The Strangers

“According to the FBI, there are an estimated 1.4 million violent crimes in America each year”

Los años de 1960/70, fueron unos años muy convulsos en la sociedad de EEUU; de grandes revueltas, y de manifestaciones de rebeldía en general, y contra los gobernantes en particular, por su elevado protagonismo y toma errada de decisiones, como lo fue La Guerra de Vietnam, por lo que las drogas, el sexo, el alcohol y el rock, fueron durante años, la bandera de millones de jóvenes.
Y muchos fueron los acontecimientos que se extendieron cómo la pólvora, sobre todo en Estados Unidos, y que motivaron la aparición de extraños sucesos, y de una violencia cada vez más descontrolada, como el asesinato de Sharon Tate o los asesinatos de Keddie.
Primeramente, cabe decir que los “creepy crawling”, es el nombre que se le dio a un macabro “juego”, que consistía en entrar en casas seleccionadas mientras los propietarios dormían, o estaban ausentes, y cambiarles los muebles de sitio, sin que sus propietarios se dieran cuenta en el momento de lo ocurrido, de tal modo que cuando se despertaran, o llegasen a su casa, vieran que había cosas que no estaban en su lugar.
Es de imaginar el terror que debe sentirse saber que se ha estado durmiendo tranquilamente, y cuando te levantas, te das cuenta de que muchas cosas ha cambiado de lugar, pero que no han robado nada, y no han roto nada, lógicamente, lo primero que pensamos es en fantasmas.
Pero en estos juegos, dónde los alucinógenos tomaban protagonismo, los autores del siniestro juego, dieron un paso más… uno terrorífico:
El asesinato.
Uno de los casos más conocidos y misteriosos, es el ocurrido en el pueblo de Keddie, una población situada entre bosques en Pluma County, en California; un lugar construido en 1910, que ofrece albergues rodeado de 33 cabañas, un precioso lugar con senderos, pinos y montañas, donde uno puede pescar truchas en los arroyos.
Allí tuvo lugar el crimen conocido como “The Case Keddie Murder”
Era el 11 de abril del año 1981, cuando la pequeña Sheila Sharp, de 14 años, se había marchado a pasar la noche a casa de su mejor amiga…
Tras divertirse, a la mañana siguiente volvió a su cabaña, la nº 28 del Keddie Resort; y lo que encontró allí al entrar, fue espeluznante.
Su madre Glenna, de 36 años, su hermano John, de 15; y  una amiguita de éste, Dana, de 17, habían sido asesinados brutalmente.
Aterrorizada, la pequeña buscó a su hermana menor, Tina, que contaba sólo 13 años, y no pudo encontrarla, había desaparecido...
Los informes policiales contaron, que la familia había sido torturada durante casi 10 horas, que les pegaron con martillos, y que los acuchillaron.
Al ver la posición de los muebles, se dieron cuenta de que algunos habían sido cambiados de sitio, y automáticamente se empezó a pensar en un “creepy crawling”
Desgraciadamente, y con mucha probabilidad, los asaltantes habían sido descubiertos, antes de acabar, y aquello desencadenó la tragedia.
El resto lo hizo todo el miedo y el terror popular.
Se dice que aquel pueblo, desde entonces está maldito; muchos de los vecinos se marcharon por miedo, e incluso, la cabaña nº 28 fue derribada.
De la hermana menor de Sheila, Tina,  nunca más volvió a saberse nada, a pesar de las muchas investigaciones.
El misterio continúa sin resolverse, pese a que muchos investigadores, canales de televisión, e inclusive videntes, han trabajado en el caso, sin encontrar respuesta alguna.
“Is Tamara here?”
The Strangers es una película de terror del año 2008, escrita y dirigida por Bryan Bertino.
Protagonizada por Liv Tyler, Scott Speedman, Glenn Howerton, Gemma Ward, Laura Margolis, Kip Weeks, entre otros.
La historia gira sobre una joven pareja, que es aterrorizada por 3 enmascarados que irrumpen en la remota casa de verano en la que se encuentran alojados, y cierran todos los medios de escape.
The Strangers se hizo con un presupuesto de $9 millones, se comercializó tan bien, con el eslogan “inspirada en una historia real” que recaudó $82.3 millones en la taquilla mundial.
En cuanto a los supuestos “hechos reales” en que se basa, el director ha declarado, que se inspiró en la película de 1969, y posteriores asesinatos de Charles Manson, y la novela “Helter Skelter”, así como un hecho que ocurrió en su barrio cuando era niño:
Cuando era pequeño, Bertino y su familia vivían en una casa en medio de la nada, y una noche, mientras sus padres estaban fuera, alguien llamó al timbre...
Su hermana pequeña abrió la puerta, y se encontró con unas personas que preguntaban por alguien que no vivía allí...
Días después, supieron que esas personas, se dedicaron a llamar a la puerta de casas de la zona, y en las que no respondieron, entraron a robar.
El guión construido a base de lo anterior, se titulaba originalmente “The Faces”; por lo que las teorías comenzaron a circular, alrededor del Internet, en previsión del lanzamiento de la película, y algunos también hacen referencia a los asesinatos producidos por Keddie de 1981, como posible inspiración, aunque esta afirmación no fue confirmada ni desmentida por los cineastas.
En realidad, The Strangers está “inspirada en hechos reales”, y no “basada en hechos reales”, que es diferente.
Cuando está inspirada, es cuando la hicieron con elementos reales y básicos para poder hacer la película, de ahí se da la creatividad para armarla; en cambio, cuando está basada, es cuando la hacen lo más similar a lo que pasó en la realidad; por tanto aquí, vale quedarse a los créditos finales de The Strangers para comprobar el texto:
“Todos los sucesos de esta película son ficticios.
Cualquier parecido con cualquier persona viva o muerta, etc., son una simple coincidencia”
La acción sigue a Kristen McKay (Liv Tyler) y James Hoyt (Scott Speedman), que habían decidido pasar una noche especial en la aislada 2ª residencia de la familia Hoyt.
Al regresar a casa después de asistir a la boda de una amiga, el mundo de la pareja se derrumba, cuando alguien llama a la puerta a las 4 de la mañana, y pregunta:
“¿Está Tamara?”
Son 3 extraños enmascarados, al que llamaremos por el uso de sus máscaras:
“Man in the Mask” (Kip Weeks), “Pin-up girl” (Laura Margolis), y “Dollface” (Gemma Ward), quienes se apoderan de la casa; y el fin de semana idílico que planeaba la pareja, se convierte en una pesadilla.
Para sobrevivir, Kristen y James, se verán obligados a ir mucho más lejos de lo que se creían capaces.
The Strangers es una prueba de resistencia, que nos cuestiona:
¿Qué haríamos en su lugar?
Y deja en evidencia la bajeza del “ser humano”
“Are you a sinner?”
Hace tiempo, que el guionista y director novel, Bryan Bertino, prefiere contar la historia de personajes complejos.
Considera que el género de “suspense”, permite conectar con más facilidad con el público; y dice:
“Cuando empecé a escribir, no tardé en descubrir, que una forma de conectar con las personas, era a través del miedo.
El miedo permite hablar de otras emociones, de otros sentimientos”
Para su primer guión, que en un principio se llamó “The Faces”, escogió el tema de la violencia sin sentido; y explica:
“Se cometen un sinfín de crímenes que no tienen explicación.
Simplemente ocurren.
Sólo nos queda enfrentarnos a las consecuencias”
A partir de este concepto, escribió un guión centrado en uno de nuestros temores más primitivos:
¿Qué puedo hacer, si me atacan unos extraños decididos a hacerme daño a mí y a la persona a la que más quiero?
La historia transcurre en un periodo de un par de horas, y empieza poco antes de los terribles acontecimientos.
Conocemos a una pareja que ha ido a la boda de una amiga de universidad de la chica; cansados y bastante bebidos, Kristen y James, regresan a la casa donde pasan el fin de semana.
Poco después, reciben una visita inesperada…
¿Cuál es el gancho de la historia?
Bueno, está inspirado en hechos reales, aparte de eso, es la típica historia de inocentes víctimas, siendo acosadas por unos individuos con malas intenciones.
Si puede ser con la cara cubierta, pues mejor, ya se sabe, a lo mejor hasta consiguen añadir otro icono a la abundante cantera de “psycho killers” enmascarados del cine de terror.
Y si la máscara no refleja monstruos o seres deformes, sino caritas dulces de niña, muñeca o payaso… pues tanto mejor, así se consigue un efecto subversivo de lo más “terrorífico”
The Strangers empieza con guión muy lento, una historia que se podría ahorrar al principio, pero va “in crescendo”, se va haciendo más amena, ya que a modo de “flashback”, se aclara la historia inicial, y ayuda la acción y posible compenetración con los protagonistas/víctimas.
Los actores, han realizado un buen papel, no hablan, son guapos, y la intención es otra…
¿Ver cómo mueren?
Liv Tyler, se ha metido muy bien en el papel, mucho más que Scott Speedman, y ha sido muy emotiva, pues tiene más tiempo en pantalla; pero en general, han estado los 2 muy creíbles y reales.
La música, es la mayor aliada en este tipo de películas, y Tomandandy lo ha conseguido, añadiéndole el “suspense” en los momentos idóneos.
La ambientación, también ha sido idónea para este tipo de películas, ya que es en un sitio alejado de toda civilización, y en un bosque… donde puede venir cualquier cosa, por cualquier parte…
Más allá de que Bryan Bertino haya presentado un libreto abiertamente pobre, hay que aclarar que su dirección es buena.
La forma en que este joven cineasta manejó la cámara dentro de la casa, con planos largos, y movimientos lentos de cámara, generan un buen suspenso, y en ese sentido, Bertino logra lo mejor.
El “gore” en pantalla no es tanto como los fanáticos supongo que hubieran esperado, pero a decir verdad, en las pocas escenas sangrientas que hay, Bertino supo filmar de excelente manera.
Nada que reprocharle técnicamente, lástima que el guión no haya acompañado lo que a priori era una muy buena propuesta de suspenso.
Como dato de producción, The Strangers toma lugar en 2005, pero la casa fue deliberadamente construida con una arquitectura de 1970, y de rancho, revestida con muebles aplicables a la época; adicionalmente, todo contacto con el mundo exterior, queda completamente truncado, y a pesar de que la trama se desarrolla en un espacio abierto, en una casa rural, y en altas horas de la noche, la sensación de aislamiento y soledad, son casi absolutos.
Puede que quizá el guionista/director se haya reservado muchas respuestas, y que al final, el espectador se quede con una sensación de ansiedad, producto de esa misma ignorancia, pero ahí está el truco.
Cuanto menos sepamos, mejor, de ahí que los protagonistas apenas hablen, para que sintamos que no deben morir… porque ni ellos saben por qué les ocurre lo que les ocurre, por qué de golpe, se ven inmersos en una angustiosa pesadilla, y nosotros tampoco.
Nos sentimos identificados con ellos.
Si nosotros estuviésemos en su lugar, reaccionaríamos de la misma manera... muy probablemente, o más estúpido.
Esto es lo que le da a The Strangers, una cuota de credibilidad que se agradece.
Y es que Bertino quiso ser demasiado sutil, y trató demasiado de “crear atmósfera”, y terminó dirigiendo una película dolorosamente lenta, y sin mucho que ofrecer; pues con el póster promocional, ya sabemos a lo que vamos, pero no sabemos cómo será desarrollada la trama; por lo que el guión podría catalogarse, como de lo más simple que pueda haber, pero en definitiva, no es el libreto lo que termina matando a la película, sino la forma como el mismo se narra, ya que luego de unos primeros 40 minutos muy interesantes, dónde se nos presenta a los personajes principales y sus conflictos, y el comienzo de lo que será una verdadera cacería humana, The Strangers pierde total interés por varias razones:
Una de ellas, porque pasados esos 40 minutos iniciales, todo carece de sorpresas, de hecho, creo que no hay ni una sola sorpresa, o algo que mantenga al espectador interesado, pues todo es lo que se espera… y posee una narración muy pobre, lo que hace que el espectador pierda total interés a medida que la trama avanza, ya que literalmente lo que ocurre en pantalla, es prácticamente nulo.
Quizás, la trama se mantenga por el lado del suspenso que genera el hecho de que desconocidos traten de invadir un hogar ajeno, pero en definitiva, no alcanza para que salga a flote en ningún momento; por lo que se destaca en algunos fallos:
La poca verosimilitud acerca de los asesinos, y su súper velocidad, su tono fantasmal, emergiendo de las sombras, sin una intención claramente violenta, un mero juego que se alarga demasiado.
Por ejemplo, en una escena, de pronto una mano toca el hombro a uno, y de pronto desaparece, se esfuman en el aire…
Sobre el comportamiento de Mike (Glenn Howerton) el amigo:
Te destrozan el coche, y entras tranquilamente a una casa desconocida, donde a simple vista, parece que han robado, sin hablar, para que te peguen un tiro a las primeras de cambio, como es legal en EEUU.
Teniendo teléfonos, el 911 brilla por su ausencia.
Porque aparecen al final, los protagonistas vestidos de nuevo como al inicio...
Al chico le ponen la chaqueta que tenía quitada, y a la chica el camisón y los jeans que tenía, que ya tendría guardado en la maleta...
Y un mal final, donde Kristen supuestamente tiene que estar muerta, y cuando trata de tocarla el chico mormón, está viva...
No puede ser…
Lo mejor, creo que es una de las películas con menos diálogos que he visto en mi vida; y se agradece.
De las escenas, queda cuando el hombre enmascarado aparece por detrás de Liv Tyler, mientras ella bebe un vaso de agua en la cocina…
Y claro está, los asesinos, con esas máscaras, que actúan sin motivos; al puro azar; que evidencia que hay gente que no necesita motivos para hacer el mal.
Aquí no hay conexiones de las víctimas con los enmascarados, ni rollos raros, ni segundos sentidos.
Ni si quiera se les ve la cara, ni es relevante.
Estos “extraños”, son unos auténticos psicópatas sin rostro definido, que pueden ser cualquiera, que escogen al azar a sus víctimas, para torturarlas y asesinarlas.
Eso sigue siendo un misterio, la existencia de éste tipo de personas amorales, y la furia de las violencias que desatan ante el desconcierto de sus víctimas.
Aquí, los asesinos matan por puro placer, no tienen ningún otro motivo, ni lo necesitan, en su atípica simplicidad, es donde erradica el verdadero miedo:
Primero eligen a la presa, y hacen que se lo pase mal, disfrutando de su temor, para al final, saciar su sed de sangre, es hacer mal por hacer mal, sin motivo, solo crueldad humana.
Lo más terrorífico, y que más te hace pensar, es que ellos hayan actuado porqué sí, y que probablemente lo vuelvan a hacer, como lo aparentan al final.
En algo sí que tienen razón, al decir sobre la falta de argumento, pero sin embargo, se compensa gracias a la hora y media que nos mantiene en completa tensión.
Te mantiene en vilo, preocupándote de las vidas de los protagonistas, no como suele ocurrir habitualmente con algunas películas, en las que acabas deseando que mueran, y ponerte de parte del malo.
Y eso de que en ningún momento se vea la cara de los asesinos, ni siquiera cuando se quitan la máscara, y ese detalle me ha gustado mucho.
Y ese irse en la camioneta, hubiera sido un buen final, uno abierto, porque te quedas pensando si las víctimas murieron, o quedaron vivas.
Pero en vista de la recaudación ganada, no se mata a la gallina de los huevos de oro, por lo que obligó a un giro final, que llama a una innecesaria segunda parte.
¡Fatal!
“The brutal events that took place there are still not entirely known”
¿Por qué nos cuentan desde la primera escena, lo que va a ocurrir en los filmes de terror?
¿Por qué vemos este tipo de cine, cuando ya sabemos el final?
¿Qué interés tiene ver, cómo matan a 2 personas, porque sí?
Imagínense que están solos en casa...
Entran en el estudio, cogen el cargador, lo conectan a la corriente eléctrica, y dejan el teléfono móvil allí, recuperando batería.
Acto seguido van al baño, y al volver al estudio, el aparatito ha desaparecido.
¿Han visto al asesino sanguinario?
Yo tampoco, ni falta que hace.
En determinadas circunstancias, el hecho de que perdamos de vista un simple objeto, puede desencadenar una cascada de temores, capaces de paralizar nuestro cuerpo.
Sí, es cierto que The Strangers tiene mil y un clichés, pero juega con las emociones; y la verdad es que hay tanta saturación de películas de terror “basadas en hechos reales” que, en mi caso concreto, su inclusión juega ya más en su contra, que a su favor, en tanto en cuanto ha terminado convirtiéndose en un recurso narrativo más, es otra moda, otro cliché.
Sólo porque se inspire en hechos reales, no implica que lo vaya a pasar peor o mejor.
Si ustedes desean pasarlo mal en el cine, aunque uno ya se plantea, si está pidiendo demasiado…
¡Pasarlo mal viendo una película de miedo!
Mira que soy exigente… no me entretengan.

“Because you were home”



Comentarios

Entradas populares