Patty Hearst

“Heiress...
Kidnap victim...
Turned urban terrorist...
Bank robber”

A primera vista, Patricia Hearst, hoy de 63 años, es un miembro más de la alta sociedad de New York, que gracias a la inmensa fortuna de su familia, puede dedicar su tiempo a realizar obras de caridad, y a la crianza de perros de raza.
Su “pedigrí” le viene de ser la nieta del legendario magnate de la prensa amarillista, William Randolph Hearst, quien construyó un imperio mediático que todavía perdura, y fue fuente de inspiración del personaje central de la película “Citizen Kane” (1941) de Orson Welles.
Pero Hearst no pasará a la posteridad por sus tareas filantrópicas, o por su amor hacia los perros, sino por haber protagonizado uno de los secuestros más recordados de la historia.
El 18 de septiembre de 1975, Patty Hearst fue arrestada por haber participado en las actividades criminales de la guerrilla de inspiración marxista que la había secuestrado un año y medio antes, en un caso que cautivó la atención del público, y de los medios en todo el mundo.
Poco después de las 9pm del 4 de febrero de 1974, Hearst, entonces de 19 años y estudiante de la Universidad de Berkeley, en el norte de California, fue secuestrada a punta de pistola en su apartamento, por 2 hombres negros y una mujer blanca, 3 de los cuales estaban armados.
Su prometido, Stephen Weed, fue golpeado y atado junto con un vecino que intentó ayudar.
Testigos dijeron haber visto a Hearst luchando mientras se la llevaban con los ojos vendados, y la metían en el maletero de un coche.
Los vecinos que salieron a la calle, también se vieron obligados a ponerse a cubierto después de que los secuestradores dispararon sus armas de fuego para cubrir su huida.
Así, 3 días más tarde, El Ejército Simbiótico de Liberación (SLA), un pequeño grupo de izquierda de Estados Unidos, anunció en una carta a una emisora de radio de Berkeley, que tenía a Hearst como “prisionero de guerra”
El Ejército Simbiótico de Liberación, era una guerrilla urbana que contaba con una docena de miembros, y tenía como objetivo, “derrocar la dictadura corporativa” del gobierno del entonces Presidente Richard Nixon; e inspirados por los movimientos guerrilleros de izquierda de América Latina, consideraban que los Hearst eran miembros de “una familia de la clase dirigente superfascista” que controlaba EEUU.
Por su parte, el líder, Donald DeFreeze escribió:
“El nombre “symbionese”, se toma de la palabra “simbiosis”, y definimos su significado como “un cuerpo de organismos disímiles que viven en lo profundo, aman la armonía y la asociación en el mejor interés de todos dentro del cuerpo”
Esta simbiosis política, descrita por DeFreeze, significa la unidad de todas las luchas de izquierda, feministas, antirracistas, anticapitalistas y otras.
DeFreeze quería que todas las razas, géneros y edades, luchen juntos en un frente unido de izquierda, y que vivan juntos pacíficamente.
Su símbolo era una cobra de 7 cabezas, a la cual definían como un emblema de gran antigüedad que representaba la simbiosis universal.
Las palabras en swahili para estos 7 principios, uno por cabeza, son:
Umoja (unidad), Kujichagulia (autodeterminación), Ujima (trabajo colectivo y responsabilidad), Ujamaa (economía cooperativa), Nia (propósito), Kuumba (creatividad), e Imani (fe)
La aparición del símbolo de la cobra de 7 cabezas en la propaganda del SLA, indica que fue copiada del antiguo nāga de 7 cabezas de Sri Lanka e India; las piedras talladas que representan una cobra de 7 cabezas se encuentran comúnmente cerca de las compuertas de los antiguos tanques de irrigación en Sri Lanka, y se cree que se colocaron allí como guardianes del agua.
El gráfico particular de la cobra de 7 cabezas, utilizado por el SLA, puede haber sido copiado de una ilustración en “The Lost Continent of Mu” de James Churchward.
En resumen, se trataba de un grupo sectario, que practicaba el sexo libre y que estaba aislado de la realidad social imperante, por lo que no fue difícil para El FBI desmantelarlo a través de sucesivas operaciones de investigación y contrainsurgencia, algunas francamente brutales, como la masacre del 16 de mayo en Compton, California, que motivaría sonoras protestas entre la izquierda universitaria.
El Ejército Simbiótico utilizaba subfusiles, fusiles AK-47, balas de punta hueca con cianuro, y perpetraba fundamentalmente atracos y atentados con bomba contra la policía de California.
Sus acciones más sonadas fueron:
El asesinato del director de las Escuelas de Oakland, Markus Foster; el secuestro de la nieta de William Randolph Hearst, Patty Hearst; y el atraco al Banco de Hibernia.
Por su extravagancia, fanatismo y escasa envergadura política, El Ejército Simbiótico de Liberación (SLA), fue uno de los grupos armados más singulares del siglo XX.
Así las cosas, a las pocas horas de hacerse público el secuestro de la joven Hearst, centenares de periodistas se agolpaban a las puertas de la residencia de los Hearst, desde donde informaban de todos los detalles del caso.
Los miembros del SLA, se comunicaban con la familia Hearst enviado grabaciones de audio a la prensa, que exigían fueran reproducidas por todos los medios.
En algunas de ellas, se podía a escuchar a la propia Patty Hearst pidiendo a sus padres que cumplieran con las demandas de sus captores.
El secuestro de Hearst, fue en parte oportunista, ya que vivía cerca del escondite del SLA.
Según el testimonio, la principal intención era aprovechar la influencia política de la familia Hearst, para liberar a 2 miembros del SLA arrestados por el asesinato del primer superintendente negro de Oakland, Marcus Foster.
Ante la falta de libertad de los hombres encarcelados, El SLA exigió que la familia del cautivo distribuyera $70 en alimentos a todos los necesitados californianos, una operación que costaría aproximadamente $400 millones.
En respuesta, el padre de Hearst sacó un préstamo, y organizó la donación inmediata de $2 millones en alimentos a los pobres del Área de La Bahía.
La distribución descendió al caos, y El SLA se negó a liberar Hearst; al tiempo que exigió entonces que invirtieran otros $4 millones, lo que hizo que las negociaciones entre los captores y la familia de la secuestrada, se rompieran.
A Patty la dejaron salir a comer y, con los ojos vendados, y comenzaron a unirla a las discusiones políticas; le dieron una linterna y tratados políticos del SLA para aprender y memorizar.
Después de haber estado encerrada en el armario durante semanas, “Donald DeFreeze me contó que el consejo de guerra había decidido o estaba pensando en matarme a mí, o a mí quedándome con ellos, y que es mejor que piense en eso como una posibilidad”
Hearst dijo, “acomodé mis pensamientos para que coincidieran con los suyos”
Cuando se le preguntó sobre su decisión, Hearst dijo que quería quedarse, y luchar con El SLA, así le quitaron la venda, lo que le permitió ver a sus captores por primera vez.
Después de esto, le dieron lecciones sobre sus deberes, especialmente los ejercicios de armas, todos los días.
Angela Atwood le dijo a Hearst, que los demás pensaban que debería saber cómo era la libertad sexual en la unidad; luego, fue violada por William “Willie” Wolfe, y luego por DeFreeze.
El caso dio un giro inesperado el 3 de abril de 1974, cuando Patty Hearst anunció en una grabación, que se había unido al SLA, adoptando el nombre de Tania, en honor a la que había sido compañera del Comandante Ernesto “Che” Guevara:
Haydée Tamara Bunke Bider, y que se había comprometido con las ideas del Ejército Simbiótico de Liberación.
“Patria o muerte.
Venceremos”, se la oía decir en español en el audio.
Y 10 días más tarde, miembros del SLA llevaron a cabo un atraco en una oficina del banco Hibernia de la ciudad de San Francisco, en el que resultaron heridas 2 personas.
Las cámaras de seguridad de la sucursal, captaron la imagen de Patty Hearst portando un fusil, y participando en el asalto.
A partir de ese momento, las autoridades dejaron de considerarla una secuestrada, siendo calificada de “criminal común” por el entonces Fiscal General de EEUU.
El 16 de mayo de 1974, Hearst se vio implicada en un tiroteo en una tienda de Los Ángeles, en la que miembros del SLA habían intentado robar.
La joven logró escapar junto a 2 de sus compañeros, aunque dejaron atrás una multa de tráfico que condujo a las autoridades a la casa del barrio de Compton de Los Ángeles, en la que se ocultaban varios miembros del SLA.
Al día siguiente, la policía rodeó la vivienda y, tras un intenso tiroteo, se produjo un incendio en el que murieron 6 miembros de la guerrilla, incluido su líder, con el que se vinculó sentimentalmente a Hearst:
Nancy Ling Perry/Fahizah, Angela Atwood/General Gelina, Camilla Hall/Gabi, Willie Wolfe/Kahjoh o Cujo, Donald DeFreeze/Cinque, y Patricia Soltysik/Mizmoon o Zoya.
Mientras tanto, Patty siguió los eventos en directo por televisión desde el motel en el que se ocultaba junto a 2 miembros de SLA, con los que se dio a la fuga, viajando a New York y Pensilvania, para regresar al cabo de un tiempo a California.
La vida de guerrillera de Patricia Hearst, terminó 18 meses después de su secuestro, cuando el 18 de septiembre de 1975 fue detenida por agentes del FBI en San Francisco.
Tras su arresto, Patty apareció en televisión esposada y desafiante, con los brazos en alto, y los puños cerrados; siendo acusada de participar en el atraco a la sucursal del banco Hibernia, convirtiéndose en protagonista del que fue calificado por la prensa estadounidense como “el juicio del siglo”
Sus abogados alegaron, que la joven había sido obligada a unirse a la guerrilla, y aseguraron que era víctima del llamado “Síndrome de Estocolmo”, acuñado a mediados de los 70, para explicar los irracionales sentimientos de empatía y dependencia que desarrollan los secuestrados hacia sus captores.
De hecho, Patty Hearst fue una de las primeras víctimas del Síndrome de Estocolmo, y una de las más emblemáticas del trastorno.
En las memorias, que publicó en 1981, Hearst explicaba que tras ser secuestrada, la mantuvieron encerrada en un armario durante 57 días, sometiéndola a todo tipo de abusos, y a un intenso lavado de cerebro.
La estrategia de la defensa no funcionó, y Hearst fue condenada a 7 años de cárcel.
“Mom, Dad, I'm with a combat unit that's armed with automatic weapons”
Patty Hearst es un drama del año 1988, escrito y dirigido por Paul Schrader.
Protagonizado por Natasha Richardson, William Forsythe, Ving Rhames, Frances Fisher, Jodi Long, Olivia Barash, Dana Delany, Marek Johnson, Kitty Swink, Peter Kowanko, Tom O'Rourke, Scott Kraft, Jeff Imada, Elaine Revard, Ermal Williamson, Marc Siegler, Tom Attell, Hawthorne James, entre otros.
El filme está basado en la autobiografía, “Every Stealth Thing” (1982) de Patty Hearst, coescrita con Alvin Moscow; que más tarde se reeditó como “Patty Hearst - Her Own Story”; y la película muestra el secuestro de la estudiante por El Ejército de Liberación Simbionte, su transformación en una seguidora activa del SLA, después de un encarcelamiento duradero, y un proceso de supuesto lavado de cerebro; y su arresto final, después de una serie de robos a mano armada.
El director, Paul Schrader, ha dicho que hizo que Patty Hearst tuviera un presupuesto bajo, por lo que la película tiene un estilo visual muy distintivo, no menos importante porque está hecho casi totalmente desde el punto de vista de Patty Hearst, por tanto, la primera parte se configura principalmente en un armario oscuro, con ocasionales haces de luz cegadores cuando los captores abren la puerta; a lugares abiertos a la luz natural.
Patty Hearst se estrenó en El Festival Internacional de Cine de Cannes, siendo nominada a La Palme d’Or.
La acción inicia en Berkeley, en el año 1974.
Patty (Natasha Richardson), hija del magnate Randolph A. Hearst, es una joven estudiante de 19 años que está a punto de casarse.
Pero una noche es secuestrada en su apartamento por unos desconocidos que se presentan como miembros del Ejército Simbiótico de Liberación.
Como rescate, piden la liberación de 2 camaradas, y el reparto de comida entre las clases más desfavorecidas.
Después de un penoso cautiverio de 2 meses, Patty empieza a sentir simpatía por sus secuestradores, y decide unirse al grupo con el sobrenombre de Tania.
Su bautismo de fuego, es el atraco a un banco, en el que sale a la luz pública su pertenencia a la banda.
Los sentimientos contrapuestos de Patty, provocan la inevitable caída del grupo.
Esto creó un escándalo en EEUU, convirtiéndose así en un accesorio de la cultura pop.
La película no es una biografía, pero si relata muy bien los hechos del secuestro, lo que es El Síndrome de Estocolmo, la participación en una banda terrorista y sus consecuencias.
Todo ello contado desde el punto de vista de Patty Hearst.
“It's just like pigs to glorify a mouse”
Paul Schrader es bien conocido por su talento para la escritura, pero a menudo es pasado por alto como un director, y esta película es brillante, por su conseguido gran equilibrio de duro realismo y pesadilla de existencialismo; y vuelve a centrarse en personajes y acontecimientos de la vida real, aunque el guión lo haya escrito Nicholas Kazan, hijo de Elia Kazan, para exponer su aguda y fascinante mirada, para explorar en este caso, el lado oscuro del “sueño estadounidense” y/o del “American Way Of Life”
Patty Hearst, es una niña bien, hija de gente millonaria, un empresario de seguro, probablemente salido del infierno, que un día cualquiera es secuestrada por uno de los tantos ejércitos/milicias/guerrillas que proliferaron en su tiempo y que buscaban la revolución a toda costa.
Las intenciones de Schrader, no radican en lo político, más bien lo hace, como se ha señalado en casi todas sus películas, en la naturaleza del ser humano y de su entorno social.
En Patty Hearst, su ejecución formal es lisa y llanamente violenta, sin concesiones ni florituras, con una contundencia que va directamente al grano, al meollo del asunto:
La ambivalencia moral de la sociedad estadounidense; la débil y difusa capa que separa un pensamiento del otro, una acción de otra; la hipocresía y la mentira como valores cuasi fundacionales.
Pero el componente político es más un contexto, que un tratamiento sustancial o intelectual, pues la película no pierde el tiempo con lecciones valóricas de uno u otro lado, solamente se dedica a indagar en el sombrío nexo que existe entre los privilegiados y los desposeídos, nexo usualmente caracterizado por el conflicto violento:
¿Qué lo causa, cómo se produce, cómo se desarrolla?
Nexo habitado por Patty Hearst, niña bien secuestrada, que debe convivir con sus captores hasta nuevo aviso, observando sus motivaciones y sus métodos, a la vez que intenta conservar los valores bajo los que creció, como si en su mirada y su experiencia, y por ende, el punto de vista del film, se concentraran todos los enfrentamientos de una sociedad destinada a pelear consigo misma.
Con todo, no piensen que ésta es una película cuyo motor narrativo es la reflexión, pues fiel a la trama que narra, el desarrollo es pura acción.
Acción reflejada en cada fotograma en donde hay declaraciones confrontadas; acción vertida en cada escena del relato, de ritmo contundente y decidido, donde permanentemente hay fuerzas en conflicto; acción expuesta en cada palabra, golpe y acto; acción nacida de esa particular e hipnótica atmósfera que mezcla cierto expresionismo con cierto realismo, aunque sin nunca perder el foco psicológico del asunto:
La confusión, la desorientación, el éxtasis, le euforia, la percepción, los colores, las formas...
Patty Hearst es una película excepcional en todo sentido que, esto no es sorpresa, pasó de manera bastante desapercibida, incluso considerando que la historia real debió haber tenido un considerable impacto mediático.
El final, al igual que los filmes de Schrader, muestra al personaje central encarcelado físicamente, pero que comienza a pensar con optimismo sobre una nueva fase de su vida.
La virtud de la película, es su indudable ambigüedad:
No juzga en ningún momento a Patty.
Aunque si intercala ciertas imágenes que llevan a intuir que Patty Hearst se une al grupo, pensando que nunca la dejarían marchar viva…
“Lo que no te mata te hace más fuerte”, dicen.
El tono hipnótico y pesadillesco de los primeros días de encierro, es genial, por la perspectiva sensorial de la secuestrada que no puede ver, pero si oír y con ello, “identificar” a sus captores.
Después, la caracterización de unos personajes extremistas, mesiánicos en algunos casos:
“A veces pienso que yo soy El Che y que Cinque es Fidel”, llega a decir uno de ellos; y las complejas relaciones sexuales dentro de la célula, se ven complementados con una Natasha Richardson pletórica.
“Podría haber escapado en numerosas ocasiones”, le dicen al final.
Subestiman aquellos, que la encerraron en la cárcel por el robo de un banco, la capacidad de sus captores para anular su personalidad, y hacer de ella otra persona, intentando complacerles en todos los aspectos, para sobrevivir, y el hecho de que, fuera de ese universo en miniatura, nadie parece estar haciendo nada por encontrarla:
“La primera bala, cuando nos encuentren, será para ti Patty...”, le dicen.
El final, como digo, indica una gran ambigüedad, sin que penetre en el misterio de la figura de Patty Hearst.
“¿Ocupación?
Guerrillera Urbana”, dijo al momento de detenerla.
Simplemente, Patty Hearst nos cuenta una historia interesante, una “road movie” procedente de unos tiempos revueltos, en los que la diferencia entre los héroes y los villanos, a veces era borrosa.
Del reparto, destaca Ving Rhames, que logra un retrato del líder con delirios de grandeza; William Forsythe está tremendo:
“Cómo me gustaría ser Negro, joder”, dice como un tipo con complejo de inferioridad entregado a la causa revolucionaría para sentirse más hombre.
Y Natasha Richardson, aunque solo fuera por ella para ver la película, que está inmensa en cada plano.
Como dato, La Richardson era la hija del oscarizado director, ya fallecido, Tony Richardson, y de la gran actriz Vanessa Redgrave; y esposa de Liam Neeson.
Natasha falleció en un accidente en 2009, como consecuencia de una caída cuando recibía una clase de esquí en un centro vacacional de Canadá, que le produjo un hematoma epidural.
“I'm really struggling to overcome my bourgeois upbringing”
Sobre los miembros fundadores del SLA:
Russell Little/Osceola u Osi, fue arrestado por el asesinato de Marcus Foster.
Little estaba bajo custodia durante el tiempo en que Patty Hearst estaba con El SLA; y en poco tiempo fue condenado a cadena perpetua, en abril de 1975, pero en 1981 fue reintegrado y absuelto del asesinato de Foster.
Ahora vive en Hawái.
Joseph Remiro/Bo, fue arrestado con Russell Little.
Little y Remiro, eran los prisioneros a quienes El SLA, había destinado intercambiar por Hearst.
Remiro fue sentenciado a cadena perpetua en abril de 1975; y está cumpliendo esta condena en La Prisión Estatal de California, en Lancaster.
Él es el único miembro del SLA, todavía en la cárcel.
Donald DeFreeze/Mariscal General de Campo Cinque Mtume; fue un prisionero fugado, que se suicidó durante un tiroteo policial el 17 de mayo de 1974; junto con William “Willie” Wolfe/Cujo; Angela Atwood/General Gelina; Patricia Soltysik/Mizmoon Soltysik o Zoya; Camilla Hall/Gabi, amante de Soltysik; y Nancy Ling Perry/Fahizah.
Thero Wheeler/Bayo y Mary Alice Siem, dejaron El SLA después de recibir amenazas de muerte de DeFreeze; al igual que.
Emily Harris/Yolanda, fue encarcelada por secuestro y asesinato, está en libertad condicional desde febrero de 2007.
William Harris/General Teko, el esposo de Emily Harris, y eventualmente líder del SLA, estuvo encarcelado por secuestro y asesinato, y fue puesto en libertad condicional, en septiembre de 2006.
Miembros posteriores, después del secuestro de Hearst:
Patty Hearst/Tania, secuestrada y convertida en miembro del SLA, fue arrestada en 1975, y encarcelado por robo, finalmente perdonada en 2001.
Wendy Yoshimura, ex miembro del Ejército Revolucionario, un violento grupo activista, con su amigo Willie Brandt, fue encarcelada por robo y asesinato, luego liberada.
Kathleen Ann Soliah/Sara Jane Olson, amiga de Atwood, se involucró cuando El SLA se le acercó después de la muerte de su amiga en el tiroteo del 17 de mayo; siendo encarcelada por explosivos, robo y asesinato, y fue liberada en 2009.
James “Jim” Kilgore, el novio de Kathleen Soliah en ese momento, actualmente es Investigador en El Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Illinois.
Steven Soliah, el hermano de Kathleen Soliah; y Michael Bortin, casado con Josephine Soliah, en 2002.
Asociados y simpatizantes del SLA:
Josephine Soliah, la hermana de Kathleen Soliah; Bonnie Jean Wilder, Seanna, Sally, una amiga de Remiro; y Bridget.
Todos se mencionan en el libro biográfico de Patty Hearst, como miembros potenciales.
Por su parte, Patty acabó pasando algo menos de 2 años en prisión, ya que en 1979, El Presidente Jimmy Carter le conmutó la pena; y en 2001, El Presidente Bill Clinton le otorgó el perdón completo, el 20 de enero, como su último acto oficial antes de dejar el cargo.
A 2 meses después de su liberación de la prisión, Hearst se casó con Bernard Lee Shaw, un policía al que conoció cuando era parte de la seguridad privada que la protegía bajo fianza.
Ella tenía 24 años, y era una de las solteras más deseadas de Estados Unidos; mientras él, de 33, era hijo de un bombero de San Francisco.
La prensa vio en su matrimonio, la unión de la aristocracia de EEUU, con la clase obrera.
“Me caso con Bernie, porque es el único que ha entendido lo que me ha ocurrido”, reveló Hearst.
Solo Shaw, que había sido militar en Alemania, sabía todo lo que había sufrido:
Un calvario de abusos físicos y sexuales, que terminaron por minar su voluntad, convirtiéndola en la anarquista más infame de América.
Él, posteriormente se convirtió en Vicepresidente de Seguridad Corporativa del Grupo Hearst, el gigante mediático que edita 15 periódicos y más de 300 revistas en todo el mundo.
Pero el matrimonio duró hasta su muerte en 2013.
De la pareja nacieron 2 hijas:
Gillian, y Lydia Hearst-Shaw.
Gillian está casada con el abogado de “celebrities”, Christian Simonds, y trabaja como cronista de sociedad de “Town and Country”, conocida como “La Biblia de alta sociedad neoyorquina” que edita el grupo Hearst.
Mientras Lydia es una cotizada Supermodelo.
“Estoy muy orgullosa de mi madre.
Es una de las grandes influencias en mi vida.
Me ha inculcado la creencia de que tengo la responsabilidad de marcar la diferencia”, añade la maniquí.
Su cara, es la viva imagen de su madre en aquella icónica fotografía difundida por El Ejército Simbiótico de Liberación en 1974, en la que se veía a Patty, esgrimiendo un arma semiautomática, de manera desafiante.
Por último, Patty Hearst se hizo prominente en la sociedad de la Costa Este, y en la escena benéfica de recaudación de fondos, y estuvo particularmente involucrada con una fundación para ayudar a los niños que sufren de SIDA.
En las 4 décadas que han pasado desde su secuestro, Patty Hearst ha ofrecido pocas entrevistas, y ha mantenido una vida discreta, a excepción de los eventos sociales a los que asiste, y de las apariciones que ha realizado en un puñado de películas y series de televisión.
Pese a ello, la nieta del padre de la prensa sensacionalista, siempre será recordada por ser la protagonista de una rocambolesca historia que 40 años después, todavía despierta fascinación.

“I'm always dead!”



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