Death of a Centerfold: The Dorothy Stratten Story

“Every Man's Fantasy.
One Man's Obsession”

Una “playmate” es aquella modelo destacada del mes, que aparece en la revista Playboy.
En el artículo sobre la “Playmate del Mes” se incluyen fotografías de la modelo desnuda, y un póster central conocido como “centerfold”, así como una corta biografía, y una hoja de datos en la que se incluyen medidas, estatura, cumpleaños y una breve presentación.
Al final del año, una de las 12 “playmates” es elegida “Playmate del Año”
Más de 600 mujeres han sido Playmates desde el 2º número de la revista Playboy, en enero de 1954; y hoy en día, una Playmate cobra cerca de $26.000 por su artículo; siéndole entregado además un coche y $100.000 si es elegida Playmate del Año.
La filosofía de la revista, es escoger a mujeres que parezcan “la chica de al lado” o “Girl Next Door”, que siendo bonitas no son necesariamente glamurosas.
Las playmates, son mujeres de diferentes estratos sociales, profesiones, países y antecedentes; por lo que Playboy motiva a las Playmates potenciales, a enviar fotos para ser consideradas; algunos cobran honorarios por enviar fotos de posibles playmates, si finalmente son elegidas; además, se incentiva a los lectores, a enviar fotografías de sus novias o esposas.
Los fotógrafos de Playboy y Hugh Hefner, deciden quién será la candidata afortunada; por lo que la Playmate del Año es elegida personalmente por Hugh Hefner, teniendo en consideración una encuesta anual de lectores suscritos.
Por tanto, no existen ex playmates, ya que la filosofía de la revista afirma que, “una vez que se es Playmate, siempre se es Playmate”
Dorothy Stratten fue una célebre playmate canadiense, del mes de agosto de 1979 de la revista Playboy, y Playmate del Año 1980, siendo la 2ª playmate, después de Lee Ann Michelle, nacida en los años 60.
Nacida como Dorothy Ruth Hoogstraten, era hija de emigrantes de los Países Bajos.
En 1977, Stratten asistía a Centennial High School en Coquitlam, Columbia Británica; al mismo tiempo que trabajaba a tiempo parcial en un Dairy Queen de la industria láctea, donde conoció a Paul Snider, quien la enamoró.
El resto del tiempo, lo invertía en patinar, jugar a las damas y fumar hierba…
A pesar de su aparente frivolidad, Stratten ya tenía más preocupaciones entonces que las que una chica debería tener a esa edad:
La soledad que sentía, la aliviaba escribiendo poesía, y aunque salía con un chico, este no acababa de gustarle.
Sin embargo, a diferencia de las demás chicas, ella tenía un as en la manga:
Su belleza, y sobre todo su carisma, conseguirían sacarla de ese agujero, aunque ella aún no lo sabía.
Mientras tanto, se preparaba para su conquista de EEUU, luciendo conjuntos formados por un top y un short muy cortos de tela de toalla, y, a pesar de que las necesitaba, se negaba siempre a usar gafas.
El día que Paul Snider la rescató de su vida disfuncional, para encaminarla hacia las puertas de la muerte, Stratten solo tenía 17 años.
Paul Leslie Snider, nacido en Vancouver, en la Columbia Británica, de pares judíos; a mediados de la década de 1970, fue un promotor del club nocturno y proxeneta.
Él era 11 años mayor que Stratten, y se había criado en un ambiente machista.
En cuanto pudo, abandonó a su familia, y dejó el colegio, pasaba el tiempo organizando eventos, en los que las mujeres eran siempre el principal reclamo.
Deseaba convertirse en una suerte de Hugh Hefner canadiense, ya que buscaba el reconocimiento público, y anhelaba ser tratado como una “celebrity”, lo que por aquel entonces implicaba ser productor, o director de cine.
Mientras Dorothy opinaba de sí misma, que era “corriente y simple, con las manos grandes”; hasta que Paul Snider la descubrió.
Como sin darle importancia, valoró la esbelta figura de la estudiante que se hallaba detrás del mostrador, y cuyo teléfono obtuvo de otra camarera; y comentó con sus amigos:
“Con esta chica puedo ganar dinero a montones”
Al fin y al cabo, Snider era el primer chico que la hacía sentir querida; y no iba a dejarlo marchar por mucho que su madre estuviera en contra.
De hecho, acabó aceptándolo; pero para Snider, que dieran el visto bueno a su relación, no era el triunfo final.
Seguía pensando en su principal propósito para estar al lado de Stratten, era hacer de ella una estrella, y poder vivir de sus beneficios.
Así, Snider siempre le dijo que era hermosa, se la ganó, y acabó absorbiéndola.
Le compró una sortija con un topacio rodeado de brillantes, y un traje blanco para el baile de graduación.
Quiso la casualidad, que por aquel entonces, la revista Playboy celebrara su 25° aniversario, y con esa excusa, Hugh Hefner había organizado un concurso para conocer a nuevas chicas de todo el mundo.
Snider se puso enseguida manos a la obra, y contrató a un fotógrafo para que le hiciese un “book” a su novia; y alimentó su ingenua vanidad, contratando a un fotógrafo para que retratara primero su rostro, y después su cuerpo desnudo...
Las fotos fueron enviadas a la revista Playboy en el verano de 1978.
Ella tenía menos de 19 años en ese momento, que es la edad legal para posar desnuda en Canadá, por lo que tuvo que persuadir su madre para firmar el formulario de liberación como modelo.
En agosto de 1978, se trasladó a Los Ángeles, donde fue elegida como finalista para el 25º aniversario de La Gran Caza de Playmates.
Snider se unió a ella en octubre, y en junio del año siguiente, se casaron.
Con su apellido acortado a Stratten, ella se convirtió en Playmate de agosto de 1979, y comenzó a trabajar como conejito en el Club de Playboy en Century City, Los Ángeles.
Hugh Hefner tenía grandes esperanzas de que Stratten pudiera tener un éxito significativo como actriz, tanto que ella apareció en episodios de la serie de televisión “Buck Rogers” (1979) y “Fantasy Island” (1979), junto con pequeños papeles en 1979, en Americathon, y la comedia de roller disco, Skatetown, en Estados Unidos.
Stratten, también desempeñó el papel protagonista en la parodia de ciencia ficción “Galaxina” (1980), como Dorothy R. Stratteny, su primer y único papel protagonista.
Ya para 1980, se convirtió en Playmate del Año, con fotografía de Mario Casilli; un premio que iba acompañado de $200,000 en efectivo y varios regalos, entre otros, un Jaguar XJS, un abrigo de martas rusas, y una bañera eléctrica de latón, además de una serie de atenciones que enseguida comenzaron a inquietar a Paul; porque este deseaba controlar la carrera de su mujer, pero ahora ella tenía un agente y un manager, y se había establecido como “Empresas Dorothy Stratten”
A los 20 años, Dorothy era alta, rubia y amable.
Su hobby:
Escribir poesía.
Su carácter dulce, ocultaba su dura y precaria adolescencia; y provocaba a miles de hombres, y seducía a unos pocos elegidos.
Y lo mejor para muchos, se le podía conseguir desnuda en cualquier puesto de revistas.
Mientras, Paul Snider se ocupaba de la promoción de concursos de camisetas y espectáculos de desnudo masculinos, su gran esperanza era Dorothy, a quien mantenía al margen de la sordidez de su otra vida.
No la dejaba fumar, se encargaba de que no bebiera demasiado, y le enseñó el modo de rechazar las proposiciones de los hombres que acudían al club, o a la Mansión Playboy; y hablaba con frecuencia de “la felicidad de su vida en común”
Ella les decía a sus desconcertados amigos:
“¡Me cuida tanto!
No puedo imaginar mi vida con un hombre que no sea Paul”
Snider decoró la casa con fotografías de su esposa, se compró un flamante Mercedes Benz, con una matrícula en la que se leía:
“STAR80”
Y alardeaba de “estar yendo a La Luna en una nave espacial”
Pero en el fondo, Stratten ayudó a Snider financieramente a lo largo de su breve matrimonio, ya que era un canadiense sin visa de trabajo, y no se le permitió un ingreso dentro de los EEUU.
Para 1979, Snider se asoció con Steve Banerjee, y el abogado Bruce Nahin, para formar lo que se convertiría en el formato de club de striptease masculino, Chippendales; y como marido era obsesivamente celoso y controlador, y esperaba que su matrimonio con Stratten, fuera su boleto a la fama y la fortuna en el mundo del entretenimiento.
Pero muchos de los amigos de Stratten, incluido el editor de Playboy, Hugh Hefner, advirtieron a Stratten sobre el comportamiento de Snider, y la instaron a distanciarse de él.
Según informes, Hefner alentó a Stratten a romper los lazos con Snider, llamándolo un “prostituto y un proxeneta”
Rosanne Katon, y otros amigos, le advirtieron a Stratten sobre el comportamiento de Snider.
Stratten comenzó un romance con Peter Bogdanovich, mientras dirigía “They All Laughed” (1981), con la intención de ser su primera película de estudio importante, y coprotagonizada por Audrey Hepburn, Ben Gazzara y John Ritter; muy a pesar de ser una de las pocas películas hechas por Audrey Hepburn tras su provisional retiro de 1967, la película sería la última que Hepburn estrenaría como protagonista.
Snider, recibió una notificación legal de separación, y Dorothy canceló las cuentas bancarias conjuntas.
Él supuso que actuaba aconsejada por los abogados de Bogdanovich, y contrató a una detective privado, Marv Goldstein, para que espiara a su mujer y al director.
Se separaron, y Stratten se mudó con Bogdanovich, planeando solicitar el divorcio de Snider.
En agosto de 1980, Snider probablemente creía que había perdido Stratten, y lo que él había llamado su “cohete a La Luna”
Marv Goldstein, comenzó a inquietarse cuando Snider comentó que estaba buscando un arma para “protección casera”, y que había encontrado un revólver Mossberg del calibre .12 en la sección de anuncios.
Claudia Jennings, era una ex chica Playboy, y en otro tiempo, la favorita de Hefner; que murió aplastada en un accidente de automóvil cuando estaba rodando una película.
Antes de su último y fatal encuentro con Dorothy, Paul Snider solía hablar animadamente del caso Jennings con sus amigos; éstos lo consideraban extraño, y sólo más tarde les pareció siniestro.
Dorothy telefoneó de nuevo, y se volvieron a citar para discutir un arreglo financiero definitivo.
Poco después del mediodía del 14 de agosto de 1980, Snider y Stratten se encontraron en la casa de Snider, donde ambos habían vivido como pareja, y que Snider compartía con su dueño, su amigo común, el Dr. Stephen Cushner.
Stratten, había ido allí para hablar sobre un divorcio amistoso, y se llevó $1,000 para dar a Snider.
Dorothy tenía planeado ir recoger a su hermana Louise, después de ver a Snider, y nunca llegó...
Alrededor de las 11 de la noche, el investigador privado de Snider, llamó a Cushner en su línea privada, diciendo que había estado tratando de llamar a Snider durante varias horas, pero Snider no respondió.
Aunque había muchos invitados en la residencia, la puerta del dormitorio de Snider estaba cerrada, y supusieron que la intimidad de Snider era esencial.
Cushner irrumpió en la habitación de Snider, y descubrió los cuerpos desnudos de Snider y Stratten, que habían sido disparados con una escopeta Mossberg de calibre 12, que Snider había adquirido recientemente.
La playmate, estaba tirada con un completo rigor mortis, boca abajo, encima de la alfombra, y con el rostro etéreo destrozado por un disparo.
Él, yacía con la mejilla derecha abrasada por un disparo a bocajarro de una escopeta, que le había saltado los sesos.
En la mano derecha, conservaba todavía unos mechones de cabello rubio...
Evidentemente, Paul Snider había vuelto contra sí, el arma tras una pelea salvaje, cuyo desarrollo podía deducirse del horroroso espectáculo.
La policía determinó, que Snider de 29 años, asesinó a Stratten, quien tenía 20 años, luego abusó y violó su cadáver, antes de girar la escopeta sobre sí mismo.
El cuerpo de Dorothy, se encontró conectado a un extraño y casero artefacto sexual, y ambos cuerpos estaban cubiertos de hormigas.
Dorothy no había hecho nada malo para morir de esa manera tan horripilante.
El asesinato y suicidio, hizo tambalear El Imperio Playboy; porque de las cientos de playmates, Dorothy fue la primera que prometía llegar a ser una estrella de Hollywood, la realización del sueño más anhelado de su fundador, Hugh Hefner; y fue una de las playmates más talentosas y famosas.
Los restos de Stratten fueron cremados, y sus cenizas fueron enterradas en el cementerio Westwood Village Memorial Park en Los Ángeles.
La cita en el sepulcro de Stratten, es del capítulo 34 de “A Farewell to Arms” de Ernest Hemingway.
Se cuenta que F. Scott Fitzgerald, sugirió que esta cita se utilizara para terminar la novela, y Hemingway intentó escribir un final que la usara, pero finalmente la usó en el Capítulo 34.
Fitzgerald la consideró, uno de los mejores pasajes en el idioma inglés.
La vida de Dorothy Stratten, ha sido llevada al cine en al menos 2 ocasiones.
“It's good to have a manager who shares your interests, or goals.
You can presumably trust a husband.
I don't know if it's the best way to work.
I really shouldn't discuss this”
Death of a Centerfold: The Dorothy Stratten Story es un drama del año 1981, dirigido por Gabrielle Beaumont.
Protagonizado por Jamie Lee Curtis, Bruce Weitz, Robert Reed, Mitch Ryan, Bibi Besch, Tracy Reed, Mark Withers, Gloria Gifford, Luca Bercovici, entre otros.
El guión es de Donald L. Stewart, y es una película biográfica, hecha para la televisión, y una verdadera dramatización de la modelo de Playboy, Dorothy Stratten, desde ser una adolescente canadiense soñadora, que se trasladó a Hollywood a finales de los años 70 buscando el estrellato, y lo encontró con su sórdido promotor, Paul Snider, quien prometió a Dorothy una carrera como estrella y como esposa.
La película, se emitió en NBC el 1 de noviembre de 1981; y 2 años más tarde, la misma historia fue desarrollada por el director Bob Fosse, en su película “Star 80”, protagonizada por Mariel Hemingway y Eric Roberts.
Según lo revelado por Peter Bogdanovich en su libro, “Killing Of The Unicorn: Dorothy Stratten 1960-1980”, por insistencia de la familia, los nombres y las relaciones de su madre y de la hermana, fueron alterados para esta película.
Los padres de Dorothy no se mencionan; y en las escenas tempranas, se muestra viviendo con una tía; mientras el actor que interpreta a Paul Snider, Bruce Weitz, es considerablemente mayor que el verdadero Snider.
Por lo que Bogdanovich, al no dar permiso para el uso de su nombre, se refiere en la película como David Palmer.
La película se comercializó por primera vez en VHS, el 1 de septiembre de 1998; y fue lanzado hasta el 25 de enero de 2010, en DVD.
La acción sigue a Dorothy Stratten (Jamie Lee Curtis), una chica de clase trabajadora de Vancouver, Columbia Británica, que se convirtió en modelo; y a la edad de 19 años, fue elegida por Hugh Hefner (Mitchell Ryan), Playmate del mes de agosto de 1979, de la revista Playboy; y posteriormente se convirtió en Playmate del Año.
La mayoría de las playmates, tienden a desaparecer de la vista después de su mes en el centro de atención, pero Dorothy era ampliamente considerada como mucho, más que una cara bonita.
También, fue considerada como una prometedora y futura actriz, y había aparecido en 3 películas cuando, en agosto de 1980, fue asesinada por su marido, mientras estaban separados, Paul Snider (Bruce Weitz), que estaba celoso de su relación con el director de cine, David Palmer (Robert Reed)
Snider, se suicidó inmediatamente después de matar a Dorothy.
Death of a Centerfold: The Dorothy Stratten Story es en muchos sentidos, una típica película de “historia real”, una narración sencilla y directa, sin demasiados trucos cinematográficos, y tratando de contar una historia impactante, sin molestar a nadie.
Aparte del obvio villano, Snider, todo el mundo sale oliendo a rosas; no hay nada aquí que pueda provocar un pleito por difamación, y ningún intento de explorar la cuestión potencialmente interesante, de si Hefner y Palmer, estaban de hecho explotando a Dorothy tanto como Snider.
Tal vez el hecho de que una mujer dirija esta película y siendo para TV, pudo tener una influencia en el alcance.
“I don't think a powerful man would be interesting unless he'd be nice, attractive, with or without the power.
Men are interested in powerful men.
Women are interested in terrific men!”
Death of a Centerfold: The Dorothy Stratten Story está bastante establecida para ser la primera película en el mercado, que trata con un tema que hizo muchos de titulares; un drama televisivo sobre el ascenso y asesinato de la gran Playmate Dorothy Stratten, un impactante femicidio hecho por su marido, un hombre manipulador, abusador y vividor, que se creyó el amo absoluto de su persona.
La película, al ser producida para la TV, deja de lado algunos temas oscuros, por lo que la narración es básica, como una historia trágica, de una mujer bella que conoció a la bestia que la destruyó.
Tomar en cuenta que el film se estrenó a los meses del asesinato, por lo que algunos hechos y nombres fueron cambiados, de hecho, los titulares todavía estaban calientes, y la gente todavía hablada de ello.
El drama muestra a Dorothy Stratten, que va de ser una camarera de una pequeña ciudad, a ser Playmate del Año.
Stratten, de una belleza natural, comienza su carrera gracias en gran parte a un estafador, Paul Snider que absorbe por completo; y se las arregla para meterla en las páginas de Playboy.
Pronto, él se vuelve más y más posesivo con ella, pero sintiendo que le debe algo, Dorothy acepta casarse con él, pero las cosas toman un giro fatal.
Como filme, en la superficie tiene el grano de la realidad, pero el drama subyacente parece intensamente superficial.
Que Playboy sigue vendiendo tan bien, es un amplio testamento de la visión de Hefner, y la naturaleza de la persuasión masculina.
El núcleo de la mística de Playboy, es expuesto convenientemente, como es la dinámica aún más fascinante de la atracción de Dorothy Stratten a un hombre como Paul Snider:
“Yo digo saltas, y saltas; digo, ponte de la cabeza y lo haces”, dice su personaje en un momento en el guión de Donald Stewart.
Y más tarde, el personaje de Stratten explica el atractivo de un hombre:
“Usted me dio confianza, me hizo sentir como una mujer, me dijo que podría ser más que una niña con un cuerpo, me llegó”
Playboy queda muy al margen del drama, centrándose así en la relación enfermiza de Snider con Stratten, sin entrar en muchos detalles escabrosos, sin ser explícitos ni en dar una visión sórdida del mundo del desnudo, pues todo se ve glamuroso y chic.
Del reparto, Jamie Lee Curtis sobresale, y no precisamente por su parecido con la Playmate, sino por su psicología; mientras Bruce Weitz da la talla como un hombre impredecible y peligroso.
Robert Reed y Mitch Ryan, destacan en sus papeles como el hombre que la pretende, clara alusión al director Peter Bogdanovich; y el otro como Hugh Hefner.
Pero hablando de la Curtis, no parece ser realmente la clase de chica que es elegida como Playmate de Playboy; eso no significa que no sea atractiva; de hecho, después de que ella apareció escasamente vestida en una serie de sus películas, especialmente “Perfect” (1985), Jamie se convirtió en un símbolo sexual.
Con su delgada figura, rasgos definidos y apariencia ligeramente andrógina, sin embargo, nunca ha sido el tipo de Playboy.
De hecho, los gustos de Hugh Hefner, siempre han corrido hacia la belleza de la mujer voluptuosa, cara de bebé, y la variedad inequívocamente femenina, el tipo de belleza que Dorothy Stratten poseía.
Así que comparándolas, es particularmente decepcionante en este caso, porque Jamie Lee Curtis parece muy capaz de dar una actuación que podría ir más allá de las limitaciones del guión.
Mientras que ella no parece tan superficialmente magnífica como Stratten, sí hay una comprensión vital de los conflictos del carácter del personaje, que hierve bajo la actuación de Curtis.
El retrato es asombrosamente bueno, y uno sólo puede preguntarse, qué podría haber resultado, si el guión y la dirección hubieran tenido el calibre de su trabajo actoral, tal vez una mejor producción y para pantalla grande, hubiera ayudado mucho.
Aparte de su apariencia, Jamie Lee Curtis nunca fue muy convincente como una niña ingenua, inocente y confusa; mientras Bruce Weitz sí fue capaz de transmitir el lado villano de la naturaleza de Snider.
El verdadero Snider, debió ser poseído de un cierto encanto plausible para persuadir a una joven crédula, de enamorarse de él, pero no vemos nada de esto en la película... de hecho, Snider era más bajo que Stratten, por lo que esa “magia” no queda muy bien definida; tal vez es una percepción muy personal, mía.
Por otro lado, Robert Reed se destaca en su papel como productor que lleva a Stratten hacia el final de su vida; y Mitchell Ryan es bueno en su papel de Hugh Hefner, de hecho tiene un gran parecido físico.
La mayoría de los defectos de Death of a Centerfold: The Dorothy Stratten Story, son típicos de este tipo de películas para TV.
No hay ciertamente ninguna gran demanda para el alto arte, así que usted no puede esperar demasiado drama o momentos bien hechos.
En vez de una historia completa, muestra los aspectos más destacados de la historia, y por supuesto, hay momentos dramáticos de Stratten temiendo por su seguridad.
Otro aspecto débil, es que la dirección realmente no se destaca por crear algo que no hemos visto antes.
Incluso en 1981, este tipo de películas, de mujeres maltratadas, se hicieron antes de su trágica muerte, por lo que aquí no hay nada nuevo u original que cambie el panorama ya visto.
En general, Death of a Centerfold: The Dorothy Stratten Story es una tragedia de una vida cortada, mostrando que la fama puede venir con un precio muy alto.
“Looks are temporary and don't mirror what's inside.
And usually, a great looking man is so vain.
Maybe most good-looking women are too.
I hope I'm not!”
Este no es el típico caso de, chica humilde que triunfa en Hollywood demasiado joven, y muere; porque Dorothy no murió; a Dorothy la mató su marido.
La noticia del asesinato, afectó profundamente a Playboy, no sólo por lo desgraciado del suceso, sino porque Dorothy apenas había sido nombrada Playmate un año atrás, y era en el momento de su asesinato, la Playmate del Año 1980, con lo que sus vínculos con la revista eran aún muy fuertes.
Por otra parte, Stratten había terminado el rodaje de “They All Laughed”, pero Peter Bogdanovich no pudo encontrar un estudio dispuesto a estrenarla, ya que temían que la publicidad que rodeaba la muerte de Stratten, mantuviera alejados a los espectadores.
Así, Bogdanovich financió la distribución él mismo, según los informes, gastó $5 millones de su propio dinero.
Debido a una combinación de la muerte de Stratten, y críticas pobres, la película fue un fracaso de taquilla, y Bogdanovich fue conducido al borde de la ruina profesional y financiera.
En 1981, el artículo de Teresa Carpenter, “Death of a Playmate”, apareció en The Village Voice, y ganó El Premio Pulitzer por la escritura de largometrajes.
En el artículo, Carpenter criticó tanto a Hefner como a Bogdanovich, clamando que Stratten fue utilizada y victimizada por ellos, tanto como lo fue por Snider.
En 1983, el crítico de cine, Vincent Canby escribió:
“La señorita Stratten poseía una presencia encantadora en la pantalla, y posiblemente se habría convertido en una actriz cómica de primer orden con tiempo y trabajo”
En 1984, en respuesta al artículo de Carpenter, y las 2 películas hechas sobre la vida de Stratten, Bogdanovich escribió una biografía comprensiblemente subjetiva, titulada:
“Killing Of The Unicorn: Dorothy Stratten 1960-1980”, detallando la relación entre él y Dorothy; el detrás de cámaras del filme “They All Laughed” (1981) y el asesinato de Stratten.
También, en el libro hay críticas de Hugh Hefner y Playboy; y su tratamiento hacia las mujeres, tanto que Hefner es retratado como insensible, sexo obsesivo y egocéntrico.
Bogdanovich insiste en el libro que, en un interludio de postemporada en un jacuzzi, entre Hef y la Dorothy reticente, dañó irremediablemente su psique.
Por tanto, Bogdanovich se presenta en el libro como sensible y bonachón.
En 1985, Hugh Hefner sufrió un derrame cerebral, y lo culpó en parte por el estrés causado por las acusaciones contra él en el libro.
Por su parte, Bogdanovich dice que escribió el libro “para sí mismo.
Quería entender lo que le sucedió; y sentía que no podía seguir adelante con mi vida, creativa o de otra manera hasta que lo hice.
Ella también quería a mis hijas adolescentes”
El libro sirvió de base para la película “Star 1980” (1983) de Bob Fosse, en la que Bogdanovich era reflejado como el ficticio director, Aram Nicholas.
Pero la carrera de Bogdanovich como director importante, estaba acabada, aunque obtuvo un éxito modesto con “Mask” en 1985.
El mismo año, Bogdanovich se declaró bancarrota, alegando que debía $6.6 millones en deudas contra activos de $1.5 millones.
Además, su reputación personal sufrió por rumores maliciosos tras su matrimonio con Louise Hoogstraten, la hermana menor de Dorothy Stratten, a 3 años de su fallecimiento.
Él tenía 49 años, y Louise tenía 20 años.
De hecho, Bogdanovich había pagado clases particulares a Louise de modelaje después de la muerte de Stratten.
La idea de que procuró moldear a Louise, a imagen de su hermana, fue desmentida por Bogdanovich; y se divorciaron en 2001, después de estar casados por 13 años.
Definitivamente, la lacra de la violencia de género, ya era un problema en la década de los 80, aunque lo cierto es que no se abordaba con la seriedad con la que se hace hoy.
Pero el abuso físico que, en muchas ocasiones, termina en asesinato, es solo el último eslabón de una larga cadena de maltrato que comienza con una educación patriarcal desde que somos pequeños.
Una educación que nos mete en la cabeza, la idea de que si un hombre quiere ser respetado, debe hacerse respetar a cualquier precio, y la mujer debe aceptarlo sin rechistar.
Ese es el entorno en el que creció Paul Snider, el exmarido y asesino de Dorothy Stratten, que acabó con sus sueños y un futuro brillante cuando ella solo tenía 20 años.
Una estrella que se apagó precozmente.
Una mujer hermosa, a la que le arrebataron todo lo que pudo conquistar:
Fama, amigos, hijos, admiración… en una trágica historia de la que brotaron películas y canciones.

“If people bring so much courage to this world the world has to kill them to break them, so of course it kills them.
It kills the very good and the very gentle and the very brave impartially.
If you are none of these you can be sure that it will kill you too but there will be no special hurry.
We love you, D.R.”



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