Star Wars Celebration

“A long time ago in a galaxy far, far away”

HOY se cumplen 40 años del estreno de “STAR WARS” (1977), siendo la primera película que vi en mi vida en un cine, y revisando La Saga Completa de 8 películas, aquí algunas anotaciones importantes, sobre todo, simbolismos y algunos temas.
Empezando que George Lucas nunca imaginó que su película de ciencia ficción se iba a transformar en el fenómeno de cultura cinematográfico y popular que es hoy en todo el mundo.
A 40 años de su estreno, Star Wars lo celebró con una convención de fanáticos en Orlando, Florida, EEUU; en el evento organizado por Disney; logrando reunir en el escenario, a:
Mark Hamill (Luke Skywalker), Harrison Ford (Han Solo), Billy Dee Williams (Lando Calrissian), Anthony Daniels (C-3PO), Peter Mayhew (Chewbacca), Ian McDiarmid (Emperador Palpatine) y Hayden Christensen (Anakin Skywalker), entre otros.
Así como un conmovedor homenaje para Carrie Fisher, una actuación del inmenso John Williams, y muchos chistes sobre los diálogos de George Lucas...
Los asistentes a La Celebración de Star Wars, recibieron eso y más, en los 4 días de eventos para fanáticos en el aniversario de la saga espacial.
El actor Warwick Davis (Ewok), moderó la retrospectiva a las 4 décadas de legado, con participaciones de la jefa de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, y del mismo George Lucas; pero también hubo video mensajes de Liam Neeson, quien dijo en broma “que se estaba haciendo una película sobre Jar Jar Binks, entrando al Lado Oscuro”, y de Samuel L. Jackson, quien descaradamente dejó entrever que su personaje Mace Windu no está muerto:
“Hagamos que suceda”, dijo Jackson a Kennedy.
“Todo lo que tienen que tienen que hacer, es decir esa palabra”
La participación inesperada de Harrison Ford, provocó la respuesta más animada de los miles de admiradores en el centro de convenciones.
“No puedo creer que logramos que esto se mantuviera en secreto, tomando en cuenta que aterrizaste tu avión en la autopista interestatal 4”, bromeó Davis cuando cedieron los aplausos.
“Fue un buen aterrizaje”, respondió Ford, sonriendo.
Y es que a lo largo de los años, el actor ha tenido una relación distante con los admiradores de su personaje Han Solo, pero ese día parecía genuinamente feliz, por recordar el legado de la creación de Lucas.
Lucas dijo, que ya había trabajado con Ford en “American Graffiti”, cuando le dio el papel, porque se trataba “de naves espaciales y volar”, algo que el actor sabía hacer.
Ford, haciendo referencia a Indiana Jones, otro de sus personajes emblemáticos, respondió en broma:
“¿Volar?, Sí.
¿Aterrizar? No”
Para los súper fanáticos de Star Wars, la mayoría de las historias de detrás de cámaras que se contaron, eran igual de sabidas que las de las películas, como el hecho de que la inspiración de Lucas para Chewbacca, fue su perro Indiana, y los problemas de los actores con el diálogo refinado y técnico de Lucas, etc.
“¿Cómo puedes hacer que un trabalenguas suene como un diálogo espontáneo?”, preguntó Hamill.
“Tiene razón, era un poco demasiado”, respondió Lucas.
Ford, agregó risueño:
“Le dije, George, puedes teclear esto, pero no lo puedes decir, mueve tu boca cuando estás tecleando”
La gran ausente fue, claro, Carrie Fisher quien murió el año pasado a los 60 años…
Lucas y Kennedy, guardaron sus palabras sobre Fisher para el final:
“Era muy fuerte, muy inteligente, muy divertida, muy atrevida, y muy testaruda.
No había mucha gente como ella.
Era como una en un billón”, dijo Lucas al recordar la disposición de Fisher, para decirle cuando sus diálogos eran demasiado difíciles al interpretar a La Princesa Leia:
“La amaremos por siempre y para siempre”
Mientras la hija de Fisher, Billie Lourd, quien actuó junto a su madre en “Star Wars: The Force Awakens”, apareció en el escenario con un vestido blanco, al estilo de Leia, para recordar a su madre y a su abuela, Debbie Reynolds, quien falleció un día después de Fisher.
Por último, el compositor de la banda sonora de Star Wars, John Williams terminó la sesión dirigiendo a La Orquesta Filarmónica de Orlando, con una interpretación de 3 de sus temas principales:
El tema de Leia, El Tema Principal, y La Marcha Imperial.
Puestos en claro, el universo Star Wars se ve inmenso, por lo pronto, el orden cronológico integral, con interés narrativo de los filmes y producciones hechas hasta el momento, es:
Episode I (1999) + Episode II (2002) + The Clone Wars/película (2008) + The Clone Wars/Serie (2003) + The Clone Wars/Serie remake de la anterior (2008) + Episode III (2005) + Star Wars Rebels/Serie (2014) + Rogue One (2016) + Episode IV (1977) + Star Wars Holiday Special (1978) + Episode V (1980) + Caravan of Courage: An Ewok Adventure (1984) + Ewoks: The Battle for Endor (1985) + Episode VI (1983) + Episode VII (2015) + Episode VIII (2017)
Por lo pronto, me concentraré solamente en las 8 películas:
En “STAR WARS: Episode I – The Phantom Menace” (1999); el espectador, muy probablemente se deje llevar por el espectáculo, relegando otros temas, entre ellos, la iconografía popular y la metáfora cristiana, con gran variedad de temas filosóficos y mitológicos.
En este Episodio, resalta la suerte versus el destino, La Profecía del nacimiento del Héroe; entrenamiento vs talento; sobre los sentimientos humanos, la lucha entre el instinto y la razón, confiando siempre en los instintos; la lealtad reflejada en las sirvientas a La Reina; en el vestuario se refleja el Bien y el Mal: Ropa clara para los buenos, ropa oscura para los malos; la simbiosis entre razas/seres:
Naboo y Gungadins y R2D2 y C-3PO; las tradiciones vs la modernidad, como Sables vs Blasters, la superioridad natural ante la tecnología; las formas de gobierno como República vs Imperio; El Senado como un caos organizado y El Poder del Pueblo; gobierno vs individuos, y las repercusiones:
Innovación vs estancamiento; también hace la diferencia entre elegir y deber; y la importancia de la familia…
Simbolismos varios, mesiánicos, en una religión monoteísta, y organizada, ver El Desierto de Tatooine como el pasaje de Juan, El Bautista; las edificaciones romanas, estilo Imperio, alegoría Vaticana a cargo de una mujer; estilo egipcio en el vestido de Amidala, algunos estereotipos negros en los Gungans como Jar Jar, o estereotipos chinos como el virrey Gunray y La Federación Comercial, etc.
Pero es en su reparto, algunos no acreditados, donde reside la curiosidad:
Dominic West como Guardia de Palacio; Sofia Coppola como Saché, y Keira Knightley como Sabé, acompañantes de Amidala; Richard Armitage como piloto de Naboo; y el gran Warwick Davis haciendo 3 personajes:
Wald, un espectador en La Carrera y un ciudadano de Mos Espa; etc.
En “STAR WARS: Episode II – Attack Of The Clones (2002); cabe señalar de nuevo, que hay muchos aspectos de La Saga que no están presentes en ninguna otra obra cinematográfica; empezando que muchos la rechazan por ser “simplemente una serie de películas para comer palomitas de maíz” pero en el fondo, como ya se anotó, es la historia de un viaje mitológico, de la niñez a la madurez de un nuevo héroe:
Anakin Skywalker; siendo este Episodio, el más político en su narrativa, muy crítico abiertamente en cuanto a la desconfianza de los políticos, y la política empresarial contemporánea.
Así vemos los disturbios en El Senado, el movimiento separatista, la militarización del Estado, y el atentado político; llevando a la democracia a una guerra asumida bajo “poderes de emergencia”, que será eventualmente la dictadura del Imperio; siendo atacada hasta caer, desde dentro y no desde fuera.
Sino veamos las conexiones claras a La Era pre-Nazi, con el ascenso de Hitler y sus soldados de asalto, que indirectamente sugiere la saga en su terminología política y económica.
Notamos el ascenso de Los Imperios, como un proceso continuo y cíclico en la historia humana, basado en violaciones a los derechos humanos, la avaricia, la agresividad, el odio y el miedo.
Pero también hay otros temas, como los deseos de poder; y los dilemas morales que se enfrentan los Jedi; por lo que no es casual que La Reina diga:
“El día que dejemos de creer en la democracia, es el día que la perdemos”
En ese sentido, Los Jedi han dejado de creer en la democracia; por eso La República fracasó; incluso ellos habían dejado de creer en sus ideales, tanto que los clones, que fueron creados para luchar y morir, se dice que “son diferentes de los droides de batalla, pues pueden pensar” cuestionando lo que significa “ser humano”, por lo que la decisión de Yoda de usarlos, se puede ver como moralmente errónea.
Pero El Episodio también sigue el camino del héroe, Anakin, que curiosamente lo vemos caer, literalmente del cielo, que lo conecta con cualquier héroe mitológico, enfocándose en los diferentes mundos:
El peligro de Coruscant, lleno de escoria social, y villanía política; el mundo femenino de Naboo, atención a la escena de comedor, y la propuesta sexual por medio de la fruta “prohibida”; en Kamino, Obi-Wan confirma las deficiencias de los Jedi; que allí se incluyan truenos y relámpagos, no es casual, pues son clásicamente asociados a “la ira de los dioses”, o de la naturaleza, expresando desaprobación de las acciones de la humanidad:
La Clonación Humana.
El ejército de clones, es la representación de una perversión del orden natural, específicamente del poder femenino de la reproducción.
Pero ojo, Jango Fett, representa la victoria del principio y fantasía masculina de “derramar su semilla” libremente, y engendrar un gran número de hijos, ojo que no hay hijas, para probar su virilidad, sin la carga de estar atado a su progenie, o sus madres.
En Tatooine, se conecta a un reino masculino, que simboliza la identidad sexual de Anakin, es su pasado; y allí veremos cómo su padrastro Owen, representaría el camino no tomado por Anakin.
En Geonosis, los geonosianos no son lo que aparentan, ya que poseen capacidades tecnológicas avanzadas, como ser los fabricantes de androides de batalla, y los ingenieros de La Estrella de La Muerte; etc.
Sobre el simbolismo, el más evidente es la transformación temprana de Anakin en Darth Vader, la cual se presagia en una variedad de maneras:
Por ejemplo, en Tatooine, cuando Anakin parte a rescatar a su madre, en la pared de la casa de Owen, cuando Padmé se despide, vemos en las sombras, un diseño no muy sutil del casco de Darth Vader y su capa; o La Pietá cuando abraza a su madre muerta; además, en varias ocasiones se muestran los problemas respiratorios de Anakin.
Y es que si somos muy observadores, veremos que Anakin cae al vacío muchas veces, de forma voluntaria, mientras las caídas de Obi-Wan, no son voluntarias, en clara alusión a la caída de los Jedi, y el ascenso de los Sith.
No solo veremos la mutilación de la humanidad de Anakin en la pérdida del brazo; sino que el punto de inflexión, será la muerte, iniciando con su madre, y luego con Padmé; el temor inevitable y natural del ser humano, que Anakin pretenderá controlar por medio de la tecnología.
La escena final es elocuente, en una sola imagen, se captan muchos de los temas:
Amor entre Anakin y Padmé; la pérdida de su humanidad y su madre en el brazo; la luz en el vestido de Padmé vs la oscuridad en la capa de Anakin; la robótica/parte mecánica vs la humanidad/sentimientos; así como ser diferente y ser enlazado; etc.
Del reparto, la curiosidad viene de la actriz Rose Byrne como Dormé, acompañante de Padmé; y Joel Edgerton como el hermanastro de Anakin, Owen Lars.
Este Episodio bebe mucho de los libros:
“Do Androids Dream Of Electric Sheep?” de Philip K. Dick, que inspiró “Blade Runner”; y “John Carter” de Edgar Rice Burroughs.
En “STAR WARS: Episode III – Revenge Of The Sith” (2005); se termina aquí la segunda trilogía, precuela de la trilogía original.
Esta es una historia de amor, y de amor roto en varios frentes:
Entre maestro y alumno, destinados a enfrentarse, y en última instancia, a morir uno a manos del otro; una historia de amor imposible y prohibido; y una historia de amor por unos ideales que se ensombrecen, se tuercen, y acaban vaciándose de contenido, a medida que un bando y otro, pasan continuamente de La Luz a Las Sombras.
Aquí, cada secuencia representa la culminación de la historia humana, y la creación de mitos, a modo de un retrato de la psique, a través del simbolismo, y como era de esperar, repleta de impresionantes efectos visuales, impactantes revelaciones, y consecuencias catastróficas.
Este Episodio presenta quizás, los momentos más emotivos de la precuela, y define la línea de tiempo de la saga durante “los próximos 19 años”
A esta alturas, ya estamos familiarizados con “el universo”, sin embargo, George Lucas se cuida de no explicar mucho lo que es La Fuerza, una entidad bastante vaga, que sirve principalmente como un vocabulario para El Bien y El Mal, y como una manera de explicar los poderes “mágicos” de los Jedi en La Luz y los Sith en La Oscuridad.
También se nos muestra más el monacato Jedi, visibles en la ropa, con túnicas carentes de adorno, el celibato, y la prohibición de casarse; en contraste con la tentación de los Sith.
Aquí hay muchas alegorías históricas, legendarias y bíblicas, desde Caín y Abel, a La Orden Nerón y La Noche de Los Cuchillos Largos; al Mito del Fénix, o en la pintura, con “La Muerte de Ofelia” (1852) de John Everett Millais, etc.
Visualmente, este Episodio es el más oscuro de todos, usado como una herramienta para comunicarle al espectador, que el universo ha sucumbido al Lado Oscuro.
Y para completar la analogía religiosa, la imagen de la batalla final, entre hermanos, en Mustafar; no es casualidad, que el planeta esté cubierto de lava en erupción, a modo de estar las profundidades del Infierno, o bien, en clara alusión a La Revolución Industrial, el mandato corporativo, etc.
Sobre La Orden 66, es interesante dar a conocer que en la Francmasonería, hay 33 grados…
El Canciller Palpatine, francmasón a toda regla, sino vean sus aposentos… le dice a Anakin las ventajas del Lado Oscuro; por lo que él conoce las 2 caras... 2 veces 33, es 66.
Muy curiosamente, muchos Presidentes de EEUU ha militado en la Francmasonería, por lo que este Episodio fue uno de los más controvertidos, desde su producción, en el uso de alegorías al Presidente George W. Bush y sus políticas post 9/11, con las del Imperio Galáctico; por ejemplo, cuando Anakin le dice a Obi-Wan, en La Batalla en Mustafar:
“Si no estás conmigo, eres mi enemigo” es una alusión clara al discurso en una sesión conjunta del Congreso, que fue muy difundida y vista, a sólo unos pocos días después del 9/11, cuando Bush dijo:
“O están con nosotros, o están con los terroristas”; o bien, cuando Padmé, consternada, dice en El Senado:
“Así es como muere la libertad; con aplausos”, siendo muy familiar a cómo Bush trató de reforzar la seguridad nacional después del 9/11, instando al Senado en aprobar La Ley Patriota, un proyecto que nació en medio de aplausos, que trajo como consecuencia, una limitación a las libertades civiles.
Anakin, termina aquí, siendo más máquina que hombre, por tanto, los androides serán “desconectados” porque son programables, y eso genera un peligro de rebelión, entrando en funcionamiento los clones, que obedecen órdenes; por tanto, también es el advenimiento del reino de las máquinas, sobre la humanidad.
¿Entonces, qué simbolizan Los Clones?
Representan a la gente, no vistas como personas, sino como unidades programables para recibir órdenes, cuyos cerebros pueden ser lavados...
¿Les suena a algo?
Un personaje curioso, es El General Grievous, un ciborg que presagia el advenimiento de Darth Vader.
Un punto de inflexión, es que Anakin debe abrazar El Lado Oscuro, a través del miedo a la muerte de Padmé, que visionó en sus sueños, por ello, Palpatine se revela como Sith ante Anakin, diciendo que “hubo un Lord Sith que aprendió a manipular a los midiclorianos para crear vida… y que su aprendiz, lo mató”
El simpático detalle, es que la conversación tiene lugar en la ópera de Coruscant: Palpatine “planta la semilla final para la creación de Darth Vader” y revela sus cartas, pero nosotros vemos espermatozoides que juguetean con óvulos para fecundarlos, a sabiendas que Padmé está embarazada…
Sobre Los Sables de Luz, tiene importancia el color:
El de Yoda es verde, porque adquirió el balance natural perfecto, en contraste con el rojo, simbólico de las pasiones irrefrenables de los Sith; el azul como el camino que se está siguiendo para alcanzar la perfección; y el púrpura, es la dualidad por el conflicto moral, pues rojo y azul hace púrpura.
Así, este Episodio puede ser visto como una advertencia para nuestro tiempo:
Una crítica a La Guerra en Irak y Afganistán, un recordatorio de cómo las democracias pueden renunciar a sus libertades con demasiada facilidad, y una advertencia acerca de la seducción de la buena gente, por el poder absoluto.
Ojo que la palabra “democracia” se utiliza varias veces, en referencia al buen orden de los Jedi, pero es más un ideal, no es la realidad, siendo eso lo que quieren los gobernantes que nosotros creamos y veamos; pues verdaderamente vivimos en un Imperio del Mal, donde la utopía es el futuro.
Del reparto, 2 curiosidades, la actriz Keisha Castle-Hughes como La Reina de Naboo, y el director George Lucas, en un pequeñísimo cameo como El Baron Papanoida
En “Rogue One: A Star War Story” (2016), hay que aclarar que es una historia paralela a los hechos relacionados a La Franquicia, particularmente al Episodio IV, siendo además, la primera película autónoma de La Saga; donde encontramos muchas alusiones y referencias; aunque sigue el canon, tiene su propia historia; una que explora la tragedia de la guerra, y en quiénes fueron los que robaron los planos de La Estrella de La Muerte; por lo que esta historia es una tragedia en toda regla; y tiene sentido al proporcionar una capa de profundidad al Episodio IV “una nueva esperanza”; por tanto, es una película sobre hacerse cargo del propio destino, incluso si eso significa hacer el último sacrificio, en actos de valor incalculable, que se llevan a cabo con poca fanfarria.
El título es apropiado, teniendo en cuenta que esta historia se centra en los soldados en la rebelión; no siendo casual, que el reparto sea evidentemente internacional, y que muy en el fondo, sea un tributo a todos aquellos que murieron en un intento de terminar con la guerra, donde la peor consecuencia es la destrucción del planeta, simbolizada en La Bomba Atómica alusiva del final; aunque ha sido criticable que los malos sean blancos, y los héroes/rebeldes sea multirracial, inclusive los robots…
La película es una reflexión conmovedora sobre la religión y la política, y cómo los 2 interactúan en tiempos de guerra.
George Lucas ha sido elocuente al decir, que STAR WARS fue realizada para “despertar un cierto tipo de espiritualidad en los jóvenes, eso es lo que es el uso de La Fuerza, un acto de fe”
Pero aquí no tenemos Jedis en acción, salvo a los creyentes, personificado en Chirrut Îmwe, que es un monje guerrero con ceguera natural, algo que sin duda no obstaculiza su capacidad de luchar.
Curiosamente, este atributo es algo que el actor Donnie Yen pidió en el desarrollo de su personaje.
El simbolismo de su ceguera física, ya sea intencional o no, pone de relieve un tema común en Los Evangelios:
“Bienaventurados los que no vieron, y creyeron” de Juan 20:29
Aunque él no es un Jedi, venera a La Fuerza, es abiertamente religioso en su constante estribillo:
“Soy uno con La Fuerza, y La Fuerza está conmigo”; ese mantra, trae a la mente la meditación budista, y se hace eco de los tonos religiosos de la islámica shahāda, con “Allahu Akbar”
No es casual también, que Jedha, una ciudad Jedi que consideran sagrada, sea una fusión de “Jedi” y “Judá”, siendo este último, el reino bíblico, cuya capital era Jerusalén; donde también encontramos paralelismos militares en su situación política actual.
La película nos recuerda entonces, los peligros de la ceguera espiritual, y la necesidad de una fe primaria, que desafía nuestro propio escepticismo.
El objetivo de Chirrut es inspirar, hacer crecer la fe en los otros, que ven.
Mientras tanto, la esperanza, que se menciona a menudo, se convierte en sinónimo de La Fuerza.
El verdadero significado detrás de todo esto, no se aclara hasta que la escena final, cuando Darth Vader finalmente enciende su sable de luz, y causa estragos indecibles a los combatientes rebeldes desesperados, frenéticamente tratando de entregar los planos La Estrella de La Muerte.
Aquí, Vader siempre ha sido “una leyenda de oído”, pero que nunca ha sido visto, es una amenaza apenas velada, que se ocultaba en la pesadilla, el monstruo que Obi-Wan una vez describió como “más máquina que humano”, cuya “amenaza” más conocida, era similar a alguien como Saw Gerrera, parte ciborg, con los mismos problemas respiratorios de Anakin/Lord Vader.
Al final, Rogue One nos recuerda que a menudo somos ciegos a las cosas que realmente importan en este mundo.
La ceguera espiritual, es un efecto del escepticismo, y su antídoto es la adopción de La Fe.
El final, es uno de los más grandiosos del cine, un momento impresionante y visceral, que muestra esa cruda realidad legendaria, y del heroísmo de los que la viven, el sacrificio, resistir y mirar la muerte y la derrota segura a la cara, aquí no sólo se acepta, sino hasta se abraza.
Pero el esfuerzo por sí solo vale, porque tal vez, sólo tal vez, hará la diferencia.
Hoy, 40 años después, la situación mundial ha cambiado:
El poder militar estadounidense, ha crecido de manera exponencial, debido a la iniciativa de defensa estratégica de Ronald Reagan, apodada “STAR WARS”; además que La Unión Soviética se desintegró, etc.
En el año 2017, EEUU es “el maestro indiscutible del universo”, con una reputación bien ganada, a base de Bombas Nucleares, destructoras de mundos, para tribulación de sus enemigos; y en la medida en que sus adversarios se atreven a desafiar su poder; lo hacen a través de medios asimétricos, como el terrorismo, la piratería o el ciberataque, en una guerra no-abierta.
Es un hecho que en eventos recientes, los estadounidenses retrocedan en la exaltación de los pilotos kamikazes japoneses durante La Segunda Guerra Mundial o de los terroristas suicidas en El Medio Oriente, como los ataques del 9/11 y los de ISIS y sus camiones; en ese sentido, Rogue One puede resultar incómoda, pues podría exaltar “el terrorismo desde el punto de vista de los terroristas”
Lo más sorprendente, durante el clímax de la batalla final aquí, toda una nave rebelde se estrella a propósito contra un destructor, y éste contra su destructor gemelo, en una clara alusión al vuelo de los aviones contra Las Torres Gemelas, etc., por lo que equiparar a los rebeldes de Rogue One, con los extremistas islámicos, es rizar mucho el rizo, muy a pesar de los paralelismos.
Sin embargo, si aceptamos la idea de que, si el conflicto de STAR WARS fuera asignado en nuestro tiempo, Estados Unidos sería El Imperio, especialmente en lo referente a la política ambigua de Donald Trump.
Tal vez pueda llegar a ser un gobernante sabio, y preservar La República, en lugar de destruirla, a pesar de lo que muchos en ambas partes temen, que se alíe con el enemigo, de manera que nadie se dé cuenta, muy por debajo de la mesa política.
Después de todo, la esperanza es una virtud universal, más poderosa que incluso las fuerzas más siniestras de esta, o cualquier otra galaxia.
Rogue One nos muestra la cruda realidad de La Guerra Civil, más cerca que las películas anteriores, donde hubo muertes que no tuvieron que ocurrir, si no existiera el conflicto.
Del reparto, la curiosidad viene de Warwick Davis como Weeteef Cyubee, y el actor Fares Fares como Senator Vaspar.
En “Star Wars: Episode IV – A New Hope” (1977); el tema principal de la historia, es que la buena voluntad siempre prevalecerá contra El Mal, y se hace evidente a través de los personajes, los eventos y La Fuerza.
El viaje del héroe, es la estructura arquetípica de la trama; y se compone en todo el viaje de los protagonistas, incluyendo todas las tareas que completan, y las personas que se encuentran; en especial, el respeto a los mayores, y refuerza el paradigma cultural del anciano sabio; incluso El Imperio cuenta con la sabiduría de uno:
El General Moff Tarkin, el más antiguo del Imperio visto en STAR WARS, que es claramente respetado; de hecho, es el único miembro del Imperio que Darth Vader no sólo respeta, sino que escucha, y toma órdenes de él sin fallar.
Recordemos que El Imperio simboliza El Mal, y las ideas e imágenes utilizadas para construir ese Mal, proceden de los gobiernos nacionalistas y fascistas de la sociedad occidental durante la primera mitad del siglo XX, siendo los nazis, la fuente más obvia de inspiración; recordar que durante la producción de este Episodio, que no era tal, solamente era titulado “STAR WARS”, EEUU todavía estaba enredada en La Guerra Fría, en la que Reagan llamaría curiosamente “STAR WARS”; y 15 años antes, había tomado lugar La Crisis de Los Misiles cubanos, que hacía palpable la destrucción nuclear del mundo, como probablemente nunca lo ha sido.
La Guerra de Vietnam, había terminado 2 años antes, y esa guerra trajo una agitación social en forma de cultura que cuestionaba la moralidad de bélica.
En respuesta, las películas de la década de 1970, tienden a esa premisa, algo pesimista y catastrofista.
Así, El Imperio Galáctico se remonta a una época en que los males del mundo eran “más fáciles de entender”; y al basarse en los villanos de la primera mitad del siglo XX, STAR WARS hace que sea fácil para los héroes/espectadores, desear ver derrotados a los villanos.
Usando estas imágenes para crear El Imperio, STAR WARS crea un mundo que carece de ambigüedad moral.
¿Quién quiere ver ganar a los nazis?
¡Nadie!
Aquí tenemos un régimen opresivo, apoyado por un complejo militar que utiliza el poder y el miedo para obligar a la gente a seguirlos, mientras matan a cualquiera que se resista.
¿No suena familiar?
De hecho, el diseño de los uniformes del Oficial Imperial, se basa en uniformes militares prusianos y alemanes de La Era Nazi.
Otro detalle reside en que Hermann Göring, se convirtió en El Comandante de esta nueva fuerza a la que se le dio poder para someter, detener, interrogar, e internar a cualquier “enemigo” del Estado, en claro paralelismo con Darth Vader.
La Gestapo, también participó en La Solución Final del Tercer Reich, con el plan nazi para exterminar a los judíos.
Así, gráficamente en STAR WARS aparece la destrucción de Alderaan, que tiene los matices genocidas del Holocausto.
Por su parte, Los Rebeldes valoran la individualidad sobre la conformidad y El Estado.
Esto es evidente incluso hasta en los uniformes usados por sus soldados raso.
Mientras que los soldados de asalto Imperial llevan uniformes idénticos, y cascos que hacen que todos se vean iguales; Los Rebeldes usan cascos deportivos, que permiten ver sus rostros, y reconocerlos como individuos; pues también valoran la diversidad, a diferencia del Imperio, que sólo acepta clones, y humanos en sus filas, específicamente hombres blancos; Los Rebeldes, aceptan personas de todos los orígenes, incluyendo especies no humanas como Chewbacca y los droides; aunque son mayormente interpretados por actores blancos estadounidenses y británicos.
Pero esta cualidad de La Rebelión, se hace más evidente en las secuelas.
Y es que Los Rebeldes, de diferentes orígenes, pueden trabajar juntos para producir grandes resultados; ejemplos de individuos/facciones de diferentes orígenes geográficos, y diversas ideologías, que olvidan sus diferencias para unirse contra un enemigo común.
En este Episodio se manifiesta en Leia Organa, Han Solo y Luke Skywalker; o mejor dicho:
La Princesa, el canalla, y el granjero, los hombres rebeldes, son también “underdogs”, donde el estatus del perdedor, es particularmente evidente; pero los 3, al tener diferentes historias, comparten el mismo destino:
Unirse contra El Imperio; bajo una “religión”, que es La Fuerza; mientras que El Imperio es antirreligioso, ya que Lord Vader es el último de la especie, según lo dice Tarkin.
Sobre La Fuerza, es una religión organizada por un credo, y no un movimiento de sacerdotes vagabundos unidos por una filosofía central dispersa.
Aquí no tenemos una idea clara de la estructura de la religión, pero Obi-Wan le dice a Luke, que “Los Caballeros Jedi eran los guardianes de la paz y la justicia en la vieja República” La línea evoca imágenes de Los Caballeros Cruzados de antaño y sus espadas, “cuando todo era civilizado”, que también se cita; por lo que podemos comprobar fácilmente:
Un Consejo Jedi tomando decisiones, un Guerrero Jedi en la línea de Frente, y escudero Jedi, aprendiendo el oficio.
Las precuelas llenan esta jerarquía, una organización dedicada a luchar contra El Mal, y estudiar La Fuerza; que después de todo, es difícil defender la paz y la justicia, cuando todo el mundo no está en la misma dirección.
El no depender demasiado en la tecnología es un aspecto notable, como lo hace Luke al final, en confiar en sus instintos/La Fuerza, para destruir La Estrella de La Muerte, artefacto de última generación, que representa los peligros de la tecnología militar en general, pero se puede leer específicamente en los peligros de una avanzada tecnología militar, como La Bomba Atómica.
Al igual que ella, La Estrella de La Muerte ha sido diseñada con el propósito de disuadir las represalias con la promesa de la destrucción masiva; y se ha argumentado, que una de las razones por las que EEUU decidió arrojar La Bomba Atómica, era demostrar su poder militar a Los Soviéticos, haciendo un paralelismo con Tarkin, que hizo estallar Alderaan.
La inquietante descripción de Obi-Wan, de la destrucción de Alderaan, es evidente:
“Sentí una gran perturbación en La Fuerza, como si un millón de voces repentinamente lloraran de terror, y repentinamente estuvieran en silencio”, se podría describir así, los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
Muy a pesar que este Episodio parece un Cuento de Hadas, con todos sus simbolismos, es notable que La Princesa no es tal, solo de título, por lo que hace de Leia, una mujer muy adelantada a su tiempo, cinematográficamente hablando, porque no es una Princesa asustada y delicada; sino que tiene un carácter completamente diferente, es muy fuerte, agresiva, y está dispuesta a luchar; tanto que no teme ensuciarse.
Esto es un ejemplo de ironía situacional, ya que la audiencia no espera que ella se caracterice de la manera que es.
Lo más importante es contar con la esperanza, y creer en lo que no se puede ver. Cuando Luke Skywalker anhela el cambio en su vida, y mira a los soles gemelos de Tatooine, que es el presagio de él mismo y Leia como hermanos gemelos no idénticos; se presenta con un tema poderoso:
Debemos tener esperanza.
Así, el futuro Jedi intuye que hay más en la vida, y que más allá de lo que se conoce, hay algo más grande.
Tener esperanza y confiar en que hay algo en lo que creer, que no se puede ver con los cinco sentidos, inspira optimismo, creatividad y esperanza.
No es de extrañar, que este Episodio haya cautivado a tantas generaciones de espectadores desde aquel estreno en época sombría.
Todos estos hechos:
El individualismo, la diversidad y la libertad de religión, infunden y promueven los valores de las democracias occidentales modernas, en las fuerzas rebeldes.
Estas formas de gobierno, valoran el derecho de un individuo a elegir cómo vivir su vida, véase la necesidad de C-3PO por R2-D2; sin temor inclusive a la coerción gubernamental, que representa El Imperio.
Valoran la diversidad, aceptando diferentes culturas y estilos de vida; y valoran las libertades como las de la religión y el idioma.
En “Star Wars: Episode V – The Empire Strikes Back (1980), penúltima de la trilogía original, contiene temas que aumentan el costo personal de cada personaje, y añade más capas de complejidad y drama a la saga; que como en muchas buenas historias, proporciona más preguntas que respuestas, y ha dejado un legado en la cultura popular para muchas generaciones, no sólo de los fans de STAR WARS, sino también en los espectadores.
El mal se puede encontrar en todo lado, ya sea a través del abuso directo de poder, o la corrupción interna; eso no quiere decir que el bien no existe; más bien está en constante peligro de ser corrompido por fuerzas externas e internas.
Así, en un esfuerzo por traer más realismo a la narración, se comenzaron a hacer películas que derivaban del simple patrón del “bien triunfando sobre el mal” o a las fuerzas del mal, superando las fuerzas del bien.
Muchos elementos de la puesta en escena, están presentes en la oscuridad y la grandeza del Imperio, incluyendo imágenes oscuras e imponentes que ilustran completamente el mal como superior a las fuerzas del bien; y vemos muchos paralelismos con eventos ocurridos en Campos de Concentración nazis.
Y veremos por primera vez a Darth Vader de rodillas, como inferior a otro personaje:
El Emperador; que sugiere que hay un mal mayor que lo que se creía anteriormente; es decir, hay una amenaza mucho peor que Vader.
Sin embargo, el sacrificio del bien, puede llegar a tener un gran costo personal:
Así lo vemos en Han Solo, que abandona su naturaleza individual una vez más por Luke; pero la ironía aquí, es que él será el giro del Episodio VI, formándose a través suyo, un vínculo más fuerte entre todos, que pronto se arriesgarán por él.
Mucho más tarde, Luke deberá arriesgar su vida, y futuro como Caballero Jedi, para enfrentarse a Darth Vader, con la esperanza de rescatar a sus amigos.
Ambos personajes, eligen el desinterés, y aportan más matiz a sus respectivos personajes, como resultado del sacrificio personal.
No obstante, dudamos al ver lo que está debajo de la superficie…
El Mal y lo imposible que puede ser posible.
Uno de los temas más significativos, involucra lo que está más allá de la superficie, es decir, entender que los juicios superficiales sobre lo que uno ve, no siempre es un cuadro claro.
El ejemplo más evidente, lo encontramos en el diminuto Maestro Jedi, Yoda.
Y la verdad viene a menudo de lo que no se puede ver, por ejemplo, aquí vemos, una y otra vez, cómo los héroes en diferentes frentes, que conecta con la obra de Tolkien, “The Lord Of The Rings”, escapan de un vientre, y entran en otro, en sentido figurado de escapar de las garras del mal.
Estas situaciones literales, del “vientre de la bestia”, son paralelas casi exactamente en varias secuencias, como el bicho en la cueva, en la cueva espacial, y la ciudad de Lando misma para Luke, etc.
En un sentido figurado, el vientre de la bestia, es la morada del mal, y las fuerzas del bien se encuentran continuamente atrapadas allí.
Este Episodio presenta este tema con énfasis extremo en la representación de las fuerzas del mal, como constantemente tratando de atrapar y devorar las fuerzas del bien.
Pero a veces, el bien es devorado, como Han congelado en carbonato, sin embargo, la esperanza permanece.
Un dato interesante es que en STAR WARS, perder una mano es casi un rito de paso, y aquí, la mano desmembrada de Luke, no sólo tiene un valor simbólico de perdida de inocencia, sino también dentro de la saga como un todo, recordar que muchos han perdido manos en toda la historia.; por lo que perder una mano representa los sentimientos de impotencia, no sólo en términos de habilidades.
Después de todo, estamos acostumbrados a pensar en las manos como sinónimo de utilidad.
Curiosamente, el Episodio termina con la mano de Luke siendo sustituida por una réplica artificial, esto tiene algunos significados simbólicos…
En primer lugar, representa la esperanza, muestra que los héroes se han reconstruido después de los dolorosos acontecimientos; pero ojo, también es ahora un ciborg como Vader…
Sobre La Fuerza, tiene más conexiones con el budismo, específicamente, las pequeñas pláticas de Yoda, son una reminiscencia de los kōans Zen, que son refranes cortos usados en el budismo Zen, para ilustrar verdades espirituales difíciles de comprender.
Estos dichos, se usan típicamente para mostrar la inutilidad de la lógica humana, al comprender la espiritualidad; y afirma que todo dolor es causado por nuestro apego a las personas y las cosas, porque todo no es permanente, ya que todo apego, inevitablemente conduce al dolor.
En lo visual, también Vader se muestra como en una especie de flor de loto, sentado como Buda…
Así las cosas, mientras nuestra comprensión de la naturaleza de La Fuerza cambia durante el curso de la saga, su representación aquí es quizás la más significativa, ya que estableció el estándar que lanzó a La Fuerza como “religión” de ciencia ficción, y le dio fama en la vida real.
Desde el título conocemos, que a veces, el mal gana; incluso en un universo ficticio, a veces la vida no es justa, y el mal gana.
Sin embargo, eso no significa que la esperanza se pierda, como nos dirá la última película de la trilogía original.
Los temas presentados en este Episodio son importantes para que la audiencia entienda, que tenemos que mejorar.
El mal es a la vez una amenaza extrovertida e introvertida contra el bien, tal como es en la vida real.
Por ello se muestra mayor sensación de realismo, ofrece personajes más realistas, y situaciones que realmente permiten al público identificarse, porque el bien está en constante peligro, “en el vientre de la bestia”, en la guerra, y la corrupción política, tanto entonces como hoy. Incluso nuestra propia corrupción interna y deseos egoístas, representan una amenaza contra el bien.
Sin embargo, la esperanza permanecerá, mientras haya personas desinteresadas que estén dispuestas a hacer lo que es correcto, y no lo que es fácil.
Podemos “elegir tomar el camino rápido y fácil, como lo hizo Vader”, o podemos soportar, a pesar de las pruebas y tribulaciones que este mundo tiene, y tratar de hacer de la sociedad y el mundo, un lugar mejor.
Del reparto, una curiosidad la vemos en Treat Williams como un Trooper de Echo Base.
En “Star Wars: Episode VI – Return Of The Jedi (1983), última película de la trilogía original, responde algunas preguntas, y aporta nueva información importante a la historia general, y catapulta un cambio en el lienzo mitológico que nos ha cautivado durante casi 40 años.
Vemos el final del reinado dominante del Emperador Palpatine, aprendemos del destino de Darth Vader, decimos adiós a algunos viejos amigos, y descubrimos cómo Luke Skywalker restaura la paz y la libertad en La Galaxia.
Como suele suceder en la narración significativa, este Episodio presenta temas que aportan aún más impacto a la audiencia, y nos permiten discernir un mayor significado para esta Galaxia muy, muy lejana, por ejemplo, El Poder de La Redención que sobrevuela en toda la saga, aquí llega a su clímax; porque la redención es el corazón de este Episodio… “final”; de hecho, ser redimido totalmente, es estar verdaderamente arrepentido de las transgresiones cometidas, y tratar de reparar el daño hecho.
Los pecados de Darth Vader, son la materia de la leyenda, y él tiene mucho que compensar... no obstante, mucho se ha debatido, si el antiguo Jedi, merece la redención…
Mientras en el otro bando, la unidad hace que se alcancen los objetivos.
Aquí hay más de un uso simbólico en el color, que se extiende a los entornos:
La Estrella de La Muerte es estéril y fría, pues El Imperio ve el mundo en blanco y negro, El Lado Oscuro cuyo decorado interior refleja su visión rígida y sin compasión.
Mientras en el planeta natal de los Ewoks, Endor, es un paraíso natural.
Por lo que tiene sentido Los Rebeldes encajen y encuentren seguridad, y algunos nuevos aliados importantes en el bosque.
El exuberante y hospitalario entorno de Endor, refleja la importancia que La Alianza Rebelde pone en el desinterés, la comunidad, y sobre todo en la unidad.
Pero ojo, que esta 2ª Estrella de La Muerte, demuestra que ser más grande, no siempre es mejor; es un arma gigante y tecnológicamente avanzada, que simboliza los aspectos más desagradables de la imperfecta cosmovisión del Imperio. Primero, es el tamaño de un planeta, que simboliza el excesivo ego del Emperador, en cuya arrogancia encontrará la muerte.
Y en segundo lugar, La Estrella de La Muerte simboliza la dependencia excesiva del Imperio en la tecnología; flotando en el espacio como una inmensa bola de odio.
No es hasta que Darth Vader se desenmascara, que no hay una pizca de humanidad a bordo.
En cambio, Los Rebeldes ocupan Endor, con la ayuda de los Ewoks y sus armas y tácticas primitivas. Resulta irónico que hayan derribado un arma poderosa a punto de piedras y palos, lo que simboliza la superioridad del mundo natural sobre la tecnología.
Sobre el simbolismo del color en el traje de Luke, puede significar 2 cosas importantes:
Primero, ilustra el vínculo que tiene con su padre, pues están vinculados como Jedi; y en segundo lugar, la paleta de colores oscura de Luke, hace eco del conflicto que brota en su interior.
La Fuerza es fuerte en él, y El Emperador está haciendo todo lo que puede para atraer a Luke al Lado Oscuro.
Por tanto, el color oscuro de su ropa, representa no sólo su madurez, sino también el hecho de que ser un adulto significa tomar decisiones difíciles; y por último, La Fuerza representa la trascendencia, que es una manera elegante de decir, que aquellos que la poseen, no están restringidos por los mismos límites que el resto de los mortales; así mismo simboliza la moralidad; pues “con gran poder viene una gran responsabilidad”
Al otorgar a todos aquellos que tienen influencia espiritual, a tomar decisiones importantes, a veces de vida o muerte, representa entonces un eterno dilema ético personal.
Con La Fuerza, la elección es suya.
Del reparto, la curiosidad está en Warwick Davis como Wicket; y Tony Cox como otro Ewok.
En “Star Wars: Episode VII – The Force Awakens (2015) se inicia una posible nueva trilogía, y demuestra más que todo, que las historias son cíclicas, se repiten, teniendo similares causas y consecuencias, véase claramente las alusiones Nazis; con el bono especial de la corrección política hollywoodense en los personajes de color, la figura de la mujer, y personajes de sexualidad ambigua, símbolo de los tiempos.
La Fuerza, el elemento clave y recurrente, es la fuente de todo el poder en el universo; y en esta historia, ampliamente está enmarcada en la búsqueda de Luke Skywalker, por tanto, la trama se asemeja a las narrativas del evangelio post-resurrección y algunos pasajes de La Biblia cristiana y el folclore cristiano relacionado, en el que los nuevos discípulos deben buscar “El Cristo resucitado y ascendido”
Más específicamente, este episodio presenta nuevos personajes principales, basándose en conocidos mitos de iniciación de la mitología mundial, como varios cuentos folclóricos y mitos celtas, donde Rey es la protagonista a modo de La Épica de Gilgamesh femenina, y su rito de iniciación.
Además, el conflicto de Rey con Kylo Ren, que se revela como el hijo rebelde de Han y Leia, revisita el tema mítico indoeuropeo sobre las relaciones y rivalidades entre primos, y sobre todo, las ansiedades sobre el hijo de la hermana.
La historia se abre con el clásico bíblico, “la masacre de los inocentes”, en su intento de localizar a Luke Skywalker.
La búsqueda de Luke, y la reverencia absoluta con la que se hace referencia, recuerdan La Búsqueda del Santo Grial; y es que una de las razones del éxito de este Nuevo Episodio, se basa en la mitología moderna, cuyo único precedente y modelo, es La Mitología de La Tierra Media de J.R.R. Tolkien; aunque realmente abandona las antiguas aspiraciones mitológicas de la saga, es especial su desviación del modelo simplista del “viaje del héroe”, como respuesta al desconocimiento, para no decir, la ignorancia cinéfila de muchos, al tiempo que atraer nuevos seguidores.
Así las cosas, el mapa de la ubicación de Luke, es El Santo Grial/La Lanza del Destino, que aparece en Camelot.
Dicha búsqueda, arranca la trama, y es peleada por los dignos e indignos por igual; inclusive tomando más referencias artúricas como las leyendas de La Espada en La Piedra, y Excalibur.
Como punto de referencia tenemos el nombre de Rey que es King en inglés, una alusión obvia a un “Rayo” de Luz, un faro de esperanza en un mundo de tinieblas; como Han Solo, que es sólo eso, un hombre rebelde, que prefiere estar “solo”; o Leia Organa, cuyo apellido es una variante de la palabra “organización”, ya que es el punto central de las fuerzas rebeldes.
Como Rey, el nombre de Finn tiene un simbolismo directo a la aleta de un barco; no es casualidad, que se convierta rápidamente en el copiloto de Rey, él es el timón que dirige las elecciones morales, y es una brújula para ayudar a Rey en su viaje.
En su persona recae la fidelidad, al ser el primer compañero del héroe, el mejor amigo, y señala a los demás en la dirección correcta a través de su inocencia y pureza.
Poe, es un piloto duro, rudo y extremadamente talentoso, probablemente llamado así, por el gran autor Edgar Allen Poe.
Y Kylo Ren, en su carácter contiene elementos claros y oscuros, así como referencias a él que es El Anticristo, que tiene un largo camino para madurar y luchar contra sus conflictos internos.
La familia, siempre ha sido un tema importante en STAR WARS, y este nuevo lote de personajes, tiene mucho espacio para la historia familiar.
De hecho, el arquetipo del huérfano, tiene un significado femenino especial porque, para la huérfana, “la búsqueda de la familia”, no es sólo un reconocimiento parental, sino que trasciende las inequidades y vulnerabilidades sociales particulares.
Además, el Episodio juega mucho con los simbolismos de las máscaras, y los ojos descubiertos; pero sobre todo, en el símbolo del ascenso.
En muchas cosmovisiones ancestrales, la ascensión significaba muchas cosas:
Simbolizaba un movimiento de la muerte a la vida, la ascensión del practicante, el ritual al cielo, o la madurez.
Rey sube muchas veces a lo largo del metraje, y al final camina por una escalera rupestre hacia su verdadero destino.
Al rastrear las ascensiones de ella, podemos descubrir que Rey es el foco central, y es la que está llevando a la audiencia, y a La Galaxia hacia un futuro más brillante y más alto.
Por otro lado, el sable de luz de 3 clavijas de Kylo es una referencia a clara a La Santísima Trinidad, incluyendo a él, su madre/Leia, y su padre/Han Solo.
En el otro lado lo vemos atascado en La Trinidad Oscura que se contiene al General Hux, y al Líder Supremo del Imperio, Snoke; tanto es así, que el sable de luz de Kylo, imita una cruz invertida, como el símbolo de Satanás.
Y es que el sable buscado, es el legado importante de Anakin, como único ser puro, y uno los Jedi más poderosos que jamás hayan vivido.
Y está llamando específicamente a Rey, pero Kylo Ren también lo quiere y lo reclama como herencia, pero nunca será suyo.
Este es un desaire significativo, al ser despreciado por La Fuerza.
En cuanto a Rey, ella siempre ha sido la marginada, solitaria, tanto que no piensa que ella sea “especial”, pero lo es, y el sable de luz se activa con ella para decirle eso.
Así las cosas, el sable de Anakin, no de Vader; es un símbolo del mejor hombre que él solía ser.
Es un hecho que por encaprichamiento, Kylo Ren no entiende eso.
Quiere el sable porque piensa que es la conexión con Darth Vader, y le ayudará a purgarlo de la molesta ética que los Jedi siguen haciendo.
Francamente, Kylo no está prestando atención.
Pero en STAR WARS se sabe que nadie puede escapar del pasado ni del destino; se puede reparar cualquier error, siempre y cuando recuerdes quién eres.
En su uso del mito antiguo, este Episodio, al igual que las otras películas de la saga, es una película profundamente tradicional, pero al volver a imaginar muchas de sus influencias míticas, particularmente en cuestiones de género/identidad, nos habla del medio contemporáneo.
Su objetivo, parece ser, representar el renacimiento de la humanidad y su nueva naturaleza, ahora tipificada y liderada por una mujer.
¿Acaso siempre fue una mujer la protagonista de TODA la saga?
No me extrañaría.
Lamentablemente, Carrie Fisher murió hace unos meses, dejando un GRAN vacío galáctico.
Sin embargo, la tecnología CGI aterroriza en “resucitar” a cualquiera que le plazca, con más poder de La Fuerza misma.
El resultado final de los esfuerzos, es una película que es a la vez una secuela y un reinicio, si se quiere, de una historia que continúa con lo mejor de lo que se vio antes, y promete construir sobre ella, nuevas direcciones; pero por encima de todo, nos hace anhelar saber, hasta dónde podría llevarnos la saga de la familia Skywalker, tal como se encuentra un nombre cualquiera en nuestra mitología moderna.
Habrá que esperar los años venideros, para saber hasta dónde nos llevará…

MAY THE FORCE BE WITH YOU.



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