Gerald's Game

“Some games you play.
Some you survive”

Las esposas de la policía, a veces se usan en actividades de esclavitud sexual y BDSM; esto es potencialmente inseguro, ya que no fueron diseñados para este propósito, y su uso puede resultar en lesión de nervio, neuropatía, u otro daño de tejido.
Mientras que los puños de esclavitud sí fueron diseñados específicamente para esta aplicación; siendo diseñados utilizando el mismo modelo de las restricciones blandas utilizadas en pacientes psiquiátricos, ya que pueden ser usados durante largos períodos de tiempo.
Muchos de estos modelos, pueden ser cerrados con candados.
Pero las esposas como tal, tienen usos metafóricos, como por ejemplo:
El verbo significa que uno puede ser mantenido de hacer algo por la acción o la inacción de otro; así como estar atado a algo sin tener control.
El escritor estadounidense, Stephen King, usó la metáfora para explorar el pasado en su novela “Gerald's Game” (1992), una novela de horror, la cual escribió después de “Needful Things” (1991); y está dedicada a la esposa de King, Tabitha y sus hermanas, de la siguiente manera:
“Este libro está dedicado, con amor y admiración, a 6 buenas mujeres:
Margaret Spruce Morehouse, Catherine Spruce Graves, Stephanie Spruce Leonard, Anne Spruce Labree, Tabitha Spruce King, y Marcella Spruce”
Y narra lo que sucede tras el trágico desenlace del juego sexual de Gerald Burlingame, que consistía en esposar a su mujer, Jessie Mahout, a la cabecera de una cama.
Gerald, es un exitoso abogado con una personalidad agresiva, que ha sido capaz de revitalizar la vida sexual de la pareja, esposando a Jessie a la cama.
Jessie, ha estado en el juego antes, pero de repente lo rechaza…
Como Gerald comienza a gatear sobre ella, sabiendo que sus protestas son reales, pero ignorándolos de todos modos, ella le patea en el estómago y en la ingle.
Él cae de la cama al suelo, se golpea la cabeza, y tiene un ataque al corazón, muriendo rápidamente.
Jessie, atada, está sola en la casa, incapaz de moverse de la cama, o pedir ayuda.
Mientras Gerald termina en el suelo, dejando a su esposa atrapada y alejada de la civilización, pues todo sucede en su casa en el bosque.
Jessie comenzará una travesía de dolor y lucha por su supervivencia, atormentada por los fantasmas de su oscuro pasado, un perro hambriento, y un individuo macabro…
Así, tras la subsiguiente comprensión de que está atrapada con poca esperanza de rescate, comienza a dejar que las voces dentro de su cabeza asuman el control.
Las únicas cosas que aparecen, son un perro perdido de hambre llamado Prince, que comienza a alimentarse en el cuerpo de Gerald, y una aparición aterradora y deformada, que puede o no ser real, a quien Jessie asocia por primera vez, con el fantasma de su padre muerto hace tiempo, pero lo rechaza más tarde.
Jessie, comienza a pensar en este extraño visitante como “The Space Cowboy”, debido a una línea de una canción de Steve Miller, “The Joker”
Así, una combinación de pánico y sed, hace que Jessie alucine…
Ella oye voces en su cabeza, cada una es, aparentemente, la voz de una persona en su vida, principalmente “The Goodwife” o “Goody Burlingame”, una versión algo puritana de Jessie; Ruth Neary, una vieja amiga de la universidad; y Nora Callighan, su ex psiquiatra; de las cuales, Jessie no ha hablado en años.
Estas voces representan diferentes partes de su personalidad, que le ayudan a extraer un doloroso recuerdo de la infancia, que ha mantenido suprimido durante muchos años:
Ella fue abusada sexualmente por su padre a los 10 años, durante un eclipse solar que ocurrió en su ciudad natal de Maine.
Ella también comienza a darse cuenta de lo infeliz que ha sido su matrimonio, y que sacrificó una vida potencialmente feliz, por la seguridad de mantener a Gerald, siendo una esposa trofeo, sin hijos.
Este diálogo interno, se mezcla con descripciones de los intentos cada vez más desesperados de Jessie de liberarse de las esposas, primero tratando de romper la cabecera a la que estaba esposada, luego tratando de deslizarse de la cama, y empujarla a la oficina donde están las llaves.
Finalmente, ella escapa después de que una de las voces en su cabeza le diga que si se queda otra noche, “The Space Cowboy”, que ella soñó como una manifestación de la muerte, más que probable que tome una parte de ella para agregar a su trofeo, una “canasta de pesca” llena de joyas y huesos humanos, matándola en el proceso.
Con esa advertencia, Jessie se libera cortándose la muñeca con un pedazo de vidrio roto, y desangrándose con el fin de lubricar su piel lo suficiente para que el puño pase por el hoyo de la esposa.
Ella entonces, es capaz de moverse detrás de la cama, empujarla y utilizar una de las llaves para abrir su mano izquierda esposada.
Sin embargo, ha perdido mucha sangre, y se desmaya poco después…
Cuando despierta, ahora es de noche, y “The Space Cowboy” ha hecho su camino de regreso a la casa...
Jessie se enfrenta a él, y le lanza su anillo de bodas en su caja de joyas y huesos, pensando que es lo que quería todo el tiempo, luego se vuelve, y sale corriendo de la casa.
Ella es capaz de hacer irse en su coche y, finalmente, escapar de la casa, pero está aterrorizada al descubrir que “The Space Cowboy” está sentado en el asiento trasero del coche.
Jessie se bloquea por miedo, y queda inconsciente; más tarde se revela que ella sólo imaginó a “The Space Cowboy” en el asiento trasero.
La historia se corta meses después, con Jessie recuperándose del incidente, y siendo atendida por una enfermera...
Un abogado ambicioso de la firma de abogados de Gerald, la ayuda a encubrir el incidente real, para protegerla del escándalo, así como ayudarla en su recuperación.
Al final, llegamos a leer la carta que Jessie escribe a Ruth Neary, detallando lo que sucedió después del incidente, y su proceso de recuperación, que es lento pero muy significativo.
Uno de los pasajes de la carta, gira en torno a un serial necrófilo y asesino, llamado Raymond Andrew Joubert, que pasó por Maine…
Resulta que era el mismo “The Space Cowboy”, que Jessie enfrentó en la casa y que volvió  a enfrentar en una audiencia en La Corte, donde Joubert imitó las posiciones de los brazos de Jessie, mientras que ella estaba esposada.
También, repitió sus exclamaciones asustadas, de que Joubert no era “nadie”, y que sólo estaba “hecho de luz de luna”
Jessie, también menciona que Prince roía a Gerald... y que fue baleado y asesinado por la policía.
Inicialmente, su dueño lo había abandonado en Maine, y había vuelto a Massachusetts, simplemente porque no quería pagar la licencia del perro...
La novela, iba a formar un único volumen con la posterior novela de Stephen King, “Dolores Claiborne”, también publicada en 1992.
De hecho, ambas protagonistas, tienen cierta conexión...
El día del eclipse, Dolores Claiborne tiene visiones de una niña que está viendo el eclipse...
Se trata de la misma Jessie Burlingame.
Y en Gerald’s Game, también se narra ésta anécdota, desde el punto de vista de Jessie.
La novela, es un “thriller” psicológico impactante, debido a que comienza de una manera tranquila, e inmediatamente se mete en un territorio oscuro y complejo de la naturaleza humana, aun sin explorar.
Por otra parte, según El Libro Guinness de Los Récords, Stephen King es el autor más adaptado al cine y la TV de la historia.
En torno a 230 obras están basadas en sus cuentos, novelas y relatos; y Gerald’s Game no podía faltar.
“What if I won't?”
Gerald's Game es un drama de terror y suspense, del año 2017, dirigido por Mike Flanagan.
Protagonizado por Carla Gugino, Bruce Greenwood, Henry Thomas, Kate Siegel, Carel Struycken, Chiara Aurelia, entre otros.
El guión es de Mike Flanagan y Jeff Howard, basado en la novela homónima de Stephen King, sobre un matrimonio en crisis, centrándose en la vida de la esposa, y todo lo que ella ha arrastrado desde su infancia atormentada; por lo que pasará una prueba de fuego, donde pondrá en balance su vida, entrará en conflicto, se enfrentará a sus demonios, luchará, y seguirá adelante con una vida en paz con el pasado.
El filme es una adhesión a la fuerza femenina, de plano, y es tan emocionante como apasionante; siendo un proyecto del director tras la fama de los “thrillers” del horror:
“Oculus” (2013), “Ouija: Origin of Evil”, y “Hush” de 2016.
En una entrevista reciente, Flanagan reveló, que él había querido adaptar el libro de King por años:
“Leer “Gerald's Game”, fue una experiencia tan visceral, que realmente anhelé hacer una película.
Solía llevar una copia del libro a las juntas generales cuando me mudé a Los Ángeles, por si alguien me preguntaba, cuál era el proyecto de mis sueños.
Me tomó años idealizarlo, e incluso más tiempo para obtener el permiso para trabajar en un guión.
Cuando comencé la producción de la película, se me ocurrió que había estado pensando en esa película en particular por, literalmente, la mitad de mi vida”
Además de querer adaptar la novela durante años, Flanagan reveló que King influyó fuertemente en su trabajo como narrador:
“A través de su atención a los personajes, su estructura narrativa cuidadosa, y su autenticidad emocional, King formó todo mi entendimiento de la narración.
Todavía puedo ver esa influencia en todo lo que hago”
Permanecer fiel al material de origen, era importante para Flanagan, y su conexión emocional con el trabajo de King, ayudó a formar su experiencia adaptando la novela, y añadió:
“Cuando creces leyendo a King, quieres proteger la experiencia que tuviste con su trabajo.
Fracasar, es deshonrar esa experiencia, y para muchos de nosotros, eso no es una opción”
Según el director del filme, “Stephen King vio mi película “Hush” en NETFLIX, y llegó a tuitear al respecto, eso me impactó e hizo que habláramos con él sobre adaptar “Gerald’s Game”
Por su parte, el mismo Stephen King consideró la película como:
“Hipnótica, horrible y terrible”, y asegurando a los fanáticos, “se va a asustar”, dicho después de mirar el corte sin editar.
Gerald’s Game se rodó en Mobile, Alabama; y se estrenó en NETFLIX, el 29 de septiembre de 2017.
La acción sigue a Jessie (Carla Gugino) y Gerald Burlingame (Bruce Greenwood), un matrimonio maduro, que viaja a una remota cabaña con la esperanza de revitalizar su deteriorada relación en un sitio apartado y tranquilo.
Allí, Gerald propone a su mujer un juego sexual:
Esposarla a la cama, para incrementar las sensaciones.
Pero cuando éste muere de un infarto, Jessie tendrá que luchar por su supervivencia; quitarse los grilletes reales, y los metafóricos que le fueron colocados mucho tiempo atrás.
Esta es una desesperante historia que muestra que el terror en estado puro, no está en aquellos seres “sobrenaturales” que abundan en gran parte de las novelas de Stephen King.
El terror en estado puro, es algo más cercano, más terrenal; está en nuestra sociedad, donde acechan y habitan los monstruos reales.
Algo que entenderemos, y también entenderá la propia protagonista de la novela/película, mientras va transcurriendo el relato; pues no se trata sólo de escapar de los límites espaciales, del metal del grillete, se trata de escapar de los límites de la mente también, en una excelente adaptación de una de las obras más subestimadas de Stephen King, por un director experto, que respeta el material, pero hace que la película sea suya; siendo posiblemente, la mejor obra y la más apreciada por el público que no haya leído el “best seller” de King de 1992, y podría ser también, la adaptación más inquietante de lo último salido de la mente del “Maestro del Terror”, Stephen King.
“All things serve the beam”
La nueva película de Stephen King de NETFLIX, es una película muy inesperada.
Comenzando como un simple “thriller” de sexo que sale mal, se convierte en un cuento de terror sobrenatural, un drama de memoria reprimida, una sesión de tortura porno del horror, y eso es llenado la historia con fantasía, realidades, y múltiples giros.
Basado en la novela de 1992 del mismo nombre, en la superficie, Gerald’s Game es bastante diferente a lo que uno espera del escritor.
Trevor Macy, productor del film dijo:
“Hay un dispositivo de narración que usamos, que no se usa en el libro.
Fue realmente importante, conseguir el apoyo de Stephen King al hacer eso, incluso en la etapa de construcción del guión, así que él siente y nosotros también sentimos, que fue una adaptación muy fiel”
Y sin embargo, lo que sí tiene es una historia humana compleja, que sustenta la trama inflexible en el horror.
Empareje eso con “El Maestro del Horror”, Mike Flanagan como director, y una actuación central de gran alcance de Carla Gugino, y tenemos una de sus mejores adaptaciones literarias a una película.
Aunque es más pequeño en alcance que muchos de los libros más populares de King, Gerald's Game tiene una narrativa intensamente caracterizada por los personajes; por tanto, la clarividencia de Flanagan está asegurada, porque la llena de íntimos primeros planos que permiten que Gugino brille en sus múltiples capas; y la película consigue lo más importante de una adaptación:
Mejorar el original, al mismo tiempo que lo trae con precisión a la pantalla, y proporciona a los espectadores, un rico carácter interior, añadiendo lo sorprendente y lo visceral.
El intrigante escenario, minimalista en cuestión de elementos, parecería insuficiente para sostener un filme de 100 minutos, pero como bien saben si son seguidores de King, Gerald’s Game es mucho más que eso.
Estamos ante una excelsa cinta de horror psicológico, en la que la protagonista se ve obligada a luchar no solo contra su imposibilidad física para escapar de la habitación, sino también contra todos sus demonios del pasado.
Conforme van pasando las horas, naturalmente la mente de Jessie comienza a trabajar de una manera alterada, y el director Mike Flanagan saca lo mejor de su reparto, para representar en pantalla las diferentes voces que suenan en la cabeza de la protagonista.
El personaje de Gerald, podrá morir en los primeros minutos, pero eso no significa que la destacada actuación de Greenwood se detenga, sino todo lo contrario; y es que Jessie, al estar sola, o casi sola, porque un perro hambriento la acompaña… comenzará a sentir como nunca el peso del fantasma tanto de su esposo como de su padre.
Gerald’s Game, hace lo que toda gran cinta de género, conjuntando momentos viscerales, llenos de dolor y tensión e imaginería de terror puro; ahí está la muerte representada por un gigante que parece extraído del universo de David Lynch, de hecho, interpretado por Carel Struycken de “Twin Peaks”; con un importante comentario social.
El filme, aboga por todo aquel que ha permanecido callado ante un abuso, sobre todo las mujeres silenciadas tras una agresión sexual; algo que en la actualidad se siente más relevante que nunca; por lo que Flanagan plantea una situación de terror extrema, con un escenario único, y hace que no lo perciba como teatral, gracias a unas apariciones que hablan con Jessie, y que son el propio Gerald resucitado, como un cúmulo de todos sus miedos e inseguridades, y ella misma en una versión fuerte y decidida.
Ese es el principal distanciamiento de la novela de King.
Allí, estas voces eran múltiples:
Una versión puritana de sí misma, su psicóloga o una amiga de la juventud, encarnando distintos aspectos de su personalidad.
Con la decisión de simplificar estas manifestaciones de la psique de Jessie, Howard y Flanagan, mantienen la tensión al máximo, y la salpimientan con una serie de dolorosos “flashbacks”, de terrible contenido, que gracias a la continuidad estética se sienten naturales y necesarios, y aportan un trasfondo dramático al personaje, sin necesidad de melodramatizarlo.
Menos suerte tienen en el tramo final, donde durante casi 10 largos minutos, prevalece una voz “en off” obligatoria pero artificial, imprescindible para respetar el tramo argumental final del libro, donde las elipsis continuas hacen muy complicada su traducción a imágenes.
La película tiene mucho simbolismo, empezando que Gerald Burlingame tiene problemas sexuales, y no toma en consideración los sentimientos de su esposa Jessie, y la somete sexualmente, tanto que la aísla espacialmente, en todos los sentidos posibles.
Ni siquiera la representación más salvaje de un perro, como rival natural de Gerald, es capaz de evitar lo que sucederá por abuso, tanto psicológico como médico, pues Gerald se recetará el doble de viagra permitido a una persona con problemas cardiacos.
La “valiosa” carne arrojada al perro, será una metáfora de los hechos que vendrán…
Al atar a Jessie a la cama, en plan crucifixión cristica, Gerald perderá el sentido, al tiempo que Jessie entre en pánico, y exige que se detenga, y la libere.
Al morir Gerald por un ataque cardiaco, Jessie empieza a delirar… a alucinar y trae a Gerald de nuevo a la vida, para confrontarla en su vida matrimonial, y en su pasado.
Al tiempo que comienza a alucinar una versión de sí misma, que intenta ayudarla a escapar de la situación, aunque no antes de levantar un recuerdo de cuando tenía 12 años, de lo que Gerald comienza a preguntar...
Atención a que las alucinaciones se desvanecen por momentos, mientras Jessie mira el sol completamente puesto…
Cuando Jessie se queda dormida, exhausta, el perro la despierta al oír pasos… y ella logra ver una figura en la esquina de la habitación.
La figura camina hacia ella, y se revela que es un hombre con una postura extraña, y una cara horriblemente deformada.
Abre una caja que lleva, y muestra sus baratijas que ha recogido.
Ella cierra los ojos y grita:
“No eres real”, pero el alucinógeno Gerald aparece, y comienza a decir que él es en realidad la muerte, esperando tomarla.
De la nada, Gerald comienza a llamar a Jessie, “Mouse”, provocando que ella tenga un recuerdo de cuando ella era una niña de 12 años.
En la memoria, un eclipse solar total pronto ocurrirá...
Jessie, de 12 años de edad, llega a la casa del lago con sus padres y hermanos.
La familia debe salir al lago para ver el eclipse, sin embargo, Jessie no se siente cómoda, muy probablemente, Jessie está experimentando los cambios naturales hormonales de su cuerpo.
Después de que su madre Sally se queja de esto con su padre Tom, él acepta permanecer con Jessie, mientras que los otros salen en el lago.
Jessie, sentada en el banco junto al lago, es acompañada por su padre que le da un visor para el eclipse; y Tom se las arregla para obligar a Jessie a sentarse en su regazo, pues ha notado que Jessie está convirtiéndose en mujer, y mientras ella mira el eclipse, escucha algunos ruidos extraños procedentes de Tom, que se masturba con la idea de Jessie en su regazo.
Jessie, dándose cuenta de lo que está haciendo, se le exige que siga mirando a través del visor mientras termina.
Jessie, entonces se despierta, todavía atada a la cama, con un dolor severo por la falta de circulación en sus manos mientras ella dormía; y se mueve para hacer que la sangre en su cuerpo fluya.
Al ver que las moscas ahora están infestando el cuerpo de Gerald, y el alucinógeno Gerald vuelve a burlarse de Jessie, sobre el hombre en la esquina, pero sobre todo, porque hay una impresión en el suelo con la sangre de Gerald en forma de lo que parece ser una bota...
Jessie entonces contará hasta 10, para hace que las alucinaciones desaparezcan.
Cuando ella alcanza el 1, otra memoria comienza, de Jessie en su dormitorio, con 12 años; donde Tom entra “avergonzado” por lo que hizo.
Él menciona que él se tendrá, y le dirá todo a Sally, la madre/esposa, pero su presión psicológica la persuade para sugerir que deben guardarlo en secreto.
Jessie y Tom, entonces acuerdan nunca mencionarlo otra vez, ni siquiera entre ellos.
Jessie se despierta de nuevo durante el día, con el perro lamiendo sus pies.
Ella lo patea, lo que le hace morderla en la pierna.
El alucinógeno Gerald, se burla de Jessie de nuevo sobre el hombre “hecho de luz de luna”, que insiste en la muerte, y quiere su anillo de bodas... y dándose cuenta de que va a morir, alucina a Tom junto a ella.
Se duerme otra vez, y se encuentra soñando con el eclipse.
Ella entonces se ve en su dormitorio de cuando ella tenía 12, y habla consigo misma, y le hace ver lo que ella necesita hacer para sobrevivir.
Otra memoria ocurre alrededor de la mesa durante la cena familiar, donde Sally pregunta, cómo estuvo el eclipse para Jessie y Tom, por lo que Jessie, dándose cuenta de que tendría que tratar de proteger a su futura hermano en gestación, pues Sally está embarazada, y que posiblemente, Tom ha abusado de sus hermanos pequeños de igual manera, accidentalmente quiebra su vaso en su mano, que Tom luego venda.
Jessie tiene una epifanía, y se da cuenta de lo que necesita hacer, aunque le dolerá, y posiblemente la matará.
Ella cortará su muñeca con el vaso puesto arriba del estante, y sacará su mano derecha de las esposas; ahora libre, y ella maniobra alrededor de la cama, con su brazo izquierdo todavía esposado.
Agarra el teléfono con los pies, pero no tiene batería, lo inservible de la tecnología.
Luego arrastra la cama, toma la llave para las esposas, y se libera completamente.
Ahora libre, se venda la mano, agarra las llaves del coche, pero se desmaya junto al cuerpo de Gerald…
Jessie se despierta con el perro agarrando su mano ensangrentada, y ella le da una bofetada; mira el cuerpo en descomposición y roído de Gerald, se levanta, y sale; pero se tropieza con el hombre “hecho de luz de luna”
Ella camina hacia él, y le da su anillo de bodas para su caja de baratijas...
El hombre sólo le sonríe, mientras huye de la casa en el coche.
A medida que se aleja, deshidratada, comienza a desmayarse lentamente, encontrándose conduciendo a través de “su mundo de eclipse”, con el hombre “hecho de luz de luna” sentado en la parte trasera, creyendo que la muerte viene a tomarla...
Él la agarra, y susurra en su oído “Mouse”
Ella entonces, involuntariamente se estrella contra un árbol, punto en el cual, las luces de una casa se encienden, y los residentes le asisten.
Pasan 6 meses, y Jessie está viva.
Su mano derecha necesitó de 3 injertos de piel, aunque todavía se esfuerza por escribir; y comienza una carta a su yo de 12 años.
Atención a que existe una terapia de escribir cartas, para superar traumas del pasado, que es muy recomendada por la efectividad.
Y se revela que ella fingió tener amnesia durante todo el calvario, y cobrar el seguro de Gerald; pero quedó su insomnio, por la noche, el hombre “hecho de luz de luna” aparece ante ella, mientras se queda dormida; y también comienza una fundación para quienes hayan sido víctimas de abuso sexual, y se revela que su anillo de bodas nunca fue encontrado…
Un día, Jessie está leyendo el periódico, cuando ve la imagen de un hombre llamado Raymond Andrew Joubert, el hombre “hecho de luz de luna”, que en realidad sufre de Acromegalia.
Raymond, irrumpía en las criptas para robar sus joyas, y luego, pronto comenzó a matar a la gente, y tomar sus narices, orejas, y así sucesivamente. Afortunadamente para Jessie, se revela que Raymond comenzó a hacer esto solamente a los hombres, lo que evidencia porqué él no le hizo daño, implicando que algunas partes del cuerpo de Gerald, fueron cortadas por Raymond, y no por el perro…
La escena, entonces corta a Jessie de 12 años con Tom, en el sueño del eclipse que lee la carta en voz alta, donde la representación actual de Jessie, demanda que ella merece El Sol.
Al final, Jessie es vista caminando hacia un tribunal, donde Raymond está siendo juzgado.
Se dice que Raymond no ha hablado una sola palabra a nadie, pero al ver a Jessie, él dice:
“No eres real, sólo estás hecho de luz de luna”
Rompe sus grilletes, pero es retenido por los oficiales de policía.
Jessie se le acerca al ver visiones de Gerald y Tom en él, y le dice:
“Eres mucho más pequeño de lo que recuerdo”
Sale de la sala de La Corte, y camina con El Sol brillando sobre ella.
La historia que presenta Gerald’s Game parece ser sencilla a simple vista, pero en realidad esconde una trama mucho más oscura y profunda, que habla sobre ciertos acontecimientos del pasado de la protagonista.
La soledad, es una excusa para revolver situaciones crudas experimentadas, y reflexionar acerca de los comportamientos del ser humano.
El film, por tanto consigue mezclar distintos estados de locura, realidad, ensueño y represiones, a partir del constante vaivén entre el pasado y el presente.
Acá nos enfrentamos a una gran cantidad de recursos muy bien utilizados, que tienen que ver con los recuerdos y la situación extrema en la que se ve envuelta Jessie; por lo que Mike Flanagan dirige con solvencia esta historia:
Es tensa y angustiosa, desde sus momentos de tortura física, hasta los instantes de tortura psicológica; y cómo Jessie debe superar todas sus tramas mientras está esposada.
En todos los casos, uno desea apartar la mirada, pero como la propia Jessie, debe afrentar sus propios terrores.
Un loable trabajo de actores, con una espléndida Carla Gugino, y un siniestro Bruce Greenwood.
Quede claro que King sabe que, más allá de los monstruos de la ficción, sabe escribir muy bien sobre los monstruos reales, sobre nosotros  y nuestras oscuridades, y esta adaptación refleja eso.
El aire metafórico y el simbolismo del film, es claro, pero no por esto es menos doloroso y oscuro en muchas de sus escenas, como el “flashback” del eclipse o la liberación más “gore” del cine, la liberación de la muñeca.
También influye el ritmo punzante, frenético y tenso en todo momento, sobre todo en la primera parte.
Esto se debe al uso de una única locación, que genera ese sentimiento claustrofóbico y desesperante, pero que también sirve como un lugar catártico y reflexivo.
La película es minimalista en escenarios y en actores, en gran parte del metraje, y como es de esperar, se juegan con los temas usuales de la obra de King:
La niñez, la familia, la profesión del escritor, los eventos naturales como los eclipses, así como las capacidades mentales sobrenaturales, los fantasmas, y la confrontación del pasado.
Así también, llama poderosamente la  atención el tema del abuso sexual infantil, y la urgencia que significa no quedarse callado jamás, y denunciar.
La obra, eleva a King nuevamente como una de las mejores adaptaciones tras sus fracasos con “The Dark Tower” e “IT: The Loser’s Club”, y aquí toma un gran impulso el drama de pareja, consistente en evitar que los monstruos nos dominen y vivan en nuestro plano emocional.
Una gran película con buenos actores, revelados cada uno en sus registros, porque gran parte de la efectividad de Gerald’s Game, se encuentra en sus protagonistas, sobre todo en la labor de Carla Gugino, quien nuevamente demuestra ser una muy buena actriz, poniéndose al hombro la película, y utilizando únicamente sus expresiones para transmitir al mismo tiempo su vulnerabilidad y fortaleza, su complacencia y su rechazo, su rol de niña y mujer.
Mientras Bruce Greenwood la secunda de una gran manera, haciendo el papel de marido controlador y castrador; Henry Thomas está de terror, como un padre abusador sexual.
El elenco, también cuenta con Carel Struycken, Kate Siegel, y Chiara Aurelia como la versión más joven de Jessie.
Pero Gugino y Greenwood, ofrecen interpretaciones de primera clase, enriquecidas por las cualidades ambiguas de sus personajes, pero en especial Gugino, se lleva todos los aplausos, porque el filme es sobre ella, una mujer sacrificada como Cristo, que vivirá su vía crucis personal.
Como la atrapada y torturada Jessie, Gugino obtiene puntuaciones especialmente altas, con matices o florecimientos dramáticos, dependiendo de lo que el momento pida, combinando fragilidad y fuerza, capaz de desvelar personalidades múltiples con un mero cambio de expresión, jugando con la voz, y maniatada casi todo el metraje.
Su demoledora interpretación, perfectamente creíble como mujer vulnerable y de turbio pasado, sostiene la película por sí sola.
Y es que Mike Flanagan quiere que el público sienta el empoderamiento de la protagonista, que culmina en un clímax violento, en el que Jessie se enfrentará a la masculinidad literalmente encarnada por un monstruo:
Su padre, su esposo, un asesino y un animal, todos masculinos.
Todo ello hace que Gerald’s Game sea un filme que mereció ser llevado a la pantalla grande, pues NETFLIX estaría evitando dar reconocimientos a quienes se lo merecen.
Desde lo técnico, la película no se excede en efectos especiales, y el terror, siempre latente, viene del lado más in/humano posible, tan cercano que puede estar en nuestra propia familia.
Más elegante de lo que parece a primera vista, el no-empleo de la banda sonora en las secuencias terroríficas, le da un toque realista, es sumamente inteligente.
Y se “divierte” esquivando el tremendismo psicológico de la novela de King, a veces algo excesivo.
En “Misery”, por ejemplo, es muy superior con una premisa similar; y lo sustituye por pistas falsas que hacen creer al espectador que está ante una “home invasión”, una película de terror sobrenatural, o un “torture porn” aunque en realidad tiene un poco de todo ello.
De hecho, Gerald’s Game cuenta con guiños a la obra de King, con “Cujo”, “The Dark Tower”, y la misma “Dolores Claiborne”, a la vez de proponer una película que se sostiene perfectamente como medidísimo artefacto de suspense y horror, pues contiene escenas del “gore” puro más repulsivo, y todo gracias a cómo dosifica la tensión; un equilibrio muy complicado que es, precisamente, lo que la hace notable.
Pero siendo muy exigente, Jessie no está encadenada ni día y medio.
Pensar que por un día y medio, en una cama atada, a uno ya le van a fallar las piernas, como le dice el marido, es un tanto exagerado.
Se tira encadenada casi una semana, hasta el límite de su vida... eso sería más real; y eso hace que la historia de King en la novela sea mucho más angustiosa y perturbadora, precisamente por esto, porque la situación se alarga demasiado en el tiempo.
Si hubieran tenido en cuenta este gran detalle, podía haber sido mucho más terrorífica.
Y es que ha parecido interesante, cómo el director ha utilizado a Gerald y a su mujer, estando ambos “muertos”:
Gerald intentando hacer lo posible para que no viva; y ella misma ayudándose con “flashbacks” para poder salir de aquella casa.
Le puedo achacar también, que se hizo un tanto larga, y el final es un tanto extraño:
La subtrama del hombre “hecho de luz de luna” me parecía lo suficientemente buena como una metáfora, y que no necesitaba volverse tan explícita…
¿Pero qué pasa con ese final?
Después de tener una cuidada epifanía de una visión de su yo más joven, Jessie se corta las muñecas, y utiliza la lubricación de la sangre para escapar de sus esposas.
Ella siguió mintiendo, se declaró amnésica, mintió a la policía y a los abogados.
Esencialmente, la verdad fue reprimida...
¡Nuevamente!
Gerald fue evidentemente un sustituto de padre, y en un nivel más básico, ha estado ocultando la verdadera naturaleza de su relación fracturada de sí misma durante años.
A través de la película, todos estos pensamientos lentamente vienen a la vanguardia de las visiones rastreras, la soledad y la posibilidad de invasión de la muerte que la obliga a enfrentar el pasado.
Todo está enmarcado para depender del momento del eclipse:
Se sentó en el regazo de su padre cuando la inocencia se perdió, con visiones en el resplandor rojo altamente saturado.
Este es el punto cero, de su estado mental roto.
El final es, por tanto, inquebrantable acerca de abordar y aprender del pasado. Jessie logra escaparse de los grilletes, recordando cuando se cortó accidentalmente tras el eclipse, durante la cena familiar cuando tenía 12 años.
Ella dirige la carta a Mouse, su yo más joven, proporcionándose esperanza retroactivamente.
La escena final, incluso muestra el final del eclipse de 2017, como una coda visual circular, de cómo se llega a la paz, tras enfrentar el pasado, ahora visto de manera diferente.
“You're only made of moonlight”
El pasado es algo que nos acompaña a lo largo de nuestra vida.
El lugar del que venimos, actúa como una base para conformar quiénes somos, cómo actuamos, y cómo pensamos acerca del mundo que nos rodea.
Influye no sólo en nuestra perspectiva de vida, sino en muchas más cosas que ahora mismo ni siquiera imaginamos, como las sensaciones y emociones que tenemos ante algo o alguien que no conocemos, y del que no tenemos información.
Todas las personas, podrán recordar momentos buenos y malos de su trayectoria vital; sin embargo, existe gente que parece tener una increíble facilidad para estar todo el día reviviendo su pasado…
Pasar el día recordando aquello que sucedió antaño, tanto si es malo o bueno, no es precisamente la mejor opción para seguir con nuestras vidas, sino todo lo contrario:
Nos mantiene estáticos, nos impide movilizar nuestra energía para realizar nuevos proyectos o, simplemente, disfrutar del día en que nos encontramos.
Si nos diéramos cuenta que el pasado, como el futuro, son solo entelequias, viviríamos nuestro presente con más entusiasmo, y dedicaríamos menos tiempo a cosas que no existen.
Hay historias en nuestras vidas que han sido tan importantes, o eso creemos, que no nos dejan seguir adelante, o no queremos seguir adelante sin ellas.
Los recuerdos nos acompañan y nos dan un sentido a nuestra existencia; por eso los conservamos, aun cuando son nocivos.
El pasado, además de marcar a la persona, la condiciona hacia el futuro.
Una persona que quedó entrampada en un dolor sentimental, no abre su mundo a nuevas experiencias.
Como el temor al vacío es tremendo, es preferible un mal recuerdo que nada…
Ahora, claro, un mal recuerdo no abre opciones.
Para dejar el pasado, tenemos que enfrentar el presente.
El problema surge cuando nuestro pasado no nos deja continuar hacia adelante con nuestra vida.
Los recuerdos sobre aquello que fue, o no fue, vuelven a nuestra cabeza una y otra vez, haciendo interferencia con el momento actual en que nos encontramos, impidiéndonos disfrutar del instante que vivimos.
Es en este punto, cuando debemos tomar conciencia de que el pasado ya pasó, valga la redundancia, y que es en el presente donde nos encontramos.
Recordar aquello tan terrible que nos sucedió, lo mal que se portaron con nosotros, etc., trae de vuelta a nuestra cabeza aquellas emociones de malestar, culpa, vergüenza, rencor… que nos vuelven a hacer daño de nuevo una y otra vez.
¿Nada productivo, verdad?
Estas personas que se focalizan demasiado en el pasado, corren el peligro de caer sumidos en una gran tristeza o depresión, presas de sus desgracias e inmóviles ante un presente-futuro nada prometedor, ya que esto nos puede llevar a pensar que nuestra vida está destinada a la desdicha.
Es importante saber, que para superar el pasado, en primer lugar debemos asumir que no va a cambiar, que debemos aceptar las cosas tal como fueron, y dejarlo estar.
Sólo tenemos que encontrar una manera de convertir ese dolor o arrepentimiento en un catalizador para aprender de la experiencia.
Es importante buscar ayudar, y sobre todo habla, jamás callar, y evitar buscar los mismos patrones de sufrimiento, siendo sinceros con nosotros mismos.

“You're so much smaller than I remember”



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