámara), en la escalera, que estaba bajando a ayudar a su madre, Remedios “Reme” Valera (Chus Lampreave) en la pescadería.
Torrente, vive con su padre, Felipe (Tony Leblanc), que está postrado en silla de ruedas, y que no es muy bien tratado por su hijo.
Normalmente acude a tiendas, a aprovecharse de las distracciones de los encargados, y come en el restaurante de su amigo, Antonio (Cañita Brava), hasta que le echa por tener Torrente, una deuda de 6.000 pesetas de whisky.
Por accidente, y después de que su padre sufriese un ataque, Torrente descubre una trama de tráfico de narcóticos, en un restaurante de cocina oriental, que está encabezada por un tal Mendoza (Espartaco Santoni), cuya mano derecha es “El Francés” (Manuel Manquiña)
Así pues, ayudado por un grupo de “niñatos” que quieren ser héroes de acción, entre los que se encuentran Rafi, y una banda de amigos de este:
Carlitos (Carlos Perea), Malaguita (Julio Sanjuán), Toneti (Jimmy Barnatán), y Bombilla (Darío Paso), con las que Torrente planea desbaratarla, pero las cosas no salen como Torrente espera.
Sin embargo, consigue llevarse el botín de 50 millones, que Mendoza tenía acordado para entregar a un traficante rival, y logra fugarse a Torremolinos…
Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, reúne todo tipo de calificativos negativos, es cierto, quizás esa es la idea, y cumple a cabalidad, pues lo “pasamos deputamadre” riéndonos con un personaje tan peculiar como Torrente.
“Aunque no te lo creas, hasta hace media hora yo era maricón”
Torrente, El Brazo Tonto de La Ley posee humor ácido, y es una de las bases del cine moderno español, pues es raro encontrar a alguien que no conozca en España, al personaje Torrente, el perfecto “antihéroe”, y su creador:
Autodidacta, agitador cultural, provocador social, personalidad mediática, presentador ocasional de concursos televisivos, guionista, director, y protagonista, responde al perfil del artista multidisciplinar, según el patrón del “one man show”, pero en una versión celtibérica, y cañí.
Esta ópera prima de Segura, muestra muchas influencias de la comedia española, y un arriesgado manejo del humor.
Para Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, se ha manufacturado un personaje a la medida de su talento, desparpajo, humor, alopecia, y orondo físico, que él reclama tan trabajado, como el de Robert DeNiro para el Jake La Motta de “Raging Bull” (1980)
Bajo la cutre, mugrienta, maloliente, y casposa apariencia del policía Torrente, Segura desarrolla la peripecia, entre la “buddy movie” y la película de acción, de un brutal misógino, fascista, violento, racista, cleptómano, y del Atlético de Madrid.
Explotador de su anciano padre, comedor gorrón, ladrón de tiendas, bebedor de whisky, que asegura él, que contiene vitaminas; y comprador de sexo mercenario, pues para él, las mujeres son zorras, guarras, o chochos; y es además, violento compulsivo, en donde la oportunidad de su vida, y de enderezar su carrera, surge cuando descubre en el restaurante “El Rollito Wai”, un encubierto centro de narcotráfico al por mayor.
Segura, del que la leyenda dice que es prácticamente, el inventor del término “amiguete”, se ha rodeado de un numeroso elenco de amigos, cuyos perfiles decoran, como un camafeo, cada fotograma de la historia.
Desde lo formal, como director de cine, que lo ha sido en las películas de la saga “Torrente”, explica que “es su forma de mostrarse cínico con la sociedad española”
Otros como Óscar Aibar, explicó que en su tarea como actor, lo califica como “terriblemente disciplinado, y técnicamente perfecto”; mientras que el estilo de su humor como director, lo califica de “cruel y seco”; mientras que David Trueba lo hace como “hiriente, que puede ser como cuchillas de afeitar”
Estamos pues, ante una comedia esperpéntica, urbana, que tiene astucia y gracia propias.
Deliberadamente cutre en su plano estético y conceptual, aquí deriva un homenaje de Segura, a su querida serie B y Z, al fanzine, al gore, cine porno, y demás; pero además de este bagaje de cine, Segura apuesta a lo seguro:
La juventud; con la que sabe conectar con facilidad, con la gente joven de las grandes áreas urbanas medias, ilustradas y no ilustradas, que conforman hoy, el núcleo fundamental del público cinematográfico en España.
Y les da lo que quieren ver:
Desenfado, humor grueso pero intencionado, entretenimiento ingenioso, aunque disfrazado de “burro”, un producto inteligente, en el que el espectador puede reconocer elementos de su vida cotidiana:
El barrio, “la peña futbolera”, el restaurante chino de la esquina, el mendigo de la plaza, la pescadería... cosas cercanas, que le permiten un ejercicio de identificación y, al tiempo, por amor del disparate, de extrañamiento:
Difícilmente, algo tan próximo, habría resultado tan distante, por el tratamiento delirante y re loco de su autor.
El sarcasmo salta a la vista, y la inteligencia la tiene, porque el guión es simple, y al alcance de todo el mundo, pero nunca, a nadie se le ocurrió plasmar las cosas de esa manera, porque dicho sea de paso, Torrente es original, escarba en otro tipo de humor, basado en lo cotidiano, y a veces en lo grotesco y desagradable, pero son factores que están ahí, y en Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, se explotan.
Podemos creer si se quiere, inclusive, que Torrente es una versión paródica en clave fascista de “Taxi Driver” (1976), a modo de expresión desquiciada de la derrota y del olvido; pues vive en una guarida apestosa y sucia, viste como un desharrapado, seboso y harapiento, carece de sentimientos, desprecia a la humanidad entera:
A la vecina, a la que solo quiere para follársela; a los negros, que sueña que les ofrece una chuleta para que, peleándose por ella, se maten entre sí; a su padre invalido, al que coloca en la calle sobre su silla de ruedas para que pida limosna, y al que alimenta con las sobras de un restaurante, pasadas por la batidora; a sus antiguos compañeros de policía, y a toda la vecindad.
El “atorrante” es para colmo:
Alcohólico, racista, un lobo solitario y marginal, machista, maltratador de su padre, forofo del Atlético de Madrid, y amante de las pistolas.
En el fondo, si bien la intriga es débil y primaria; con una red de tráfico de drogas, una mafia china, policías corruptos, vecina tan deseable como tonta, y 3 jovencitos arrastrados por el protagonista….
El final es tremendo, y pesimista de los 3 jóvenes fascinados por las armas, pone de manifiesto la irracionalidad de la violencia.
De éxito desmedido, y digno de estudio, Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, es una película imperfecta, pero eficaz, muy bien dirigida, en el que sin duda destacan sus numerosos guiños cinéfilos a los diferentes géneros, genialmente subrayados por la banda sonora de Roque Baños.
A ratos, muy divertida, su delirante relato, se apoya en algunos gags ingeniosos, dentro de un guión simple y funcional, que sacrifica y entroniza a Torrente, como espejo de muchas de nuestras miserias.
La clave, fue dar con un acertado y atípico personaje, tan bien interpretado que, a pesar de ser excesivo y miserable, inspiraba tanto, hilarante complicidad, como extraña simpatía.
Santiago Segura, además de su creador, es quien ha interpretado al personaje en la saga.
El actor, realiza un cambio físico, al engordar 20 kilos más de su peso normal para poderlo interpretarlo; él mismo dijo que 2es un trabajo tan duro, como el que realizó Robert DeNiro para interpretar a Jake La Motta”
Además de hacerle saltar a la fama; su asqueroso personaje, lleno de los defectos que antes comenté, está llevado a un límite, y quiero pensar que es algo extremo, tan grande, que sobrepasa el odio, y empieza la pena.
Pero su actuación es prácticamente perfecta, terrorismo en estado puro, pues el papel le viene como “anillo al dedo”, y se le ve muy cómodo interpretando al personaje.
El resto del reparto es, en líneas generales, muy bueno, a destacar Tony Leblanc, como Felipe Torrente.
El actor que lo interpreta, llevaba 23 años retirado, pues sufrió un accidente de tráfico que le dejó incapacitado; y con Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, tuvo su “revival”
En el papel de Rafi, el empanado compañero de Torrente, tenemos al grandísimo Javier Cámara, que por aquél entonces, estaba empezando su carrera, y aún no había llegado a ser lo que ahora es.
Y aquí se empieza a ver ese genial actor que todos conocemos, con un papel que borda, lleno de humor, y muy entrañable.
Como “la chica de la película” y “amor” a primera vista de Torrente:
Neus Asensi, la Amparito, una “ninfomaníaca” como nos comenta su primo Rafi; que como pasa con la mayoría de personajes, traspasa lo correcto, de manera abrumadora.
Juegan a favor de la obra, los numerosos cameos de actores, rostros conocidos, y humoristas como:
Andreu Buenafuente, que ha hecho el mismo papel de dominguero en las 4 películas.
También, han colaborado actores importantes, como:
Jorge Sanz y Gabino Diego, como los atracadores nerviosos; el crítico de cine, Daniel Monzón, Javier Bardem como el billarista agresivo; Poli Díaz, interpretando a El Potro de Vallecas; Fernando Trueba como sacerdote; Santiago Urrialde, y El Gran Wyoming, como policías; Máximo Pradera como detective; el director de cine mexicano, Guillermo del Toro, como “el supergánster”, y Faemino y Cansado, como los camilleros corruptibles de la ambulancia, entre otros.
Pero lo genial de Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, son los detalles, frases, que pasan desapercibidos, pero que son los pilares básicos que rige la vida de un buen español del siglo XXI.
Algunos ejemplo de ello son:
“Masturbar a otro hombre, no es propiamente un acto de homosexualidad; eso sí, siempre que se haga para aliviar tensiones, y sin mariconadas”
La droga no es mala:
“Ahí está la droga:
¿Te hace algo, te muerde, salta, y te coge de los huevecillos?”
Ni el mismo Cervantes lo podía haber expresado de manera más sublime…
“La pistola de uno, es como su polla, que no se la puede coger cualquiera”, que razón tiene el sabio Torrente, salvo que se haga de la manera, y con los fines descritos anteriormente…
“Las putas, lo malo que tienen es eso, que encima, hay que pagarlas”
Aquí podemos observar, la faceta de película social y protesta que encierra Torrente.
“¿Para cuándo las subvenciones a la prostitución?”
Como dato, Segura supervisó personalmente, todos los aspectos de su, llamémosla así, “película”; y en especial, se nota su buen hacer, en la confección de la banda sonora, cuya parte instrumental, corrió a cargo de Roque Baños.
En este “Torrente, The Disco”, aparecen 2 partes bien diferenciadas, y la diferencia es realmente notoria.
Por un lado, están las canciones:
Cutres, espantosas, casposas, extraídas directamente de la mugrosa cinta de cassette, del no menos sucio coche del “Teniente” Torrente.
Pero es que ésa es precisamente la intención de Segura, la de identificar a Torrente, mediante esas canciones; y así toda la película.
“¿Te gustan los niños?
Si quieres te hago uno”
¿Y por qué Torrente, El Brazo Tonto de La Ley gusta tanto?
Esto del humor, como otras muchas cosas, es muy subjetivo, y lo que a uno le parece gracioso, a otro le deja indiferente.
En esto, es vital el sentido del humor de cada cual:
Si uno disfruta con lo escatológico, lo soez, lo repugnante, la humillación a terceros, el engaño permanente, o la falta absoluta de valores, seguramente “Torrente” le parezca una cosa divertidísima, una obra maestra.
Porque Torrente es un guarro, un cabrón, un sátiro, un fascista, un perro... y juntando todas estas cualidades en un solo personaje, para meterlo en una comedia, ya te garantizas un número importante de carcajadas.
En sí, Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, es una crítica contra todo lo que denigra al ser humano, y desde el punto de vista español.
Todo lo que se plasma, es porque existe, y ha reunido todas las faltas y defectos juntos en un ser, que a lo mejor, no es que el personaje esté exagerado, sino que como le ha puesto todo lo malo, pues queda cargante, y resulta vomitivo.
Que en realidad, esa es la intención.
Creo que Torrente, El Brazo Tonto de La Ley, no es una apología del racismo, el machismo, la homosexualidad, el egoísmo, etc., sino más bien, una crítica a todo esto.
Así, este personaje de Torrente, es una especie de Bond castizo y cochambroso, mugriento, y abiertamente aborrecible y desenfadado; y no es de extrañar leer comentarios de gente que la ha destrozado, pero creo que no se trata de buscar enseñanzas de moralidad en un film así, ni creo que se pueda colegir que sea representativa de la idiosincrasia de un país, como para sentirse ofendido.
Todo acá es intencional, si usted no lo logra ver, es porque vive en una “burbuja de cristal”, por tanto, no hay que asustarse, que Torrente está creado para reírnos de una caricatura de la actualidad, como escape del mundo real.

“¡Soy Hombre!
¡Soy Español!
¡Soy una puta máquina de matar!”



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