Matt Shepard Is a Friend of Mine

“I would like to begin my statement by addressing the jury.
Ladies and gentlemen, a terrible crime was committed in Laramie thirteen months ago.
Because of that crime, the reputation of the city of Laramie, the University of Wyoming, and the State of Wyoming became synonymous with gay bashing, hate crimes, and brutality”

Cuando hablamos de crímenes de odio, son muchos los casos que vienen a nuestra mente.
La triste realidad es que, a pesar de que estamos avanzando abriendo las mentes de las personas para lograr consolidar un mundo incluyente, aún existen quienes prefieren vivir con odio irracional hacia lo que consideran está mal, e incluso, cometer crímenes por ello.
El próximo año se cumplen 2 décadas del brutal asesinato del jovencísimo Matthew Shepard; un crimen que marcaría un antes y un después en las políticas de odio hacía el colectivo homosexual en Estados Unidos.
Un colectivo que desde hacía años sufría las vejaciones y abusos de homófobos que campaban a sus anchas ante el grandísimo vacío legal del país.
Matthew Wayne Shepard, nació en Casper, Wyoming; como el hijo mayor de sus padres Dennis y Judy Shepard.
Recibió educación secundaria en Natrona County High School, antes de transferirse a la Escuela Estadounidense en Suiza (TASIS)
Una vez graduado, en 1995, asistió a Catawba College y Casper College antes de mudarse a Denver.
Matt era un joven estudiante de ciencias políticas de 21 años, que acaba de comenzar en la Universidad de Laramie, Wyoming; y era descrito por sus padres como “un joven optimista y abierto, que tenía un don especial para relacionarse con casi todos.
Era el tipo de persona que era muy fácil de alcanzar, y siempre buscaba nuevos desafíos.
Matthew poseía una gran pasión por la equidad, y siempre defendió la tolerancia para con las diferencias de las personas”
En febrero de 1996, durante un viaje de estudio a Marruecos, mientras aún estaba en la secundaria, fue golpeado y violado por varios hombres, lo que “derivó en aislamiento, picos de depresión y ataques de pánico”, según relató su madre.
Uno de los amigos de Shepard, temía que su depresión pudiera hacerlo comenzar a consumir drogas mientras estuviera en la universidad.
Además, días antes de su asesinato, Matt le confesó a un amigo, Tim O'Connor, que era seropositivo…
Los hechos transcurrieron en octubre de 1998, en los alrededores de la ciudad de Laramie, en Wyoming, Colorado.
Pidiendo aventón, el joven Shepard, de 21 años, fue recogido por 2 vecinos:
Russell Arthur Henderson y Aaron James McKinney; y lo llevaron a un campo, le robaron, lo golpearon con una pistola, lo ataron a una valla, y lo dejaron sufrir.
“Ahí lo dejaron amarrado junto al cerco de púas, y 18 horas después, un ciclista que pasó por ahí, lo encontró, al principio pensó que era un espantapájaros, pero al acercarse se dio cuenta que respiraba y se movía, trató de desamarrarlo pero no pudo porque estaba muy apretado”, comentó Judy.
“El ciclista se acercó a una casa, llamó a la policía, llegaron junto a una ambulancia, y lo soltaron del cerco de púas para llevarlo al hospital; sin embargo, las lesiones de su cabeza eran tan severas que no lo podían tratar, lo tuvieron que llevar a otro hospital a 70 millas de distancia”, agregó.
Con la cara cubierta de sangre y lágrimas, Matt seguía vivo, pero había entrado en estado de coma.
Los médicos determinaron que Shepard había sufrido una fractura en el hueso occipital, que se extendía hasta el frente de su oreja derecha.
También tenía daños en el tronco encefálico, lo que afectaba la habilidad de su cuerpo para regular su ritmo cardíaco, temperatura corporal, y otros signos vitales.
Asimismo, había sufrido alrededor de una docena de pequeñas laceraciones en su cabeza, rostro y cuello.
Sus heridas fueron consideradas muy serias, para que los doctores pudieran operarlo, y Shepard nunca recobró la consciencia.
Fue asistido artificialmente por máquinas, e internado en terapia intensiva, y durante esos días, los habitantes de Laramie colocaron velas en señal de apoyo.
El 12 de octubre de 1998, Matt dejaba de sufrir.
Su muerte fue declarada a las 12:53am de ese día, en el Poudre Valley Hospital de Fort Collins.
Sus 2 asesinos, Henderson y McKinney, fueron encontrados horas más tarde debido a un posterior altercado del que ellos eran los protagonistas.
Los policías encontraron en su camioneta, la pistola ensangrentada con la que golpearon brutalmente a Matt, y sus tarjetas de crédito.
Hasta este momento, Shepard todavía no había sido encontrado en el lugar de la agresión…
Aún atado a la cerca, Shepard fue descubierto 18 horas después de su ataque, a las 6pm.
Teniendo en cuenta la evidencia encontrada en la camioneta, la policía detiene y entrevista a McKinney y Henderson por intento de asesinato.
Shepard, aún no había muerto… y detuvo a sus respectivas novias como encubridoras.
Todos negaron haber participado en el ataque, y las novias proveyeron una coartada falsa.
Durante el juicio oral, los defendidos utilizaron varias excusas para defender su manera de actuar:
Primero intentaron alegar defensa de “pánico gay”, esgrimiendo que habían entrado en un estado de enajenación temporal, ya que Shepard habría intentado insinuársele a los acusados.
En otra instancia, alegaron que sólo habían tenido la intención de robar, y que nunca se habían propuesto asesinarlo.
El fiscal en la causa, acusó a McKinney y Henderson, por fingir ser homosexuales para obtener la confianza de Shepard, y luego robarlo.
Durante el juicio, Chastity Pasley y Kristen Price, las novias de los acusados cuando ocurrió el hecho de la causa, testificaron que Henderson y McKinney habían premeditado el robo.
Ambas novias, también testificaron que ninguno de los imputados estaba bajo los efectos de alguna droga cuando cometieron el asesinato.
El asesinato de Matthew Shepard, fue una tragedia devastadora que estuvo presente en incontables titulares en todo el mundo.
Al mismo tiempo que muchas personas denunciaron el odio y la violencia sin sentido de la muerte de Matthew, comenzó un necesario diálogo sobre los crímenes de odio y la intolerancia contra la comunidad LGBT, que continúa hasta nuestros días.
Tras un polémico juicio, en el que el ala más homófoba, radical y conservacionista de Estados Unidos, liderado por La Iglesia Bautista de Westboro, y por su cabecilla, el diabólico Fred Phelps, dejaba entrever la verdadera personalidad de la sociedad más conservadora del país.
Sin ningún respeto y vergüenza, mostraban mensajes como:
“Matt Shepard se pudre en el infierno”, “El SIDA mata a los putos”, y “Dios odia a los maricas”, eran algunos de los mensajes que abanderaba Phelps; pero no todo acabó ahí, el líder pretendía levantar un monumento en el que se pudiera leer:
“Matthew Shepard, ingresó al infierno el 12 de octubre de 1998, desafiando la advertencia de Dios:
“No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación” – Levítico 18:22.”
Altercados entre los seguidores de La Iglesia Bautista y los amigos de Matt fueron habituales durante las jornadas en las que se celebró el juicio.
En respuesta a este acto homófobo, Romaine Patterson, una amiga de Matthew, organizó un grupo que se reunió en un círculo alrededor del grupo de Phelps, utilizando vestimentas blancas y alas gigantes, y detuvieron a los manifestantes.
“Ángeles de La Paz” y “Acción Angelical”, fue nombrado aquel acto en defensa de la memoria de Matthew.
Russell Arthur Henderson, el primer coautor del crimen, se declaró culpable por haber cometido asesinato y secuestro, dando detalles, lo que le permitió evitar la pena de muerte, vigente en Wyoming.
Por su parte, el otro coautor del crimen, Aaron James McKinney, también fue encontrado culpable por los mismos cargos.
Sin embargo, McKinney no reconoció la culpabilidad, pese a toda la evidencia y la fiscalía pedía para él la pena de muerte, pero una de las partes solicitó una negociación para que no recibiera la pena capital.
Por la vida de uno de los asesinos de Matt Shepard, intercedieron Judy Shepard y Dennis Shepard, los padres de la víctima:
“No queríamos más muerte”, dice Dennis, convencido de que a su hijo también lo mató el odio, no solo Henderson y McKinney.
Finalmente, el litigio terminó dando la razón a la defensa, y los jóvenes Henderson y McKinney, cumplirían cadena perpetua.
El 14 de octubre de 1998, El Capitolio de Estados Unidos era testigo de lo que sucedería años más tarde.
Ted Kennedy y Ellen DeGeneres, eran los protagonistas de una vigilia que sería el comienzo de la lucha por La Ley Shepard.
Elton John y Barbra Streisand, llamaron por teléfono a la oficina del sheriff del condado de Albany, para exigir una acción rápida en el caso, y apoyaron el movimiento.
Años después del trágico suceso, los padre de Matt, Judy y Dennis Shepard, explicaban a un medio canadiense, por qué decidieron no reclamar la pena de muerte:
“No pretendemos que se conviertan en mártires que paguen por su crimen y animen a otros a cometer un acto de esta crueldad, ni someter a nuestro otro hijo a pasar por la angustia de que pudiesen salir en libertad condicional”
No obstante, los 2 asesinos no fueron acusados de un crimen de odio, ya que este tipo de crímenes no estaban recogidos en el derecho penal de Wyoming.
El impacto que tanto los hechos como las reacciones a estos provocaron, impulsaron las peticiones de un cambio legal que recogiera los delitos de odio.
Sin embargo, esta modificación no se logró hasta más de una década después...
Cada vez que se presentaba un proyecto de ley que reconociera la orientación sexual como motivo de odio, éste se encontraba con la oposición más férrea del ala conservadora del Partido Republicano.
Hasta el propio Presidente George W. Bush, se comprometió a frenar cualquier propuesta de estas características que llegara a sus manos.
La Ley Matthew Shepard, fue definitivamente aprobada por El Senado, por 68 votos a favor, y 29 en contra, bajo el mandato de Barack Obama.
Todo este tiempo, los padres de Matthew Shepard, han luchado incansablemente por el reconocimiento legal de la orientación sexual como motivo de odio.
Su trágica historia, dejó aún más en evidencia la desigualdad, el desprecio irracional de algunas personas contra las personas homosexuales, y preparó el escenario para La Ley Matthew Shepard y James Byrd, Jr., de prevención de los crímenes de odio, aprobada en 2009, por El Presidente Obama como “Ley de Prevención de Delitos”
Esta medida amplía la ley federal de delitos de odio de 1969, para incluir los crímenes motivados por el género, orientación sexual, identidad de género o discapacidad de las víctimas, sea real o supuesta.
De acuerdo con los padres de Matt, esta ley “protege contra la violencia, basada en orientación sexual, identidad de género, porque los hayan atacado estrictamente porque son transexuales o gay, no protege en cuestiones raciales pero si a discapacitados, y está en contra de crímenes de género.
Debemos recordar, que no se trata de que haya derechos especiales a los gay, sino derechos iguales para todos, para eliminar la discriminación y permitirles vivienda justa y digna, empleos y seguros, porque ellos quieren vivir una vida feliz igual que uno, y a veces tienen que empezar con las leyes, llevarlas a la práctica.
No se trata de tolerar, porque eso significa soportarlos, sino aceptarlos”, enfatizó.
Las representaciones culturales de Matthew Shepard, incluyen películas notables, obras musicales, novelas, obras de teatro, y otras obras inspiradas en el asesinato de Matthew Shepard de 1998, la investigación, y el interés resultante del caso llevado al tema de los delitos de odio.
En este tiempo, la historia de Matthew Shepard ha dado lugar a varias películas y documentales:
“Dear Jesse” (1998), “The Laramie Project” (2002), “The Matthew Shepard Story” (2002); “Laramie Inside Out” (2004), y “Matt Shepard Is a Friend of Mine” (2012)
Todos muy recomendables, tratan de seguir sensibilizando sobre una realidad injusta que sigue dándose en todos los lugares del mundo.
Matt Shepard se ha convertido en un icono para la comunidad de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (LGBT)
“I loved my son and, as can be seen throughout this statement, was proud of him.
He was not my gay son.
He was my son who happened to be gay.
He was a good-looking, intelligent, caring person”
Matt Shepard Is a Friend of Mine es un documental del año 2014, escrito y dirigido por Michele Josue.
Protagonizado por Matthew Shepard, Michele Josue, Judy Shepard, Zeina Barkawi, Dennis Shepard, Tim Galles, Walt Boulden, Nikki Pearson, Cynthia Whisenant, Julie Anderson, Rich Mack, Kate Chill, Gina Van Hoof, Romaine Patterson, Jason C. Marsden, Jim Osborn, entre otros.
Matt Shepard Is a Friend of Mine nace como un documental que pretende contar una historia que ya es universal, subrayando la responsabilidad de la sociedad en la tarea de asegurar la integridad de las personas homosexuales jóvenes en todo el mundo, de garantizar que estas no caigan en el riesgo de ser víctimas de los mismos abusos que sufrió Matthew Shepard.
A través de la plataforma de Internet, el proyecto surge como parte de una de las iniciativas de la fundación que surgió después del crimen:
“Está siendo trabajado en una versión educativa para poder proyectarlo en las escuelas, y en una versión digital con el objetivo de que los niños puedan entender que las personas gay sienten igual que ellos, y además, de que pueda ser un mensaje que esté al alcance de quien tenga un computador, el mensaje debe llegar a la mayor gente posible para crear consciencia y aceptación”, enfatizó Judy Shepard, cuyo proyecto de fundación se consolidó 2 meses después de la muerte de Matt.
Michele Josue, la directora del documental, fue compañera de escuela de Matt durante algunos años, y en esta, su ópera prima, nos presenta a Matt no sólo como una referencia de la cultura LGBT moderna, sino como el amigo, hijo, y joven que fue.
Lamentablemente, lo que le ocurrió a Matt ocurre hoy en día en muchos lados.
El evitarlo, solo puede ser posible si entendemos la circunstancia vista “desde arriba”
En vez de abocarse a explicar el hecho, la amiga de Matt decide hacer la película sobre quién fue su amigo, como si su corta vida escondiera alguna información que nos ayudaría a entender lo horrible de su caso.
Por tanto, el documental nos lleva por un camino conmovedor de conocimiento, impacto y la inevitable aceptación.
Nunca un documental había surtido tanto efecto con tan poca información.
El secreto está en el constante cuestionamiento de una muerte tan horrible con resultados tan mediáticos.
Josue, ha contado para el lanzamiento del filme, con la ayuda económica tanto de los amigos y conocidos de Matt, como de su familia y de todos aquellos simpatizantes con la causa, gente de todas partes del mundo que decide aportar su grano de arena para que, a través del arte de la cinematografía, Michele Josue consiga revelar esta realidad injusta y discriminatoria contra las personas homosexuales, con la historia de Matt como protagonista.
Así, Matthew Shepard representa muchas cosas para muchas personas diferentes:
Para algunos, es un símbolo de por qué la gente necesita luchar por la igualdad; para otros abrió los ojos ante el horror y los abusos que las personas sufren cada día, simplemente por ser diferentes.
Sin embargo, lo que es fácil de olvidar es que, ante todo, Matthew Shepard era un ser humano.
Shepard era un hombre amable, sociable, joven de un pueblo pequeño, y allí tuvo el problema que le costó la vida.
En una ciudad de unos pocos miles de habitantes, Shepard se destacó y todos sabían quién era, y qué era.
Una noche, un par de sureños borrachos, decidieron meterse con él, fueron demasiado lejos, y lo mataron.
Sin embargo, esta película no se trata de eso, no es una de las muchas películas sobre el símbolo que es Shepard, o la lucha por la igualdad de derechos que encendió su historia.
Esta es una película hecha por una amiga que busca respuestas, que simplemente quería que el mundo supiera quien fue Matt.
Así, Michele Josue entrevista a la familia y amigos de Matt sobre su vida, desde su niñez hasta su muerte prematura, y si es gay o no, si respetas los derechos de los homosexuales o no, no puedes evitar sentir por estas personas que perdieron un brillo tan grande, una persona artística y sensible, que hizo que todos a su alrededor fueran mucho mejores tras conocerlo.
Con todo ello, esta es una película sobre Matthew Shepard, detrás de los titulares.
Un retrato honesto e íntimo, como lo recuerdan aquellos que lo conocieron, al tiempo que es la historia de la pérdida, el amor y la pena que no desaparece.
Como tal, la película proporcionará una aproximación para una amplia variedad de personas y comunidades que experimentan de primera mano, la devastación de la intolerancia, el poder del amor y la belleza de la compasión.
El gran mérito de este documental, es mostrarnos una voz que, aunque no está con nosotros, sigue sonando fuerte gracias al legado que dejó, especialmente en manos de sus padres.
Con las historias, imágenes y paisajes de la vida de Matt, nos damos cuenta de que él era un joven como cualquiera de nosotros:
No estaba exento a cometer errores, pero también tenía sueños y metas que lograr, y todo su futuro fue truncado por el odio.
Y en las más crudas de las ironías, la mujer “cristiana” que Matt buscó para consejería, lo amenazó con el infierno cuando acudió a una iglesia en busca de ayuda.
Aquí vemos la horripilante Iglesia Bautista de Westboro, que participó en piquetes en su funeral, y que continúa haciéndolo en los funerales de personas homosexuales en Estados Unidos.
¿Con qué derecho?
Para la directora, era importante contar esta historia porque, en sus palabras:
“Conforme pasaban los años, vi a una generación más joven crecer que no conocían la tragedia de la historia de Matt.
Tenía una gran urgencia de contar esta historia, y que el mundo se volviera a conectar con Matt de una forma más humana, y que los más jóvenes conozcan por primera vez esta historia”
Me parece brutal y hasta catárquica la entrevista de Michele con el sacerdote, donde le explica que los asesinos de Matt, son también seres humanos… qué difícil llegar a esa conclusión…
Técnicamente, la estructura de Matt Shepard Is a Friend of Mine es poco formal, y hasta algunos elementos se omiten...
Esto ocurre, porque quien escribe, sabe exactamente la historia que quiere contar, y no se enfoca simplemente en dar a conocer un crimen.
Se enfoca en mostrar, por qué el crimen fue tan importante.
Hacer esto a través de un testimonio personal, es mucho más efectivo que una película con mega producción que recree hechos, muestre evidencias del crimen o nos dé un repaso morboso por lo que fue el juicio de los culpables.
Por tanto, la documentalista hizo un trabajo excelente, humanizando a Matthew, y resultó muy fácil involucrarme personalmente en él.
Él era el niño proverbial de al lado.
También, marca el comienzo de lo que es, con suerte, una gran carrera para una nueva documentalista, mostrando su habilidad para componer un tema tan delicado, y en forma de película bien estructurada, dando en el clavo.
Un documental tan desgarrador como trágico, real y lamentablemente actual.
Al final, no hay una reconciliación real de lo que le sucedió a Matthew…
Es desmesurado, y siempre va a doler; pero eso está bien.
Recordar a Matthew, y a otros como él, siempre debe evocar empatía y tristeza en los corazones y las mentes de cualquier ser humano funcional.
“My son Matthew paid a terrible price to open the eyes of all of us who live in Wyoming, the United States, and the world to the unjust and unnecessary fears, discrimination, and intolerance that members of the gay community face every day”


La película más importante sobre la vida de Matt Shepard es bajo mi criterio:
“The Matthew Shepard Story”, una película de televisión canadiense-estadounidense, de 2002, dirigida por Roger Spottiswoode.
Protagonizada por Stockard Channing, Sam Waterston, Shane Meier, Wendy Crewson, Kristen Thomson, Joseph Ziegler, Yani Gellman, Damien Atkins, Philip Eddolls, Paul Robbins, Judah Katz, Drew Nelson, Nazneen Contractor, Makyla Smith, Lindsay Murrell, entre otros.
El guión es de John Wierick y Jacob Krueger; y los productores fueron Alliance Atlantis Communications, Canadian Tax, Video Production Tax Credit (CPTC), con la asistencia de Canadian Television (CTV) y Cosmic Entertainment; y en especial con la producción de Goldie Hawn.
El estreno tuvo lugar el 16 de marzo de 2002 en la cadena NBC, el mismo día que HBO mostró otra película de Matthew Shepard titulada “The Laramie Project”
La historia de Matthew Shepard, también se mostró en CableTV, con versiones de idiomas en muchos países.
El film cuenta la historia de Matthew Shepard (Shane Meier), un joven homosexual que recibió una paliza mortal, atado a una valla en el campo, por parte de 2 individuos homófobos:
Russell Henderson (Paul Robbins) y Aaron McKinney (Philip Eddolls), que se ensañaron con él, debido a su odio contra las personas LGBT.
Más tarde, los padres iniciarán una lucha judicial contra los 2 asesinos.
A la mitad del juicio, los padres deben decidir entre solicitar para ellos la cadena perpetua, o la pena de muerte.
Por otro lado, la historia se centra en los primeros comienzos de la vida homosexual de Matthew:
Su primer beso heterosexual, o su primer novio, además de su rol como alumno.
Pero el punto central, está en los padres, que debatirán seriamente, qué decisión tomar, al mismo tiempo que recuerdan la vida de su hijo, y el resultado es esta declaración integral del padre de Shepard:
“Su Señoría, Miembros del Jurado, Sr. Rerucha:
Me gustaría comenzar mi declaración dirigiéndome al jurado.
Señoras y señores, se cometió un crimen terrible en Laramie hace 13 meses.
Debido a ese crimen, la reputación de la ciudad de Laramie, la Universidad de Wyoming y el Estado de Wyoming, se convirtió en sinónimo de ataques homosexuales, crímenes de odio y brutalidad.
Si bien, parte de esta reputación puede merecerse, nuestros amigos de los medios de comunicación la pasaron por alto.
Ayer, usted, el jurado, le mostró al mundo que Wyoming y la ciudad de Laramie, no tolerarán crímenes de odio.
Sí, este fue un crimen de odio, puro y simple, con el ingrediente adicional de robo.
Mi hijo Matthew, pagó un precio terrible por abrir los ojos de todos los que vivimos en Wyoming, Estados Unidos, y el mundo ante los miedos injustos e innecesarios, la discriminación y la intolerancia que enfrentan los miembros de la comunidad gay todos los días.
La decisión de ayer de usted, mostró verdadero coraje, e hizo una declaración.
Esa afirmación, es que Wyoming es el Estado de La Igualdad; que Wyoming no tolerará la discriminación basada en la orientación sexual; esa violencia no es la solución.
Señoras y señores, tienen el respeto y la admiración de la familia y amigos de Matthew, y de innumerables extraños de todo el mundo.
Siéntanse orgullosos de lo que han logrado.
Es posible que hayan evitado que otra familia perdiera un hijo o hija.
Su Señoría, también me gustaría agradecerle por la dignidad y la gracia con la que se llevó a cabo este ensayo.
Los intentos repetidos de distraer a La Corte del verdadero propósito de este juicio, fracasaron debido a su atención, conocimiento y disposición para tomar una posición, y hacer una nueva ley en el área de la orientación sexual y la defensa del “Pánico Gay”
Al hacerlo, han enfatizado que Matthew era un ser humano con todos los derechos, responsabilidades y protecciones de cualquier ciudadano de Wyoming.
El Sr. Rerucha tomó el juramento como fiscal, para proteger los derechos de los ciudadanos del condado de Albany, según lo dispuesto por las leyes del estado de Wyoming, independientemente de sus sentimientos y creencias personales.
En ningún momento, el Sr. Rerucha tomó ninguna decisión sobre el resultado de este caso sin el permiso de Judy y de mí.
Fue nuestra decisión llevar este caso a juicio, así como nuestra decisión de aceptar el acuerdo de culpabilidad hoy, y el acuerdo de culpabilidad anterior del Sr. Henderson.
Era necesario un juicio para demostrar que se trataba de un delito de odio, y no solo un robo que había salido mal.
Si hubiéramos pedido una declaración de culpabilidad antes, los hechos de este caso no se habrían sabido, y la pregunta siempre estaría presente de que teníamos algo que ocultar.
Además, este ensayo fue necesario para ayudar a proporcionar un cierre a los ciudadanos de Laramie, el condado de Albany, y el estado.
Me resulta intolerable, que los sacerdotes de La Iglesia Católica y del Newman Center, intenten influir en el jurado, la acusación y el resultado de este juicio por su castigo y persecución del Sr. Rerucha y su familia, en su vida privada, por sus anuncios en los periódicos, y por su presencia en la sala del tribunal.
Me cuesta creer que hablen por todos los católicos.
Si los líderes de las iglesias quieren hacer comentarios como ciudadanos privados, eso es una cosa.
Si dicen que representan las creencias de su iglesia, esa es otra.
Este país fue fundado en la separación de La Iglesia y El Estado.
La Iglesia Católica ha cruzado la línea, y se ha convertido en un grupo político con su propia agenda.
Si ese es el caso, trátelos como un grupo político, y elimine sus privilegios como organización religiosa.
Mi hijo Matthew no parecía un ganador.
Después de todo, era pequeño para su edad, pesaba, a lo sumo, 110 libras, y solo tenía una altura de 5'2"
Estaba bastante descoordinado, y llevaba frenos desde la edad de 13, hasta el día de su muerte.
Sin embargo, en su vida demasiado breve, demostró que era un ganador.
Mi hijo, un alma gentil y afectuosa, demostró que era tan fuerte como, si no más, que cualquiera a quien haya escuchado o conocido.
El 6 de octubre de 1998, mi hijo trató de mostrarle al mundo, que él podría volver a ganar.
El 12 de octubre de 1998, mi hijo primogénito, y mi héroe, perdieron.
El 12 de octubre, mi primogénito y mi héroe murieron 50 días antes de cumplir 22 años.
Murió en silencio, rodeado de familiares y amigos, con su madre y su hermano tomados de la mano.
Todo lo que me queda ahora, son los recuerdos.
Es difícil poner en palabras lo que Matt significaba para la familia y los amigos, y cuánto significaban para él.
Todos querían que tuviera éxito, porque lo intentó con todas sus fuerzas.
La chispa que brindó a las personas, tuvo que ser experimentada.
Simplemente hizo que todos se sintieran mejor consigo mismos.
La familia y los amigos fueron su foco.
Sabía que siempre tenía su apoyo para cualquier cosa que quisiera probar.
El regalo de Matt fue la gente.
Le encantaba estar con las personas, ayudar a las personas, y hacer que los demás se sintieran bien.
La esperanza de un mundo mejor, libre de hostigamiento y discriminación, porque una persona era diferente, lo mantuvo motivado.
Toda su vida sintió los pinchazos de la discriminación.
Por eso, era sensible a los sentimientos de otras personas.
Era ingenuo en la medida en que, a pesar de los errores que la gente le hacía, todavía tenía fe en que cambiarían y se volverían “amables”
Matt confiaba en la gente, tal vez demasiado.
La violencia no fue parte de su vida hasta su último año en la escuela secundaria.
Él entraría en una pelea, y trataría de romperlo.
Él fue el negociador perfecto.
Podía hacer que 2 personas volvieran a hablar entre sí, como nadie más podía hacerlo.
Matt amaba a la gente, y él confiaba en ellos.
Nunca pudo entender, cómo una persona puede herir a otra, física o verbalmente.
Lo lastimarían, y él les daría otra oportunidad.
Esta cualidad de ver solo lo bueno, le dio amigos en todo el mundo.
No veía el tamaño, la raza, la inteligencia, el sexo, la religión ni las otras cien cosas que usa la gente para tomar decisiones sobre las personas.
Todo lo que vio, fue a la persona.
Todo lo que quería era hacer que otra persona fuera su amiga.
Todo lo que quería era hacer que otra persona se sintiera bien.
Todo lo que quería era ser aceptado como un igual.
¿Qué pensaban los amigos de Matt de él?
Quince de sus amigos de la escuela secundaria en Suiza, así como su consejero de la escuela secundaria, se unieron a cientos de otros en sus servicios conmemorativos.
Dejaron la universidad, lucharon contra una tormenta de nieve, y se reunieron una vez más para despedirse de Matt.
Hombres y mujeres provenientes de diferentes países, culturas y religiones, pensaban lo suficiente en mi hijo, como para dejar todo y venir a Wyoming, la mayoría de ellos, por primera vez.
Es por eso que este chico de campo de Wyoming, quería especializarse en relaciones exteriores, e idiomas.
Él quería seguir haciendo amigos, y al mismo tiempo, ayudar a otros.
Él quería hacer una diferencia.
¿Lo hizo?
Dígame usted.
Amaba a mi hijo y, como se puede ver a lo largo de esta declaración, estaba orgulloso de él.
Él no era mi hijo gay.
Él era mi hijo que resultó ser gay.
Era una persona guapa, inteligente y atenta.
Existían los argumentos habituales, y en ocasiones era un verdadero dolor en el trasero.
Sentí los remordimientos de un padre cuando se da cuenta de que su hijo no es un atleta estrella.
Pero fue reemplazado con un mayor orgullo, cuando lo vi en el escenario.
Las horas que pasó aprendiendo sus partes, trabajando entre bastidores y ayudando a otros, me hicieron darme cuenta de que en realidad era un excelente atleta, de una manera más dinámica, debido a los diferentes tipos de condicionamientos físicos y mentales requeridos por los actores.
A día de hoy, nunca he descubierto, cómo pudo pasar todas esas horas en el teatro, durante el año escolar, y todavía tener buenas calificaciones.
Debido a que mi trabajo involucraba muchos viajes, nunca tuve el mismo intercambio de ideas que Matt con Judy.
Nuestra relación a veces fue tensa.
Pero, cada vez que tenía problemas, hablamos.
Por ejemplo, no estaba seguro de revelarme que era homosexual.
Temía que lo rechazara de inmediato, por lo que tardó un poco en contarme.
En ese momento, su madre y su hermano ya habían sido informados.
Un día dijo que tenía algo que decir.
Pude ver que estaba nervioso, así que le pregunté si todo estaba bien.
Matt respiró profundamente, y me dijo que era gay.
Luego esperó mi reacción.
Todavía recuerdo su sorpresa cuando dije:
“¿Sí? OK, pero ¿para qué sirve esta conversación?”
Entonces todo estuvo bien.
Volvimos a un padre y un hijo que se amaban y respetaban las creencias del otro.
Éramos padre e hijo, pero también éramos amigos.
¿Cómo hablo de la pérdida que siento cada vez que pienso en Matt?
¿Cómo puedo describir el pozo vacío en mi corazón y mi mente, cuando pienso en todos los problemas puestos en el camino de Matt que él superó?
Nadie puede entender la sensación de orgullo y logro que sentí cada vez que llegó a la cima de la montaña de otro obstáculo.
Nadie, incluyéndome a mí, nunca sabrá la frustración y la agonía por los que otros lo hicieron pasar, porque él era diferente.
¿A cuántas personas se les podrían dar los problemas que se le presentaron a Matt, y que todavía tengan éxito como él?
¿Cuántos seguirían sonriendo, al menos por fuera, mientras lloran por dentro para evitar que otras personas se sientan mal?
Ahora me siento muy afortunado de haber podido pasar un tiempo privado con Matt el verano pasado, durante mis vacaciones en Arabia Saudita.
Nos sentamos y hablamos.
Le dije a Matt, que él era mi héroe, y que era el hombre más duro que había conocido.
Cuando dije eso, me incliné ante él por respeto a su capacidad para seguir sonriendo y mantener una actitud positiva durante todas las pruebas y tribulaciones por las que había pasado.
Él solo se rio.
También le dije lo orgulloso que estaba de lo que había logrado, y de lo que estaba tratando de lograr.
Lo último que le dije a Matt, fue que lo amaba, y me dijo que me amaba.
Esa fue la última conversación privada que tuve con él.
¿Impacto en mi vida?
Mi vida nunca será la misma.
Extraño a Matt terriblemente.
Pienso en él todo el tiempo, en momentos extraños cuando una pequeña cosa me recuerda a él; cuando camino por el refrigerador y veo las fotos de él y su hermano, que siempre hemos mantenido en la puerta; en momentos especiales del año, como el primer día de clases en la Universidad de Washington, o el día de la apertura de la caza del pollo sabio…
Me sigo preguntando casi lo mismo que hice cuando lo vi por primera vez en el hospital.
¿En qué nos hemos convertido?
¿Cómo habría cambiado su parte del mundo para hacerlo mejor?
Siento un tremendo sentimiento de culpa.
¿Por qué no estaba allí cuando más me necesitaba?
¿Por qué no pasé más tiempo con él?
¿Por qué no intenté encontrar otro tipo de profesión para poder estar disponible para pasar más tiempo con él, a medida que crecía?
¿Qué podría haber hecho para ser un mejor padre y amigo?
¿Cómo puedo obtener una respuesta a esas preguntas ahora?
El único que puede responderlos es Matt.
Estas preguntas estarán conmigo por el resto de mi vida.
Lo que empeora las cosas para mí, es saber que su madre y su hermano tendrán preguntas similares sin respuesta.
Además de perder a mi hijo, perdí a mi padre el 4 de noviembre de 1998.
El estrés de todo el asunto fue demasiado para él.
Papá vio a Matt crecer.
Le enseñó a cazar, pescar, acampar, montar a caballo, y amar el estado de Wyoming.
Matt, Logan, papá y yo, pasábamos 2 o 3 semanas acampando en las montañas en diferentes épocas del año:
Para cazar, pescar y descansar.
Matt aprendió a cocinar sobre un fuego abierto, contar historias de pesca sobre el que se escapó, y a manejar un camión de mi padre.
Tres semanas antes de que Matt fuera al Fireside Bar por última vez, mis padres vieron a Matt en Laramie.
Además, mi padre intentó llamar a Matt la noche en que fue golpeado, pero no recibió respuesta.
Él nunca superó la culpa de no haberlo intentado antes.
La tensión adicional de la vigilia del hospital, estar en la habitación del hospital con Matt cuando murió, los servicios fúnebres con toda la atención de los medios y los manifestantes, y ayudar a Judy, y a mí a limpiar el apartamento de Matt en Laramie unos días después, fue demasiado.
Tres semanas después de la muerte de Matt, papá murió.
Papá me dijo después del funeral, que nunca esperó sobrevivir a Matt.
El estrés y el dolor, eran demasiado para él.
¿Cómo puede mi vida volver a ser la misma otra vez?
Cuando Matt era pequeño, solía ducharme con él, solo para enseñarle a no tenerle miedo al agua.
Más tarde, Matt me ayudó a hacer lo mismo con Logan.
De todos modos, Matt y yo estaríamos en la ducha escupiéndonos bocadillos de agua, el uno al otro o a su madre, si él podía convencerla de que entrara al baño.
Entonces, él se reía y se reía.
También cantaríamos en las duchas.
Le enseñé las canciones “Row, Row, Row Your Boat”; ambos “Hermano John” y su versión en francés, “Frère Jacques”; y “Twinkle, Twinkle, Little Star”
Matt cantaba alto y claro.
Ahora, esa voz está en silencio, el bote se ha hundido, Jacques ya no es frère, y la pequeña estrella ya no brilla.
Matt murió oficialmente a las 12:53am, del lunes 12 de octubre de 1998, en un hospital en Fort Collins, Colorado.
De hecho, murió en las afueras de Laramie, atado a una valla el miércoles anterior, cuando lo golpeaste.
Usted, Sr. McKinney, con su amigo el Sr. Henderson, mataron a mi hijo.
Al final de la golpiza, su cuerpo solo estaba tratando de sobrevivir.
Lo dejaron solo, pero no estaba solo.
Había amigos de por vida con él, amigos con los que había crecido.
Probablemente se estén preguntando, quiénes fueron estos amigos.
Primero, tenía el hermoso cielo nocturno con las mismas estrellas y la luna que solíamos mirar a través de un telescopio.
Luego, él tuvo la luz del día y el sol para brillar sobre él una vez más, uno más fresco y maravilloso día de otoño en Wyoming.
Su último día vivo en Wyoming.
Su último día vivo en el estado que siempre llamó orgullosamente hogar.
Y a través de todo eso, respiró por última vez el olor de la artemisa de Wyoming y el aroma de los pinos de la cordillera nevada.
Oyó el viento, el omnipresente viento de Wyoming, por última vez.
Él tenía un amigo más con él.
Uno que aprendió a través de su tiempo en la escuela dominical y como acólito en St. Mark's en Casper, así como a través de sus visitas a St. Matthew's en Laramie.
Él tenía a Dios.
Me siento mejor sabiendo que él no estaba solo.
Matt se convirtió en un símbolo:
Algunos dicen que es un mártir, que pone cara de niño a los crímenes de odio.
Eso está bien para mí.
Matt estaría encantado si su muerte ayudara a otros.
Por otro lado, su acuerdo con la vida sin libertad condicional se ha eliminado del centro de atención, y fuera del alcance del público.
Significa que no hay un proceso de apelación prolongado, sin posibilidad de marcharse gratis debido a un tecnicismo, y ninguna posibilidad de sentencia más leve debido a un jurado “misericordioso”
Lo mejor de todo es que no serás un símbolo.
Sin años de publicidad, sin posibilidad de comunicación, sin nada, solo un futuro miserable, y un final más miserable.
Esto funciona para mí.
A mi hijo le enseñaron a mirar todos los lados de un problema antes de tomar una decisión, o tomar una posición.
Aprendió esto temprano, cuando ayudó a hacer campaña por varios candidatos políticos mientras estaba en la escuela primaria y secundaria.
Cuando tomó una posición, se basó en su mejor juicio.
Tal posición le costó la vida, cuando silenciosamente dejó saber que era homosexual.
No lo publicitó, pero tampoco se apartó del tema.
Por eso, siempre estaré orgulloso de él.
Me mostró que era mucho más valiente que la mayoría de las personas, incluyéndome a mí.
Matt sabía que había peligros de ser homosexual, pero lo aceptó, y solo quería seguir con su vida y su ambición de ayudar a los demás.
La paliza, la hospitalización y el funeral de Matt, concentraron la atención mundial en el odio.
El bien está saliendo del mal.
La gente ha dicho:
“Ya es suficiente”
Lo arruinaste, Sr. McKinney.
Hiciste que el mundo se diera cuenta de que el estilo de vida de una persona, no es motivo de discriminación, intolerancia, persecución y violencia.
Esta no es la década de 1920, 30 y 40 de la Alemania nazi.
Mi hijo murió por tu ignorancia e intolerancia.
No puedo traerlo de vuelta.
Pero puedo hacer mi mejor esfuerzo para asegurar que esto nunca vuelva a suceder a otra persona u otra familia.
Como mencioné antes, mi hijo se ha convertido en un símbolo, un símbolo contra el odio y personas como usted; un símbolo para fomentar el respeto por la individualidad; para apreciar que alguien es diferente; por la tolerancia.
Extraño a mi hijo, pero estoy orgulloso de poder decir que él es mi hijo.
Sr. McKinney, un último comentario antes de sentarme, y esta es la razón por la que me presento ante ustedes.
En ningún momento desde que Matt fue encontrado en la cerca, y llevado al hospital, Judy y yo hicimos cualquier declaración sobre nuestras creencias con respecto a la pena de muerte.
Sentimos que eso sería una influencia indebida en cualquier posible miembro del jurado.
Judy ha sido citada por algunos grupos de derecha, como contraria a la pena de muerte.
Se ha dicho que Matt estaba en contra de la pena de muerte.
Ambas declaraciones son incorrectas.
Hemos sostenido discusiones familiares, y hablado sobre la pena de muerte.
Matt creía que había incidentes y crímenes que justificaban la pena de muerte.
Por ejemplo, él y yo hablamos sobre la horrible muerte de James Byrd, Jr., en Jasper, Texas.
Era su opinión, de que debe buscarse la pena de muerte, y que no debe ahorrarse ningún gasto para llevar ante la justicia a los responsables de ese asesinato.
Poco sabíamos que la misma respuesta vendría involucrando a Matt.
Yo también creo en la pena de muerte.
No me gustaría nada mejor que verte morir, Sr. McKinney.
Sin embargo, este es el momento de comenzar el proceso de curación.
Para mostrar misericordia a alguien que se negó a mostrar misericordia.
Usar esto como el primer paso en mi propio cierre sobre perder a Matt.
Sr. McKinney, no estoy haciendo esto por su familia.
Definitivamente no estoy haciendo esto debido a las presiones groseras e injustificadas puestas por la comunidad religiosa.
En todo caso, eso endurece mi determinación de verte morir.
Sr. McKinney, voy a concederle la vida, por más difícil que sea para mí, gracias a Matthew.
Cada vez que celebras la Navidad, un cumpleaños o el 4 de julio, recuerda que Matt no lo hará.
Cada vez que te despiertas en esa celda de prisión, recuerda que tuviste la oportunidad y la capacidad de detener tus acciones esa noche.
Cada vez que veas a tu compañero de celda, recuerda que tienes opción, y ahora estás viviendo esa elección.
Me robaste algo muy precioso, y nunca te perdonaré por eso.
Sr. McKinney, le entrego la vida en la memoria de alguien que ya no vive.
Que tengas una vida larga, y agradece a Matthew todos los días por ello.
Su Señoría, Miembros del Jurado, Sr. Rerucha, gracias”
El final de la película, incluyó la canción de Elton John sobre Shepard, “American Triangle”, perteneciente a su álbum “Songs from the West Coast”
Una de las mayores intenciones de la película, era mostrar la decisión que tanto Judy como Dennis Shepard han de tomar con respecto a la pena de muerte del asesino de su hijo.
Los “flashbacks” de la vida de Matthew, muestran eventos como su primer beso, su primer novio, y la violación de la que fue víctima en Marruecos…
Sin duda la película es controlada porque está hecha para TV, y destaca por la interpretación de Stockard Channing como Judy Shepard, y el actor que hace del padre de Matt, en su elocuente declaración, desgarradora y llena de sentimientos.
También me pareció destacable la de Shane Meier en el papel de Matthew, y aunque el resto del elenco de actores no alcanzaba estas cotas de calidad, seguían siendo elogiables en lo que se trataba de un proyecto televisivo.
Y es que generalmente no se encuentran películas realizadas para la televisión de esta calidad.
En lo referente a la narración de la historia, me pareció muy inteligente el uso del “flashbacks”, pues la película comienza con el descubrimiento del casi fallecido Shepard, para pasar al final del juicio, pero nos muestra de una manera original pedazos de la vida del joven, cuya eficiencia logra que el espectador conecte emocionalmente con la familia, y se involucre con los eventos que se nos muestran.
Una de las grandes ventajas de la película, es que narra un evento real, lo que provoca una reacción profundamente emocional en el espectador, que entiende y se involucra con el brillante debate moral que se crea alrededor del concepto de la pena de muerte.
Y es que la historia de Matthew Shepard logró cambiar el concepto de los crímenes homófobos en los Estados Unidos.
No obstante, hay algunas labores de interpretación que no logran convencer, particularmente ridículo me pareció la de Philip Eddolls como McKinney, que demás no tiene diálogos, ni el otro acusado…
Como errores, a pesar de que estaba basado en una historia real que sucedió en octubre de 1998, y que cambió para siempre el mundo, algunos detalles han sido alterados.
La verdadera Judy Shepard, la mamá de Matt, es rubia, no morena, y la mejor amiga de Matt, Romaine, era asiática; así como Matt usó ortodoncia desde los 13 años hasta que fue asesinado.
Sin embargo hay detalles nuevos, como el novio que tuvo, del que poco se sabe, y sobre los sutiles acercamientos al ambiente gay fuerte que incluye abuso de drogas, etc.
“My son Matthew did not look like a winner… All that I have left
now are the memories”
Uno de los grandes errores que hemos cometido como sociedad moderna, es suponer…
Siempre dejamos que los hechos ocurran, porque supuestamente “algo mejor vendrá después”
Estamos acostumbrados a ver las tragedias como algo de un pasado lejano que no volverá a repetirse...
Pero esto no garantiza que aquello que queremos evitar, no volverá a pasar.
Preferimos ser optimistas.
Y no está mal ser optimista, pero no debemos dejar de luchar por aquello en lo que creemos.
Una de esas causas que creo que está tergiversada por algunos grupos activistas en general, es la intolerancia.
¿Por qué nos podemos enseñar a ser tolerantes en vez de enseñar a ser feministas o veganos?
¿Qué es lo que tiene de difícil, el aceptar que hay alguien distinto a nosotros, que debería tener los mismos derechos que cualquiera?
A casi 2 décadas del trágico suceso, los padres de Matthew Shepard reflexionan sobre los logros que ha tenido la sociedad con respecto a la lucha por el respeto a la comunidad gay:
“Ahora hay mucha más aceptación que antes, tenemos el matrimonio gay en 32 estados en Estados Unidos; pero te pueden despedir de tu trabajo en otros 30 estados sólo por ser gay.
Tenemos muy pocas protecciones para la comunidad transgénero, y la violencia sigue siendo un problema en las áreas rurales, porque hay una oposición muy fuerte contra los matrimonios gay, sin embargo, en otros lugares las empresas han proporcionado protección en sus políticas”, comentaron.
Judy y Dennis, explicaron que no solamente los asesinos de su hijo son responsables de los hechos, sino que también el resto de la sociedad:
“En aquel tiempo, en Estados Unidos los medios masivos, las enseñanzas religiosas eran muy antigay, y la sociedad le daba permiso de comportarse con ese odio sin ningún tipo de restricción, la población general pensaba que eran ciudadanos de segunda clase, por tanto, la sociedad misma era la que promovía más el odio que la aceptación”
La cerca a la que fue atado Matt, y abandonado moribundo, se convirtió en un santuario improvisado para los visitantes donde se dejaban notas, flores y otros recuerdos.
Sin embargo, con el tiempo, su dueño decidió retirarla.
Desde que Matthew fue asesinado, sus padres han recorrido todo Estados Unidos y medio mundo luchando por el reconocimiento de los derechos LGTB, y el joven Matt se convirtió en todo un icono de la lucha para la comunidad; la fundación que lleva su nombre, es la que promueve, por ejemplo, El Día del Silencio, una jornada de protesta en la que estudiantes de todo Estados Unidos guardan silencio durante todo un día, como muestra de apoyo a todos aquellos que sufren “bullying” y discriminación en las aulas.
Los padres de Matthew Shepard, han visitado 23 países, y estuvieron en San Petersburgo, Rusia recientemente para asistir a la proyección del documental, Matt Shepard Is a Friend of Mine en el festival Side by Side que se celebra en la ciudad rusa, y que desafía la ley anti-gay, y anti-propaganda, que Putin y sus amigos aprobaron hace tiempo en Rusia.
Hay que tener un par de huevos para montar un festival como ése en San Petersburgo, y para viajar hasta allí a presentar un documental como éste, pero como dice la directora Michele Jouse:
“Es importante que las comunidades que no han tenido acceso a él, puedan ver este documental”
A Moscú llegaron para reunirse con jóvenes gays y sus familias, para poder contarles su historia y, con suerte, infundirles un poco de esperanza.
“Putin ha hecho, que ser parte del colectivo LGTB sea muy peligroso.
Hará falta como mínimo una generación entera para limpiar el desastre que ha montado, y conseguir algo de aceptación”, dijeron los padres de Shepard.
Sin embargo, la desigualdad LGTB y los crímenes de odio siguen todavía teniendo lugar.
Desgraciadamente, muchos episodios de la historia de Matt forman parte de la realidad de muchos adolescentes que deciden revelar su orientación sexual.
La Fundación Matt Shepard, ha sido el centro de operaciones de estos padres que decidieron no solo no olvidar, sino luchar todos los días para que esto no siguiera ocurriendo.
“Tenemos 2 metas como fundación, una meta es cerrar la fundación porque esperamos que un día ya no sea necesaria.
Y número dos, es que no tengamos que seguir diciendo que es especial que una persona se declare gay, que no sea un ceremonia, que sea parte de la comunicación cotidiana”, dijo Dennis Shepard.
En el año del crimen de su hijo, hubo otros 33 casos de asesinatos por odio en los Estados Unidos, y durante las últimas 2 décadas, los crímenes de odio contra las poblaciones LGBTI, han sido la más alta proporción en las estadísticas del FBI.
La escena más reciente, es la masacre en la discoteca PULSE, de Orlando.
Aún, a fecha de hoy, hay quienes ponen todo su empeño en desmitificar la historia de Matthew Shepard, cuestionando el motivo de aquel crimen…
El periodista homosexual, Stephen Jiménez, niega que hubiese un trasfondo homófobo en este asesinato, y lo documenta con detalle en su trabajo, “El Libro de Matt: Verdades ocultas sobre el asesinato de Matthew Shepard”, donde, después de entrevistar a más de un centenar de personas, incluyendo a los asesinos, ha llegado a la conclusión de que el asesinato tenía poco que ver con la sexualidad de Shepard, y mucho que ver con las drogas.
El crimen de odio más denigrante de Estados Unidos, no fue un crimen de odio, después de todo.
Resulta que Shepard era un usuario regular y traficante de metanfetamina, y que su asesino, McKinney, había estado en una juerga de metanfetamina; que McKinney y Henderson, posiblemente incursionaron en el sexo gay; que McKinney había festejado con Shepard, e incluso había tenido relaciones sexuales con él…
El odio de algunos, parece que no tiene fondo ni corazón.
Para El Jefe de Policía de Laramie, El Comandante Dave O'Malley, quien remarcó que el alegado abuso de drogas no descalificaba el sentimiento anti-gay.
En oportunidad dijo:
“Mis sentimientos son que el contacto inicial fue motivado por la necesidad de obtener dinero a través del robo.
Lo que obtuvieron a cambio fue $20 y un par de zapatos, luego algo cambió, y cambió profundamente.
Pero nunca sabremos la razón de la muerte de Matt, y no confío en lo que McKinney y Henderson dijeron”
Qué útil sería esa cantidad de energía para arrimar el hombro en la defensa de todas las vidas humanas, independientemente de si son homosexuales, bisexuales o transgénero.
Matt Shepard no eligió, simplemente plantó cara a la vida y a la sociedad.
Amó, vivió y disfrutó como lo que era, un joven homosexual de 21 años, que quería vivir su vida sin mirar atrás, sin arrepentirse.
Sin duda, hoy era un buen día para recordar la historia de Matt Shepard, para honrar a sus padres que tanto han luchado por su memoria, y celebrar y acelerar por un cambio legal que nos beneficie a todos.
A pesar de quienes se opusieron y oponen, aquel horrible crimen sirvió para cambiar la historia.
Russell Arthur Henderson, actualmente cumple su pena de 2 cadenas perpetuas consecutivas; la misma pena se aplica a Aaron James McKinney, pero sin posibilidad de obtener libertad condicional.
Ambos se pudrirán en la cárcel.

“Mr. McKinney, I’m going to grant your life, as hard as that is for me to do, because of Matthew.
Every time you celebrate Christmas, a birthday, or the Fourth of July, remember that Matt isn’t.
Every time that you wake up in that prison cell, remember that you had the opportunity and the ability to stop your actions that night.
Every time that you see your cell mate, remember that you had a choice, and now you are living that choice.
You robbed me of something very precious, and I will never forgive you for that.
Mr. McKinney, I give your life in the memory of one who no longer lives.
May you have a long life, and may you thank Matthew every day for it”



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