Crimson Peak

“Ghosts are real, that much I know.
I've seen them all my life...”

La narrativa gótica, o de terror, es un género literario relacionado estrechamente con el de terror, y subsumido en éste, al punto de que es difícil diferenciar uno del otro; y en el cine, lo gótico fue un género muy importante, porque representó la reacción romántica a La Era de La Razón, mezclando cosas que, aparentemente, no tienen nada que ver:
El melodrama exacerbado, construido con capas de oscuridad, y la atmósfera gótica de un sombrío cuento de hadas, tan espeluznante como inquietante.
Las características de este género, pasan en primer lugar por una ambientación romántica, con paisajes sombríos, bosques tenebrosos, ruinas medievales, y castillos con sus respectivos sótanos, criptas y pasadizos bien poblados de fantasmas, ruidos nocturnos, cadenas, esqueletos, demonios...
Y personajes fascinantes, extraños e insólitos, grandes peligros, y a menudo cándidas muchachas en apuros; los elementos sobrenaturales podían aparecer directamente, o solamente ser sugeridos.
Estas ubicaciones y personajes, en tiempo y espacio, respondían a la demanda de temas exóticos, característica de la tendencia al medievalismo, el exotismo, y el orientalismo propios de la sensibilidad romántica.
“¿Qué es un fantasma?”
Preguntaba Federico Luppi a la audiencia en “El Espinazo del Diablo” (2001)
Un fantasma, es un evento terrible, condenado a repetirse una y otra vez, algo muerto, que por momentos parece vivo.
Un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar…
Pero también, quizás ese momento de dolor, sea consecuencia directa del amor, de un sentimiento de atracción desmedido y enfermizo, incomprendido por los demás.
“Love makes monsters of us all”
Crimson Peak es una película de fantasía y terror, del año 2015, dirigida por Guillermo del Toro.
Protagonizada por Mia Wasikowska, Jessica Chastain, Tom Hiddleston, Charlie Hunnam, Doug Jones, Javier Botet, Jim Beaver, Burn Gorman, Leslie Hope, Kimberly-Sue Murray, Emily Coutts, Gillian Ferrier, Matia Jackett, Martin Julien, entre otros.
El guión es de Guillermo del Toro, Matthew Robbins y Lucinda Coxon.
Del Toro y Robbins, escribieron el guión original, después de la publicación de “El Laberinto del Fauno” en 2006; y fue vendido a Donna Langley en Universal.
Guillermo del Toro planeó dirigir la película, pero pospuso el proyecto para hacer “Hellboy II: The Golden Army” (2008), y trabajar de nuevo en la saga de “The Hobbit”
Mientras dirigía “Pacific Rim” (2013), del Toro desarrolló una buena relación de trabajo con Thomas Tull y John Jashni, de Legendary Pictures, quienes le preguntaron qué quería hacer después...
Del Toro les envió los guiones para una adaptación cinematográfica de “At the Mountains of Madness”, una novela del escritor estadounidense H.P. Lovecraft; una adaptación occidental de “El Conde de Montecristo”, y Crimson Peak.
Los productores, consideraron este último, “el mejor proyecto para ellos, en el momento justo” y Universal permitió a del Toro, llevar a cabo el proyecto en Legendary, con la condición de que podían poner dinero por una participación en la película.
Así, del Toro llamó a Crimson Peak, “una historia de fantasmas y romance gótico”
Lo describió como “un clásico, pero a la vez, moderna historia de fantasmas”, y dijo que le permitiría jugar con las convenciones de los géneros, mientras subvertir sus reglas; y quería que hiciera honor a “las grandes damas” del género de la casa encantada, a saber, de Jack Clayton en “The Innocents” (1961), y de Robert Wise, en “Audrey Rose” (1977); y quería hacer una película de terror a gran escala en la tradición de las que él creció viendo, como:
“The Exorcist” (1973), “The Omen” (1976), y “The Shining” (1980)
Citó a esta última, como “otro Monte Everest de la película Casa Encantada”, elogiando el alto valor de la producción, y el control de Stanley Kubrick en los grandes sets.
Así como un homenaje a los “giallos” italianos, las obras de William Shakespeare, o los modos de intriga hitchcockiana, con centro en mujer turbada por la presencia de un seductor marido, ubicado en el “lado oscuro”
Así, la dramaturga británica, Lucinda Coxon, fue reclutada para reescribir el guión con del Toro, en la esperanza de traer un “adecuado grado de perversidad e inteligencia”
Titulaba en producción como “Haunted Peak”, está situada en Cumbria, en una mansión en ruinas, ubicada en una región rural y montañosa del norte de Inglaterra en el siglo XIX.
La acción sigue a una joven escritora, Edith Cushing (Mia Wasikowska), tras la muerte de su padre, Carter Cushing (Jim Beaver), y descubre que su marido, Sir Thomas Sharpe (Tom Hiddleston), y la hermana de este, Lady Lucille (Jessica Chastain), le escondían un terrible secreto…
Poco a poco, Edith se va dando cuenta, de que le espera un horrible futuro en Crimson Peak, tal y como el fantasma de su difunta madre le advirtió en 2 ocasiones, antes de la trágica muerte de su padre.
Edith, obtendrá información sobre el pasado de Sir Thomas, y sabrá lo que ocurre dentro de esa ruinosa mansión; junto a Dr. Alan McMichael (Charlie Hunnam), un chico tranquilo, tímido y reflexivo, estoico, taciturno, muy culto, que está locamente enamorado de ella; Edith tendrá que luchar por salvar su vida, y escapar de ese tenebroso lugar.
Con Crimson Peak, Guillermo del Toro crea un universo ideal de novela gótica, fantástica, de fantasmas, amores desgarrados, secretos inconfesables, cuentos macabros, y casa encantada con vida propia… y por supuesto, con una heroína que se enfrenta a todos los miedos.
Crimson Peak destaca sobre el aburrido realismo, y nos ofrece todo tipo de excesos estéticos, a través de una historia de amores retorcidos, obsesiones, codicia, asesinatos, y fantasmas.
“You are monsters!
Both of you!”
Tienen razón aquellos que dicen que Crimson Peak no es realmente una película de terror, pero quienes se hayan sentido sorprendidos o defraudados por esto, es porque probablemente no están tan familiarizados con la obra de Guillermo del Toro, quien no sólo como director, sino también como productor, ha dejado claro en muchas ocasiones, que sus intereses a la hora de hacer cine de miedo, son otros.
Como creador, del Toro suele buscar una mayor empatía del público con los monstruos o los fantasmas, donde hay un mayor énfasis en la fascinación por lo desconocido, que en el miedo como tal.
El primer punto a favor, es que su director se ha atrevido a hacer una película de terror de corte clásico, en pleno siglo XXI, cuando hoy en día, la palabra “terror”, suele ser sinónimo de mal gusto.
Si nos paramos a pensar un momento, las películas de terror actuales, consiguen asustar a los espectadores a través de imágenes muy dantescas, y dejando de lado el argumento.
Otro aspecto que ya ha sido explorado en otras películas del cineasta, es la relación que existe entre los espectros y el tiempo, sirviendo como una metáfora del pasado.
Esta idea, no solo se encuentra presente en el diseño de los fantasmas, que presentan características visuales ligadas a la forma en que murieron, sino también en lo que esas muertes representan.
La presencia de los espíritus, es un recuerdo constante de algo que ocurrió tiempo atrás, de un secreto que trató de ser mantenido en secreto, pero que se niega a desaparecer.
El valor simbólico de estas criaturas, es aprovechado de manera efectiva en Crimson Peak, donde las apariciones fantasmales, funcionan como vestigios de un oscuro secreto.
Sin caer en el remedo a base de guiños referenciales, del Toro y su coguionista, Matthew Robbins, construyen una película que recorre todos los elementos reconocibles de este subgénero.
Como en la literatura de Henry James, existe una clara oposición entre La Gran Bretaña aristócrata, decadente y endogámica, que representan los hermanos Sharpe; y unos Estados Unidos emprendedores, vitales, y planos encarnados por Edith y su otro pretendiente, Alan, ambos curiosamente muy rubios, a diferencia de los “europeos”
Como en las novelas escritas por las autoras de literatura gótica, y sus ilustres herederas como Daphne du Maurier, el habitual caserón que centra la novela, deviene también un campo de batalla para los personajes femeninos, que pugnan por el control de este, su único espacio posible de poder.
Como manda la literatura romántica, aquí se lleva a cabo una reivindicación de un universo, donde no existe una frontera definida entre el mundo de los vivos y el de los muertos, donde queda diluida la frontera entre la realidad tangible, y otras posibles dimensiones espirituales.
Así las cosas, Crimson Peak arranca con toda una declaración de intenciones en este sentido:
Edith proclama, que los fantasmas existen.
Ambientada en La Época Victoriana, la historia es protagonizada por Edith Cushing, una joven estadounidense, que ha intentado de manera infructuosa, convertirse en escritora.
El personaje es presentado como alguien de espíritu libre, sin mucho interés por las expectativas sociales, ligadas al matrimonio y las fiestas, prefiriendo llevar una vida independiente, pero estos deseos son interrumpidos por la llegada del noble inglés Thomas Sharpe, quien captura de inmediato su atención.
Acompañado de su hermana Lucille, Thomas viajó a Estados Unidos para financiar uno de sus inventos, sin embargo, el adinerado padre de Edith, decide no ayudarlo económicamente, ya que no le inspira la confianza suficiente.
Pese a los reparos de su padre, el interés que Edith siente por Thomas, crece hasta convertirse en afecto, y finalmente se transforma en amor; y contrae matrimonio con Thomas, viajando a Inglaterra para vivir junto a él, sin sospechar de las siniestras intenciones que esconden los hermanos Sharpe.
Lo cierto es que desde el principio, cuando la primera imagen que vemos en la película, es un libro con el título de la historia que vamos a ver, sabemos claramente que Crimson Peak es una fantasía, algo más llamado a estimular nuestra apetencia por lo fantástico, que nuestros miedos a lo sobrenatural.
Por si esto no quedara claro, se menciona varias veces, e incluso el propio director nos lo advirtió en más de una ocasión:
Esto no es una película de terror, sino un romance gótico con fantasmas, una historia cuyos referentes son Emily Brontë, Edgar Allan Poe, y Henry James, una mirada a la idea del mal, y al poder de los secretos... ambientado por supuesto, en un caserón británico, que se hunde lentamente, y a un secreto familiar que esconde un gran peligro para nuestra inicialmente, ingenua protagonista.
Y es que Crimson Peak se alimenta de la larga tradición que han tenido los géneros del terror y el romance góticos.
Se puede notar la influencia de las películas producidas por el estudio Hammer, entre los años 50 y 70, siendo el apellido de la protagonista, un guiño al actor Peter Cushing, quien participó en varias de esas cintas.
Pero donde se eleva, es visualmente.
Crimson Peak, es todo un espectáculo, y hubo un par de escenas “gore” que también gustaron, pero eso no fue suficiente:
El espectacular escenario de la casa, reminiscencia de los trabajos clásicos del cine de inspiración gótica con la Hammer a la cabeza, pero al mismo tiempo, con el toque personal de su director, y dotado de un preciosismo macabro, como pocas veces he visto.
El mexicano, ni siquiera se molesta en asustar lo más mínimo, pues utiliza los clichés más usados del cine de suspense, como:
Puertas que se abren y se cierran solas, bañeras rebosantes de color rojo, y un único pasillo para vislumbrar a lo lejos al fantasma en cuestión.
Ciertamente, resulta única en su campo por la belleza de su fotografía, los decorados, el vestuario, y los efectos.
Pero también tiene una trama convencional, y no es sorprendente, ni da nada de miedo; y parte de la culpa la tiene la sobreabundancia del tratamiento digital en el diseño de producción, sustrae fuerza a la ambientación, que en construcción, es básicamente “El Espinazo del Diablo” (2001) en versión casi copiada.
Y hay fallos, ilógicos, sobre todo en el desarrollo de la historia:
¿Cómo es posible, que la pobre y desvalida muchacha, pueda moverse después de haberse partido la columna desde semejante altura; estando también envenenada, pero todo lo demás estaba en orden, su pelo, su vestuario, y sus emociones, muy afable?
Y encima, todo el tema de los fantasmas se queda en nada…
¿Por qué el fantasma de la madre, en vez de decirle:
“Cuidado con Crimson Peak”, no le dijo directamente:
“Cuidado con Thomas Sharpe”?
Creo que le hubiera ahorrado una gran pesadilla a la buena de su hija, pero claro está, no habría película...
Referido a la escena más vergonzosa:
Si Thomas Sharpe estaba arrepentido de los crímenes que venía cometiendo con su hermana, y no quería apuñalar al doctor...
¿Por qué carajos lo apuñala?
Por qué el médico no dijo:
“Momentito... somos 4 personas en esta habitación; 3 estamos de acuerdo en terminar con esto, y sólo tu hermana quiere lastimarme.
Somos 2 hombres jóvenes y fuertes, estamos en clara ventaja.
¿Por qué carajos no mandamos a cagar a tu hermana, y nos vamos?”
Pero cuidado… cuando uno ve Crimson Peak, surge la impresión de que estamos ante una obra que no pertenece a este tiempo.
Y no solo por la época en la que está ambientada su historia, sino que por el tipo de historia que cuenta.
¿Cuántos romances góticos, con elementos sobrenaturales se han estrenado en las últimas décadas?
El espíritu de Crimson Peak, se encuentra más ligado al cine de la primera mitad del siglo XX, que al de comienzos del XXI, y también desde lo argumental, y su desarrollo narrativo; transformándola en una verdadera isla dentro de la cartelera actual.
Por lo mismo, la apreciación que uno tenga de ella, dependerá del cariño que sintamos por esa manera de hacer el cine, ya que estamos ante un caso de rescate histórico, de nostalgia cinéfila.
Pero no nos engañemos:
Parte de su fracaso, tiene que ver con que, el cine de Guillermo del Toro, parece hecho para un público muy particular, y el estudio además, cometió un error al promocionar esta cinta como una película de terror para Halloween.
Como curiosidad, la cuidada escena de créditos final, toda una exaltación de la fotografía, y los elementos clave de la obra, ponen en evidencia esa sensación terrorífica, muy bien cuidada.
Por otra parte, la evolución del personaje de Edith, se relaciona metafóricamente con la evolución de la mariposa:
Puede acabar, o bien siendo libre, o bien siendo devorada por un depredador más astuto que ella, con paredes que “sangran” arcilla roja, metáfora de que la casa esconde terribles recuerdos y secretos de lo que se ha vivido en ella.
Un dato curioso es que a Alan McMichael, el doctor y amigo de Edith, le gustan las historias de Arthur Conan Doyle, autor de Sherlock Holmes, detalle que el propio director muestra al público, anunciando desde un principio, que será él mismo el que resuelva la trama; y el escenario final en el exterior, un blanco sin fin, el cual podría representar El Limbo...
Con todos esos detalles en Crimson Peak, le ha permitido a del Toro, introducir elementos melodramáticos insólitos hasta el momento en su filmografía, como la clásica escena de baile, que articula el cortejo entre los protagonistas, o la creación de un personaje masculino, que ejerce de ambiguo galán seductor.
Y en un momento en que los roles femeninos se han, convenientemente actualizado en el cine de género, también resulta estimulante que, al contrario de lo que sucede cada vez más en la ficción de época, las protagonistas no sean 2 personajes con mentalidad y actitudes del siglo XXI, que visten ropajes del XIX.
La personalidad de Edith y Lucille, responde a las circunstancias del momento y del género, sin que ello les quite un ápice de fuerza.
Aunque se desaprovecha de mala manera la idea de que Edith sea precisamente una escritora de novelas.
Por el otro bando, Crimson Peak nos regala una de las más atractivas villanas del cine reciente, una mujer capaz de convertirse en monstruo por amor.
Pero falla con una actriz como Mia Wasikowska, al “tratar” de lucir virginal, pura, casta, e inteligente, y comprobar conforme los minutos transcurren, muy lentamente, que en realidad hará todo lo posible por arruinar a su personaje.
Luciendo a Edith Cushing tan ingenua y tonta, que raya en niveles graves de imbecilidad:
¿Por qué creía que despertaba sin marido?
Mia tiene nula química con su protagónico, y su virginidad y erotismo brillan por su ausencia, aún en las absurdas y bobas escenas románticas de la historia.
Por ello Chastain brilla, siempre se mostró indiferente pero astuta, sin exagerar, calibró sus emociones, y todo su personaje, me pareció perfecto el producto final.
Mientras que a Tom Hiddleston le va bien estos personajes oscuros; pero como antagonista o héroe, tiene nulo desarrollo, y de los secundarios, ni se digan.
Solo Charlie Hunnam hace un buen papel como amigo de la infancia del personaje de Wasikowska, un doctor que cree en fantasmas, e intenta proteger a su amiga en todo momento.
Pero igual, no se comprende cómo va hasta Londres, para enfrentarse con 2 psicópatas, y no lleva ni un miserable rifle encima.
En fin, así es el cine de terror gótico de época, los buenos tienen que caer en la trampa, y salir malheridos del asunto...
Esto es una historia de amor, sí, pero además, y esta es su característica más interesante, es una historia sumamente femenina.
Quien espere una historia, donde el héroe salva a la doncella, se equivoca.
De hecho, los personajes masculinos están relegados a ser meros objetos de seducción, carne de cañón del asesino, entes completamente manipulables, erráticos, torpes en su auto asumido papel de héroes, al momento de intentar salvar a la doncella, hasta incluso, convertirse ellos mismos en la doncella a rescatar.
La cumbre de esta historia, tiene que desarrollarse en un espacio único, con vida propia, y como en toda buena historia de fantasmas, y casa encantada, es necesario proporcionar una que cubra todas las expectativas.
La mansión de los Sharpe, Allerdale Hall, es una finca también llamada “Crimson Peak”, debido al calentamiento de la arcilla roja que se filtra a través de la nieve, en invierno.
La principal pieza de diseño, es definitivamente Allerdale Hall, la decrépita mansión que ha pertenecido a la familia Sharpe durante generaciones, un lugar lleno de personalidad, donde el pasar de los años y el deterioro producido por la humedad, no dañan su belleza, sino que la transforman en algo “especial”
El gran número de ornamentos y adornos, que le dan una apariencia barroca, permite el descubrimiento de nuevos elementos con cada revisión.
Sus rincones además, poseen una vitalidad que la convierten en un personaje más de la película, sirviendo como una manifestación de lo que ha ocurrido dentro de sus paredes.
A esto también contribuye el hecho de que el terreno sobre el que está construida la mansión, sea de arcilla roja, la que al teñir la nieve durante el invierno, transforma al lugar en una expresión de su sangrienta historia; y que se cae en pedazos en ese siglo XIX, que está dando paso a la modernidad… y  cuenta con todos los ingredientes necesarios para convertirla en un personaje más:
Rincones secretos, cualidades especiales, una casa que sangra… por esa arcilla roja sobre la que se sustenta; sus paredes respiran, sus habitaciones cerradas, sus techos que prácticamente se derrumban, habitada por fantasmas y espíritus que ocultan un pasado… y ser mirada y sentida por una heroína con una especial sensibilidad.
Como dato, la casa fue construida a escala real, y cuando la ves, no puedes evitar maravillarte con ella, ya que es majestuosa, a la vez que representa una gran amenaza.
Sabes que la casa es la responsable del desarrollo de esta historia, es la que desencadena la trama, y la conocedora de todos los secretos que el espectador quiere sacar a la luz cuánto antes.
Sin embargo, y a pesar de ser sinónimo de peligro, no puedes evitar sentirte atraído por el hogar de estos 2 inquietantes hermanos.
Sin duda alguna, la casa es la gran protagonista; un lugar que cada día se hunde un poco más en sus cimientos, de la misma manera que ocurre con los Sharpe, una familia habida de poder y costumbres lascivas.
Que por cierto, el rollo incestuoso entre Tom Hiddleston y Jessica Chastain, se olía, pero aun así, pilla por sorpresa y atrevimiento, aunque considero que se debió jugar más con ese detalle.
En definitiva, Crimson Peak es una de las más interesantes propuestas estéticas del cine actual, por su interés en rescatar el gótico cinematográfico, y por su poco habitual desarrollo de empoderamiento femenino, y la negativa a rendirse a los preceptos clásicos de “damiselas en peligro”
“Where I come from, ghosts are not to be taken lightly”
Las apariciones fantasmales, crímenes y acciones sanguinarias, elementos macabros, misterios terroríficos, maldiciones, gemidos, murmullos, gritos, chirridos y demás sonidos inquietantes, naturaleza desbordada, nobles malvados de sádicos instintos, amores imposibles, mujeres perseguidas y atormentadas por el malvado de turno, o cualquier otra expresión de lo sobrenatural, y la oscura psicología del ser humano; todo está ahí en Crimson Peak, y sin duda, el efecto es cautivador gracias a la pericia de Guillermo del Toro, y sobre todo, a la perfección de todo el trabajo técnico.
A pesar de los cambios surgidos por el paso del tiempo, el cine gótico se mantiene vigente, y aquí está la prueba.
No obstante, hay espectadores que prefieren las películas del período clásico a las actuales, pero lo cierto es que el género ha sido siempre el mismo, que ha ido evolucionando, pero manteniendo vivo su espíritu, que despierta nuestro lado más oscuro y melancólico.

“A house as old as this one becomes, in time, a living thing.
It starts holding onto things... keeping them alive when they shouldn't be.
Some of them are good; some of them bad...
Some should never be spoken about again”



Comentarios

  1. Hola ¿cómo va todo? Al igual que el año pasado, ahora estoy promocionando mi nuevo cómic, como puedes ver aquí:

    http://artbyarion.blogspot.pe/2016/03/buy-dawn-of-undead-now-and-win-marvel.html

    Me encantaría que pudieras ayudarme a compartir el link con tus lectores, y si te animas a escribir un post sobre mi proyecto te lo agradecería muchísimo.

    Saludos.

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