Before I Fall

“What if you had only one day to change absolutely everything?”

Sísifo fue fundador y Rey de Éfira, nombre antiguo de Corinto; era hijo de Eolo y Enareta, y marido de Mérope.
Hay tradiciones que indican que fue padre de Odiseo con Anticlea, antes de que esta se casase con su último marido, Laertes; y es conocido por su castigo:
Empujar cuesta arriba por una montaña una piedra que, antes de llegar a la cima, volvía a rodar hacia abajo, repitiéndose una y otra vez el frustrante proceso.
Albert Camus consideraba a Sísifo personificando el absurdo de la vida humana, pero Camus concluye que “uno debe imaginar a Sísifo feliz”, como “la lucha de sí mismo hacia las alturas es suficiente para llenar el corazón del hombre”
“Le Mythe de Sisyphe” es su ensayo filosófico, originalmente publicado en francés en 1942.
Albert Camus fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés, nacido en Argelia, cuyas concepciones se formaron bajo el influjo de Schopenhauer, de Nietzsche y del existencialismo alemán; y contribuyó con la conformación del pensamiento filosófico conocido como “absurdismo”
También se le ha asociado frecuentemente con el existencialismo, aunque Camus siempre se consideró ajeno a él; pese a su alejamiento consciente con respecto al nihilismo, rescata de él la idea de libertad individual.
En 1957, se le concedió El Premio Nobel de Literatura por “el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad”; y menciona poéticamente, que la razón del castigo de Sísifo obedece a su ligereza con los dioses, revelando sus secretos y prefiriendo “la bendición del agua, a los rayos celestes”
El ensayo se abre con la siguiente cita de Píndaro:
“No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible”
El título del ensayo, proviene de un atribulado personaje de la mitología griega, Sísifo; y en él, Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, presentando El Mito como metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre.
De esta forma plantea la filosofía del absurdo, que mantiene que nuestras vidas son insignificantes, y no tienen más valor que el de lo que creamos.
Siendo el mundo tan fútil, Camus pregunta:
¿Qué alternativa hay al suicidio?
El ensayo se inicia:
“No hay sino un problema filosófico realmente serio:
El suicidio”
Sísifo, dentro de la mitología griega, como Prometeo, hizo enfadar a los dioses por su extraordinaria astucia; y como castigo, fue condenado a perder la vista y a empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, sólo para que volviese a caer rodando hasta el valle, desde donde debía recogerlo y empujarlo nuevamente hasta la cumbre, y así indefinidamente.
Camus desarrolla la idea del “hombre absurdo”, o con una “sensibilidad absurda”, y es aquel que se muestra perpetuamente consciente de la completa inutilidad de su vida; también es aquel que, incapaz de entender el mundo, se confronta en todo momento a esta incomprensión.
El hombre rebelde será, por tanto, aquel que se encuentre en todo momento frente al mundo:
“El rebelde no niega la historia que le rodea, y trata de afirmarse en ella.
Pero se encuentra ante ella como el artista ante lo real, la rechaza sin eludirla.
Ni siquiera durante un segundo hace de ella un absoluto”
Para explicar su teoría, Camus se basa en una ética de cantidad, no de calidad, que acumule el mayor número de experiencias.
Esta “eterna vivacidad”, este eterno confortamiento con el absurdo mediante el mayor número de experiencias, es justamente lo que daría sentido a no renegar del absurdo.
En este punto, Camus muestra, cómo su existencialismo no promueve el quietismo y la pasividad ante el absurdo.
Aceptar el absurdo, afirma, es la única alternativa aceptable al injustificable salto de fe que constituye la base de todas las religiones, e incluso del existencialismo, que por ende Camus no aceptaba completamente.
Aprovechándose de numerosas fuentes filosóficas y literarias, y particularmente de Dostoievski, Camus describe el progreso histórico de la conciencia del absurdo, y concluye que Sísifo es el héroe absurdo definitivo.
En su ensayo, Camus afirma que Sísifo experimenta la libertad durante un breve instante, cuando ha terminado de empujar el peñasco, y aún no tiene que comenzar de nuevo.
En ese punto, Camus sentía que Sísifo, a pesar de ser ciego, sabía que las vistas del paisaje estaban ahí, y debía haberlo encontrado edificante por lo que, aparentemente, lo salva de su destino suicida.
Ese es el momento verdaderamente trágico, cuando el héroe se vuelve consciente de su condición miserable.
No tiene esperanza, pero “no hay destino que no se venza con el desprecio”
Reconocer la verdad la conquistará; Sísifo, igual que el hombre absurdo, continúa empujando.
Camus asegura que, cuando Sísifo reconoce la futilidad de su tarea y la certeza de su destino, es liberado para darse cuenta de lo absurdo de su situación y para llegar a un estado de aceptación.
Con un guiño al héroe griego condenado de forma similar, Prometeo, Camus concluye que “todo está bien”, y que “hay que imaginarse a Sísifo feliz”
Camus es un escritor que parte de la existencialidad que tiene la existencia como algo dado, y que sólo acepta eso como punto de partida para que el hombre pueda resolver la única cuestión de importancia vital, a saber:
Si es que vivir merece o no la pena, si es que efectivamente puede tener sentido el ser hombre.
La obra se cierra con un apéndice sobre la obra de Franz Kafka, interpretada finalmente de manera similar, en términos de un esteticismo, a su modo, esperanzador.
“Lo que cuenta no es vivir lo mejor posible, sino vivir lo más posible”
“Live your life like there's no tomorrow...”
Before I Fall es una película de fantasía del año 2017, dirigida por Ry Russo-Young.
Protagonizada por Zoey Deutch, Halston Sage, Jennifer Beals, Logan Miller, G. Hannelius, Elena Kampouris, Diego Boneta, Alyssa Lynch, Nicholas Lea, Kian Lawley, Liam Hall, Medalion Rahimi, Erica Tremblay, Claire Corlett, Liv Hewson, Cynthy Wu, entre otros.
El guión es de Maria Maggenti y Gina Prince-Bythewood, basadas en la novela homónima de 2010, publicada por Lauren Oliver, escritora que ha dicho que escribió todo el libro en su BlackBerry mientras iba a las reuniones en el metro; y posteriormente ella se enviaría por correo electrónico los capítulos, para luego trabajar en ellos un poco más.
La novela está escrita en primera persona, y es la narrativa de una adolescente que se ve obligada a revivir el día de su muerte, todos los días durante una semana.
En un intento de entender por qué esto le está sucediendo, así como de intentar cambiar su destino, toma nuevas acciones cada día, algunas de las cuales son tan extremas que sorprenden a su familia y amigos.
Esta es una película de fantasía, que trata el tema del acoso escolar en torno a una de las chicas más populares de una escuela, que de pronto se ve atrapada en un “efecto mariposa” que inspirada en problemáticas reales intenta, con un ingrediente sobrenatural, contar una historia emotiva y genuina.
Y sorprendentemente lo logra con el manejo de un mensaje claro:
Las decisiones que tomas en tu vida, afectan la vida de los demás, y nunca es tarde para cambiar.
Esta interrelación de causa-efecto se da en todos los eventos de la vida.
Un pequeño cambio puede generar grandes resultados o, hipotéticamente, “el aleteo de una mariposa en Hong Kong, puede desatar una tempestad en New York”
“Creo que las películas de adolescentes nos son tan oscuras como ésta.
En la cinta se habla de angustia existencial, de dudas filosóficas, de lo que quiere decir estar vivo, de lo que significa cada periodo de tu vida.
En la película se habla de todos estos asuntos, y eso es algo con lo que se identificará el público, creo”, explica Russo-Young.
Y esta es una de muchas películas donde el protagonista debe revivir el mismo día de nuevo en un bucle, otros ejemplos son:
“Groundhog Day”, “12:01”, “Edge of Tomorrow”, “I Do I Do I Do”, “12 Dates of Christmas”, “Pete's Christmas”, “Source Code”, “Half To Death” y “2:22”
Before I Fallfue filmada en 24 días, y se rodó en 2015, en Squamish, Columbia Británica; siendo el lugar de filmación, la Universidad de Quest; en Vancouver y sus alrededores.
En 2016, Open Road Films adquirió los derechos de distribución del film en Estados Unidos; y se estrenó hasta 2017.
En principio, el 12 de febrero es sólo otro día en la acomodada vida de la joven Samantha “Sam” Kingston (Zoey Deutch), de 17 años, pero resulta que va a ser el último día de su vida...
Intentando revivir su último día durante un tiempo, Sam intentará desentrañar el misterio alrededor de su muerte... y descubrir todo lo que está en peligro de perder.
Tal como “El Día de La Marmota”, lo que al principio podría ser de lo más extraño y perturbador, se convierte en una oportunidad para no volver a repetir los mismos errores; y también para ser una mejor persona, con su familia, amigas, y compañeros del colegio.
Sam experimenta las diversas etapas de dolor:
La negación, se ve como ella trata de evadir su destino; ella se enoja y se rebela, azotando a sus amigos, particularmente Lindsay Edgecombe (Halston Sage), y saliendo con estudiantes a los que ella nunca se atrevería a ser vista hablando; ella negocia con el destino, creyendo que si puede hacer las cosas bien, puede salvar su propia vida.
Por la depresión, en la que se siente que nada importa, y donde en ella comienza a actuar imprudentemente imprudente; y finalmente, la aceptación.
Sam acepta su muerte, pero sólo si es capaz de salvar la vida del objetivo principal de sus amigos, siendo al final, una persona muy diferente de la chica del inicio.
Before I Fall tiene suficiente dimensión trágica para atraer a los jóvenes adultos, y a los adultos jóvenes de corazón, con temperamentos melancólicos, con una fantasía juvenil seria y sincera sobre el destino y la benevolencia, que debería satisfacer a una audiencia, y a los que buscan entretenimiento saludable con mensaje positivo.
“How is it possible to change so much and not be able to change anything at all?”
Entre la guionista, Maria Maggenti, y la directora Ry Russo-Young, construyen un melodrama oscuro pero sensible, una paleta de colores fría de tonos azules aleja a la película de la estética Disney que podría haber tenido mientras explora temáticas como la hermandad, el “bullying” y el suicidio, sin abandonar el romance y los momentos melosos con la familia y amigos.
Incluso esos personajes tan despreciables del comienzo, empiezan a mostrar elementos reales, a desarrollar sus propias realidades, y dejar en claro que todo ese odio proyectado, es un espejo de sus propias inseguridades y temores.
La historia es para nada original, y abre con la impoluta Sam Kingston, despertándose impecable media hora después de las 6am del 12 de febrero, “El Día de Cupido”, como han bautizado en la secundaria de la exclusiva región del Noroeste de EEUU, donde las mansiones, las zonas boscosas y las montañas, construyen escenarios de ensueño.
Sam y sus 3 mejores amigas:
Lindsay, Ally (Cynthy Wu) y Elody (Medalion Rahimi), un grupo de populares malcriadas, pero amorosas entre ellas.
Y aunque cualquiera del resto de sus pares, mataría por un día en sus zapatos, el primer acto de la película es duro de tragar por el rechazo que genera el cuarteto.
En “El Día de Cupido”, los alumnos se envían rosas con mensajes que se reparten durante las clases, creando un verdadero concurso de popularidad, y alienando a parte del alumnado, como una compañera gay, Anna Cartullo (Liv Hewson) que proclama, “es un infierno heteronormativo”, que además les permite a las chicas obtener nuevo material para hostigar a Juliet Sykes (Elena Kampouris), un claro estereotipo de “la loca de la escuela”
Pero todo cambia para Sam, cuando después de una fiesta, ella y sus amigas se ven involucradas en un accidente automovilístico, que supuestamente termina con sus vidas; y digo “supuestamente” porque, aprovechando el ambiente lúgubre y digno de “The Twilight Zone”, que la ruta que cruza un brumoso bosque otorga, Sam se despierta en su cama, a las 6am del 12 de febrero, y comienza la repetición de todos los eventos.
Pero cuando tiene la oportunidad de reparar ciertas acciones, se enfrenta a este mundo de perfección, y se da cuenta que eso no la hace feliz, es sólo superficial.
Lo que quiere en verdad, son otras cosas, otras relaciones...
Como si de un “Groundhog Day” (1993) para adolescentes se tratase, Sam revivirá el día, una y otra vez, cambiando las variables, cambiando incluso ella misma, hasta encontrar la razón por la que este fenómeno está sucediendo, y cómo salir del “loop”
Por supuesto, como se imaginarán, antes de ser popular, Sam era una chica cariñosa, atenta y amable con todos; y lentamente empieza a comprender que en realidad, lo que cambió fue su forma de ver el mundo que la rodea, donde encontrará la clave para todo.
El “bullying” también es el tema que se presenta como una oportunidad para que Sam arregle las cosas con la víctima del maltrato, y trata de evitar que tome alguna decisión equivocada.
Se enfrenta el tema y se discute, enfrenta a sus amigas al respecto, y se cuestionan las razones del maltrato que están llevando a cabo.
Algo que Juliet no logra hacer, ya que se quita la vida antes, y les deja cintas a sus abusadores para que sientan culpa.
Muchas veces injustificada, la película es un entramado complejo a nivel de realización, ya que muestra las mismas escenas, con pequeños cambios y distintos puntos de vista, al menos 7 veces; y cada vez podemos encontrar algo nuevo, y no alcanza a volverse tedioso ni aburrido, por lo que está muy bien lograda audiovisualmente, y posee un mensaje poderoso, pues “nos convertimos en lo que somos”, y tira la pregunta:
¿Qué somos?
Y en todo el metraje, seremos la piel de esta muchacha con todas las ventajas de la vida, pero que con su actuar egoísta, provoca el infierno en otras personas.
La película es una evaluación para todos, para que de alguna manera encontremos la paz de la única forma posible, a través del sacrificio.
Este visionado, ha sido toda una grata sorpresa, por lo que no deje que su trasfondo adolescente lo desanime, pues se perdería de un filme con un alto valor difícil de encontrar entre tanto film con CGI con público meta para jóvenes, y adultos.
La dirección es correcta, inevitablemente reiterativa para poner el dedo en la llaga, pero con elementos que hacen sentir muy bien al espectador, momentos tan sencillos, que son fáciles de llevar a la práctica, y llamar a la reflexión.
De los actores, todos correctos:
Al bueno se le quiere, al malo se le odia, y al que está al margen, urge de un abrazo, y que se le haga sentir integrado.
Destaco en especial a Zoey Deutch, una actriz que fácil se mueve entre el odio y el cariño, construyendo una Sam que por momentos parece una muñeca de porcelana, consigue que nos interesemos por la historia.
La protagonista es consciente de que está viviendo un continuo “deja vu”, pero los demás no, y viven una y otra vez la misma historia, sin darse cuenta de ello; es como el proceso de iluminación en el budismo, donde abres los ojos de la conciencia a una realidad profunda, negada para otros, y la ves como espectador... aunque el personaje principal debió hacerlo antes.
Logan Miller, como un actor que está demostrando versatilidad, aquí como el amigo de la infancia devenido en admirador secreto, y de los demás actores, salvo el gusto de ver a Jennifer Beals, son estereotipados en sus papeles:
La bonita e inocente; la conflictiva hija de padres divorciados; la asiática estudiosa; y la amiga ebria y fiestera; peor todos dando lo mejor en sus respectivos personajes.
Todo el elenco hace un buen trabajo con los personajes, que pasan de unidimensionales estereotipos, a personas de carne y hueso con vulnerabilidades e intereses creíbles.
Hasta los 2 adultos con más de una línea de diálogo tienen algo para ofrecer:
La eterna Jennifer Beals como la madre de Sam, y un profesor que casualmente está enseñando a su clase acerca del Mito de Sísifo, quien debía empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, una y otra vez.
Como dato, la protagonista se despierta todos los días junto a un cartel de mariposas; que simbolizan “el efecto de la mariposa”, que en un cierto punto se describe.
Al principio, Sam está a punto de tener una clase sobre El Mito de Sísifo.
Coincidiendo bien con la historia de Sam, Sam lucha con la tarea de la futilidad de ser incapaz de cambiar su destino, hasta que llega a una epifanía, similar a Sísifo.
Si se le puede achacar algo, quizás le falte un poco de lógica y explicación al fenómeno que está viviendo Sam, que se desarrolla y se resuelve sin demasiado cuestionamiento; pero es un detalle que solo a algunos molestará.
Además, sus acciones, que hizo en ese último día, que sería la última repetición, lo hizo bien por todas las personas fue, como el despedirse de todas, dejándoles un último bonito recuerdo de su persona en ellos; y a la vez, ella misma deja un gran vacío en la vida de esas personas, sin mencionar el dolor en cada uno de ellos.
“Vive la vida como si no hubiera un mañana, sin olvidar que todos importan” es un mensaje que sobrevuela todo el metraje, y eso es necesario, por eso la doy por recomendada.
“So many things become beautiful when you really look”
Decía Albert Einstein:
“Sólo aquellos que intentan el absurdo, pueden lograr lo imposible”
El enfoque de la muerte de un individuo moribundo ha sido relacionado con la cantidad de significado y propósito que una persona ha encontrado en su vida.
Un estudio de 160 personas diagnosticadas con menos de 3 meses de vida, mostró que aquellos que sentían que habían entendido su propósito en la vida, o habían encontrado un sentido a esta, atravesaban menos tristeza y desesperación en sus últimas semanas de vida, que aquellos que no.
En este, y estudios similares, la espiritualidad había ayudado a individuos agonizantes, a lidiar con la etapa de depresión más agresivamente que aquellos que no eran espirituales.
El Modelo Kübler-Ross, comúnmente conocido como “Las 5 Etapas del Duelo”, fue presentado por primera vez por la psiquiatra suizo-estadounidense, Elisabeth Kübler-Ross, en su libro “On Death and Dying”, en 1969.
En esa, y otras 12 obras, ella sentó las bases de los modernos cuidados paliativos, cuyo objetivo es que el enfermo afronte la muerte con serenidad, y hasta con alegría.
Elisabeth Kübler Ross, fue una psiquiatra y escritora, fallecida en 2004, considerada una de las mayores expertas mundiales en la muerte, personas moribundas, y los cuidados paliativos.
Ese libro de 1969, describe en 5 etapas distintas, un proceso por el cual la gente lidia con la tragedia, especialmente cuando es diagnosticada con una enfermedad terminal, o una pérdida catastrófica; y también incluye a los niños que sufren el divorcio, la aflicción de una relación seria perdida, o por abuso de sustancias.
Además, este libro expuso la necesidad de un mejor tratamiento a los individuos que están lidiando con una enfermedad fatal.
Las 5 etapas son:
1. La negación:
“Me siento bien”; “Esto no me puede estar pasando, no a mí”
La negación es solamente una defensa temporal para el individuo.
Este sentimiento, es generalmente reemplazado con una sensibilidad aumentada de las situaciones e individuos que son dejados atrás después de la muerte.
2. La ira:
“¿Por qué a mí?
“¡No es justo!”; “¿Cómo me puede estar pasando esto a mí?”
Una vez en la 2ª etapa, el individuo reconoce que la negación no puede continuar.
Debido a la ira, esta persona es difícil de ser cuidada debido a sus sentimientos de ira y envidia.
Cualquier individuo que simboliza vida o energía, es sujeto a ser proyectado resentimiento y envidia.
3. La negociación:
“Dios, déjame vivir al menos para ver a mis hijos graduarse”; “Haré cualquier cosa por un par de años más”
Aquí involucra la esperanza de que el individuo pueda de alguna manera posponer o retrasar la muerte.
Usualmente, la negociación por una vida extendida es realizada con un poder superior a cambio de una forma de vida reformada.
Psicológicamente, la persona está diciendo:
“Entiendo que voy a morir, pero si solamente pudiera tener más tiempo...”
4. La depresión:
“Estoy tan triste:
¿Por qué hacer algo?”; “Voy a morir:
¿Qué sentido tiene?”; “Extraño a mis seres queridos:
¿Por qué seguir?”
En esta etapa, la persona que está muriendo empieza a entender la seguridad de la muerte.
Debido a esto, el individuo puede volverse silencioso, rechazar visitas, y pasar mucho tiempo llorando y lamentándose.
Este proceso permite a la persona moribunda, desconectarse de todo sentimiento de amor y cariño.
No es recomendable intentar alegrar a una persona que está en esta etapa.
Es un momento importante, que debe ser procesado.
5. La aceptación:
“Esto tiene que pasar, no hay solución, no puedo luchar contra la realidad, debería prepararme para esto”
La etapa final llega con la paz y la comprensión de que la muerte está acercándose.
Generalmente, la persona en esta etapa quiere ser dejada sola.
Además, los sentimientos y el dolor físico pueden desaparecer; y también ha sido descrita como “el fin de la lucha contra la muerte”
Kübler-Ross, originalmente aplicó estas etapas a las personas que sufren enfermedades terminales, y luego a cualquier pérdida catastrófica, que ha perdido el empleo, los ingresos, la libertad…
Esto puede incluir eventos significativos en la vida, tales como la muerte de un ser querido, el divorcio, la drogodependencia, un diagnóstico de infertilidad, etc.
Y afirmó que estas etapas no necesariamente suceden en el orden descrito arriba, ni todas estas son experimentadas por todos los pacientes, aunque afirmó que una persona, al menos sufrirá 2 de estas etapas.
A menudo, las personas atravesarán varias de estas etapas en un efecto “montaña rusa”, pasando entre 2 o más etapas, y volviendo a hacerlo, una o varias veces antes de finalizar.
Las personas que estén atravesando estas etapas, no deben forzar el proceso.
El proceso de duelo, es altamente personal, y no debe ser acelerado, ni alargado, por motivos de opinión de un individuo.
Uno debe ser meramente consciente, de que las etapas van a ser dejadas atrás, y que el estado final de aceptación va a llegar.
Sin embargo, hay individuos que luchan con la muerte hasta el final.
Algunos psicólogos creen, que cuanto más luche una persona ante la muerte, más tiempo permanecerá en la etapa de negación.
Si este es el caso, es posible que la persona enferma tenga más dificultades para tener una muerte digna.
Otros psicólogos afirman, que no confrontar la muerte hasta el final, es una adaptación para algunas personas.
Aquellos que experimentan problemas lidiando con las distintas etapas, deben considerar grupos de ayuda, o tratamiento profesional de duelo.
Elisabeth Kübler-Ross, ayudó a muchos familiares a manejar su pérdida, a saber cómo enfrentarse a la muerte de un ser querido, les explicó cómo apoyar a la persona en agonía, lo que debía hacerse en esos difíciles momentos, y lo que debía evitarse.
Bajo su tutela se crearon fundaciones y movimientos ciudadanos, que reclamaban el derecho a una muerte digna; y comenzaron a publicarse libros, gracias a los cuales, miles de familias recibieron consuelo.
La comunicación de duelo ocurre en personas afectadas por el dolor, a través de sus emociones, acciones y palabras.
Kübler-Ross puso mucho énfasis en la comunicación.
Cuando una persona se está acercando a la muerte, y está pasando por las 5 etapas de su modelo, ella creyó que la persona deseó repasar su vida, la enfermedad que tienen, y su muerte inminente.
Cuando un paciente y un médico pudieran discutir esto con valentía y sinceridad, una buena muerte sería posible.
Este modelo y sus pensamientos, son influyentes para los proveedores de atención médica; y proporciona orientación para acercarse e interactuar con personas que experimentan dolor.

“You won't know what happens until it's too late”



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