SENNA

“The legend of the greatest driver who ever lived”

La Fórmula 1, más allá de deporte de ricos y millonarios, es y siempre ha sido “una cosa de locos”, de personas que se han creído siempre un poco más consentidos por la providencia que el resto de los mortales.
Abreviada como F1, y también denominada “la categoría reina del automovilismo” o “la máxima categoría del automovilismo”, es la competición de automovilismo internacional más popular y prestigiosa, superando a categorías de automovilismo como NASCAR, el Rally, los automóviles de turismo, entre otras.
A cada carrera, se le denomina “Gran Premio”, y el torneo que las agrupa se denomina “Campeonato Mundial de Fórmula 1”
La entidad que la dirige, es La Federación Internacional del Automóvil (FIA); y El Formula One Group, es controlado por la empresa estadounidense Liberty Media, desde septiembre de 2016.
Los automóviles utilizados, son monoplazas con la última tecnología disponible, siempre limitadas por un reglamento técnico; como dato, algunas mejoras que fueron desarrolladas en La Fórmula 1, terminaron siendo utilizadas en automóviles comerciales, como el freno de disco.
La mayoría de los circuitos de carreras donde se celebran Los Grandes Premios, son autódromos, aunque también se utilizan circuitos callejeros, y anteriormente se utilizaron circuitos ruteros.
El inicio de La Fórmula 1 moderna, se remonta al año 1950, en el que participaron escuderías como Ferrari, Alfa Romeo y Maserati.
Algunas fueron reemplazadas por otras nuevas como McLaren, Williams, Lotus y Renault, que se han alzado varias veces con El Campeonato Mundial de Constructores.
Las escuderías, tienen que planear sus fichajes y renovación de contratos, 2 o 3 carreras antes del fin de la temporada.
Por su parte, los pilotos deben contar con la superlicencia de La FIA para competir, que se obtiene sobre la base de resultados en otros campeonatos.
La historia del deporte, ha ido en paralelo a la de sus regulaciones técnicas, y estará para siempre ligada a un ícono:
Ayrton Senna da Silva, fue un piloto de automovilismo de velocidad brasileño; considerado entre los más exitosos y dominantes pilotos de la era moderna, y para muchos expertos, es el más rápido de la historia.
Además del automovilismo, Senna fue asiduo practicante de jet ski, tenis y esquí acuático.
Del lado personal, divorciado de Lilian de Vasconcelos Souza; cuando le sorprendió la muerte, se encontraba preparando su boda con la modelo brasileña, Adriane Galisteu.
Nacido de una familia acomodada, en São Paulo, Brasil, el 21 de marzo de 1960; Milton, su padre, siempre fue el primero en decir que jamás planeó o soñó que su hijo se convertiría en un piloto de carreras, aun cuando construyó para él, en 6 meses, un kart equipado con frenos a disco, y un motor extraído de una picadora de caña, que le permitía alcanzar una velocidad de hasta 60 km/h.
Al comienzo, era incluso un juego más para su hijo inquieto y agitado; el kart iba a ser, por tanto, “un juguete”
A partir de ahí, Ayrton Senna entró oficialmente en una competición de Karting por primera vez a los 13 años.
En 1977 se hizo con el máximo trofeo en El Campeonato Sudamericano de Karting, consiguiendo el título en el kartódromo Luis P. Serra de San José, en Uruguay.
En 1978, con 17 años, fue contratado por el equipo DAP de Italia, donde sería compañero de Terry Fullerton, quien luego sería reconocido por Senna durante El Gran Premio de Australia de 1993, cuando se le preguntó:
“¿Cuál fue el piloto con quién más satisfactorio te sentiste al competir?”
Senna respondió:
“Tendría que regresar a 1978, 1979 y 1980, vine a Europa por primera vez para competir fuera de Brasil.
Mi compañero de equipo Fullerton, se llamaba Fullerton.
Él era muy experimentado, y he disfrutado mucho conduciendo con él, porque era rápido, consistente, para mí un piloto muy completo.
Y era pura conducción; éramos sólo él y yo, no había política ni dinero en el medio.
Tengo con él buenos recuerdos”, dijo.
Y se le debe a su afición por el kartismo, su gran destreza y capacidad para conducir bajo la lluvia; siendo precisamente a bordo de un kart, donde Ayrton aprendió esa precisión para pilotar en la lluvia, ya que en un principio no era un piloto óptimo en estas condiciones.
Senna, atrajo la atención de los equipos de Fórmula 1:
Williams, McLaren, Brabham y Toleman.
Bajo Toleman, Senna hizo su debut en El Gran Premio de Brasil en Río de Janeiro, siendo su compañero de equipo en esta escudería, el venezolano Johnny Cecotto.
Anotó su primer punto en El Campeonato Mundial en su segunda carrera en El Gran Premio de Sudáfrica, repitiendo igual resultado 2 semanas más tarde en el Gran Premio de Bélgica.
En 1988, gracias a la relación que había construido con Honda durante toda la temporada 1987 corriendo por Lotus, y con la aprobación del piloto #1 de McLaren, el bicampeón mundial francés por aquel entonces, Alain Prost, Senna se unió al equipo McLaren.
Pero Senna compitió también en Fórmula 1 para otros equipos, entre 1984 y 1994; ganando El Campeonato Del Mundo en 1988, 1990 y 1991; siendo subcampeón en 1989 y 1993; tercero en 1987; y cuarto en 1985, 1986 y 1992, acumulando en total, 41 victorias, 6 de ellas en El Gran Premio de Mónaco, récord para el evento; así como 80 podios, y 65 “pole positions” en tan solo 162 clasificaciones, con una efectividad del 40%.
También, fue aclamado por sus extraordinarios desempeños con pista mojada, como El Gran Premio de Mónaco de 1984, Gran Premio de Portugal de 1985, y Gran Premio de Europa de 1993, teniendo los demás pilotos coches superiores.
Senna era reconocido principalmente por su conducción veloz, técnica superlativa y a veces agresiva en carreras.
Mantuvo una rivalidad intensa con el piloto francés Alain Prost durante gran parte de su carrera, incluyendo 2 años como compañeros de equipo en McLaren.
El francés, Alain Marie Pascal Prost, OBE, es uno de los pilotos de Fórmula 1, más exitosos de todos los tiempos.
Compitió en el período de 1980 a 1993, obteniendo 51 victorias, 106 podios, 4 campeonatos mundiales, y 4 subcampeonatos.
Algunas de esas marcas estuvieron imbatidas durante varios años, hasta que Michael Schumacher las batió en la década de 2000.
Prost es reconocido por sus apodos “El Maestro” o “El Profesor”, debido a su metódica manera de correr; y para muchos, la rivalidad Senna-Prost fue la más intensa en toda la historia de la categoría.
La rivalidad entre ellos, fue posiblemente, la mayor de la historia del automovilismo, entre 2 pilotos que estaban muy por delante de casi cualquier otro en su época.
Tal era dicha rivalidad, que la definición del título de pilotos de 1989 y la de 1990, se produjo por una colisión entre ambos.
Años después de la muerte de Senna, el propio Prost reconoció que “sin Senna, nada hubiera sido igual”, se retroalimentaban entre los 2, gracias a su rivalidad.
De hecho, los 80 fue posiblemente La Década de Oro del Fórmula 1.
Pero Prost, cansado de la convivencia con Senna, y de un claro favoritismo de Honda hacia este, decide migrar a Ferrari...
Contrario a Senna, Prost era un piloto caracterizado por ser muy minucioso en todo lo que hacía, cuidando al más mínimo detalle cada parte de su monoplaza, cada parte de su conducción, y sus posibilidades en el mundial.
Se dice que la conducción de Prost, era la típica conducción que se enseña en las escuelas de pilotos, que rápidamente se olvida.
Cada vez que se le veía en la pista, daba impresión de lentitud por su manejo pulido, sin embargo, su técnica era tremendamente rápida y efectiva.
Se reveló como el mejor estratega de su época, en el aspecto técnico, en particular durante la etapa de adopción de la telemetría y la aparición de la suspensión activa.
Adicionalmente, Prost resultó ser el piloto más ganador durante la época en que quizás fue más complicado hacerlo; no solamente por la talla de los pilotos contra quienes le tocó competir:
Arnoux, Piquet, Lauda, Rosberg, Alboreto, Mansell, Senna… sino por las características y especificaciones de los automóviles que condujo; aunado a posteriores restricciones de consumo de combustible, medidas de seguridad aún no muy desarrolladas, y un reglamento y una aerodinámica que favorecían la lucha cuerpo a cuerpo en pista, y los adelantamientos.
En medio de este escenario, donde lograba victorias con asiduidad, y no siempre disponiendo de la mejor mecánica, a menudo se le criticaba porque, se decía, muchas victorias las lograba o “se las encontraba” cuando iba 2º, al abandonar el primero, casi siempre por rotura de motor, ya que los motores turbo de los 80, adolecían de excesiva fragilidad.
A esa crítica, él, muy inteligente, respondió que “convendría preguntarse, por qué soy siempre yo el que va 2º en esos momentos, y no otro piloto”
Sin duda, fue una muestra de su fino sentido del cuidado de la mecánica y de la estrategia en carrera.
En octubre de 1993, poco antes de finalizar la competición, y una vez superados los impedimentos para correr en Williams, el brasileño Ayrton Senna firmó para 1994, por esta escudería.
En los primeros meses del año, realizó los primeros entrenamientos con el nuevo Williams-Renault FW16, del que se mostró bastante satisfecho.
Pero entre las carreras más memorables de Senna, destacan en resumidas cuentas:
El Gran Premio de Mónaco de 1984:
Bajo la lluvia, y a bordo del modesto Toleman Hart, realizó una gran actuación.
Superó a pilotos que conducían monoplazas muy superiores al suyo.
Pudo haber sido su primer logro en F1, pero llegó segundo tras suspenderse la competición en el momento en que Senna iba a por el McLaren de Alain Prost.
El Gran Premio de Portugal de 1985:
Consigue su primer éxito en F1 bajo la lluvia de Estoril.
Ayrton manejaba un Lotus impulsado por un motor turbo de la casa francesa Renault.
El Gran Premio de Japón de 1988:
Saliendo desde la pole se le cala el motor, cuando consigue arrancarlo ya es 14º.
Realizando una gran remontada, gana la carrera y el título de ese año, a bordo de un McLaren-Honda.
El Gran Premio de Japón de 1989:
En la lucha por su bicampeonato con Alain Prost, ambos colisionan en la chicane Casio de Suzuka.
Prost abandona, y Senna regresa ayudado por los comisarios del circuito, y acortando la chicane, cruzando el primero bajo la bandera a cuadros.
Fue descalificado y, al ser también incapaz de puntuar en la siguiente y última prueba del Mundial en Australia, al sufrir otra colisión, donde Alain Prost ganó el título.
El Gran Premio de Japón de 1990:
Tras el inicio de la carrera, Ayrton choca con Prost que pilota para Ferrari, en la primera variante.
Ambos abandonan, pero esta vez, es Senna quien consigue el título.
El Gran Premio de Brasil de 1991:
Senna ganaba con comodidad, pero su McLaren se ve afectado por un problema en la caja de velocidades.
Esto motiva que Senna realice un enorme esfuerzo físico para correr únicamente en sexta marcha.
Gana la carrera, pero bajando de su monoplaza exhausto, al punto del desmallo, con una tensión tan grande, que pedía no ser tocado.
El Gran Premio de Mónaco de 1992:
Corría en la primera posición, perseguido por Nigel Mansell que pilotaba un Williams-Renault FW14B.
El brasileño soporta todos los ataques del británico por varias vueltas, y se lleva la carrera.
El Gran Premio de Europa de 1993:
En una carrera bajo lluvia, Senna parte en 4º posición, llegando 5º a la primera curva, y en esa misma primera vuelta, consigue adelantar a los 4 monoplazas que le preceden, poniéndose en primera posición.
Ganó con autoridad frente a los Williams en el circuito de Donington Park.
En esa temporada, estaban permitidos las ayudas electrónicas, tales como el control de tracción y la suspensión electrónica.
Fuera de la pista, en enero de 1994, se creó el personaje de dibujos animados “Senninha”, en la ceremonia estuvo presente el propio Ayrton.
Después se fundó El Instituto Ayrton Senna, que se encarga de ayudar a niños desfavorecidos en Brasil, con proyectos educacionales, deportivos, medioambientales y de salud.
La imagen de “Senninha” llega a estar en cuadernos escolares, camisetas, juguetes, etc.; y gran parte de esas ventas, van a los proyectos del Instituto.
El lema de la fundación es:
“Todos tienen el potencial para ser un vencedor”, en clara alusión de darles la posibilidad a los niños que no poseen medios económicos en su amado Brasil.
Todos los años, se realiza una maratón en São Paulo en la que se recauda fondos, organizada por la misma fundación que preside su hermana, Viviane Senna da Silva Lalli.
La maratón recibe como nombre, “Ayrton Senna Racing Day”, y es un evento de importancia en Brasil.
Pero el 5 de mayo de 1994, Brasil y el mundo entero se paralizaron...
Ayrton Senna fallecía debido a un fuerte choque sufrido en la curva de Tamburello, durante la carrera en El Autódromo Enzo e Dino Ferrari, durante El Gran Premio de San Marino.
El Gran Premio de San Marino de 1994, fue una prueba de Fórmula 1 celebrada los días 29 y 30 de abril, y el 1 de mayo, en El Autódromo Enzo e Dino Ferrari, en Imola, Italia.
Era el tercer Gran Premio de la temporada 1994 de Fórmula 1, y la primera carrera de la temporada que se disputaba en Europa.
Pero ese fin de semana de la carrera, estuvo marcado por las muertes del austríaco Roland Ratzenberger, el sábado; y del triple campeón mundial, Ayrton Senna, el domingo…
Nótese alguna alusión crística entre líneas… así como por otros numerosos accidentes graves, de los que varios de ellos provocaron lesiones.
El Autódromo Enzo e Dino Ferrari, es un autódromo de 4,9 km situado en Imola, región de Emilia-Romaña, Italia, unos 30 km al sureste de la ciudad de Bolonia.
Es uno de los principales de su país, habiendo albergado carreras de numerosos campeonatos mundiales y europeos de automovilismo de velocidad y motociclismo de velocidad, además de italianos.
En la vuelta 7, el automóvil de Senna no tomó la curva Tamburello, sino que salió de la pista en línea recta, aproximadamente a 305 km/h, e impactó brutalmente contra un paredón de cemento a 218 km/h
La rueda delantera derecha se desprendió, y golpeó su casco, mientras que un perdigón de la llanta delantera le atravesó el casco y la visera, ocasionándole fracturas en el cráneo con pérdida de masa encefálica.
Si el perdigón hubiera pasado 2cm más arriba, Ayrton seguiría vivo...
Tras el choque, Senna, con serias heridas en el cráneo, yació inconsciente a la espera de que la carrera fuera abortada, y la asistencia médica se acercara hasta el vehículo.
Fue necesario hacerle una traqueotomía “in situ” hasta que, minutos más tarde, fue trasladado en helicóptero al hospital Maggiore de Bolonia, donde permaneció en coma inducido algunas horas.
Poco después, se confirmó su muerte cerebral, aunque todo apunta a que sufrió una muerte instantánea en el golpe.
Al final, la carrera la ganó Michael Schumacher...
Este hecho ocurrió un día después que otro piloto, el austríaco Roland Ratzenberger, falleciera durante la clasificación en la curva Gilles Villeneuve.
Como dato, el día que Senna perdió la vida en San Marino, al revisar el interior del Williams en el que murió, encontraron una bandera de Austria:
Senna iba a homenajear al piloto Roland Ratzenberger, fallecido el día anterior durante las pruebas clasificatorias, pues Senna acostumbraba sacar el puño con la bandera de Brasil tras ganar una carrera.
La muerte de Senna, motivó 3 días de luto del gobierno de Brasil, y un entierro con honores de Estado.
Más de 3 millones de personas salieron a las calles de Sao Paulo a darle el último adiós, a uno de los más grandes héroes de su historia moderna.
Su ataúd fue llevado por las calles de la ciudad en un coche de bomberos, seguido por más de un millón de personas.
Fue enterrado, con honores de Jefe de Estado, en El Cementerio de Morumbí, de dicha ciudad brasileña.
A su funeral acudieron pilotos de la talla de Jackie Stewart, Alain Prost, Emerson Fittipaldi, y Ron Dennis.
En la curva Tamburello, donde murió, la parte de atrás del muro tiene banderas, nombres de aficionados de todas las partes del mundo, y otros recuerdos más, como flores y fotos.
Todos los años, los aficionados van al muro a rendirle homenaje.
Y debido a su afamada vida pública, tiene numerosos monumentos, clubes de fanáticos y recuerdos por todo el mundo.
Desde la muerte de los pilotos, Ayrton Senna y Roland Ratzenberger, se incrementó de manera drástica la seguridad de La Fórmula 1, asignándole dicho puesto al experimentado médico de pista, Eric Sidney Watkins, más conocido como Sid Watkins, el cual intentó reanimar a Ratzenberger el día de su accidente.
El profesor, entonces jefe del equipo médico en pista de La Fórmula 1, recuerda en sus memorias:
“Ayrton se derrumbó, y lloró en mi hombro”
De hecho, Watkins trató de persuadir a Senna, de que no corriera al día siguiente, diciendo:
“¿Qué más necesitas hacer?
Has sido campeón mundial 3 veces, eres obviamente el piloto más rápido.
Déjalo y vamos a pescar”, pero Senna fue insistente en decir:
“Sid, hay ciertas cosas sobre las que no tenemos control.
No puedo retirarme, tengo que seguir”
Watkins, fallecido en 2012, también fue clave en el rescate y salvamento de pilotos como Didier Pironi, Martin Donnelly, Karl Wendlinger, Rubens Barrichello y Mika Häkkinen.
Los decesos de Ratzenberger y de Senna, obligaron a replantear el aspecto de la seguridad de los pilotos, generándose un nuevo reglamento para los monoplazas, y modificando algunos tramos del trazado de Imola.
Desde entonces, no hubo más accidentes trágicos en La Fórmula 1, hasta 2014, cuando Jules Bianchi sufrió un accidente en el circuito de Suzuka, que posteriormente le costaría la vida.
La muerte del tricampeón mundial, Ayrton Senna durante la carrera cambió permanentemente La Fórmula 1, desde todos los puntos de vista posibles.
Por segunda vez, después del austriaco Jochen Rindt en 1970, un campeón del mundo moría durante la disputa de un Gran Premio.
“No Fear.
No Limits.
No Equal”
SENNA es un documental del año 2010, dirigido por de Asif Kapadia.
Protagonizado por Ayrton Senna, Alain Prost, Nigel Mansell, Ron Dennis, Jean-Marie Balestre, Sid Watkins, Frank Williams, Jackie Stewart, Galvão Bueno, Gerhard Berger, Nelson Piquet, Michael Schumacher, Bussunda, Rubens Barrichello, Damon Hill, Riccardo Patrese, Bernie Ecclestone, Raniero III de Mónaco, Estefanía de Mónaco, Xuxa Meneghel, entre otros.
El guión es de Manish Pandey.
El productor, James Gay-Rees, y el guionista, tuvieron una reunión con la familia de Ayrton Senna en marzo de 2006.
Hicieron una presentación de 40 minutos sobre lo que harían en el documental, lo que los convenció para autorizar y apoyar el proyecto.
La presentación se llamó entonces, “La vida y la muerte de Ayrton Senna”, siendo producida en conjunto por ESPN films, siendo a la vez, la primera película documental producida por Working Title Films, y distribuida por Universal Pictures.
Mientras que el piloto y rival de Senna, Alain Prost, contribuyó en la realización del documental; y los patrocinadores del proyecto fueron:
La FIA, la familia Senna, y El Instituto Ayrton Senna.
Nótese que el título del documental está en mayúsculas, a la mayor gloria del piloto, con todos los méritos posibles, siendo la primera película sobre Ayrton Senna que tuvo la aprobación y el apoyo de su familia; y también de la organización de La Fórmula 1 Management, que dio imágenes sin precedentes de Senna.
Al ser contratado, el director Asif Kapadia sabía poco sobre la vida de Ayrton Senna y La Fórmula 1; y curiosamente, esta era la intención de los productores, por lo que tuvo una mirada justa al material de la película; y que el especial haya sido exhibido primero en Japón, no es coincidencia:
Allí, SENNA obtuvo sus 3 títulos mundiales, en 1988, 1990 y 1991; además del hecho de que, después del Emperador, Senna era de las figuras más populares del país asiático.
Una proyección especial de SENNA, se realizó el 7 de octubre de 2010, en El Gran Premio de Japón, en el Circuito de Suzuka.
Y el estreno mundial oficial, se realizó en El Teatro Cinemark en Sao Paulo, Brasil, el 3 de noviembre de 2010.
SENNA se basa principalmente en secuencias de video de archivo, y videos caseros proporcionados por la familia Senna, en lugar de entrevistas en video retrospectivas, y no tiene comentarios formales; mostrando la vida profesional del genio de Fórmula 1, el paulista Ayrton Senna, desde sus inicios en el Go-Kart, hasta el peldaño más alto de La Fórmula 1 del mundo; así veremos metraje desde la temporada de su debut en 1984, hasta su prematura muerte una década después, en El Gran Premio de San Marino.
El film está basado tanto en archivos familiares del fallecido piloto, como también material audiovisual de televisión, brasileña y mundial de la época.
En lo íntimo, se muestra a Ayrton Senna muy religioso, preocupado por sus compañeros de trabajo, perfeccionista hasta el mínimo detalle, obsesionado con el triunfo, ídolo de millones alrededor del mundo, e idolatrado en su país natal.
Debo confesar, que el automovilismo es una de mis pasiones poco exploradas, por razones evidentes de mi residencia, y aquí se presenta La Leyenda, El Mito, Senna, el más grande corredor de autos de todos los tiempos, jamás visto y analizado en un documental lleno de suspenso, emoción, alegrías, batallas, triunfos, derrotas y muerte; porque las carreras de autos profesionales, no es contra otros pilotos, sino una carrera contra la muerte, y Senna fue un ícono de este particular deporte, porque supo cómo nadie, hacer “bailar samba” a su auto de carreras, siendo un profesional en pistas mojadas, bajo lluvia, y de velocidades extremas.
Las cámaras puestas en los autos, para captar la perspectiva del piloto, solo lo engrandecen.
También, el documental muestra la faceta íntima del corredor, así como sus batallas más fuertes contra el dinero, la política, y la tecnología en el deporte; sus agarradas con Alain Prost son sabrosas; así como nadie más que él y los mismos pilotos supieron, los grandes riesgos que tiene la práctica, que impulsó a Senna a modificar muchos reglamentos; así como enfrentarse a la tecnología en los autos, viniendo él, de ser un corredor “en bruto” donde la rapidez, el atrevimiento, el conocimiento y la decisión justa, lo hizo el sinónimo de genialidad en un deporte muy peligroso.
“Era pura conducción, carrera pura.
No había política entonces, ni dinero de por medio.
Eso eran carreras de verdad”, dijo Ayrton Senna.
En realidad, SENNA muestra la vida de un hombre que trata de superase a sí mismo, en una carrera constante, pujando siempre los límites que le permitían sus habilidades; y la película honra su legado.
Desde lo técnico, el montaje, las escenas y las tomas, tanto aéreas como otras de su entorno, cuenta con material sorprendente e inédito extraído en gran parte de los archivos de La Fórmula 1.
Del Brasil mismo, hizo de este espectacular corredor, fuera hoy un cometa que siempre vuelve cada vez que se inicia un Circuito; por lo que SENNA cumple al emocionar al espectador, y hacerlo pasar por todos los registros que se muestran en pantalla, absolutamente todos, y eso no se logra regularmente.
Aunque al final deja un sabor muy amargo, queda en la memoria que ahora, los pilotos tienen mucho respaldo técnico, cuando entonces, Senna, literalmente se jugó la vida en la pista que tanto amo, y Brasil perdió y ganó una alegría que aún perdura gracias a millones de personas beneficiadas por su labor altruista.
Con un metraje de 162 minutos que se pasan volando, en ningún momento decae, siendo un documental increíble, lleno de detalles sobre Senna, que nos dejan una sensación de haberlo conocido de cerca.
Porque el Senna que era, es el que veíamos:
No tenía una fachada para las cámaras, y otra privada.
Senna era el mismo siempre, y luchaba contra lo que creía como injusticia enfrentándose a quien se tuviese que enfrentar.
Desde el principio, se notaba la humildad y la calidad de persona que era, y eso ha quedado para siempre.
“Racing, competing, is in my blood.
It's part of me, it's part of my life; I've been doing it all my life.
And it stands up before anything else”
El gran acierto del director Asif Kapadia en la dirección de SENNA, ha sido utilizar el material documental para prácticamente confeccionar una cinta de ficción con un montaje y un ritmo magníficos, que pasa tan rápido como la velocidad de los coches de competición.
El guión, tiene todos los elementos de un “biopic” épico:
Chico joven y guapo, humilde y rico, pero amigos de los pobres, valiente, a veces temerario, luchador incansable, religioso, buen hijo y amante, que lucha contra “los malos”:
Prost y el entramado político comercial del negocio de las carreras; que también comete errores, pero acaba triunfando y muriendo inesperada y espectacularmente, convirtiéndose en un mito; añadámosle sus triunfos heroicos, y la emoción inherente a la competición.
SENNA no está narrada al modo convencional, aquí la narración va sola, y te deja que con cada escena vayas sintiendo la atmosfera que se vivía en aquellos tiempos, en la primera categoría de este deporte, como parte del equipo que allí estaba, siendo un muy buen ejercicio narrativo; y funciona no solo como una película deportiva, sino también como una tragedia, pero también como un filme de acción, y hasta como un “thriller”, gracias a su modo transparente de exponer las bizantinas maquinaciones políticas que esconde este deporte.
Así, por la pantalla desfilan todos los personajes importantes del momento:
Pilotos, directores de escuderías, los dirigentes del deporte; y se analiza la trayectoria de Senna dentro del mundo de los coches, y el significado que su persona tuvo para la Brasil, en un momento donde el país estaba en una situación política y social muy empobrecida.
Muy enraizada con la visión religiosa que tenía Senna, la película parece seguir un camino ascendente hacia Dios, y todo, desde los triunfos hasta los fracasos, parece relativizarse en aras de un objetivo final.
En esos 10 gloriosos años que Senna permaneció en la elite de La Formula 1, se observa la transformación del hombre en ídolo, y la pérdida de la inocencia, tanto en la faceta deportiva como en la personal.
Por tanto, el relato documental, se centra a partir de 1984, año que Senna llega a la máxima categoría del automovilismo.
Exhibe las mejores carreras del brasileño, mientras estaba en los equipos Toleman y Lotus, resultados que lo catapultaron a llegar a McLaren.
Y tiene como eje principal, la rivalidad, tanto fuera como dentro de la pista, que mantuvo Ayrton con el francés Alain Prost, mientras eran coequiperos en la escudería McLaren.
Al igual que la carrera del astro brasileño, el documental alcanza su máxima tensión y emoción durante esta fase; carreras palmo a palmo, y declaraciones cruzadas entre el sudamericano y el europeo, le dan emocionantes tintes a la historia.
Así como sus luchas políticas con el entonces jefe del FIA, Jean-Marie Balestre, culminando durante las temporadas de 1989 y 1990, cuando Senna y Prost estuvieron involucrados en controversiales choques que decidieron el campeonato mundial de pilotos, en 1989 para Prost, y en 1990 para Senna.
El constante pique existente entre ambos, lo aprovechó La FIA, ya que fue un trampolín para dar a conocer el deporte de motor por excelencia en el mundo audiovisual, pues ambos pilotos estaban en todas las noticias por la controversia de sus declaraciones.
Aunque en la cinta se nos presenta a Senna como “el héroe”, y a Prost como “el villano”, ni uno fue tan bueno, ni el otro tan malo.
“Si me dan a elegir, Alain sería mi compañero de equipo, es la única forma de demostrar que soy mejor que él”, dijo Senna.
“Ser piloto de carreras, significa que estás compitiendo con otras personas, y si no vas a por un hueco cuando lo hay, ya no eres un piloto de carreras, porque estamos compitiendo.
Estamos compitiendo para ganar, y la principal motivación para todos nosotros es competir por la victoria, no por quedar 3º, 4º, 5º o 6º…
El segundo es el primero de los perdedores…
Mis rivales no me quieren, porque mi pecado es ser veloz”, acotó Ayrton Senna.
“Ayrton tiene un pequeño problema, él piensa que no puede matarse porque cree en Dios.
Yo pienso que eso es muy peligroso para los otros pilotos”, respondía Alain Prost.
A su favor de Prost está haber querido participar en un documental centrado en “el rival deportivo por excelencia”; porque sus luchas fueron algo más allá de las carreras, pero afortunadamente, al final, la cosa mejoró.
Aun así, SENNA no deja de ser ciertamente tendencioso para con él.
Y él tampoco ayuda mucho en algunos momentos, todo hay que decirlo.
Por tanto, la cámara es un testigo constante, a menudo asombroso en su presencia invisible, con las votaciones y debates entre los corredores, la defensa de Nelson Piquet a Senna, el acalorado rifirrafe entre Senna y Jean-Marie Balestre, el entonces Presidente del FIA; donde paralelamente se sugiere un favoritismo del también galo Balestre, en favor de su compatriota, Prost.
Esos episodios, incluso acrecientan la popularidad del brasileño.
“Yo y Prost, ya ganamos todo, y estamos más para allá que para la carrera.
Ayrton no.
Se matará si es necesario, para llegar al título y ser considerado el mejor de todos los tiempos”, llegó a decir el piloto de velocidad brasileño, Nelson Piquet.
El documental, es particularmente cruel con El Presidente del FIA, Jean-Marie Balastre, y con el piloto francés Alain Prost, con quien Senna mantuvo feroces batallas tanto dentro como fuera de los circuitos.
No hay mentiras, pero el director pone a cada uno en su sitio, emitiendo un juicio, valiéndose de la manipulación del montaje.
El ejemplo más evidente, lo tenemos en una escena donde Alain Prost aparece en un programa de televisión, “tonteando” con la presentadora.
En principio, Prost queda como una especie de “chico malo” que intenta ligar con su entrevistadora.
Pero un poco más adelante, Senna aparecerá en un especial de la televisión brasileña de fin de año, para niños, con otra presentadora, la popular Xuxa; ahí, Senna da la imagen de un joven inocente, un tanto azorado por los besos de la actriz y cantante brasileña.
Desde luego que las 2 escenas son reales, existieron, y se recogieron en la televisión, pero es el montaje el que, por comparación, produce un efecto subjetivo.
Como dato, Viviane Senna, la hermana de Ayrton, saltó a los medios cuando en el velatorio de su hermano, Ayrton, expulsó de la familia y la herencia de Ayrton Senna, a Adriane Galisteu, que era la novia de Ayrton Senna en el momento de su muerte; y apoyar en cambio la imagen de la presentadora de televisión Xuxa, que varios años antes había tenido un corto romance con el piloto.
La empresaria, nunca se pronunció al respecto...
En cualquier caso, la virtud del documental no reside en una supuesta objetividad, que no la hay, sino en cómo el director es capaz de hacer suyas las imágenes, y cómo cuenta una historia como si fuera un trabajo de ficción.
Así, tras mostrar a Senna coronándose tricampeón, en contra de todos los pronósticos, se narra el cambio de reglas en cuanto a la ingeniería de los autos, en 1992.
Se entra en la era de la suspensión electrónica, y se generan diferencias entre los que contaban con dicha tecnología, y los que seguían con suspensión análoga.
Al tiempo que SENNA retrata la dinámica y el tumulto cada vez más complejos que caracterizaron los años de Senna como campeón del mundo, su batalla para mejorar la seguridad de su deporte, y sus reacciones al presenciar accidentes y eventualmente la muerte del piloto austriaco, Roland Ratzenberger, el día anterior al suyo.
Vemos y escuchamos a través del punto de vista de Senna, que la informatización innovadora, condujo en estos años a la dominación tecnológica de los autos Williams, con Prost unirse a Williams y, en una racha con Senna, negándose a estar en un equipo con Senna.
El equipo Williams, pionero en la implementación del nuevo sistema, contrataría a Alain Prost, aunque éste pondría un único y esencial requisito:
No tener como compañero de escudería a su declarado rival, Ayrton Senna.
La historia prosigue hasta llegar al Gran Premio de San Marino, en 1994, año en que ocurre el fatal accidente que termina con la vida del laureado corredor latinoamericano.
Llegado a este punto, se torna cargado de emociones…
Tras la retirada de La F1 por parte de Prost, ambos comenzaron a tener más contacto, llegando incluso a considerarse amigos.
Unos meses antes de su muerte, dando una vuelta de entrenamiento al circuito de Imola, Senna llegó a decir:
“Te echo de menos, Alain.
Saludos a mi amigo Alain, te echo de menos, lo sabes; porque como ya he dicho alguna vez, los grandes competidores siempre necesitan un gran rival al que enfrentarse para dar todo de sí”
El documental llega a su fin, cuando Prost se retira, y Senna ocupa el puesto de piloto de campeón con Williams, el equipo con base en Grove, en 1994, justo cuando las reglas de La Fórmula 1 cambian, lo que no permite la informatización y los autos de Williams se reconfiguran rápidamente.
En el fin de semana culminante de su vida, en El Gran Premio de San Marino de ese año, el metraje muestra a Senna bajo un estrés extremo, preocupado porque las condiciones de seguridad revelan sus debilidades en un accidente tras otro durante 3 días consecutivos.
Rubens Barrichello se lesionó en un accidente durante la calificación del viernes, Ratzenberger muere en un accidente durante la calificación final el 30 de abril; y al comienzo de la carrera, J.J. Lehto se detiene, y es golpeado a alta velocidad por Pedro Lamy.
El auto de seguridad sale y, cuando se reanuda la carrera, Senna se estrella fatalmente en la vuelta 7.
La cinta muestra la amplia cobertura de los medios, el multitudinario y llorado adiós que le dio Brasil a quien alcanzó la cima del mundo, a merced a su talento, dedicación y coraje.
Se muestra que durante el cortejo fúnebre, uno de los que carga el féretro de Senna, es su acérrimo rival, Alain Prost.
En lo personal, en SENNA se pueden ver las 2 facetas de Ayrton:
Una como el ser humano fuera de las pistas, amable, tímido, preocupado por su país y muy espiritual.
Y la otra, la del Ayrton corredor, estratega, arriesgado y sobre todo muy competitivo.
Mostrando estas 2 facetas, como espectadores podemos entender la manera en la que la leyenda de Ayrton Senna fue creciendo, hasta lo que es hoy en día.
A Senna se le muestra sublime, espiritual y, en ocasiones, despiadado:
Senna conquista y trasciende La Fórmula Uno, para convertirse en una superestrella mundial; mientras en privado es humilde, casi tímido, y ferozmente patriótico, donando millones a su natal Brasil, y contemplando una vida más allá de las carreras de motor.
Sin embargo, es golpeado en su mejor momento, en el fin de semana más oscuro en la historia del deporte, visto en televisión por 300 millones de personas.
Años después, es venerado en La Fórmula 1, como el mejor piloto de carreras de motor de todos los tiempos, y en Brasil como santo.
Enzo Ferrari, el fundador de la Scuderia Ferrari, y más tarde de la marca de automóviles Ferrari, dijo:
“Recuerdo la vuelta en Mónaco que le valió una placa, la vuelta más perfecta que un piloto haya hecho”
Y es que Senna era el tipo de piloto que encontraba huecos donde no los había, que adelantaba donde no existía ningún espacio, que jamás cedía una trazada a la salida de una curva.
Era el que se mostraba orgulloso de ganar, porque sabía que se lo merecía.
En la pista, no tenía amigos.
Fuera de ella, dependía del caso:
Muchos le admiraban en su dimensión profesional y humana, otros le tenían como un demonio.
Pero marcó a toda su generación, superó a la anterior, y su huella aún permanece en el automovilismo de los últimos 20 años; y no sólo porque tras su accidente hayan mejorado exponencialmente las condiciones de seguridad dentro del coche y durante de la carrera; pues desde entonces ha habido campeones con igual número de títulos, por ejemplo, Vettel lleva 3; quebrantadores de récords como Michael Schumacher, y personajes geniales con el volante, aunque polémicos fuera de la pista como Fernando Alonso, pero ninguno con el aura de Senna.
Otro matiz a tener en cuenta, es que vemos en Senna, no solo al piloto, sino a la persona, un hombre de gran religiosidad, muy apegado a su familia, y sobre todo, muy competitivo, que corría al 100% de sus posibilidades, siendo las carreras su vida.
Este “Primus Inter Pares”, era portador de un fervor, de un talento, clarividencia, determinación, valor y pasión a los que sólo la muerte pudo poner coto.
Se aprecia en la película, en sus entrevistas casi sentenciosas, en sus comentarios y hasta en la manera de dirigirse, que albergaba, que atesoraba más bien, un espíritu excelso, que tenía eso que los gitanos llaman “ángel”
Se sustentaba de una especie de misticismo, que le hizo merecedor de alguna que otra crítica por parte de sus rivales, los cuales criticaban sus arriesgadas maniobras y su ferocidad al volante.
Fue debido a la pésima situación que atravesaba su país en esa época, Senna llegó a convertirse en un ídolo de masas en Brasil, era el orgullo de un país que estaba destrozado por la situación política, y donde otros escondían su procedencia brasileña, él mostraba su bandera con orgullo.
Dicen de Senna a su muerte, que “el pueblo brasileño necesitaba comida, educación, salud pero también... alegría, y que él, se la dio.
Fue para los suyos, el mayor y mejor donante de ese alimento del alma que puede hacer la vida de una persona, al menos en lo subjetivo, mejor.
Dios ha construido un circuito en el cielo, y se ha llevado a Senna para que corra con él”
El director de SENNA, Asif Kapadia, hace un gran énfasis en la rivalidad entre Ayrton y el también campeón del mundo Alain Prost, mostrando cómo su relación pasó de ser buenos compañeros de equipo, a fieros rivales dentro y fuera de las pistas.
Son las imágenes de esta rivalidad, las que aportan los momentos más interesantes de la película, dejando ver, cómo, a pesar de la mutua admiración, ambos estaban dispuestos a todo para superarse uno al otro en todos los sentidos.
Y es que quizás el triunfo más grande de este documental, el hacer revivir todos estos momentos en la carrera de Ayrton.
A pesar de ser imágenes de archivo que quizás muchos ya conocen, es imposible no emocionarse con la cacería de Ayrton a Prost, en El Gran Premio de Mónaco de 1984; o con su victoria en El Gran Premio de Brasil en 1991; o no evitar preocuparse con los múltiples incidentes en las carreras, como el del Gran Premio de Japón en 1989.
Así como genera emoción, también es imposible no sentir impotencia con las imágenes de esa última carrera, y ver como lentamente llega ese momento trágico, sin la posibilidad de hacer nada para cambiarlo.
Más que ganar 3 campeonatos, más que ser campeón y reconocido como piloto especial en todo el mundo, creo que lo que la gente admira en él, son los valores, las posturas, las actitudes que tiene, y que son la razón de esas victorias.
Cosas como tener garra, determinación, no desistir, tener persistencia, dar lo mejor, dar un 100% en todo, buscar la perfección, esforzarse mucho...
Ayrton se quedaba en la pista por más tiempo que cualquier otro piloto, caminaba por toda la pista para conocer cada curva, tenía un alto nivel de esfuerzo y de dedicación, no desistía ante ningún desafío o dificultad.
La gente admira no sólo al piloto campeón, la gente admira ese conjunto de valores al hombre que está atrás del piloto.
SENNA tampoco escatima en la elaboración de una mirada más desconfiada hacia el mito, el lado menos amable y más visible en los desencuentros con Alain Prost, con especial énfasis en la “revancha” contra el francés en El Gran Premio de Japón de 1990; pero no desestima en ningún momento la hagiografía de una figura que bien podría haber sido carne de un estudio sobre el carisma y la seducción para con las masas:
Senna podría pasar por héroe de personalidad más bien “común” y permanentemente encomendado a Dios, pero sus gestas sobre la pista, su actitud suicida y, en última instancia, su aciago final, la trascendían para convertirle en hito del deporte, y alimento inconmensurable de pasiones.
SENNA” está hecho como una celebración a la vida y carrera de Ayrton, y esto se nota cuando el director decide dedicar pocos minutos al fatal accidente y su funeral, y omitir cualquier información sobre el drama legal que vino después…
La película documental habla un poco de los entretelones de La Fórmula 1, de Ayrton no sólo en la pista, sino de desafíos que enfrentó que fueron quizás mayores que los de la pista.
El desafío político, todos esos entretelones de La Fórmula 1 extremadamente perversos, muy inhumanos, en los que el dinero y el poder mandan más que el deporte.
Así sigue siendo hoy, es incluso peor hoy…
Fue un conflicto muy grande para Ayrton, que tiene esas actitudes de corrección, honestidad, de trabajar correctamente en un mundo que no actúa así.
La gente que vio la película, dijo que no tenía ni idea de que pasaran esas cosas...
Una suma de errores de gestión, de reglamento, de seguridad, de toma de decisiones como Fórmula 1 en sí, y como equipos.
Totalmente insanas, totalmente erradas.
Ya había habido un accidente mortal en ese fin de semana.
Los pilotos estaban moviéndose, Ayrton era uno de los pilotos que demandaban más seguridad, y ese tema no era tomado seriamente en cuenta.
Fue necesario que se muriera Ayrton, que se muriera Roland Ratzenberger, para que se tomaran las medidas que deberían haber sido tomadas antes.
Al mejor estilo de Ayrton, la película, a pesar de su final triste, termina siendo bastante alegre, y sobre todo esperanzadora.
Como dato, Senna acostumbraba a dar 2 vueltas previas antes de ubicarse en la grilla de salida.
El día del accidente dio 3; éste hecho no se muestra en el documental.
La escena de su muerte, resulta insoportable por alargada, porque sabemos de la inevitabilidad de su término, al fin y al cabo, conclusión necesaria y fatal de un documental que más pareciera una ficción épica, capaz de estimular hasta al más reticente al deporte de las 4 ruedas; porque el espectador observa, cómo el bólido se estrella fatídicamente a la salida de la curva Tamburello en el circuito de Imola, durante la celebración del Gran Premio de San Marino de 1994.
Las imágenes aéreas muestran los restos del coche y el cuerpo de Senna, tendido en el suelo, atendido por los doctores.
La voz “en off” del médico del circuito, relata el momento en que Senna dejó escapar un suspiro, y ese fragmento termina con el helicóptero médico ascendiendo hacia el cielo, para llevar el maltrecho cuerpo de Senna al hospital.
El montaje con los rostros abatidos de los pilotos, la inquietud de los miembros del equipo, y la banda sonora sugieren que esa ascensión, es el viaje último de Senna al cielo, para encontrarse con ese Dios que tanto ha citado a lo largo del documental.
Y es que Senna sufrió la colisión mortal en un rincón no particularmente difícil; no sufrió ningún hematoma, y no se rompió ningún hueso, pero el automóvil se estrelló en el ángulo exacto para que su eje de suspensión golpeara su casco, muriendo a la edad de 34 años, de un daño cerebral.
“Si tengo un accidente, prefiero morir, soy una persona demasiado activa para pasar el resto de mi vida en una silla de ruedas.
Ese día llegará, puede ser hoy o dentro de 50 años, pero la única cosa segura es que llegará”, dijo Senna en un momento de su vida.
De hecho, el documental muestra las reticencias de Senna ante la carrera del domingo:
Parece que aquel joven que no tenía miedo a la muerte, y que Prost tildaba de “suicida”, ahora, 10 años después de estar en la alta competición, y con 3 campeonatos a la espalda, muestra las dudas de afrontar ese desafío.
Cansado, harto de las maquinaciones políticas de los dirigentes deportivos, y con nuevos pilotos amenazando su cetro, como el joven Schumacher, el tiempo de Senna se iba terminando, y ese fin de semana sugiere el reloj que marca la hora final.
Es precisamente ese juego y la manipulación, bien entendida, del material la que confiere a este documental un carácter puramente cinematográfico.
Sabiendo que nos enfrentamos a una historia de buenos y malos, y sabiendo que el mito se terminó imponiendo al hombre, y eso ya no es revisable, la visión de este documental sobre el piloto brasileño, nos deja un sinfín de temas que van desde el destino trágico, la creencia religiosa y la fe, la muerte anunciada o la perdida de la inocencia.
Es por ello que el documental es interesante no sólo para los estrictamente aficionados al mundo del automovilismo, sino también para cualquier persona que quiera acercarse a una historia que bascula entre el hombre y el mito.
Tan sólo al final, en los títulos de crédito, cuando el desenlace ya se ha escrito, es cuando Kapadia vuelve a recuperar el hombre, a la persona inocente, al joven que tenía todo el futuro por delante, cerrando el círculo de aquel chico que empezó divirtiéndose con los karts; así, al cierre, vemos películas caseras de la familia Senna, y una tarjeta de título que se refiere al accidente fatal de Senna, dice:
“Desde entonces no ha habido una fatalidad en La Fórmula 1”
Esto ahora es inexacto, después de la muerte del piloto de Fórmula 1, el francés Jules Bianchi, de 25 años, después de las lesiones sufridas en El Gran Premio de Japón de 2014.
Además, 2 mariscales han muerto durante las carreras en Italia y Australia.
También está la piloto de pruebas de F1, la española María de Villota, de 33 años, que murió como resultado de un accidente durante las pruebas.
Es difícil decir, sólo una razón por la que Senna era adorado de tal forma no sólo en su lugar de nacimiento, sino en casi todo el mundo.
A parte de ser uno de los pilotos más talentosos de la historia, Senna representaba para mucha gente un modelo a seguir.
Como el mismo afirmó:
“Los pilotos son para la gente más un sueño que una realidad”, y nadie mejor que él personificaba esas palabras.
A pesar de ello, no era un temerario.
Su fuerte carácter religioso hacía que Dios, con el que afirmaba hablar cuando rodaba por la curva de Eau Rouge, en el circuito de Spa-Francorchamps, estuviera siempre presente en su vida, y la posibilidad de un accidente mortal era algo que contemplaba, incluso llegó a afirmar en alguna ocasión, que el miedo era una constante en su vida, pero el miedo le fascinaba.
Su prematura muerte, al igual que todas las estrellas que mueren jóvenes, no hizo otra cosa que terminar de mitificar su persona, y envolver su recuerdo de un halo especial, casi divino.
Bernard Charles “Bernie” Ecclestone, que fue el presidente y director ejecutivo de Formula One Management, y Formula One Administration, lo definió como nadie con estas duras palabras:
“La muerte de Senna fue como si Jesús hubiera sido crucificado en directo por televisión”
Ver como toma las curvas del circuito de Mónaco, a manos de su monoplaza, bajo un tremendo aguacero, sujetando el volante con una mano mientras con la otra cambiaba de marcha, y luchaba por mantener en la trazada esa bestia de 1200 CV sin ningún tipo de ayuda a la conducción, es algo muy grande, indescriptible, que ponen los pelos de punta... eso sí que era conducir.
Los adelantamientos, la lucha entre hombre y máquina, apuradas de frenada casi imposibles, la búsqueda de ese hueco que no existe, todo era mágico en esa Época Dorada de La Formula 1, época en la que era el piloto el ingrediente que más importaba, y no el coche.
Todo eso se ha perdido, ahora todo está en manos de los ingenieros, y si el equipo se duerme en los laureles, ya puedes ser el mejor piloto del mundo...
Hoy no importa si el piloto es bueno o no, lo que manda son los aspectos tecnológicos, el poder, el juego político, y el dinero.
Más que nunca, más que en la época de Ayrton.
“Ayrton you've been three times world champion, you're the fastest man in the world, and you like fishing.
So I said, why don't you quit, and I'll quit, and we'll just go fishing.
And he said:
“Sid, I can't quit”
Sobre el juicio por la muerte de Senna, los fiscales italianos acusaron de homicidio a 6 personas en conexión con su muerte, y fueron:
Frank Williams, Patrick Head y Adrian Newey de Williams; Fedrico Bendinelli representando a los propietarios del Autódromo Enzo e Dino Ferrari; Giorgio Poggi como Director del Circuito, y Roland Bruynserarde, quien fue el director de la carrera, y el que aprobó El Circuito.
La causa aparente de que el Williams FW16 del brasileño saliera despedido hacia el paredón de la curva de Tamburello, fue la rotura de la barra de dirección de su monoplaza.
Esto no se comprobó en el juicio que tomó varios años en Italia.
El caso se reabrió años después, para que finalmente en 2007 se declarara que fue la rotura de la columna de dirección la causa del accidente, pero debido al tiempo transcurrido, no hubo ninguna acción legal contra Patrick Head.
El equipo Williams, nunca aceptó su responsabilidad, tampoco los ingenieros encargados de la pobre modificación de la columna de dirección que Senna había solicitado previamente, la cual fue de muy mala calidad, ocasionando que Senna se quedará prácticamente sin control del monoplaza, justo en la curva mencionada.
Hubo otras teorías, como que la causa fue que el monoplaza perdió altura debido al enfriamiento de los neumáticos por la salida de coche de seguridad, lo cual causó una pérdida de presión en los mismos, provocando una pérdida de adherencia al hacer contacto el chasis con la pista, incluso se vieron saltar chispas del coche antes del impacto.
Cabe también decir, que lo que acabó con la vida de Ayrton, no fue la desaceleración brutal que resistió, calculada en 4g, 4 veces la aceleración gravitacional.
La causa de la muerte habría sido el daño que sufrió en la base del cráneo por causa de un brazo de suspensión, una barra de metal larga y delgada que, todavía unida a la rueda, atravesó el casco justo en el punto de cruce de la visera, y se incrustó en la cabeza del piloto.
La sentencia del juicio fue dada el 16 de diciembre de 1997, declarando inocentes a todos los acusados del cargo de homicidio involuntario.
El caso tomó casi 11 años para concluir, debido a apelaciones y un nuevo juicio luego del veredicto absolutorio original.
Mucha menos expectación tuvo el funeral de Roland Ratzenberger en Austria...
Cuando se cumplieron 20 años de la muerte de Senna, Luca Di Montezemolo, Presidente de Ferrari, reveló en una entrevista, que el brasileño se contactó con él, y le confesó que deseaba romper su contrato con Williams para poder pasar al equipo italiano, debido al pobre desempeño de su auto en las 2 primeras carreras de 1994.
Lamentablemente, Senna falleció en El Gran Premio de San Marino de ese mismo año.
Las victorias aplastantes, y la épica desaforada, construyen a los grandes mitos del deporte, ya sean Michael Jordan, Muhammad Ali o Pelé.
Por eso les admiramos:
Sus gestas son más grandes que la vida, y muchas veces más grandes que el arte.
Pero entre todos ellos, uno en especial ha trascendido los límites conocidos de la admiración, el respeto y la influencia posterior:
Ayrton Senna.
Las circunstancias que envolvieron su vida y su trágico final, fueron excepcionales, y por eso su mito es todavía mayor que el de todos los demás, dentro y fuera de un coche:
En su disciplina fue el mejor, ganó con garra y caballerosidad, pero también a toda costa cuando le convenía, como cuando no dudó en impactar su McLaren contra el de Alain Prost en la salida del Gran Premio de Japón de 1990, una eliminación doble, sin tener que disputar la carrera que le permitía conquistar su segundo mundial; dejando así instantes para el recuerdo.
Para completar la imagen del mito, Senna murió con las botas puestas, cuando parecía que podía conquistar otra cima en su carrera.
Desde entonces, todavía nadie ha podido superarle, al menos en carisma.
Cuando se supo que Senna había muerto en el impacto, el mundo entero se quedó helado.
En Brasil se dieron 3 días de luto oficial, y su leyenda en el país es superior o idéntica, según con quién se hable, pero nunca menor a la de Pelé, el otro gran ídolo deportivo del país.
Por su parte, el automovilista de velocidad argentino, fallecido en 1995, Juan Manuel Fangio, considerado para muchos expertos del automovilismo, como uno de los mejores pilotos profesionales del automovilismo mundial de todos los tiempos, incluso el mejor, por haber logrado 5 títulos mundiales de Fórmula 1 durante las temporadas de 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957, y los subcampeonatos de 1950 y 1953, dijo de Senna:
“A él poco le importaba si el asfalto estaba mojado; lo suyo era volar y violar en un segundo todas las leyes de la física…
Creí que nunca se iba a matar”
De hecho, en La República Argentina, Senna tiene un espacio de homenaje en El Museo Juan Manuel Fangio, de la ciudad de Balcarce, en la provincia de Buenos Aires, donde se exhibe un coche que pilotó, y fotos junto al múltiple campeón de F1, Juan Manuel Fangio, al cual Ayrton admiraba, y con el que había formado una amistad.
Frank Williams, fundador y mánager del equipo Williams F1, de Fórmula 1, dijo de Senna:
“Su muerte fue muy difícil de digerir.
Era una persona especial.
Su destreza y valentía fueron de tal magnitud que hizo de menos a la generación de pilotos posterior”
Ron Dennis, copropietario y antiguo jefe de la escudería Vodafone McLaren Mercedes de Fórmula 1, dijo de Senna:
“Era una persona completamente dedicada, centrada...
Sabía que no era invencible.
Conocía sus límites, el peligro, y aceptó el riesgo”
En un mundo donde la banalidad y superficialidad de las cosas nos inunda, donde el éxito profesional es un medio para alcanzar el fin de lo material, del poder, de la autosatisfacción personal sin otro objetivo, Ayrton Senna nos muestra valores más espirituales que terrenales; más transcendentales que artificiales, cuestiona cada acto, cada circunstancia atípica, reclama la verdad, y le asusta lo desconocido, se muestra humano dentro y fuera de la pista, es directo, no especula con la vida, es natural, tiene miedo de perder, tanto como de ganar.
Y según cuenta la hermana de Senna:
“Cuando le conoces, te das cuenta de que el mejor piloto no es el que más carreras gana, sino el que más lecciones da, el más completo, el más entero, el más reflexivo, el más profundo...”
El Káiser, Michael Schumacher, expiloto alemán de automovilismo de velocidad, el más laureado de la historia de La Fórmula 1, que compitió desde 1991 hasta 2006, y desde 2010 hasta 2012, dijo de Senna:
“Si él no hubiera muerto, yo no hubiera sido campeón en 1994 y 1995, porque él era mejor que yo”
En El Gran Premio de Italia del 2000, Michael Schumacher llegó a las 41 victorias en Fórmula 1, igualando así la marca de Senna.
En la conferencia de prensa después de la carrera, cuando le preguntaron por esto, Schumacher se echó a llorar...
Mika Hakkinen, quien había llegado segundo, intentó tomar la posta, pero tampoco pudo decir nada...
Sería finalmente Ralf, hermano de Michael que llegó tercero, el único que pudo hablar.
Como dato, el 29 de diciembre de 2013, el #1 del mundo, Michael Schumacher sufrió un grave accidente mientras practicaba esquí en la estación invernal de Méribel, en los Alpes franceses, al esquiar fuera de pista.
Actualmente, se encuentra recuperándose de sus graves lesiones, aunque se desconocen los detalles sobre su estado de salud.
A veces, las grandes vidas necesitan de finales trágicos para que brillen para siempre.
La mayoría de los mitos del cine y la música, de James Dean a Jimi Hendrix, lo son por haber cumplido la máxima de vivir deprisa, y dejar un bonito cadáver...
El de Senna no pudo ser necesariamente bonito, pocas cosas puede haber más horribles que estrellarse con un bólido a más de 300 kilómetros por hora; pero su mito no ha sido en vano.
Fue un ejemplo de superación para todo un país que salía de una dictadura y emprendía el camino del desarrollo económico, y que necesitaba modelos de conducta:
Senna significaba la fe ciega, el esfuerzo, el ejemplo de que había vida más allá de las favelas, y consiguió sus retos con elegancia y genio, demostrando que “conducir un Fórmula 1, no era una cuestión de porcentajes”, como sostenía Niki Lauda, sino de constancia, y creer en lo imposible.
Y es que Senna inspiraba… y 2 décadas después, su influencia permanece.
Con él, La Fórmula 1 rebrotó hasta convertirse en el circo mediático y el pastel de beneficio económico que es hoy en día.
Y fuera de las pistas, era un mentor de nuevos caminos.
En Brasil, grandes obras sociales se hicieron en su nombre; porque Senna soñaba con dar oportunidades a los niños y a los desfavorecidos en un país lastrado por sus desigualdades, muchas de las cuales, se pudieron materializar tiempo después, gracias a los esfuerzos de Viviane Senna da Silva Lalli, su hermana, y madre del también piloto, Bruno Senna, para desarrollar El Instituto Ayrton Senna, un centro de ayuda e inspiración para comunidades marginales.
La fundación, ha logrado obtener recursos cercanos a los $320 millones para sus labores sociales; y todo queda en familia, mientras Viviane es La CEO de La Fundación, su hija Bianca, es la jefa de la marca:
“Usualmente, las compañías tienen un brazo filantrópico que ayuda a la sociedad con proyectos sociales.
Nosotros vamos al contrario.
Somos una ONG que tiene una compañía de marca dentro de ella”, dijo Bianca.
Porque Ayrton Senna todavía es una mina de oro en términos de comercialización.
Además, uno de los puntos fuertes de la marca, es que el dinero no es para dar ganancias, sino para caridad; y la educación es el centro de los negocios.
En las últimas 2 décadas, se ha convertido en una de las grandes ONG en Brasil, que ayuda a cerca 1,9 millones de niños, y capacita a 60.000 maestros por año.
Además, invierte en la investigación de los que Viviane Senna llama “vacunas”, una solución inteligente que puede ser aplicada en muchas escuelas a bajo costo; y logró uno de sus grandes éxitos en el colegio Chico Anysio, una escuela pública de Río de Janeiro, con estudiantes provenientes de familias de pocos recursos.
La ONG rediseñó el currículo, le enseñó a los estudiantes habilidades en temas emocionales y sociales, como resistencia, disciplina y determinación, en vez de enfocarse solamente en temas tradicionales como matemáticas y el lenguaje; y el Chico Anysio se ubicó 5º, a nivel nacional en su categoría.
Y en el frente de la marca, el reto es mantener el nombre de Senna vivo, un objetivo que cada año se vuelve más dificultoso.
A 23 años del trágico accidente de su hermano, Viviane Senna sonríe con frecuencia y ganas, hasta que la luminosidad de su rostro se apaga bruscamente cuando se le hace una pregunta directa:
¿Quién fue el culpable de la muerte de Ayrton Senna da Silva?
“Todos, todos son culpables de esa muerte”, dijo.
Porque Senna es un ídolo que en Brasil supera incluso a Pelé; de hecho, El Tetracampeonato en La Copa Mundial de Fútbol, Estados Unidos ‘94, está dedicada a Senna, en cuya pancarta decía:
“Senna...
Aceleramos juntos, o tetra e nosso”
En el año 2000, los medios de Brasil hicieron una encuesta para elegir al Héroe Nacional del país.
Tanto Vicente Yáñez Pinzón, el conquistador de Brasil, como Pelé, quedaron muy abajo de quien resultó ser el ganador:
Ayrton Senna.
En definitiva, dicen que La Fórmula 1 murió con él...
Yo lo creo así...
Ayrton Senna cumpliría hoy, 57 años.

“On that morning when he woke up, he asked God to talk to him.
He opened the Bible and read a passage which said:
God would give him the greatest of all gifts.
Which was God himself”



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