Superstar: The Karen Carpenter Story

“As we investigate the story of Karen Carpenter's life and death we are presented with an extremely graphic picture of the internal experience of contemporary femininity.
We will see how Karen's visibility as a popular singer only intensified certain difficulties many women experience in relation to their bodies”

¿Cuántos corazones rotos estarán cantando en el plano de los muertos?
Janis Joplin canta el blues y bebe alcohol celestial, mientras Elliott Smith y Amy Winehouse comparten un sofá con el sentimiento de depresión que ofrece la vida eterna como leyendas.
Kurt Cobain mira el espectáculo, mientras escribe canciones sarcásticas que nuestros oídos nunca escucharán…
Es un lugar ficticio, pero perfecto, donde descansan esas jóvenes almas que murieron a causa del amor.
En el centro, se encuentra una chica tímida con un vestido largo, bailando de pie una lenta canción que suena en sus audífonos.
Su cabello largo danza perfectamente al ritmo de la melodía; es Karen Carpenter, la dulce cantante y baterista de Carpenters, cuya vida trágica la convirtió en una de las primeras mujeres en morir víctima de la pasión, y los trastornos alimenticios.
Un estudio llevado a cabo en una recolecta de varias publicaciones de diversas nacionalidades, tanto occidentales como orientales, mostró que la anorexia nerviosa, es más frecuente en los países desarrollados industrialmente, lo que conduce a la definición de “síndrome cultural”
La anorexia nerviosa, no es un síntoma, sino un trastorno específico, caracterizado por una pérdida autoinducida de peso, acompañada por una distorsión de la imagen corporal, cuya presencia es indicativa de un estado patológico diferente del individuo, y puede tener consecuencias muy graves para la salud de quien la padece.
La anorexia, o anorexia nerviosa es, junto con la bulimia, un conjunto de enfermedades mentales, y uno de los principales trastornos alimenticios, también llamados “trastornos psicogénicos de la alimentación” (TPA)
Lo que distingue a la anorexia nerviosa, es el rechazo de la comida por parte del enfermo, y el miedo obsesivo a engordar, que puede conducirle a un estado de inanición; es decir, una situación de gran debilidad ocasionada por una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales; y en casos graves, puede desarrollar desnutrición, hambre, amenorrea y extenuación.
Las causas de la anorexia nerviosa, no están del todo claras.
Hay algunas razones que predisponen de naturaleza, puede ser de origen biológico, social como psicológico, a los cuales se superponen los factores desencadenantes que conducen al desarrollo del trastorno.
Entre los factores que predisponen, influye la presencia un miembro de la familia que esté sufriendo, o que haya sufrido un trastorno alimenticio.
Otra causa que puede llevar al desarrollo de este tipo de problemas, es el crecer en una familia donde existe una seria dificultad en la comunicación interpersonal, y en la expresión de las emociones, en cuyo caso, la anorexia puede significar una “comunicación sin palabras” para la familia, con varios aspectos de protesta, de solicitud de atención, de manifestación de dificultades individuales, o como un reclamo al sistema familiar en su conjunto.
Karen Anne Carpenter, fue una exitosa cantante y baterista estadounidense, famosa por el dúo The Carpenters, conformado por ella y su hermano, Richard Lynn; como dato, el nombre oficial del grupo, y el usado en las grabaciones autorizadas, así como en materiales de prensa, es simplemente “Carpenters”, sin el artículo determinado.
Ella era originaria de New Haven, Connecticut; hija de Agnes Tatum y Harold Bertram Carpenter; y apenas puso sus manos en la batería, se enamoró de ella.
Incluso su hermano Richard, ha declarado que en el fondo de su corazón, Karen no se consideraba una gran cantante, sino una baterista que podía cantar.
Richard sería el productor de discos, arreglista, pianista, tecladista, letrista ocasional y compositor, además de unirse a Karen en la voz de la armonía.
Karen se hizo socia del grupo Richard Carpenter Trio, en 1965; y tocaban en clubes en todas partes de Hollywood; conocieron a un bajista, Joe Osborne, que tenía un estudio de grabación en su garaje que se llamaba Magic Lamp Records, y grabaron muchas canciones ahí, pero todas se destruyeron durante un incendio de la casa de la familia Osborne…
En abril de 1969, firmaron con A&M Records, propiedad de Herb Alpert y Jerry Moss; y en los estudios recibieron carta blanca, que significa que tenían la libertad de hacer lo que desearan.
El año siguiente, Herb Alpert sugirió que grabaran la canción “(They long to be close to you”; y dijo que no era una canción popular, aunque él y Dionne Warwick grabaron la canción.
Karen Carpenter y Hal Blaine, tocaron la batería en la canción, y Karen la cantó; llegando a ser #1 en el Billboard Hot 100, en el año de 1970.
Esto significó para los hermanos Carpenter, apariciones en programas de televisión, revistas, contratos para cientos de conciertos, nominaciones a los Grammy, etc.; y desde ahí, se convirtieron en el dúo más exitoso en la historia de la música popular norteamericana, y en los más exitosos artistas de la década de los 70 en los Estados Unidos; pues todo lo que tocaban se convertía en oro, disco tras disco, canción tras canción; y tuvieron otros éxitos:
“We've only just begun”, “For all we know”, “Rainy days and mondays”, “Superstar”, “Hurting each other”, “Goodbye to love”; “Sing” que Karen la cantó en español como “Canta”; “Yesterday once more”, “Top of the world”, “Please Mr. Postman”, “Only yesterday”, “There's a kind of hush (All over the world)”; “I need to be in love”, “Calling occupants of interplanetary craft”, y “Touch me when we're dancing”
En el año 1975, los lectores de la revista Playboy, la eligieron como “la mejor baterista del año”
Por su parte, ella tenía una voz dulce y abundante en recursos; él demostró arte para componer, arreglar, producir.
Eran chicos sensatos, aunque Richard firmaba abundantes canciones con John Bettis, regularmente renunciaba al ego, y a las regalías como compositor, para dar primacía a versiones de otros autores.
Así recibieron “tratamiento Carpenters”, temas de Burt Bacharach, The Beatles, Hank Williams o Leon Russell.
Tenían una imagen propia de la mayoría silenciosa de Richard Nixon:
Dentaduras perfectas, ropas de buenos estudiantes, maneras educadas…
Eran capaces de censurar alguna canción, si les parecía que la letra tenía versos “atrevidos”; y editaban regularmente discos navideños, sin ninguna ironía.
En total, Carpenters cosecharon unos 20 éxitos durante sus 14 años de carrera, de 1969 a 1983; y grabaron 11 álbumes, 5 de los cuales tuvieron canciones en los Top 10; 31 sencillos, 5 especiales de televisión, y una serie de televisión, “Make Your Own Kind of Music”
Hicieron innumerables giras por los Estados Unidos, Japón, Australia, y varios países de Europa.
Técnicamente, Karen no poseía una poderosa voz para cantar, pero un micrófono cercano trajo muchos matices en sus interpretaciones.
Su registro inferior era cálido y distintivo; y Richard arregló su música para tomar ventaja de esto, aunque Karen tenía un rango vocal de 3/8
Las armonías de fondo sobredibujadas, eran distintivas de Carpenters, pero fue el sonido conmovedor y cautivador de la voz principal de Karen, lo que los hizo tan reconocible.
Su voz era particularmente adecuada para transmitir melancolía, y muchos de los éxitos del dúo, ocupan este territorio; pero a medida que la popularidad del grupo aumentaba, la demanda de la voz de Karen, a expensas de su batería, eclipsó sus habilidades, y gradualmente ella la tocó menos.
Al tiempo que su fama creció, las grietas comenzaron a mostrarse en su fachada sana.
Un programa de giras “loco”, comenzó a pasar factura, y Richard se refugió en heroicas dosis de “Quaaludes”, mientras tanto, Karen comenzó a preocuparse por su peso.
La preocupación se convirtió en obsesión, y las grietas se convirtieron en líneas de falla, cuyo centro no podía contenerse.
En esos años, se notaba que algo andaba mal, porque Carpenters frecuentemente cancelaban sus apariciones.
Era tal el agotamiento y estrés físico de la cantante, que muchos medios temían que padecía de cáncer...
Parecía poco saludable, pesaba solo 90 libras cuando ella tenía solo 25 años.
Mientras Richard parecía ser olvidadizo, y más tarde se descubrió que era adicto a “Quaaludes”, por lo que para 1978, Carpenters dejaron de hacer giras.
Fue así como durante una serie de conciertos en Las Vegas, en 1978, decidió que no podía seguir adelante, y necesitaba buscar ayuda médica.
Cancelando todas sus presentaciones futuras, esta sería la última ocasión en que Carpenters tocarían en vivo.
Finalmente, en enero de 1979, semicomatoso en “Quaaludes”, Richard cayó por un tramo de escaleras detrás del escenario, y finalmente confrontó su adicción.
Ingresó en un programa de tratamiento de 6 semanas en la Clínica Menninger, en Topeka, Kansas.
Animada por su mánager, Jerry Weintraub, en 1979, Karen se embarcó en el proyecto de un disco solista, mientras su hermano Richard estaba internado en una clínica para recuperarse de sus de ataques de pánico, depresión y una adicción a “Quaalude”, un sedante e hipnótico.
Como productor de este disco, fue contratado Phil Ramone, un famoso productor neoyorquino; y las grabaciones se realizaron a fines de 1979, y a comienzos de 1980; pero los ejecutivos del sello vetaron el disco, por encontrarlo poco apropiado, y porque, según ellos, la selección de canciones era pobre.
Detrás de todo esto estaba Richard Carpenter, que se oponía al lanzamiento del álbum solista de su hermana.
Incluso Quincy Jones actuó de cabildero con los ejecutivos del sello A&M, alabando las cualidades de las grabaciones, y el hecho de que el disco sería un éxito en el mercado.
De nada sirvió...
El disco fue vetado, y permaneció en las bodegas del sello hasta 1996, 13 años después de la muerte de Karen, cuando finalmente Richard Carpenter, propietario de sus derechos de autor, cambió de opinión, y permitió su lanzamiento.
Hasta el día de hoy, muchos aseguran que la verdadera razón detrás de esta decisión, fue el temor que Richard Carpenter y otros tenían de la independencia que significaba para Karen lanzar un disco solista, y que su éxito eclipsaría un futuro regreso de Carpenters como dúo.
Ramone señala, que Karen nunca pensó en terminar con la carrera del dúo, sino que quería tener mayor poder de decisión en el material que grababa, así como ser reconocida por sus padres, como una artista, no una parte de un dúo.
Y aquí es cuando la historia se torna siniestra:
Karen no era feliz.
La familia Lynn, funcionaba como un matriarcado donde Agnes no repartía equitativamente su amor:
Richard era el mimado, y Karen se sentía postergada.
Karen dependía de su hermano para la dirección musical, y no recibía ternura de su madre; solo le quedaba el control de su cuerpo.
Y únicamente se veía bella, cuando estaba como un palo.
En los inicios de su carrera, no cuidaba mucho su imagen, y algunas cámaras la retrataban “rellenita”
Un pecado en el “show business” californiano... y se transformó en una fanática de las dietas y el ejercicio físico:
Viajaba con máquinas de gimnasio, y un entrenador personal; y los resultados fueron brutales:
En 1975, bajó a 41 kilos.
Tardó en darse cuenta, de que su “look” esquelético resultaba repelente:
El público se quedaba boquiabierto al verla sobre el escenario, y hasta un crítico de Variety, sugirió que debería aprender a vestirse...
Y lo hizo, a su modo:
Tras exhibir su cuerpo flaco con trajes de noche, se acostumbró a disimularlo poniéndose capas de ropa:
Camisetas, blusas, jerséis...
También se hizo experta en fingir que comía; y se escondía para tomar el sol, ya no tenía pechos...
Pero no pudo engañar a sus músicos, a sus amigos, y a su familia.
Durante la gira de 1981, se descubrieron sus malas costumbres:
En una farmacia de París se alborotaron cuando ella pretendió comprar cantidades industriales de laxantes; confesó que tomaba unas 90 píldoras purgantes al día.
Para el 31 de agosto de 1981, Karen se casó con Tom Burris, un empresario de bienes raíces unos cuantos años mayor que ella, esperando conseguir la familia que siempre había buscado, y tener varios hijos.
Pero Burris le dijo que tenía la vasectomía hecha unos días antes de la boda…
Ella quiso suspender la ceremonia, pero su madre, como buena matriarca déspota que era, le dijo que las invitaciones estaban enviadas, y que tenía casarse fuera como fuera.
El resultado de eso fue que solo aguantó 1 año con Burris, del que se separó con una gran frustración y desilusión en su corazón.
Lamentablemente, Burris era un tipo sin escrúpulos, que se burlaba de su delgadez, diciéndole:
“Se te notan todos los huesos”
Con su proyecto solista anulado, un matrimonio fracasado, y miedo por su vida, Karen decide buscar ayuda médica.
Desde 1973, sufrió de anorexia nerviosa, una enfermedad desconocida en esos años.
En 1980, se muda a New York, para ir a terapia 5 días a la semana, a la consulta de Steven Levenkron, un especialista en el tratamiento de la anorexia nerviosa.
En New York socializa con sus amistades, y se sorprende gratamente cuando al encontrarse con John Lennon éste le dice:
“Permíteme decirte cariño, que tienes una voz increíble”
Al advertir que no mejoraba, Levenkron forzó una reunión familiar en New York, siendo un rotundo fracaso:
Los Lynn no entendían la enfermedad, llegando a decir:
“Está siendo testaruda para llevarnos la contraria”, y su impotencia generaba ira y sentimientos de culpa.
Pero no se llegó a la raíz del trauma:
La madre fue incapaz de mostrar en “petit comité”, el cariño que, según Levenkron, Karen necesitaba:
“De donde yo vengo, no hacemos esas cosas”
Luego de meses de terapia, y muy poco avance, Karen le comenta a su médico, que siente que su corazón late de manera extraña… y es internada de urgencia en el Hospital Lennox Hill de New York, donde es alimentada intravenosamente por más de 1 mes.
Luego de subir de peso, y decidida a regresar a su hogar, Karen abandona su tratamiento, aunque su doctor le dice que aún no es tiempo.
Ella se compromete a no tomar laxantes, y a mantener su peso, así como alimentarse apropiadamente, y llamarlo a diario para continuar la terapia por teléfono.
Regresa a Los Ángeles a fines de 1982, para pasar Navidad junto a su familia.
Una vez en Los Ángeles, vuelve a su rutina diaria...
A fines de enero de 1983, Karen es entrevistada durante una sesión de fotografías para la entrega de los premios Grammy.
Luego visita a su abogado, para revisar los papeles del divorcio, a los cuales les hacen algunas modificaciones, y agendan una reunión para el 4 de febrero para firmar la petición de divorcio.
El 3 de febrero, mientras está en su departamento de Century City, Karen se da cuenta de que su secadora no funciona, y va a visitar a sus padres para que la acompañen de compras, y conseguir una nueva.
No les es posible encontrar el modelo que busca, y los invita a cenar.
Más tarde, en casa de sus padres, les dice que está muy cansada para regresar a su departamento, así que se quedará con ellos, pasará la noche ahí.
Se va a su cuarto, llama a Phil Ramone, y conversan sobre el disco solista que habían grabado hace un par de años, y de cuán orgullosa ella estaba de éste.
Después llama a su amiga Frenda Leffer, para que la acompañe a la oficina de su abogado la mañana siguiente, a firmar los papeles de su divorcio.
Luego telefoneó a Olivia Newton-John, para juntarse con ella, y pasar el fin de semana, juntas.
A la mañana del 4 de febrero de 1983, Karen despierta y va a la cocina a prender la cafetera, y luego regresa a su habitación.
Su madre se levanta, y pasan los minutos; y no hay señales de Karen, así que sube a su habitación donde la encuentra inconsciente.
En minutos llega una ambulancia, y se la llevan a la sala de urgencias.
Mientras Richard, quien se une a sus padres en la clínica, impaciente espera cualquier información; luego de 30 minutos, aparece el doctor y les dice:
“Lo siento, Karen está muerta”
Karen Carpenter murió a los 32 años, por insuficiencia cardíaca causada por complicaciones relacionadas con la anorexia nerviosa, su enfermedad; el 4 de febrero de 1983.
Karen no tuvo hijos.
La autopsia reveló, que llevaba mucho tiempo abusando de un jarabe que servía para inducir el vómito, y que su cuerpo estaba en un estado de deshidratación y desnutrición tal, que era incompresible que hubiera vivido así tanto tiempo.
Además, quienes hicieron la autopsia, descubrieron también varios pinchazos en uno de sus brazos, lo que llevó a la revelación de que había estado ingresada en un hospital hacía unos meses para ser alimentada intravenosamente, debido a que su delgadez era tan extrema, y su alimentación tan deficiente, que si no lo hubieran hecho, habría muerto de hambre.
La amplia cobertura que se hizo de las circunstancias de su muerte, incrementaron la alerta social en EEUU, y llevó a una mayor visibilidad sobre las consecuencias de los trastornos alimentarios.
El autor James Gavin, señaló en su reseña del New York Times de la biografía de Randy L. Schmidt Little Girl Blue: “La vida de Karen Carpenter” (2010):
“Se dice que su madre le dio su primera píldora”, observación que fue retratada previamente en la película de televisión de CBS, “The Karen Carpenter Story” (1989), y comentada en varias de las reseñas de películas hechas para TV, que también señaló que Agnes, la madre, las había tomado bajo prescripción, y por tanto, pensaron que estaban a salvo…
En el momento en que buscó ayuda, Carpenter tenía una receta médica para “Quaalude” como ayuda para dormir, pero su uso se había salido de control.
Existen evidencias, de que su muerte se debió al uso constante de jarabe de ipecacuana, medicamento usado en hospitales para provocar el vómito, conocido por actuar como veneno cuando se usa por períodos prolongados, y además, laxantes.
Karen Carpenter usaba esta sustancia como emético y purgante durante los últimos meses de su vida, causando, sin saberlo, un deterioro irreversible en el músculo cardíaco.
Esto, aunado a la malnutrición y debilidad general, provocó el colapso total de su cuerpo.
Sus restos descansan en el mausoleo familiar del Pierce Brothers Valley Oaks Memorial Park, de Westlake Village, en el condado de Los Ángeles, California, EEUU.
En recientes años, artistas tan diversos como Madonna, K.D. Lang, Shania Twain, entre otros, la han citado como una influencia musical en sus carreras.
“If I were a Carpenter”, es un disco tributo realizado por varias bandas que grabaron versiones de Carpenters, en homenaje a los hermanos.
“What happened?
Why at the age of 32 was this smooth voiced girl from Downey, California, who led a raucous nation smoothly into the 70s, found dead in her parents' home?
Let's go back, back to Southern California where Karen and Richard grew up.
Back to the home in Downey where their parents still live today”
Superstar: The Karen Carpenter Story es un cortometraje documental animado, del año 1988, dirigido por Todd Haynes.
Protagonizado por Karen Carpenter, Richard Carpenter, Gwen Kraus, Bruce Tuthill, Merrill Gruver, Michael Edwards, Melissa Brown, Rob LaBelle, Nannie Doyle, Cynthia Schneider, Larry Kole, Joanne Barrett, Todd Haynes, Michelle Manenti, Moira McCarty, Richard Nixon, Ronald Reagan, entre otros.
El guión es de Todd Haynes y Cynthia Schneider; sobre los últimos 17 años de la vida de Karen Carpenter.
El título de la película, se deriva de su exitosa canción de 1971, “Superstar”; pero tras su estreno, la película fue un éxito de arte menor, y se mostró en varios festivales de cine; y poco después, Richard Carpenter vio la película, y se puso furioso con su retrato de su familia, en particular, porque la película insinuó Richard era gay...
Más tarde se supo que Haynes nunca obtuvo licencias para usar la música de la discográfica de Richard o The Carpenters, A&M Records, por las numerosas canciones utilizadas en la película.
Además, Richard Carpenter demandó a Haynes, por no obtener los permisos y ganó.
Haynes propuso exhibirla “únicamente en escuelas y clínicas para promover un programa de investigación en torno a la anorexia”, pero Richard Carpenter levantó una campaña de enemistad en contra de la película.
Como resultado de la demanda, todas las copias de la película fueron retiradas y destruidas.
No obstante, El Museo de Arte Moderno, conserva una copia de esta película, pero en un acuerdo con The Carpenter Estate, ellos no la exhiben.
Aun con todo, las copias pirateadas siguen en circulación, y todavía se pueden ver en YouTube.
Con los años, Superstar: The Karen Carpenter Story se ha convertido en una película de culto, y está incluida en la lista de 2003, de Entertainment Weekly, de “las 50 mejores películas de culto de la historia”
La película está narrada por Gwen Kraus y Bruce Tuthill; y sigue a Karen (Merrill Gruver) y Richard Carpenter (Michael Edwards), 2 jóvenes músicos que viven con sus padres (Melissa Brown y Rob LaBelle) en Downey, California.
Richard muestra una gran promesa como compositor, y Karen que toca la batería, comienza a cantar, empujando al dúo al estrellato.
Se vuelven tremendamente exitosos, la voz impactante de Karen y las melodías suaves de Richard, capturan la esencia del anhelo de calma de EEUU, después de los turbulentos años 60.
Pero Karen lucha por la perfección, y se vuelve cada vez más temerosa de su peso, a pesar de ser una mujer esbelta.
Finalmente, se le diagnostica anorexia nerviosa, una enfermedad mental relacionada con el estrés, la falta de control, y la baja autoestima.
Eso será una pelea constante por la vida de Karen.
Lo que sigue, son 40 minutos en donde se repasan acontecimientos cruciales en la vida pública y privada de la mentada figura, retratados bajo el punto de vista de Haynes, el cual abarca desde los círculos familiares y profesionales de la protagonista, hasta la sociedad estadounidense de aquel entonces, planteando como tesis, que uno de los factores principales de la anorexia de Carpenter, la cual provocó el deterioro de salud que la llevó a la muerte, además del uso de laxantes y medicamentos que inducen al vómito; fue la excesiva presión que recayó desde múltiples lados sobre sus hombros:
La presión para respetar contratos, para ganar dinero, para sostener el éxito, para respetar la imagen de “niña buena”, parte del éxito, señala el mediometraje, es que la calma e inocencia de la música de Carpenters, contrastaba con la tumultuosa época de hippies, drogas, “hard rock”, La Guerra de Vietnam, etc.; para tener una imagen de mujer delgada y bella, acorde a su fama, entre otras tantas presiones que debe soportar una celebridad femenina.
Tanto entonces como lo sigue siendo hoy, lamentablemente.
Por lo que Haynes hace en Superstar: The Karen Carpenter Story, es contrastar esta imagen pura que se tenía de Karen Carpenter, con su atormentada vida interior provocada por agentes externos, explicitando las consecuencias que causan los fenómenos sociales o mediáticos tratados a lo largo del cortometraje.
La gracia extra es que las escenas, mayormente, son representadas por muñecas Barbie, irónico gesto que alude a la distorsionada percepción de cuerpos propios y ajenos que puede causar el perfecto e irreal modelo de belleza de estas muñecas, finalmente conduciendo a inseguridades y miedos, y problemas aún más graves.
Independientemente de cuán fidedigno sean los acontecimientos retratados, la familia Carpenter no estuvo muy contenta con este mediometraje, pues no sale muy bien parada que digamos.
No cabe duda que Superstar: The Karen Carpenter Story es una muy interesante y aguda mirada a la vida y muerte de una importante figura en la escena musical estadounidense.
“The year is 1970, and suddenly the nation finds itself asking the question:
What if instead of the riots and assassinations, the protests and the drugs, instead of the angry words and hard rock sounds, we were to hear something soft and smooth, and see something of wholesomeness and easy handed faith?
This was the year that put the song onto the charts that made the Carpenters a household word”
En una reciente entrevista promocional acerca de su última película, “Carol” (2015), al director Todd Haynes se le preguntó:
¿Cuál de sus películas recomendaría a alguien que no conociera su obra?
Y se decantó por Superstar: The Karen Carpenter Story, “porque de alguna forma loca, engloba todos esos elementos en mi primera obra”
Trata cuestiones sobre la narrativa, el tema y la identidad, junto a un enfoque de la cultura popular en un marco histórico concreto.
Así que ese film “ya incluye todas esas preocupaciones mías en un paquete comprimido”
Sorprende que un director tan altamente considerado, cuyo último trabajo concursó en La Sección Oficial de Cannes, y ha sido nominado en varias categorías en los premios Oscar; elija un cortometraje como botón de muestra de su muy celebrada carrera; eso demuestra tanta humildad como pleno autoconvencimiento de ser, precisamente, un autor desde sus primeros pasos.
Y comenta el director:
“La mayoría de nosotros nos pasamos la vida intentando averiguar quiénes somos, y ese es el tema esencial de mi cine.
Y como hombre homosexual, me siento especialmente conectado con la lucha contra el aislamiento y la falta de libertad derivados de esa búsqueda.
Pero mi cine también está lleno de rebelión, y creo que esa energía se manifiesta sobre todo en mis películas musicales.
Amotinarse contra lo que se nos trata de imponer socialmente, está en la base de la inspiración artística”
Todd Haynes tenía una agenda ideológica evidente en Superstar: The Karen Carpenter Story:
Retratar a Karen como víctima de una familia cruel, una industria voraz y un hermano empeñado en ocultar su supuesta homosexualidad; pero la realidad es más compleja y amarga, aunque requiere un esfuerzo de la imaginación:
Los Carpenters representaban esa parte de la generación de los 60, que sintió los terremotos culturales, pero nunca rompió los lazos con la vida convencional.
Por ello, la película cubre a Karen Carpenter desde el momento de su “descubrimiento” en 1966, hasta su muerte prematura por paro cardíaco, secundaria a la anorexia nerviosa, en 1983.
La historia comienza con una recapitulación casi en primera persona de su madre, Agnes Carpenter, descubriendo el cuerpo de Karen en el hogar de sus padres en Downey, California, el 4 de febrero de 1983, y luego regresa un “flashback” a 1966.
La historia toca los puntos principales en la vida de Karen, desde 1966 en:
El dúo firma con la discográfica A&M; su éxito inicial y posterior declive; el desarrollo de Karen de la anorexia nerviosa, estimulado por una crítica infame que describía a la bien proporcionada Karen como “gordita”; así como su colapso en el escenario en Las Vegas; su búsqueda de tratamiento para su anorexia nerviosa; su intento de reiniciar su carrera, hasta su matrimonio y divorcio.
También cuenta con una afirmación de que gradualmente desarrolló una dependencia del jarabe de ipecacuana, un producto que, sin su conocimiento, destruyó su corazón, y le provocó un paro cardíaco.
Una faceta inusual de la película fue que, en lugar de actores, casi todas las partes eran reproducidas por muñecas Barbie modificadas.
En particular, Haynes detalló el empeoramiento de la anorexia de Karen al reducir sutilmente la cara y los brazos de la muñeca Barbie “Karen”
Los sets, se crearon correctamente a escala para las muñecas, incluidos locales como la casa Carpenter en Downey, el apartamento de Karen en Century City, restaurantes, estudios de grabación, incluidos detalles minuciosos como etiquetas en botellas de vino y cajas Ex-Lax.
Intercalados con la historia, hubo segmentos reales, de estilo documental, que detallaban los tiempos en los que vivió Karen Carpenter, y también detallaban la anorexia; estos segmentos fueron vistos como parodias secas y melodramáticas del género documental.
Pero la fragilidad emocional y física de la cantante estadounidense es representada mediante muñecas demacradas, imágenes de archivo, falsas cabezas parlantes, y un amplio uso, no autorizado de la música de Carpenters.
Aunque muchos criticaron la burla, incluso el mal gusto, de Haynes hacia la historia de una joven, cuya fama y éxito contribuyeron a su temprana muerte, lo más destacado es que el director camina hábilmente sobre una cuerda floja que oscila entre la cruel ironía, y la conmovedora sinceridad.
Y es que el objetivo de Haynes, no es Karen, sino que él busca hacer un mordaz comentario sobre la brutal maquinaria trillada que emplean cineastas y periodistas para aproximarse a la difícil vida de los artistas y las celebridades.
De hecho, Karen surge en el filme, como una figura simpática, como la trágica heroína de esta puesta en escena.
La música también es empleada con el máximo respeto:
Es emotiva y poderosa, resaltando la quietud de las muñecas, fingiendo que cantan.
El tono de la película, simpatizaba con Karen, especialmente en lo que respecta a su anorexia, pero gran parte de esa simpatía, se ganó al hacer que los otros personajes fueran lo menos comprensivos posible:
Los padres de Karen, Harold y Agnes, fueron retratados como excesivamente controladores, intentando mantener a Karen viviendo en casa, incluso después de cumplir 25 años.
Agnes, además, fue retratada como inconsciente del alcance del problema de Karen con la anorexia.
La reunión inicial del dúo con el propietario de A&M Records, Herb Alpert, fue intercalada con imágenes de escenas de La Guerra de Vietnam…
Mientras Richard Carpenter fue retratado como un perfeccionista desenfrenado, que frecuentemente se puso de parte de sus padres en contra de Karen, y también se le describió como más preocupado por las carreras de él y Karen, que por la salud de Karen.
Esto culminó en una escena, en la que Richard reprende a Karen, fatigada y evidentemente enferma, por no satisfacer las demandas comerciales, y le pregunta:
“¿Qué estás tratando de hacer?
¿Arruinar nuestras carreras?”
Lo que hizo que rompiera a llorar…
Haynes incluso insinuó durante una pelea entre Richard y Karen, que Richard era homosexual, lo cual, de haber sido denunciado al público en la década de 1970, habría destruido la imagen “limpia” de Carpenters, y la carrera del grupo.
El tratamiento de Haynes de la película, también fue bastante oscuro; su elección de mostrar leyendas negras sobre la pantalla, a menudo se mezclaba con la escena, haciéndolas ilegibles, toda una alegoría, con fuerte simbolismos.
Además, Haynes trabajó un tema común en sus obras, con un segmento repetido con una vista aérea en blanco y negro de alguien, posiblemente Harold, administrando una nalgada sobre la rodilla a una adulta Karen de pie desnuda…
El significado de este segmento, nunca se discute, dejándolo a la imaginación del espectador:
Puede ser un evento real, una representación del autoaversión de Karen con respecto a su incapacidad para ser una “niña perfecta”; una representación de la autodisciplina involucrada con su anorexia; o un abuso familiar…
Pero si algo ya destaca de Superstar: The Karen Carpenter Story, es su propia rareza a la hora de intentar catalogarla:
Sus códigos son los de un documental, pero con grandes dosis de ficcionalización a través de sus dramatizaciones, sin llegar a ser tampoco un falso documental; sus protagonistas durante casi todo el metraje son muñecos estilo Barbie y Ken, pero tampoco es exactamente una animación…
Apostando por un todo o nada en su insólita propuesta, el veinteañero Todd Haynes aborda la figura de la cantante de Carpenters, tirando intertítulos que aportan cifras y datos clínicos sobre la anorexia nerviosa, su incidencia en la población femenina, y sus horribles consecuencias.
Así, Haynes construye el relato mediante dramatizaciones, poniendo voz a los muñecos, e imaginándose cómo pudo ser la vida artística de Karen Carpenter, cómo su exposición pública pudo llevarla a su obsesión enfermiza por el físico y la delgadez, cómo pudo ser la relación con su controlador hermano Richard, con sus sobreprotectores padres, cómo la inofensiva música de Carpenters supuso un islote melódico y naíf en una década, la de los 70, más interesada en el rock entrelazado con todo tipo de excesos.
Así, la voz inmortal de Karen Carpenter, con ese registro un tanto decadente y fantasmal, está muy presente a través de varias de sus canciones:
“Superstar”, “Close to You”… y de los momentos clave elegidos/“inventados”
La textura del 16mm, unida a la propia decadencia de Karen Carpenter, a esos Estados Unidos de casas familiares de postal, e interiores colores pastel obsesionados con la fachada… forman un cóctel muy medido, donde el morbo y el buen gusto pesan por igual.
Una cualidad que se ha mantenido en toda la filmografía de Haynes.
Así, Superstar: The Karen Carpenter Story se sirve de muñecas Barbie para materializar a sus protagonistas, pero no lleva a cabo técnica de animación alguna.
Los movimientos, cuando los hay, son más bien los de las marionetas, dimensionando aún más todo lo relativo a la identidad de su malograda protagonista.
No por obvio, el paralelismo entre Barbie, arquetipo de mujer bella, sofisticada y delgada que ha calado hondo, y ha hecho tanto daño entre la población infantil de medio mundo; y la cantante de un grupo, considerado atractivo; obsesionada con ser bonita y delgada, resulta menos resultón.
Es más, muy pocas veces la decisión de utilizar a Barbie habrá resultado más coherente y llena de sentido.
Y es que Barbie es la imagen principal de una marca de muñecas y accesorios de Mattel, dentro de los que se incluyen otros miembros de su familia, y muñecas de colección; siendo muy importante dentro del mercado de los juguetes, desde hace más de 50 años, y ha sido objeto de numerosas controversias y demandas, a menudo con la parodia de la muñeca, y su estilo de vida.
La popularidad de Barbie asegura, que su efecto en el juego de los niños, atrae un alto grado de control.
Las críticas recibidas, a menudo se basan en la suposición de que las niñas consideran a Barbie, un modelo a seguir, y tratan de imitarla, sobre la base de eso, se le han hecho una serie de duras críticas…
Una de esas críticas, más comunes de Barbie, es que promueve una idea poco realista de la imagen corporal de una mujer joven, que conlleva un riesgo, a que las niñas que tratan de imitarla, sufran anorexia.
Si vemos las medidas de Barbie, se han estimado en 91cm de pecho, 46cm de cintura, y 84cm de caderas, medidas 91-46-84, casi perfectas.
Otra controversia, justo momentos recientes a su venta, en 1963, el conjunto “Barbie Baby-Sits”, venía con un libro titulado “Cómo bajar de peso”, que aconsejaba directamente:
“No coma”
El mismo libro, fue incluido en otro conjunto llamado “Slumber Party” en 1965, junto con una báscula de baño color rosa, que marcaba 50kg/110 libras, que sería unos 16kg/35 libras por debajo del peso normal para una mujer de 1,75cm/5 pies 9 pulgadas de altura.
Fue hasta 1997 que el molde del cuerpo de Barbie fue rediseñado, y tiene una cintura más ancha.
Mattel afirmó, que de ese modo, la muñeca encajaría más con los diseños de moda contemporáneos; porque es cierto que ha variado en el tiempo, tanto en el aspecto de su rostro, como en su cuerpo.
En Superstar: The Karen Carpenter Story, sumando los largos “travellings” filmados desde un coche de las casas con jardín de un Springfield cualquiera, las imágenes de archivo, los incisos de carácter experimental, la narradora fría y clínica, las cajas de medicamentos “vintage”, el tono decididamente retro y “lo-fi”, la estética de melodrama… tantos y tantos aciertos para un joven director de 26 años con las ideas claras.
Y como buen apasionado, Haynes llevó a cabo su trabajo desde la perspectiva de un fan, sin contar con el consentimiento de nadie, así que el propio Richard Carpenter, que no sale muy bien parado en su retrato, demandaría a Haynes, entre otros motivos, por la utilización sin permiso de su música, y ganaría la batalla, condenando al filme al ostracismo, aunque desde entonces no han faltado ediciones pirata que no han hecho sino multiplicarse con las plataformas Online.
Por último, la banda sonora subyacente, incluyó como no podía ser de otra manera, muchos éxitos populares del momento, incluidos dúos como Elton John y Kiki Dee y Captain & Tennille, y canciones de Gilbert O'Sullivan, Leon Russell y los propios Carpenters.
“The affliction which eventually destroyed Karen Carpenter is one that plagues many, many young women like her.
The name of this private obsession, anorexia nervosa”
La historia de Karen Carpenter es breve como su vida.
Aunque era una mujer alegre frente al público, en privado tenía sus propios fantasmas por vencer.
Karen ha sido llamada, una de las mejores vocalistas femeninas de todos los tiempos por Rolling Stone, y por National Public Radio.
Paul McCartney ha dicho que era “la mejor voz femenina del mundo:
Melódica, melodiosa y distintiva”; mientras que Herb Alpert decía que era “el tipo de cantante que se sentaba en tu regazo, y te cantaba al oído”
Ella ha sido llamada “una de las mejores voces de nuestra vida” por Elton John.
Su batería, ha sido alabada por sus compañeros músicos:
Hal Blaine, Cubby O'Brien y Buddy Rich; y por la revista especializada, Modern Drummer.
En 2010, Rolling Stone clasificó a Karen Carpenter, #94 en su lista de los 100 mejores cantantes de todos los tiempos.
El diario llamó a su voz, “increíblemente exuberante, y casi sorprendentemente íntima, que incluso las canciones más dulces suenan como si estuvieras mirando directamente a los ojos”
En especial, tanto “We've Only Just Begun” como “(They Long to Be) Close to You”; han sido galardonados con premios del Salón de La Fama del Grammy por grabaciones de calidad duradera o importancia histórica.
A partir de 2010, el álbum de Carpenters, y las ventas individuales totalizan más de 100 millones de unidades.
Pero en lo personal e íntimo, Karen era una chica introvertida e insegura, que se veía abocada a cantar hasta la extenuación para hacer felices a sus padres y a su hermano, unos seres sedientos de éxito y dinero, que no dudaban en explotarla hasta el extremo.
Tras su muerte, se supo mucho más...
Se supo que había estado luchando contra la anorexia durante años, y que había hecho varias terapias para dicha enfermedad, terapias que habían fracasado porque los Carpenters, personas de “La América Profunda” y de mente estrecha, se habían negado a darle el apoyo y el cariño que los terapeutas les habían pedido para el éxito de las terapias.
Los Carpenters se avergonzaban de la enfermedad de su hija, poco conocida en aquellos años, y tachada de “capricho de niñas díscolas y malcriadas”
Alguien debería haberle dicho a Karen que era hermosa y talentosa, y que tenía derecho a tener hijos y a ser feliz, pero todos estaban demasiado ocupados en exprimirla para hacer nada de eso.
El 12 de octubre de 1983, 8 meses después de la muerte de Karen, la familia Carpenter celebró la presentación de la nueva estrella de Carpenters en El Paseo de La Fama de Hollywood.
Richard dijo en su discurso:
“Este es un día triste, pero al mismo tiempo es un día muy especial y hermoso para mi familia y para mí.
Mi único pesar es que Karen no está físicamente aquí para compartirlo con nosotros, pero sé que ella está muy viva en nuestras mentes, y en nuestros corazones”
Su familia comenzó la Karen A. Carpenter Memorial Foundation, que recaudó dinero para la investigación sobre la anorexia nerviosa y los trastornos de la alimentación.
Así, la gran Karen Carpenter le sucedió a los otros grandes que murieron dejando un enorme legado, y ahora habitan en una sala imaginaria en la mente de quienes aman la historia de la música.
En ese lugar vivirá para siempre, con la sonrisa que el mundo conoció, y la voz que hipnotizó a toda una generación.

“There is a discouragingly high failure rate in the treatment of anorexia.
The refusal to eat is so annoying to doctors and family that intervention seems to focus entirely on trying to make the sufferer eat.
When the anorectic is unable to comply with the dietary plan, she is often force fed.
In these cases, the patient is considered officially recovered when the normal weight is reached and appropriate sex role functioning achieved.
Ultimately treatments which assert absolute control over the patient's life only contribute to anorectic behavior, which is often the result of highly controlled, familial environments”



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