Primos

“Tu novia te puede dejar plantado…
Ellos no”

Los primos fueron los primeros amigos de tu vida, los hermanos que no vivían en tu casa, pero que siempre estaban a tu lado.
Pueden ser muchos, o uno solo, pero todos son especiales, porque son parte de tu familia, porque son tus amigos, porque son parte importante de tu vida, y porque son simplemente tus primos.
Con ellos, las incómodas reuniones familiares son mucho más divertidas, cuando te puedes esconder con tu primo, o ambos sentarse y reírse de todos los familiares disfuncionales que les rodean.
No tienes que explicarles la insanidad de tu familia, porque ellos ya entienden; ellos crecieron contigo, así que saben exactamente lo raro que eres, y te aman igual.
Esto significa, que también conocen todas tus historias vergonzosas, las cuales te recuerdan todo el tiempo; y que nunca te juzgarán, así que son la primera persona a la que llamas para que te saque de un problema…
Y que han pasado por los mismos altos y bajos familiares como divorcios, pérdida de abuelos, matrimonios, primos bebes, etc.; y ha formado un vínculo indestructible; porque hacen un esfuerzo por mantenerse actualizados sobre el constante drama familiar; y pueden pasar meses sin verse, y aún sentirán que nada ha cambiado.
Ser primo, es formar parte de un club exclusivo, en el que solo pueden entrar algunos privilegiados, y el único requisito es pertenecer a la misma familia.
Los primos, tienen sus propios códigos, hay ciertos límites de convivencia que solo son permitidos a los primos.
Uno puede meterse con su primo, y atacarle, pero que no lo haga una tercera persona, porque entonces, los demás primos sacan los dientes.
Pasas con ellos los momentos más importantes de tu vida, en tus cumpleaños, el día no era completo si no te felicitaban tus primos, o venían a disfrutar de tu día, son con los que has pasado navidades y veranos, con los que muchas veces has compartido patio en el colegio, con los que has jugado, has reído, y por supuesto, te has peleado.
Lo que está claro, es que no hay mejores amigos que los primos, pueden ser hermanos, segundos o terceros, pero son tus primos, tu apoyo en los malos momentos, los que te empujan a salir de lo malo, te acompañan por el camino de tu vida, comparten tus alegrías, y son participes de tus logros.
Pueden pasar años y ahí están cerca, hasta el momento de tu misma boda…
¿Qué hacer cuando la que va a ser tu esposa, te planta el día de la boda?
“Cuanto más primo, más me arrimo”
Primos es una comedia española, escrita y dirigida por Daniel Sánchez Arévalo, en el año 2011.
Protagonizada por Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo, Adrián Lastra, Inma Cuesta, Antonio de la Torre, Clara Lago, Nuria Gago, Alicia Rubio, Marcos Ruiz, entre otros.
Primos es la 3ª obra y, como el propio Arévalo denomina, “primer paso por la comedia pura”
Es una comedia que no abandona la nostalgia en ningún momento, como si de una fábula se tratara; con elementos como:
El primer amor, el compromiso, la amistad, las relaciones paterno-filiales, y las apariencias, desfilan por Primos de manera ingenua y tierna; con un aire “naif” autoimpuesto, que roza el esperpento por una buena razón:
Evocar en el espectador, sensaciones de la infancia.
Primos fue rodada en Comillas, Cantabria; durante la primavera de 2010; y obtuvo 2 nominaciones de Los Premios Goya 2012:
Mejor actor revelación (Adrián Lastra) y mejor actor de reparto (Raúl Arévalo)
La acción inicia cuando Diego (Quim Gutiérrez), es abandonado por su novia, Yolanda (Nuria Gago), el día de la boda, y decide irse con sus 2 primos al pueblo donde veraneaban de pequeños, Comillas, con tal de recuperar al primer amor de Diego:
Martina (Inma Cuesta)
Allí, Diego, su primo Julián (Raúl Arévalo), y su primo José Miguel (Adrián Lastra), se reencontrarán con su pasado y personas que formaron parte de él, como los irreconciliables El Bachi (Antonio de la Torre) y su hija Clara (Clara Lago)
Allí, lo único que pasará, es que la mezcla de recuerdos de la adolescencia, y lo acontecido, les hará vivir unas situaciones de lo más rocambolescas; en un disparatado regreso al hogar, donde reencontrar amores perdidos, reconciliar conflictos, liberar traumas, y soltar lastres durante las fiestas del pueblo, con su entrañable verbena, las ganas de pasarlo bien, la playa, los recuerdos de una niñez y juventud maravillosas, en la edad en la que aún no había problemas serios, ni traiciones, ni huidas, ni guerras, y el primer amor estaba ahí por descubrir, y una chiquilla perseguía a un chico mayor que frecuentaba el videoclub de su padre sin que él le hiciera caso, porque aún no le habían crecido las tetas...
Es un viaje loco y bonito de 3 primos, para recordar lo que es sentirse otra vez libres; y esta vez, para siempre.
Así, Primos consigue 2 objetivos:
Por un lado, el principal de toda comedia, divertir y hacer reír; y por otro, contar una historia de superación de retos, y búsqueda de uno mismo.
“Yo también os pre-quiero a todos.
No voy a llorar.
No lo voy a hacer.
Me voy a comer el sobao y voy a dejar que Toña me coma la polla, en sentido figurado, y en el literal también”
El punto de partida de la historia es, como bien indica la sinopsis, es el plantón que sufre Diego en el altar.
Es, por así decirlo, el “macguffin” que desencadena el resto de acontecimientos; en un viaje memorístico, que traslada a los protagonistas a su pueblo natal, Comillas, y a nosotros a ese lugar recóndito de la mente, donde se esconden recuerdos que marcan, pero que el tiempo deja de lado.
Así, tener a 3 primos como protagonistas, le sirve a Daniel Sánchez Arévalo, para poder contar 3 historias distintas; además, se combina perfectamente y sin fisuras, tanto la vertiente cómica de la historia, como la dramática.
La mayor parte del tiempo, uno permanece con una amplia sonrisa en la cara, que sólo se descompone cuando soltamos una ligera carcajada o; en el lado más opuesto, cuando Sánchez deja al descubierto, los sentimientos de los protagonistas, sus debilidades, sus deseos…
Es en ese momento, cuando nos damos cuenta que no estamos ante una simple comedia para pasar el rato, sino que tenemos delante, una película con fondo.
Tanto la historia central, como el resto de subtramas, funcionan por igual, porque se presta la atención justa a cada una de ellas.
Y funcionan también, porque los personajes se ganan nuestra simpatía desde el primer momento; y eso se ha conseguido, porque pese a lo arquetípicos que, a grandes rasgos, puedan parecer éstos, también nos resultan cercanos y amigables.
Así pues, Diego se centrará en recuperar el amor de Martina, mientras Julián intenta encauzar el camino de un viejo amigo, que con el tiempo ha terminado convirtiéndose en el borracho del pueblo; y José Miguel, luchará por superar sus traumas, con la ayuda de un niño de 10 años, con una hipocondría de caballo.
Pero Diego resulta ser el razonable del grupo, aunque siempre se acaba dejando arrastrar por los que le rodean.
Es un enamoradizo crónico, que durante todo el metraje demuestra una alarmante falta de capacidad para tomar decisiones por sí mismo.
Mientras Julián es el ligón del grupo, y ataca a todo lo que se mueva.
Es el más lanzado de los 3, el que los mete en los líos, tan divertido como chabacano, aunque de buen fondo, y leal a los suyos.
Y José Miguel, por su parte, está muy mal de lo suyo:
Es un ex-militar aquejado de evidentes secuelas físicas y psicológicas, que necesita constantes atenciones y medicación para salir adelante; en que la prudencia, es su ley de vida.
El protagonista de los 3, es Diego, que cree que con volver al pueblo, y avivar la llama del amor que una vez hubo entre él y Martina, le va a solucionar todos sus problemas; pero no puede estar más equivocado.
El peso del abandono y los sentimientos que aún tiene por Yolanda, le impiden avanzar; y eso que tiene en la cabeza, no va a disiparse en cuestión de horas, por lo que deberá replantearse es su situación actual, sopesando los pros y los contras, pero sobre todo, haciendo caso de lo que su corazón le pide.
Pero Diego no es el único que tiene heridas que curar, y cuentas pendientes que solucionar; aunque creo que si este personaje no estuviese interpretado por Quim Gutiérrez, Primos perdería todo el atractivo.
Es la forma en la que actúa, su entonación, su mirada, casi a los pucheros, la personalidad que le da al personaje, lo que hace que te enganches y lo ames.
Todo un descubrimiento; pues ha creado un personaje tierno, cómico, y difícil de olvidar.
Y es cierto que Julián es un poco canalla, y un salido; sin embargo, pese a su chulería y verborrea, se esconde un tipo solitario, en busca también de su alma gemela; y quizás, esté a punto de conocerla…
Aunque José Miguel tiene un grave problema de hipocondría y timidez, que quizás logre superar gracias a la ayuda de la persona más inesperada, los 3 presentan en pantalla, una gran química.
De las actrices, el personaje de Martina, es una madre soltera, que lleva demasiado tiempo sola, y que no sólo anhela la compañía de un hombre, sino que también necesita un padre para su hijo.
Mientras Clara está muy poco dibujada, y Yolanda casi inexistente.
Y El Bachi y sus tendencias suicidas, es un tercero cómico, algo forzado; es el antiguo dueño del videoclub, en el que antaño los 3 primos alquilaban películas, y se ha convertido en el borracho del pueblo; y que tiene una hija que ni siquiera le dirige la palabra.
Resulta divertido, el plus añadido del Bachi con las diversas referencias cinéfilas, que van desde Coppola hasta Almodóvar, pasando por Garry Marshall; que acostumbra citar.
Para todos y cada uno de ellos, este reencuentro de los primos en Comillas, cambiará el resto de sus días; y todos aprenderán que la vida sigue igual, pero mejor si eres feliz con quien tienes al lado.
A priori, puede parecer que estamos esencialmente ante una comedia romántica y, en cierto modo, gran parte del peso de la trama, se lo lleva el romance a 3 bandas entre Diego, Yolanda, y Martina; pero en el fondo, Primos trata sobre la amistad, y sobre las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida.
Decisiones que, para bien o para mal, nos marcan el camino a seguir.
A veces acertamos con ellas, y el resultado de una buena elección, es la satisfacción; otras veces, sin embargo, metemos la pata, y pagamos las consecuencias, aunque más adelante aprendemos de ese error.
Y en un tercer caso, simplemente dejamos que otro u otros, tomen las decisiones por nosotros; y eso, queramos o no, difícilmente nos hará felices.
No está mal la idea, especialmente porque las historias se irán entrecruzando entre sí, y los primos se apoyarán los unos a los otros, para lograr salir adelante con sus respectivos propósitos aunque, una vez llegado el momento de las resoluciones, prepárense para 3 finales distintos, y consecutivos.
Con Primos, que nada es fatuo ni efectista, que lo que hacen, sienten, anhelan, sufren, y expresan esos tipos tan excesivos, que no paran de hablar de todo lo que pasa por su cabeza y su corazón, mientras ellas hablan menos, pero escuchan mejor, porque son más adultas y más lúcidas que estos niños tan grandes y confusos; es muy cercano al volcán de dudas, contradicciones, realidades, y sueños, que habitan en casi todos nosotros, que todo está expresado con mucha gracia, sentido de la paradoja y de la comicidad, luz, vitalismo, energía, aunque esté hablando de incertidumbres, soledad, pérdidas, y fracaso, que el realizador, además de entender a sus locos, sensatos, alternativamente entrañables y compadecibles personajes, les quiere mucho.
Y esa simpatía hacia los perdidos, también es contagiosa.
Sin embargo, se le puede poner algún que otro pero, como que Sánchez Arévalo sigue conociendo mejor a los hombres que a las mujeres; pero funciona con un ritmo implacable, con personajes incluso adorables, y un sano, jocoso aire de juerga; tratándose, recordemos, de una comedia romántica, con todos los exponentes del género.
Como el mismo director explica:
“Primos es un cuento, una fábula que transcurre en un pueblo, concebida para aportar luz, y buen rollo al público.
Quería hacer una película optimista, y con aire, que respirara.
Hablo también de la estupidez masculina, que brota mucho más con mujeres cerca, pero quería que el público mirara a los personajes con cariño, pese a sus defectos”, y se podría decir que, a veces, cae en los tópicos entre hombres y mujeres.
Y es que sucede en la comedia española actual, que junto al respeto a los grandes maestros puramente españoles, con suerte, y si los hay, existe cierta tendencia a caer en formas, música, y puesta en escena de comedia “Made in Hollywood”; pero bueno, la inspiración ha sido recíproca también.
Lo mejor de Primos, son las historias que se desarrollan a partir de los personajes más secundarios; destacando el trio Raúl, Antonio, y Clara.
Asimismo, reseñar al primo lisiado, Adrián Lastra, que forja casi una relación entre hermanos con el hijo de Inma Cuesta, con sus diálogos sobre enfermedades, que son muy originales; y para finalizar, destacar el numerito musical que se montan lo protagonistas, a lo Backstreet Boys y “As Long as you love me”
“¡Martina, baja y haznos una paja!”
Es importante, antes de buscar una pareja, definir claramente tus expectativas de vida, proyectos, metas, deseos, aspiraciones, para determinar, qué papel tendrá en tu vida esa persona.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Autónoma del Estado de México, publicado en el Interamerican Journal of Psychology, los hombres buscan una mujer con un buen físico, nivel socioeconómico estable, tierna y abnegada, y las mujeres buscan hombres preparados, sociables, voz agradable, y buenos en la intimidad.
Apariencia física de aquello:
“De la vista nace el amor”, es un dicho popular que encabeza la lista de lo que se busca al elegir pareja.
De las características psicológicas, hablamos de todo aquello que engloba la personalidad, como son:
Emociones, sentimientos, carácter, gustos, en este punto, se busca tener parejas que sean complemento, donde uno cuente con un carácter fuerte, el otro un poco menos, ya que se ha hablado mucho acerca de que “polos iguales se repelen, y polos opuestos se atraen”
La posición económica y social; en que la gran mayoría de parejas buscan personas de su mismo círculo social o laboral, con la finalidad de convivir en un mismo entorno, y no les cueste trabajo adaptarse a una vida diferente; una posición económica estable, para que las cuestiones monetarias no lleguen a pesar más en algún momento que el amor.
En la educación, las parejas buscan personas de su mismo nivel, en cuanto a educación, ya que esto es considerado por más de un psicoterapeuta familiar, un punto clave para la estabilidad emocional de las parejas.
Que sean independientes; se habla de independencia en varios sentidos:
Que no sean personas inseguras, ni dependientes de los padres, que puedan tomar sus propias decisiones, y correr riesgos.
Así podemos observar, que hay muchas fuentes importantes que citan números y datos estadísticos, para darnos cuenta realmente, qué se busca de un lado y del otro.
Lo real es que encontrar a un hombre o mujer que cumplan con todos los requisitos, es complicado, pero siempre se debe elegir, además de aquel que llene la mayoría de los requisitos, a alguien con quien te sientas bien, y puedas ser tú mismo; esto es importante, ya que sabrás con qué persona estás tratando, y no te llevarás sorpresas desagradables en el transcurso de la relación.
Al final de cuentas, un hombre se quedará con una mujer que pueda ser en potencia, la madre de sus hijos, una mujer que fuera de títulos profesionales, sea inteligente, segura, sea un reto, y tenga metas propias, tenga cuidados hacia él, y hacia su persona, lo tome en cuenta, le reconozca sus éxitos y lo apoye, que deje ser él, quien la proteja, pero sin ser dependiente; una mujer que lo ame y que disfrute, y esté contenta cuando pasan tiempo juntos, pero primero, que sea feliz consigo misma.
La finalidad de una pareja, es ser uno, complemento del otro, buscando siempre la integridad, y caminando juntos bajo el lema de ser felices.
Siempre existe esa media naranja, y puede ser que, sin saber nada acerca de la otra persona, una simple mirada, robe el corazón…
Historias de amor, hay muchas, y no forzosamente se dan por medio de una lista de requisitos.

“Diego, deberías aprender a estar solo, a no volcar tus necesidades y dependencias con la primera persona que se te cruce en el camino.
No hace falta que te justifiques, ni que te sientas mal...”



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