You're Next

“I wanna meet your family”

Como norma general, y salvo contadas excepciones que suelen ser fruto de un trastorno subyacente, todos somos animales sociales; y como núcleo principal de todos los grupos que podemos llegar a formar como seres humanos, encontramos la familia.
Casi todo el mundo tiene, ha tenido, o en un futuro, formará una; y como es evidente, al ser el núcleo primigenio, también es el que más conflictos genera, y por el cual, se ha cometido un gran número de horrores apelando a su unidad.
El caso que se me viene a la mente:
Los crímenes de los hermanos Menéndez, allá por el año de 1989.
Todos tenemos una familia, nacemos en un núcleo que previamente elegimos, pero no somos conscientes del “premio”, hasta que es demasiado tarde.
Unos tienen la suerte de encontrar en ella su apoyo y su guía, y otros tienen en ellos a su peor enemigo.
Si tienes la fortuna, llámese también económica, de tener una familia idílica, es probable que no te sientas identificado, o no logres a discernir lo que es una familia toxica; peor si es numerosa, donde el sobresalir de unos, provoca la sombra en otros…
¿Quién más, quién menos ha chocado frontalmente con algún miembro de su núcleo familiar, también es más común de lo que parece, y tener varios frentes abiertos con cada uno de los miembros que forman tu familia?
Esos seres con los que te une un nudo férreo, a los que estas unido por el lazo irrompible de la sangre, pueden hacer de tu casa un auténtico “pandemónium”, un infierno comprimido y asfixiante, en el que ninguna penitencia parece aliviar su fuego.
A poco que seas una persona abierta de mente, puedes llegar a pensar que arrastras una gran cantidad de karma, y esa relación hiriente que mantienes con tus seres queridos, es una forma de purgar todo ese saldo kármico que llevas a tus espaldas de otras encarnaciones, incluso, puede que pienses que te lo mereces de algún modo, el chantaje emocional, la indiferencia, y el desapego que te proyectan, pueden llegar a hacerte pensar que eres el culpable, y que aquello que te sucede, realmente lo mereces, sufres porque eres el malo, y tu entorno te lo recuerda a cada minuto.
Por supuesto, y como no podía ser de otra forma, este es un hecho que el mundo del cine ha sabido sacar buen rendimiento, y nos ha obsequiado con multitud de películas, algunas de ellas, joyas que se han convertido en clásicos, y otras mucho más triviales, que se han olvidado con los años.
Y es que no hay nada más lindo que la familia unida, atados por los lazos del amor…
Y qué pasa cuando hay mucho dinero en dicha familia; siendo ya mayores todos, nos preocupa aquello de la herencia; y actualmente, los padres ricos ponen estrictas condiciones de buena conducta, y amenazan con desposeerlos.
Así que sentir palpitar la misma sangre… es el sentir de muchos, pero otros piensan o imagina que si no queda ninguno, pues mejor.
“Did you remember to lock your door?”
You're Next es una película de terror del año 2011, dirigida por Adam Wingard.
Protagonizada por Sharni Vinson, Nicholas Tucci, Wendy Glenn, AJ Bowen, Joe Swanberg, Sarah Myers, Amy Seimetz, Rob Moran, Barbara Crampton, Ti West, Simon Barrett, LC Holt, entre otros.
El guión es de Simon Barrett; y fue filmado en una mansión en Columbia, Missouri; cuyo proceso de filmación se llevó a cabo durante 4 semanas, la mayoría del tiempo en horarios nocturnos, de 7pm a 7am.
You're Next se adscribe al subgénero de “allanamiento de morada” o “invasión doméstica” que tanto gusta a los jóvenes realizadores del cine fantástico; además que cuenta con una buena dosis de sadismo macabro, y momentos claustrofóbicos, personajes aislados en medio de la nada, y encerrados en un ugar sin poder salir, y como contrapunto, también encontramos elevadas cantidades de humor, uno muy negro, acorde con las situaciones que viven los personajes que ayuda a relajar la tensión.
Allí tenemos pues, al adinerado matrimonio Davison:
Paul (Rob Moran) y Audrey (Barbara Crampton), que pretende celebrar su 35º aniversario; y jubilación.
Para ello, y a pesar de lo mal que se llevan sus crecidos pero inmaduros hijos, deciden invitarlos a la lustrosa casa de campo, y pasar una velada pacífica, en un momento tan especial.
Desde el principio, Crispian (AJ Bowen), tendrá sus más y sus menos con sus hermanos:
Aimee (Amy Seimetz), Drake (Joe Swanberg), y Dexter (Nicholas Tucci), todos bastante diferentes entre sí.
Las respectivas parejas de cada uno, atenderán incrédulas al comportamiento de los demás, aunque nada comparable con el grupo de brutales asesinos, los cuales se caracterizan por sus máscaras de “Zorro”, “Cordero” y “Tigre”, que comenzarán a asediarlos minutos después de inaugurar la cena familiar; y atrincherados en la casa de vacaciones, hacen frente a los asaltantes.
Pero los asesinos enmascarados, no contaban con la presencia de Erin (Sharni Vinson), la novia de Crispian, el hijo mayor de los Davison, cuyo misterioso pasado la ha hecho fuerte, y muy difícil de matar...
Aunque ella es presentada como una joven dulce, Erin muestra su verdadera cara durante la situación extrema que debe vivir dentro de la casa; esto ya que fue criada dentro de una comunidad de personas que estaban obsesionadas con la supervivencia; y de esta forma, la joven no solo repelerá los ataques de los psicópatas, sino que los superará en más de una ocasión.
Pero:
¿Quiénes son estos asesinos, estos cazadores con sus máscaras de caras de animales?
¿Gente que lo hace porque sí, por diversión; o hay algún extraño motivo?
Lo que comienza como una reunión familiar en un caserón en medio del campo, se convierte en un retorcido y macabro juego del “gato y el ratón” que nos depara más de una sorpresa, y que funciona en todo momento, bombeada por el humor.
“You never want to do anything interesting any more”
Por primera vez, estamos ante una película que no es un remake, no es una secuela, no es una precuela, y no es un “reboot”; sino un producto original e independiente, que busca satisfacer los gustos de aquellos que disfrutaron bebiéndose todo el cine “slasher” de los 80, y también de los 90, aunque en menor medida; por lo que You're Next contiene numerosas referencias y homenajes a grandes títulos del cine de terror clásico y moderno.
Gradualmente, y sin giros de guión demasiado bruscos, tras la introducción de los personajes, cambia el tono completamente, y se convierte en un film de venganza.
Como cuando en un momento lúcido de nuestras pesadillas, tomamos el control, y damos la vuelta a nuestro sueño; es entonces cuando se desvela la humana naturaleza de los crímenes, y los asesinos se quitan las máscaras, para mostrar que no son meros psicópatas con una entidad casi sobrenatural.
En cuanto a la atmósfera, You're Next logra un buen resultado, con una fotografía e iluminaciones acordes a lo que cuenta la historia.
Las máscaras de los invasores, tienen la virtud de poseer rasgos que son fáciles de recordar, por lo que superan el riesgo de caer en el olvido dentro de poco tiempo, algo que no siempre ocurre con las películas de terror, dado lo genéricas que se han ido tornando.
Otro punto a favor del diseño de las máscaras, es que al ser blancas, producen un contraste con la obscuridad de las escenas, las cuales están ambientadas en su gran mayoría durante la noche; esto permite unos buenos planos, donde se puede ver el reflejo de los invasores en las ventanas de la casa, o por detrás a modo de halo/difuminado.
Del reparto, en su mayoría son desconocidos, no han necesitado grandes nombres para atraer a nadie a las salas; aunque algunos personajes si son estereotipos:
El gordito, la novia rara, el cínico, los enamorados, los padres refinados... pero pronto parece que los conozcamos de toda la vida, y seamos uno más de esa familia que es atacada en su propia casa por encapuchados.
De las caras conocidas, empezando por la legendaria “Scream Queen” Barbara Crampton, musa de Stuart Gordon; y actores habituales del cine de terror independiente, muchos de ellos, también directores, como:
Larry Fessenden, Amy Seimetz y Joe Swanger; de hecho, Simon Barrett, quien hace del “Tigre” de la máscara del asesino, es también guionista.
Y el director en la trama llamado Tariq, es en realidad Ti West, el director de cintas de terror; y muy amigo del director, Adam Wingard, y de su guionista, Simon Barret.
Pero es Sharni Vinson, que interpreta al amor de Crispian, la que se gana a la audiencia, convirtiéndose en heroína, por obra y arte de un irrisorio giro argumental, en lo referente a su pasado, de la historia, y repartiendo justicia sin hacerle ascos al “gore” más evidente.
La heroína, es básicamente lo más atrayente de la historia, pues a mitad de camino, los asesinos terminan siendo corderitos asustados…
No tanto lo de la familia acosada, que está muy visto, sino lo de que uno, en este caso una de los acosados, sea incluso más peligroso que los acosadores en sí.
Lo más importante de este “uso” es que nunca es excesivo; y ella hace lo que puede hacer, y sangra como todo el mundo.
El poder femenino australiano, nunca había sido tan celebrado; por lo que sería muy interesante haber sabido más de ella, y sus anécdotas de supervivencia en su infancia.
Por lo demás, a modo de un video juego, You're Next es una pedida de tiempo, lamentable, y cutre, lleno de clichés y fallos, con personajes que toman decisiones absurdas, en la que no he visto nada nuevo durante todo el metraje; con algunas situaciones surrealistas, como el momento de la batidora; y otras llenas de un punto retorcido bastante salvaje, como la madre en la cama; o/y curioso como la cámara de fotos.
Fallos de lógica interna,  como:
“¿Quién corre más?
Yo.
Pues anda, sal corriendo como el viento”
¿Soy el único que pienso que la escena de “fóllame en la cama donde está tu madre muerta”, sobraba?
Había que demostrar de alguna forma, que la novia rara estaba muy loca, y se les ocurre eso, así, sin más.
Vale que seas una psicópata, pero no me seas degenerada, hija mía…
Y Erin poniendo una cámara de fotos con “flash”, para cegar al malo en el sótano; y el gran tonto, como si fuera una palomilla, va derecho a la trampa, sólo le faltó poner un cartel con luces de neón, indicando “te voy a matar, ven”; y el “experto” asesino se va de cabeza, ¿o la pierde?
¿Acaso no era mejor usar armas de fuego?
¿Por qué matar a los vecinos, era una práctica de asesinato brutal?
¿Era para que no escucharan los gritos?
Si el móvil era el dinero, entonces o los hijos son unos hijoputas, o son adoptados, para que cometan un crimen tan frio y brutal.
¿Por qué matar a las parejas de los hermanos?
La resolución final, en la que averiguamos quienes son los psicópatas, y porqué hacen lo que hacen, no me resultó convincente.
Preferiría otra explicación mejor, o incluso que no justificaran la violencia de sus actos, y que nunca supiéramos quien estaba detrás de las máscaras; eso habría sido más aterrador.
Por último, la banda sonora es potente desde el inicio, y cuando termina, por un tiempo sonora en la cabeza “Looking for the Magic” de Dwight Twilley Band, que se usa en “repeat” dándole mucho significado.
“Why would anybody do this?”
¿Qué tienen en común Andrew Carnagie, Bill Gates, y Warren Buffett?
Los 3 tienen inmensas fortunas, y ninguno de ellos piensa dejárselas a sus hijos.
“El padre que deja a su hijo una enorme riqueza, generalmente, adormece el talento y la energía de éste”
Es lo que opinaba Andrew Carnagie, el hombre que amasó, según Forbes, la 2ª mayor fortuna de la historia.
Este famoso empresario industrial del siglo XIX, destacó por su enorme filantropía, y llevó al Olimpo de las citas, una de sus máximas sobre la riqueza:
“El hombre que muere rico, muere desgraciado”
Carnagie llegó a amasar lo que equivaldría hoy a unos $12 mil millones, pero la mayor parte de su riqueza, la repartió entre bibliotecas, escuelas, y hospitales.
Su única hija, Margaret Carnegie Miller, recibió menos del 10% de la fortuna de su padre.
Carnagie estableció las máximas de la filantropía moderna, y fue uno de los primeros grandes millonarios, que se negó por principios, a dar en herencia toda su fortuna; y su ejemplo ha sido seguido por numerosos empresarios de éxito de la actualidad; entre los más conocidos, figura Bill Gates, que se ha comprometido a donar la mitad de su fortuna a obras sociales.
El fundador de Microsoft, es actualmente la 2ª persona más rica del mundo, sólo por detrás del empresario mexicano, Carlos Slim.
Gates y su mujer, han comprometido la mitad de su fortuna, estimada en $54 mil millones, a la fundación que lleva su nombre, y que financia todo tipo de proyectos relacionados con la ciencia y la cooperación internacional.
Gates y Warren Buffet, han empujado a otros millonarios, a donar su fortuna en vez de legarla a sus familias.
Buffet, es la 3ª persona más rica del mundo, y también ha dejado claro, que sus vástagos no heredarán la mayor parte de su fortuna.
El 85% de los $44 mil millones que se estima tiene en cartera, irán a parar a la caridad, la mayor parte, precisamente, a La Fundación de Gates, junto al que ha creado la plataforma “Giving Pledge”, que empuja a los multimillonarios, a donar su fortuna en vez de legarla a sus familias.
Y es que el capital simbólico contenido en el apellido, es todo un reclamo para los inversores, “Una persona muy rica”, dijo Buffet, “debe dejar a sus hijos lo suficiente para hacer algo, pero no lo bastante para hacer nada”
Aunque los hijos de millonarios no reciban toda la fortuna, tienen el futuro garantizado.
María Teresa Palomo, profesora de RRHH y comportamiento organizacional de ESIC Business and Marketing School, asegura que los casos en que la fortuna no se lega a los hijos, son “muy excepcionales”
Según la profesora, “es una decisión complicada, porque lo emocional te hace pensar más en tus hijos” y, de todas formas, se trata de perfiles de personas extraordinariamente ricas.
En el caso de Los Gates, por ejemplo, aunque la suma que recibirán los 3 hijos puede resultar pequeña en términos porcentuales, es gigante para el común de los mortales.
Se estima que cada heredero, recibirá unos $10 millones.
La diferencia es importante, asegura Palomo, pues “aunque no reciban toda la fortuna, tienen el futuro garantizado”
Ese castigo a los “hijos del fideicomiso”, chicos malcriados con más dinero que sentido común, es por temor a que hagan elecciones equivocadas, o lleven vidas improductivas, si cuentan con acceso a una enorme herencia.
Las familias acaudaladas, siempre tuvieron ese problema; pero ese mismo drama, ahora toca también, en menor escala, a los millones de hijos del “Baby Boom”, que en los próximos 30 años, están condenados a dejar más de $30 billones, la mayor transferencia de bienes de la historia de Estados Unidos, según la firma consultora Accenture.
Así las cosas, lo que solía ser un problema familiar privado, se convirtió en una discusión pública sobre la riqueza, los privilegios, y la responsabilidad personal.
¿Quién se queda con el pozo?
¿Deberían ser los herederos, o les irá mejor sin él?
Las notas de prensa hablan muchos de crímenes por herencia…

“You wanna talk about brothers?”



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